El sacerdote argentino Julio César Grassi, condenado en 2017 a 15 años de cárcel por abuso sexual de menores, intentará este jueves que la Justicia avale su pedido para salir de prisión de manera anticipada. En la audiencia prevista para este 22 de agosto, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) № 1 de Morón determinará si adelanta o no la libertad para el cura, que debería purgar la pena hasta mayo de 2028.
La posibilidad de que el extitular de la Fundación Felices los Niños pueda salir libre generó la preocupación del abogado de las víctimas, Juan Pablo Gallego.
“Voy a exponer y alegar los motivos por los cuales Grassi no puede salir. En primer lugar, porque el propio Código Penal establece que no es un beneficio que puedan pedir los delincuentes sexuales”, dijo el letrado, Además, añadió que el religioso, al que se le prohibió el ejercicio del ministerio sacerdotal pero nunca fue expulsado de la Iglesia Católica, se opuso a una pericia psicológica. Para Gallego, Grassi es un “poderoso” que siempre “aprovecha” algún momento de “distracción” para que le otorguen beneficios.
En abril de 2020, durante la cuarentena estricta por la pandemia de coronavirus, intentó acceder a la prisión domiciliaria alegando razones de salud. Sin embargo, el pedido no le fue concedido porque se comprobó que no formaba parte de la población considerada como grupo de riesgo ante un eventual contagio de covid-19. Durante su estadía en prisión, Julio César Grassi se recibió de abogado, por lo que en la audiencia de este jueves se representará a sí mismo.
Grassi fue condenado en 2009 como autor reiterado de delitos de abuso sexual contra dos niños que estaban a su cuidado en la fundación que presidía, pero permaneció en libertad condicional hasta 2013. Ese mismo año fue detenido, momento a partir del cual permaneció en la Unidad Penitenciaria № 41 de Campana, en la provincia de Buenos Aires. En marzo de 2017 la sentencia de la Justicia quedó firme, después que fueran desestimados los recursos presentados por el sacerdote. La decisión fue adoptada por unanimidad. El escándalo estalló en octubre de 2002, cuando una investigación periodística difundió las denuncias por abuso sexual de varios menores sin familia que estaban bajo la protección de Grassi en la Fundación Felices los Niños. En concreto, un joven de 19 años contó en la televisión que Grassi había abusado de él cuando tenía 15 años. Luego se sumaron otros testimonios que relataban el supuesto trato aberrante del cura con los menores que permanecían en su institución.
El 14 de Noviembre de 2016 el Tribunal Oral Número 3 de Morón (Dres. Cedarri, Bonanno y Moralejo) dictó sentencia acerca de dos acusaciones que pesaban sobre el Padre Julio César Grassi y dos miembros de su Fundación Felices los Niños.
¿De qué se trataba la denuncia?
Cuando el Padre Grassi comenzó su proceso judicial en el año 2002 y ya no pudo ingresar a la sede de la Fundación en Hurlingham, donde tenía su oficia para trabajar, los miembros de dicha entidad alquilaron al señor Alberto Mirenda su casa quinta, que está justo enfrente de la Obra. Dicha quinta no es una mansión ni mucho menos, como osadamente quiere hacernos creer Canal 13 y Clarín. Como verán en las fotos, se trata de una propiedad que tiene más 2)de 90 años de construcción y se encuentra bastante deteriorada. Pero para el Padre Grassi lo que valía era la ubicación y la cercanía con su obra. Allí instaló una oficia, una pequeña capilla (consagrada por Monseñor Laguna) dos depósitos y una sala de reuniones. El resto era terreno donde había un pileton tipo Landini que el sacerdote jamás usó (jamás una pileta olímpica) y una supuesta cancha de tenis de césped que servía como corral de ovejas y lechones que el casero Ramón Ibalo cuidaba. Pasado casi un año del alquiler de esta oficina el señor Mirenda le pide al Padre Grassi que le restituya la propiedad, ya que, había salido una quiebra y perdió su fabrica (donde él vivía con su señora). La propuesta era trasladarse a una suntuosa quinta llamada “los Danieles”, pero el Fundador de Felices Los Niños consideró que era un lugar muy lujoso y que el traslado era muy costoso por las reformas que se debían hacer. Por esta razón se terminó arreglando que como parte de pago del alquiler de La Blanquita se le iba a arrendar para el matrimonio Mirenda una pequeña vivienda que estaba al fondo de “los Danieles” que costaba 500 pesos por mes. Esta ínfima cifra se descontaba del alquiler de la oficina del Padre Grassi.
