Haití y la República Dominicana comparten la isla caribeña de La Española; sin embargo, comparten historias, culturas y trayectorias económicas distintas. A pesar de su proximidad geográfica, estas dos naciones están marcadas por diferentes legados coloniales, idiomas y estructuras sociales. Comprender sus diferencias permite comprender cómo las influencias históricas han moldeado sus realidades actuales.
Haiti
Una de las distinciones más significativas entre Haití y la República Dominicana reside en su historia colonial. Haití fue colonizado por Francia, mientras que la República Dominicana estuvo bajo dominio español. Los franceses se centraron principalmente en las plantaciones de azúcar, dependiendo en gran medida de la mano de obra esclava africana, mientras que los colonos españoles se dedicaron a la ganadería y la agricultura a pequeña escala. Estas diferencias económicas influyeron en sus jerarquías sociales.
Haití se convirtió en la primera república negra independiente en 1804, tras la Revolución Haitiana, el único levantamiento de esclavos exitoso que estableció una nueva nación. La República Dominicana se independizó posteriormente, primero de España en 1821 y, tras la ocupación haitiana, obtuvo plena soberanía en 1844. La revolución haitiana condujo a la destrucción de su infraestructura colonial, mientras que la República Dominicana mantuvo vínculos más estrechos con España y otras influencias europeas.
El idioma es otra distinción importante. En Haití se habla criollo haitiano y francés, mientras que el español es el idioma oficial de la República Dominicana. Estas diferencias lingüísticas reflejan su pasado colonial e influyen en la forma en que sus ciudadanos interactúan con el resto del mundo.
República Dominicana
Culturalmente, Haití posee fuertes tradiciones africanas y vudú, que combinan elementos de la espiritualidad de África Occidental con el catolicismo. La República Dominicana tiene una mezcla de influencias españolas, africanas y taínas, siendo el catolicismo la religión dominante. La cultura dominicana es conocida por su merengue y bachata, mientras que Haití posee una rica tradición de compas y rara.
A pesar de compartir la isla, Haití es significativamente más pobre que la República Dominicana. El PIB per cápita de Haití es mucho menor y el país enfrenta frecuentes desafíos como inestabilidad política, desastres naturales e infraestructuras inadecuadas. La República Dominicana cuenta con una economía más sólida, con un sector turístico, agrícola e industrial próspero.
La República Dominicana atrae inversiones internacionales y mantiene un sistema de transporte y salud mejor desarrollado, mientras que Haití enfrenta recursos limitados y problemas de gobernanza. Las disparidades en educación y empleo llevan a muchos haitianos a buscar trabajo en la República Dominicana, donde enfrentan discriminación y dificultades para integrarse.
La frontera compartida entre Haití y la República Dominicana suele ser un punto de tensión. El gobierno dominicano ha promulgado estrictas políticas migratorias, deportando a muchos migrantes haitianos. Los problemas relacionados con la seguridad fronteriza, el racismo y la disparidad económica alimentan los debates actuales entre ambas naciones.
Si bien Haití y la República Dominicana son países vecinos, sus historias coloniales, idiomas, economías y estructuras sociales han forjado realidades muy diferentes. Sus trayectorias únicas ofrecen perspectivas sobre cómo la historia influye en el desarrollo moderno.
Predecir el colapso de un país es como leer entre líneas la historia, la economía y la política. Sin embargo, algunas naciones caminan sobre hielo delgado, donde incluso una pequeña carga adicional podría llevarlas a la ruina. En este artículo, exploraremos 10 países que enfrentan graves riesgos que podrían ponerlos al borde del colapso en los próximos años. Algunos de ellos podrían ser sorpresa.
1. Líbano: un país donde ya nada funciona Aclamado alguna vez como la “Suiza de Oriente Medio”, Líbano se encuentra ahora en un caos económico absoluto. La hiperinflación, el colapso de la moneda y la corrupción política han puesto al estado de rodillas. Los ciudadanos comunes luchan por satisfacer necesidades básicas como alimentos y combustible.
