América y sus foráneos, una historia de amor y odio.
Por Fabian Kussman.
A América no la forjaron los inmigrantes. Todos esos nombres que descubrimos al recorrer la historia de los Estados Unidos, aquellos Washington, Jefferson, Madison, Franklyn, luego Lincoln o Ulysses S. Grant, y más adelante, aquellos Roosevelt, Eisenhower, Nixon para arribar a los Obama o Trump, parecen ser salidos de una tribu Sioux.
[ezcol_1third]
Vine a América en 1914, por la entrada de Filadelfia. Ahí es donde me bajé del bote. Y luego vine a Baltimore. Fue el lugar más hermoso que hayas visto en tu vida. ¡Había luces por todos lados! ¡Qué luces tenían! ¡Fue una celebración de luces! Pensé que eran para mí, Sam, que estaba en América. Sam estaba en América! No sabía qué día de fiesta era, pero había luces. Y caminé debajo de ellos. El cielo explotó, la gente vitoreó, ¡hubo fuegos artificiales! ¡Qué bienvenida fue, qué bienvenida!, rezaba Sam Krichinsky, uno de los personajes de la obra Avalon (Barry Levinson, 1990), dejando en claro que las palabras de John Fitzgerald Kennedy en su libro Una Nación de Inmigrantes (Poco es más extraordinario, que la decisión de migrar), no eran solo un espejismo. América recibía a los inmigrantes con los brazos abiertos y les enamoraba.
John Fitzgerald Kennedy se apoyó en los inmigrantes italianos en sus primeros pasos en política. Frecuentando bares abarrotados de ciudadanos que llegaron de la península europea, llegó -pese a su aura de niño bien- a hacerles entender que ellos y él eran distintos (En experiencias, en lenguaje, incluso en el color de la piel o rasgos de la cara), pero tenían los mismos derechos.
Pero, siempre hay una línea que se vuelve gruesa. El periodista méxico-americano Jorge Ramos aludió al título del trabajo de Kennedy con su libro Una Nación para Todos. Allí discute sobre la importancia del inmigrante latino ilegal en Estados Unidos de América. Ofrece su perspectiva de que estos -en busca de una vida mejor- hacen los trabajos que el ciudadano americano no quiere hacer y sirven a estos, sin encontrarse valorados. Ramos -quien sostiene una disputa personal con el Presidente Trump- tiende a alabar al ex Presidente Barack Obama, a mi entender, alguien que no va a dejar en su legado intervención alguna en referencia a modificar las leyes de inmigración, precisamente. En sus escritos, Ramos recuerda el caso de Michael Chertoff, Secretario de Seguridad Nacional cuando George W. Bush administraba al país. Aunque sin saberlo, el funcionario pagaba sueldo a personas indocumentadas para el aseo de su casa. Este caso fue expuesto además por el diario Washington Post, demostrando las falencias de organizaciones de control. Esto demuestra una fisura en el sistema. La seguridad no es tal y las familias indocumentadas viven en permanente estado de miedo. Si bien Barack hizo poco (o nada) para revertir la situación, el actual Presidente Trump se esfuerza por empeorar el escenario y las armas usadas suenan similares a las proclamas empleadas por los confederados cuando presionaban en contra de la abolición de la esclavitud. El método era los Negroes (afroamericanos) se apoderarán de nuestros trabajos y desposarán a nuestras blancas hijas. El último punto, matrimonios entre hispanos y americanos ya ha sucedido. El primer argumento fue devastado por el comediante Stephen Colbert, quien certificó y experimentó el duro trabajo de los indocumentados. El departamento de Agricultura solicitó los servicios de trabajadores americanos para recolectar cosecha en California. Solo siete ciudadanos “legales” se inscribieron. Solo uno se presentó a prestar su mano de obra. Colbert reporto los pormenores ante una audiencia en el Congreso.
