El ojo que ve

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  Por Julie Moncada.

Frank Morris nació en Nashville, Tennessee, en 1908. A los seis años perdió el ojo derecho tras golpearse con la rama de un árbol mientras montaba a caballo, y a los 16 años perdió el ojo izquierdo durante un combate de boxeo. Morris estaba muy frustrado por tener que depender de otros para que lo ayudaran a desplazarse.

En noviembre de 1927, el padre de Morris le leyó un artículo de Dorothy Eustis, una filántropa estadounidense que vivía en Suiza y que dirigía una escuela que proporcionaba perros a la policía y a la Cruz Roja. El artículo describía escuelas en Alemania que entrenaban perros guía para veteranos de la Primera Guerra Mundial que habían quedado ciegos por el gas mostaza.

Frank Morris y Buddy

Morris se sintió inspirado a escribirle a Eustis para pedirle ayuda. “¿Es realmente cierto lo que dices? Si es así, ¡quiero uno de esos perros! Y no estoy solo. Miles de ciegos como yo detestan depender de los demás. Ayúdenme y los ayudaré. Entréname y traeré a mi perro y mostraré a la gente de aquí cómo un hombre ciego puede valerse por sí mismo. Entonces podremos establecer un centro de instrucción en este país para darles a todos los que lo deseen una oportunidad de una nueva vida”. Eustis aceptó ayudar.

Morris fue a Suiza y se entrenó con una pastora alemana llamada Kiss, a la que rápidamente rebautizó Buddy. El entrenamiento fue duro, pero después de unas semanas Morris pudo moverse por el pueblo suizo de manera segura con la ayuda de Buddy.

En junio de 1928, Frank regresó a los EE. UU. con Buddy en la ciudad de Nueva York. Avisó a los medios y demostró las habilidades de Buddy cruzando una calle transitada de Nueva York. Según Morris, “Buddy avanzó entre el estruendo ensordecedor, se detuvo, dio marcha atrás y volvió a empezar. Perdí todo sentido de la orientación y me entregué por completo al perro. Nunca olvidaré los tres minutos siguientes: camiones de 10 toneladas pasando a toda velocidad, taxis tocando la bocina en nuestros oídos, conductores gritándonos. Cuando finalmente llegamos al otro lado y me di cuenta del magnífico trabajo que había hecho, me incliné y le di un gran abrazo a Buddy y le dije lo buena, buena chica que era”.

Morris envió un telegrama de una sola palabra a Eustis: “¡ÉXITO!”.

En enero de 1929, Morris y Eustis cofundaron la primera escuela de perros guía en los EE. UU. llamada The Seeing Eye (El ojo que ve). Funcionó en Nashville durante dos años y luego se trasladó a Nueva Jersey porque el clima era más adecuado para el adiestramiento de perros. Entre 1929 y 1956, Morris viajó por todo Estados Unidos difundiendo la palabra sobre la organización y la necesidad de leyes de acceso igualitario para las personas con perros guía. En 1956, todos los estados de los EE. UU. habían aprobado leyes que permitían el acceso a espacios públicos a personas ciegas con perros guía.

Buddy murió el 23 de mayo de 1938. Morris llamó a su siguiente perro Buddy, como lo haría con todos sus perros guía posteriores. El 29 de abril de 2005, se inauguró en Morristown, Nueva Jersey, una escultura de Frank Morris y Buddy titulada The Way to Independence (La ruta de a Independencia).

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 21, 2024


 

LOS HÉROES DE CUATRO PATAS EN MALVINAS

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  Por Prof. Dra. María Elena Cisneros Rueda.

“Teatro de operaciones Malvinas” conocido como TOM, no era ni militar, ni estaba entrenado, no tenía raza definida, nadie lo había adoptado formalmente, no tenía un hogar cariñoso y dedicado, pasaba desapercibido en todas partes porque era “uno más de esos perros callejeros”. Pero cuando se necesitó un soldado valiente y decidido, heroico en batalla, respondió de forma intempestiva al llamado de las armas y viajó como polizón escondido entre los soldados del Grupo de Artillería 101 del Ejército Argentino. Cuando partió el Hércules desde Santa Cruz hacia las Islas llevaba en su vientre al personal de combate, dos cañones Sofma,  un Unimog y al can TOM quien cumpliera su tarea de guardián a la perfección sobre todo en “alerta roja de bombardeo”, ya que era el primero en salir de la zona de seguridad y el último en volver detrás del último soldado que entraba. Como el clima era tan áspero, los soldados le fabricaron un abrigo con bufandas y gorros de lana. El día 11 de junio de 1982 pasadas las 11 horas un frenético avión pirata se lanzó en picada bombardeando un cañón  haciéndolo estallar. TOM parado sobre una roca ladraba furioso. El avión volvió con ametralladora atacando a la tropa argentina que se defendía con fusiles. Varios  cayeron heridos,  TOM salió disparado a buscar los que estaban más lejos y fue alcanzado por las esquirlas. Quedó tendido sobre la roca con los ojos grandes y oscuros, fieles y bravos mirando al infinito cielo de las islas. Se  había convertido  en un gran artillero y era también  apoyo moral y terapéutico para cualquier soldado que se encontrara un poco triste.

