No nos preguntemos que cambio traerá EL AÑO NUEVO, sino que haremos nosotros por cambiar el Año Nuevo.
Un nuevo fin de año en nuestra querida Argentina y estas tradicionales fiestas nos trajeron dos hermosos regalos para todos sus habitantes. Uno del gobierno nacional, que escondiéndolo tras las estridentes noticias del rebrote del COVID-19, autorizó aumentos de impuestos y de tarifas, castigando aún mas a la ya golpeada sociedad. Otro de la principal oposición, que demostró descarnadamente ser más de lo mismo, con desvergonzadas actitudes que la ponen de espalda a sus votantes y a toda la ciudadanía. Veamos.
El publicado acuerdo fiscal, que firmaron todos los gobernadores sin chistar, salvo el Lord mayor de la Ciudad de Buenos Aires, no es más que una solapada actitud de autorizar la suba de impuestos y tarifas de servicios. En otras palabras, tanto el gobierno nacional como los gobiernos provinciales tienen la potestad de subir los impuestos a discreción y aunque públicamente digan que no lo harán, todos sabemos que sí lo harán y paulatinamente lo irán haciendo a su enojo. También, aunque lo disfracen de corrección tarifaria, el gobierno nacional acordó aumentos en el costo de los servicios, en especial la luz y el gas. En otras palabras, cuando los argentinos regresen de sus vacaciones, verán engrosados lo montos a pagar en impuestos y servicios. Todo con una “tibia” critica de la principal oposición.
Una vez más, queda absolutamente claro que la clase política, sin distinción de color, credo o ideología siguen viviendo en su mundo, en “politicalandia”, ahogando al pobre trabajador en absurdos y elevados impuestos como en abultadas tarifas de servicios que no se brindan o se brindan pesimamente mal.
No entienden que la sociedad no puede pagar más impuestos, que los bolsillos de los argentinos no dan para más. Al contrario, deben bajar los impuestos, en una sociedad cuyo porcentaje mayor de gastos de su sueldo, son justamente los impuestos.
Como dice el libertario, -los únicos que se oponen y hasta llaman a una rebelión fiscal- no se puede seguir financiando los privilegios de una casta, como es la política, a costa de los bolsillos de los sacrificados argentinos.
Cuando el país más la necesita, la principal oposición esta demostrando que nada los diferencia del oficialismo con sus patéticas actitudes, sobre todo en cuanto a que un triunfo les da el derecho de hacer lo que se les venga en gana. El triunfo no te cambia te delata, suele decir un viejo político.
No se contentaron con el penoso espectáculo que dieron dos de sus diputados, los cuales frustraron la sesión de la Cámara de Diputados de la Nación sobre el impuesto a bienes personales. Una que ni bien terminó de jurar se fue de vacaciones al exterior y otro que se fue al casamiento del hijo también en el exterior. Ambos ya deberían haber sido expulsados del partido y haberles exigido la renuncia a sus bancas. Dado que el proceder de los mismos estaría bien si fueran dueños de una casa de comidas, pero son funcionarios públicos que asumieron un deber ante la Nación y sobre todo ante la ciudadanía. ¿No es que al jurar lo hicieron porque “… si así no lo hiciera Dios y la Patria se lo demande?”.
Siguieron con sus desvergonzadas actitudes y fueron actores principales en la bochornosa sesión de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires en la cual aprobaron la reelección indefinida de los intendentes.
Tristemente, con ironía, pero total crudeza el periodista Jorge Asís hizo la mejor definición: “todos quieren mojar la medialuna en el café con leche”.
Aunque no lo crea, esto no termina acá. La desfachatez siguió y en la última sesión del año de la Cámara de Senadores de la Nación, el quorum se consiguió gracias a una senadora tambien de la principal oposición, quien no había terminado de asumir y ya había armado su propio mono bloque. Sin pudor se sentó en la sesión, cuando sus pares habían decidió no bajar a sesionar y permitido al oficialismo avanzar con su propia agenda a “gusto y piacere”; dejando a sus compañeros de lista gritando nulidades al viento.
Atrás quedaron los Palacios, los Lisandro de la Torre y los Illia. Ya nadie entra en política por amor a la Patria, sino como salida laboral. Ya nadie respeta la “camiseta”, la cambian sin sonrojarse a su propia conveniencia.
La principal oposición que pintaba como una bocanada de aire puro en nuestro viciado mundo de la política, demostró ser más de lo mismo. Como se suele decir, son el mismo perro, pero con distinto collar.
Pero para nuestra clase dirigente que vive en un mundo de fantasía, salvo honrosas excepciones contados con los dedos de una mano, con obscenos sueldos y fastuosos viajes, no soportan -ni por asomo- la dura realidad de cada argentino. En AMBA, la ciudad de Buenos Aires y la ciudad de Rosario los “largos” cortes de luz ya comienzan a ser moneda corriente, en medio de una ola de calor agobiante. El dólar paralelo ya trepa a los $ 210 lo que significa más inflación, suba de precios y depreciación del salario. La inseguridad asola cada ciudad del país cobrándose inocentes vidas todos los dias, sin vista de solución.
