Durante la Segunda Guerra Mundial, las aguas de la costa del Golfo de Estados Unidos se convirtieron en un campo de batalla inesperado, ya que los submarinos nazis acechaban la región, hundiendo buques aliados y acercando peligrosamente la guerra a las costas estadounidenses. Si bien el conflicto en Europa y el Pacífico acaparó titulares, la presencia de submarinos alemanes en el Golfo de México sigue siendo uno de los capítulos menos conocidos de la guerra.
En 1942, la Armada alemana lanzó la Operación Drumbeat, una campaña diseñada para paralizar la navegación aliada a lo largo de la costa estadounidense. El objetivo era interrumpir las rutas de suministro y debilitar el esfuerzo bélico estadounidense atacando buques mercantes y petroleros. El Golfo de México, una ruta vital para el transporte de combustible y suministros, se convirtió en un objetivo prioritario.
El primer submarino en entrar en el Golfo fue el U-507, que llegó el 30 de abril de 1942. En cuestión de semanas, hundió cinco buques aliados, incluyendo el Munger T. Ball, un petrolero que transportaba 250.000 litros de gasolina. Los ataques continuaron durante todo el verano, con 24 submarinos alemanes operando en la región.
Uno de los ataques más infames ocurrió el 29 de junio de 1942, cuando el U-67 torpedeó al HMS Empire Mica, un petrolero británico que transportaba 11.200 toneladas de queroseno. La explosión generó columnas de humo negro y el barco ardió durante horas antes de hundirse. De los 47 tripulantes, solo 14 sobrevivieron.
Los restos del Empire Mica yacen ahora a 33 metros bajo la superficie y se han convertido en un popular sitio de buceo, un conmovedor recordatorio del alcance de la guerra.
Entre 1942 y 1943, los submarinos alemanes hundieron 56 buques aliados y dañaron 14 más en el Golfo de México. Los ataques fueron devastadores, ya que Estados Unidos no estaba preparado para una guerra submarina tan cerca de su territorio.
El SS Robert E. Lee, un vapor de pasajeros, fue torpedeado por el U-166 el 30 de julio de 1942, a solo 72 kilómetros al este del río Misisipi. El ataque mató a 25 tripulantes, y los supervivientes remaron con sus botes salvavidas hasta la orilla.
A pesar de su éxito inicial, los submarinos alemanes finalmente se enfrentaron a una mayor resistencia por parte del ejército estadounidense. La mejora de las tácticas antisubmarinas, incluyendo sistemas de convoyes y patrullas aéreas, ayudó a expulsar a los submarinos del Golfo. Para 1943, la amenaza submarina había disminuido y Estados Unidos recuperó el control de sus aguas.
La presencia de submarinos nazis en la Costa del Golfo sigue siendo un capítulo olvidado de la Segunda Guerra Mundial. Estos submarinos llevaron la guerra a las puertas de Estados Unidos, hundiendo barcos y sembrando el miedo. Si bien los ataques fueron devastadores, finalmente propiciaron defensas más sólidas y un renovado compromiso con la protección de las aguas estadounidenses.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los submarinos alemanes surcaron el Atlántico, hundiendo buques aliados e interrumpiendo las líneas de suministro. Sin embargo, uno de los aspectos más intrigantes de sus operaciones fue su presencia frente a las costas argentinas, especialmente en los últimos meses de la guerra. La llegada del U-530 y el U-977 a Argentina tras la rendición de Alemania en 1945 desató especulaciones, teorías conspirativas y debates históricos sobre su misión y propósito.
En julio y agosto de 1945, dos submarinos alemanes, el U-530 y el U-977, emergieron cerca de Mar del Plata, Argentina, meses después de la rendición oficial de Alemania. Su inesperada llegada planteó dudas sobre si habían participado en misiones secretas, como el transporte de líderes nazis, oro robado o documentos clasificados a Sudamérica.
U-530
El U-530 llegó el 10 de julio de 1945, y su tripulación se entregó a las autoridades argentinas.
El U-977 le siguió el 17 de agosto de 1945, tras un viaje sumergido inusualmente largo, evitando ser detectado durante meses.