La denuncia
Un día el señor Mirenda se peleó de palabra con la señora Ángela De la Rosa, dueña de Los Danieles, y se fue a la Comisaria de Willians Morris a hacer la denuncia de “supuestas amenazas verbales” de dicha mujer. Mientras declaraba dijo al pasar que él le alquilaba su quinta al Padre Grassi y que como parte de pago habitaba esa casita (de los antiguos caseros) de “Los Danieles”. Bastó decir el nombre “Padre Grassi” para que la fiscalía de Morón desechara la denuncia por amenazas contra la buena señora y le iniciara una causa por el delito de peculado al cura y a dos empleados de la Fundación. La denuncia, en síntesis, decía que la Fundación no tenía porque pagarle una oficina al Padre Grassi porque este ya no era nadie dentro del Consejo Directivo y en su carácter de fundador y padre Espiritual no tenía porque tener un sitio donde trabajar. La segunda parte de la denuncia apuntaba a que la fundación estaba destinada a atender niños y no tenia porque alquilarle una casa a dos ancianos, pasando por alto que dicho exiguo alquiler se hacía como parte de pago de la oficina.
El juicio
Durante el juicio oral, entre el 17 y 28 de Octubre de 2016, todos los testigos declararon que el Padre Grassi trabajaba intensamente todo el día en la Blanquita consiguiendo donaciones, atendiendo cuestiones puntuales de la Fundación y desarrollando actividades pastorales propias como Padre 3)Espiritual de la Obra que él fundó. Se mostraron fotos de muchas de estas acciones y documentación del buen estado de la Fundación en dicho momento. No hubo una sola prueba que desmienta la finalidad de dicho inmueble. Nadie testimonió que el sacerdote tenga un buen pasar dentro de dicho lugar olvidándose de los niños. Todo lo contrario: amigos y enemigos unánimemente reconocieron su laboriosidad y austeridad.
El fallo y la falla
Como pasó en la causa anterior el Tribunal no se animo a absolver totalmente al Padre Grassi e hizo un “empate”. 1.-Absolvió al Padre Julio Cesar Grassi y a su Apoderado Juan Domingo Pérez por el alquiler de la quinta La Blanquita. Consideró el Tribunal de manera unánime que dicho inmueble fue bien alquilado y que era innegable que el sacerdote trabajaba allí denodadamente por el bien de los chicos de la Fundación. 2.-Lo condenó en fallo dividido (Bonanno y Moralejo en contra y Cedarri lo absolvió) a dos años de prisión en suspenso al Padre Grassi y al empleado Héctor Fabbri por el alquiler de la casita del fondo de “los Danieles”. En el lapso de cuatro años, según el dictamen del perito contable, dicho alquiler le costó a la Fundación 24.800 pesos, ósea 6.200 pesos por año. Pero como una congregación de Hermanas había pagado 15.000 pesos de dicha deuda, se lo condenó al sacerdote por una erogación de tan solo 9.800 pesos, que en definitiva era a cuenta del pago de la oficina “la Blanquita”. Las mentiras mediáticas de Canal 13, TN y Clarín: Canal 13, que inventara la anterior denuncia en su programa Telenoche Investiga, contra el Padre Grassi, para dar validez a esa insulsa condena salió a “batir el parche” con una nueva mentira, diciendo “exactamente lo contrario a lo que dice el fallo”. Lo primero que se escuchó en un flash de TN fue que “mientras los chicos no tenían que comer, el Padre Grassi alquiló una quinta con pileta y cancha de tenis”. Como se verá en el video que adjuntamos, el mismo señor Mirenda manifestó en un reportaje , que el Padre Grassi nunca uso la pileta y que en la cancha de tenis había medio metro de pasto y unos lechones comiéndose el mismo.
En síntesis
El padre fue absuelto en cuatro hechos y condenado en un hecho a dos años en suspenso (de no cumplimiento efectivo).
A casación
Los abogados del Padre julio Grassi y el Señor Héctor Fabbri ya presentaron la reserva para apelar en el Tribunal de Casación de La Plata. 4)Si funciona la lógica, al ser absuelto por el alquiler de la oficina “la Blanquita” tiene que ser liberado de culpa y cargo por el alquiler de la otra casa que era como forma de pago. Esperemos que termines los “empates” y los jueces se atrevan a hacer justicia con el sacerdote de la Obra de Felices los Niños. Cabe destacar que el Consejo de Administración de la Fundación felices los niños abalo ambos contratos de alquiler, los que fueron insertados en el balance anual y aprobados por la Dirección Provincial de Personas Jurídicas.
Sera justicia.
Entrevista al Dueño de la Quinta La Blanquita: Desmiente a Nieva Woodgate.
