El pasado miércoles, en vísperas de un nuevo aniversario del cruento atentado a la AMIA, el Señor Presidente de la Nación cerró su discurso en la Conferencia Internacional sobre Seguridad y Antiterrorismo con un claro: “EL TERRORISMO ODIA LA LIBERTAD Y ADORA A LA MUERTE, NOSOTROS AMAMOS LA VIDA Y LA LIBERTAD”.
Brillante cierre si no fuera porque quienes enfrentaron a los que odian la libertad y adoran a la muerte, permanecen presos por ese solo hecho.
Uno se pregunta: ¿qué diferencia hay entre el terrorismo de ayer y de hoy? Por qué hoy está bien el combate contra el terrorismo y el de ayer no?. ¿Qué diferencia hay ente Hamas o Hezbollah y Montoneros o el ERP?
SINCERAMENTE NO SE ENTIENDE PORQUE EL ACTUAL GOBIERNO HACE UN CULTO DE LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO EN LA ACTUALIDAD Y ESCONDE Y SILENCIA A QUIENES LO COMBATIERON HACE CUARENTA AÑOS.
Menos aún se entiende que si los actos terroristas cometidos en Argentina, como el de la AMIA, lo considere el Señor Presidente de la Nación como delito de lesa humanidad, nada se diga de los mismos atentados cometidos hace cuarenta años también en nuestro país por organizaciones terroristas. Cómplice silencio que se extiende a nuestra Justicia Federal, que si declaró como delito de lesa humanidad al atentado de la AMIA pero no al asesinato del Coronel Larrabure o el atentando al comedor de la Policía Federal.
EL TERRORISMO ES EL MISMO SEÑOR PRESIDENTE, SE PONGAN EL NOMBRE QUE SE PONGAN Y HAYA ACTUADO HACE TREINTA O CUARENTA AÑOS.
Así como bien dijo en ese discurso, que la Justicia es cómplice o encubridora del crimen de la AMIA, buscando que sus responsables salgan indemnes; debe saber que lo mismo ocurre con los sangrientos atentados perpetrados por ese mismo terrorismo en la década del 70, gozando sus autores de una obscena impunidad, al punto da haber ocupado cargos públicos en otros gobiernos.
Seguramente se espante el Señor Presidente de la Nación de tan solo pensar en una Argentina gobernada por miembros del Hamas o Hezbollah y convertida en un estado terrorista; espántese también de tan solo pensar en una Argentina donde hubiese triunfado Montoneros o el ERP y que hubiese sido de este hermoso país. Seguramente jamás hubiese llegado a Presidente de la Nación y hoy vegetaría en una cárcel por solo defender la libertad.
Nuestras Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales cumplieron con su rol de defender los supremos intereses de la Nación, evitando que Argentina fuera convertida en un estado terrorista. Además cumpliendo precisas directivas de un gobierno constitucional; sin embargo la mentira del relato impuesto por las “orgas” terroristas a través de los organismos de derechos humanos, se mantiene indemne al día de hoy; a pesar de que este gobierno declama que vino a cambiar la historia y que no sería “más de lo mismo”.
No debe olvidarse las imágenes de aquel acto de la organización terrorista Hezbollah, allá por el año 2014, en el cual apareció una bandera con la foto de la ex Presidenta de la Nación y hasta hace poco ex Vicepresidenta de la Nación. Tampoco las indecentes marchas de sectores de izquierda y kirchneristas apoyando a los grupos terroristas islámicos, enarbolado sus banderas o el apoyo, reclamando su libertad, al terrorista de la ETA por parte de “las Madres”. Ni hablar del magnicidio contra el Fiscal Nisman.
Sobre el particular, ratificamos nuestro total y expreso apoyo al pueblo israelí, no solo en su actual guerra contra el terrorismo sino exigiendo “juicio y castigo” a los responsables del atentado a la Embajada y a la AMIA.
Ahora, este gobierno que enarbola abiertamente la bandera de la lucha contra el terrorismo, oculta “la masacre” que se lleva a cabo contra los que lo enfrentaron hace cuarenta años atrás; al punto de desentenderse de los diputados nacionales que solo fueron a interiorizarse de las paupérrimas condiciones de detención de personas adultas mayores, enfermas, con serios problemas de salud que aun vegetan en unidades carcelarias. El desmarque con sus legisladores es alarmante.