Ambos submarinos fueron posteriormente entregados a la Armada de los Estados Unidos, lo que alimentó la especulación sobre su cargamento y misión.
La llegada de estos submarinos dio lugar a numerosas teorías, algunas más plausibles que otras:
Ruta de escape de los líderes nazis: Algunos creen que nazis de alto rango, incluido Adolf Hitler, huyeron a Argentina utilizando estos submarinos. Sin embargo, no hay pruebas concretas que respalden esta afirmación.
Misión secreta en la Antártida: Una teoría sugiere que el U-530 y el U-977 hicieron escala en la Antártida antes de llegar a Argentina, posiblemente para establecer una base nazi oculta.
Transporte de oro nazi: Algunos historiadores especulan que los submarinos transportaban oro y objetos de valor robados de la Europa ocupada.
Si bien estas teorías siguen sin demostrarse, siguen alimentando la curiosidad histórica.
U 977
Tras su rendición, ambos submarinos fueron examinados por las fuerzas aliadas. El U-530 fue finalmente hundido en 1947 como parte de ejercicios navales, mientras que el U-977 se utilizó para pruebas de torpedos antes de ser destruido por el USS Atule en 1946.
El misterio en torno a su misión sigue sin resolverse, pero su presencia en Argentina pone de relieve el alcance global de las operaciones de la Alemania nazi durante la guerra.
La llegada de submarinos alemanes a Argentina después de la Segunda Guerra Mundial sigue siendo uno de los misterios navales más intrigantes del siglo XX. Si bien los registros oficiales sugieren que simplemente fueron rendiciones tardías, las especulaciones sobre su misión siguen cautivando la imaginación de historiadores y teóricos de la conspiración. Ya sea que transportaran fugitivos nazis, carga secreta o documentos clasificados, su viaje a Argentina sigue siendo un capítulo fascinante de la historia de la Segunda Guerra Mundial.
La historia oculta de los submarinos nazis que acechaban la costa del Golfo
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Durante la Segunda Guerra Mundial, las aguas de la costa del Golfo de Estados Unidos se convirtieron en un campo de batalla inesperado, ya que los submarinos nazis acechaban la región, hundiendo buques aliados y acercando peligrosamente la guerra a las costas estadounidenses. Si bien el conflicto en Europa y el Pacífico acaparó titulares, la presencia de submarinos alemanes en el Golfo de México sigue siendo uno de los capítulos menos conocidos de la guerra.
En 1942, la Armada alemana lanzó la Operación Drumbeat, una campaña diseñada para paralizar la navegación aliada a lo largo de la costa estadounidense. El objetivo era interrumpir las rutas de suministro y debilitar el esfuerzo bélico estadounidense atacando buques mercantes y petroleros. El Golfo de México, una ruta vital para el transporte de combustible y suministros, se convirtió en un objetivo prioritario.
El primer submarino en entrar en el Golfo fue el U-507, que llegó el 30 de abril de 1942. En cuestión de semanas, hundió cinco buques aliados, incluyendo el Munger T. Ball, un petrolero que transportaba 250.000 litros de gasolina. Los ataques continuaron durante todo el verano, con 24 submarinos alemanes operando en la región.
Uno de los ataques más infames ocurrió el 29 de junio de 1942, cuando el U-67 torpedeó al HMS Empire Mica, un petrolero británico que transportaba 11.200 toneladas de queroseno. La explosión generó columnas de humo negro y el barco ardió durante horas antes de hundirse. De los 47 tripulantes, solo 14 sobrevivieron.
Los restos del Empire Mica yacen ahora a 33 metros bajo la superficie y se han convertido en un popular sitio de buceo, un conmovedor recordatorio del alcance de la guerra.
Entre 1942 y 1943, los submarinos alemanes hundieron 56 buques aliados y dañaron 14 más en el Golfo de México. Los ataques fueron devastadores, ya que Estados Unidos no estaba preparado para una guerra submarina tan cerca de su territorio.
