Durante un viaje a Hong Kong, Buffett y Gates decidieron ir a comer a McDonald’s. Cuando llegó el momento de pagar, Buffett se ofreció a cubrir el costo. Sin embargo, en lugar de sacar una tarjeta de crédito o dinero en efectivo, metió la mano en el bolsillo y sacó un puñado de cupones de McDonald’s. Bill Gates contó este momento en una carta, en la que se refirió con humor a Buffett como “el gran gastador” y destacó lo mucho que Warren Buffett valora una buena oferta. Este incidente no solo hizo reír a Gates, sino que también reforzó la idea de que incluso las personas más ricas pueden ser ahorrativas e ingeniosas a la hora de gastar dinero.
La inclinación de Buffett por ahorrar se extiende más allá de este divertido almuerzo. Es conocido por sus visitas diarias a McDonald’s, donde mantiene su presupuesto de desayuno entre $2 y $4, optando por artículos de bajo costo como un sándwich de salchicha o una comida con tocino, huevos y queso. Sus elecciones de estilo de vida, incluyendo vivir en la misma casa modesta que compró en 1958 por $31,500, reflejan su creencia en vivir por debajo de sus posibilidades a pesar de su inmensa riqueza.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 22, 2024
10 cosas que Warren Buffett hace para ahorrar dinero todos los días:
Vive en la misma casa modesta en Omaha, Nebraska, que compró en 1958 por $31,500. La casa actualmente vale alrededor de $1 millón, pero Buffett ha vivido allí durante más de 60 años y no tiene planes de mudarse. Rara vez solicita préstamos. Buffett es reacio a las deudas y prefiere pagar en efectivo. Solo ha solicitado dos préstamos en su vida: uno para una hipoteca y otro para un emprendimiento comercial. Compra el desayuno en McDonald’s todas las mañanas y nunca gasta más de $3.17. Buffett dice que gasta en el mismo desayuno todos los días porque es más barato que comer en casa. No derrocha en marcas caras. Buffett es conocido por usar trajes baratos y conducir un automóvil antiguo. Él cree en obtener un buen valor por su dinero. No malgasta dinero en lujos. Buffett no colecciona autos, casas u otros artículos caros. Vive un estilo de vida muy modesto en comparación con su enorme riqueza. Evita las deudas con tarjetas de crédito a toda costa. Buffett cree que las deudas con tarjetas de crédito son una pendiente resbaladiza y trata de evitarlas por completo. Recomienda pagar los saldos de tarjetas de crédito con intereses altos. Siempre negocia para obtener el mejor precio. Buffett es un conocido cazador de ofertas y negociará para obtener el precio más bajo, incluso en compras importantes. Invierte en fondos indexados en lugar de pagar altas tarifas por la gestión activa. Buffett cree en mantener bajos los costos de inversión para maximizar los retornos a lo largo del tiempo. No malgasta dinero en billetes de lotería o juegos de azar. Buffett ve estas como propuestas perdedoras y un desperdicio de dinero. Prefiere invertir su dinero sabiamente. No cede a la presión de grupo para gastar. Buffett evita tratar de seguir los hábitos de gasto de los demás. Él se mantiene fiel a sus costumbres frugales sin importar lo que hagan los demás.
En los albores del siglo XIX el naturalista alemán Alexander Humboldt -y su homólogo francés Aimé Bonpland- dieron sus primeros pasos en la Amazonia. Fascinados por su exuberancia natural los dos científicos imaginaron -no sin cierta ingenuidad- que se convertiría un día en el granero del mundo. ¿Sabían ellos que predijeron el formidable destino que se iba a conocer -para esta zona tropical- en los próximos siglos? Excepcionalmente dotada de recursos y geografía fundacional del nacionalismo brasileño, la Amazonia ha resistido el paso del tiempo acumulando los retos estratégicos -uno tras otro- a medida que la globalización se afianzaba. Desde hace varias décadas se encuentra en el centro de un nuevo tipo de arquitectura depredadora, cuyo funcionamiento es indisociable de la acción de las organizaciones no gubernamentales.
El diseño de una superestructura
Tres secuencias históricas nos permiten comprender el contexto en el que las ONGs operan como actores principales en los trópicos sudamericanos.
La primera tiene lugar a principios del siglo XX, cuando la empresa norteamericana Ford quedó cautivada por la presencia del caucho natural. El hevea se utilizaba entonces como materia prima en la industria del neumático para los pujantes mercados, químico y automovilístico. Mientras la ciudad obrera de Forlândia surgía en medio de la selva, la empresa compraba tierras sobornando a los terratenientes y contrabandeaba semillas de caucho con el velo de la fundación Ford, sirviendo de pantalla para estas actividades. Antes de ser descubierta por la aduana, la operación fue denunciada tempranamente en 1928 por el sacerdote Cicero y el periódico O Estado, que alertaban contra este tipo de amenazas para Brasil. La llegada del caucho sintético -a partir de 1930- puso fin al asunto, pero no paró la instalación de la fundación Ford en el país.
