Los casinos están diseñados para que los jugadores sigan jugando, no para que se marchen. La propia arquitectura de la sala de juego (luces, sonidos y la ausencia de relojes) incentiva la continuidad de las apuestas. Pero cuando un jugador obtiene una ganancia significativa, ya sea en una máquina tragamonedas, una mesa de póker o una ruleta de apuestas altas, la cuestión de retirar su dinero se vuelve crucial de inmediato. Si bien no existe un “protocolo de casino” universal que obligue a los jugadores a quedarse, existen prácticas y estrategias establecidas que tanto los casinos como los jugadores expertos reconocen.
Verificación y Documentación Si la ganancia es modesta, un jugador puede simplemente acercarse a la caja, cambiar fichas o cupones por efectivo e irse. Sin embargo, con ganancias grandes, especialmente superiores a $10,000 en Estados Unidos, las regulaciones federales exigen que el casino informe la transacción al Servicio de Impuestos Internos (IRS) mediante un Informe de Transacciones de Divisas (CTR). El casino solicitará una identificación válida, el número de seguro social y podría emitir formularios de impuestos como el W-2G para las ganancias de juego. Este proceso puede llevar tiempo, y los jugadores deben esperar que el personal de seguridad supervise la transacción para garantizar la seguridad.
Incentivos del casino para que los jugadores sigan jugando Los casinos, naturalmente, prefieren que los ganadores se queden en la sala. Los anfitriones pueden aparecer ofreciendo beneficios adicionales (comidas, habitaciones de hotel o incluso líneas de crédito) para mantener al jugador interesado. La estrategia es psicológica: al recompensar al ganador con comodidad y halagos, el casino espera que recupere parte de las ganancias apostadas. Por esta razón, los jugadores experimentados recomiendan rechazar cortésmente estas ofertas si el objetivo es retirarse con las ganancias intactas.
Estrategia del jugador: Disciplina por encima de la emoción Desde la perspectiva del jugador, el mejor protocolo es la disciplina personal. Las grandes ganancias pueden desencadenar euforia, lo que lleva a apuestas imprudentes con la esperanza de ganar aún más. Este ciclo suele terminar en pérdidas. Los jugadores profesionales enfatizan la importancia de establecer límites predeterminados: una vez que se alcanza una ganancia objetivo, se retira el dinero inmediatamente, sin importar la tentación. Una estrategia común es la “regla del 50/50”: retirar la mitad de las ganancias y continuar jugando solo con la otra mitad, asegurando así la preservación de algunas ganancias.
Seguridad Los casinos también cuentan con protocolos de seguridad internos cuando un jugador retira grandes sumas. Cámaras de vigilancia (el “ojo en el cielo”) siguen a los ganadores hasta la caja y, en algunos casos, escoltas de seguridad pueden acompañar a los jugadores a sus vehículos o habitaciones de hotel si se les solicita. Llevar grandes cantidades de efectivo conlleva riesgos, y muchos casinos emiten cheques o transferencias bancarias para ganancias muy elevadas, lo cual es más seguro y reduce el riesgo de robo.
Cierre Psicológico Un último elemento de la estrategia es la psicología. Al retirar el dinero inmediatamente, el jugador se indica a sí mismo que la sesión ha terminado. Esto crea un cierre y refuerza la disciplina. Permanecer en el casino, incluso después de ganar, lo mantiene vulnerable a los impulsos. Por lo tanto, el enfoque más exitoso suele ser el más simple: convertir las fichas en efectivo, cobrar las ganancias rápidamente y retirarse.
Conclusión Si bien los casinos no cuentan con un protocolo formal que impida que los ganadores se marchen, emplean métodos sutiles para mantener a los jugadores en el juego. Sin embargo, el jugador astuto sabe que la verdadera estrategia reside en el autocontrol. Las grandes ganancias son poco frecuentes, y asegurarlas requiere resistir el entorno diseñado para revertir la fortuna. Cobrar de inmediato, con el apoyo de la disciplina, la seguridad y la prudencia financiera, es la forma más segura de marcharse como un verdadero ganador.
