SEGÚN LA SECRETARIA DE DERECHOS HUMANOS DE LA NACION, LAS CARCELES QUE ALOJAN A LOS DETENIDOS DE LESA ES UNA MEZCLA DE SANATORIO FLENI, FUNDACIÓN FAVALORO Y HOTEL SIETE ESTRELLAS.
ESTA BURDA MENTIRA NO HACE MAS QUE CONFIRMAR QUE LOS JUICIOS LLAMADOS DE LESA HUMANIDAD SON EN REALIDAD JUICIOS DE ODIO Y VENGANZA, MUY ALEJADOS DE LA VERDADERA JUSTICIA.
SEGÚN LA SECRETARIA DE DERECHOS HUMANOS DE LA NACION, LAS CARCELES QUE ALOJAN A LOS DETENIDOS DE LESA ES UNA MEZCLA DE SANATORIO FLENI, FUNDACIÓN FAVALORO Y HOTEL SIETE ESTRELLAS.
La bajeza en el actuar de la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación ya ha alcanzado límites insospechados.
La semana pasada, el “boletín oficial” de los organismos de derechos humanos público un informe de ese organismo nacional, dando cuenta de las excelentes condiciones de detención de imputados y condenados, en las causas denominados de lesa humanidad, en las Unidades Penitenciarias donde están alojados.
Con total desparpajo sostiene ese informe que esos penales (Unidad 34 de Campo de Mayo y Unidad 31 de Ezeiza) cuentan con “médicos durante las 24 horas, una ambulancia estacionada y un chofer asignado durante todo el día, un consultorio odontológico, un gabinete para tratamientos kinesiológicos y personal de salud mental de lunes a viernes” y sin ponerse colorado, el titular de esa Secretaria afirma: “que en la cárcel, están mejor atendidos que en sus domicilios”.
Quienes caminamos asiduamente esos penales, sabemos perfectamente que lo afirmado en dicho informe es total y absolutamente falso. Una descarada mentira.
Sabemos que desde los organismos de derechos humanos están “desesperados” porque cada vez les queda menos gente en los penales. Y ello es así, por una mera cuestión biológica y legal. Biológica porque se trata de personas ancianas, el promedio de edad ronda los 75 años de edad, portadores de graves patologías de salud que no pueden ser atendidas en una cárcel, y legal porque la ley dispone que la detención en modalidad domiciliaria es procedente a partir de los 70 años, sin que sea necesario acreditar otro requisito más que el etario.
Tambien sabemos que a los organismos de derechos humanos “no les gusta” esta situación y despotrican a diario contra los jueces que hacen valer la ley y solo mandan cumplirla. Y justamente para “calmar” la mórbida ansiedad de “ver a los viejos morirse en la cárcel”, recurren a falsear la realidad, creando la ilusión de un “paraíso penitenciario” que sería la envidia de una cárcel de Suiza o Finlandia, para “apretar” a los jueces, haciéndoles creer que los penales donde se alojan a los de “lesa” son una especie de mezcla de Sanatorio Fleni y Fundación Favaloro; tan solo para lograr su morbosa obsesión “de todos adentro de nuevo”. De hecho, el mismo “boletín oficial” de los organismos de derechos humanos informa que ese informe se le hizo “llegar” a todos los jueces.
En su desvarío, este informe oficial nos cuenta de celdas con televisores individuales, poderosos equipos de frio-calor, canchas de tenis, gimnasios altamente equipados, una huerta, como si esas unidades carcelarias fueran una sucursal del Hotel 7 estrella Burj Al Arab de la ciudad de Dubai. Hasta dicen que cuentan con atencion semanal de psicólogos, psiquiatras, nutricionista, kinesiólogos, médicos especializados y hasta nos reportan la existencia de farmacias internas, con todos los medicamentos que los detenidos necesitan.