¿Puede Líbano aún salvarse, o seguirá el destino de las naciones que se fragmentaron en entidades más pequeñas?
2. Afganistán: aislamiento y hambre de los talibanes Desde que los talibanes recuperaron el poder, Afganistán se ha hundido en el aislamiento internacional. Su economía se está derrumbando, la gente se muere de hambre y las organizaciones humanitarias no pueden satisfacer las necesidades abrumadoras.
Si la situación no mejora, el Estado corre el riesgo de fragmentarse en territorios controlados por facciones armadas.
3. Haití: De la libertad a una nación gobernada por pandillas Haití lleva años lidiando con una crisis. Sin un gobierno que funcione, las pandillas armadas dominan las ciudades.
Si a eso se suman desastres naturales como terremotos y huracanes, tenemos una receta para el colapso total. ¿Podrá Haití resurgir alguna vez?
4. Sudán: Una nación en conflicto perpetuo La guerra civil de Sudán entre el ejército y las milicias está desembocando en una catástrofe. Miles de personas han muerto, millones han sido desplazadas y la hambruna se cierne sobre ellas.
Si el conflicto continúa, Sudán podría desintegrarse en regiones más pequeñas controladas por caudillos locales.
5. Venezuela: De la riqueza a la miseria Venezuela, que alberga algunas de las mayores reservas de petróleo del mundo, lleva años en caída libre. La hiperinflación, la escasez de alimentos y la emigración masiva han devastado la nación.
¿Podría caer el régimen de Nicolás Maduro o Venezuela permanecerá atrapada en este “colapso congelado” durante décadas?
6. Myanmar: un golpe que aplastó la esperanza El golpe militar de 2021 sumió a Myanmar en el caos. Las protestas, los levantamientos y los conflictos étnicos se han convertido en la norma.
Si la junta militar no cede el poder, el país corre el riesgo de dividirse en regiones en guerra.
7. Yemen: una nación donde la supervivencia es una batalla Yemen es el epítome del desastre. Su guerra civil entre los rebeldes hutíes y el gobierno reconocido internacionalmente ha durado años.
Millones de personas padecen hambre y enfermedades. Si el conflicto no se resuelve, Yemen podría desaparecer por completo como estado funcional.
8. Corea del Norte: tras la cortina del aislamiento El régimen de Kim Jong Un parece sólido, pero ¿y si no lo es? Las sanciones económicas, la hambruna y una posible lucha de poder después de su muerte podrían conducir a un colapso inesperado.
Si eso sucede, el caos podría ser inimaginable.
9. Pakistán: luchando contra tormentas económicas y políticas Pakistán está lidiando con una crisis económica profundizada por las deudas y la inestabilidad política.
El extremismo, la corrupción y el empeoramiento de las relaciones con los vecinos podrían debilitar al país hasta el punto de perder el control sobre sus regiones.
10. Somalia: un colapso que nunca terminó Somalia ha sido un estado fallido durante décadas. El grupo terrorista Al-Shabaab todavía controla grandes franjas de territorio, mientras que el gobierno central sigue siendo débil.
Sin un apoyo internacional mínimo, la desintegración total parece inevitable.
¿Por qué los países colapsan la mayor parte del tiempo? Normalmente, el colapso de un estado siempre es el resultado de una combinación de factores:
Inestabilidad económica: hiperinflación, deudas abrumadoras o escasez de recursos. Corrupción política: gobiernos débiles incapaces de abordar las crisis. Conflictos civiles: guerras, tensiones étnicas o levantamientos regionales. Cambio climático: empeoramiento de las condiciones, desastres naturales y agotamiento de los recursos. Aislamiento internacional: sanciones o pérdida de apoyo extranjero.
El principal experto de la ONU en derechos humanos en Haití advirtió que las condiciones humanitarias en el país caribeño se están deteriorando rápidamente y podrían llegar a ser “como Somalia en sus peores tiempos”, en medio de la escalada de violencia de las pandillas y de la inestabilidad política.