Cuando Marie Holmes, madre soltera de Carolina del Norte, ganó un asombroso premio mayor de $188 millones en el Powerball en 2015, su historia se convirtió en un símbolo de esperanza y redención. Ex empleada de Walmart que luchaba por mantener a sus hijos, la repentina fortuna de Holmes captó la atención nacional. Pero en los meses y años siguientes, los titulares pasaron de la celebración a la controversia, con la vida personal de Holmes, en particular su relación con Lamar “Hot Sauce” McDow, en el centro de la controversia.
Holmes conoció a McDow, un hombre con antecedentes penales relacionados con drogas, antes de su inesperada fortuna en la lotería. Su relación, que al principio parecía insignificante, se convirtió rápidamente en tema de conversación sensacionalista cuando Holmes utilizó su nueva fortuna para pagar repetidamente la fianza de McDow. Los informes indicaban que gastó cientos de miles, posiblemente millones, en cubrir sus problemas legales. Cada vez que lo arrestaban, las redes sociales estallaban en críticas, cuestionando su juicio y sus decisiones financieras.
McDowHolmes
Los problemas de McDow con la ley no eran menores. Enfrentó múltiples cargos, incluyendo tráfico de drogas, y cumplió condena en prisión incluso después de que Holmes intentara liberarlo. Los críticos acusaron a Holmes de permitir el estilo de vida de McDow, mientras que otros defendieron sus acciones como las de una compañera leal que siempre estaba al lado de su hombre. La propia Holmes sostuvo que sus decisiones se basaban en el amor y el compromiso, no en la imprudencia.
La controversia se agravó cuando McDow se vio envuelto en una demanda contra Holmes en 2021. Los documentos judiciales alegaron que Holmes administró mal los fondos fiduciarios y los activos relacionados con McDow, acusaciones que pintaron un panorama complejo de su enredo financiero. La demanda atrajo renovada atención de los medios y alimentó los debates sobre si el premio de lotería de Holmes había sido una bendición o una maldición.
A pesar del escrutinio público, Holmes ha mantenido un perfil relativamente bajo en los últimos años, centrándose en su familia y sus esfuerzos comunitarios. Según se informa, ha invertido en proyectos benéficos, incluyendo donaciones a iglesias locales y programas destinados a ayudar a los menos afortunados. Aun así, su nombre sigue siendo sinónimo de la historia con moraleja de los ganadores de la lotería que descubren que la riqueza repentina no garantiza la paz ni la felicidad.
En cuanto a McDow, su historia refleja los desafíos sistémicos que enfrentan las personas con antecedentes penales, agravados por decisiones personales y el sensacionalismo mediático. Su relación con Holmes, marcada por la lealtad, el drama legal y la controversia financiera, sigue fascinando al público, ilustrando cómo la vida privada puede desmoronarse bajo el resplandor de la fama repentina.
La trayectoria de Holmes, de madre soltera con dificultades a filántropa multimillonaria envuelta en disputas legales, sigue siendo una de las narrativas más cautivadoras de la historia reciente de la lotería. Es una historia que nos obliga a preguntarnos: ¿Qué sucede cuando la fortuna extraordinaria choca con los defectos humanos comunes?
En Nevada, existe un registro de personas a las que ni siquiera se les permite entrar en un casino. Este libro es llamado oficialmente por la Junta de Control del Juego de Nevada (NGCB) la “Lista de Personas Excluidas”, pero es más conocido como el “Libro Negro”. En estas páginas se encuentran las fotos y las historias de treinta y siete personas que, por algún delito, han sido consideradas indignas de entrar en un casino en Nevada. Algunas de estas personas están ahí por sus vínculos con el crimen organizado, pero otras se ganaron su lugar en las páginas por intentar engañar a los casinos.
