El jueves 18 del corriente mes, finalmente comparecimos una vez más con el Dr. GONZALO MIÑO, ante el Tribunal Oral de Bahía Blanca. Por cuestión estacional y de ubicación geográfica el frio se hacía sentir crudamente por toda la ciudad… y también, en el interior del edificio tribunalicio, donde la calefacción no funcionaba. Así se podía ver a los funcionarios judiciales, trajinando con los expedientes de siempre, vistiendo gruesos abrigos y en no pocos casos coloridas bufandas. ¿Cuestiones de burocracia argentina vio? Luego de esperar durante cuatro horas y media a que finalizara de declarar un testigo-victima aportado por la fiscalía, que me antecedía, abandoné el intento de hacerlo yo. Eran las 13 horas y el largo viaje, el tiempo de espera y el frio habían hecho mella. Por lo tanto, pese a todo y a todos, el primero de septiembre volveremos a viajar hasta donde se está llevando a cabo las acciones judiciales que destruyeron el pasado reciente, presente y futuro de mi familia y mío intentando nuevamente que se escuche la verdad, mi verdad. Tratando de rescatar algo positivo de este periplo, debo decir que en un aparte con el Dr. MIÑO, pudimos tener una charla con el Dr. GUSTAVO RODRIGUEZ y la Dra. CINTIA BONAVENTO miembros de la defensoría oficial. Con ellos yo he confrontado colateralmente en el año 2018 (careo con el reptante ya fallecido jefe policial, ATILIO ROSAS) y hemos publicado videos y pareceres a través de este sitio. Por supuesto que la más “herida” por los mismos, resultaba ser la Dra. BONAVENTO, comprobando en esta oportunidad a través de los cambios de ideas, que se trata de una buena persona con buenas intenciones en el ejercicio de su profesión. Ante ello le pedí las disculpas del caso. Horas después luego de dejar al Dr. MIÑO en el aeropuerto emprendí el regreso a Pinamar, donde completé 1300 kilómetros (807 millas) de manejo en rutas atestadas por camiones trasladando la abundante cosecha cerealera, de este difícil año 2022. Si bien el agotamiento y la decepción es aplastante, me reconfortaba el haber podido estar, aún en un medio hostil y nada agradable con 2 buenas personas. La doctora BONAVENTO y el Dr. GONZALO MIÑO, mi abogado defensor cuya personalidad y virtudes todos conocemos. Ahora el descanso, y luego vendrán los preparativos para el regreso al lugar donde la mentira está latente.
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Por Claudio Kussman.
El jueves 18 del corriente mes, finalmente comparecimos una vez más con el Dr. GONZALO MIÑO, ante el Tribunal Oral de Bahía Blanca. Por cuestión estacional y de ubicación geográfica el frio se hacía sentir crudamente por toda la ciudad… y también, en el interior del edificio tribunalicio, donde la calefacción no funcionaba. Así se podía ver a los funcionarios judiciales, trajinando con los expedientes de siempre, vistiendo gruesos abrigos y en no pocos casos coloridas bufandas. ¿Cuestiones de burocracia argentina vio? Luego de esperar durante cuatro horas y media a que finalizara de declarar un testigo-victima aportado por la fiscalía, que me antecedía, abandoné el intento de hacerlo yo. Eran las 13 horas y el largo viaje, el tiempo de espera y el frio habían hecho mella. Por lo tanto, pese a todo y a todos, el primero de septiembre volveremos a viajar hasta donde se está llevando a cabo las acciones judiciales que destruyeron el pasado reciente, presente y futuro de mi familia y mío intentando nuevamente que se escuche la verdad, mi verdad. Tratando de rescatar algo positivo de este periplo, debo decir que en un aparte con el Dr. MIÑO, pudimos tener una charla con el Dr. GUSTAVO RODRIGUEZ y la Dra. CINTIA BONAVENTO miembros de la defensoría oficial. Con ellos yo he confrontado colateralmente en el año 2018 (careo con el reptante ya fallecido jefe policial, ATILIO ROSAS) y hemos publicado videos y pareceres a través de este sitio. Por supuesto que la más “herida” por los mismos, resultaba ser la Dra. BONAVENTO, comprobando en esta oportunidad a través de los cambios de ideas, que se trata de una buena persona con buenas intenciones en el ejercicio de su profesión. Ante ello le pedí las disculpas del caso. Horas después luego de dejar al Dr. MIÑO en el aeropuerto emprendí el regreso a Pinamar, donde completé 1300 kilómetros (807 millas) de manejo en rutas atestadas por camiones trasladando la abundante cosecha cerealera, de este difícil año 2022. Si bien el agotamiento y la decepción es aplastante, me reconfortaba el haber podido estar, aún en un medio hostil y nada agradable con 2 buenas personas. La doctora BONAVENTO y el Dr. GONZALO MIÑO, mi abogado defensor cuya personalidad y virtudes todos conocemos. Ahora el descanso, y luego vendrán los preparativos para el regreso al lugar donde la mentira está latente.
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Prov. Buenos Aires
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
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“Seamos el tipo de personas que hacen el bien a los demás, ya sea que nos paguen o no, ya sea que digan gracias o no”
Joel Osteen (1963 )
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Agosto 21, 2022