Seguramente usted habrá leído Don Claudio que el Presidente de la Nación, nuestro presidente, elegido por el voto popular de forma categórica Javier Gerardo Milei, acaba de expresar en ocasión de recibir la visita del presidente electo en Venezuela Edmundo González Urrutia: ” Nuestra postura es clara: libertad, justicia y democracia, para todos los venezolanos” “…la Argentina no será cómplice del silencio frente a las injusticias y atropellos, del régimen de Maduro”. Se me ocurrió sustituir el primer resaltado por: “para todos los argentinos” y el segundo por. ” durante mi gobierno”, bueno no se enoje Don Claudio, permítame soñar, los sueños, sueños son.
Le cuento algo, dentro de unos pocos días, dos, de mis cinco hijos, cumplirán años, adivinó…son mellizos, bueno resulta que uno de ellos (el varón) me ha dicho hoy: Papá este año espero que me veas jugar-el tipo es jugador de rugby-Acá debo recordarle Don Claudio que llevo computados 25 años y 9 meses en prisiones- Las Flores, DUIA, Coronda-Campo de mayo, etc…
Lamenté mucho tener que decirle a mi hijo que no sería posible verlo jugar porque el Señor Camarista de Casación Gustavo Hornos de la Sala IV ha descubierto que no estoy rehabilitado, resocializado, que sigo siendo malo, también dijo que no cree en los informes criminológicos favorables (¿para que los pedirá entonces?) y que, para colmo de males hay dos victimas de mi ferocidad- que todavía deben tener el carnet rojo con la hoz y el martillo en la tapa- ( y le juro que son de Independiente) que estarían muy enojados si me ven caminando tranquilamente.
No Don Claudio no es la Venezuela del que hablaba con el pajarito, es la Argentina de los jueces y fiscales que usted y yo conocemos, de las detenciones arbitrarias de ancianos condenados a muerte lenta, de los juicios-farsa, del prevaricato, de los testigos rentados y de los que no pasarían por una pericia psiquiátrica ni coimeando al profesional, la Argentina de los terroristas indemnizados, del lejano oeste, de la chorra y del borracho golpeador en libertad. ¿Mariano Cúneo Libarona? bien, gracias por preguntar eh.
Este año Milei leerá los cómputos de las elecciones legislativas de medio término (¿Qué manera de ahorrar no?) que cerca del 50 % de los votos los obtuvo la Libertad Avanza, según mis humildes cálculos, Cúneo no habrá leído a Alexander Hamilton, Madison y Guy (Gay no era).
Y no crea el lector que mis conocimientos literarios son tan limitados, comprenda mi situación, se trata de un aprendiz de escritor charlando, café mediante con don Claudio Kussman, que le pregunta ¿ Adonde estarían los jueces y fiscales federales que hoy nos condenan a muerte si los terroristas del ERP y MONTONEROS hubieran ganado la guerra revolucionaria en los años de plomo?
Yo se Don Kussman que usted se muere por responder, pero el que escribe soy yo: FU-SI-LA-DOS (Y tengo el documento del guerrillero Masetti que lo afirma), fusilados como otros jueces, fiscales, militares, policías, pastores, sacerdotes, homosexuales, radicales, peronistas y liberales.
Usted se muerde por decirme que éstos se hubieran puesto la camiseta de Boca y debajo la de River? no sea mal pensado.
Que Dios nuestro Señor, en su bondad infinita, perdone los pecados de todos los mencionados en ésta narración.
El Gobierno de Venezuela publicó este jueves una nueva orden de captura en contra del excandidato presidencial Edmundo González Urrutia, en la que además se ofrece una recompensa de 100.000 dólares a quien pueda ofrecer información sobre su paradero, según difundió en sus redes sociales el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
De acuerdo con la publicación, al político derechista se le sindica de la comisión de los delitos de conspiración, complicidad en el uso de actos violentos contra la República, usurpación de funciones, forjamiento de documentos, legitimación de capitales, desconocimiento de las instituciones del Estado, instigación a la desobediencia de las leyes y asociación para delinquir.
