En aquel día me encontraba en Toronto trabajando para la empresa DAW CHEMICAL en un proyecto de una planta de etileno en el mismo piso del edificio, nada menos que con ciento cincuenta ingleses.
Llevo una tremenda cicatriz en mi corazón de la mañana que me levanté y me enteré del hundimiento del Belgrano.
No sé de donde saque fuerzas para presentarme a trabajar por qué me invadía una angustia insoportable, aquello era simplemente indescriptible, estando tan lejos de mi patria enterarme que más de trescientos de nuestros marineros morían trágicamente ahogados, o por efectos de la explosión o por hipotermia, era horroroso.
Llegue al octavo piso del edificio, y mientras me dirigía hacia mi tablero de dibujo, llama mi atención desde unos metros a mi derecha un compañero escocés, quien juntando los dedos hacia arriba y luego separándolos me dice: ¡Rubén, BOOOOM!.
En ese momento me embriago una mezcla de ira, frustración y un intenso sentimiento de odio y venganza (me imagino lo que será en el campo de batalla ver qué matan a un compañero a tu lado).
Así el escenario a veces se repetía, como en otro caso que recuerdo en donde un grupo que me veía acercar entonces uno de ellos decía, “LOS VAMOS A HACER MIERDA CON TECNOLOGÍA”, ¡Que angustia! Por qué en realidad no estaba diciendo más que la verdad. Horrible sentirse chiquitito, herido intensamente en el orgullo personal y patriótico viéndose obligado a sentir una inmensa frustración. Frustración por ser lo que somos sabiendo lo que deberíamos ser. Luego hablaré de los por qué, pero antes debo aclarar que estos hechos que relato fueron puntuales por qué NOBLEZA OBLIGA, debo decir que la mayoría me trato con gran respeto y otros que siendo ingleses eran anti colonialistas, hasta expresaban un poco de vergüenza.
Ni hablar de mi compañero de equipo de diseño que no permitía palabras de agresión y los ponía en su lugar en mi defensa.
En definitiva, fue un periodo extremadamente doloroso.
Ahora quiero hacer un pequeño análisis de la situación.
Hoy ni siquiera tenemos ejército, y estamos en la peor situación económica que nuestra generación haya conocido. Hemos pasado por crisis profundas, pero ninguna cómo esta y si analizamos cuán mal estamos comprenderemos su magnitud sencillamente viendo que en crisis anteriores que eran de mucho menor magnitud, manteníamos un EJÉRCITO. ¿Nos damos cuenta que ahora los crápulas que nos gobiernan y nos han gobernado, nos han llevado debajo de la lona? Y empezando por la vicepresidenta, gran fabricante de pobres que sin ruborizarse cobra una jubilación obscena y continuando con el batallón de inútiles de nuestra clase política que con la
mayor frescura votó por la privatización de YPF y con la misma frescura su renacionalización sin importarles las consecuencias. Claro sus verdaderos intereses estaban en las BANELCO.
Esta es nuestra patriota clase política. “TODO HOMBRE TIENE SU PRECIO LO QUE HACE FALTA ES SABER CUÁL ES” célebre frase que le atribuye al político francés del siglo XVIII, Joseph Fouché, pero los nuestros sí que son baratos.
¿Cómo podemos reclamar las Malvinas donde corrió la sangre de nuestros chicos en 1982 si en 2014 Cristina Kirchner les entrega un pedazo de nuestro territorio a los chinos para una base de espionaje?, ¿Realmente nuestros políticos creen que los extranjeros son tan idiotas como ellos?
Este batallón de inútiles a los cuales me referí anteriormente, han hecho de la política el único negocio realmente lucrativo compartido con sus parientes y amigos como “asesores” y por supuesto los contratistas del estado, todos deberían ser juzgados por lo que son: LADRONES.
Esta gente es la que impide que podamos caminar por el mundo con la frente alta, cuando todo el mundo sabe que la Argentina es una cueva de ladrones.
Si señores la corrupción mata, humilla, degrada, empobrece y expulsa nuestra mejor gente.
Y por último hago una reflexión que resultará irritante, ¿no será a pesar de que duela, que los ingleses son mejor gente que nosotros?. Ya desde tiempos antiguos salieron a piratear y robar afuera, mientras en la Argentina nos robamos entre nosotros empobreciéndonos.
Creo que en época de elecciones si queremos cambiar el rumbo, debemos reflexionar. No nos engañemos, ya tenemos narco gobernantes, debemos sincerarnos y darnos cuenta además que la droga que más mata en el pueblo argentino se llama populismo.
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Por Dario Villarruel.
