Orlando Agustín Gauna, de apellido materno Bracamonte, D.N.I. Nº 6.255.319, domiciliado en calle Luis Federico Leloir Nº 1169 del Barrio El Pozo, de la Ciudad de Santa Fe, por propio derecho, al Sr. Agente Fiscal respetuosamente se presenta y dice:
I.- OBJETO.
Que viene por medio del presente a impetrar formal denuncia por la presunta comisión del delito de APOLOGÍA DEL CRIMEN que pune el Artículo 213 del Código Penal Argentino, delito de acción pública perseguible de oficio, y lo hace conforme al derecho establecido en el artículo 262 del Código Procesal Penal de la Provincia.
,
II.- HECHOS.
Que, ha observado que, en la acera frente al edificio de departamentos, ubicado en la ochava NortEste de la intersección de calles Ituzaingó y Las Heras de esta Ciudad, personas cuya identidad se desconoce, han reemplazado algunas baldosas, colocando en su lugar una loseta con la inscripción
“MILITANTES MONTONEROS”
“CRO. JORGE L. PIOTTI”
“CRA. ILEANA GOMEZ”
“CRO. CARLOS M. FRIGERIO”
“CRO. OSVALDO P. ZICCARDI”
“PRESENTES”
Nombres de las cuatro personas abatidas tras un enfrentamiento con fuerzas gubernamentales, ocurrido el 19 de enero de 1977. Los mismos, eran integrantes de la organización terrorista Montoneros, que fuera declarada ilegal por el gobierno constitucional de la Sra. María Estela Martínez de Perón, mediante el Decreto Nº 2.452 del 8 de setiembre de 1975, publicado en el Boletín Oficial de la República Argentina del viernes 12 de setiembre del mismo año.
En diferentes documentos, en los archivos de los diarios de la época, en libros y diferentes publicaciones; se narran las acciones terroristas de la Organización Montoneros.
El primer número de la revista Evita Montonera se publica en diciembre de 1974, durante un gobierno constitucional, electo con una mayoría nunca alcanzada en comicios democráticos en nuestro país. Y bajo el título: “Compañeros: esta revista es otra arma de lucha” la define como:
“EVITA MONTONERA ES LA REVISTA OFICIAL DE MONTONEROS”
Y cierra la presentación con un: “Hasta que no quede un solo ladrillo que no sea peronista, y construyamos la Patria Justa, Libre y Soberana que soñamos. MONTONEROS”
En el Nº 16 de la Revista Evita Montonera, del mes de marzo de 1977, en la página 5 y continuando en la página 15 se señala bajo el título:
“DIRECTIVAS AL MOVIMIENTO MONTONERO
Que patrones y milicos paguen los daños
Debemos organizarnos y luchar, políticamente por lo que nos corresponde en cada oportunidad en que seamos explotados, pero esa lucha debe ir acompañada de la violencia popular para que sea eficaz, para que obligue al enemigo a ceder para obtener lo que queremos…
… Cada hombre y cada mujer del Movimiento, cada trabajadores (sic) debe buscar la forma de atacar el enemigo para que le duela. Peguémosle en la producción: dejémoslo sin luz, hechémosle (sic) a perder los productos terminados, volémosle los rieles para que no puedan transportar sus mercaderías y las grúas de sus puertos para que no puedan exportarlas. Pero también ataquémoslos a ellos en sus personas: pongamos caños en sus casas, sus autos y en sus oficinas de las fábricas.
Hagamos miles de acciones de sabotaje, pongamos cientos de caños para que el enemigo sienta el peso de un Pueblo organizado librando una guerra integral.” (sic)
relata: “Piotti era un ex seminarista del Seminario Menor de Jesús María y estudiante de filosofía en el Seminario Mayor, que participó activamente en el copamiento de la localidad cordobesa de La Calera –su ciudad natal- en 1970 y luego de esa acción guerrillera que puso en su búsqueda a todos los organismos militares y sus respectivos servicios de inteligencia, él con otro guerrillero se refugiaron en la casa de un compañero de la Juventud Argentina para la Emancipación Nacional (JAEN), en el residencial barrio de La Lucila, en provincia de Buenos Aires. Estuvo implicado en los atentados contra Augusto Vandor (junio 1969), José Alonso (agosto 1970) y el cónsul norteamericano J. Egan (Córdoba, febrero 1975) que terminaron con sus vidas. Al momento de su muerte era secretario político de Montoneros y oficial mayor de dicha organización.”
Todo esto es una demostración palmaria de que Montoneros es una organización terrorista, que fue declarada ilegal por un gobierno constitucional y que sus integrantes conformaban una asociación ilícita que cometía robos, asesinatos y atentados terroristas; la mayoría de ellos, durante gobiernos constitucionales y muchos, contra la población civil. Que Jorge Luis Piotti que había tenido activa participación en hechos terroristas, era uno de los cabecillas de esta banda criminal.
Para comprender las características del delito de APOLOGÍA DEL CRIMEN hay que determinar que el legislador al redactar la norma buscó proteger el orden público, y el efecto tiene directa relación con mantener la serenidad del ánimo social.