El SS Robert E. Lee, un vapor de pasajeros, fue torpedeado por el U-166 el 30 de julio de 1942, a solo 72 kilómetros al este del río Misisipi. El ataque mató a 25 tripulantes, y los supervivientes remaron con sus botes salvavidas hasta la orilla.
A pesar de su éxito inicial, los submarinos alemanes finalmente se enfrentaron a una mayor resistencia por parte del ejército estadounidense. La mejora de las tácticas antisubmarinas, incluyendo sistemas de convoyes y patrullas aéreas, ayudó a expulsar a los submarinos del Golfo. Para 1943, la amenaza submarina había disminuido y Estados Unidos recuperó el control de sus aguas.
La presencia de submarinos nazis en la Costa del Golfo sigue siendo un capítulo olvidado de la Segunda Guerra Mundial. Estos submarinos llevaron la guerra a las puertas de Estados Unidos, hundiendo barcos y sembrando el miedo. Si bien los ataques fueron devastadores, finalmente propiciaron defensas más sólidas y un renovado compromiso con la protección de las aguas estadounidenses.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 5, 2025
Submarinos alemanes en la costa argentina
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Durante la Segunda Guerra Mundial, los submarinos alemanes surcaron el Atlántico, hundiendo buques aliados e interrumpiendo las líneas de suministro. Sin embargo, uno de los aspectos más intrigantes de sus operaciones fue su presencia frente a las costas argentinas, especialmente en los últimos meses de la guerra. La llegada del U-530 y el U-977 a Argentina tras la rendición de Alemania en 1945 desató especulaciones, teorías conspirativas y debates históricos sobre su misión y propósito.
En julio y agosto de 1945, dos submarinos alemanes, el U-530 y el U-977, emergieron cerca de Mar del Plata, Argentina, meses después de la rendición oficial de Alemania. Su inesperada llegada planteó dudas sobre si habían participado en misiones secretas, como el transporte de líderes nazis, oro robado o documentos clasificados a Sudamérica.
El U-530 llegó el 10 de julio de 1945, y su tripulación se entregó a las autoridades argentinas.
El U-977 le siguió el 17 de agosto de 1945, tras un viaje sumergido inusualmente largo, evitando ser detectado durante meses.
Ambos submarinos fueron posteriormente entregados a la Armada de los Estados Unidos, lo que alimentó la especulación sobre su cargamento y misión.
La llegada de estos submarinos dio lugar a numerosas teorías, algunas más plausibles que otras:
Ruta de escape de los líderes nazis: Algunos creen que nazis de alto rango, incluido Adolf Hitler, huyeron a Argentina utilizando estos submarinos. Sin embargo, no hay pruebas concretas que respalden esta afirmación.
Misión secreta en la Antártida: Una teoría sugiere que el U-530 y el U-977 hicieron escala en la Antártida antes de llegar a Argentina, posiblemente para establecer una base nazi oculta.
Transporte de oro nazi: Algunos historiadores especulan que los submarinos transportaban oro y objetos de valor robados de la Europa ocupada.
Si bien estas teorías siguen sin demostrarse, siguen alimentando la curiosidad histórica.
Tras su rendición, ambos submarinos fueron examinados por las fuerzas aliadas. El U-530 fue finalmente hundido en 1947 como parte de ejercicios navales, mientras que el U-977 se utilizó para pruebas de torpedos antes de ser destruido por el USS Atule en 1946.
El misterio en torno a su misión sigue sin resolverse, pero su presencia en Argentina pone de relieve el alcance global de las operaciones de la Alemania nazi durante la guerra.
La llegada de submarinos alemanes a Argentina después de la Segunda Guerra Mundial sigue siendo uno de los misterios navales más intrigantes del siglo XX. Si bien los registros oficiales sugieren que simplemente fueron rendiciones tardías, las especulaciones sobre su misión siguen cautivando la imaginación de historiadores y teóricos de la conspiración. Ya sea que transportaran fugitivos nazis, carga secreta o documentos clasificados, su viaje a Argentina sigue siendo un capítulo fascinante de la historia de la Segunda Guerra Mundial.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 2, 2025