Evidentemente, los abogados debemos ir a otro penal. Pues cuando nos toca ir a esas cárceles NO vemos tan “sublime edén”. Al contrario, somos testigos privilegiados de la falta de adecuada infraestructura para atender a adultos mayores, que acreditan los propios guardias del Servicio Penitenciario Federal, que en voz baja nos cuentan la verdad, “la otra realidad”. Desde esta página www.prisioneroenargentina.com se ha denunciado valientemente la penosa situación de los presos de “lesa” en las cárceles. Basta con leer las docenas de artículos existentes en el sitio para desnudar la vileza del informe oficial.
Como muestra, recuerdo que la última vez que estuve en el Hospital Penitenciario de Ezeiza, me mostraron la sala denominada “shock room”, altamente equipada para atender cualquier contingencia de los “viejos” allí alojados. A simple vista parecía una habitación del Massachusetts General Hospital, pero si se hurgaba un poco en los fastuosos equipos, NINGUNO FUNCIONABA. Por más que se los enchufara y se los prendiera, NADA. “Un simple decorado” se confesó avergonzado alguien de ahí adentro.
Esta Secretaria de Derechos Humanos de la Nación, es la misma que en plena época de pandemia de COVID-19 y de estrictos protocolos de cuidados ante esa enfermedad se oponía férreamente a las detenciones domiciliarias de los de “lesa” con el argumento de que su salud estaba muy bien cuidada en la cárcel; mientras que al mismo tiempo bregaban por las domiciliarias de Boudou, D´elia y De Vido, con el argumento exactamente contrario de que no se podía garantizar la salud de los mismos en la cárcel. Lo patético de la situación fue, que esos muchachos estaban detendidos en la misma cárcel que los de lesa (Unidad 31 Ezeiza) y a tan solo 50 metros unos de otros. .
Hace falta decir algo más?.
Quien en su sano juicio puede creer que este gobierno, que ha hecho de la política de persecución a militares, policías y civiles que combatieron al terrorismo, una cuestión de Estado; van a crear un “nirvana penitenciario” para alojarlos; cuando es evidente que solo desean verlos morir en mazmorras estilo medieval. El gobierno va a invertir plata en “genocidas” cuando ni siquiera invierten en los hospitales públicos del conurbano bonaerense, donde residen el núcleo mayoritario de sus votantes.
Este nuevo estertor de una minoría, que solo persigue espurios intereses, y que sabe que tienen fecha de vencimiento, no hace más que confirmar que la finalidad de estos juicios llamados de lesa humanidad son en realidad juicios de odio y venganza, muy alejados de la verdadera JUSTICIA.
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Por Dr. Gonzalo P. Miño.
La bajeza en el actuar de la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación ya ha alcanzado límites insospechados.
La semana pasada, el “boletín oficial” de los organismos de derechos humanos público un informe de ese organismo nacional, dando cuenta de las excelentes condiciones de detención de imputados y condenados, en las causas denominados de lesa humanidad, en las Unidades Penitenciarias donde están alojados.
Con total desparpajo sostiene ese informe que esos penales (Unidad 34 de Campo de Mayo y Unidad 31 de Ezeiza) cuentan con “médicos durante las 24 horas, una ambulancia estacionada y un chofer asignado durante todo el día, un consultorio odontológico, un gabinete para tratamientos kinesiológicos y personal de salud mental de lunes a viernes” y sin ponerse colorado, el titular de esa Secretaria afirma: “que en la cárcel, están mejor atendidos que en sus domicilios”.
Quienes caminamos asiduamente esos penales, sabemos perfectamente que lo afirmado en dicho informe es total y absolutamente falso. Una descarada mentira.
Sabemos que desde los organismos de derechos humanos están “desesperados” porque cada vez les queda menos gente en los penales. Y ello es así, por una mera cuestión biológica y legal. Biológica porque se trata de personas ancianas, el promedio de edad ronda los 75 años de edad, portadores de graves patologías de salud que no pueden ser atendidas en una cárcel, y legal porque la ley dispone que la detención en modalidad domiciliaria es procedente a partir de los 70 años, sin que sea necesario acreditar otro requisito más que el etario.
