Con un dejo de tristeza escucho su discurso y comprendo que no ha aprendido nada a medio siglo de haber sumergido en un charco de sangre a los jóvenes argentinos de “Los años de Plomo”. Continúa induciendo a las divisiones y al odio con su narrativa engañosa para proponer la violencia como método de respuesta a las demandas sociales.
Terrorista, delator, nunca fue al frente de ataque, cobarde siempre escondido, burgués que conoció a los pobres de la mano del Pádre Carlos Mujica, Comandante del “Ejército Montonero” que asesinó selectivamente, que descuartizó gente con explosivos (Superintendencia de Seguridad Federal), que torturó, asesinó a conscriptos desarmados (Regimiento de Infantería de Monte 29), que asesino niños. Profeta del odio¿cual es el modelo de país que quiere?¿ Venezuela, Nicaragua, Cuba? Matar población civil es delito de lesa humanidad, usted lo hizo (ordenó que otros lo hicieran). Su propuesta a los jóvenes es una verguenza criminal propia de una persona malvada y protista (no es un animal, ni un vegetal ni un hongo, es más que primitvo).
Lo invito a debatir cara a cara, aquí en el terreno que usted no se atreve a pisar, yo no puedo concurrir a otro lado, usted seguro tiene miedo, pero si de otro tipo de desafío se trata, venga, lo espero:
Carta abierta a Mario Eduardo Firmanich.
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