La segunda secuencia nos lleva a 1947, cuando la UNESCO y el gobierno brasileño elaboraron los planes para el “Instituto Internacional de la Selva Amazónica” (IIHA). En contraste con el proteccionismo propugnado por los gobiernos anteriores, el poder ejecutivo de la época -liderado por el presidente liberal Eurico Gaspar Dutra- se mostró favorable a la iniciativa. En el papel, el objetivo del Instituto era promover la investigación científica del patrimonio vivo, con la vaga perspectiva de contribuir al desarrollo socioeconómico de la región. El proyecto es prioritario para la UNESCO y fue concebido bajo el patrocinio del norteamericano Julian Huxley, miembro activo de los movimientos eugenistas y maltusianos y más tarde fundador del “Fondo Mundial para la Naturaleza” (WWF). Julian Huxley formaba parte de una familia de prospectivistas anglosajones que se ocuparon de sentar las bases de un nuevo papel de liderazgo mundial de Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, inspirándose en diversos corpus doctrinales, entre ellos el posnacionalismo, el eugenismo, la ecología conservadora y el maltusianismo. A riesgo de contradecir nuestro tema, el Instituto no es propiamente una organización no gubernamental, ya que presupone un tratado internacional entre los países ribereños de la zona amazónica1. Sin embargo, el proyecto se percibe como una maniobra de injerencia “neogubernamental” 2 por parte de una facción nacionalista del país. Esta última, que al mismo tiempo participaba en la campaña “O petróleo é nosso” -El petróleo es nuestro- encabezada por el presidente Getúlio Vargas, sospechaba que se trataba de una maniobra para internacionalizar la Amazonia de modo encubierto -por la UNESCO-. Finalmente, los parlamentarios de Brasilia se opusieron al proyecto del Instituto.
El tercer episodio tuvo lugar a finales de los años sesenta, con la creación del “Centro Brasileño de Análisis y Planificación” (CEBRAP) y el auge filantro-capitalista que le siguió. A mediados de esa década, la “Operación Amazonia” ponía de manifiesto la voluntad del gobierno brasileño de integrar su vertiente occidental amazónica con el resto del territorio, demostrando una vez más la preocupación nacionalista frente a los riesgos de internacionalización. Mientras tanto se habían identificado nuevos recursos mineros y petrolíferos en la Amazonia, sumándose a los de su biosfera. Haciéndose eco de la nueva agenda conservacionista promovida por las Naciones Unidas, la inteligencia norteamericana, apoyada por la Standard Oil y la Shell, intentó en vano neutralizar el desarrollo de la petrolera brasileña (PETROBRAS). Sin embargo, el tira y afloja geoeconómico permitió a los Estados Unidos cortar de raíz el importante proyecto del polo petroquímico PETROQUISA.
A raíz de ello, en 1969 se fundó el “Centro Brasileño de Análisis y Planeamiento”, en connivencia 3 con la inteligencia norteamericana (CIA), la fundación Ford y el académico brasileño Ferdinand Henrique Cardoso, cuya carrera alcanzaría la cima del poder veinte años más tarde en un contexto de indisimulada reticencia hacia la cultura militar brasileña. Paralelamente a la creación del centro, la fundación Ford se convirtió rápidamente en un centro local de formación de élites, de elaboración de conocimientos, de cooperación multi-actores y de financiación filantrópica. Las subvenciones concedidas se quintuplicaron entre 1960 y 1964 (18 millones de dólares) y se destinaban no sólo a la sociedad civil, sino también a universidades y a determinados proyectos gubernamentales.
Entre 1969 y 1975 el CEBRAP recibió casi un millón de dólares de la Fundación Ford. Formó a los cuadros del Partido de los Trabajadores (PT) y de otros partidos democráticos o socialistas, en sorprendente contradicción con la hostilidad declarada por el bloque occidental de la Guerra Fría, hacia cualquier elemento marxista. Tras el lanzamiento de la Comisión Trilateral en 1973, se convirtió en uno de los ejes de la agenda de las fundaciones Ford y Rockefeller, del Club de Roma y de la ONU. Su agenda se centró en cuestiones relativamente estratégicas: demografía, educación, seguridad, participación democrática, indigenismo, protección del medio ambiente, clima y enfoques del desarrollo. En los años 90, la llegada de Fernando Henrique Cardoso a la cúpula del Estado abrió aún más las compuertas de influencia a las ONG europeas y anglosajonas.
El paisaje contemporáneo.