Vaccaro
Por ejemplo, está el caso de Ronald Dale Harris, quien fue programador informático de la NGCB en la década de 1990. Utilizando sus habilidades con la NGCB, Harris introducía fallos en los programas informáticos que resultaban en grandes pagos para los jugadores si insertaban cierta cantidad de monedas/fichas siguiendo un procedimiento específico. ¿Recuerdan la escena de Ocean’s 13 donde Rusty, el personaje de Brad Pitt, introduce las monedas en la máquina con un proceso preciso? De ahí surgió esto…
¿Y qué hay de la única mujer que aparece en el libro, Sandra Kay Vaccaro? Junto con su esposo y otros tramposos, manipulaban las ruletas, abriendo literalmente la máquina para detener los tambores, a la vez que impedían que las cámaras o el personal del casino vieran lo que hacían. Fue condenada por intentar estafar a los casinos en los años ochenta y aún figura en el “Libro Negro”.
Spilotro
Con la llegada del póker y los casinos en línea, se ha hablado de incluir a quienes hacen trampa mediante estos mecanismos. Sin embargo, hasta ahora, nadie ha sido condenado por delitos en línea contra los casinos.
¿Lo complicado del “Libro Negro”? Una vez que entras en él, es prácticamente imposible que te eliminen. Sobre todo si has sido condenado por intentar robar en los casinos, puedes apostar (sin doble sentido) a que estarás en los rollos hasta que dejes este mundo.
Lista de Personas Excluidas de la Junta de Control de Juegos de Nevada: el “Libro Negro”. Alli aparece el famoso mafioso Tony “La Hormiga” Spilotro, quien fue eliminado del libro tras su muerte.
El Gobierno brasileño de Luiz Inácio Lula da Silva intenta evitar que el dinero destinado a programas sociales termine en casas de apuestas, después de que un informe del Banco Central señalase que beneficiarios de subsidios gastaron miles de millones de reales en el juego.
Según un informe del Banco Central, solo en agosto, personas que reciben la ayuda de Bolsa Familia, el programa estrella de Lula para apoyar a familias en situación de pobreza, realizaron transferencias por un total de 3.00
0 millones de reales (unos 545 millones de dólares) a empresas de apuestas.
“No quiero impedir que el pueblo apueste, porque al pueblo le gusta hacerlo. Ahora, lo que no puedo permitir es que las apuestas se conviertan en una enfermedad”, comentó el pasado domingo Lula. El presidente anunció que el Ejecutivo espera cerrar alrededor de 2.000 plataformas de apuestas antes de que finalice el mes.
Lula firmó este año una ley que regula las apuestas deportivas de cuota fija, conocidas como ‘bets’, en el país latinoamericano. Sin embargo, tras el informe de la entidad financiera, aseguró que esta semana se presentará una propuesta para regular las plataformas por internet. “Si no da resultado con esta regulación, acabaremos con ello”, aseveró.
Un estudio realizado en marzo del año pasado por la Consultoría Legislativa del Senado sobre las apuestas, que recoge este martes Folha de S. Paulo, advirtió de los riesgos del endeudamiento para los más pobres y los efectos negativos de las apuestas en otros sectores de la economía.
El trabajo de la consultoría comparó problemas actuales en Brasil con las experiencias de otros países. Se cita, por ejemplo, un estudio de 2015 realizado en Kampala, capital de Uganda, que mostró que el “40,9 % de los jugadores utilizaban dinero reservado para las cuentas del hogar”.
La investigación africana destacó que “los más pobres gastan proporcionalmente más de sus ingresos personales en apuestas que los más ricos, además de que se produce un efecto de sustitución de las compras de artículos de primera necesidad para el hogar y del ahorro hacia las apuestas”.
