Señores prisioneros que guardan silencio, y dejan pasar lastimosamente el poco tiempo que nos queda debido a nuestra avanzada edad, entiendan que morir silenciosamente en cautiverio es indigno. No se engañen así, ese último acto no tiene nada de heroico. Estar en la cárcel no es servir a la Patria. Ser cobardemente estigmatizados y callar, tampoco lo es. Creerlo a lo sumo funciona como excusa para hacer… nada. En el interminable periodo que compartí prisión con ustedes los he escuchado de sus combates en los años 70, o en las Islas Malvinas, donde de frente vieron el rostro de la muerte. Ni hablar de los policías que confrontaron por decenas de años, a través de su función como tales. Nosotros que vestimos uniforme, tenemos experiencias extremas que en gran mayoría la gente no tiene. Las tuvimos porque elegimos eso, nadie nos impuso nada, a diferencia de lo que le ocurre a un ciudadano cuando es asaltado y ve la muerte en el caño del arma que empuña su depredador. Si de verdad saben y sienten que están ilegalmente presos, no sigan callando. TODOS JUNTOS GRITEMOS ¡BASTA! De nada sirve hacerlo en forma unipersonal. He tenido oportunidad de saber fehacientemente de la iniquidad en carne propia, y publicando junto con mi familia los casos que muy pocos se animaron a exponer.
NO MERECEN RESPETO
Son verdaderas aberraciones jurídicas manipuladas por burdos delincuentes, que por el poder de sus cargos en la justicia son peligrosos asesinos. Estos no merecen respeto.
Los clérigos que solo los hacen rezar y les dan la razón en voz baja para que otros no se enteren, no merecen respeto.
Los funcionarios públicos que son falsarios no cumpliendo cabalmente con LA LEY, o con sus promesas, no merecen respeto.
Los políticos que en secreto nos dicen estar trabajando por la injusta situación en la que nos encontramos, mientras van pasando los años sin trascendencia alguna, no merecen respeto.
CLARO QUE PARA NO SENTIR RESPETO POR ALGUIEN, SE DEBE TENER LA AUTORIDAD MORAL QUE DA POR SOBRE TODO LA VERDAD. Dejen de esperar un futuro milagro, estos o no existen o son muy difíciles de ver. No aguarden el momento apropiado o favorable, este no se dará nunca, ya se impuso el relato, que a pesar de ser en gran medida mentiroso, todavía tardará años en desaparecer solo parcialmente.
EL PROBLEMA TAMBIEN SON LOS SIGILOSOS
Están haciendo lo mismo que todos los que ya murieron silenciosamente, tras lo cual sus familias en gran mayoría siguieron guardando gran prudencia. El problema lo tenemos enfrente de nosotros, pero por ser sigilosos, también son el problema. Hay gente muy valiente que nos apoya y hace protestas públicas, algunos de los cuales ni siquiera tienen familiares detenidos, ellos a cuantos logran reunir? Por el desinterés que tenemos en acompañarlos, esa también es nuestra culpa y responsabilidad total. Si seguimos desunidos, callados, sin dar la cara o manejándonos con seudónimos el triste e indigno final ya está escrito y será responsabilidad de cada uno. El mío no estará en manos de toda esta escoria oportunista que por turnos nos rodea, quizás esté próximo y así sea en soledad lo escribiré y determinaré yo, cuando a pesar de la indiferencia de ustedes, diga ¡BASTA!
¡Basta de silencios! ¡Gritad con cien mil lenguas! porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido!
ESTAR EN LA CARCEL NO ES SERVIR A LA PÁTRIA
Señores prisioneros que guardan silencio, y dejan pasar lastimosamente el poco tiempo que nos queda debido a nuestra avanzada edad, entiendan que morir silenciosamente en cautiverio es indigno. No se engañen así, ese último acto no tiene
nada de heroico. Estar en la cárcel no es servir a la Patria. Ser cobardemente estigmatizados y callar, tampoco lo es. Creerlo a lo sumo funciona como excusa para hacer… nada. En el interminable periodo que compartí prisión con ustedes los he escuchado de sus combates en los años 70, o en las Islas Malvinas, donde de frente vieron el rostro de la muerte. Ni hablar de los policías que confrontaron por decenas de años, a través de su función como tales. Nosotros que vestimos uniforme, tenemos experiencias extremas que en gran mayoría la gente no tiene. Las tuvimos porque elegimos eso, nadie nos impuso nada, a diferencia de lo que le ocurre a un ciudadano cuando es asaltado y ve la muerte en el caño del arma que empuña su depredador. Si de verdad saben y sienten que están ilegalmente presos, no sigan callando. TODOS JUNTOS GRITEMOS ¡BASTA! De nada sirve hacerlo en forma unipersonal. He tenido oportunidad de saber fehacientemente de la iniquidad en carne propia, y publicando junto con mi familia los casos que muy pocos se animaron a exponer.
NO MERECEN RESPETO
Son verdaderas aberraciones jurídicas manipuladas por burdos delincuentes, que por el poder de sus cargos en la justicia son peligrosos asesinos. Estos no merecen respeto.
Los funcionarios públicos que son falsarios no cumpliendo cabalmente con LA LEY, o con sus promesas, no merecen respeto.
Los políticos que en secreto nos dicen estar trabajando por la injusta situación en la que nos encontramos, mientras van pasando los años sin trascendencia alguna, no merecen respeto.
CLARO QUE PARA NO SENTIR RESPETO POR ALGUIEN, SE DEBE TENER LA AUTORIDAD MORAL QUE DA POR SOBRE TODO LA VERDAD. Dejen de esperar un futuro milagro, estos o no existen o son muy difíciles de ver. No aguarden el momento apropiado o favorable, este no se dará nunca, ya se impuso el relato, que a pesar de ser en gran medida mentiroso, todavía tardará años en desaparecer solo parcialmente.
EL PROBLEMA TAMBIEN SON LOS SIGILOSOS
Están haciendo lo mismo que todos los que ya murieron silenciosamente, tras lo cual sus familias en gran mayoría siguieron
guardando gran prudencia. El problema lo tenemos enfrente de nosotros, pero por ser sigilosos, también son el problema. Hay gente muy valiente que nos apoya y hace protestas públicas, algunos de los cuales ni siquiera tienen familiares detenidos, ellos a cuantos logran reunir? Por el desinterés que tenemos en acompañarlos, esa también es nuestra culpa y responsabilidad total. Si seguimos desunidos, callados, sin dar la cara o manejándonos con seudónimos el triste e indigno final ya está escrito y será responsabilidad de cada uno. El mío no estará en manos de toda esta escoria oportunista que por turnos nos rodea, quizás esté próximo y así sea en soledad lo escribiré y determinaré yo, cuando a pesar de la indiferencia de ustedes, diga ¡BASTA!
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 28, 2017
Tags: Aberraciones jurídicas en Argentina, Claudio Kussman, Presos Políticos, Prisioneros Ilegalmente ArrestadosRelated Posts
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