Estas tres etapas genealógicas tienen la ventaja de sumergirnos en las entrañas de un marco estratégico que pivota íntimamente sobre los actores no gubernamentales. La secuencia que se desarrolla hoy ante nuestros ojos podría resumirse como una ampliación y una maduración de los mecanismos que acabamos de describir. El número de entidades no gubernamentales ha crecido infinitamente y se han ramificado hasta convertirse en un verdadero estado paralelo, con casi cien mil ONGs 4 en la Amazonia brasileña, cualquier sea el tipo de organización.
En términos de modus operandi, el mecanismo general perseguido por esta superestructura se asemeja a la lógica dual de la cara de Jano. La cara visible -ostensiblemente expuesta- trabaja continuamente para crear un marco perceptivo favorable y blanquear -a los ojos de la sociedad- los objetivos perseguidos por la acción no gubernamental de forma más o menos coherente con las realidades amazónicas y los desafíos globales. Hemos visto que este marco perceptivo está condicionado por un intenso flujo ideológico, construido desde el nivel local al global.
La segunda cara -oculta y no reconocida– es el continuo operativo que se despliega entre los centros estratégicos de las potencias tutelares y los actores civiles locales, con todo lo que ello implica en términos de cohesión, de transferencia de recursos e intermediaciones. Las ONG implicadas en esta agenda constituyen la interfaz entre estas dos realidades.
Los grandes operadores que desempeñan el papel esencial de pivote y de “blanqueo civil” para cualquier acción ofensiva transnacional, se han diversificado. La fundación Ford -pionera en este campo- lo sigue siendo junto a la Open Society, USAID, WWF, el National Endowment for Democracy, la fundación Rockefeller y la fundación Bill & Melinda Gates. Más cerca de la población, una vasta constelación de entidades locales está tejiendo una red basada en coaliciones temáticas y territoriales. Éstas establecen un segundo y tercer círculo operativo, con un arraigo mayor en los medios de comunicación y la opinión pública.
Otras matrices de influencia se superponen a esta hidra bifacética. Aunque cada una de ellas merece ser examinada bajo el microscopio, la matriz anglosajona gana sin dudas la medalla de oro al gran diseño geopolítico. Sobresale en el arte de transformar subrepticiamente las bases estratégicas de los Estados Sudamericanos de forma coordinada y sostenible a largo plazo, constituyendo la Amazonia el centro de gravedad de una ofensiva destinada a neutralizar el desarrollo de los países sudamericanos e internacionalizar sus recursos.
Balance estratégico.
Los efectos de esta superestructura son penetrantes e impactantes. La “mano de Jano” del ecologismo y el indigenismo han puesto la Amazonia no bajo tutela -todavía- sino bajo supervisión internacional. Casi la mitad de la superficie de Brasil está “santuarizada” –por así decirlo- gracias a los dispositivos de protección del ecosistema humano o ecológico, incluidos los créditos de carbono. El último proyecto prohibido bajo este paraguas regulador ha sido el tramo de autopista BR-3195 -entre Manaos y Porto Velho-. Además, la acción neogubernamental sobre el aparato legislativo y político ha modificado progresivamente a los enfoques de planificación. Las nociones de responsabilidad compartida, de deber de cooperación con los países desarrollados y de gobernanza participativa han dado lugar a un nuevo marco de referencia para la acción pública. En complemento de los modos de acción, la agenda política se ha ampliado para incluir todas las cuestiones temáticas bajadas verticalmente de la matriz de influencia.
El efecto más incisivo se refiere sin duda a la “reprogramación” ideológica de las élites sudamericanas. En el caso de Brasil, el actual presidente Luiz Lula da Silva, la ministra de Ambiente, Marina Silva y otros responsables políticos en ejercicio, han sido los fieles servidores de esta agenda transnacional en el aparato estratégico brasileño. A partir de la década de 1990 estas ideologías exógenas fueron interiorizadas por toda una generación de dirigentes y se entraman con el sistema mediático dominante. Es importante destacar que una dependencia sistémica de este tipo, remite más una cuestión de guerra por el ámbito social 6 que a una simple agenda de influencia.
Esta conflictividad no está exenta de resistencias. En 1990, una comisión parlamentaria señaló abiertamente maniobras internacionales destinadas a “desmoralizar a Brasil y convertirlo en un paria, culpado de su acción destructiva contra la Amazonia y, en consecuencia contra toda la humanidad”. En 2023 la comisión parlamentaria sobre las ONG y los informes de los servicios de inteligencia brasileños llegaron a conclusiones similares. Frente a estas señales el escenario político y mediático, atravesado por divisiones falsamente antagónicas, trabaja conjuntamente para neutralizar el resurgimiento de cualquier figura nacionalista, como fue el caso de Jair Bolsonaro.
Por último, cabe señalar que esta agenda neogubernamental busca acelerarse. Agita el fantasma de la emergencia climática y sanitaria en torno a la Amazonia para forzar aún más las rupturas normativas. En este sentido, las inundaciones de Rio Grande do Sul de abril de 2024 y los incendios en curso en la Amazonia nos muestran una distancia cada vez más reducida entre los riesgos naturales y el uso que se hace de ellos, con fines conflictivos.