González Urrutia abandonó el territorio venezolano rumbo a Madrid a inicios del pasado septiembre, tras haber permanecido oculto desde la madrugada del 29 de julio en la Embajada de Países Bajos en Caracas y haberse autoproclamado vencedor de los comicios presidenciales del 28 de julio sin proporcionar pruebas que acreditaran su victoria.
Gonzalez
Inicialmente aseguró que con su partida pretendía que las cosas cambiaran y se construyera en el país suramericano “una nueva etapa”. “Tal decisión la he tomado pensando en Venezuela y que nuestro destino como país no puede, no debe ser, el de un conflicto de dolor y sufrimiento”, sostuvo en un comunicado que publicó en su cuenta de X el pasado 9 de septiembre.
Sin embargo, poco después abandonó ese punto de vista, al aseverar que había sido coaccionado para reconocer el triunfo del presidente Nicolás Maduro en las elecciones que certificó el Tribunal Supremo. Fue desmentido por el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, quien participó en las negociaciones para garantizar su salida del país y mostró al público grabaciones de los encuentros que echaron por borda la versión del exabanderado de la oposición.
Al margen de la refutación de Rodríguez, volvió a autoproclamarse “presidente electo” de Venezuela y se comprometió a volver a Caracas el 10 de enero para tomar posesión del cargo que dice haber ganado. Frente a esto, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, advirtió que no había “posibilidad” alguna de que González Urrutia regresara a Venezuela “sin ser detenido”.
Por Antony J. Blinken, Secretario de Estado de los Estados Unidos de América
Edmundo González Urrutia sigue siendo una voz indiscutible en favor de la paz y el cambio democrático en Venezuela. Su mensaje de restauración democrática en Venezuela ha inspirado las esperanzas y aspiraciones del pueblo venezolano y ha dado lugar a un poderoso llamado al cambio en las elecciones presidenciales del 28 de julio. Su salida de Venezuela es el resultado directo de las medidas antidemocráticas que Nicolás Maduro ha desatado contra el pueblo venezolano, incluso contra González Urrutia y otros líderes de la oposición, desde las elecciones.
González Urrutia
El 28 de julio, el pueblo venezolano expresó de manera abrumadora e inequívoca su deseo de un cambio democrático. Maduro y las autoridades electorales venezolanas no pueden simplemente ignorar los resultados de las elecciones y la voluntad del pueblo. Apoyamos a González Urrutia en su llamado a continuar la lucha por la libertad y la restauración de la democracia en Venezuela.
Estados Unidos condena enérgicamente la decisión de Maduro de recurrir a la represión y la intimidación para aferrarse al poder por la fuerza bruta en lugar de reconocer su derrota en las urnas. En las últimas seis semanas, Maduro ha arrestado injustamente a casi dos mil venezolanos, ha utilizado la censura y las amenazas para silenciar a la oposición a su gobierno y ha violado las leyes venezolanas para permanecer en el poder contra la voluntad del pueblo venezolano.
Exhortamos a Maduro a que cese la represión y libere de inmediato a todas las personas detenidas injustamente. Estados Unidos seguirá trabajando con nuestros socios internacionales para defender las libertades democráticas en Venezuela y garantizar que Maduro y sus representantes rindan cuentas por sus acciones.
Sin duda, Maduro encabeza un gobierno autoritario y ha sido descrito como un autócrata y un dictador. Por muy mala que haya sido la vida para los venezolanos en la última década, podría haber sido peor. A pesar de todo el sufrimiento, la represión de los disidentes políticos, el éxodo de una cuarta parte de la población y otros actos horrendos, todavía era un país donde, a diferencia de Cuba y Nicaragua, la libertad de expresión política no estaba completamente restringida y se mantenían algunos rasgos de la democracia, aparentemente porque Nicolás Maduro y sus partidarios se preocupaban al menos un poco por la opinión mundial y por mantener los vínculos económicos con sus vecinos y otras democracias occidentales.
