PARA TENER UN “DICIEMBRE EN PAZ”, SE LE DARÁ A LOS PIQUETEROS
CERCA DE $12.000 MILLONES PARA CONTENER LA TENSION SOCIAL.
Tal como lo adelantábamos la semana pasada, el gobierno se prepara para un festival de dinero, consistente en un “aguinaldo piquetero” para los grupos sociales y un bono para los jubilados.
En efecto, según fuentes oficiales el costo del llamado “aguinaldo piquetero” será de alrededor al de $12.000 millones para el fisco, aunque en rigor de verdad puede ser mucho más, pues el beneficio no solo alcanzaría al millón y medio de inscriptos en el plan Potenciar Trabajo, sino que además incluiría a beneficiarios de otros programas de asistencia social.
A su vez, la directora ejecutiva de la Anses, confirmó en las últimas horas, que “se está evaluando un bono de fin de año para las y los jubilados”.
Como se advirtiera desde esta columna, el gobierno no quiere sobresaltos para fin de año y para ello no dudará en usar la billetera y sin límite alguno.
Recordemos que la semana pasada una nueva manifestación (y van…) masiva de piqueteros por la Avenida 9 de Julio cortó el tránsito en toda la avenida y concentró más de 30.000 personas frente a la sede del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. En ese reclamo, desde el gobierno tomaron nota del tono del mismo, sobre todo de lo expuesto por los líderes del Polo Obrero, que llegaron a agitar el fantasma de un estallido similar al del año 2001.
A ello, hay que sumarle que en los últimos días hubo una fuga de depósitos en dólares por la suma de 402 millones, aunque algunos operadores del mercado la elevan a 600 millones. Si bien es cierto que la misma se debió a lo que se llama una “fake news” (divulgación de noticias falsas) que alertaba sobre la imposición de un nuevo corralito financiero al estilo del año 2001, no es menos cierto que ello demuestra la poca o cero credibilidad que tiene el gobierno. En otras palabras, ya nadie le cree.
Justamente, esa falta de credibilidad, pues no hace falta ser un analista económico, para saber que el Banco Central esta liquidando sus reservas en aras de contener el dólar para que no siga escalando en su precio y que el mentado acuerdo con el FMI está muy lejos aun de un final feliz. Nadie duda que las reservas se están agotando y que el gobierno, como se suele decir “está jugando al filo de la navaja”.
Encima imprimen plata a lo loco, lo que hace que se devalúe cada vez nuestro peso, lo que genera que se dispare la inflación y por ende la gente busque refugiarse en el dólar, no para ganar plata sino tan solo para mantener el valor de su dinero. Un circulo vicioso del cual el gobierno no sabe y no quiere salir.
“El que se quema con leche, ve a la vaca y llora”, fue el comentario más común que se escuchó en la “city financiera” en los últimos días. Y es que lo que se llama las reservas netas disponibles líquidas, es decir, las que se pueden usar día a día en el mercado están negativas, alrededor de 1000 millones de dólares negativas, lo que hace agigantar el fantasma de el gobierno quiera usar reservas que no son propias, como por ejemplo los encajes de los depósitos bancarios y ello haga peligrar los depósitos de la gente.
Ante este panorama, hay que salir a calmar a los grupos que suelen ser lo mas revoltosos para estas fechas. Ni la clase media, ni la trabajadora. Los grupos sociales y piqueteros que han ganado la calle desde hace tiempo ya.
Como si esta situación no fuese ya complicada, el Presidente de la Nación declaró en estos días que antes de firmar el acuerdo con el FMI, este debía hacer una evaluación sobre las condiciones en las cuales realizó el préstamo al gobierno anterior. A nadie le quedó claro si se estaba torpedeando un acuerdo con el FMI o si fue un simple comentario ‘para la tribuna’.
Como bien dicen los analistas políticos, el gobierno no se cansa de “pegarse tiros en los pies”. No aprenden que Argentina está transcurriendo días de alta volatilidad y cualquier noticia -sea positiva o negativa- repercute inmediatamente en el mercado.
Y si algo le faltaba a todo este dislate, el Procurador del Tesoro de la Nación comparó a Cristina Kirchner y a la militancia con Jesús y sus discípulos. Nadie sale aun de su asombro que un maoísta diga que leyó el evangelio de Mateo. Y después pretenden que el mundo nos tome en serio.
Ni el gobierno ni la clase política quieren asumir que Argentina es un país quebrado y que no se puede seguir cargando el sacrificio sobre la clase media y la clase trabajadora. Es hora que asuman el momento histórico que les toca vivir y pongan fin a sus privilegios. No pueden seguir siendo una clase rica en un país pobre, transitando su propia realidad, que muchas veces llega al desvarío. Como el viaje de la titular del INADI a Suiza, para dar una charla ante un Auditorio casi vacío y en un ingles que parecía jeringoso, lo que nos habría costado 450.000 dólares; cuando se podría haber hecho por Zoom y a cero peso.
Esta claro que el gobierno va dia a dia y ahora su gran preocupación es pasar fin de año, después se verá. No tiene plan económico y esta como en un partido de ping-pong: “le tiran y responde”. Y si a ello le sumamos que en el mundo oficialista todo es posible, la Ministra de Seguridad de la Nación tenía razón, en Argentina no hay forma de aburrirse.