Estando los juegos de azar tremendamente difundidos en la actualidad, pueden ser un agravante de los males que sufre la sociedad a causa del desquicio económico que se patenta en la desocupación. Ante la falta de trabajos, a muchos el juego se ha de presentar como una alternativa salvadora, sin advertirse que contribuye a hundir más en las perturbaciones causadas por la crisis, llevando en consecuencia a descomponer los hogares y a derrochar indebidamente lo poco que se consiga obtener. Para peor, el juego que es usado alegre y despreocupadamente como un impulsor de programas de ventas y de búsquedas de audiencias y hace aparecer a este grave vicio como simple e inofensivo pasatiempo. Pero el juego, cuando adquiere el carácter de una compulsión, se adueña del ánimo y se convierte en una obsesión casi irresistible. La Organización Mundial de la Salud considera a la “Ludopatía” una enfermedad grave, que progresivamente domina la voluntad del paciente perjudicando su apreciación de los valores y su responsabilidad ante las obligaciones de todo tipo, familiares, sociales, laborales y ciudadanas. Algunos, incluso, la consideran una enfermedad que puede detenerse, atenuarse, pero no curarse. Creemos que el entrampado por la vorágine del juego se inclina a salir de ella si se lo ayuda con la terapia adecuada, y que los especialistas en la materia sabrán, en cada caso, cuales son ellas. Qué puede hacer el Estado en esta materia? Algo es mejor que nada. La propuesta sería a que por lo menos los afectados por el juego compulsivo puedan ver que no están solos, que hay otros a quienes también les preocupa el impulso que a ellos los atrapa. Pero lamentablemente en nuestra provincia el juego está ligado con “empresas” con enorme poder económico. Sería fundamental que el Estado que últimamente está ejerciendo una enorme presión fiscal sobre el contribuyente, investigue y verifique las enormes evasiones ante miles de maquinitas no reveladas ni declaradas. Lamentablemente, la mafia en la mayoría de los casos, está directamente vinculada con el Juego y es así, que muchos delitos e irregularidades se denuncien, se verifiquen y el Estado da vuelta la cara como diciendo “nada tengo que ver con esto”, es en la práctica, lo mismo que patrocinar, promover, apadrinar la inmoralidad, que queda expuesta ante la ciudadanía sin que nada la evite, la corrija, ni menos aún la castigue. Si ante las irregularidades el poder administrador va a esquivar el bulto, pretendiendo que solo se han de corregir delitos comprobados por el Poder Judicial, no las notables corrupciones del juego, entonces, por supuesto la impunidad ha de proliferar al amparo de esta protección oficial.
“El juego trae más próxima la pérdida que la ganancia” se decía en un periódico.“El jugador gana una, dos y tres veces seguidas.Se llena de hinchazón y se lisonjea viendo los puñados de onzas que coge en la mesa de banca.Créese ya rico en tres o cuatro noches.Derrocha.Compra hebillas de oro, relojes. Regala a su mujer sortijas, batas y caravanas.Vuelve a entrar en la casa de juego creyendo salir cargado de oro como antes.No acierta una carta, o de cuatro pierde tres. Pierde todo el dinero y pide prestado. Dánselo, balanceando su anterior ganancia. Pierde lo que le dan. Vuelve a pedir y le niegan. Va a su casa y toma las caravanas, cadenas y sortijas que regaló a su mujer. Las vende por la mitad. Vuelve al juego y lo pierde al instante. Quítase las hebillas y saca sus relojes. Cómpranselos también por bajo precio.Prosigue el juego y quédase sin blanca. Torna a su casa. Descuelga los tapices.Abre el baúl y saca los camisones, las batas y aún las polleras y enaguas de su mujer, y corriendo la propia desgraciada suerte que en las empresas últimas, se queda pobre, desnudo y burlado.¿Si este jugador queda pobre, son por ventura ricos los demás?Ninguno.¿Pues quién se lleva el dinero?Es el coimero” o sea el patrón del garito. Cuantos patrones de garitos existirán hoy. Seguramente la Justicia Argentinale preguntara a los “San Cristóbal” y en nuestra provincia a los “San Roberto Sagra” y todos sus testaferros.