“Francamente, a estas alturas me estoy quedando sin palabras”, afirmó recientemente el observador de derechos humanos William O’Neill ante el organismo. “Es apocalíptico, es como el fin de los tiempos”, continuó. “Hay un nivel de intensidad y crueldad en la violencia que simplemente no tiene precedentes en mi experiencia en Haití”, señaló.
“Conozco a alguien que perdió a la mitad de su familia a manos de los escuadrones de ejecución del dictador François Duvalier y dijo que nunca lo había visto tan mal. Tíos, primos, hermanos asesinados y ella dijo que nunca había estado tan mal”, relató.
El experto estadounidense trabajó anteriormente en crisis humanitarias en países como Ruanda, Sierra Leona, Bosnia- Herzegovina y Nepal. “Aquí creo que la diferencia es que el Estado está prácticamente ausente”, afirmó. “No hay Estado y es casi como un mundo hobbesiano donde realmente sobreviven los más aptos […] y desafortunadamente los más aptos en este momento son las pandillas”, expresó.
En ese contexto, miles de personas han huido de la capital, Puerto Príncipe, controlada en un 90% por las bandas criminales. Sin embargo, O’Neill teme que la violencia pronto afecte al resto del país, provocando un éxodo masivo de haitianos a la vecina República Dominicana o a EE.UU. “Si todo se vuelve un infierno y se extiende desde Puerto Príncipe hacia el campo, mucha gente se subirá a barcas”, vaticinó.
Por otra parte, criticó a Washington por no tomar medidas enérgicas contra el contrabando de armas estadounidenses desde Florida a puertos haitianos. “Me sorprende que no se puedan llevar alimentos o medicinas a Haití, pero aun así llegan armas y balas”, manifestó.
“No puedo creer que mi Gobierno no pueda inspeccionar esos barcos que parten del río Miami y sacar todos los rifles y balas, porque Haití no produce armas ni balas”, aseveró O’Neill. “Si las pandillas no tienen sus armas ni sus balas, pierden todo su poder”, concluyó.
Haití está sumida en una crisis de gobernabilidad que ha venido escalando desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021. El país declaró el estado de emergencia el 3 de marzo, después de que el peligroso líder criminal Jimmy ‘Barbecue’ Cherizier llamase a los grupos criminales a unirse y derrocar al primer ministro Ariel Henry, quien anunció días después su dimisión.
Dictador de Haití de 1957 a 1971, Duvalier -apodado ‘Papa Doc’ por sus considerables conocimientos en el campo médico- fue sin duda una de las figuras dictatoriales más extravagantes e inestables del siglo XX, alternando, a lo largo de su carrera, momentos de total locura a otros de brillante lucidez.
Nacido en Puerto Príncipe, estudió Salud Pública en la Universidad de Michigan becado. Al regresar a su tierra natal en 1944, gracias a los conocimientos adquiridos en el campo médico pudo curar una de las plagas sanitarias más extendidas en el país, el pian, mediante la eficaz difusión de la penicilina. De allí se ganó -además de la enorme confianza y agradecimiento de su pueblo- el sobrenombre de ‘Papa Doc’.
Al frente del movimiento noirista, se convirtió primero en presidente y luego en dictador de Haití a partir de 1957. Su ideología se basaba en la reafirmación de las raíces africanas del país, todo ello aderezado con una amplia mezcla de nacionalismo, populismo y anticomunismo.
La extravagancia de Papa Doc, sin embargo, comenzó en 1959, cuando el dictador entró en estado de coma a raíz de la diabetes asfixiante que le aquejaba desde hacía años: atendido por sus financieros americanos en la base de Guantánamo, una vez de regreso a territorio haitiano cambió drásticamente su figura: empezó a ser inalcanzable para la mayoría de la población, aparecía en público sólo escoltado por su milicia privada personal (que alcanzaba dimensiones incluso mayores que las del ejército) y vestido como la principal deidad del folklore haitiano (sombrero de copa, bastón y esmoquin): Barón Samedi, tanto es así que la población haitiana, generalmente poco alfabetizada y educada, creía que Papa Doc era su reencarnación que venía a la tierra, y desde ese día el dictador dejó de serlo y se convirtió en un verdadero dios para haitianos.