Este deseo, esta renuencia a convertirse en un “Ortega completo”, al estilo del dictador nicaragüense Daniel, parece haber llevado a Maduro a un error de cálculo del que ahora seguramente se arrepiente: permitir que las elecciones presidenciales del domingo se llevaran a cabo como se llevaron a cabo. Aunque la votación nunca iba a ser libre ni justa, Maduro finalmente, bajo presión de Estados Unidos pero también de sus partidarios izquierdistas de larga data en Brasil y Colombia, permitió la participación de Edmundo González, un candidato alineado con la popular figura de la oposición María Corina Machado. Maduro subestimó enormemente la habilidad política de Machado, mientras que su prohibición de la presencia de observadores electorales europeos y de la mayoría de los demás observadores creíbles no fue suficiente para cegar al mundo, o a su propio pueblo, ante el fraude electoral claramente evidente que su gobierno anunció el domingo por la noche.
A medida que avanzaba el lunes, quedó claro que Maduro estaba dispuesto a dar el siguiente paso y convertirse en un régimen totalmente rebelde y aislado, al estilo de Nicaragua, si fuera necesario para conservar el poder. El régimen nombró a Machado como sospechosa del llamado sabotaje electoral, un posible preludio para arrestarla a ella y a otras figuras de la oposición. Después de que varios países latinoamericanos pidieran a Maduro que respetara la voluntad popular, Maduro reaccionó expulsando a todos sus diplomáticos de Caracas, una medida extrema que incluso los cubanos han dudado en tomar a lo largo de los años. Suspendió muchos de los pocos vuelos internacionales que quedaban a su país. Y mientras miles de venezolanos salieron a las calles el lunes por la noche y el martes para exigir que se respete su voto, derribando varias estatuas del fallecido Hugo Chávez, se temía una represión aún más violenta que las rondas de represión anteriores en la década de 2010, que dejaron cientos de muertos.
Al tratar de entender el comportamiento de Maduro y anticipar lo que puede suceder a continuación, vuelvo a dos suposiciones clave. La primera es que lo que Maduro y sus aliados más temen no es perder el poder per se, sino pasar el resto de sus vidas en una prisión federal de máxima seguridad en los Estados Unidos. Con numerosos funcionarios, incluido Maduro, enfrentando acusaciones en tribunales estadounidenses por cargos de tráfico de drogas, y suficiente corrupción documentada y abusos de los derechos humanos para mantener a La Haya completamente ocupada durante una década, Maduro y sus partidarios en el ejército venezolano nunca iban a dejar el cargo sin algún tipo de acuerdo amplio de inmunidad y/o justicia transicional. El segundo supuesto es que el modelo del chavismo siempre ha sido Cuba, donde las autoridades se han mantenido “exitosamente” en el poder reprimiendo la disidencia, ignorando la economía cuando era necesario y exportando descontentos durante 65 años y contando. Si tomamos la perspectiva a largo plazo, la perspectiva de La Habana, esta es solo otra tormenta que pasará.
Es posible que estas suposiciones sean erróneas: la estructura de poder venezolana puede ser más débil, más dividida y ansiosa por el cambio de lo que creemos, creyendo que su creciente falta de legitimidad en el país y en el extranjero es insostenible. Maduro puede estar marcando terreno firme ahora en previsión de una eventual negociación. Pero si Maduro está realmente dispuesto a hacer lo que sea necesario para permanecer en el poder, entonces cualquier camino que quede hacia una transición democrática será estrecho y extremadamente peligroso en los próximos días.
La presión internacional, en particular de Brasil y Colombia, será necesaria, pero no suficiente. A esta altura, el régimen de Maduro sabe que el mundo sabe que mintió sobre los resultados del domingo y simplemente no le importa. La amenaza de Washington o de las naciones europeas de nuevas sanciones, o de reconocer a González como el líder legítimo de Venezuela, también parece poco probable que cambie la situación; ya hemos pasado por eso, con poco efecto positivo y mucho daño colateral. Fundamentalmente, Maduro recibió el lunes apoyo instantáneo de los gobiernos de China, Rusia e Irán, lo que puede proporcionarle un salvavidas económico y diplomático suficiente para capear cualquier tormenta que se avecina (pero puede llevar a los demócratas de América Latina a plantearse nuevas preguntas sobre los verdaderos intereses y el impacto de esos países en la región).
