Simplemente, es la emoción que nos convierte temporalmente en psicópatas. Hay una parte de nuestro cerebro que se enciende cuando somos recompensados a expensas de otra persona. Schadenfreude es cuando nos reímos de la desgracia de otra persona. Schadenfreude proviene de las dos palabras alemanas, Schaden y Freude, daño y alegría. Todos lo hemos hecho, aunque no estemos orgullosos de ello. Un amigo tropieza y derrama café en su camisa. Puedes sentir compasión, pero una parte de ti también se ríe. Si tu jefe tropieza y derrama café, es posible que te rías mucho, (quizás no en voz alta) Incluso si cree que está bromeando, riéndose a expensas de otra persona, es posible que esa otra persona no lo tome como una broma. Pero para algunas personas, y tal vez para todos nosotros, la desgracia de otra persona se siente extrañamente satisfactoria.
El cerebro elegirá el placer sobre el miedo cada vez. Así como es beneficioso incluir a alguien en el grupo, hacerlo miembro y acceder a sus recursos, también es gratificante excluir a alguien del grupo, negarle el acceso a los recursos y, por lo tanto, ahorrar más para usted a expensas de esa otra persona. Estamos condicionados a evitar lo que tememos y buscar lo que nos da placer. Si alienar a alguien es placentero, quizás también sea adictivo. En algún nivel, sabemos que menospreciar a alguien, mentir o engañar no es algo bueno que hacer. Sin embargo, en pequeños aspectos, podemos hacerlo con cierta frecuencia.
Un equipo de investigación de la Universidad de Basilea en Suiza, les dio a los sujetos del estudio dopamina adicional, la sustancia química del placer que todas las drogas y el alcohol obligan al cerebro a liberar. Las personas que obtuvieron más dopamina eran más propensas a hacer trampa si sabían que no iban a ser atrapadas ni sufrirían ninguna consecuencia.
Schadenfreude es el tema y el título de una canción en el exitoso espectáculo de Broadway Avenue Q, una canción sobre el placer que sentimos ante la desgracia de los demás. Ver una marioneta y un actor cantar esta canción permitió que la audiencia se riera descaradamente de nuestra constante locura humana. En la canción, los personajes reconocen su disfrute al ver a las camareras dejar caer una bandeja de vasos, patinadores artísticos cayendo sobre sus traseros, sentirse felices de que alguien más se sienta mal y otras ideas sobre este lado inusual de todos nosotros. Como dice uno de los personajes, Schadenfreude es parte de la “naturaleza humana”, y continúa diciendo lo contentos que podemos estar a veces de que “yo no soy tú”. De hecho, una frase como esta se ha abierto camino en nuestra cultura llena de su connotación negativa: “Debe apestar ser tú”. Poner esto en una canción no solo resalta la brillantez de los autores, sino que también ilumina la luz de la percepción de todos nosotros. Es una canción con la que la mayoría de la audiencia se identifica, demostrado por la risa que provoca lágrimas.
El sentimiento de schadenfreude se siente tan universalmente. No podemos evitar regocijarnos cuando ciertas personas, especialmente ciertas celebridades populares, políticos y otras figuras públicas, cometen errores vergonzosos. Comprender por qué sientes lo que sientes crea una ventaja y una oportunidad para responder de manera más reflexiva que impulsiva. Lo que sientes por ti mismo y por los demás, incluso schadenfreude, se ve influenciado en todo momento por las interacciones en el hogar o en el resto del mundo. Cada vez que te sientas feliz o triste, valiente o asustado, en paz o enojado, el primer paso para usar estos sentimientos a tu favor es reconocer que los tienes. Este enfoque ayuda con la motivación, la moral y el desempeño laboral.Es un estilo de liderazgo en el que un grupo de personas identifica una visión de cambio y luego un líder inspira a los miembros del grupo a ejecutar ese cambio.¿No describe esto lo mejor de nuestro cerebro?
No se ve ninguna razón por la que el liderazgo transformacional deba limitarse a una persona poderosa.Cada uno de nosotros tiene la capacidad de inspirar, motivar, animar a la otra persona recordándole su valor.Tratándolos con respeto.Cada uno de nosotros puede ser un modelo a seguir, porque es cierto que no controlamos a nadie pero influimos en todos.