Protocolos y Estrategias del Casino
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Los casinos están diseñados para que los jugadores sigan jugando, no para que se marchen. La propia arquitectura de la sala de juego (luces, sonidos y la ausencia de relojes) incentiva la continuidad de las apuestas. Pero cuando un jugador obtiene una ganancia significativa, ya sea en una máquina tragamonedas, una mesa de póker o una ruleta de apuestas altas, la cuestión de retirar su dinero se vuelve crucial de inmediato. Si bien no existe un “protocolo de casino” universal que obligue a los jugadores a quedarse, existen prácticas y estrategias establecidas que tanto los casinos como los jugadores expertos reconocen.
Verificación y Documentación
Si la ganancia es modesta, un jugador puede simplemente acercarse a la caja, cambiar fichas o cupones por efectivo e irse. Sin embargo, con ganancias grandes, especialmente superiores a $10,000 en Estados Unidos, las regulaciones federales exigen que el casino informe la transacción al Servicio de Impuestos Internos (IRS) mediante un Informe de Transacciones de Divisas (CTR). El casino solicitará una identificación válida, el número de seguro social y podría emitir formularios de impuestos como el W-2G para las ganancias de juego. Este proceso puede llevar tiempo, y los jugadores deben esperar que el personal de seguridad supervise la transacción para garantizar la seguridad.
Incentivos del casino para que los jugadores sigan jugando
Los casinos, naturalmente, prefieren que los ganadores se queden en la sala. Los anfitriones pueden aparecer ofreciendo beneficios adicionales (comidas, habitaciones de hotel o incluso líneas de crédito) para mantener al jugador interesado. La estrategia es psicológica: al recompensar al ganador con comodidad y halagos, el casino espera que recupere parte de las ganancias apostadas. Por esta razón, los jugadores experimentados recomiendan rechazar cortésmente estas ofertas si el objetivo es retirarse con las ganancias intactas.
Estrategia del jugador: Disciplina por encima de la emoción
Desde la perspectiva del jugador, el mejor protocolo es la disciplina personal. Las grandes ganancias pueden desencadenar euforia, lo que lleva a apuestas imprudentes con la esperanza de ganar aún más. Este ciclo suele terminar en pérdidas. Los jugadores profesionales enfatizan la importancia de establecer límites predeterminados: una vez que se alcanza una ganancia objetivo, se retira el dinero inmediatamente, sin importar la tentación. Una estrategia común es la “regla del 50/50”: retirar la mitad de las ganancias y continuar jugando solo con la otra mitad, asegurando así la preservación de algunas ganancias.
Seguridad
Los casinos también cuentan con protocolos de seguridad internos cuando un jugador retira grandes sumas. Cámaras de vigilancia (el “ojo en el cielo”) siguen a los ganadores hasta la caja y, en algunos casos, escoltas de seguridad pueden acompañar a los jugadores a sus vehículos o habitaciones de hotel si se les solicita. Llevar grandes cantidades de efectivo conlleva riesgos, y muchos casinos emiten cheques o transferencias bancarias para ganancias muy elevadas, lo cual es más seguro y reduce el riesgo de robo.
Cierre Psicológico
Un último elemento de la estrategia es la psicología. Al retirar el dinero inmediatamente, el jugador se indica a sí mismo que la sesión ha terminado. Esto crea un cierre y refuerza la disciplina. Permanecer en el casino, incluso después de ganar, lo mantiene vulnerable a los impulsos. Por lo tanto, el enfoque más exitoso suele ser el más simple: convertir las fichas en efectivo, cobrar las ganancias rápidamente y retirarse.
Conclusión
Si bien los casinos no cuentan con un protocolo formal que impida que los ganadores se marchen, emplean métodos sutiles para mantener a los jugadores en el juego. Sin embargo, el jugador astuto sabe que la verdadera estrategia reside en el autocontrol. Las grandes ganancias son poco frecuentes, y asegurarlas requiere resistir el entorno diseñado para revertir la fortuna. Cobrar de inmediato, con el apoyo de la disciplina, la seguridad y la prudencia financiera, es la forma más segura de marcharse como un verdadero ganador.