Los mismos que afloraron todo su odio con furibundas críticas a esos diputados nacionales, son los mismos que bregaban por dignas condiciones de detención para los encarcelados por los asqueantes causas de corrupción o aplaudían a los diputados nacionales que peregrinaban para ver a la líder de la Tupac Amaruc, presa por estar condenada por la comisión de aberrantes hechos. Los mismos que dicen amar a la vida, son los mismos que en sus comentarios en las redes sociales solo desean la muerte, la peor y más sufrida posible, para los militares y policías presos por el solo hecho de haber defendido a la Nación: desnudando así su fastidio por el aplastante triunfo que le propinaran las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales a sus “ídolos terroristas” en los 70.
Pero hay algo peor aún, que desde el propio gobierno se trate de imponer una peligrosa división entre las Fuerzas Armadas de ayer y de hoy; entre el terrorismo de ayer y de hoy. Como si las Fuerzas Armadas de ayer fueron lo peor y hoy lo mejor, y por contrapartida el terrorismo fue bueno y el hoy es malo.
Retomando el discurso en la Conferencia Internacional sobre Seguridad y Antiterrorismo del otro día del Señor Presidente de la Nación, con acierto dijo: “TENEMOS QUE SER FIRMES CON EL TERRORISMO, NO HAY MATICES POSIBLES, SOLO EXISTE EL BIEN Y EL MAL”. Es tal cual, solo falta que lo aplique a los hechos ocurridos en la década del 70, revindicando de una vez por todas a quienes vencieron “al mal” en esa oportunidad.
Tomando sus propias palabras de esa disertación: “…. NO ALCANZA CON CONOCER EL BIEN, HACE FALTA HACER EL BIEN, PORQUE CUANDO SE LE DA LA ESPALDA AL BIEN, YA SEA POR OMISIÓN, POR COBARDÍA O POR CONVENIENCIA SE ESTÁ ELIGIENDO EL MAL”. O sea, darle la espalda a quienes combatieron al terrorismo que dice perseguir, en los años 70…. es elegir al mal.
○
Por Dr. Gonzalo P. Miño.
El pasado miércoles, en vísperas de un nuevo aniversario del cruento atentado a la AMIA, el Señor Presidente de la Nación cerró su discurso en la Conferencia Internacional sobre Seguridad y Antiterrorismo con un claro: “EL TERRORISMO ODIA LA LIBERTAD Y ADORA A LA MUERTE, NOSOTROS AMAMOS LA VIDA Y LA LIBERTAD”.
Brillante cierre si no fuera porque quienes enfrentaron a los que odian la libertad y adoran a la muerte, permanecen presos por ese solo hecho.
Uno se pregunta: ¿qué diferencia hay entre el terrorismo de ayer y de hoy? Por qué hoy está bien el combate contra el terrorismo y el de ayer no?. ¿Qué diferencia hay ente Hamas o Hezbollah y Montoneros o el ERP?
SINCERAMENTE NO SE ENTIENDE PORQUE EL ACTUAL GOBIERNO HACE UN CULTO DE LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO EN LA ACTUALIDAD Y ESCONDE Y SILENCIA A QUIENES LO COMBATIERON HACE CUARENTA AÑOS.
Menos aún se entiende que si los actos terroristas cometidos en Argentina, como el de la AMIA, lo considere el Señor Presidente de la Nación como delito de lesa humanidad, nada se diga de los mismos atentados cometidos hace cuarenta años también en nuestro país por organizaciones terroristas. Cómplice silencio que se extiende a nuestra Justicia Federal, que si declaró como delito de lesa humanidad al atentado de la AMIA pero no al asesinato del Coronel Larrabure o el atentando al comedor de la Policía Federal.
EL TERRORISMO ES EL MISMO SEÑOR PRESIDENTE, SE PONGAN EL NOMBRE QUE SE PONGAN Y HAYA ACTUADO HACE TREINTA O CUARENTA AÑOS.
Así como bien dijo en ese discurso, que la Justicia es cómplice o encubridora del crimen de la AMIA, buscando que sus responsables salgan indemnes; debe saber que lo mismo ocurre con los sangrientos atentados perpetrados por ese mismo terrorismo en la década del 70, gozando sus autores de una obscena impunidad, al punto da haber ocupado cargos públicos en otros gobiernos.