El foco, entonces, se centra en las dinámicas dentro de la propia Venezuela, muchas de ellas desconocidas: ¿cuán dispuestos estarán los venezolanos comunes a arriesgarse a sufrir lesiones o morir para intentar obligar a Maduro a dejar el poder? ¿Podrán Machado y González mantener comprometidos a sus partidarios, muchos de los cuales están comprensiblemente desilusionados por numerosos ciclos de esperanza y represión a lo largo de muchos años, a lo largo del tiempo? ¿Podrán hacerlo y al mismo tiempo mantener abiertos los canales con elementos dentro del aparato estatal para negociar algún tipo de transición? ¿Las fuerzas de seguridad, que hasta ahora parecen unidas y capaces de reprimir cualquier disenso en sus filas y en la sociedad en general, comenzarán a fracturarse si la demostración de resistencia popular es lo suficientemente masiva? ¿Hasta qué punto estarán dispuestos los soldados rasos a derramar la sangre de sus compatriotas?
Estas son las preguntas que los disidentes en Nicaragua, Cuba, China, Rusia, Rumania, Libia y otros lugares se han enfrentado a lo largo de los años. Los resultados han sido en su mayoría sombríos, lo que apunta una vez más a ese viejo adagio: una vez que los dictadores toman el poder, es casi imposible derrocarlos. O casi.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de 61 años, aseguró que un “marruñeco” (persona que hace o dice tonterías) no puede aspirar a ser presidente de la nación, en referencia al candidato opositor del ala extremista Edmundo González, de 74 años, de la Plataforma Unitaria (PU).
“Para ser presidente, hay que tener energía y estar cero kilómetro, no puede llegar a presidente un pataruco [cobarde] marruñeco con la presión, con el trabajo, con el compromiso 24/7 de un presidente. Tiene que estar saludable, fino de la mente, del alma y del cuerpo, y tener un gran amor para inspirarse en la vida”, comentó Maduro, que acto seguido besó a su esposa Cilia Flores.
Además, criticó a “los fascistas que quieren privatizar la educación pública” y a los “títeres de los apellidos que desean privatizar la vivienda”.
Y continuó: “Este pueblo sabe quiénes son. Prepárense porque, el domingo 28 de julio, este pueblo les va a pasar todas las cuentas que le tienen por las sanciones, las guarimbas [protestas violentas de tinte insurreccional], la guerra económica”.
Maduro, quien aspira a ser reelecto en las próximas elecciones, se comprometió esta semana a convocar, mediante un decreto, un “gran diálogo nacional” el 29 de julio, un día después de los comicios.
El mandatario sostuvo el martes un encuentro con líderes y lideresas de la “oposición independiente” para la conformación del Frente Nacional por la Paz.
La reunión se dio a solo 12 días de celebrarse las elecciones y una semana después de que se denunciaran amenazas de muerte contra alcaldes opositores -declarados independientes-por manifestar su respaldo a Maduro en los comicios.
El presidente advirtió esta semana que el ala extremista de la oposición busca generar “una hecatombe” para tratar de torcer el resultado del 28 de julio.
Café con Kussman
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Seguramente usted habrá leído Don Claudio que el Presidente de la Nación, nuestro presidente, elegido por el voto popular de forma categórica Javier Gerardo Milei, acaba de expresar en ocasión de recibir la visita del presidente electo en Venezuela Edmundo González Urrutia: ” Nuestra postura es clara: libertad, justicia y democracia, para todos los venezolanos” “…la Argentina no será cómplice del silencio frente a las injusticias y atropellos, del régimen de Maduro”. Se me ocurrió sustituir el primer resaltado por: “para todos los argentinos” y el segundo por. ” durante mi gobierno”, bueno no se enoje Don Claudio, permítame soñar, los sueños, sueños son.