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 1, 2025
De la fortuna de la lotería a las batallas legales
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Cuando Marie Holmes, madre soltera de Carolina del Norte, ganó un asombroso premio mayor de $188 millones en el Powerball en 2015, su historia se convirtió en un símbolo de esperanza y redención. Ex empleada de Walmart que luchaba por mantener a sus hijos, la repentina fortuna de Holmes captó la atención nacional. Pero en los meses y años siguientes, los titulares pasaron de la celebración a la controversia, con la vida personal de Holmes, en particular su relación con Lamar “Hot Sauce” McDow, en el centro de la controversia.
Holmes conoció a McDow, un hombre con antecedentes penales relacionados con drogas, antes de su inesperada fortuna en la lotería. Su relación, que al principio parecía insignificante, se convirtió rápidamente en tema de conversación sensacionalista cuando Holmes utilizó su nueva fortuna para pagar repetidamente la fianza de McDow. Los informes indicaban que gastó cientos de miles, posiblemente millones, en cubrir sus problemas legales. Cada vez que lo arrestaban, las redes sociales estallaban en críticas, cuestionando su juicio y sus decisiones financieras.
Los problemas de McDow con la ley no eran menores. Enfrentó múltiples cargos, incluyendo tráfico de drogas, y cumplió condena en prisión incluso después de que Holmes intentara liberarlo. Los críticos acusaron a Holmes de permitir el estilo de vida de McDow, mientras que otros defendieron sus acciones como las de una compañera leal que siempre estaba al lado de su hombre. La propia Holmes sostuvo que sus decisiones se basaban en el amor y el compromiso, no en la imprudencia.
La controversia se agravó cuando McDow se vio envuelto en una demanda contra Holmes en 2021. Los documentos judiciales alegaron que Holmes administró mal los fondos fiduciarios y los activos relacionados con McDow, acusaciones que pintaron un panorama complejo de su enredo financiero. La demanda atrajo renovada atención de los medios y alimentó los debates sobre si el premio de lotería de Holmes había sido una bendición o una maldición.
A pesar del escrutinio público, Holmes ha mantenido un perfil relativamente bajo en los últimos años, centrándose en su familia y sus esfuerzos comunitarios. Según se informa, ha invertido en proyectos benéficos, incluyendo donaciones a iglesias locales y programas destinados a ayudar a los menos afortunados. Aun así, su nombre sigue siendo sinónimo de la historia con moraleja de los ganadores de la lotería que descubren que la riqueza repentina no garantiza la paz ni la felicidad.
En cuanto a McDow, su historia refleja los desafíos sistémicos que enfrentan las personas con antecedentes penales, agravados por decisiones personales y el sensacionalismo mediático. Su relación con Holmes, marcada por la lealtad, el drama legal y la controversia financiera, sigue fascinando al público, ilustrando cómo la vida privada puede desmoronarse bajo el resplandor de la fama repentina.
La trayectoria de Holmes, de madre soltera con dificultades a filántropa multimillonaria envuelta en disputas legales, sigue siendo una de las narrativas más cautivadoras de la historia reciente de la lotería. Es una historia que nos obliga a preguntarnos: ¿Qué sucede cuando la fortuna extraordinaria choca con los defectos humanos comunes?
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 29, 2025
Jugadores a los que no se les permite participar en casinos
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En Nevada, existe un registro de personas a las que ni siquiera se les permite entrar en un casino. Este libro es llamado oficialmente por la Junta de Control del Juego de Nevada (NGCB) la “Lista de Personas Excluidas”, pero es más conocido como el “Libro Negro”. En estas páginas se encuentran las fotos y las historias de treinta y siete personas que, por algún delito, han sido consideradas indignas de entrar en un casino en Nevada. Algunas de estas personas están ahí por sus vínculos con el crimen organizado, pero otras se ganaron su lugar en las páginas por intentar engañar a los casinos.