América no creció gracias a extranjeros. Por eso ningún científico admira a Einstein, ni un solo cowboy usa vaqueros Levi, no hay periodista alguno que quiera ganar el premio Pulitzer, todo diseñador de modas detesta a Oscar de la Renta y nadie agradece a Jan Koum o a su creación WhatsApp. Bueno, esto último puede que tenga algo de cierto…
A menos de siete días para abandonar la oficina oval de la Casa Blanca en Washington, Barack Obama sorprende con una chocante medida.
En una de sus últimas iniciativas de política exterior, el presidente Barack Obama afirmó que puso fin a la política de “pies húmedos y pies secos” que ha permitido a los cubanos llegar a suelo estadounidense para ser automáticamente elegibles para la residencia en Estados Unidos, mientras que los interceptados en el mar son enviados de retorno a la isla. En una declaración emitida por la Casa Blanca, Obama dijo que, de inmediato, los inmigrantes cubanos ahora serán tratados “de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países”. La política, puesta en práctica por el gobierno de Clinton en 1996, alteró el estatus migratorio especial de los cubanos desde los años 1960, que habían enviado cientos de miles a través del Estrecho de la Florida, a menudo en barcos precarios o balsas hechas en casa. Una nueva avalancha de emigrantes ha intentado abandonar la isla por vía marítima desde que las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba se renovaron en julio de 2015, y muchos temían que sería su última oportunidad de obtener automáticamente el estatus legal en los Estados Unidos.
Cuba se ha quejado desde hace tiempo de esta política, diciendo que fomenta el tráfico ilegal y pone en peligro las vidas de aquellos que utilizan embarcaciones no aptas para una adecuada navegación. Funcionarios diplomáticos estadounidenses y cubanos han mantenido conversaciones esta semana en Washington sobre “la trata de personas”, una de varias vías de negociación bilaterales creadas a raíz de la normalización diplomática. El Departamento de Seguridad Nacional ha sido instruido para implementar la política que comienza el día de hoy.
La Casa Blanca también dijo que estaba poniendo fin al programa que autorizaba a médicas cubanos a venir a vivir a los Estados Unidos y rendir equivalencias de sus carreras y ejercer en el país.
“Estados Unidos y Cuba están trabajando juntos para combatir enfermedades que ponen en peligro la salud y la vida de nuestra gente. Al otorgar un trato preferencial al personal médico cubano, el programa de libertad condicional contra la medicina contradice esos esfuerzos y corre el riesgo de dañar al pueblo cubano “, dijo el presidente.
La republicana del Sur de la Florida, Ileana Ros-Lehtinen, se opuso a la reducción del programa de libertad condicional para médicos. El gobierno de Obama, dijo, “ha negociado pie húmedo / pie seco para la eliminación de un importante programa que estaba socavando el régimen de Castro, proporcionando una salida para los médicos cubanos para buscar la libertad de trabajo que en Cuba es forzado y que sólo beneficia a un régimen opresivo”.
Un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional dijo que una lotería de inmigración que permita que por lo menos 20.000 cubanos emigren a los Estados Unidos legalmente cada año seguiría en vigor. El programa de reunificación familiar cubano, que permite a los residentes legales en los Estados Unidos solicitar a familiares para unirse a ellos, también continuará.
En el último año, un número récord de inmigrantes cubanos se han beneficiado con la política especial de Estados Unidos que permite a los cubanos que llegan a territorio de los Estados Unidos a permanecer y pedir asilo político. Los cubanos que son recogidos en el mar son generalmente enviados de vuelta a la isla a menos que puedan hacer un caso que se enfrentarían a la persecución política a su regreso. El año pasado, más de 51.000 cubanos llegaron a puntos fronterizos de Estados Unidos o por vía marítima sin visas, según cifras oficiales. En conjunción con la Ley de Ajuste Cubano, la política de pies húmedos y pies secos ha permitido a los cubanos llegar al territorio de los Estados Unidos sin visas apropiadas para obtener residencia permanente y tarjetas verdes después de haber estado en los Estados Unidos durante un año y un día. La reglamentación de El pie húmedo y el pie seco han llegado a ser entendidos como que cualquier cubano que llegue al territorio de Estados Unidos sería admitido legalmente. Ahora este cambio coloca a los cubanos en la misma categoría que cualquier otro ciudadano de cualquier otro país en la tierra. De todas formas, aquellos ciudadanos cubanos que arriben por puertos legales, podrán solicitar asilo político y correjir su situación reglamentariamente.