1 Brasil. Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Surinam, Guyana y Guayana Francesa. 2 La expresión proviene del sociólogo Manuel Castells.
A pocos meses de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, Bill Gates, cofundador de Microsoft, compartió su opinión sobre la candidatura de Kamala Harris, en la que mencionó específicamente la importancia de contar con líderes más jóvenes que puedan afrontar retos modernos como la inteligencia artificial.
“Creo que es maravilloso contar con alguien más joven, que pueda pensar en cosas como la IA y en cómo darle forma de la manera correcta. Ciertamente ofrezco mis opiniones a los políticos que están interesados. Así que van a ser unas elecciones interesantes”, dijo.
“Espero que el nuevo gobierno sea uno que se preocupe por nuestros aliados, que se preocupe por el clima”, expresó. Al mismo tiempo, a la pregunta de si quería ver una presidencia de Harris, respondió: “No le digo a otra gente cómo votar porque estoy muy asociado a la fundación que trabaja con cualquier administración”.
El 21 de julio, Joe Biden anunció su retirada de la carrera electoral y apoyó la nominación de la vicepresidenta como candidata por el Partido Demócrata. Días después, el 24 de julio, en un discurso especial a los ciudadanos del país, el jefe de Estado afirmó que si bien merecía quedarse para un segundo mandato, había decidido comprometer sus ambiciones personales por el bien de la democracia estadounidense.
Las elecciones presidenciales en el país norteamericano se celebrarán el 5 de noviembre de 2024.
El multimillonario estadounidense Warren Buffett ha anunciado que ha revisado su testamento y ha decidido que, tras su muerte, casi toda su fortuna se destinará a una nueva fundación benéfica que será gestionada por sus tres hijos, según manifestó.
De acuerdo con el inversor, su hija Susie Buffett, de 71 años, y sus dos hijos Howie Buffett, de 69 años, y Peter Buffett, de 66 años, tendrán que decidir por unanimidad a qué fines filantrópicos se destinarán los más de 120.000 millones de dólares.
“El dinero debería utilizarse para ayudar a la gente que no ha tenido tanta suerte como nosotros. Hay 8.000 millones de personas en el mundo, y mis hijos y yo hemos estado en el más afortunado centésimo del 1% o algo así. Hay muchas formas de ayudar a la gente”, afirmó, añadiendo que “confía al 100% en cómo sus hijos llevarán a cabo las cosas”.
Está decisión de Buffett significa que sus donaciones a la Fundación Bill y Melinda Gates, así como a otras cuatro organizaciones benéficas, a las que el magnate ha donado miles de millones de dólares desde el 2006, cesarán tras su muerte. “La Fundación Gates no recibirá dinero después de mi muerte”, declaró.
Un gran ejemplo sería el escritor británico Terry Pratchett. Ya en 1995, en una entrevista con Bill Gates para GQ, predijo que se difundirían “noticias falsas” en Internet.
Según Pratchett, cualquiera puede transmitir cualquier cosa. Pratchett habló de la negación del Holocausto, que en aquel momento era una creencia marginal bastante menor.
El escritor consideró que Internet haría que el revisionismo histórico creciera exponencialmente porque “el acceso a opiniones marginales sería exactamente lo mismo que el acceso a estudios revisados por pares”.
Bill Gates respondió a Pratchett, balbuceando que seguramente habría “verificadores de hechos” y que habría “autoridades en línea” para detectar y contrarrestar las noticias falsas en tiempo real.
Pero Pratchett no estuvo de acuerdo: predijo que habría una gran cantidad de información con muy pocas formas de evaluar qué es verdad y qué es una absoluta tontería.
También sería fácil para países extranjeros falsificar la historia o difundir historias sin sentido para sembrar discordia.
Terry Pratchett tenía razón, por supuesto.
Ha demostrado ser increíblemente fácil que se difundan en línea noticias falsas y un revisionismo histórico descarado. Y cada vez es más difícil contrarrestarlo. Previó un mundo en el que cualquiera podría etiquetar cualquier noticia o hecho que no le guste como “noticia falsa”. y descartarlo, ya en 1995. El Sr. Pratchett tenía un intelecto muy agudo.
La vida simple de Warren Buffett
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Durante un viaje a Hong Kong, Buffett y Gates decidieron ir a comer a McDonald’s. Cuando llegó el momento de pagar, Buffett se ofreció a cubrir el costo. Sin embargo, en lugar de sacar una tarjeta de crédito o dinero en efectivo, metió la mano en el bolsillo y sacó un puñado de cupones de McDonald’s. Bill Gates contó este momento en una carta, en la que se refirió con humor a Buffett como “el gran gastador” y destacó lo mucho que Warren Buffett valora una buena oferta. Este incidente no solo hizo reír a Gates, sino que también reforzó la idea de que incluso las personas más ricas pueden ser ahorrativas e ingeniosas a la hora de gastar dinero.