Por ejemplo, está el caso de Ronald Dale Harris, quien fue programador informático de la NGCB en la década de 1990. Utilizando sus habilidades con la NGCB, Harris introducía fallos en los programas informáticos que resultaban en grandes pagos para los jugadores si insertaban cierta cantidad de monedas/fichas siguiendo un procedimiento específico. ¿Recuerdan la escena de Ocean’s 13 donde Rusty, el personaje de Brad Pitt, introduce las monedas en la máquina con un proceso preciso? De ahí surgió esto…
¿Y qué hay de la única mujer que aparece en el libro, Sandra Kay Vaccaro? Junto con su esposo y otros tramposos, manipulaban las ruletas, abriendo literalmente la máquina para detener los tambores, a la vez que impedían que las cámaras o el personal del casino vieran lo que hacían. Fue condenada por intentar estafar a los casinos en los años ochenta y aún figura en el “Libro Negro”.
Con la llegada del póker y los casinos en línea, se ha hablado de incluir a quienes hacen trampa mediante estos mecanismos. Sin embargo, hasta ahora, nadie ha sido condenado por delitos en línea contra los casinos.
¿Lo complicado del “Libro Negro”? Una vez que entras en él, es prácticamente imposible que te eliminen. Sobre todo si has sido condenado por intentar robar en los casinos, puedes apostar (sin doble sentido) a que estarás en los rollos hasta que dejes este mundo.
Lista de Personas Excluidas de la Junta de Control de Juegos de Nevada: el “Libro Negro”. Alli aparece el famoso mafioso Tony “La Hormiga” Spilotro, quien fue eliminado del libro tras su muerte.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 26, 2025
Lula y la adicción al juego en Brasil
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Según un informe del Banco Central, solo en agosto, personas que reciben la ayuda de Bolsa Familia, el programa estrella de Lula para apoyar a familias en situación de pobreza, realizaron transferencias por un total de 3.00
0 millones de reales (unos 545 millones de dólares) a empresas de apuestas.
“No quiero impedir que el pueblo apueste, porque al pueblo le gusta hacerlo. Ahora, lo que no puedo permitir es que las apuestas se conviertan en una enfermedad”, comentó el pasado domingo Lula. El presidente anunció que el Ejecutivo espera cerrar alrededor de 2.000 plataformas de apuestas antes de que finalice el mes.
Lula firmó este año una ley que regula las apuestas deportivas de cuota fija, conocidas como ‘bets’, en el país latinoamericano. Sin embargo, tras el informe de la entidad financiera, aseguró que esta semana se presentará una propuesta para regular las plataformas por internet. “Si no da resultado con esta regulación, acabaremos con ello”, aseveró.
Un estudio realizado en marzo del año pasado por la Consultoría Legislativa del Senado sobre las apuestas, que recoge este martes Folha de S. Paulo, advirtió de los riesgos del endeudamiento para los más pobres y los efectos negativos de las apuestas en otros sectores de la economía.
El trabajo de la consultoría comparó problemas actuales en Brasil con las experiencias de otros países. Se cita, por ejemplo, un estudio de 2015 realizado en Kampala, capital de Uganda, que mostró que el “40,9 % de los jugadores utilizaban dinero reservado para las cuentas del hogar”.
La investigación africana destacó que “los más pobres gastan proporcionalmente más de sus ingresos personales en apuestas que los más ricos, además de que se produce un efecto de sustitución de las compras de artículos de primera necesidad para el hogar y del ahorro hacia las apuestas”.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 11, 2024
El Juego. Ludopatía. Impunidad.
