En Venezuela, la situación en sí, y las expresiones públicas contra el Gobierno de Nicolás Maduro se han endurecido en la quinta jornada de protestas en las calles. Las manifestaciones se han cobrado 18 detenciones en la capital, más de 200 heridos en las concentraciones de los diferentes estados del país, y con una clara acusación del Ejecutivo a los opositores, a quienes ha llamado extremistas. Además, los ha acusado de generar caos, causar daños y alterar la paz en algunos puntos de la ciudad de Caracas.
“Tras los hechos violentos suscitados hoy se encuentran 18 personas detenidas, a la orden de la justicia venezolana”, dijo Néstor Reverol, Ministro de Interior y Justicia venezolano, desde el palacio presidencial de Miraflores a través del canal estatal VTV. Poco antes, el Ministerio de Interior y Justicia había señalado que siete personas habían sido detenidas por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana con 60 bombas Molotov en Bello Monte.
Además de las detenciones en Caracas, las acciones contra los manifestantes opositores transcurrieron con varios heridos y asfixiados entre ellos una bebé de un mes de nacida. Los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana dispararon bombas de gas lacrimógeno contra dos centros de salud, afectando a varios pacientes.
Esta vez fueron los helicópteros oficiales los que lanzaron las bombas sobre las zonas residenciales de Caracas. Una acción con la que la Guardia Nacional perseguía dispersar a los manifestantes que estaban huyendo de los uniformados en protestas en la calle.
Los soldados de la Guardia Nacional han lanzado los cartuchos de gas al área de emergencias de la Clínica Las Mercedes, en el Centro Profesional Las Mercedes y al ambulatorio Salud Chacao, para dispersar a los manifestantes que habían ido a la autopista. En la Clínica Las Mercedes fue afectada una recién nacida que tuvo que ser trasladada a otro centro de salud con grandes signos de asfixia. Entre los heridos también se encuentran la diputada Delsa Solórzano, que recibió un bombazo en el pecho, y el presidente del parlamento, Julio Borges. Las fuerzas de seguridad destrozaron la puerta de vidrio de la entrada principal de la clínica y también causaron daños en el centro Salud Chacao.
“Esto no se ve en Siria ni en Pakistán. Esto es culpa de Maduro y todo su gabinete. Tienen que meterlos presos”, dijo Luis Montañés, un médico oncólogo que trabaja en ese centro. “Son unos monstruos, no pueden agredir en donde hay gente indefensa”, concluyó el galeno, exhibiendo un cartucho de perdigones que encontró en las inmediaciones del centro.
En Venezuela, la situación en sí, y las expresiones públicas contra el Gobierno de Nicolás Maduro se han endurecido en la quinta jornada de protestas en las calles. Las manifestaciones se han cobrado 18 detenciones en la capital, más de 200 heridos en las concentraciones de los diferentes estados del país, y con una clara acusación del Ejecutivo a los opositores, a quienes ha llamado extremistas. Además, los ha acusado de generar caos, causar daños y alterar la paz en algunos puntos de la ciudad de Caracas.
“Tras los hechos violentos suscitados hoy se encuentran 18 personas detenidas, a la orden de la justicia venezolana”, dijo Néstor Reverol, Ministro de Interior y Justicia venezolano, desde el palacio presidencial de Miraflores a través del canal estatal VTV. Poco antes, el Ministerio de Interior y Justicia había señalado que siete personas habían sido detenidas por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana con 60 bombas Molotov en Bello Monte.
Además de las detenciones en Caracas, las acciones contra los manifestantes opositores transcurrieron con varios heridos y asfixiados entre ellos una bebé de un mes de nacida. Los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana dispararon bombas de gas lacrimógeno contra dos centros de salud, afectando a varios pacientes.
Esta vez fueron los helicópteros oficiales los que lanzaron las bombas sobre las zonas residenciales de Caracas. Una acción con la que la Guardia Nacional perseguía dispersar a los manifestantes que estaban huyendo de los uniformados en protestas en la calle.
Los soldados de la Guardia Nacional han lanzado los cartuchos de gas al área de emergencias de la Clínica Las Mercedes, en el Centro Profesional Las Mercedes y al ambulatorio Salud Chacao, para dispersar a los manifestantes que habían ido a la autopista. En la Clínica Las Mercedes fue afectada una recién nacida que tuvo que ser trasladada a otro centro de salud con grandes signos de asfixia. Entre los heridos también se encuentran la diputada Delsa Solórzano, que recibió un bombazo en el pecho, y el presidente del parlamento, Julio Borges. Las fuerzas de seguridad destrozaron la puerta de vidrio de la entrada principal de la clínica y también causaron daños en el centro Salud Chacao.
“Esto no se ve en Siria ni en Pakistán. Esto es culpa de Maduro y todo su gabinete. Tienen que meterlos presos”, dijo Luis Montañés, un médico oncólogo que trabaja en ese centro. “Son unos monstruos, no pueden agredir en donde hay gente indefensa”, concluyó el galeno, exhibiendo un cartucho de perdigones que encontró en las inmediaciones del centro.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 11, 2017
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