Antes de la crisis de los balseros de 1994, los cubanos recogidos en el mar fueron llevados a los Estados Unidos. En un esfuerzo por poner fin al éxodo, el ex presidente Bill Clinton ordenó a la Guardia Costera de los Estados Unidos que los interceptara en el mar, para retornarlos a Cuba. La nueva política también se aplicaría a los ciudadanos cubanos que también tienen pasaportes españoles. Muchos de ellos han llegado a los Estados Unidos aprovechando un programa de exención de visado que se aplica a los ciudadanos de los países de la Unión Europea. Ahora tampoco podrán utilizar ese tipo de vías.
“Desde que asumí el cargo, hemos puesto a la comunidad cubanoamericana en el centro de nuestras políticas”, dijo Obama. “Con este cambio, seguiremos recibiendo a los cubanos mientras acogemos a inmigrantes de otras naciones, de acuerdo con nuestras leyes”.
En los últimos años, desde que Cuba liberalizó su política de inmigración para permitir a sus ciudadanos permanecer fuera del país durante dos años sin perder ningún beneficio de su ciudadanía cubana, algunos migrantes se han aprovechado de este sistema para ir y venir libremente después de ser ajustados en Estados Unidos, reclamando beneficios de ambos países.
Algunos miembros del Congreso del Sur de la Florida han criticado esta puerta giratoria, pero el alcalde de Miami Tomás Regalado, un exiliado cubano, criticó a Obama por darle a Castro un regalo de despedida. “Esto es sólo un regalo que va de parte de Obama a Raúl Castro”, dijo Regalado, quien no cree que el final de la política (Pie húmedo, pie seco) retrasará el flujo de cubanos que vienen a Estados Unidos. Todo lo que hace, en su opinión, es poner en tela de juicio el proceso. La pregunta ahora es qué pasará cuando los cubanos lleguen a cayos de Florida y crucen la frontera. Hay nutridos informes sobre ciudadanos cubanos que han vendido todas sus pertenencias y entendiendo que la ley sigue en curso, ahora se encuentran camino a Estados Unidos, quien les recibirá con una desagradable sorpresa.
Funcionarios estadounidenses dijeron que Estados Unidos y Cuba habían estado negociando el cambio con Cuba durante varios meses. Cuba y Estados Unidos convocaron una reunión en Washington hoy, para discutir los esfuerzos para combatir la trata de personas. Esta es su cuarta reunión sobre el tema. Diálogos sobre diversos temas de interés mutuo han estado en marcha con Cuba desde que Obama y el líder cubano Raúl Castro anunciaron el 17 de diciembre de 2014 que los dos países renovarán las relaciones diplomáticas y trabajarán por la normalización de su problemática relación.
El presidente Obama señalo que durante su administración se llevaron a cabo esfuerzos para mejorar la calidad de vida de los cubanos dentro de ese país mediante la provisión de información y conexiones con el resto del mundo, sosteniendo que tales mesuras consiguen que los ciudadanos de la isla puedan disfrutar de prosperidad, perseguir sus sueños, realizar reformas y determinar su propio destino. “El futuro de Cuba debe estar en manos de los cubanos”, sentenció Obama, quien seguramente, se olvidó de las Damas de Blanco y los Presos Políticos quienes no podrán acordar su porvenir.
El mundo hispano (Donde es prominente el cubano) en Florida se decantó por Donald Trump en las últimas elecciones. ¿Es la revancha el placer de los dioses?
AMÉRICA NO FUE MOLDEADA POR INMIGRANTES
América y sus foráneos, una historia de amor y odio.
Por Fabian Kussman.