Allá quedó, en las Islas que tanto ayudó a defender como bastión argentino. No tenía raza, ni era militar, ni fue entrenado, ni tenía hogar, pero fue un noble y valeroso soldado de la Patria!

Al otro día el 12 de junio, dieron la orden al Jefe de la Sección “Perros de guerra” enviar cinco perros con sus guías a una determinada posición a la retaguardia del Batallón de Infantería de Marina Número 5 para encontrar posibles infiltraciones en una determinada zona a la altura de Sapper Hill, donde también se encontraban efectivos de la Artillería aerotransportada  4 perteneciente al Ejército Argentino. El grupo enviado no vaciló un segundo en cumplir la orden dada. Estaba formado por: Carlos Del Greco con el can “ÑARÓ”, Raúl Andicoechea con el can “NEGRO”, Luis Giuliani con el can “WERNER”, Carlos Silvas con la can “XUAVIA” y José Cruz con el can “VOGEL”. Dos días después, en la madrugada del 14 de junio debido a la ferocidad del combate volvieron a Puerto Argentino perseguidos por el incesante fuego enemigo. En medio de la refriega los canes “ÑARÓ” Y “NEGRO”  desaparecieron en medio del combate. La can “XUAVIA” a su vez se alejó disparada y nada se supo de ella hasta el otro día cuando alertados por sus ladridos, los combatientes argentinos encontraron a un camarada de armas malherido y sobreviviente gracias al calor que la can le había prodigado con su propio cuerpo y no se alejó de su lado hasta que los camilleros pudieron socorrerlo y solo entonces volvió junto al grupo. Los canes “WERNER” Y “VOGEL” habían podido volver con sus guías. A partir del 15 de junio fueron hechos todos prisioneros y hombres y animales se acomodaron como pudieron en carpas, logrando la autorización de los enemigos para  pasear a los perros en el lugar que les fuera asignado. Todos sufrieron, frío, hambre, falta de sueño y suciedad. Cinco días más tarde todos fueron embarcados a bordo del ARA “Yehuin” comandado por ingleses y trasladados al rompehielos ARA “Irizar” que fuera designado buque hospital durante el conflicto. La tarea de subir a los perros por la escala fue ciclópea porque estaban aterrados por las condiciones climáticas y el lugar desconocido al que los llevaban. Cada guía cargó su perro al hombro y todos llegaron sanos y salvos a Ushuaia el 22 de junio. Los canes quedaron a bordo al cuidado de Carlos Del Greco y Ceferino Cáceres. El 27 de junio llegó  la Base Naval General Belgrano el “Irizar” con los 16 perros a bordo y sus cuidadores.

“NEGRO” Y “ÑARÓ”  fueron reportados perdidos en acción junto al can “TOM”.

La sección “Perros de guerra en Malvinas” recibió en 2009 la condecoración “Operación en combate” porque su desempeño fue valiente y ejemplar. Los canes que formaron parte de esta sección fueron:

CAN                                                 GUÍA

“NANDO”                                        José Ramón Alarcón

“RANQUEL”                                   Ángel Rolado Albarracín

“NEGRO” perdido en  acción         Raúl Andicoechea  

“DUQUE”                                        Ceferino Cáceres 

“VOGEL”                                        José Rubén Cruz

“ÑANCUL”                                      Silvano Pastor Decima

“ÑARÓ” perdido en acción             Carlos Alberto Del Greco

“WERNER”                                     Luis Alberto Giuliani

“YOU”                                             Humberto Herrera

“VOLF”                                           Raúl Francisco Irigoyen

“FRANKY”                                     Ubaldo Darío López

“FALU”                                          Jorge Alberto Medina

“LONDON”                                    Néstor Raúl Pérez

“KENI”                                          Oscar Rolando Pérez

“ÓNIX”                                          Martín Donato Picón

“NICK”                                          Jorge Rinaldi

“OLAF”                                         Rubén Orlando Rivadaneira

“XUAVIA”                                     Carlos Dante Silvas

CUADROS DE LA SECCIÓN “PERROS DE GUERRA EN MALVINAS”

Miguel Alberto Paz                  Jefe de Sección

Jorge Víctor Robles                Veterinario. Cría y veterinaria

Ernesto Franco                        Encargado de sección

Raúl Alberto Altamirano           Ayudante veterinario

Héctor Barrarau                       Ayudante veterinario

Julio César Herrera              Ayudante veterinario   

“MORTERO” can del Ejército Argentino del Regimiento de Infantería Número 8 fue el primer prisionero perro de guerra de la historia. Arriba del buque británico “Norland”  el can “MORTERO” demostró su disconformidad con la tripulación  británica y les orinó la alfombra. Los enemigos quisieron tirarlo al agua pero los soldados argentinos lo rodearon como barrera humana impidiendo ese nefasto hecho y todos regresaron al continente.              