En aquel día me encontraba en Toronto trabajando para la empresa DAW CHEMICAL en un proyecto de una planta de etileno en el mismo piso del edificio, nada menos que con ciento cincuenta ingleses.
Llevo una tremenda cicatriz en mi corazón de la mañana que me levanté y me enteré del hundimiento del Belgrano.
No sé de donde saque fuerzas para presentarme a trabajar por qué me invadía una angustia insoportable, aquello era simplemente indescriptible, estando tan lejos de mi patria enterarme que más de trescientos de nuestros marineros morían trágicamente ahogados, o por efectos de la explosión o por hipotermia, era horroroso.
Llegue al octavo piso del edificio, y mientras me dirigía hacia mi tablero de dibujo, llama mi atención desde unos metros a mi derecha un compañero escocés, quien juntando los dedos hacia arriba y luego separándolos me dice: ¡Rubén, BOOOOM!.
En ese momento me embriago una mezcla de ira, frustración y un intenso sentimiento de odio y venganza (me imagino lo que será en el campo de batalla ver qué matan a un compañero a tu lado).
Así el escenario a veces se repetía, como en otro caso que recuerdo en donde un grupo que me veía acercar entonces uno de ellos decía, “LOS VAMOS A HACER MIERDA CON TECNOLOGÍA”, ¡Que angustia! Por qué en realidad no estaba diciendo más que la verdad. Horrible sentirse chiquitito, herido intensamente en el orgullo personal y patriótico viéndose obligado a sentir una inmensa frustración. Frustración por ser lo que somos sabiendo lo que deberíamos ser. Luego hablaré de los por qué, pero antes debo aclarar que estos hechos que relato fueron puntuales por qué NOBLEZA OBLIGA, debo decir que la mayoría me trato con gran respeto y otros que siendo ingleses eran anti colonialistas, hasta expresaban un poco de vergüenza.
Ni hablar de mi compañero de equipo de diseño que no permitía palabras de agresión y los ponía en su lugar en mi defensa.
En definitiva, fue un periodo extremadamente doloroso.
Ahora quiero hacer un pequeño análisis de la situación.
Hoy ni siquiera tenemos ejército, y estamos en la peor situación económica que nuestra generación haya conocido. Hemos pasado por crisis profundas, pero ninguna cómo esta y si analizamos cuán mal estamos comprenderemos su magnitud sencillamente viendo que en crisis anteriores que eran de mucho menor magnitud, manteníamos un EJÉRCITO. ¿Nos damos cuenta que ahora los crápulas que nos gobiernan y nos han gobernado, nos han llevado debajo de la lona? Y empezando por la vicepresidenta, gran fabricante de pobres que sin ruborizarse cobra una jubilación obscena y continuando con el batallón de inútiles de nuestra clase política que con la
mayor frescura votó por la privatización de YPF y con la misma frescura su renacionalización sin importarles las consecuencias. Claro sus verdaderos intereses estaban en las BANELCO.
Esta es nuestra patriota clase política. “TODO HOMBRE TIENE SU PRECIO LO QUE HACE FALTA ES SABER CUÁL ES” célebre frase que le atribuye al político francés del siglo XVIII, Joseph Fouché, pero los nuestros sí que son baratos.
¿Cómo podemos reclamar las Malvinas donde corrió la sangre de nuestros chicos en 1982 si en 2014 Cristina Kirchner les entrega un pedazo de nuestro territorio a los chinos para una base de espionaje?, ¿Realmente nuestros políticos creen que los extranjeros son tan idiotas como ellos?
Este batallón de inútiles a los cuales me referí anteriormente, han hecho de la política el único negocio realmente lucrativo compartido con sus parientes y amigos como “asesores” y por supuesto los contratistas del estado, todos deberían ser juzgados por lo que son: LADRONES.
Esta gente es la que impide que podamos caminar por el mundo con la frente alta, cuando todo el mundo sabe que la Argentina es una cueva de ladrones.
Si señores la corrupción mata, humilla, degrada, empobrece y expulsa nuestra mejor gente.
Y por último hago una reflexión que resultará irritante, ¿no será a pesar de que duela, que los ingleses son mejor gente que nosotros?. Ya desde tiempos antiguos salieron a piratear y robar afuera, mientras en la Argentina nos robamos entre nosotros empobreciéndonos.
Creo que en época de elecciones si queremos cambiar el rumbo, debemos reflexionar. No nos engañemos, ya tenemos narco gobernantes, debemos sincerarnos y darnos cuenta además que la droga que más mata en el pueblo argentino se llama populismo.
Darío Villarruel
Ciudadano argentino
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 4, 2023