A América no la forjaron los inmigrantes. Todos esos nombres que descubrimos al recorrer la historia de los Estados Unidos, aquellos Washington, Jefferson, Madison, Franklyn, luego Lincoln o Ulysses S. Grant, y más adelante, aquellos Roosevelt, Eisenhower, Nixon para arribar a los Obama o Trump, parecen ser salidos de una tribu Sioux.
[ezcol_1third]Vine a América en 1914, por la entrada de Filadelfia. Ahí es donde me bajé del bote. Y luego vine a Baltimore. Fue el lugar más hermoso que hayas visto en tu vida. ¡Había luces por todos lados! ¡Qué luces tenían! ¡Fue una celebración de luces! Pensé que eran para mí, Sam, que estaba en América. Sam estaba en América! No sabía qué día de fiesta era, pero había luces. Y caminé debajo de ellos. El cielo explotó, la gente vitoreó, ¡hubo fuegos artificiales! ¡Qué bienvenida fue, qué bienvenida!, rezaba Sam Krichinsky, uno de los personajes de la obra Avalon (Barry Levinson, 1990), dejando en claro que las palabras de John Fitzgerald Kennedy en su libro Una Nación de Inmigrantes (Poco es más extraordinario, que la decisión de migrar), no eran solo un espejismo. América recibía a los inmigrantes con los brazos abiertos y les enamoraba.
[/ezcol_1third] [ezcol_2third_end] [/ezcol_2third_end]John Fitzgerald Kennedy se apoyó en los inmigrantes italianos en sus primeros pasos en política. Frecuentando bares abarrotados de ciudadanos que llegaron de la península europea, llegó -pese a su aura de niño bien- a hacerles entender que ellos y él eran distintos (En experiencias, en lenguaje, incluso en el color de la piel o rasgos de la cara), pero tenían los mismos derechos.
Pero, siempre hay una línea que se vuelve gruesa. El periodista méxico-americano Jorge Ramos aludió al título del trabajo de Kennedy con su libro Una Nación para Todos. Allí discute sobre la importancia del inmigrante latino ilegal en Estados Unidos de América. Ofrece su perspectiva de que estos -en busca de una vida mejor- hacen los trabajos que el ciudadano americano no quiere hacer y sirven a estos, sin encontrarse valorados. Ramos -quien sostiene una disputa personal con el Presidente Trump- tiende a alabar al ex Presidente Barack Obama, a mi entender, alguien que no va a dejar en su legado intervención alguna en referencia a modificar las leyes de inmigración, precisamente. En sus escritos, Ramos recuerda el caso de Michael Chertoff, Secretario de Seguridad Nacional cuando George W. Bush administraba al país. Aunque sin saberlo, el funcionario pagaba sueldo a personas indocumentadas para el aseo de su casa. Este caso fue expuesto además por el diario Washington Post, demostrando las falencias de organizaciones de control. Esto demuestra una fisura en el sistema. La seguridad no es tal y las familias indocumentadas viven en permanente estado de miedo. Si bien Barack hizo poco (o nada) para revertir la situación, el actual Presidente Trump se esfuerza por empeorar el escenario y las armas usadas suenan similares a las proclamas empleadas por los confederados cuando presionaban en contra de la abolición de la esclavitud. El método era los Negroes (afroamericanos) se apoderarán de nuestros trabajos y desposarán a nuestras blancas hijas. El último punto, matrimonios entre hispanos y americanos ya ha sucedido. El primer argumento fue devastado por el comediante Stephen Colbert, quien certificó y experimentó el duro trabajo de los indocumentados. El departamento de Agricultura solicitó los servicios de trabajadores americanos para recolectar cosecha en California. Solo siete ciudadanos “legales” se inscribieron. Solo uno se presentó a prestar su mano de obra. Colbert reporto los pormenores ante una audiencia en el Congreso.
