La Caída de los Íconos Estadounidenses

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Por J.G. Shear.

Antiguamente símbolos imponentes de la innovación y la cultura de consumo estadounidenses, Borders, Blockbuster, Kmart, Palm Pilot, Pontiac y Kodak corrieron un destino similar: colapsar bajo el peso de la disrupción tecnológica, los errores estratégicos y los cambios en el comportamiento del consumidor. Sus historias ofrecen advertencias sobre los peligros de la complacencia en un mercado en rápida evolución.

Borders Books comenzó en 1971 como una pequeña librería en Ann Arbor, Michigan, con un sistema de inventario revolucionario. Para la década de 1990, se había expandido hasta convertirse en una cadena nacional, integrando música y películas en su experiencia de venta. Sin embargo, Borders tardó en adoptar el comercio electrónico, externalizando sus ventas en línea a Amazon en 2001, una decisión que le hizo perder el control digital justo cuando las compras en línea estaban en auge. Para cuando Borders lanzó su propio sitio web en 2008, ya era demasiado tarde. El auge de los libros electrónicos y la venta minorista digital, sumado a la sobreexpansión y el aumento de la deuda, condujo a su liquidación en 2011.

Blockbuster, fundada en 1985, revolucionó el entretenimiento en el hogar con sus enormes videotiendas. En su apogeo, operaba más de 9000 locales en todo el mundo. Sin embargo, Blockbuster no logró adaptarse a la era digital. En el año 2000, rechazó una famosa oferta de asociación de Netflix. A medida que los servicios de streaming cobraban impulso, Blockbuster se aferró a su modelo de tiendas físicas y a los ingresos por mora. En 2010, se declaró en quiebra y, en 2013, sus tiendas propias cerraron.

Kmart, que en su día fue el segundo minorista más grande de EE. UU., alcanzó su apogeo a principios de la década de 1990 con casi 2500 tiendas. Conocida por sus “Especiales de Luz Azul”, Kmart tuvo dificultades para definir su marca frente a competidores en ascenso como Walmart y Target. Las malas inversiones, incluyendo las adquisiciones de Borders y Sports Authority, se combinaron con la incapacidad de modernizar su cadena de suministro y su presencia digital. Tras dos quiebras y una fusión fallida con Sears, solo quedan unas pocas tiendas Kmart en la actualidad. 

Palm Pilot, pionero de los asistentes digitales personales (PDA), dominó la industria a finales de la década de 1990. Su diseño elegante y su interfaz intuitiva lo convirtieron en uno de los favoritos de los profesionales. Sin embargo, Palm no logró una transición eficaz a la era de los teléfonos inteligentes. A pesar de inventar la primera cámara digital en 1975, los sucesores de Palm no pudieron competir con los dispositivos iPhone o Android de Apple. Adquirida por HP en 2010, Palm fue descontinuada discretamente, y su legado quedó sepultado bajo la innovación de las pantallas táctiles.

Pontiac, la marca de alto rendimiento de GM, le dio a Estados Unidos el GTO, el Firebird y el Trans Am. Pero para la década de 1980, las regulaciones ambientales y las exigencias de eficiencia de combustible chocaron con la identidad de Pontiac como un automóvil potente. Las malas decisiones de diseño y la competencia de los fabricantes japoneses erosionaron su cuota de mercado. La crisis financiera de 2008 selló su destino, y GM descontinuó la producción de Pontiac en 2010.

Kodak, antes sinónimo de fotografía, controlaba el 90 % del mercado estadounidense de películas. Irónicamente, inventó la cámara digital en 1975, pero la abandonó para proteger su negocio de películas.

Mientras rivales como Canon y Sony adoptaban la tecnología digital, Kodak dudó. Errores estratégicos, como el fracaso de sus inversiones en productos farmacéuticos y baterías, agravaron su declive. Kodak se declaró en bancarrota en 2012, víctima de su propia reticencia a innovar.

Juntos, estos gigantes caídos nos recuerdan: la innovación no espera a nadie.

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 23, 2025


 

El éxodo de suscriptores de Netflix en 2011

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Por J.G. Shear.

En el verano de 2011, Netflix —por entonces la favorita de Silicon Valley— dio un paso audaz que casi truncó su meteórico ascenso. La compañía anunció un aumento de precios del 60 % al dividir su popular plan híbrido de 10 $ al mes en dos servicios separados: uno para alquiler de DVD y otro para streaming, cada uno con un precio de 7,99 $. El cambio, que se produjo sin previo aviso ni consulta previa a los clientes, desencadenó una reacción negativa que costó a Netflix 800 000 suscriptores en un solo trimestre².

Las consecuencias fueron rápidas y brutales. Los clientes inundaron el blog y las redes sociales de Netflix con quejas, acusando a la compañía de arrogancia y sordera durante una recesión. La situación empeoró cuando el director ejecutivo, Reed Hastings, presentó Qwikster, un intento efímero de escindir el negocio del DVD en una marca independiente. La decisión confundió a los usuarios, sobre todo porque la cuenta de Twitter @Qwikster pertenecía a un adolescente malhablado, y el cambio de marca fue objeto de burlas en Saturday Night Live.

Las acciones de Netflix se desplomaron casi un 80% en cuatro meses, y Hastings, en su día aclamado como el Empresario del Año por Fortune, se convirtió en una advertencia. Internamente, la empresa estaba sumida en la confusión. Ejecutivos clave que en su momento cuestionaron las decisiones de Hastings se habían marchado, y los que permanecieron carecían de la influencia necesaria para oponerse a la drástica transición hacia el streaming.