Bajo esta circunstancia, el hecho denunciado lesiona la tranquilidad pública ante el temor que genera el enaltecimiento de los hechos delictuosos, y en este caso en particular, se enaltece a una organización terrorista y a cuatro de sus integrantes, y esto puede generar la falsa idea en los ciudadanos, de que es legítima aquella conducta, lo que los empujaría directamente a actuar contra la ley.
En ese aspecto, es necesario aclarar que este delito puede ser interpretado como una instigación indirecta. Por ello, es menester centrar la investigación en la intención de su autor.
III.- SOLICITA PRUEBA.
1.-Se solicita se recabe y agregue en autos, si la autoridad municipal y/o los propietarios de los departamentos del lugar, dispusieron y/o autorizaron la colocación de dicha loseta, y en consecuencia, si les cabe responsabilidad penal.
2.-Se procure establecer la identidad del o las personas que colocaron la referida loseta, sus auxiliares, cómplices e instigadores.
IV.- PETITORIO.
Por todo lo expuesto se solicita:
1- Se tenga por interpuesta formal denuncia.
2- Se arbitren los medios necesarios para la sustanciación de la presente denuncia, a los fines de verificar la posible comisión de delitos de acción pública perseguibles de oficio.
3- Se inicie la Investigación Penal Preparatoria pertinente y se cite al deponente a responder las preguntas que estime pertinente.
4- Se ordene la inmediata remoción de la loseta donde se alude a cuatro integrantes de la organización terrorista Montoneros.
La doctora ANDREA PALOMAS ALARCÓN -en su incansable tarea- nos acercó una nota de Pedro J. Guiraldes que aquí reproducimos, en donde el escriba da un pantallazo a nuestra historia escondida.
Pedro José Güiraldes
PARA LA NACION SEGUIR
3 de noviembre de 2018
“Victoria del Ejército Montonero”, titulaba la tapa del N° 8 de la revista Evita Montonera, para informar que el 5 de octubre de 1975 había atacado al Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa (RI Mte 29) del Ejército Argentino. Ya se cumplieron 43 años de una de las acciones terroristas de mayor magnitud ocurridas en nuestro país en la década del 70, en este caso durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, viuda del general Juan Domingo Perón, quien presidía un gobierno democrático elegido con el 62% de los votos.
Afirmaban los montoneros, en 1975: “La lucha es político-militar y nuestra estrategia de liberación es la guerra integral contra el imperialismo y sus aliados”, y por ello, “la organización Montoneros resolvía: […] Reasumir las formas armadas de lucha, la que junto con todas las otras formas (actos, movilizaciones, huelgas, caños, etcétera) constituyen la guerra popular integral […] Así formalizaban la guerra al gobierno constitucional, buscando reemplazarlo por las armas, por lo que fue declarada como una organización ilegal y sediciosa, por el propio gobierno peronista.
La revista describe los hechos de esta manera: “Para la operación en Formosa, planificamos y preparamos una larga aproximación y retirada de una fuerza muy grande de combate, tanto en hombres como equipo […] que incluía el copamiento de un avión en Aeroparque y del aeropuerto de Formosa […] Su armamento era: 11 fusiles FAL, 18 pistolas ametralladoras Halcón, 5 fusiles FN, 1 fusil ametralladora Madsen, 2 escopetas, 5 minas y 51 granadas; además, armas cortas para todos, y contábamos con 19 vehículos. […] El total de compañeros que participan de la operación, al que debe agregarse un pelotón de apoyo en Capital Federal, son 60. A esto deben sumarse dos móviles aéreos: el Boeing (secuestrado) y el Cessna de 4 plazas. Las bases operativas fueron Capital Federal, Rosario, Santa Fe, Resistencia y Formosa”.
Evita Montonera describe el combate así: “A partir de este momento comienza una verdadera batalla; los soldados -armados o desarmados en algunos casosdesobedecieron la orden de rendición, en todos lados presentaron fuerte resistencia y en algunos lugares esa resistencia fue suicida […] Los soldados cuando podían escapaban de los lugares atacados […] pero ninguno suelta el fusil y una vez a distancia buscaban parapetarse para iniciar el fuego”.
La publicación oficial de Montoneros pinta la soberbia armada de esta “vanguardia iluminada”: “Aventuramos la hipótesis de que esta resistencia suicida de los soldados tiene que ver, en parte, con el bajísimo nivel de conciencia de la población de la zona […]”. Vale decir que los conscriptos no entendieron que los guerrilleros eran sus liberadores y defendieron su regimiento.
Uno de esos soldados era Hermindo Luna, quien desafió la orden de rendición de los terroristas que atacaban su cuartel. Su grito de “¡Acá no se rinde nadie, mierda!”, mientras caía partido en dos por una ráfaga, inscribió su nombre entre los héroes de la defensa del RI Mte 29. Fieles a su juramento a la bandera, también cayeron otros nueve conscriptos: Antonio Arrieta, Heriberto Ávalos, José Coronel, Dante Salvatierra, Ismael Sánchez, Tomás Sánchez, Edmundo Sosa, Marcelino Torales y 3/11/2018 Una deuda pendiente con las víctimas del terrorismo – Alberto Villalba; el sargento Mario Sanabria, el subteniente Ricardo Massaferro y el agente de la policía formoseña Argentino Alegre.
