Tiradentes fue uno de los principales revolucionarios brasileños que abogó por la independencia total del imperio colonial portugués. Fue miembro destacado de Inconfidencia Mineiria. Tiradentes tenía experiencia en el trabajo con minerales, ya que había trabajado como minero, y llegó a ver las enormes cantidades de oro como un proceso de explotación al que estaban sujetos los brasileños.
Joaquim Xavier, también conocido como Tiradentes (‘Sacamuelas’), fue dentista, militante, activista político y miembro destacado del movimiento revolucionario brasileño Inconfidência Mineira. Cuando fracasó una conspiración para inspirar al pueblo a rebelarse contra Portugal, Tiradentes fue arrestado, juzgado y ahorcado públicamente. Su cuerpo fue descuartizado en varios pedazos que fueron exhibidos en múltiples ciudades para aterrorizar a la gente, especialmente a los que simpatizaban con sus ideas independentistas.
Posiblemente esto se deba a que, incluso después de la independencia, Brasil siguió siendo una monarquía bajo la Casa de Braganza y los descendientes de la reina María I, contra quien conspiró Tiradentes y quien firmó su sentencia de muerte. Además, Tiradentes era republicano.
Después de la proclamación de la república en Brasil en 1889, los ideólogos positivistas que presidieron su fundación buscaron en la figura de Tiradentes una personificación de la identidad republicana de Brasil, mistificando su biografía.
El plan de Tiradentes era salir a las calles de Vila Rica y proclamar una República Brasileña el día de la derrama, en febrero de 1789, cuando se debían impuestos a Portugal y el sentimiento de revuelta entre los brasileños sería más fuerte. Joaquim Silvério dos Reis, uno de los conspiradores, expuso el complot a cambio de una exención de impuestos. El gobernador de Minas Gerais canceló la derrama y ordenó el encarcelamiento de los rebeldes.
Se llevó a cabo un juicio que duró casi tres años. Tiradentes fue condenado a muerte, junto con otros diez incrédulos. Posteriormente, la reina María I de Portugal conmutó las sentencias de pena capital por el destierro perpetuo para todos los condenados, excepto aquellos cuyas actividades implicaran circunstancias agravantes. Tal fue el caso de Tiradentes, quien asumió toda la responsabilidad del movimiento.
Fue encarcelado en Río y luego ahorcado el 21 de abril de 1792. Posteriormente, su cuerpo fue descuartizado y las piezas enviadas a Vila Rica, para ser exhibidas en los lugares donde solía propagar sus ideas liberales. Su cabeza aterrizó en Ouro Preto pero posteriormente se perdió.
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Tiradentes fue uno de los principales revolucionarios brasileños que abogó por la independencia total del imperio colonial portugués. Fue miembro destacado de Inconfidencia Mineiria. Tiradentes tenía experiencia en el trabajo con minerales, ya que había trabajado como minero, y llegó a ver las enormes cantidades de oro como un proceso de explotación al que estaban sujetos los brasileños.
Joaquim Xavier, también conocido como Tiradentes (‘Sacamuelas’), fue dentista, militante, activista político y miembro destacado del movimiento revolucionario brasileño Inconfidência Mineira. Cuando fracasó una conspiración para inspirar al pueblo a rebelarse contra Portugal, Tiradentes fue arrestado, juzgado y ahorcado públicamente. Su cuerpo fue descuartizado en varios pedazos que fueron exhibidos en múltiples ciudades para
aterrorizar a la gente, especialmente a los que simpatizaban con sus ideas independentistas.
Posiblemente esto se deba a que, incluso después de la independencia, Brasil siguió siendo una monarquía bajo la Casa de Braganza y los descendientes de la reina María I, contra quien conspiró Tiradentes y quien firmó su sentencia de muerte. Además, Tiradentes era republicano.
Después de la proclamación de la república en Brasil en 1889, los ideólogos positivistas que presidieron su fundación buscaron en la figura de Tiradentes una personificación de la identidad republicana de Brasil, mistificando su biografía.
El plan de Tiradentes era salir a las calles de Vila Rica y proclamar una República Brasileña el día de la derrama, en febrero de 1789, cuando se debían impuestos a Portugal y el sentimiento de revuelta entre los brasileños sería más fuerte. Joaquim Silvério dos Reis, uno de los conspiradores, expuso el complot a cambio de una exención de impuestos. El gobernador de Minas Gerais canceló la derrama y ordenó el encarcelamiento de los rebeldes.
Se llevó a cabo un juicio que duró casi tres años. Tiradentes fue condenado a muerte, junto con otros diez incrédulos. Posteriormente, la reina María I de Portugal conmutó las sentencias de pena capital por el destierro perpetuo para todos los condenados, excepto aquellos cuyas actividades implicaran circunstancias agravantes. Tal fue el caso de Tiradentes, quien asumió toda la responsabilidad del movimiento.
Fue encarcelado en Río y luego ahorcado el 21 de abril de 1792. Posteriormente, su cuerpo fue descuartizado y las piezas enviadas a Vila Rica, para ser exhibidas en los lugares donde solía propagar sus ideas liberales. Su cabeza aterrizó en Ouro Preto pero posteriormente se perdió.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 25, 2022