En Santa Fe, el gobernador se quedó sin presupuesto para el año que se inició, porque un propio legislador oficialista no concurrió a la sesión por estar de “descanso” en una paradisiaca playa del exterior junto a su joven y escultural pareja. Y eso no es todo, en encima en las redes sociales se permite publicar fotos del “tuje” de la señorita. Mientras en la ciudad de Rosario, como decíamos, media ciudad está sin luz y la empresa “provincial y estatal” de la Energía dice que nada puede hacer.
Claramente, ciudadanos y políticos vivimos en mundos diferentes.
Por eso en este Año Nuevo que comienza, no nos preguntemos que cambio traerá, sino ¿qué haremos nosotros por cambiar el Año Nuevo? ¡Solo así, creemos humildemente, que podrá ser un mejor año para todos!
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No nos preguntemos que cambio traerá EL AÑO NUEVO, sino que haremos nosotros por cambiar el Año Nuevo.
Un nuevo fin de año en nuestra querida Argentina y estas tradicionales fiestas nos trajeron dos hermosos regalos para todos sus habitantes. Uno del gobierno nacional, que escondiéndolo tras las estridentes noticias del rebrote del COVID-19, autorizó aumentos de impuestos y de tarifas, castigando aún mas a la ya golpeada sociedad. Otro de la principal oposición, que demostró descarnadamente ser más de lo mismo, con desvergonzadas actitudes que la ponen de espalda a sus votantes y a toda la ciudadanía. Veamos.
Una vez más, queda absolutamente claro que la clase política, sin distinción de color, credo o ideología siguen viviendo en su mundo, en “politicalandia”, ahogando al pobre trabajador en absurdos y elevados impuestos como en abultadas tarifas de servicios que no se brindan o se brindan pesimamente mal.
No entienden que la sociedad no puede pagar más impuestos, que los bolsillos de los argentinos no dan para más. Al contrario, deben bajar los impuestos, en una sociedad cuyo porcentaje mayor de gastos de su sueldo, son justamente los impuestos.
Como dice el libertario, -los únicos que se oponen y hasta llaman a una rebelión fiscal- no se puede seguir financiando los privilegios de una casta, como es la política, a costa de los bolsillos de los sacrificados argentinos.
Cuando el país más la necesita, la principal oposición esta demostrando que nada los diferencia del oficialismo con sus patéticas actitudes, sobre todo en cuanto a que un triunfo les da el derecho de hacer lo que se les venga en gana. El triunfo no te cambia te delata, suele decir un viejo político.
No se contentaron con el penoso espectáculo que dieron dos de sus diputados, los cuales frustraron la sesión de la Cámara de Diputados de la Nación sobre el impuesto a bienes personales. Una que ni bien terminó de jurar se fue de vacaciones al exterior y otro que se fue al casamiento del hijo también en el exterior. Ambos ya deberían haber sido expulsados del partido y haberles exigido la renuncia a sus bancas. Dado que el proceder de los mismos estaría bien si fueran dueños de una casa de comidas, pero son funcionarios públicos que asumieron un deber ante la Nación y sobre todo ante la ciudadanía. ¿No es que al jurar lo hicieron porque “… si así no lo hiciera Dios y la Patria se lo demande?”.
Siguieron con sus desvergonzadas actitudes y fueron actores principales en la bochornosa sesión de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires en la cual aprobaron la reelección indefinida de los intendentes.
Tristemente, con ironía, pero total crudeza el periodista Jorge Asís hizo la mejor definición: “todos quieren mojar la medialuna en el café con leche”.
Atrás quedaron los Palacios, los Lisandro de la Torre y los Illia. Ya nadie entra en política por
amor a la Patria, sino como salida laboral. Ya nadie respeta la “camiseta”, la cambian sin sonrojarse a su propia conveniencia.
La principal oposición que pintaba como una bocanada de aire puro en nuestro viciado mundo de la política, demostró ser más de lo mismo. Como se suele decir, son el mismo perro, pero con distinto collar.
Pero para nuestra clase dirigente que vive en un mundo de fantasía, salvo honrosas excepciones contados con los dedos de una mano, con obscenos sueldos y fastuosos viajes, no soportan -ni por asomo- la dura realidad de cada argentino. En AMBA, la ciudad de Buenos Aires y la ciudad de Rosario los “largos” cortes de luz ya comienzan a ser moneda corriente, en medio de una ola de calor agobiante. El dólar paralelo ya trepa a los $ 210 lo que significa más inflación, suba de precios y depreciación del salario. La inseguridad asola cada ciudad del país cobrándose inocentes vidas todos los dias, sin vista de solución.
En Santa Fe, el gobernador se quedó sin presupuesto para el año que se inició, porque un propio legislador oficialista no concurrió a la sesión por estar de “descanso” en una paradisiaca playa del exterior junto a su joven y escultural pareja. Y eso no es todo, en encima en las redes sociales se permite publicar fotos del “tuje” de la señorita. Mientras en la ciudad de Rosario, como decíamos, media ciudad está sin luz y la empresa “provincial y estatal” de la Energía dice que nada puede hacer.
Claramente, ciudadanos y políticos vivimos en mundos diferentes.
Por eso en este Año Nuevo que comienza, no nos preguntemos que cambio traerá, sino ¿qué haremos nosotros por cambiar el Año Nuevo? ¡Solo así, creemos humildemente, que podrá ser un mejor año para todos!
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 3, 2022