Los terroristas, en la misma revista, informan acerca de sus muertos: “De la Guardia escapa la mayoría de los soldados […] allí había 33 soldados que se parapetan y hacen fuego contra nuestros compañeros provocándonos el mayor número de las bajas sufridas. […] Del Pelotón 3 y 4, ocho compañeros debían correr 40 metros sin protección física. Solo dos compañeros llegan, los otros seis caen en el camino. […] Los tres compañeros del pelotón 2 […] no volvieron. […] Estos son los once compañeros que caen en la operación”.
Los atacantes al cuartel abatidos en combate fueron en realidad doce: el soldado entregador, Luis Roberto Mayol; Oscar Ramón Boero, Reinaldo Ramón Briggiler, José Daniel Graziano, Juan Sebastián Hernández, Víctor Hugo Iribarren, Raimundo Kobalc, Saúl Mario Kobrinsky, Jorge Alberto Livieres, Arturo Inocencio Mariani, Luis Carlos Morero y Alfredo Rubén Velázquez.
El Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (Ruvte) de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación afirma que los atacantes al RI Mte 29 fueron víctimas de la represión ilegal del Estado, calificando cada caso como “asesinato”, lo que habilitó a sus herederos al cobro de indemnizaciones, como beneficiarios de la “ley reparatoria” N° 24.411. La suma promedio, actualizada a octubre de 2018, de cada una de las nueve indemnizaciones pagadas hasta ahora, asciende a más de 5.500.000 pesos. Como contrapartida, los padres que sobreviven a aquellos hijos que murieron defendiendo el cuartel cobran una pensión mensual de unos 5000 pesos promedio.
En la CABA, el Parque de la Memoria – Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, “homenajea y recuerda” a los guerrilleros abatidos en el ataque y proclama que “murieron combatiendo por ideales de justicia y equidad”. Para decirlo claramente: el Estado argentino y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires llevan muchos años haciendo apología del terrorismo, y lo mismo sucede en otras provincias y ciudades de todo el país. Este despropósito debe cesar inmediatamente y la Justicia establecer si constituye delito y castigar a quienes eventualmente lo cometieron.
Adicionalmente, el gobierno nacional continúa faltando a su obligación de recordar y honrar a quienes fueron víctimas del terrorismo, y dar consuelo y resarcimiento a sus familiares. Tampoco admite ya más demora que el Estado dé cuenta acabada y precisa de los más de casi 76.000.000.000 de pesos, calculados a moneda de octubre de 2018, pagados sin control en decenas de miles de indemnizaciones, y también acerca de las pensiones graciables, otorgadas de manera igualmente opaca, en el marco de las llamadas “leyes reparatorias” vigentes, ninguna de ellas prevista para los héroes ni familiares de quienes entregaron sus vidas o sufrieron daños de todo tipo en la defensa de la Argentina durante la guerra revolucionaria de los 70.
El autor del libro Mentirás Tus Muertos que destruye el mito de los treinta mil desaparecidos, José D´Angelo, afirmó que las organizaciones de derechos humanos y el kirchnerismo continúan diciendo que hubo 30 mil desaparecidos durante la dictadura “por una cuestión de pesos” ya que cada indemnización fue de “aproximadamente 200 mil dólares”.
“Cuando algunos funcionarios dicen que los 30 mil son un símbolo, yo digo que, lamentablemente, si son un símbolo, son un símbolo que es el símbolo pesos. El kirchnerismo ha reconocido que hasta el año 2007 se pagaron casi 2 mil millones de dólares sin ningún control”.
“Falta saber cuánto se pagó después. Ahora, siendo el macrismo el administrador de la cosa pública, creo que debería transparentar hacia dónde fue todo ese dinero. También debería abrir al público los archivos de los derechos humanos”, agregó D´Angelo.
En su opinión, el kirchnerismo también usó el número de los 30 mil para “contribuir al relato respecto a lo que pasó en los Setenta”.
Esta semana, el gobierno dio a conocer un informe elaborado por el kirchnerismo antes de dejar el poder, en noviembre de 1975, en la que señalaba que durante la dictadura hubo 6.348 desaparecidos y 952 “asesinatos”, 7.300 víctimas, en total.
D´Angelo sostuvo que en ese nuevo listado hay “casos irregulares que yo denunciaba en mi libro que ya no están más siendo que habían sido introducidos por el kirchnerismo en 2006”, en otra revisión de los listados originales de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas.
Puso como ejemplo el caso de Pedro Alberto Sabao, que figuraba como “víctima de ejecución sumaria” a pesar de que la revista Evita Montonera había publicado en 1975 que un pelotón de ese grupo guerrillero “ejecutó al traidor y delator de compañeros, Pedro Sabao, que al intentar huir cayó al río Paraná”.
Según esos registros, los familiares de Sabao habrían cobrado una indemnización como víctima del terrorismo de Estado.