La situación del Padre Grassi
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El sacerdote argentino Julio César Grassi, condenado en 2017 a 15 años de cárcel por abuso sexual de menores, intentará este jueves que la Justicia avale su pedido para salir de prisión de manera anticipada. En la audiencia prevista para este 22 de agosto, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) № 1 de Morón determinará si adelanta o no la libertad para el cura, que debería purgar la pena hasta mayo de 2028.
La posibilidad de que el extitular de la Fundación Felices los Niños pueda salir libre generó la preocupación del abogado de las víctimas, Juan Pablo Gallego.
“Voy a exponer y alegar los motivos por los cuales Grassi no puede salir. En primer lugar, porque el propio Código Penal establece que no es un beneficio que puedan pedir los delincuentes sexuales”, dijo el letrado, Además, añadió que el religioso, al que se le prohibió el ejercicio del ministerio sacerdotal pero nunca fue expulsado de la Iglesia Católica, se opuso a una pericia psicológica. Para Gallego, Grassi es un “poderoso” que siempre “aprovecha” algún momento de “distracción” para que le otorguen beneficios.
En abril de 2020, durante la cuarentena estricta por la pandemia de coronavirus, intentó acceder a la prisión domiciliaria alegando razones de salud. Sin embargo, el pedido no le fue concedido porque se comprobó que no formaba parte de la población considerada como grupo de riesgo ante un eventual contagio de covid-19. Durante su estadía en prisión, Julio César Grassi se recibió de abogado, por lo que en la audiencia de este jueves se representará a sí mismo.
Grassi fue condenado en 2009 como autor reiterado de delitos de abuso sexual contra dos niños que estaban a su cuidado en la fundación que presidía, pero permaneció en libertad condicional hasta 2013. Ese mismo año fue detenido, momento a partir del cual permaneció en la Unidad Penitenciaria № 41 de Campana, en la provincia de Buenos Aires. En marzo de 2017 la sentencia de la Justicia quedó firme, después que fueran desestimados los recursos presentados por el sacerdote. La decisión fue adoptada por unanimidad. El escándalo estalló en octubre de 2002, cuando una investigación periodística difundió las denuncias por abuso sexual de varios menores sin familia que estaban bajo la protección de Grassi en la Fundación Felices los Niños. En concreto, un joven de 19 años contó en la televisión que Grassi había abusado de él cuando tenía 15 años. Luego se sumaron otros testimonios que relataban el supuesto trato aberrante del cura con los menores que permanecían en su institución.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 22, 2024
UNÁNIME ABSOLUCIÓN AL PADRE GRASSI POR EL ALQUILER DE SU OFICINA (LA BLANQUITA) Y UNA ABSURDA CONDENA POR ALQUILAR UNA CASA DE UN AMBIENTE PARA DOS ANCIANOS
El 14 de Noviembre de 2016 el Tribunal Oral Número 3 de Morón (Dres. Cedarri, Bonanno y Moralejo) dictó sentencia acerca de dos acusaciones que pesaban sobre el Padre Julio César Grassi y dos miembros de su Fundación Felices los Niños.
¿De qué se trataba la denuncia?
Cuando el Padre Grassi comenzó su proceso judicial en el año 2002 y ya no pudo ingresar a la sede de la Fundación en Hurlingham, donde tenía su oficia para trabajar, los miembros de dicha entidad alquilaron al señor Alberto Mirenda su casa quinta, que está justo enfrente de la Obra. Dicha quinta no es una mansión ni mucho menos, como osadamente quiere hacernos creer Canal 13 y Clarín. Como verán en las fotos, se trata de una propiedad que tiene más 2)de 90 años de construcción y se encuentra bastante deteriorada. Pero para el Padre Grassi lo que valía era la ubicación y la cercanía con su obra. Allí instaló una oficia, una pequeña capilla (consagrada por Monseñor Laguna) dos depósitos y una sala de reuniones. El resto era terreno donde había un pileton tipo Landini que el sacerdote jamás usó (jamás una pileta olímpica) y una supuesta cancha de tenis de césped que servía como corral de ovejas y lechones que el casero Ramón Ibalo cuidaba. Pasado casi un año del alquiler de esta oficina el señor Mirenda le pide al Padre Grassi que le restituya la propiedad, ya que, había salido una quiebra y perdió su fabrica (donde él vivía con su señora). La propuesta era trasladarse a una suntuosa quinta llamada “los Danieles”, pero el Fundador de Felices Los Niños consideró que era un lugar muy lujoso y que el traslado era muy costoso por las reformas que se debían hacer. Por esta razón se terminó arreglando que como parte de pago del alquiler de La Blanquita se le iba a arrendar para el matrimonio Mirenda una pequeña vivienda que estaba al fondo de “los Danieles” que costaba 500 pesos por mes. Esta ínfima cifra se descontaba del alquiler de la oficina del Padre Grassi.