América no creció gracias a extranjeros. Por eso ningún científico admira a Einstein, ni un solo cowboy usa vaqueros Levi, no hay periodista alguno que quiera ganar el premio Pulitzer, todo diseñador de modas detesta a Oscar de la Renta y nadie agradece a Jan Koum o a su creación WhatsApp. Bueno, esto último puede que tenga algo de cierto…
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 27, 2017
ESTADOS UNIDOS: FIN DEL PROGRAMA PIE HUMEDO, PIE SECO
Por Fabian Kussman.
A menos de siete días para abandonar la oficina oval de la Casa Blanca en Washington, Barack Obama sorprende con una chocante medida.
En una de sus últimas iniciativas de política exterior, el presidente Barack Obama afirmó que puso fin a la política de “pies húmedos y pies secos” que ha permitido a los cubanos llegar a suelo estadounidense para ser automáticamente elegibles para la residencia en Estados Unidos, mientras que los interceptados en el mar son enviados de retorno a la isla. En una declaración emitida por la Casa Blanca, Obama dijo que, de inmediato, los inmigrantes cubanos ahora serán tratados “de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países”. La política, puesta en práctica por el gobierno de Clinton en 1996, alteró el estatus migratorio especial de los cubanos desde los años 1960, que habían enviado cientos de miles a través del Estrecho de la Florida, a menudo en barcos precarios o balsas hechas en casa. Una nueva avalancha de emigrantes ha intentado abandonar la isla por vía marítima desde que las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba se renovaron en julio de 2015, y muchos temían que sería su última oportunidad de obtener automáticamente el estatus legal en los Estados Unidos.
Cuba se ha quejado desde hace tiempo de esta política, diciendo que fomenta el tráfico ilegal y pone en peligro las vidas de aquellos que utilizan embarcaciones no aptas para una adecuada navegación. Funcionarios diplomáticos estadounidenses y cubanos han mantenido conversaciones esta semana en Washington sobre “la trata de personas”, una de varias vías de negociación bilaterales creadas a raíz de la normalización diplomática. El Departamento de Seguridad Nacional ha sido instruido para implementar la política que comienza el día de hoy.
La Casa Blanca también dijo que estaba poniendo fin al programa que autorizaba a médicas cubanos a venir a vivir a los Estados Unidos y rendir equivalencias de sus carreras y ejercer en el país.
“Estados Unidos y Cuba están trabajando juntos para combatir enfermedades que ponen en peligro la salud y la vida de nuestra gente. Al otorgar un trato preferencial al personal médico cubano, el programa de libertad condicional contra la medicina contradice esos esfuerzos y corre el riesgo de dañar al pueblo cubano “, dijo el presidente.
La republicana del Sur de la Florida, Ileana Ros-Lehtinen, se opuso a la reducción del programa de libertad condicional para médicos. El gobierno de Obama, dijo, “ha negociado pie húmedo / pie seco para la eliminación de un importante programa que estaba socavando el régimen de Castro, proporcionando una salida para los médicos cubanos para buscar la libertad de trabajo que en Cuba es forzado y que sólo beneficia a un régimen opresivo”.
Un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional dijo que una lotería de inmigración que permita que por lo menos 20.000 cubanos emigren a los Estados Unidos legalmente cada año seguiría en vigor. El programa de reunificación familiar cubano, que permite a los residentes legales en los Estados Unidos solicitar a familiares para unirse a ellos, también continuará.
En el último año, un número récord de inmigrantes cubanos se han beneficiado con la política especial de Estados Unidos que permite a los cubanos que llegan a territorio de los Estados Unidos a permanecer y pedir asilo político. Los cubanos que son recogidos en el mar son generalmente enviados de vuelta a la isla a menos que puedan hacer un caso que se enfrentarían a la persecución política a su regreso. El año pasado, más de 51.000 cubanos llegaron a puntos fronterizos de Estados Unidos o por vía marítima sin visas, según cifras oficiales. En conjunción con la Ley de Ajuste Cubano, la política de pies húmedos y pies secos ha permitido a los cubanos llegar al territorio de los Estados Unidos sin visas apropiadas para obtener residencia permanente y tarjetas verdes después de haber estado en los Estados Unidos durante un año y un día. La reglamentación de El pie húmedo y el pie seco han llegado a ser entendidos como que cualquier cubano que llegue al territorio de Estados Unidos sería admitido legalmente. Ahora este cambio coloca a los cubanos en la misma categoría que cualquier otro ciudadano de cualquier otro país en la tierra. De todas formas, aquellos ciudadanos cubanos que arriben por puertos legales, podrán solicitar asilo político y correjir su situación reglamentariamente.