“Pero, hay casos irregulares que todavía siguen estando, como el caso de Nora Lía Marquardt”, que figura como asesinada en Córdoba, también en 1975, a pesar de que la revista Estrella Roja, del Ejército Revolucionario del Pueblo, publicó “en su número 67, de diciembre de 1975, página 29, que murió combatiendo heroicamente” contra la policía cuando un pelotón intentó “expropiar el dinero” de un camión que transportaba caudales.
“Todo esto tiene que ser investigado por las nuevas autoridades”, sostuvo fiermemente José D’Angelo.
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DESCUBRIENDO MENTIRAS DE LA MENTIRA
Por Claudio Kussman
En Bahía Blanca, Argentina, entre el 24 y 26 de Abril de 1976 aparecen 2 mujeres veterinarias (madre e hija) cruelmente asesinadas mediante disparos de arma de fuego, puñaladas y golpes de martillo, en su domicilio de la calle Irigoyen 314. Siendo esposa (separada) e hija de un ex gobernador de una provincia del sur Argentino, de apellido Solana. En una pared de la sala de la casa habían pintado con aerosol un “grafiti” haciendo referencia a una venganza política y era rubricado por un grupo extremista de derecha, cuyas siglas no recuerdo. Como tantas veces me constituí en el lugar y al retirarme observé que sobre un escritorio, las víctimas habían depositado alguna pulsera, cadenitas y anillos. Todo de oro, como era costumbre usar en ese entonces, ya que casi no existían arrebatadores. Era un detalle realmente discordante, los grupos que participaban en esa guerra fratricida en los años 70, asesinaban y robaban. Eran verdaderos carroñeros. Formamos un pequeño equipo de trabajo y así durante días inspeccionamos el inmueble centímetro a centímetro. En esa época no existían los medios, y equipos tecnológicos de hoy. En el lugar no había huellas, ni manchas y los vecinos del barrio o de medianeras (casas pegadas) no habían visto o escuchado algo que nos orientara. Sí en diferentes muebles comenzaron a aparecer numerosas aparte de gran cantidad de joyas, cartas amorosas de los últimos años, dirigidas a la menor de las víctimas. Evidenciaban en su remitente, el abogado Gustavo Kraiselburd una personalidad obsesiva. También detectamos en una de ellas un error ortográfico, repetido en el grafiti. Estábamos encaminados y con tanta correspondencia íntima, leída “conectados” con su autor. Rastreamos al mismo en Bahía Blanca sin éxito, luego con 2 oficiales mas en la ciudad de La Plata ya que era familiar de los dueños del Diario El Día de esa ciudad. Esa familia había sido víctima del terrorismo y 2 de sus miembros asesinados. El más cruento fue el secuestro y muerte de David, un bebé de 2 meses de edad, ocurrido en julio de 1974 a manos de quienes hoy dicen haber sido “una juventud maravillosa”. Posteriormente continuamos en Buenos Aires. En migraciones luego de varios días, hallamos entre millares de pequeños formularios sueltos de ingreso al país, (no existían las computadoras) que el nombrado había viajado desde EEUU donde residía a Uruguay y de allí ingresado con el vapor de La Carrera. Así en Bahía Blanca habría dado muerte primeramente a Sila Emer Peralta Bergna de Solana y posteriormente a su hija Alicia Lía Solana. Para ello como mínimo se había equipado con movilidad, guantes, aerosol de pintura, martillo, cuchillo y un arma de puño presuntamente con silenciador. Mediante tomas fotográficas de la pared escrita se peritó la caligrafía con la de las cartas, estableciéndose que habían sido escritas por la misma persona. Kraiselburd hábilmente eludió la justicia durante 10 años hasta que finalmente en 1986, fue extraditado desde EEUU, juzgado y condenado. Yo no lo conocí personalmente, ya que en 1979 continué prestando servicio en el Gran Buenos Aires. Sé que luego de cumplir varios años de prisión, en la cárcel de Marcos Paz (ironía de la vida), ejerce su profesión de abogado en la ciudad de La Plata, donde es conocido por defender algunos casos de violaciones realmente escalofriantes. Esta historia tendría que terminar en este punto, pero habiendo sido un hecho con características fuera de lo común y ocurrido en fecha próxima a la de alguna imputación que se me hizo, mi familia rastreó antecedentes en EEUU. Y así nos encontramos a 39 años de ocurrido el doble homicidio que las mentiras continúan, pero ahora desde otro sector. En la página http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/ , (Izquierda clic en BAHIA BLANCA) organismo de apoyo entre otros del Centro de Estudios Legales (CELS) del cual es presidente Horacio Verbitsky, veremos que en el puesto 44, Emer Peralta Bergna de Solana figura como víctima de la represión de estado y no de un hecho delictivo pasional calamitoso. Las conclusiones las dejo para que la elabore todo aquél que lea estas líneas. Son un buen ejemplo de “El Relato” Argentino.