Lamenté mucho tener que decirle a mi hijo que no sería posible verlo jugar porque el Señor Camarista de Casación Gustavo Hornos de la Sala IV ha descubierto que no estoy rehabilitado, resocializado, que sigo siendo malo, también dijo que no cree en los informes criminológicos favorables (¿para que los pedirá entonces?) y que, para colmo de males hay dos victimas de mi ferocidad- que todavía deben tener el carnet rojo con la hoz y el martillo en la tapa- ( y le juro que son de Independiente) que estarían muy enojados si me ven caminando tranquilamente.
No Don Claudio no es la Venezuela del que hablaba con el pajarito, es la Argentina de los jueces y fiscales que usted y yo conocemos, de las detenciones arbitrarias de ancianos condenados a muerte lenta, de los juicios-farsa, del prevaricato, de los testigos rentados y de los que no pasarían por una pericia psiquiátrica ni coimeando al profesional, la Argentina de los terroristas indemnizados, del lejano oeste, de la chorra y del borracho golpeador en libertad. ¿Mariano Cúneo Libarona? bien, gracias por preguntar eh.
Y no crea el lector que mis conocimientos literarios son tan limitados, comprenda mi situación, se trata de un aprendiz de escritor charlando, café mediante con don Claudio Kussman, que le pregunta ¿ Adonde estarían los jueces y fiscales federales que hoy nos condenan a muerte si los terroristas del ERP y MONTONEROS hubieran ganado la guerra revolucionaria en los años de plomo?
Yo se Don Kussman que usted se muere por responder, pero el que escribe soy yo: FU-SI-LA-DOS (Y tengo el documento del guerrillero Masetti que lo afirma), fusilados como otros jueces, fiscales, militares, policías, pastores, sacerdotes, homosexuales, radicales, peronistas y liberales.
Usted se muerde por decirme que éstos se hubieran puesto la camiseta de Boca y debajo la de River? no sea mal pensado.
Que Dios nuestro Señor, en su bondad infinita, perdone los pecados de todos los mencionados en ésta narración.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 6, 2024
Cien mil dólares por el paradero de Edmundo González
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De acuerdo con la publicación, al político derechista se le sindica de la comisión de los delitos de conspiración, complicidad en el uso de actos violentos contra la República, usurpación de funciones, forjamiento de documentos, legitimación de capitales, desconocimiento de las instituciones del Estado, instigación a la desobediencia de las leyes y asociación para delinquir.
González Urrutia abandonó el territorio venezolano rumbo a Madrid a inicios del pasado septiembre, tras haber permanecido oculto desde la madrugada del 29 de julio en la Embajada de Países Bajos en Caracas y haberse autoproclamado vencedor de los comicios presidenciales del 28 de julio sin proporcionar pruebas que acreditaran su victoria.
Inicialmente aseguró que con su partida pretendía que las cosas cambiaran y se construyera en el país suramericano “una nueva etapa”. “Tal decisión la he tomado pensando en Venezuela y que nuestro destino como país no puede, no debe ser, el de un conflicto de dolor y sufrimiento”, sostuvo en un comunicado que publicó en su cuenta de X el pasado 9 de septiembre.
Sin embargo, poco después abandonó ese punto de vista, al aseverar que había sido coaccionado para reconocer el triunfo del presidente Nicolás Maduro en las elecciones que certificó el Tribunal Supremo. Fue desmentido por el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, quien participó en las negociaciones para garantizar su salida del país y mostró al público grabaciones de los encuentros que echaron por borda la versión del exabanderado de la oposición.