Sin embargo, el culto religioso a su figura sólo le causó problemas fuera de sus fronteras: el Vaticano lo excomulgó (Haití era un país predominantemente católico), las relaciones con Estados Unidos se deterioraron y Kennedy se burló públicamente de él en varias ocasiones. El nuevo presidente estadounidense fue, por tanto, objeto de prácticas vudú (un rasgo muy característico de la figura de Duvalier) llevadas a cabo por el dictador haitiano, quien mientras tanto procedió a internar y/o fusilar a todos sus oponentes políticos (que decían a su pueblo que eran capaces de transformarse en ‘zombis’).
Por último, cabe señalar -precisamente en lo que respecta a las tensiones con Kennedy- que Duvalier se declaró culpable del instigador del asesinato del ex presidente estadounidense, que no fue casualidad que muriera el 22 de noviembre (el 22 era también el número favorito de Papa Doc). como el aniversario de su primer nombramiento como presidente de Haití). De esta manera logró convencer a su pueblo de que cualquiera que obstaculizara sus intenciones estaba destinado a morir.
Duvalier murió (irónicamente) el 21 de abril de 1971 en Puerto Príncipe, de insuficiencia cardíaca; Le sucedió su hijo, Jean-Claude, apodado “Baby Doc”.
¿Alguien quiere visitar las Siete Maravillas del Mundo originales? Desafortunadamente, nose puede, porque ya solo existe uno de ellos. La lista original, a veces llamada Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, proviene de un 225 a.E.C. El trabajo de Philo de Bizancio se titula On The Seven Wonders. El único sitio que sigue en pie es la Gran Pirámide de Giza. La estatua de Zeus en Olimpia, el templo de Artemisa en Éfeso, el mausoleo de Halicarnaso, los jardines de Babilonia, el coloso de Rodas (que inspiró la estatua de la libertad) y el faro de Alejandría.
Dos Mundos
♦
Haití y la República Dominicana comparten la isla caribeña de La Española; sin embargo, comparten historias, culturas y trayectorias económicas distintas. A pesar de su proximidad geográfica, estas dos naciones están marcadas por diferentes legados coloniales, idiomas y estructuras sociales. Comprender sus diferencias permite comprender cómo las influencias históricas han moldeado sus realidades actuales.
Una de las distinciones más significativas entre Haití y la República Dominicana reside en su historia colonial. Haití fue colonizado por Francia, mientras que la República Dominicana estuvo bajo dominio español. Los franceses se centraron principalmente en las plantaciones de azúcar, dependiendo en gran medida de la mano de obra esclava africana, mientras que los colonos españoles se dedicaron a la ganadería y la agricultura a pequeña escala. Estas diferencias económicas influyeron en sus jerarquías sociales.
Haití se convirtió en la primera república negra independiente en 1804, tras la Revolución Haitiana, el único levantamiento de esclavos exitoso que estableció una nueva nación. La República Dominicana se independizó posteriormente, primero de España en 1821 y, tras la ocupación haitiana, obtuvo plena soberanía en 1844. La revolución haitiana condujo a la destrucción de su infraestructura colonial, mientras que la República Dominicana mantuvo vínculos más estrechos con España y otras influencias europeas.
El idioma es otra distinción importante. En Haití se habla criollo haitiano y francés, mientras que el español es el idioma oficial de la República Dominicana. Estas diferencias lingüísticas reflejan su pasado colonial e influyen en la forma en que sus ciudadanos interactúan con el resto del mundo.
Culturalmente, Haití posee fuertes tradiciones africanas y vudú, que combinan elementos de la espiritualidad de África Occidental con el catolicismo. La República Dominicana tiene una mezcla de influencias españolas, africanas y taínas, siendo el catolicismo la religión dominante. La cultura dominicana es conocida por su merengue y bachata, mientras que Haití posee una rica tradición de compas y rara.