Tambien sabemos que a los organismos de derechos humanos “no les gusta” esta situación y despotrican a diario contra los jueces que hacen valer la ley y solo mandan cumplirla. Y justamente para “calmar” la mórbida ansiedad de “ver a los viejos morirse en la cárcel”, recurren a falsear la realidad, creando la ilusión de un “paraíso penitenciario” que sería la envidia de una cárcel de Suiza o Finlandia, para “apretar” a los jueces, haciéndoles creer que los penales donde se alojan a los de “lesa” son una especie de mezcla de Sanatorio Fleni y Fundación Favaloro; tan solo para lograr su morbosa obsesión “de todos adentro de nuevo”. De hecho, el mismo “boletín oficial” de los organismos de derechos humanos informa que ese informe se le hizo “llegar” a todos los jueces.
En su desvarío, este informe oficial nos cuenta de celdas con televisores individuales, poderosos equipos de frio-calor, canchas de tenis, gimnasios altamente equipados, una huerta, como si esas unidades carcelarias fueran una sucursal del Hotel 7 estrella Burj Al Arab de la ciudad de Dubai. Hasta dicen que cuentan con atencion semanal de psicólogos, psiquiatras, nutricionista, kinesiólogos, médicos especializados y hasta nos reportan la existencia de farmacias internas, con todos los medicamentos que los detenidos necesitan.
Evidentemente, los abogados debemos ir a otro penal. Pues cuando nos toca ir a esas cárceles NO vemos tan “sublime edén”. Al contrario, somos testigos privilegiados de la falta de adecuada infraestructura para atender a adultos mayores, que acreditan los propios guardias del Servicio Penitenciario Federal, que en voz baja nos cuentan la verdad, “la otra realidad”. Desde esta página www.prisioneroenargentina.com se ha denunciado valientemente la penosa situación de los presos de “lesa” en las cárceles. Basta con leer las docenas de artículos existentes en el sitio para desnudar la vileza del informe oficial.
Como muestra, recuerdo que la última vez que estuve en el Hospital Penitenciario de Ezeiza, me mostraron la sala denominada “shock room”, altamente equipada para atender cualquier contingencia de los “viejos” allí alojados. A simple vista parecía una habitación del Massachusetts General Hospital, pero si se hurgaba un poco en los fastuosos equipos, NINGUNO FUNCIONABA. Por más que se los enchufara y se los prendiera, NADA. “Un simple decorado” se confesó avergonzado alguien de ahí adentro.
Esta Secretaria de Derechos Humanos de la Nación, es la misma que en plena época de pandemia de COVID-19 y de estrictos protocolos de cuidados ante esa enfermedad se oponía férreamente a las detenciones domiciliarias de los de “lesa” con el argumento de que su salud estaba muy bien cuidada en la cárcel; mientras que al mismo tiempo bregaban por las domiciliarias de Boudou, D´elia y De Vido, con el argumento exactamente contrario de que no se podía garantizar la salud de los mismos en la cárcel. Lo patético de la situación fue, que esos muchachos estaban detendidos en la misma cárcel que los de lesa (Unidad 31 Ezeiza) y a tan solo 50 metros unos de otros. .
Hace falta decir algo más?.
Quien en su sano juicio puede creer que este gobierno, que ha hecho de la política de persecución a militares, policías y civiles que combatieron al terrorismo, una cuestión de Estado; van a crear un “nirvana penitenciario” para alojarlos; cuando es evidente que solo desean verlos morir en mazmorras estilo medieval. El gobierno va a invertir plata en “genocidas” cuando ni siquiera invierten en los hospitales públicos del conurbano bonaerense, donde residen el núcleo mayoritario de sus votantes.
Este nuevo estertor de una minoría, que solo persigue espurios intereses, y que sabe que tienen fecha de vencimiento, no hace más que confirmar que la finalidad de estos juicios llamados de lesa humanidad son en realidad juicios de odio y venganza, muy alejados de la verdadera JUSTICIA.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 28, 2022