HONOR Y GLORIA A LOS BRAVOS SOLDADOS CANINOS: NEGRO, ÑARÓ Y TOM CAÍDOS EN COMBATE DEFENDIENDO EL TERRITORIO NACIONAL,  A  SUS VALEROSOS GUÍAS, A TODA LA SECCIÓN DE “PERROS DE GUERRA EN MALVINAS” y a “MORTERO” POR SU VALENTÍA DESDEÑANDO AL ENEMIGO

                                                   ¡J A M Á S      O L V I D A R !

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Julio 25, 2024


 

Falleció el Sargento Cartucho

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Hoy falleció Cartucho, el perro que con su valor y notable trabajo en contra de la delincuencia llegó a ostentar el rango de sargento y era la estrella de la Comisaría Séptima de la Policía de Corrientes. Cartucho, que rondaba los 18 años, padecía complicaciones renales que en el último tiempo se vieron agravadas, sin embargo esto no pudo con él sino que fue un accidente vial lo que finalmente acabó con su vida, tras ser atropellado por una camioneta. Su restos fueron despedidos con todos los honores durante la tarde de ayer domingo 31 de Mayo. La inhumación fue llevada a cabo en el predio de la División de Canes.

 

PrisioneroEnArgentina.com
Junio 1, 2020

AGENTE CERO – CERO – PERRO

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Milley
el-Baghdadi

Un perro militar que fue herido mientras rastreaba la cabeza del Estado Islámico está de vuelta en servicio. Pero no se puede preguntar el nombre del K-9, bajo ninguna circunstancia.

Los oficiales militares dicen que el nombre del perro está clasificado. Así como otros detalles, incluyendo la raza.

El general Mark Milley dijo a los periodistas el lunes que el animal “realizó un tremendo servicio” al rastrear al temible terrorista Abu Bakr al-Baghdadi en un túnel debajo de su complejo. Al-Baghdadi desató una explosión mediante la cual se suicidó y dejó sin vida a sus tres niños, hiriéndo al valiente perro.

Milley dijo que el perro estaba “ligeramente herido”, pero ahora se está recuperando y ha vuelto al servicio en un lugar no revelado. Milley dice que Estados Unidos está “protegiendo la identificación del perro” manteniendo cualquier información sobre el canino clasificada por ahora.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 29, 2019


 

Xuavia

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Se encontraba embarazada cuando fue destinada a Malvinas. Seleccionada por ser una de las mejores en su categoría. En los últimos días de combate en el conflicto de Malvinas se decidió el envío de perros a primera línea para evitar infiltraciones enemigas. En la noche del 13 al 14 de junio, en el asalto final, los guías perdieron a sus perros que huyeron aturdidos por las explosiones. Todos los esfuerzos por encontrarlos que realizó la sección Perros terminaron en un profundo fracaso, pese al empeño de la división, incluyendo a los Infantes de Marina de otros destinos, quienes colaboraron sensibilizados por los hechos.
Lo hicieron a pesar de ser conscientes de que, de estar con vida, guiados por su instinto y sensibilidad, hubieran regresado a su sección. Algunos rumores indican que fueron hallados por oficiales ingleses, quienes los habrían adoptado.

En esa noche, seguramente Xuavia, cuando estaba regresando del frente hacia la localidad, encontró herido a un soldado argentino que yacía cubierto por la nieve en el suelo. Xuavia se le acercó, se apoyó a su cuerpo y le brindó calor hasta el momento en que los camilleros lo encontraron y lo trasladaron hacia Puerto Argentino. Xuavia lo acompañó hasta el hospital y recién después de hacerlo, regresó con los suyos que se llenaron de alegría por su regreso.

De no haber sido por ella, el soldado hubiera muerto desangrado y congelado.

Luego del conflicto Xuavia regresó a la Base Naval Puerto Belgrano donde dio a luz a 9 cachorros, 7 machos y 2 hembras de los cuales 3 murieron inmediatamente después del parto.

 


Fuente: BienEstar


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 2, 2019


 

SARGENTO REX

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 Por María Ferreyra

 

 

Rex no se adaptaba a las personas y con su mirada adusta se los dejaba saber. Más de una vez pensaron que tenía ciertos toques de deficiencia de atención y reacciones a las que cualquier persona con sentido común preocuparían.

