Al menos ocho personas murieron en una instalación de tren ligero en el centro de esta ciudad de California en el día de hoy, según la policía local, el último de una serie de tiroteos masivos de esta escala.
Smith
El tirador también murió, según el alguacil del condado de Santa Clara, Laurie Smith, en un aparente suicidio. Él y al menos algunos de los muertos eran empleados de la Autoridad de Transporte del Valle (VTA), que administra la instalación, dijeron funcionarios policiales.
Un escuadrón de bombas estaba en la escena el miércoles buscando artefactos explosivos en el edificio donde ocurrió el tiroteo, dijo el portavoz del Departamento del Sheriff, Russell Davis.
“Estamos tratando de limpiar cada habitación y cada grieta de ese edificio”, dijo.
Las primeras llamadas al 911 sobre el tiroteo se llevaron a cabo a las 6:34 a.m., después de lo cual respondieron los agentes del alguacil, cuya sede se encuentra al lado del patio de trenes, y la policía de San José.
“Respondieron de la manera que debían, se tomaron la vida en sus manos y estoy seguro de que cuando el sospechoso supo que la policía estaba allí, se quitó la vida”, dijo el alguacil Smith en una conferencia de prensa.
El tiroteo comenzó en una reunión sindical, dijo el concejal de la ciudad de San José, Raúl Peralez. Había más de 40 personas en las instalaciones en el momento del tiroteo, dijo el jefe de policía de San José, Anthony Mata.
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley con conocimiento de la investigación identificaron al presunto agresor como Samuel Cassidy, de 57 años. Cassidy trabajó para la VTA durante al menos nueve años, según los registros públicos de empleo.
Tenía varias armas de fuego en el lugar del tiroteo, según uno de los agentes del orden.
El miércoles por la mañana, hubo un incendio en una casa en el sur de San José que pertenecía a Cassidy, según los registros públicos. Los investigadores creen que Cassidy prendió fuego a su casa antes de dirigirse a las instalaciones ferroviarias, según uno de los agentes del orden.
La portavoz del Departamento de Bomberos de San José, Erica Ray, dijo que no hubo heridos y que el incendio causó graves daños que dejaron la casa inhabitable antes de que los bomberos la extinguieran.
La calle en la que se encuentra la casa fue acordonada por la policía el miércoles por la mañana cuando varias agencias, incluido el escuadrón de bombas del Departamento de Policía de San José y la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, investigaron la escena.
Doug Suh, quien ha vivido al otro lado de la calle durante los últimos cinco años, dijo que Cassidy parecía vivir solo.
“Es una persona difícil, nunca saludó a nadie”, dijo Suh. Una vez, cuando el Sr. Suh hizo retroceder su auto en el camino de entrada de su vecino para dar la vuelta, dijo que Cassidy se enojó de manera alarmante.
“Este tipo era malo”, dijo Suh sobre el incidente.
Rudy Martínez dijo que recibió una llamada alrededor de las 7 a.m. de su esposa, María, que trabaja en el complejo VTA.
“Dijo que escuchó algunos disparos, pero que en realidad no sabía de qué se trataba”, dijo Martínez. “Y luego la gente empezó a correr hacia su edificio, y ella supo que algo no estaba bien”.
Martínez dijo que su esposa, que resultó ilesa en el ataque, huyó con otras personas a la parte trasera del edificio de capacitación de empleados, que está adyacente al edificio donde ocurrió el tiroteo. “Dijo que todo el mundo estaba asustado, que la gente lloraba”, dijo.
Cassidy, el asesino
La instalación donde tuvo lugar el tiroteo es un centro de control donde el VTA opera y almacena trenes.
Una víctima se encontraba en estado crítico en el Centro Médico del Valle de Santa Clara, según una portavoz del hospital.
El Sr. Peralez esperó afuera de un centro de reunificación familiar cerca del patio de trenes para saber de un amigo cercano que dijo que estaba en la reunión del sindicato en el momento del ataque. Temía lo peor después de no recibir respuesta por la tarde. “Es todo muy trágico y golpea muy cerca de casa”, dijo el concejal de la ciudad.
El presidente Biden ordenó que las banderas ondearan a media asta y citó otros tiroteos masivos recientes en ciudades como Atlanta, Boulder, Colorado e Indianápolis al pedir una nueva legislación para combatir tales masacres.
“Una vez más, insto al Congreso a tomar medidas inmediatas y prestar atención al llamado del pueblo estadounidense, incluida la gran mayoría de los propietarios de armas, para ayudar a poner fin a esta epidemia de violencia armada en Estados Unidos”, dijo Biden.
