¿Existe una vida después de la muerte? Esta es más una pregunta teológica que científica. Además, es una pregunta conocida que es inherente a casi todas las culturas. La respuesta a la pregunta depende de la fe, las creencias o las prácticas de cada uno. Sin embargo, la premisa de que hay vida después de la muerte ha sido inculcada en nuestra forma de vida por nuestros apegos religiosos, de modo que tendemos a creer que es verdad. La respuesta a esta pregunta es no. No hay vida después de la muerte.
Hay una línea clara entre la vida y la muerte. Se necesita fe, tal como nos enseñan nuestras religiones, para creer que hay vida después de la muerte. Ese es el elemento de fe que debe estar presente para que uno crea en la vida después de la muerte. Sin embargo, mirando la evidencia que demuestra que hay vida después de la muerte, la cantidad de fe que uno necesita para creer en la vida después de la muerte disminuye sustancialmente.
Para empezar, existe evidencia científica que demuestra que una vez que una persona muere, existe cualquier otra forma de vida. Las personas son como cualquier otro organismo vivo. La pregunta es ¿qué hace que la especie humana sea tan especial que tenga una vida después de la muerte? Todos los organismos vivos mueren y aseguran la continuación ecológica. Biológicamente, los procesos físicos y químicos que hacen que una célula viva una vez muerta no se pueden revertir
En segundo lugar, los argumentos de las prácticas religiosas de que hay vida después de la muerte a través de las encarnaciones, o los seres espirituales, son formas más bien exiguas a través de las cuales se puede explicar la muerte o alentar en la vida. Es imposible que un ser humano nazca en forma de vaca. Además, no hay forma de que la especie humana pueda existir en una forma no física. La creencia en la vida después de la muerte se inició cuando la especie humana aún se encontraba en su forma primitiva, cuando la vida y numerosos procesos ambientales podían explicarse de manera abstracta. De cualquier manera, no hay vida después de la muerte.
Excelente articulo de un excelente tema que existe desde el principio de los tiempos, sin respuestas concretas hasta nuestros días. Cordialmente CLAUDIO KUSSMAN
Death is just a key to another world . I will never forget my out of body experience age 18 I am now older I still think about it daily I was one of the most amazing feelings I have ever known
Tuve una experiencia cercana a la muerte a principios de los 90. Me estaban operando y una enfermera me dio un medicamento contra las náuseas llamado stadol (que aparentemente ya no usan). Recuerdo ir al baño justo antes de la cirugía y perder el conocimiento. Como si pasara de ver blanco a ver nada más que negro. Luego estaba en un túnel relajante, y cuando estaba fuera del túnel estaba en una hermosa colina verde y exuberante, el cielo era el más azul, el verde, el más verde, la temperatura del aire era de 98.6, al igual que mi cuerpo, en otros palabras yo era uno con la temperatura. Miré un enorme roble en la cima de esta colina y debajo del árbol había una larga mesa de picnic de madera y sentados en la mesa, uno frente al otro, estaban mis mejores amigos… mi abuela y mi abuelo. Habían muerto en sus 80 y 90 PERO ahora tenían 30 (obviamente nunca los conocí en sus 30). Dos semanas antes de mi ECM, mi hermano se había quedado en mi casa con su viejo perro. Mientras estaba allí, su perro murió. ¡Pero ahora este pobre perro viejo con tantos problemas médicos era un cachorro y estaba jugando debajo de la mesa de picnic!
Mi abuela me preguntó por qué estaba allí y le dije que me iban a operar. Me pidió, en realidad me rogó que fuera a sentarme con ella. Pero le dije que tenía muchas ganas pero que necesitaba cuidar a mis hijos. Y con eso sentí un tirón y un silbido a través del túnel y luego escuché a mi médico decir: “¡Tenemos pulso!”
Todavía estaba en el piso y había alrededor de 4 enfermeras revisando mis signos vitales y vi al médico cerniéndose sobre mí. Luego me colocaron en la mesa de operaciones y me observaron y luego me dijeron que “pasaste de un color blanco blanco a un color rosado en las manos y la cara”.
Nunca olvidaré el amor que sentí cuando tuve mi ECM. Es el amor más puro que jamás sentirás. Los colores son los más brillantes. Recuerdo haberles dicho a mis abuelos que el sol es tan brillante (pensé que debía ser el sol) ¡pero puedo mirarlo y no necesito lentes de sol!
Este lugar… el cielo… era el más hermoso, el más amoroso, el más reconfortante, el lugar más feliz en el que he estado. Mis abuelos estaban tan felices, tomados de la mano (habían estado casados por 55 años), sonriendo, sin dolor en sus rostros, sin signos de dolor en sus cuerpos.
El perro de mi hermano ahora era un cachorro y saltaba divirtiéndose.
Para cualquiera que haya perdido a un ser querido… de 2 o 4 patas… solo sepa que está en el mejor lugar, el más maravilloso. Sin dolor, sin estrés, sin juzgar, sin preocupaciones.
Después de mi experiencia, ya no tengo miedo de morir. No es que esté listo para irme, pero cuando sea mi momento, empacaré mi maleta emocional y mental y haré que alguien la entierre porque a donde voy no la necesitaré.