A pesar de compartir la isla, Haití es significativamente más pobre que la República Dominicana. El PIB per cápita de Haití es mucho menor y el país enfrenta frecuentes desafíos como inestabilidad política, desastres naturales e infraestructuras inadecuadas. La República Dominicana cuenta con una economía más sólida, con un sector turístico, agrícola e industrial próspero.
La República Dominicana atrae inversiones internacionales y mantiene un sistema de transporte y salud mejor desarrollado, mientras que Haití enfrenta recursos limitados y problemas de gobernanza. Las disparidades en educación y empleo llevan a muchos haitianos a buscar trabajo en la República Dominicana, donde enfrentan discriminación y dificultades para integrarse.
La frontera compartida entre Haití y la República Dominicana suele ser un punto de tensión. El gobierno dominicano ha promulgado estrictas políticas migratorias, deportando a muchos migrantes haitianos. Los problemas relacionados con la seguridad fronteriza, el racismo y la disparidad económica alimentan los debates actuales entre ambas naciones.
Si bien Haití y la República Dominicana son países vecinos, sus historias coloniales, idiomas, economías y estructuras sociales han forjado realidades muy diferentes. Sus trayectorias únicas ofrecen perspectivas sobre cómo la historia influye en el desarrollo moderno.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 9, 2025
Países que podrían colapsar
◘
Predecir el colapso de un país es como leer entre líneas la historia, la economía y la política. Sin embargo, algunas naciones caminan sobre hielo delgado, donde incluso una pequeña carga adicional podría llevarlas a la ruina. En este artículo, exploraremos 10 países que enfrentan graves riesgos que podrían ponerlos al borde del colapso en los próximos años. Algunos de ellos podrían ser sorpresa.
1. Líbano: un país donde ya nada funciona
Aclamado alguna vez como la “Suiza de Oriente Medio”, Líbano se encuentra ahora en un caos económico absoluto. La hiperinflación, el colapso de la moneda y la corrupción política han puesto al estado de rodillas. Los ciudadanos comunes luchan por satisfacer necesidades básicas como alimentos y combustible.
¿Puede Líbano aún salvarse, o seguirá el destino de las naciones que se fragmentaron en entidades más pequeñas?
2. Afganistán: aislamiento y hambre de los talibanes
Desde que los talibanes recuperaron el poder, Afganistán se ha hundido en el aislamiento internacional. Su economía se está derrumbando, la gente se muere de hambre y las organizaciones humanitarias no pueden satisfacer las necesidades abrumadoras.
Si la situación no mejora, el Estado corre el riesgo de fragmentarse en territorios controlados por facciones armadas.
3. Haití: De la libertad a una nación gobernada por pandillas
Haití lleva años lidiando con una crisis. Sin un gobierno que funcione, las pandillas armadas dominan las ciudades.
Si a eso se suman desastres naturales como terremotos y huracanes, tenemos una receta para el colapso total. ¿Podrá Haití resurgir alguna vez?
4. Sudán: Una nación en conflicto perpetuo
La guerra civil de Sudán entre el ejército y las milicias está desembocando en una catástrofe. Miles de personas han muerto, millones han sido desplazadas y la hambruna se cierne sobre ellas.
Si el conflicto continúa, Sudán podría desintegrarse en regiones más pequeñas controladas por caudillos locales.
5. Venezuela: De la riqueza a la miseria
Venezuela, que alberga algunas de las mayores reservas de petróleo del mundo, lleva años en caída libre. La hiperinflación, la escasez de alimentos y la emigración masiva han devastado la nación.
¿Podría caer el régimen de Nicolás Maduro o Venezuela permanecerá atrapada en este “colapso congelado” durante décadas?
6. Myanmar: un golpe que aplastó la esperanza
El golpe militar de 2021 sumió a Myanmar en el caos. Las protestas, los levantamientos y los conflictos étnicos se han convertido en la norma.