DENUNCIA POR APOLOGÍA DEL CRIMEN
Sr. Agente Fiscal
Orlando Agustín Gauna, de apellido materno Bracamonte, D.N.I. Nº 6.255.319, domiciliado en calle Luis Federico Leloir Nº 1169 del Barrio El Pozo, de la Ciudad de Santa Fe, por propio derecho, al Sr. Agente Fiscal respetuosamente se presenta y dice:
I.- OBJETO.
Que viene por medio del presente a impetrar formal denuncia por la presunta comisión del delito de APOLOGÍA DEL CRIMEN que pune el Artículo 213 del Código Penal Argentino, delito de acción pública perseguible de oficio, y lo hace conforme al derecho establecido en el artículo 262 del Código Procesal Penal de la Provincia.
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II.- HECHOS.
Que, ha observado que, en la acera frente al edificio de departamentos, ubicado en la ochava NortEste de la intersección de calles Ituzaingó y Las Heras de esta Ciudad, personas cuya identidad se desconoce, han reemplazado algunas baldosas, colocando en su lugar una loseta con la inscripción
“MILITANTES MONTONEROS”
“CRO. JORGE L. PIOTTI”
“CRA. ILEANA GOMEZ”
“CRO. CARLOS M. FRIGERIO”
“CRO. OSVALDO P. ZICCARDI”
“PRESENTES”
Nombres de las cuatro personas abatidas tras un enfrentamiento con fuerzas gubernamentales, ocurrido el 19 de enero de 1977. Los mismos, eran integrantes de la organización terrorista Montoneros, que fuera declarada ilegal por el gobierno constitucional de la Sra. María Estela Martínez de Perón, mediante el Decreto Nº 2.452 del 8 de setiembre de 1975, publicado en el Boletín Oficial de la República Argentina del viernes 12 de setiembre del mismo año.
En diferentes documentos, en los archivos de los diarios de la época, en libros y diferentes publicaciones; se narran las acciones terroristas de la Organización Montoneros.
El primer número de la revista Evita Montonera se publica en diciembre de 1974, durante un gobierno constitucional, electo con una mayoría nunca alcanzada en comicios democráticos en nuestro país. Y bajo el título: “Compañeros: esta revista es otra arma de lucha” la define como:
“EVITA MONTONERA ES LA REVISTA OFICIAL DE MONTONEROS”
Y cierra la presentación con un: “Hasta que no quede un solo ladrillo que no sea peronista, y construyamos la Patria Justa, Libre y Soberana que soñamos. MONTONEROS”
En el Nº 16 de la Revista Evita Montonera, del mes de marzo de 1977, en la página 5 y continuando en la página 15 se señala bajo el título:
“DIRECTIVAS AL MOVIMIENTO MONTONERO
Que patrones y milicos paguen los daños
Debemos organizarnos y luchar, políticamente por lo que nos corresponde en cada oportunidad en que seamos explotados, pero esa lucha debe ir acompañada de la violencia popular para que sea eficaz, para que obligue al enemigo a ceder para obtener lo que queremos…
… Cada hombre y cada mujer del Movimiento, cada trabajadores (sic) debe buscar la forma de atacar el enemigo para que le duela. Peguémosle en la producción: dejémoslo sin luz, hechémosle (sic) a perder los productos terminados, volémosle los rieles para que no puedan transportar sus mercaderías y las grúas de sus puertos para que no puedan exportarlas. Pero también ataquémoslos a ellos en sus personas: pongamos caños en sus casas, sus autos y en sus oficinas de las fábricas.
Hagamos miles de acciones de sabotaje, pongamos cientos de caños para que el enemigo sienta el peso de un Pueblo organizado librando una guerra integral.” (sic)
Roberto Baschetti en su página web http://www.robertobaschetti. com/biografia/p/141.html,
relata: “Piotti era un ex seminarista del Seminario Menor de Jesús María y estudiante de filosofía en el Seminario Mayor, que participó activamente en el copamiento de la localidad cordobesa de La Calera –su ciudad natal- en 1970 y luego de esa acción guerrillera que puso en su búsqueda a todos los organismos militares y sus respectivos servicios de inteligencia, él con otro guerrillero se refugiaron en la casa de un compañero de la Juventud Argentina para la Emancipación Nacional (JAEN), en el residencial barrio de La Lucila, en provincia de Buenos Aires. Estuvo implicado en los atentados contra Augusto Vandor (junio 1969), José Alonso (agosto 1970) y el cónsul norteamericano J. Egan (Córdoba, febrero 1975) que terminaron con sus vidas. Al momento de su muerte era secretario político de Montoneros y oficial mayor de dicha organización.”
Todo esto es una demostración palmaria de que Montoneros es una organización terrorista, que fue declarada ilegal por un gobierno constitucional y que sus integrantes conformaban una asociación ilícita que cometía robos, asesinatos y atentados terroristas; la mayoría de ellos, durante gobiernos constitucionales y muchos, contra la población civil. Que Jorge Luis Piotti que había tenido activa participación en hechos terroristas, era uno de los cabecillas de esta banda criminal.
Para comprender las características del delito de APOLOGÍA DEL CRIMEN hay que determinar que el legislador al redactar la norma buscó proteger el orden público, y el efecto tiene directa relación con mantener la serenidad del ánimo social.