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Simplemente, es la emoción que nos convierte temporalmente en psicópatas. Hay una parte de nuestro cerebro que se enciende cuando somos recompensados a expensas de otra persona. Schadenfreude es cuando nos reímos de la desgracia de otra persona. Schadenfreude proviene de las dos palabras alemanas, Schaden y Freude, daño y alegría. Todos lo hemos hecho, aunque no estemos orgullosos de ello. Un amigo tropieza y derrama café en su camisa. Puedes sentir compasión, pero una parte de ti también se ríe. Si tu jefe tropieza y derrama café, es posible que te rías
mucho, (quizás no en voz alta) Incluso si cree que está bromeando, riéndose a expensas de otra persona, es posible que esa otra persona no lo tome como una broma. Pero para algunas personas, y tal vez para todos nosotros, la desgracia de otra persona se siente extrañamente satisfactoria.
El cerebro elegirá el placer sobre el miedo cada vez. Así como es beneficioso incluir a alguien en el grupo, hacerlo miembro y acceder a sus recursos, también es gratificante excluir a alguien del grupo, negarle el acceso a los recursos y, por lo tanto, ahorrar más para usted a expensas de esa otra persona. Estamos condicionados a evitar lo que tememos y buscar lo que nos da placer. Si alienar a alguien es placentero, quizás también sea adictivo. En algún nivel, sabemos que menospreciar a alguien, mentir o engañar no es algo bueno que hacer. Sin embargo, en pequeños aspectos, podemos hacerlo con cierta frecuencia.
Un equipo de investigación de la Universidad de Basilea en Suiza, les dio a los sujetos del estudio dopamina adicional, la sustancia química del placer que todas las drogas y el alcohol obligan al cerebro a liberar. Las personas que obtuvieron más dopamina eran más propensas a hacer trampa si sabían que no iban a ser atrapadas ni sufrirían ninguna consecuencia.
Schadenfreude es el tema y el título de una canción en el exitoso espectáculo de Broadway Avenue Q, una canción sobre el placer que sentimos ante la desgracia de los demás. Ver una marioneta y un actor cantar esta canción permitió que la audiencia se riera descaradamente de nuestra constante locura humana. En la canción, los personajes reconocen su disfrute al ver a las camareras dejar caer una bandeja de vasos, patinadores artísticos cayendo sobre sus traseros, sentirse felices de que alguien más se sienta mal y otras ideas sobre este lado inusual de todos nosotros. Como dice uno de los personajes, Schadenfreude es parte de la “naturaleza humana”, y continúa diciendo lo contentos que podemos estar a veces de que “yo no soy tú”. De hecho, una frase como esta se ha abierto camino en nuestra cultura llena de su connotación negativa: “Debe apestar ser
tú”. Poner esto en una canción no solo resalta la brillantez de los autores, sino que también ilumina la luz de la percepción de todos nosotros. Es una canción con la que la mayoría de la audiencia se identifica, demostrado por la risa que provoca lágrimas.
El sentimiento de schadenfreude se siente tan universalmente. No podemos evitar regocijarnos cuando ciertas personas, especialmente ciertas celebridades populares, políticos y otras figuras públicas, cometen errores vergonzosos. Comprender por qué sientes lo que sientes crea una ventaja y una oportunidad para responder de manera más reflexiva que impulsiva. Lo que sientes por ti mismo y por los demás, incluso schadenfreude, se ve influenciado en todo momento por las interacciones en el hogar o en el resto del mundo. Cada vez que te sientas feliz o triste, valiente o asustado, en paz o enojado, el primer paso para usar estos sentimientos a tu favor es reconocer que los tienes. Este enfoque ayuda con la motivación, la moral y el desempeño laboral. Es un estilo de liderazgo en el que un grupo de personas identifica una visión de cambio y luego un líder inspira a los miembros del grupo a ejecutar ese cambio. ¿No describe esto lo mejor de nuestro cerebro?
No se ve ninguna razón por la que el liderazgo transformacional deba limitarse a una persona poderosa. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de inspirar, motivar, animar a la otra persona recordándole su valor. Tratándolos con respeto. Cada uno de nosotros puede ser un modelo a seguir, porque es cierto que no controlamos a nadie pero influimos en todos.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 18, 2022