Antes de la crisis de los balseros de 1994, los cubanos recogidos en el mar fueron llevados a los Estados Unidos. En un esfuerzo por poner fin al éxodo, el ex presidente Bill Clinton ordenó a la Guardia Costera de los Estados Unidos que los interceptara en el mar, para retornarlos a Cuba. La nueva política también se aplicaría a los ciudadanos cubanos que también tienen pasaportes españoles. Muchos de ellos han llegado a los Estados Unidos aprovechando un programa de exención de visado que se aplica a los ciudadanos de los países de la Unión Europea. Ahora tampoco podrán utilizar ese tipo de vías.
“Desde que asumí el cargo, hemos puesto a la comunidad cubanoamericana en el centro de nuestras políticas”, dijo Obama. “Con este cambio, seguiremos recibiendo a los cubanos mientras acogemos a inmigrantes de otras naciones, de acuerdo con nuestras leyes”.
En los últimos años, desde que Cuba liberalizó su política de inmigración para permitir a sus ciudadanos permanecer fuera del país durante dos años sin perder ningún beneficio de su ciudadanía cubana, algunos migrantes se han aprovechado de este sistema para ir y venir libremente después de ser ajustados en Estados Unidos, reclamando beneficios de ambos países.
Algunos miembros del Congreso del Sur de la Florida han criticado esta puerta giratoria, pero el alcalde de Miami Tomás Regalado, un exiliado cubano, criticó a Obama por darle a Castro un regalo de despedida. “Esto es sólo un regalo que va de parte de Obama a Raúl Castro”, dijo Regalado, quien no cree que el final de la política (Pie húmedo, pie seco) retrasará el flujo de cubanos que vienen a Estados Unidos. Todo lo que hace, en su opinión, es poner en tela de juicio el proceso. La pregunta ahora es qué pasará cuando los cubanos lleguen a cayos de Florida y crucen la frontera. Hay nutridos informes sobre ciudadanos cubanos que han vendido todas sus pertenencias y entendiendo que la ley sigue en curso, ahora se encuentran camino a Estados Unidos, quien les recibirá con una desagradable sorpresa.
Funcionarios estadounidenses dijeron que Estados Unidos y Cuba habían estado negociando el cambio con Cuba durante varios meses. Cuba y Estados Unidos convocaron una reunión en Washington hoy, para discutir los esfuerzos para combatir la trata de personas. Esta es su cuarta reunión sobre el tema. Diálogos sobre diversos temas de interés mutuo han estado en marcha con Cuba desde que Obama y el líder cubano Raúl Castro anunciaron el 17 de diciembre de 2014 que los dos países renovarán las relaciones diplomáticas y trabajarán por la normalización de su problemática relación.
El presidente Obama señalo que durante su administración se llevaron a cabo esfuerzos para mejorar la calidad de vida de los cubanos dentro de ese país mediante la provisión de información y conexiones con el resto del mundo, sosteniendo que tales mesuras consiguen que los ciudadanos de la isla puedan disfrutar de prosperidad, perseguir sus sueños, realizar reformas y determinar su propio destino. “El futuro de Cuba debe estar en manos de los cubanos”, sentenció Obama, quien seguramente, se olvidó de las Damas de Blanco y los Presos Políticos quienes no podrán acordar su porvenir.
El mundo hispano (Donde es prominente el cubano) en Florida se decantó por Donald Trump en las últimas elecciones. ¿Es la revancha el placer de los dioses?
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 12, 2017