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Estando los juegos de azar tremendamente difundidos en la actualidad, pueden ser un agravante de los males que sufre la sociedad a causa del desquicio económico que se patenta en la desocupación. Ante la falta de trabajos, a muchos el juego se ha de presentar como una alternativa salvadora, sin advertirse que contribuye a hundir más en las perturbaciones causadas por la crisis, llevando en consecuencia a descomponer los hogares y a derrochar indebidamente lo poco que se consiga obtener. Para peor, el juego que es usado alegre y despreocupadamente como un impulsor de programas de ventas y de búsquedas de audiencias y hace aparecer a este grave vicio como simple e inofensivo pasatiempo. Pero el juego, cuando adquiere el carácter de una compulsión, se adueña del ánimo y se convierte en una obsesión casi irresistible. La Organización Mundial de la Salud considera a la “Ludopatía” una enfermedad grave, que progresivamente domina la voluntad del paciente perjudicando su
apreciación de los valores y su responsabilidad ante las obligaciones de todo tipo, familiares, sociales, laborales y ciudadanas. Algunos, incluso, la consideran una enfermedad que puede detenerse, atenuarse, pero no curarse. Creemos que el entrampado por la vorágine del juego se inclina a salir de ella si se lo ayuda con la terapia adecuada, y que los especialistas en la materia sabrán, en cada caso, cuales son ellas. Qué puede hacer el Estado en esta materia? Algo es mejor que nada. La propuesta sería a que por lo menos los afectados por el juego compulsivo puedan ver que no están solos, que hay otros a quienes también les preocupa el impulso que a ellos los atrapa. Pero lamentablemente en nuestra provincia el juego está ligado con “empresas” con enorme poder económico. Sería fundamental que el Estado que últimamente está ejerciendo una enorme presión fiscal sobre el contribuyente, investigue y verifique las enormes evasiones ante miles de maquinitas no reveladas ni declaradas. Lamentablemente, la mafia en la mayoría de los casos, está directamente vinculada con el Juego y es así, que muchos delitos e irregularidades se denuncien, se verifiquen y el Estado da vuelta la cara como diciendo “nada tengo que ver con esto”, es en la práctica, lo mismo que patrocinar, promover, apadrinar la inmoralidad, que queda expuesta ante la ciudadanía sin que nada la evite, la corrija, ni menos aún la castigue. Si ante las irregularidades el poder administrador va a esquivar el bulto, pretendiendo que solo se han de corregir delitos comprobados por el Poder Judicial, no las notables corrupciones del juego, entonces, por supuesto la impunidad ha de proliferar al amparo de esta protección oficial.
Dr. Jorge Bernabé Lobo Aragón
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 27, 2024
EL JUGADOR…
Reflexión:
“El juego trae más próxima la pérdida que la ganancia” se decía en un periódico. “El jugador gana una, dos y tres veces
seguidas. Se llena de hinchazón y se lisonjea viendo los puñados de onzas que coge en la mesa de banca. Créese ya rico en tres o cuatro noches. Derrocha. Compra hebillas de oro, relojes. Regala a su mujer sortijas, batas y caravanas. Vuelve a entrar en la casa de juego creyendo salir cargado de oro como antes. No acierta una carta, o de cuatro pierde tres. Pierde todo el dinero y pide prestado. Dánselo, balanceando su anterior ganancia. Pierde lo que le dan. Vuelve a pedir y le niegan. Va a su casa y toma las caravanas, cadenas y sortijas que regaló a su mujer. Las vende por la mitad. Vuelve al juego y lo pierde al instante. Quítase las hebillas y saca sus relojes. Cómpranselos también por bajo precio. Prosigue el juego y quédase sin blanca. Torna a su casa. Descuelga los tapices. Abre el baúl y saca los camisones, las batas y aún las polleras y enaguas de su mujer, y corriendo la propia desgraciada suerte que en las empresas últimas, se queda pobre, desnudo y burlado. ¿Si este jugador queda pobre, son por ventura ricos los demás? Ninguno. ¿Pues quién se lleva el dinero? Es el coimero” o sea el patrón del garito. Cuantos patrones de garitos existirán hoy. Seguramente la Justicia Argentina le preguntara a los “San Cristóbal” y en nuestra provincia a los “San Roberto Sagra” y todos sus testaferros.
DR. JORGE B. LOBO ARAGON.
Noviembre 16, 2016