Hay una línea clara entre la vida y la muerte. Se necesita fe, tal como nos enseñan nuestras religiones, para creer que hay vida después de la muerte. Ese es el elemento de fe que debe estar presente para que uno crea en la vida después de la muerte. Sin embargo, mirando la evidencia que demuestra que hay vida después de la muerte, la cantidad de fe que uno necesita para creer en la vida después de la muerte disminuye sustancialmente.
Para empezar, existe evidencia científica que demuestra que una vez que una persona muere, existe cualquier otra forma de vida. Las personas son como cualquier otro organismo vivo. La pregunta es ¿qué hace que la especie humana sea tan especial que tenga una vida después de la muerte? Todos los organismos vivos mueren y aseguran la continuación ecológica. Biológicamente, los procesos físicos y químicos que hacen que una célula viva una vez muerta no se pueden revertir
En segundo lugar, los argumentos de las prácticas religiosas de que hay vida después de la muerte a través de las encarnaciones, o los seres espirituales, son formas más bien exiguas a través de las cuales se puede explicar la muerte o alentar en la vida. Es imposible que un ser humano nazca en forma de vaca. Además, no hay forma de que la especie humana pueda existir en una forma no física. La creencia en la vida después de la muerte se inició cuando la especie humana aún se encontraba en su forma primitiva, cuando la vida y numerosos procesos ambientales podían explicarse de manera abstracta. De cualquier manera, no hay vida después de la muerte.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 1, 2023
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Noticias Relacionadas
5 thoughts on “Respuestas científicas y religiosas sobre la vida después de la muerte”
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- Claudio Kussman
- posted on January 1, 2023
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- sandra apolline
- posted on January 1, 2023
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- spirit on the sky
- posted on January 1, 2023
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- Dotty Gonzalez
- posted on January 1, 2023
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- Vivian Hung
- posted on January 1, 2023
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CommentExcelente articulo de un excelente tema que existe desde el principio de los tiempos, sin respuestas concretas hasta nuestros días. Cordialmente CLAUDIO KUSSMAN
Ojala hubiera tres vidas
Una para aprender
Otra para practicar
y la ultima para vivr plenamente
Death is just a key to another world . I will never forget my out of body experience age 18 I am now older I still think about it daily I was one of the most amazing feelings I have ever known
Tuve una experiencia cercana a la muerte a principios de los 90. Me estaban operando y una enfermera me dio un medicamento contra las náuseas llamado stadol (que aparentemente ya no usan). Recuerdo ir al baño justo antes de la cirugía y perder el conocimiento. Como si pasara de ver blanco a ver nada más que negro. Luego estaba en un túnel relajante, y cuando estaba fuera del túnel estaba en una hermosa colina verde y exuberante, el cielo era el más azul, el verde, el más verde, la temperatura del aire era de 98.6, al igual que mi cuerpo, en otros palabras yo era uno con la temperatura. Miré un enorme roble en la cima de esta colina y debajo del árbol había una larga mesa de picnic de madera y sentados en la mesa, uno frente al otro, estaban mis mejores amigos… mi abuela y mi abuelo. Habían muerto en sus 80 y 90 PERO ahora tenían 30 (obviamente nunca los conocí en sus 30). Dos semanas antes de mi ECM, mi hermano se había quedado en mi casa con su viejo perro. Mientras estaba allí, su perro murió. ¡Pero ahora este pobre perro viejo con tantos problemas médicos era un cachorro y estaba jugando debajo de la mesa de picnic!
Mi abuela me preguntó por qué estaba allí y le dije que me iban a operar. Me pidió, en realidad me rogó que fuera a sentarme con ella. Pero le dije que tenía muchas ganas pero que necesitaba cuidar a mis hijos. Y con eso sentí un tirón y un silbido a través del túnel y luego escuché a mi médico decir: “¡Tenemos pulso!”
Todavía estaba en el piso y había alrededor de 4 enfermeras revisando mis signos vitales y vi al médico cerniéndose sobre mí. Luego me colocaron en la mesa de operaciones y me observaron y luego me dijeron que “pasaste de un color blanco blanco a un color rosado en las manos y la cara”.
Nunca olvidaré el amor que sentí cuando tuve mi ECM. Es el amor más puro que jamás sentirás. Los colores son los más brillantes. Recuerdo haberles dicho a mis abuelos que el sol es tan brillante (pensé que debía ser el sol) ¡pero puedo mirarlo y no necesito lentes de sol!
Este lugar… el cielo… era el más hermoso, el más amoroso, el más reconfortante, el lugar más feliz en el que he estado. Mis abuelos estaban tan felices, tomados de la mano (habían estado casados por 55 años), sonriendo, sin dolor en sus rostros, sin signos de dolor en sus cuerpos.
El perro de mi hermano ahora era un cachorro y saltaba divirtiéndose.
Para cualquiera que haya perdido a un ser querido… de 2 o 4 patas… solo sepa que está en el mejor lugar, el más maravilloso. Sin dolor, sin estrés, sin juzgar, sin preocupaciones.
Después de mi experiencia, ya no tengo miedo de morir. No es que esté listo para irme, pero cuando sea mi momento, empacaré mi maleta emocional y mental y haré que alguien la entierre porque a donde voy no la necesitaré.
The brain’s job is actually to restrict consciousness