La inclinación de Buffett por ahorrar se extiende más allá de este divertido almuerzo. Es conocido por sus visitas diarias a McDonald’s, donde mantiene su presupuesto de desayuno entre $2 y $4, optando por artículos de bajo costo como un sándwich de salchicha o una comida con tocino, huevos y queso. Sus elecciones de estilo de vida, incluyendo vivir en la misma casa modesta que compró en 1958 por $31,500, reflejan su creencia en vivir por debajo de sus posibilidades a pesar de su inmensa riqueza.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 22, 2024
10 cosas que Warren Buffett hace para ahorrar dinero todos los días:
Vive en la misma casa modesta en Omaha, Nebraska, que compró en 1958 por $31,500. La casa actualmente vale alrededor de $1 millón, pero Buffett ha vivido allí durante más de 60 años y no tiene planes de mudarse.
Rara vez solicita préstamos. Buffett es reacio a las deudas y prefiere pagar en efectivo. Solo ha solicitado dos préstamos en su vida: uno para una hipoteca y otro para un emprendimiento comercial.
Compra el desayuno en McDonald’s todas las mañanas y nunca gasta más de $3.17. Buffett dice que gasta en el mismo desayuno todos los días porque es más barato que comer en casa.
No derrocha en marcas caras. Buffett es conocido por usar trajes baratos y conducir un automóvil antiguo. Él cree en obtener un buen valor por su dinero.
No malgasta dinero en lujos. Buffett no colecciona autos, casas u otros artículos caros. Vive un estilo de vida muy modesto en comparación con su enorme riqueza.
Evita las deudas con tarjetas de crédito a toda costa. Buffett cree que las deudas con tarjetas de crédito son una pendiente resbaladiza y trata de evitarlas por completo. Recomienda pagar los saldos de tarjetas de crédito con intereses altos.
Siempre negocia para obtener el mejor precio. Buffett es un conocido cazador de ofertas y negociará para obtener el precio más bajo, incluso en compras importantes.
Invierte en fondos indexados en lugar de pagar altas tarifas por la gestión activa. Buffett cree en mantener bajos los costos de inversión para maximizar los retornos a lo largo del tiempo.
No malgasta dinero en billetes de lotería o juegos de azar. Buffett ve estas como propuestas perdedoras y un desperdicio de dinero. Prefiere invertir su dinero sabiamente.
No cede a la presión de grupo para gastar. Buffett evita tratar de seguir los hábitos de gasto de los demás. Él se mantiene fiel a sus costumbres frugales sin importar lo que hagan los demás.
La hidra “neogubernamental” de la Amazonia
○
Por Francois Soulard.
En los albores del siglo XIX el naturalista alemán Alexander Humboldt -y su homólogo francés Aimé Bonpland- dieron sus primeros pasos en la Amazonia.
Fascinados por su exuberancia natural los dos científicos imaginaron -no sin cierta ingenuidad- que se convertiría un día en el granero del mundo. ¿Sabían ellos que predijeron el formidable destino que se iba a conocer -para esta zona tropical- en los próximos siglos? Excepcionalmente dotada de recursos y geografía fundacional del nacionalismo brasileño, la Amazonia ha resistido el paso del tiempo acumulando los retos estratégicos -uno tras otro- a medida que la globalización se afianzaba. Desde hace varias décadas se encuentra en el centro de un nuevo tipo de arquitectura depredadora, cuyo funcionamiento es indisociable de la acción de las organizaciones no gubernamentales.
El diseño de una superestructura
Tres secuencias históricas nos permiten comprender el contexto en el que las ONGs operan como actores principales en los trópicos sudamericanos.
La primera tiene lugar a principios del siglo XX, cuando la empresa norteamericana Ford quedó cautivada por la presencia del caucho natural. El hevea se utilizaba entonces como materia prima en la industria del neumático para los pujantes mercados, químico y automovilístico. Mientras la ciudad obrera de Forlândia surgía en medio de la selva, la empresa compraba tierras sobornando a los terratenientes y contrabandeaba semillas de caucho con el velo de la fundación Ford, sirviendo de pantalla para estas actividades. Antes de ser descubierta por la aduana, la operación fue denunciada tempranamente en 1928 por el sacerdote Cicero y el periódico O Estado, que alertaban contra este tipo de amenazas para Brasil. La llegada del caucho sintético -a partir de 1930- puso fin al asunto, pero no paró la instalación de la fundación Ford en el país.