Si la junta militar no cede el poder, el país corre el riesgo de dividirse en regiones en guerra.
7. Yemen: una nación donde la supervivencia es una batalla
Yemen es el epítome del desastre. Su guerra civil entre los rebeldes hutíes y el gobierno reconocido internacionalmente ha durado años.
Millones de personas padecen hambre y enfermedades. Si el conflicto no se resuelve, Yemen podría desaparecer por completo como estado funcional.
8. Corea del Norte: tras la cortina del aislamiento
El régimen de Kim Jong Un parece sólido, pero ¿y si no lo es? Las sanciones económicas, la hambruna y una posible lucha de poder después de su muerte podrían conducir a un colapso inesperado.
Si eso sucede, el caos podría ser inimaginable.
9. Pakistán: luchando contra tormentas económicas y políticas
Pakistán está lidiando con una crisis económica profundizada por las deudas y la inestabilidad política.
El extremismo, la corrupción y el empeoramiento de las relaciones con los vecinos podrían debilitar al país hasta el punto de perder el control sobre sus regiones.
10. Somalia: un colapso que nunca terminó
Somalia ha sido un estado fallido durante décadas. El grupo terrorista Al-Shabaab todavía controla grandes franjas de territorio, mientras que el gobierno central sigue siendo débil.
Sin un apoyo internacional mínimo, la desintegración total parece inevitable.
¿Por qué los países colapsan la mayor parte del tiempo?
Normalmente, el colapso de un estado siempre es el resultado de una combinación de factores:
Inestabilidad económica: hiperinflación, deudas abrumadoras o escasez de recursos.
Corrupción política: gobiernos débiles incapaces de abordar las crisis.
Conflictos civiles: guerras, tensiones étnicas o levantamientos regionales.
Cambio climático: empeoramiento de las condiciones, desastres naturales y agotamiento de los recursos.
Aislamiento internacional: sanciones o pérdida de apoyo extranjero.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 27, 2024
Situación apocalíptica en Haití
◘
“Francamente, a estas alturas me estoy quedando sin palabras”, afirmó recientemente el observador de derechos humanos William O’Neill ante el organismo. “Es apocalíptico, es como el fin de los tiempos”, continuó. “Hay un nivel de intensidad y crueldad en la violencia que simplemente no tiene precedentes en mi experiencia en Haití”, señaló.
“Conozco a alguien que perdió a la mitad de su familia a manos de los escuadrones de ejecución del dictador François Duvalier y dijo que nunca lo había visto tan mal. Tíos, primos, hermanos asesinados y ella dijo que nunca había estado tan mal”, relató.
En ese contexto, miles de personas han huido de la capital, Puerto Príncipe, controlada en un 90% por las bandas criminales. Sin embargo, O’Neill teme que la violencia pronto afecte al resto del país, provocando un éxodo masivo de haitianos a la vecina República Dominicana o a EE.UU. “Si todo se vuelve un infierno y se extiende desde Puerto Príncipe hacia el campo, mucha gente se subirá a barcas”, vaticinó.
Por otra parte, criticó a Washington por no tomar medidas enérgicas contra el contrabando de armas estadounidenses desde Florida a puertos haitianos. “Me sorprende que no se puedan llevar alimentos o medicinas a Haití, pero aun así llegan armas y balas”, manifestó.
“No puedo creer que mi Gobierno no pueda inspeccionar esos barcos que parten del río Miami y sacar todos los rifles y balas, porque Haití no produce armas ni balas”, aseveró O’Neill. “Si las pandillas no tienen sus armas ni sus balas, pierden todo su poder”, concluyó.