El mes pasado, el demócrata introdujo medidas destinadas a frenar la violencia armada que no requerirían acción por parte del Congreso, donde la legislación sobre armas se ha estancado durante años.
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Al menos ocho personas murieron en una instalación de tren ligero en el centro de esta ciudad de California en el día de hoy, según la policía local, el último de una serie de tiroteos masivos de esta escala.
El tirador también murió, según el alguacil del condado de Santa Clara, Laurie Smith, en un aparente suicidio. Él y al menos algunos de los muertos eran empleados de la Autoridad de Transporte del Valle (VTA), que administra la instalación, dijeron funcionarios policiales.
Un escuadrón de bombas estaba en la escena el miércoles buscando artefactos explosivos en el edificio donde ocurrió el tiroteo, dijo el portavoz del Departamento del Sheriff, Russell Davis.
“Estamos tratando de limpiar cada habitación y cada grieta de ese edificio”, dijo.
Las primeras llamadas al 911 sobre el tiroteo se llevaron a cabo a las 6:34 a.m., después de lo cual respondieron los agentes del alguacil, cuya sede se encuentra al lado del patio de trenes, y la policía de San José.
“Respondieron de la manera que debían, se tomaron la vida en sus manos y estoy seguro de que cuando el sospechoso supo que la policía estaba allí, se quitó la vida”, dijo el alguacil Smith en una conferencia de prensa.
El tiroteo comenzó en una reunión sindical, dijo el concejal de la ciudad de San José, Raúl Peralez. Había más de 40 personas en las instalaciones en el momento del tiroteo, dijo el jefe de policía de San José, Anthony Mata.
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley con conocimiento de la investigación identificaron al presunto agresor como Samuel Cassidy, de 57 años. Cassidy trabajó para la VTA durante al menos nueve años, según los registros públicos de empleo.
Tenía varias armas de fuego en el lugar del tiroteo, según uno de los agentes del orden.
La portavoz del Departamento de Bomberos de San José, Erica Ray, dijo que no hubo heridos y que el incendio causó graves daños que dejaron la casa inhabitable antes de que los bomberos la extinguieran.
La calle en la que se encuentra la casa fue acordonada por la policía el miércoles por la mañana cuando varias agencias, incluido el escuadrón de bombas del Departamento de Policía de San José y la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, investigaron la escena.
Doug Suh, quien ha vivido al otro lado de la calle durante los últimos cinco años, dijo que Cassidy parecía vivir solo.
“Es una persona difícil, nunca saludó a nadie”, dijo Suh. Una vez, cuando el Sr. Suh hizo retroceder su auto en el camino de entrada de su vecino para dar la vuelta, dijo que Cassidy se enojó de manera alarmante.
“Este tipo era malo”, dijo Suh sobre el incidente.
Rudy Martínez dijo que recibió una llamada alrededor de las 7 a.m. de su esposa, María, que trabaja en el complejo VTA.
“Dijo que escuchó algunos disparos, pero que en realidad no sabía de qué se trataba”, dijo Martínez. “Y luego la gente empezó a correr hacia su edificio, y ella supo que algo no estaba bien”.
Martínez dijo que su esposa, que resultó ilesa en el ataque, huyó con otras personas a la parte trasera del edificio de capacitación de empleados, que está adyacente al edificio donde ocurrió el tiroteo. “Dijo que todo el mundo estaba asustado, que la gente lloraba”, dijo.
La instalación donde tuvo lugar el tiroteo es un centro de control donde el VTA opera y almacena trenes.
Una víctima se encontraba en estado crítico en el Centro Médico del Valle de Santa Clara, según una portavoz del hospital.
El Sr. Peralez esperó afuera de un centro de reunificación familiar cerca del patio de trenes para saber de un amigo cercano que dijo que estaba en la reunión del sindicato en el momento del ataque. Temía lo peor después de no recibir respuesta por la tarde. “Es todo muy trágico y golpea muy cerca de casa”, dijo el concejal de la ciudad.
El presidente Biden ordenó que las banderas ondearan a media asta y citó otros tiroteos masivos recientes en ciudades como Atlanta, Boulder, Colorado e Indianápolis al pedir una nueva legislación para combatir tales masacres.
“Una vez más, insto al Congreso a tomar medidas inmediatas y prestar atención al llamado del pueblo estadounidense, incluida la gran mayoría de los propietarios de armas, para ayudar a poner fin a esta epidemia de violencia armada en Estados Unidos”, dijo Biden.
El mes pasado, el demócrata introdujo medidas destinadas a frenar la violencia armada que no requerirían acción por parte del Congreso, donde la legislación sobre armas se ha estancado durante años.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 26, 2021