La segunda secuencia nos lleva a 1947, cuando la UNESCO y el gobierno brasileño elaboraron los planes para el “Instituto Internacional de la Selva Amazónica” (IIHA). En contraste con el proteccionismo propugnado por los gobiernos anteriores, el poder ejecutivo de la época -liderado por el presidente liberal Eurico Gaspar Dutra- se mostró favorable a la iniciativa. En el papel, el objetivo del Instituto era promover la investigación científica del patrimonio vivo, con la vaga perspectiva de contribuir al desarrollo socioeconómico de la región. El proyecto es prioritario para la UNESCO y fue concebido bajo el patrocinio del norteamericano Julian Huxley, miembro activo de los movimientos eugenistas y maltusianos y más tarde fundador del “Fondo Mundial para la Naturaleza” (WWF). Julian Huxley formaba parte de una familia de prospectivistas anglosajones que se ocuparon de sentar las bases de un nuevo papel de liderazgo mundial de Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, inspirándose en diversos corpus doctrinales, entre ellos el posnacionalismo, el eugenismo, la ecología conservadora y el maltusianismo. A riesgo de contradecir nuestro tema, el Instituto no es propiamente una organización no gubernamental, ya que presupone un tratado internacional entre los países ribereños de la zona amazónica1. Sin embargo, el proyecto se percibe como una maniobra de injerencia “neogubernamental” 2 por parte de una facción nacionalista del país. Esta última, que al mismo tiempo participaba en la campaña “O petróleo é nosso” -El petróleo es nuestro- encabezada por el presidente Getúlio Vargas, sospechaba que se trataba de una maniobra para internacionalizar la Amazonia de modo encubierto -por la UNESCO-. Finalmente, los parlamentarios de Brasilia se opusieron al proyecto del Instituto.
El tercer episodio tuvo lugar a finales de los años sesenta, con la creación del “Centro Brasileño de Análisis y Planificación” (CEBRAP) y el auge filantro-capitalista que le siguió. A mediados de esa década, la “Operación Amazonia” ponía de manifiesto la voluntad del gobierno brasileño de integrar su vertiente occidental amazónica con el resto del territorio, demostrando una vez
más la preocupación nacionalista frente a los riesgos de internacionalización. Mientras tanto se habían identificado nuevos recursos mineros y petrolíferos en la Amazonia, sumándose a los de su biosfera. Haciéndose eco de la nueva agenda conservacionista promovida por las Naciones Unidas, la inteligencia norteamericana, apoyada por la Standard Oil y la Shell, intentó en vano neutralizar el desarrollo de la petrolera brasileña (PETROBRAS). Sin embargo, el tira y afloja geoeconómico permitió a los Estados Unidos cortar de raíz el importante proyecto del polo petroquímico PETROQUISA.
A raíz de ello, en 1969 se fundó el “Centro Brasileño de Análisis y Planeamiento”, en connivencia 3 con la inteligencia norteamericana (CIA), la fundación Ford y el académico brasileño Ferdinand Henrique Cardoso, cuya carrera alcanzaría la cima del poder veinte años más tarde en un contexto de indisimulada reticencia hacia la cultura militar brasileña. Paralelamente a la creación del centro, la fundación Ford se convirtió rápidamente en un centro local de formación de élites, de elaboración de conocimientos, de cooperación multi-actores y de financiación filantrópica. Las subvenciones concedidas se quintuplicaron entre 1960 y 1964 (18 millones de dólares) y se destinaban no sólo a la sociedad civil, sino también a universidades y a determinados proyectos gubernamentales.
Entre 1969 y 1975 el CEBRAP recibió casi un millón de dólares de la Fundación Ford. Formó a los cuadros del Partido de los Trabajadores (PT) y de otros partidos democráticos o socialistas, en sorprendente contradicción con la hostilidad declarada por el bloque occidental de la Guerra Fría, hacia cualquier elemento marxista. Tras el lanzamiento de la Comisión Trilateral en 1973, se convirtió en uno de los ejes de la agenda de las fundaciones Ford y Rockefeller, del Club de Roma y de la ONU. Su agenda se centró en cuestiones relativamente estratégicas: demografía, educación, seguridad, participación democrática, indigenismo, protección del medio ambiente, clima y enfoques del desarrollo. En los años 90, la llegada de Fernando Henrique Cardoso a la cúpula del Estado abrió aún más las compuertas de influencia a las ONG europeas y anglosajonas.
El paisaje contemporáneo.
Estas tres etapas genealógicas tienen la ventaja de sumergirnos en las entrañas de un marco estratégico que pivota íntimamente sobre los actores no gubernamentales. La secuencia que se desarrolla hoy ante nuestros ojos podría resumirse como una ampliación y una maduración de los mecanismos que acabamos de describir. El número de entidades no gubernamentales ha crecido infinitamente y se han ramificado hasta convertirse en un verdadero estado paralelo, con casi cien mil ONGs 4 en la Amazonia brasileña, cualquier sea el tipo de organización.