Haití está sumida en una crisis de gobernabilidad que ha venido escalando desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021. El país declaró el estado de emergencia el 3 de marzo, después de que el peligroso líder criminal Jimmy ‘Barbecue’ Cherizier llamase a los grupos criminales a unirse y derrocar al primer ministro Ariel Henry, quien anunció días después su dimisión.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 5, 2024
El dictador François ‘Papa Doc’ Duvalier
♦
Dictador de Haití de 1957 a 1971, Duvalier -apodado ‘Papa Doc’ por sus considerables conocimientos en el campo médico- fue sin duda una de las figuras dictatoriales más extravagantes e inestables del siglo XX, alternando, a lo largo de su carrera, momentos de total locura a otros de brillante lucidez.
Nacido en Puerto Príncipe, estudió Salud Pública en la Universidad de Michigan becado. Al regresar a su tierra natal en 1944, gracias a los conocimientos adquiridos en el campo médico pudo curar una de las plagas sanitarias más extendidas en el país, el pian, mediante la eficaz difusión de la penicilina. De allí se ganó -además de la enorme confianza y agradecimiento de su pueblo- el sobrenombre de ‘Papa Doc’.
La extravagancia de Papa Doc, sin embargo, comenzó en 1959, cuando el dictador entró en estado de coma a raíz de la diabetes asfixiante que le aquejaba desde hacía años: atendido por sus financieros americanos en la base de Guantánamo, una vez de regreso a territorio haitiano cambió drásticamente su figura: empezó a ser inalcanzable para la mayoría de la población, aparecía en público sólo escoltado por su milicia privada personal (que alcanzaba dimensiones incluso mayores que las del ejército) y vestido como la principal deidad del folklore haitiano (sombrero de copa, bastón y esmoquin): Barón Samedi, tanto es así que la población haitiana, generalmente poco alfabetizada y educada, creía que Papa Doc era su reencarnación que venía a la tierra, y desde ese día el dictador dejó de serlo y se convirtió en un verdadero dios para haitianos.
Sin embargo, el culto religioso a su figura sólo le causó problemas fuera de sus fronteras: el Vaticano lo excomulgó (Haití era un país predominantemente católico), las relaciones con Estados Unidos se deterioraron y Kennedy se burló públicamente de él en varias ocasiones. El nuevo presidente estadounidense fue, por tanto, objeto de prácticas vudú (un rasgo muy característico de la figura de Duvalier) llevadas a cabo por el dictador haitiano, quien mientras tanto procedió a internar y/o fusilar a todos sus oponentes políticos (que decían a su pueblo que eran capaces de transformarse en ‘zombis’).
Por último, cabe señalar -precisamente en lo que respecta a las tensiones con Kennedy- que Duvalier se declaró culpable del instigador del asesinato del ex presidente estadounidense, que no fue casualidad que muriera el 22 de noviembre (el 22 era también el número favorito de Papa Doc). como el aniversario de su primer nombramiento como presidente de Haití). De esta manera logró convencer a su pueblo de que cualquiera que obstaculizara sus intenciones estaba destinado a morir.
Duvalier murió (irónicamente) el 21 de abril de 1971 en Puerto Príncipe, de insuficiencia cardíaca; Le sucedió su hijo, Jean-Claude, apodado “Baby Doc”.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 16, 2024
Las nueva siete… ocho maravillas del mundo
¿Alguien quiere visitar las Siete Maravillas del Mundo originales? Desafortunadamente, nose puede, porque ya solo existe uno de ellos. La lista original, a veces llamada Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, proviene de un 225 a.E.C. El trabajo de Philo de Bizancio se titula On The Seven Wonders. El único sitio que sigue en pie es la Gran Pirámide de Giza. La estatua de Zeus en Olimpia, el templo de Artemisa en Éfeso, el mausoleo de Halicarnaso, los jardines de Babilonia, el coloso de Rodas (que inspiró la estatua de la libertad) y el faro de Alejandría.
Terrazas blancas y rosadas de Nueva Zelandia
Ejército de terracota, China
Borobudur Templo budista, Indonesia
Templo Angkor Wat, Cambodia
Cittadelle Laferriere, Haiti
Terrazas de arróz, Filipinas
High Dam , Egipto
Pikeville Cut-Trough USA
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 24, 2019