¿30.000? SIN CENSURA AÚN PARA UN ANÓNIMO

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SIEMPRE DE FRENTE, SIEMPRE DE PIE

 

No censurar, cueste lo que cueste dando siempre la cara no eludiendo tema alguno por más comprometido que sea este, son algunas de las reglas básicas con las que funciona este sitio.  En la sección comentarios (solo allí se permite el anonimato si así lo quiere el participante)  de la última nota de JOSÉ LUIS MILIA, titulada “SON 130, ¿O NO?” surgió una controversia sobre algunos aspectos de los trágicos  “años de plomo” de  Argentina. A la misma ahora se sumaron,  el Mayor CARLOS ESPAÑADERO y el Teniente Coronel ARIEL VALDIVIEZO, quienes como en otras oportunidades  nos hicieron llegar sus muy respetables opiniones. Haciéndolo aún en la desventajosa situación de arresto domiciliario  en la que se encuentran, dan la cara y no se arrodillan ante nadie, por ser dignos soldados y hombres de bien.   Considerando el valor de sus expresiones las publicamos como notas por separado a partir de hoy y mañana. El escarnio y la censura  con quienes defendieron el país, son la mayor prueba de la hipocresía e iniquidad  ejercida por parte del periodismo en general (por supuesto hay excepciones), miembros de la justicia, iglesia, funcionarios gubernamentales y gran parte de la sociedad. Para todos estos los adultos mayores que padecen y mueren en ilegal prisión, no existen. 

www.PrisioneroEnArgentina.com

 

RESPONDER EN PRISIONERO EN ARGENTINA

 Escribe: Mayor (RE) del Ejército Argentino, CARLOS ESPAÑADERO

 

El 22 de junio, se publicó una nota, donde con motivo del anuncio de la Sra. Carlotto, de que se había recuperado el nieto 130, desaparecido durante las guerra sufrida en nuestro país entre 1965 y 1983, se publica una comprometida poesía de un ciudadano que luchó en contra del terrorismo subversivo.

   Como combatiente de esa trágica y dolorosa época, no puedo más que expresar mi alegría si la persona recuperada era ciertamente un nieto que no había podido desarrollarse en su seno familiar. Es decir, que esto haya ocurrido, y por lo tanto si es cierta la información publicada

   La guerra en todas sus manifestaciones, presenta hechos innegablemente crueles que no pueden ser ignorados y mucho menos justificados. Y es imprescindible que se los denuncie y repudie enérgicamente, sea del bando que sea. Y esta postura es positiva, cuando a partir de esto, se hace extensivo la condena a la criminal aceptación de la guerra por parte de la Humanidad y el mutuo terrorismo que se desarrolla desde todos los involucrados.

  Pero es imperativo, ubicar la condena hacia el hecho social “Guerra” y no hacia las personas obligadas a prestar servicio en las mismas. Esto es complejo, porque a la vez, en todas las guerras se percibe las iniquidades que cometen una multitud de seres humanos, aprovechando el descontrolado y brutal poder que adquieren, para cometer iniquidades que sostienen se justifican en nombre de la Patria, de la Justicia, de la sensibilidad social, de una hipotética revolución o de cualquier buena razón que se aduce para realizarlas. Y para peor, la criminalidad de los bandos, que hasta premian estas aborrecibles conductas.

   Mientras las guerras se desarrollan entre naciones, se ha logrado por lo menos la idea de un derecho internacional humanitario, que dio vida a las convenciones de Ginebra e incluso a entidades esenciales como la Cruz Roja Internacional. Las primeras han dado algún resultado, aunque los gobiernos en guerra las han tratado de burlar y desvirtuar, cuando no  ignorarlas. La segunda, con un rico historial de ecuanimidad, han sido en muchos casos, quebradas gracias a la incorporación de personas comprometidas con un enfoque que les permitía aplicarlos a los bandos transformados en sus enemigos.

   Recientemente en los organismos internacionales, se ha puesto de manifiesto un interés en imponer normas que, si bien son deseables, no hay disposición de las potencias mundiales en aplicarlas, salvo cuando sirvan a sus objetivos.

   Lo expuesto, a manera de introducción, requeriría un trabajo muy extenso que permitiera fundamentar estas afirmaciones, y considerarlas por lo menos discutibles. Por lo tanto las dejo a título de hipótesis que permitan aproximarse a la interpretación de lo que expondré.

El motivo de este escrito, es considerar algunos comentarios que origina la nota del autor, que nos lleva a un debate que debería llevarse a cabo y que si no fuera por mi avanzada edad y mi personal esfuerzo literario en la historiografía de la tragedia terrorista argentina que desearía dejar lo más avanzado posible antes que Dios me llame a rendir cuentas, me interesaría participar.

   Iré tomando los comentarios recogidos y agregando los míos, que no son verdades nacidas de mi soberbia sino de mi deseo de aportarles algunos enfoques que puedan ser útiles.