Al margen de la refutación de Rodríguez, volvió a autoproclamarse “presidente electo” de Venezuela y se comprometió a volver a Caracas el 10 de enero para tomar posesión del cargo que dice haber ganado. Frente a esto, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, advirtió que no había “posibilidad” alguna de que González Urrutia regresara a Venezuela “sin ser detenido”.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 3, 2024
La decisión de Edmundo González Urrutia de abandonar Venezuela
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Edmundo González Urrutia sigue siendo una voz indiscutible en favor de la paz y el cambio democrático en Venezuela. Su mensaje de restauración democrática en Venezuela ha inspirado las esperanzas y aspiraciones del pueblo venezolano y ha dado lugar a un poderoso llamado al cambio en las elecciones presidenciales del 28 de julio. Su salida de Venezuela es el resultado directo de las medidas antidemocráticas que Nicolás Maduro ha desatado contra el pueblo venezolano, incluso contra González Urrutia y otros líderes de la oposición, desde las elecciones.
El 28 de julio, el pueblo venezolano expresó de manera abrumadora e inequívoca su deseo de un cambio democrático. Maduro y las autoridades electorales venezolanas no pueden simplemente ignorar los resultados de las elecciones y la voluntad del pueblo. Apoyamos a González Urrutia en su llamado a continuar la lucha por la libertad y la restauración de la democracia en Venezuela.
Estados Unidos condena enérgicamente la decisión de Maduro de recurrir a la represión y la intimidación para aferrarse al poder por la fuerza bruta en lugar de reconocer su derrota en las urnas. En las últimas seis semanas, Maduro ha arrestado injustamente a casi dos mil venezolanos, ha utilizado la censura y las amenazas para silenciar a la oposición a su gobierno y ha violado las leyes venezolanas para permanecer en el poder contra la voluntad del pueblo venezolano.
Exhortamos a Maduro a que cese la represión y libere de inmediato a todas las personas detenidas injustamente. Estados Unidos seguirá trabajando con nuestros socios internacionales para defender las libertades democráticas en Venezuela y garantizar que Maduro y sus representantes rindan cuentas por sus acciones.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 9, 2024
El Nuevo Ortega
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Sin duda, Maduro encabeza un gobierno autoritario y ha sido descrito como un autócrata y un dictador. Por muy mala que haya sido la vida para los venezolanos en la última década, podría haber sido peor. A pesar de todo el sufrimiento, la represión de los disidentes políticos, el éxodo de una cuarta parte de la población y otros actos horrendos, todavía era un país donde, a diferencia de Cuba y Nicaragua, la libertad de expresión política no estaba completamente restringida y se mantenían algunos rasgos de la democracia, aparentemente porque Nicolás Maduro y sus partidarios se preocupaban al menos un poco por la opinión mundial y por mantener los vínculos económicos con sus vecinos y otras democracias occidentales.
A medida que avanzaba el lunes, quedó claro que Maduro estaba dispuesto a dar el siguiente paso y convertirse en un régimen totalmente rebelde y aislado, al estilo de Nicaragua, si fuera necesario para conservar el poder. El régimen nombró a Machado como sospechosa del llamado sabotaje electoral, un posible preludio para arrestarla a ella y a otras figuras de la oposición. Después de que varios países latinoamericanos pidieran a Maduro que respetara la voluntad popular, Maduro reaccionó expulsando a todos sus diplomáticos de Caracas, una medida extrema que incluso los cubanos han dudado en tomar a lo largo de los años. Suspendió muchos de los pocos vuelos internacionales que quedaban a su país. Y mientras miles de venezolanos salieron a las calles el lunes por la noche y el martes para exigir que se respete su voto, derribando varias estatuas del fallecido Hugo Chávez, se temía una represión aún más violenta que las rondas de represión anteriores en la década de 2010, que dejaron cientos de muertos.