Seguramente se espante el Señor Presidente de la Nación de tan solo pensar en una Argentina gobernada por miembros del Hamas o Hezbollah y convertida en un estado terrorista; espántese también de tan solo pensar en una Argentina donde hubiese triunfado Montoneros o el ERP y que hubiese sido de este hermoso país. Seguramente jamás hubiese llegado a Presidente de la Nación y hoy vegetaría en una cárcel por solo defender la libertad.
Nuestras Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales cumplieron con su rol de defender los supremos intereses de la Nación, evitando que Argentina fuera convertida en un estado terrorista. Además cumpliendo precisas directivas de un gobierno constitucional; sin embargo la mentira del relato impuesto por las “orgas” terroristas a través de los organismos de derechos humanos, se mantiene indemne al día de hoy; a pesar de que este gobierno declama que vino a cambiar la historia y que no sería “más de lo mismo”.
No debe olvidarse las imágenes de aquel acto de la organización terrorista Hezbollah, allá por el año 2014, en el cual apareció una bandera con la foto de la ex Presidenta de la Nación y hasta hace poco ex Vicepresidenta de la Nación. Tampoco las indecentes marchas de sectores de izquierda y kirchneristas apoyando a los grupos terroristas islámicos, enarbolado sus banderas o el apoyo, reclamando su libertad, al terrorista de la ETA por parte de “las Madres”. Ni hablar del magnicidio contra el Fiscal Nisman.
Sobre el particular, ratificamos nuestro total y expreso apoyo al pueblo israelí, no solo en su actual guerra contra el terrorismo sino exigiendo “juicio y castigo” a los responsables del atentado a la Embajada y a la AMIA.
Ahora, este gobierno que enarbola abiertamente la bandera de la lucha contra el terrorismo, oculta “la masacre” que se lleva a cabo contra los que lo enfrentaron hace cuarenta años atrás; al punto de desentenderse de los diputados nacionales que solo fueron a interiorizarse de las paupérrimas condiciones de detención de personas adultas mayores, enfermas, con serios problemas de salud que aun vegetan en unidades carcelarias. El desmarque con sus legisladores es alarmante.
Los mismos que afloraron todo su odio con furibundas críticas a esos diputados nacionales, son los mismos que bregaban por dignas condiciones de detención para los encarcelados por los asqueantes causas de corrupción o aplaudían a los diputados nacionales que peregrinaban para ver a la líder de la Tupac Amaruc, presa por estar condenada por la comisión de aberrantes hechos. Los mismos que dicen amar a la vida, son los mismos que en sus comentarios en las redes sociales solo desean la muerte, la peor y más sufrida posible, para los militares y policías presos por el solo hecho de haber defendido a la Nación: desnudando así su fastidio por el aplastante triunfo que le propinaran las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales a sus “ídolos terroristas” en los 70.
Pero hay algo peor aún, que desde el propio gobierno se trate de imponer una peligrosa división entre las Fuerzas Armadas de ayer y de hoy; entre el terrorismo de ayer y de hoy. Como si las Fuerzas Armadas de ayer fueron lo peor y hoy lo mejor, y por contrapartida el terrorismo fue bueno y el hoy es malo.
Retomando el discurso en la Conferencia Internacional sobre Seguridad y Antiterrorismo del otro día del Señor Presidente de la Nación, con acierto dijo: “TENEMOS QUE SER FIRMES CON EL TERRORISMO, NO HAY MATICES POSIBLES, SOLO EXISTE EL BIEN Y EL MAL”. Es tal cual, solo falta que lo aplique a los hechos ocurridos en la década del 70, revindicando de una vez por todas a quienes vencieron “al mal” en esa oportunidad.
Tomando sus propias palabras de esa disertación: “…. NO ALCANZA CON CONOCER EL BIEN, HACE FALTA HACER EL BIEN, PORQUE CUANDO SE LE DA LA ESPALDA AL BIEN, YA SEA POR OMISIÓN, POR COBARDÍA O POR CONVENIENCIA SE ESTÁ ELIGIENDO EL MAL”. O sea, darle la espalda a quienes combatieron al terrorismo que dice perseguir, en los años 70…. es elegir al mal.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 21, 2024
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