Bajo esta circunstancia, el hecho denunciado lesiona la tranquilidad pública ante el temor que genera el enaltecimiento de los hechos delictuosos, y en este caso en particular, se enaltece a una organización terrorista y a cuatro de sus integrantes, y esto puede generar la falsa idea en los ciudadanos, de que es legítima aquella conducta, lo que los empujaría directamente a actuar contra la ley.
En ese aspecto, es necesario aclarar que este delito puede ser interpretado como una instigación indirecta. Por ello, es menester centrar la investigación en la intención de su autor.
III.- SOLICITA PRUEBA.
1.-Se solicita se recabe y agregue en autos, si la autoridad municipal y/o los propietarios de los departamentos del lugar, dispusieron y/o autorizaron la colocación de dicha loseta, y en consecuencia, si les cabe responsabilidad penal.
2.-Se procure establecer la identidad del o las personas que colocaron la referida loseta, sus auxiliares, cómplices e instigadores.
IV.- PETITORIO.
Por todo lo expuesto se solicita:
1- Se tenga por interpuesta formal denuncia.
2- Se arbitren los medios necesarios para la sustanciación de la presente denuncia, a los fines de verificar la posible comisión de delitos de acción pública perseguibles de oficio.
3- Se inicie la Investigación Penal Preparatoria pertinente y se cite al deponente a responder las preguntas que estime pertinente.
4- Se ordene la inmediata remoción de la loseta donde se alude a cuatro integrantes de la organización terrorista Montoneros.
PROVEER DE CONFORMIDAD,
SERÁ JUSTICIA
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TE 0342 155036171 – 0342 4510487
http://orlando-gauna.blogspot.
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Una deuda pendiente con las víctimas del terrorismo
Pedro José Güiraldes
“Victoria del Ejército Montonero”, titulaba la tapa del N° 8 de la revista Evita Montonera, para informar que el 5 de octubre de 1975 había atacado al Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa (RI Mte 29) del Ejército Argentino. Ya se cumplieron 43 años de una de las acciones terroristas de mayor magnitud ocurridas en nuestro país en la década del 70, en este caso durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, viuda del general Juan Domingo Perón, quien presidía un gobierno democrático elegido con el 62% de los votos.
Afirmaban los montoneros, en 1975: “La lucha es político-militar y nuestra estrategia de liberación es la guerra integral contra el imperialismo y sus aliados”, y por ello, “la organización Montoneros resolvía: […] Reasumir las formas armadas de lucha, la que junto con todas las otras formas (actos, movilizaciones, huelgas, caños, etcétera) constituyen la guerra popular integral […] Así formalizaban la guerra al gobierno constitucional, buscando reemplazarlo por las armas, por lo que fue declarada como una organización ilegal y sediciosa, por el propio gobierno peronista.
La revista describe los hechos de esta manera: “Para la operación en Formosa, planificamos y preparamos una larga aproximación y retirada de una fuerza muy grande de combate, tanto en hombres como equipo […] que incluía el copamiento de un avión en Aeroparque y del aeropuerto de Formosa […] Su armamento era: 11 fusiles FAL, 18 pistolas ametralladoras Halcón, 5 fusiles FN, 1 fusil ametralladora Madsen, 2 escopetas, 5 minas y 51 granadas; además, armas cortas para todos, y contábamos con 19 vehículos. […] El total de compañeros que participan de la operación, al que debe agregarse un pelotón de apoyo en Capital Federal, son 60. A esto deben sumarse dos móviles aéreos: el Boeing (secuestrado) y el Cessna de 4 plazas. Las bases operativas fueron Capital Federal, Rosario, Santa Fe, Resistencia y Formosa”.
Evita Montonera describe el combate así: “A partir de este momento comienza una verdadera batalla; los soldados -armados o desarmados en algunos casosdesobedecieron la orden de rendición, en todos lados presentaron fuerte resistencia y en algunos lugares esa resistencia fue suicida […] Los soldados cuando podían escapaban de los lugares atacados […] pero ninguno suelta el fusil y una vez a distancia buscaban parapetarse para iniciar el fuego”.
La publicación oficial de Montoneros pinta la soberbia armada de esta “vanguardia iluminada”: “Aventuramos la hipótesis de que esta resistencia suicida de los soldados tiene que ver, en parte, con el bajísimo nivel de conciencia de la población de la zona […]”. Vale decir que los conscriptos no entendieron que los guerrilleros eran sus liberadores y defendieron su regimiento.
Uno de esos soldados era Hermindo Luna, quien desafió la orden de rendición de los terroristas que atacaban su cuartel. Su grito de “¡Acá no se rinde nadie, mierda!”, mientras caía partido en dos por una ráfaga, inscribió su nombre entre los héroes de la defensa del RI Mte 29. Fieles a su juramento a la bandera, también cayeron otros nueve conscriptos: Antonio Arrieta, Heriberto Ávalos, José Coronel, Dante Salvatierra, Ismael Sánchez, Tomás Sánchez, Edmundo Sosa, Marcelino Torales y 3/11/2018 Una deuda pendiente con las víctimas del terrorismo – Alberto Villalba; el sargento Mario Sanabria, el subteniente Ricardo Massaferro y el agente de la policía formoseña Argentino Alegre.