En términos de modus operandi, el mecanismo general perseguido por esta superestructura se asemeja a la lógica dual de la cara de Jano. La cara visible -ostensiblemente expuesta- trabaja continuamente para crear un marco perceptivo favorable y blanquear -a los ojos de la sociedad- los objetivos perseguidos por la acción no gubernamental de forma más o menos coherente con las realidades amazónicas y los desafíos globales. Hemos visto que este marco perceptivo está condicionado por un intenso flujo ideológico, construido desde el nivel local al global.
La segunda cara -oculta y no reconocida– es el continuo operativo que se despliega entre los centros estratégicos de las potencias tutelares y los actores civiles locales, con todo lo que ello implica en términos de cohesión, de transferencia de recursos e intermediaciones. Las ONG implicadas en esta agenda constituyen la interfaz entre estas dos realidades.
Los grandes operadores que desempeñan el papel esencial de pivote y de “blanqueo civil” para cualquier acción ofensiva transnacional, se han diversificado. La fundación Ford -pionera en este campo- lo sigue siendo junto a la Open Society, USAID, WWF, el National Endowment for Democracy, la fundación Rockefeller y la fundación Bill & Melinda Gates. Más cerca de la población, una vasta constelación de entidades locales está tejiendo una red basada en coaliciones temáticas y territoriales. Éstas establecen un segundo y tercer círculo operativo, con un arraigo mayor en los medios de comunicación y la opinión pública.
Otras matrices de influencia se superponen a esta hidra bifacética. Aunque cada una de ellas merece ser examinada bajo el microscopio, la matriz anglosajona gana sin dudas la medalla de oro al gran diseño geopolítico. Sobresale en el arte de transformar subrepticiamente las bases estratégicas de los Estados Sudamericanos de forma coordinada y sostenible a largo plazo, constituyendo la Amazonia el centro de gravedad de una ofensiva destinada a neutralizar el desarrollo de los países sudamericanos e internacionalizar sus recursos.
Balance estratégico.
Los efectos de esta superestructura son penetrantes e impactantes. La “mano de Jano” del ecologismo y el indigenismo han puesto la Amazonia no bajo tutela -todavía- sino bajo supervisión internacional. Casi la mitad de la superficie de Brasil está “santuarizada” –por así decirlo- gracias a los dispositivos de protección del ecosistema humano o ecológico, incluidos los créditos de carbono. El último proyecto prohibido bajo este paraguas regulador ha sido el tramo de autopista BR-3195 -entre Manaos y Porto Velho-. Además, la acción neogubernamental sobre el aparato legislativo y político ha modificado progresivamente a los enfoques de planificación. Las nociones de responsabilidad compartida, de deber de cooperación con los países desarrollados y de gobernanza participativa han dado lugar a un nuevo marco de referencia para la acción pública. En complemento de los modos de acción, la agenda política se ha ampliado para incluir todas las cuestiones temáticas bajadas verticalmente de la matriz de influencia.
El efecto más incisivo se refiere sin duda a la “reprogramación” ideológica de las élites sudamericanas. En el caso de Brasil, el actual presidente Luiz Lula da Silva, la ministra de Ambiente, Marina Silva y otros responsables políticos en ejercicio, han sido los fieles servidores de esta agenda transnacional en el aparato estratégico brasileño. A partir de la década de 1990 estas ideologías exógenas fueron interiorizadas por toda una generación de dirigentes y se entraman con el sistema mediático dominante. Es importante destacar que una dependencia sistémica de este tipo, remite más una cuestión de guerra por el ámbito social 6 que a una simple agenda de influencia.
Esta conflictividad no está exenta de resistencias. En 1990, una comisión parlamentaria señaló abiertamente maniobras internacionales destinadas a “desmoralizar a Brasil y convertirlo en un paria, culpado de su acción destructiva contra la Amazonia y, en consecuencia contra toda la humanidad”. En 2023 la comisión parlamentaria sobre las ONG y los informes de los servicios de inteligencia brasileños llegaron a conclusiones similares. Frente a estas señales el escenario político y mediático, atravesado por divisiones falsamente antagónicas, trabaja conjuntamente para neutralizar el resurgimiento de cualquier figura nacionalista, como fue el caso de Jair Bolsonaro.
Por último, cabe señalar que esta agenda neogubernamental busca acelerarse. Agita el fantasma de la emergencia climática y sanitaria en torno a la Amazonia para forzar aún más las rupturas normativas. En este sentido, las inundaciones de Rio Grande do Sul de abril de 2024 y los incendios en curso en la Amazonia nos muestran una distancia cada vez más reducida entre los riesgos naturales y el uso que se hace de ellos, con fines conflictivos.