A pesar del caos, Hastings se mantuvo firme en su visión estratégica. Creía que el streaming era el futuro y quería revolucionar el negocio de DVD de Netflix antes que la competencia. Pero la ejecución fue deficiente. La empresa subestimó el apego emocional de los clientes al servicio de DVD y no comunicó la razón de los cambios.

En una carta a los accionistas, Hastings admitió que la empresa había actuado con demasiada rapidez y había juzgado mal la opinión de los clientes. Netflix finalmente descartó Qwikster y prometió no realizar más cambios de precios. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. La reputación de la compañía se vio afectada y su base de suscriptores se redujo de 24,6 millones a 23,8 millones.

Sin embargo, la crisis se convirtió en un punto de inflexión. Netflix se centró en la experiencia del cliente, simplificó su interfaz y redobló su apuesta por el contenido en streaming. En pocos años, resurgió con programación original como House of Cards, aprovechando los datos de los usuarios para adaptar el contenido y reconstruir la confianza.

La debacle de 2011 sigue siendo un ejemplo clásico de cómo incluso las empresas visionarias pueden fallar cuando olvidan los fundamentos de la relación con el cliente. Netflix sobrevivió escuchando, adaptándose y, en última instancia, demostrando que incluso una experiencia cercana a la muerte puede ser el catalizador de la reinvención.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Julio 28, 2025


 

JAVIER MILEI LO HIZO… AHORA LA GRIETA NO ES UNA, SON DOS

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 Por Claudio Kussman.

En esta Argentina exótica nuestra sociedad, al igual que la de muchos otros países,  a través del tiempo siempre estuvo dividida en dos partes muy diferenciadas. Unitarios-federales, radicales-peronistas,  peronistas-gorilas, demócratas-golpistas, “zurdos”-ultraderecha, y así siguió hasta que en los primeros años de este siglo llegaron  a la presidencia de la nación los kirchneristas. Estos  luego de hacer tropelías igual que sus antecesores robándose todo lo que podían, nada más que durante mucho  más tiempo, lo cual visibilizó el estrago, a raiz de  sus inconductas”  fueron los padres putativos de una nueva y muy rústica criatura llamada JAVIER MILEI a quien acompañaba VICTORIA VILLARRUEL de profunda estirpe militarista.  Con una motosierra de juguete en la mano, despeinado, de zapatillas sucias, supervisado por  su hermana KARINA “el jefe”,  puteando y carajeando a los 4 vientos, en un abrir y cerrar de ojos, se alzó con  el gobierno a fines de 2023 y allí obtuvo varios logros.

Uno de ellos, que es el que  más interesa a la sociedad, sino el único,  fue contener la inflación que nos devoraba, si bien no lo hizo a costa de “la casta” como había prometido (cualquier duda preguntarle, entre otros,  a los jubilados o al personal del Hospital Pediátrico Dr. Juan P. Garrahan). El otro, hacer que ahora la grieta no sea solo mileistas-kirchneristas, sino también mileistas-villarruelistas o si se quiere mileistas-villarruelines como cariñosamente calificara la “traidora” vicepresidente a sus fanáticos seguidores. Así “el león que hace temblar a los zurdos” (ignoro de donde) también ha logrado dada su incontenible verborrea  que sea más interesante mirar los noticieros televisivos que ver una película en Netflix. Hoy por hoy la verdadera acción se encuentra en la Casa de Gobierno, transformada poco menos que “en la jaula de las locas”, para el trágico y casi suicida entretenimiento de todos, todas, y “todes”. Mientras, abulicos prisioneros adultos mayores imputados groseramente  a como dé lugar por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad continúan muriendo en cautiverio, y…“alguien” desde un balcón observa y espera.      

“Ese algo más profundo y más secreto. Son como grietas dentro de ti. Como líneas defectuosas en las que las cosas no encajan bien”

John Green (1977-     )

 


PrisioneroEnArgentina.com

Julio 13, 2025


 

Netflix vs. Biden

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El cofundador de Netflix, Reed Hastings, ha instado al actual presidente de EE.UU., Joe Biden, a abandonar la carrera presidencial de 2024. “Biden necesita hacerse a un lado para permitir que un vigoroso líder demócrata derrote a Trump y nos mantenga seguros y prósperos.”

De tal modo, Hastings se ha convertido en uno de los donantes más importantes del Partido Demócrata en sostener públicamente que Biden, a sus 81 años, ya no sería capaz de vencer al candidato republicano y debe abandonar la contienda.

Biden
Hastings
Trump

La creciente preocupación entre los principales donantes y estrategas demócratas por la candidatura de Biden en los próximos comicios se va agravando después de su desastroso desempeño en el debate contra Donald Trump la semana pasada que dio lugar a dudas sobre su capacidad de seguir haciendo campaña y ser apto para ejercer el cargo de presidente.

Pese a las especulaciones y presión de los integrantes de su propio partido, Biden de momento se mantiene firme en su intención de quedarse en la contienda, al tiempo que desde la Casa Blanca refutan las versiones que indican lo contrario.

Aun así, asesores de alto nivel creen que a Biden probablemente solo le quedan unos días para demostrar de forma convincente su aptitud para el cargo que aspira a volver a ocupar antes de que cunda el pánico en el Partido Demócrata. Tras haber revisado las encuestas y la amplia cobertura mediática, el presidente reconoce la urgencia de la tarea, pero está convencido de que lo logrará en los próximos días y no piensa retirar su candidatura, agregaron.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Julio 7, 2024