Los terroristas, en la misma revista, informan acerca de sus muertos: “De la Guardia escapa la mayoría de los soldados […] allí había 33 soldados que se parapetan y hacen fuego contra nuestros compañeros provocándonos el mayor número de las bajas sufridas. […] Del Pelotón 3 y 4, ocho compañeros debían correr 40 metros sin protección física. Solo dos compañeros llegan, los otros seis caen en el camino. […] Los tres compañeros del pelotón 2 […] no volvieron. […] Estos son los once compañeros que caen en la operación”.
Los atacantes al cuartel abatidos en combate fueron en realidad doce: el soldado entregador, Luis Roberto Mayol; Oscar Ramón Boero, Reinaldo Ramón Briggiler, José Daniel Graziano, Juan Sebastián Hernández, Víctor Hugo Iribarren, Raimundo Kobalc, Saúl Mario Kobrinsky, Jorge Alberto Livieres, Arturo Inocencio Mariani, Luis Carlos Morero y Alfredo Rubén Velázquez.
El Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (Ruvte) de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación afirma que los atacantes al RI Mte 29 fueron víctimas de la represión ilegal del Estado, calificando cada caso como “asesinato”, lo que habilitó a sus herederos al cobro de indemnizaciones, como beneficiarios de la “ley reparatoria” N° 24.411. La suma promedio, actualizada a octubre de 2018, de cada una de las nueve indemnizaciones pagadas hasta ahora, asciende a más de 5.500.000 pesos. Como contrapartida, los padres que sobreviven a aquellos hijos que murieron defendiendo el cuartel cobran una pensión mensual de unos 5000 pesos promedio.
En la CABA, el Parque de la Memoria – Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, “homenajea y recuerda” a los guerrilleros abatidos en el ataque y proclama que “murieron combatiendo por ideales de justicia y equidad”. Para decirlo claramente: el Estado argentino y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires llevan muchos años haciendo apología del terrorismo, y lo mismo sucede en otras provincias y ciudades de todo el país. Este despropósito debe cesar inmediatamente y la Justicia establecer si constituye delito y castigar a quienes eventualmente lo cometieron.
Adicionalmente, el gobierno nacional continúa faltando a su obligación de recordar y honrar a quienes fueron víctimas del terrorismo, y dar consuelo y resarcimiento a sus familiares. Tampoco admite ya más demora que el Estado dé cuenta acabada y precisa de los más de casi 76.000.000.000 de pesos, calculados a moneda de octubre de 2018, pagados sin control en decenas de miles de indemnizaciones, y también acerca de las pensiones graciables, otorgadas de manera igualmente opaca, en el marco de las llamadas “leyes reparatorias” vigentes, ninguna de ellas prevista para los héroes ni familiares de quienes entregaron sus vidas o sufrieron daños de todo tipo en la defensa de la Argentina durante la guerra revolucionaria de los 70.
PrisioneroEnArgentina.com
JOSE D’ ANGELO: “Sigue hablándose de 30 mil desaparecidos por una cuestión de pesos”
JOSE D’ANGELO Y EL NEGOCIO DE LOS DESAPARECIDOS
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CONTINUA MINTIENDO TUS MUERTOS
El autor del libro Mentirás Tus Muertos que destruye el mito de los treinta mil desaparecidos, José D´Angelo, afirmó que las organizaciones de derechos humanos y el kirchnerismo continúan diciendo que hubo 30 mil desaparecidos durante la dictadura “por una cuestión de pesos” ya que cada indemnización fue de “aproximadamente 200 mil dólares”.
“Cuando algunos funcionarios dicen que los 30 mil son un símbolo, yo digo que, lamentablemente, si son un símbolo, son un símbolo que es el símbolo pesos. El kirchnerismo ha reconocido que hasta el año 2007 se pagaron casi 2 mil millones de dólares sin ningún control”.
“Falta saber cuánto se pagó después. Ahora, siendo el macrismo el administrador de la cosa pública, creo que debería transparentar hacia dónde fue todo ese dinero. También debería abrir al público los archivos de los derechos humanos”, agregó D´Angelo.
En su opinión, el kirchnerismo también usó el número de los 30 mil para “contribuir al relato respecto a lo que pasó en los Setenta”.
Esta semana, el gobierno dio a conocer un informe elaborado por el kirchnerismo antes de dejar el poder, en noviembre de 1975, en la que señalaba que durante la dictadura hubo 6.348 desaparecidos y 952 “asesinatos”, 7.300 víctimas, en total.
D´Angelo sostuvo que en ese nuevo listado hay “casos irregulares que yo denunciaba en mi libro que ya no están más siendo que habían sido introducidos por el kirchnerismo en 2006”, en otra revisión de los listados originales de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas.
Puso como ejemplo el caso de Pedro Alberto Sabao, que figuraba como “víctima de ejecución sumaria” a pesar de que la revista Evita Montonera había publicado en 1975 que un pelotón de ese grupo guerrillero “ejecutó al traidor y delator de compañeros, Pedro Sabao, que al intentar huir cayó al río Paraná”.