1 Brasil. Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Surinam, Guyana y Guayana Francesa.
2 La expresión proviene del sociólogo Manuel Castells.
3 CIA, Fundação Ford e Fernando Henrique Cardoso
https://mercado-global.blogspot.com/2008/02/eua-cia-e-brasil-o-preo-de-fernando.html
4https://mapaosc.ipea.gov.br<https://mapaosc.ipea.gov.br/>
6 Raphaël Chauvancy. El political warfare o la guerra por el ámbito social
> https://www.revueconflits.com/le-political-warfare-ou-la-guerre-par-le-milieu-social/
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Setiembre 11, 2024
Bill Gates y la candidatura de Kamala Harris a la presidencia de EE.UU.
○
A pocos meses de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, Bill Gates, cofundador de Microsoft, compartió su opinión sobre la candidatura de Kamala Harris, en la que mencionó específicamente la importancia de contar con líderes más jóvenes que puedan afrontar retos modernos como la inteligencia artificial.
“Creo que es maravilloso contar con alguien más joven, que pueda pensar en cosas como la IA y en cómo darle forma de la manera correcta. Ciertamente ofrezco mis opiniones a los políticos que están interesados. Así que van a ser unas elecciones interesantes”, dijo.
“Espero que el nuevo gobierno sea uno que se preocupe por nuestros aliados, que se preocupe por el clima”, expresó. Al mismo tiempo, a la pregunta de si quería ver una presidencia de Harris, respondió: “No le digo a otra gente cómo votar porque estoy muy asociado a la fundación que trabaja con cualquier administración”.
El 21 de julio, Joe Biden anunció su retirada de la carrera electoral y apoyó la nominación de la vicepresidenta como candidata por el Partido Demócrata. Días después, el 24 de julio, en un discurso especial a los ciudadanos del país, el jefe de Estado afirmó que si bien merecía quedarse para un segundo mandato, había decidido comprometer sus ambiciones personales por el bien de la democracia estadounidense.
Las elecciones presidenciales en el país norteamericano se celebrarán el 5 de noviembre de 2024.
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Julio 29, 2024
Warren Buffett y su fortuna cuando la muerte le llegue
○
El multimillonario estadounidense Warren Buffett ha anunciado que ha revisado su testamento y ha decidido que, tras su muerte, casi toda su fortuna se destinará a una nueva fundación benéfica que será gestionada por sus tres hijos, según manifestó.
De acuerdo con el inversor, su hija Susie Buffett, de 71 años, y sus dos hijos Howie Buffett, de 69 años, y Peter Buffett, de 66 años, tendrán que decidir por unanimidad a qué fines filantrópicos se destinarán los más de 120.000 millones de dólares.
“El dinero debería utilizarse para ayudar a la gente que no ha tenido tanta suerte como nosotros. Hay 8.000 millones de personas en el mundo, y mis hijos y yo hemos estado en el más afortunado centésimo del 1% o algo así. Hay muchas formas de ayudar a la gente”, afirmó, añadiendo que “confía al 100% en cómo sus hijos llevarán a cabo las cosas”.
Está decisión de Buffett significa que sus donaciones a la Fundación Bill y Melinda Gates, así como a otras cuatro organizaciones benéficas, a las que el magnate ha donado miles de millones de dólares desde el 2006, cesarán tras su muerte. “La Fundación Gates no recibirá dinero después de mi muerte”, declaró.
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Julio 2, 2024
Adelantado a su tiempo
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Por Jill MacLean.
Un gran ejemplo sería el escritor británico Terry Pratchett. Ya en 1995, en una entrevista con Bill Gates para GQ, predijo que se difundirían “noticias falsas” en Internet.
Según Pratchett, cualquiera puede transmitir cualquier cosa. Pratchett habló de la negación del Holocausto, que en aquel momento era una creencia marginal bastante menor.
El escritor consideró que Internet haría que el revisionismo histórico creciera exponencialmente porque “el acceso a opiniones marginales sería exactamente lo mismo que el acceso a estudios revisados por pares”.
Bill Gates respondió a Pratchett, balbuceando que seguramente habría “verificadores de hechos” y que habría “autoridades en línea” para detectar y contrarrestar las noticias falsas en tiempo real.
Pero Pratchett no estuvo de acuerdo: predijo que habría una gran cantidad de información con muy pocas formas de evaluar qué es verdad y qué es una absoluta tontería.
También sería fácil para países extranjeros falsificar la historia o difundir historias sin sentido para sembrar discordia.
Terry Pratchett tenía razón, por supuesto.
Ha demostrado ser increíblemente fácil que se difundan en línea noticias falsas y un revisionismo histórico descarado. Y cada vez es más difícil contrarrestarlo. Previó un mundo en el que cualquiera podría etiquetar cualquier noticia o hecho que no le guste como “noticia falsa”. y descartarlo, ya en 1995. El Sr. Pratchett tenía un intelecto muy agudo.
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Marzo 29, 2024