Al tratar de entender el comportamiento de Maduro y anticipar lo que puede suceder a continuación, vuelvo a dos suposiciones clave. La primera es que lo que Maduro y sus aliados más temen no es perder el poder per se, sino pasar el resto de sus vidas en una prisión federal de máxima seguridad en los Estados Unidos. Con numerosos funcionarios, incluido Maduro, enfrentando acusaciones en tribunales estadounidenses por cargos de tráfico de drogas, y suficiente corrupción documentada y abusos de los derechos humanos para mantener a La Haya completamente ocupada durante una década, Maduro y sus partidarios en el ejército venezolano nunca iban a dejar el cargo sin algún tipo de acuerdo amplio de inmunidad y/o justicia transicional. El segundo supuesto es que el modelo del chavismo siempre ha sido Cuba, donde las autoridades se han mantenido “exitosamente” en el poder reprimiendo la disidencia, ignorando la economía cuando era necesario y exportando descontentos durante 65 años y contando. Si tomamos la perspectiva a largo plazo, la perspectiva de La Habana, esta es solo otra tormenta que pasará.
Es posible que estas suposiciones sean erróneas: la estructura de poder venezolana puede ser más débil, más dividida y ansiosa por el cambio de lo que creemos, creyendo que su creciente falta de legitimidad en el país y en el extranjero es insostenible. Maduro puede estar marcando terreno firme ahora en previsión de una eventual negociación. Pero si Maduro está realmente dispuesto a hacer lo que sea necesario para permanecer en el poder, entonces cualquier camino que quede hacia una transición democrática será estrecho y extremadamente peligroso en los próximos días.
El foco, entonces, se centra en las dinámicas dentro de la propia Venezuela, muchas de ellas desconocidas: ¿cuán dispuestos estarán los venezolanos comunes a arriesgarse a sufrir lesiones o morir para intentar obligar a Maduro a dejar el poder? ¿Podrán Machado y González mantener comprometidos a sus partidarios, muchos de los cuales están comprensiblemente desilusionados por numerosos ciclos de esperanza y represión a lo largo de muchos años, a lo largo del tiempo? ¿Podrán hacerlo y al mismo tiempo mantener abiertos los canales con elementos dentro del aparato estatal para negociar algún tipo de transición? ¿Las fuerzas de seguridad, que hasta ahora parecen unidas y capaces de reprimir cualquier disenso en sus filas y en la sociedad en general, comenzarán a fracturarse si la demostración de resistencia popular es lo suficientemente masiva? ¿Hasta qué punto estarán dispuestos los soldados rasos a derramar la sangre de sus compatriotas?
Estas son las preguntas que los disidentes en Nicaragua, Cuba, China, Rusia, Rumania, Libia y otros lugares se han enfrentado a lo largo de los años. Los resultados han sido en su mayoría sombríos, lo que apunta una vez más a ese viejo adagio: una vez que los dictadores toman el poder, es casi imposible derrocarlos. O casi.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 5, 2024
“Pataruco marruñeco”
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“Para ser presidente, hay que tener energía y estar cero kilómetro, no puede llegar a presidente un pataruco [cobarde] marruñeco con la presión, con el trabajo, con el compromiso 24/7 de un presidente. Tiene que estar saludable, fino de la mente, del alma y del cuerpo, y tener un gran amor para inspirarse en la vida”, comentó Maduro, que acto seguido besó a su esposa Cilia Flores.
Además, criticó a “los fascistas que quieren privatizar la educación pública” y a los “títeres de los apellidos que desean privatizar la vivienda”.
Y continuó: “Este pueblo sabe quiénes son. Prepárense porque, el domingo 28 de julio, este pueblo les va a pasar todas las cuentas que le tienen por las sanciones, las guarimbas [protestas violentas de tinte insurreccional], la guerra económica”.
Maduro, quien aspira a ser reelecto en las próximas elecciones, se comprometió esta semana a convocar, mediante un decreto, un “gran diálogo nacional” el 29 de julio, un día después de los comicios.
El mandatario sostuvo el martes un encuentro con líderes y lideresas de la “oposición independiente” para la conformación del Frente Nacional por la Paz.
La reunión se dio a solo 12 días de celebrarse las elecciones y una semana después de que se denunciaran amenazas de muerte contra alcaldes opositores -declarados independientes-por manifestar su respaldo a Maduro en los comicios.
El presidente advirtió esta semana que el ala extremista de la oposición busca generar “una hecatombe” para tratar de torcer el resultado del 28 de julio.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 18, 2024