Según esos registros, los familiares de Sabao habrían cobrado una indemnización como víctima del terrorismo de Estado.
“Pero, hay casos irregulares que todavía siguen estando, como el caso de Nora Lía Marquardt”, que figura como asesinada en Córdoba, también en 1975, a pesar de que la revista Estrella Roja, del Ejército Revolucionario del Pueblo, publicó “en su número 67, de diciembre de 1975, página 29, que murió combatiendo heroicamente” contra la policía cuando un pelotón intentó “expropiar el dinero” de un camión que transportaba caudales.
“Todo esto tiene que ser investigado por las nuevas autoridades”, sostuvo fiermemente José D’Angelo.
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DESCUBRIENDO MENTIRAS DE LA MENTIRA
Por Claudio Kussman
En Bahía Blanca, Argentina, entre el 24 y 26 de Abril de 1976 aparecen 2 mujeres veterinarias (madre e hija) cruelmente asesinadas mediante disparos de arma de fuego, puñaladas y golpes de martillo, en su domicilio de la calle Irigoyen 314. Siendo esposa (separada) e hija de un ex gobernador de una provincia del sur Argentino, de apellido Solana. En una pared de la sala de la casa habían pintado con aerosol un “grafiti” haciendo referencia a una venganza política y era rubricado por un grupo extremista de derecha, cuyas siglas no recuerdo. Como tantas veces me constituí en el lugar y al retirarme observé que sobre un escritorio, las víctimas habían depositado alguna pulsera, cadenitas y anillos. Todo de oro, como era costumbre usar en ese entonces, ya que casi no existían arrebatadores. Era un detalle realmente discordante, los grupos que participaban en esa guerra fratricida en los años 70, asesinaban y robaban. Eran verdaderos carroñeros. Formamos un pequeño equipo de trabajo y así durante días inspeccionamos el inmueble centímetro a centímetro. En esa época no existían los medios, y equipos tecnológicos de hoy. En el lugar no había huellas, ni manchas y los vecinos del barrio o de medianeras (casas pegadas) no habían visto o escuchado algo que nos orientara. Sí en diferentes muebles comenzaron a aparecer numerosas aparte de gran cantidad de joyas, cartas amorosas de los últimos años, dirigidas a la menor de las víctimas. Evidenciaban en su remitente, el abogado Gustavo Kraiselburd una personalidad obsesiva. También detectamos en una de ellas un error ortográfico, repetido en el grafiti. Estábamos encaminados y con tanta correspondencia íntima, leída “conectados” con su autor. Rastreamos al mismo en Bahía Blanca sin éxito, luego con 2 oficiales mas en la ciudad de La Plata ya que era familiar de los dueños del Diario El Día de esa ciudad. Esa familia había sido víctima del terrorismo y 2 de sus miembros asesinados. El más cruento fue el secuestro y muerte de David, un bebé de 2 meses de edad, ocurrido en julio de 1974 a manos de quienes hoy dicen haber sido “una juventud maravillosa”. Posteriormente continuamos en Buenos Aires. En migraciones luego de varios días, hallamos entre millares de pequeños formularios sueltos de ingreso al país, (no existían las computadoras) que el nombrado había viajado desde EEUU donde residía a Uruguay y de allí ingresado con el vapor de La Carrera. Así en Bahía Blanca habría dado muerte primeramente a Sila Emer Peralta Bergna de Solana y posteriormente a su hija Alicia Lía Solana. Para ello como mínimo se había equipado con movilidad, guantes, aerosol de pintura, martillo, cuchillo y un arma de puño presuntamente con silenciador. Mediante tomas fotográficas de la pared escrita se peritó la caligrafía con la de las cartas, estableciéndose que habían sido escritas por la misma persona. Kraiselburd hábilmente eludió la justicia durante 10 años hasta que finalmente en 1986, fue extraditado desde EEUU, juzgado y condenado. Yo no lo conocí personalmente, ya que en 1979 continué prestando servicio en el Gran Buenos Aires. Sé que luego de cumplir varios años de prisión, en la cárcel de Marcos Paz (ironía de la vida), ejerce su profesión de abogado en la ciudad de La Plata, donde es conocido por defender algunos casos de violaciones realmente escalofriantes. Esta historia tendría que terminar en este punto, pero habiendo sido un hecho con características fuera de lo común y ocurrido en fecha próxima a la de alguna imputación que se me hizo, mi familia rastreó antecedentes en EEUU. Y así nos encontramos a 39 años de ocurrido el doble homicidio que las mentiras continúan, pero ahora desde otro sector. En la página http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/ , (Izquierda clic en BAHIA BLANCA) organismo de apoyo entre otros del Centro de Estudios Legales (CELS) del cual es presidente Horacio Verbitsky, veremos que en el puesto 44, Emer Peralta Bergna de Solana figura como víctima de la represión de estado y no de un hecho delictivo pasional calamitoso. Las conclusiones las dejo para que la elabore todo aquél que lea estas líneas. Son un buen ejemplo de “El Relato” Argentino.
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