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PARA TENER UN “DICIEMBRE EN PAZ”, SE LE DARÁ A LOS PIQUETEROS
CERCA DE $12.000 MILLONES PARA CONTENER LA TENSION SOCIAL.
Tal como lo adelantábamos la semana pasada, el gobierno se prepara para un festival de dinero, consistente en un “aguinaldo piquetero” para los grupos sociales y un bono para los jubilados.
En efecto, según fuentes oficiales el costo del llamado “aguinaldo piquetero” será de alrededor al de $12.000 millones para el fisco, aunque en rigor de verdad puede ser mucho más, pues el beneficio no solo alcanzaría al millón y medio de inscriptos en el plan Potenciar Trabajo, sino que
además incluiría a beneficiarios de otros programas de asistencia social.
A su vez, la directora ejecutiva de la Anses, confirmó en las últimas horas, que “se está evaluando un bono de fin de año para las y los jubilados”.
Como se advirtiera desde esta columna, el gobierno no quiere sobresaltos para fin de año y para ello no dudará en usar la billetera y sin límite alguno.
Recordemos que la semana pasada una nueva manifestación (y van…) masiva de piqueteros por la Avenida 9 de Julio cortó el tránsito en toda la avenida y concentró más de 30.000 personas frente a la sede del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. En ese reclamo, desde el gobierno tomaron nota del tono del mismo, sobre todo de lo expuesto por los líderes del Polo Obrero, que llegaron a agitar el fantasma de un estallido similar al del año 2001.
A ello, hay que sumarle que en los últimos días hubo una fuga de depósitos en dólares por la suma de 402 millones, aunque algunos operadores del mercado la elevan a 600 millones. Si bien es cierto que la misma se debió a lo que se llama una “fake news” (divulgación de noticias falsas) que alertaba sobre la imposición de un nuevo corralito financiero al estilo del año 2001, no es menos cierto que ello demuestra la poca o cero credibilidad que tiene el gobierno. En otras palabras, ya nadie le cree.
Justamente, esa falta de credibilidad, pues no hace falta ser un analista económico, para saber que el Banco Central esta liquidando sus reservas en aras de contener el dólar para que no siga escalando en su precio y que el mentado acuerdo con el FMI está muy lejos aun de un final feliz. Nadie duda que las reservas se están agotando y que el gobierno, como se suele decir “está jugando al filo de la navaja”.
Encima imprimen plata a lo loco, lo que hace que se devalúe cada vez nuestro peso, lo que genera que se dispare la inflación y por ende la gente
busque refugiarse en el dólar, no para ganar plata sino tan solo para mantener el valor de su dinero. Un circulo vicioso del cual el gobierno no sabe y no quiere salir.
“El que se quema con leche, ve a la vaca y llora”, fue el comentario más común que se escuchó en la “city financiera” en los últimos días. Y es que lo que se llama las reservas netas disponibles líquidas, es decir, las que se pueden usar día a día en el mercado están negativas, alrededor de 1000 millones de dólares negativas, lo que hace agigantar el fantasma de el gobierno quiera usar reservas que no son propias, como por ejemplo los encajes de los depósitos bancarios y ello haga peligrar los depósitos de la gente.
Ante este panorama, hay que salir a calmar a los grupos que suelen ser lo mas revoltosos para estas fechas. Ni la clase media, ni la trabajadora. Los grupos sociales y piqueteros que han ganado la calle desde hace tiempo ya.
Como si esta situación no fuese ya complicada, el Presidente de la Nación declaró en estos días que antes de firmar el acuerdo con el FMI, este debía hacer una evaluación sobre las condiciones en las cuales realizó el préstamo al gobierno anterior. A nadie le quedó claro si se estaba torpedeando un acuerdo con el FMI o si fue un simple comentario ‘para la tribuna’.
Como bien dicen los analistas políticos, el gobierno no se cansa de “pegarse tiros en los pies”. No aprenden que Argentina está transcurriendo días de alta volatilidad y cualquier noticia -sea positiva o negativa- repercute inmediatamente en el mercado.
Y si algo le faltaba a todo este dislate, el Procurador del Tesoro de la Nación comparó a Cristina Kirchner y a la militancia con Jesús y sus discípulos. Nadie sale aun de su asombro que un maoísta diga que leyó el evangelio de Mateo. Y después pretenden que el mundo nos tome en serio.
Ni el gobierno ni la clase política quieren asumir que Argentina es un país quebrado y que no se puede seguir cargando el sacrificio sobre la clase media y la clase trabajadora. Es hora que asuman el momento histórico que les toca vivir y pongan fin a sus privilegios. No pueden seguir siendo una clase rica en un país pobre, transitando su propia realidad, que muchas veces llega al desvarío. Como el viaje de la titular del INADI a Suiza, para dar una charla ante un Auditorio casi vacío y en un ingles que parecía jeringoso, lo que nos habría costado 450.000 dólares; cuando se podría haber hecho por Zoom y a cero peso.
Esta claro que el gobierno va dia a dia y ahora su gran preocupación es pasar fin de año, después se verá. No tiene plan económico y esta como en un partido de ping-pong: “le tiran y responde”. Y si a ello le sumamos que en el mundo oficialista todo es posible, la Ministra de Seguridad de la Nación tenía razón, en Argentina no hay forma de aburrirse.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 6, 2021