La denuncia
Un día el señor Mirenda se peleó de palabra con la señora Ángela De la Rosa, dueña de Los Danieles, y se fue a la Comisaria de Willians Morris a hacer la denuncia de “supuestas amenazas verbales” de dicha mujer. Mientras declaraba dijo al pasar que él le alquilaba su quinta al Padre Grassi y que como parte de pago habitaba esa casita (de los antiguos caseros) de “Los Danieles”. Bastó decir el nombre “Padre Grassi” para que la fiscalía de Morón desechara la denuncia por amenazas contra la buena señora y le iniciara una causa por el delito de peculado al cura y a dos empleados de la Fundación. La denuncia, en síntesis, decía que la Fundación no tenía porque pagarle una oficina al Padre Grassi porque este ya no era nadie dentro del Consejo Directivo y en su carácter de fundador y padre Espiritual no tenía porque tener un sitio donde trabajar. La segunda parte de la denuncia apuntaba a que la fundación estaba destinada a atender niños y no tenia porque alquilarle una casa a dos ancianos, pasando por alto que dicho exiguo alquiler se hacía como parte de pago de la oficina.
El juicio
Durante el juicio oral, entre el 17 y 28 de Octubre de 2016, todos los testigos declararon que el Padre Grassi trabajaba intensamente todo el día en la Blanquita consiguiendo donaciones, atendiendo cuestiones puntuales de la Fundación y desarrollando actividades pastorales propias como Padre 3)Espiritual de la Obra que él fundó. Se mostraron fotos de muchas de estas acciones y documentación del buen estado de la Fundación en dicho momento. No hubo una sola prueba que desmienta la finalidad de dicho inmueble. Nadie testimonió que el sacerdote tenga un buen pasar dentro de dicho lugar olvidándose de los niños. Todo lo contrario: amigos y enemigos unánimemente reconocieron su laboriosidad y austeridad.
El fallo y la falla
Como pasó en la causa anterior el Tribunal no se animo a absolver totalmente al Padre Grassi e hizo un “empate”. 1.-Absolvió al Padre Julio Cesar Grassi y a su Apoderado Juan Domingo Pérez por el alquiler de la quinta La Blanquita. Consideró el Tribunal de manera unánime que dicho inmueble fue bien alquilado y que era innegable que el sacerdote trabajaba allí denodadamente por el bien de los chicos de la Fundación. 2.-Lo condenó en fallo dividido (Bonanno y Moralejo en contra y Cedarri lo absolvió) a dos años de prisión en suspenso al Padre Grassi y al empleado Héctor Fabbri por el alquiler de la casita del fondo de “los Danieles”. En el lapso de cuatro años, según el dictamen del perito contable, dicho alquiler le costó a la Fundación 24.800 pesos, ósea 6.200 pesos por año. Pero como una congregación de Hermanas había pagado 15.000 pesos de dicha deuda, se lo condenó al sacerdote por una erogación de tan solo 9.800 pesos, que en definitiva era a cuenta del pago de la oficina “la Blanquita”. Las mentiras mediáticas de Canal 13, TN y Clarín: Canal 13, que inventara la anterior denuncia en su programa Telenoche Investiga, contra el Padre Grassi, para dar validez a esa insulsa condena salió a “batir el parche” con una nueva mentira, diciendo “exactamente lo contrario a lo que dice el fallo”. Lo primero que se escuchó en un flash de TN fue que “mientras los chicos no tenían que comer, el Padre Grassi alquiló una quinta con pileta y cancha de tenis”. Como se verá en el video que adjuntamos, el mismo señor Mirenda manifestó en un reportaje , que el Padre Grassi nunca uso la pileta y que en la cancha de tenis había medio metro de pasto y unos lechones comiéndose el mismo.
En síntesis
El padre fue absuelto en cuatro hechos y condenado en un hecho a dos años en suspenso (de no cumplimiento efectivo).
A casación
Los abogados del Padre julio Grassi y el Señor Héctor Fabbri ya presentaron la reserva para apelar en el Tribunal de Casación de La Plata. 4)Si funciona la lógica, al ser absuelto por el alquiler de la oficina “la Blanquita” tiene que ser liberado de culpa y cargo por el alquiler de la otra casa que era como forma de pago. Esperemos que termines los “empates” y los jueces se atrevan a hacer justicia con el sacerdote de la Obra de Felices los Niños. Cabe destacar que el Consejo de Administración de la Fundación felices los niños abalo ambos contratos de alquiler, los que fueron insertados en el balance anual y aprobados por la Dirección Provincial de Personas Jurídicas.
Sera justicia.
Entrevista al Dueño de la Quinta La Blanquita: Desmiente a Nieva Woodgate.