Megan no encontraba su lugar en el mundo. Enojada consigo misma, se daba cuenta que no había nada para ella en ese mundo pequeño en un pueblo cercano a New York. Estas sensaciones se incrementaron cuando su mejor amigo murió de una sobredosis de narcóticos.

Rex era un pastor alemán perteneciente a los Marines de Estados Unidos de América. Megan una joven inquieta por su futuro que vio una doble oportunidad cuando se enlistó en ese cuerpo de guerra: Servir a su patria y hacer de su vida, un hecho productivo. Esta historia real de guerra es una oda al heroísmo y amistad inquebrantable entre dos seres en un mundo cínico y violento.

No fue amor a primera vista. Rex -como a todos y a cada uno de los soldados de la base de entrenamiento para perros detectores de explosivos- le mostraba sus poco amigables dientes. Megan, sospechando que algo bueno saldría de todo esto -sobre todo para encauzar su vida-, fue (a pesar de grandes reservas) paciente tratando de lograr cierta conexión. Eran dos inadaptados. El can, pese a su comportamiento altamente agresivo, solo permanecía allí debido a su gran potencial en su especialidad. La mujer, porque ya no tenía a donde ir.

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Un accidente hizo que la pareja dispareja tuviera su primer viaje a Irak, en el año 2005. El alojamiento precario hacía que el animal humano y el animal no humano compartieran la cama y el lugar por largas horas, creando un ambiente cada vez más amistoso.

Rex y Megan partieron en su primera misión, donde el cuadrúpedo encontró más de treinta rifles automáticos envueltos en pilas de alfombras persas dentro de una casa en las cercanías de Ar Ramádi. En su segunda intervención, Megan y Rex encontraron más de veinte minas instalados en el subsuelo del infernal desierto iraquí. Luego le sucedieron más de 100 misiones Claro, no todo es color de rosas e improvistos se suceden. Una mina activada por alambres que fueron levantados a su paso estallo a la vera de la huella que oficiaba como ruta provocando heridas tanto a la soldado como al animal. Pese a esto, ambos continuaron con su tarea. Rex salvó al pelotón en más de una oportunidad, y cuando este emprendió una forzada retirada, Megan cayó de uno de los vehículos. Rex, su valentía, hizo que no abandonara a su amiga caída.

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Mientras Megan se recuperaba de sus heridas en un hospital central, Rex lo hacía en uno de atención veterinaria, pero debía soportar una estrella negra en su currículo. Su agresividad le p0nía una cruz a la posibilidad de ser adoptado.

Estos animales viven y sufren las mismas experiencias de un combatiente. Su readaptación a la sociedad no siempre es tranquila. Uno de los mayores temores que los especialistas palpan es la de la posibilidad de sus reacciones ante un movimiento sospechoso o simplemente ante un niño esgrimiendo un arma de juguete.

Megan no se dio por vencida ni aún vencida. Recurrió a la prensa, a la opinión pública y hasta logró el apoyo del senador Chuck Schumer, quien sentenció que semejante dupla, debía disfrutar del uno al otro luego de su retiro.

Fue imposible decir no. Las autoridades accedieron a que Megan adoptara a Rex y la presentación oficial se hizo en el estadio de los New York Yankees, donde se tributó honores a la Infante de Marina Megan Leavey y al heroico Sargento Rex.

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Más de 300 perros al año son adoptados por el público en general después de que se haya considerado que están listos para la jubilación por parte de su respectivo servicio militar.
Antes de que los perros puedan someterse al proceso de adopción, los servicios militares deben cumplir estrictos procedimientos de detección para garantizar que los perros con tendencias agresivas no estén disponibles para su adopción a través del programa.
Si bien la gran mayoría de los perros se consideran adoptables, menos de 10 al año deben ser sacrificados debido a lo que se considera como “comportamiento agresivo intratable”.

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Rex pasó los últimos ocho meses de su vida nadando, jugando con otros perros, deambulando por el patio, ladrando a los ciervos y durmiendo junto a ella en una cómoda cama. Rex y su amiga recuperaron y disfrutaron de la paz y la alegría de vivir. Para él, intensa pero corta. Se le detectó cáncer, muriendo en ese corto, pero feliz tiempo después de su retorno del frente de guerra. El Sargento Rex dejó de existir a los once años, demostrando su conocimiento de amor, amistad y servicio a los demás.

“Sabía que yo estaba con él todo el tiempo y me acosté junto a él, lo abracé y le dije que estaba en paz al final. Ahora es mi ángel guardián … aunque ya lo era”, escribió la Marine Megan Leavey. Quizás algún día se vuelvan a reencontrar.

 


María Ferreyra

PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 29, 2017