Tanto el gremio docente como el judicial han manifestado que sin vacunas, no se vuelve al trabajo presencial, es decir, tanto la educación como la justicia seguirán cerradas, si el gobierno no vacuna al personal de esos gremios. Los chicos seguiran educándose como puedan y la Justicia seguirá siendo una carrera de obstáculos para quienes la necesiten.
Asiste razón a los gremios en cuanto a exigir que se vacune a sus afiliados para poder retomar la normalidad, aunque en rigor de verdad todos los argentinos necesitamos la vacuna para poder retornar a la normalidad. El virus del COVID-19 no es patrimonio exclusivo de los docentes o de los judiciales, ataca a todos sin distinción de color, raza o posición social.
Acaso el mozo de un bar, el empleado de un negocio o una empleada doméstica son menos esenciales que los docentes y los judiciales? Parece que el virus del COVID-19 solo transita las escuelas y los tribunales pero no asiste a negocios comerciales, no viaja en tren y ni se acerca a bares, restaurantes y teatros.
Se debe entender que cada argentino es esencial y cada uno de nosotros merece la oportunidad de recibir la vacuna, para asi volver a nuestras cotidianas vidas, antes de que se declarara esta pandemia.
Lo cierto es que las vacunas no alcanzan y las promesas del gobierno de vacunacion masiva para fines de Febrero se desvanecen como un espejismo en el desierto. A las 300.000 dosis rusas ahora bajamos a 200.000: siendo incierto que numero de dosis se traerá nuevamente y cuando. Sin dejar de mencionar que algunos politicos cometieron la vergonosza “avivada” de vacunarse sin corresponderles y hasta nos dimos el lujo de tirar centenas de dosis por falta de adecuada refrigeracion.
A ojos vista se advierte que el gobierno no tiene un plan de vacunacion y va atrás de los acontencimientos. Solo se ha concentrado en la vacuna rusa, que no termina de llegar, y aun no se entiende porque Pfizer, AstraZeneca y Moderna no llegan a nuestro pais. Mejor dicho, si se sabe y es un secreto a voces, que por lo menos con respecto a Pfizer, el obstaculo está en “peticiones que otros pais no hicieron”. Más que claro, no?
Esta situacion agiganta las grandes diferencias sociales que existe en Argentina, pues mientras la gran mayoría de los ciudadanos seguimos esperando que llegue la vacuna con alcohol en gel y jabon en mano, sufriendo restricciones; quienes pueden, viajan a Miami a colocarsela y de paso hacer shopping en sus grandes tiendas. Sin dejar de mencionar la penosa y triste situacion de nuestros compatriotas de Formosa, ya harta conocida, como la burla de nuestro Secretario de Derechos Humanos de la Nación que alegremente dice que alli esta todo más que bien, anteponiendo su ideologia a la real situacion de cientos de formoseños. Si hasta se dio el lujo de repudiar la intimación de Amnisty Internacional (la que hasta hace cinco minutos reivindicaban) para que se respeten los derechos humanos en Formosa.
Como dijimos, se debe entender que cada argentino es esencial y que cada uno merece la oportunidad de recibir la vacuna, todos somos iguales sin excepción alguna.
El gobierno debe ponerse al frente de la situacion y dejar de hacer politica con la salud, invertir todo el recurso disponible en la compra de millones de dosis de vacunas de todos los laboratorios y todos los gustos, en otras plabras, demostrar autoridad.
Sino entraremos en la guerra del pobre contra el pobre, en un salvese quien pueda, para ver quien si se pone primero la vacuna y asi intentar salvarse. Discusión aparte es que vacuna ponerse y quienes no se desean vacunar, pues la oportunidad de hacerlo la mercen todos y cada uno de nosotros.
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CADA ARGENTINO ES ESENCIAL
Tanto el gremio docente como el judicial han manifestado que sin vacunas, no se vuelve al trabajo presencial, es decir, tanto la educación como la justicia seguirán cerradas, si el gobierno no vacuna al personal de esos gremios. Los chicos seguiran educándose como puedan y la Justicia seguirá siendo una carrera de obstáculos para quienes la necesiten.
Acaso el mozo de un bar, el empleado de un negocio o una empleada doméstica son menos esenciales que los docentes y los judiciales? Parece que el virus del COVID-19 solo transita las escuelas y los tribunales pero no asiste a negocios comerciales, no viaja en tren y ni se acerca a bares, restaurantes y teatros.
Se debe entender que cada argentino es esencial y cada uno de nosotros merece la oportunidad de recibir la vacuna, para asi volver a nuestras cotidianas vidas, antes de que se declarara esta pandemia.
Lo cierto es que las vacunas no alcanzan y las promesas del gobierno de vacunacion masiva para fines de Febrero se desvanecen como un espejismo en el desierto. A las 300.000 dosis rusas ahora bajamos a 200.000: siendo incierto que numero de dosis se traerá nuevamente y cuando. Sin dejar de mencionar que algunos politicos cometieron la vergonosza “avivada” de vacunarse sin corresponderles y hasta nos dimos el lujo de tirar centenas de dosis por falta de adecuada refrigeracion.
A ojos vista se advierte que el gobierno no tiene un plan de vacunacion y va atrás de los acontencimientos. Solo se ha concentrado en la vacuna rusa, que no termina de llegar, y aun no se entiende porque Pfizer, AstraZeneca y Moderna no llegan a nuestro pais. Mejor dicho, si se sabe y es un secreto a voces, que por lo menos con respecto a Pfizer, el obstaculo está en “peticiones que otros pais no hicieron”. Más que claro, no?
Esta situacion agiganta las grandes diferencias sociales que existe en Argentina, pues mientras la gran mayoría de los ciudadanos seguimos esperando que llegue la vacuna con alcohol en gel y jabon en mano, sufriendo restricciones; quienes pueden, viajan a Miami a colocarsela y de paso hacer shopping en sus grandes tiendas. Sin dejar de mencionar la penosa y triste situacion de nuestros compatriotas de Formosa, ya harta conocida, como la burla de nuestro Secretario de Derechos Humanos de la Nación que alegremente dice que alli esta todo más que bien, anteponiendo su ideologia a la real situacion de cientos de formoseños. Si hasta se dio el lujo de repudiar la intimación de Amnisty Internacional
(la que hasta hace cinco minutos reivindicaban) para que se respeten los derechos humanos en Formosa.
Como dijimos, se debe entender que cada argentino es esencial y que cada uno merece la oportunidad de recibir la vacuna, todos somos iguales sin excepción alguna.
El gobierno debe ponerse al frente de la situacion y dejar de hacer politica con la salud, invertir todo el recurso disponible en la compra de millones de dosis de vacunas de todos los laboratorios y todos los gustos, en otras plabras, demostrar autoridad.
Sino entraremos en la guerra del pobre contra el pobre, en un salvese quien pueda, para ver quien si se pone primero la vacuna y asi intentar salvarse. Discusión aparte es que vacuna ponerse y quienes no se desean vacunar, pues la oportunidad de hacerlo la mercen todos y cada uno de nosotros.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 1, 2021