Con relación a lo afirmado por la persona que se identifica como Río de la Plata:

“Argentina entro a una guerra revolucionaria entre los 60 y los 70 en la que al país lo agarraron en ‘bolas’ sin una Ley específica del Congreso que diga cómo, quien y cuando combatir al terrorismo urbano y guerrillero. Así todos los partidos políticos y la no Justicia estarían de acuerdo como ganarle al terrorismo. Se fue aprendiendo sobre el camino y así nos fue.”

En mi opinión todas las guerra son revolucionarias. Es decir, todas son únicas, con sus propias características originadas en sus motivaciones, sus estrategias políticas y militares empleadas (donde gravitan los conductores estratégicos empeñados), los sistemas de armas empleados, etc. La guerra sufrida en nuestra nación se desarrolló en el marco de la Guerra Fría (que aunque no es aceptado fue la Tercera guerra mundial). En el marco estratégico planetario es por lo tanto teatro de operaciones dentro de nuestro territorio. Esto la hace “un conflicto armado no internacional” en el lenguaje del artículo 3 de las convenciones de Ginebra, en el lenguaje de la OTAN, “guerra interna”, y en el lenguaje político “guerra civil”. Comparto que ni el país ni sus FFAA estaban preparadas para una “guerra civil”, aunque podríamos sostener a nivel discusión que hasta ahora no hay países capacitados en sus propias guerras civiles. Por otro lado la guerra civil tiene la propiedad de romper la cohesión interna de la nación, y por lo tanto es totalmente dudoso que emerjan normas del gobierno que sea respetado por uno o varios de los bandos existentes. Por otro lado presenta diversas perspectivas (dos bandos o más de estos que se sienten soberanos) la existencia o no de porciones territoriales en poder de diversos bandos, etc.

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No puedo seguir más extenso. Me remito a los 3 tomos publicados sobre la Tragedia Terrorista argentina que a través de Prisionero en la Argentina gratuitamente los he puesto a disposición. Dado que la obra está en elaboración (tomo 04 y mas) éstos tomos solo tienen lo que a mi juicio son las antecedentes de la guerra que estoy escribiendo a partir del tomo 04 (si vivo).

 

Me refiero ahora al diálogo entre Google User y Patricio, donde aporto el mío.  Transcribo los mismos:

 

Google User

una pregunta, no sé si es adecuado ponerla aquí, pero ustedes que “más o menos” saben de estos temas, quizás me puedan ilustrar: ustedes por lo general sostienen la tesis que no desaparecieron tantas personas, que solamente desaparecieron 8 mil personas como mucho (un poco menos, un poco más). Sin embargo, en libros como el de Nicolás Márquez, en algunos artículos de la “lucha contra la subversión” y en el Documento Final de la junta militar de 1983, se dice que la subversión contó con 25.000 subversivos, de los cuales 15.000 fueron combatientes. Mi pregunta es: si los militares ganaron la guerra como generalmente ustedes sostienen también ¿Dónde quedaron los restantes “combatientes” de la subversión??? ¿Desaparecieron o no desaparecieron? Porque no tiene sentido ganar una guerra haciendo desaparecer a poco más de la mitad de los 15.000 combatientes, y que los restantes 7 mil combatientes se queden tan conformes. Considerando que estuvo la Contraofensiva de Montoneros, no parece coherente que haya 7 mil combatientes que no desaparecieron, no parece tener mucho sentido que los militares digan que ganaron la guerra. Tengamos también en cuenta que el Documento Final de 1983 se publica en pleno contexto de las denuncias por 30 mil personas desaparecidas, por lo cual ha generado la sensación en varios investigadores que ese documento pretendía “igualar” la cantidad real de desaparecidos con un número artificial de subversivos. Eso quería preguntar: ¿Dónde quedaron los restantes combatientes subversivos si los militares ganaron haciendo desaparecer “solo” a la mitad de ellos??????

Respondo: Una guerra es un proceso político cruento, que pretende con violencia imponer objetivos políticos.  Un instrumento esencial es el aparato armado de cada uno de los combatientes. En el caso de naciones, estos aparatos armados son las FFAA. No son los únicos, dado que la guerra es una situación límite, como diría el filósofo Jasper, que pone en juego la subsistencia de los países en pugna. Los campos de combate son teatros de operaciones de mutuo exterminio, que no se asemejan a campos deportivos. Para eso se usan armas de todo tipo (desde pistolas a tanques, submarinos, portaaviones, caza bombarderos, cañones de largo alcance, bombas de toda clase, incluso nucleares y aún delictivamente gases) Aseguro que ninguno de estos instrumentos son muy aptos para diálogos ni para tomar un café con el enemigo. Los éxitos y fracasos militares se dan generalmente en estos espacios terrestres. Es ahí donde se puede hablar de éxitos o fracasos militares. Pero la mayoría de las veces no define la suerte de una guerra. La guerra se gana o se pierde en el nivel de los gobernantes o lo que queda de ellos. La pregunta del señor Google User centra su preocupación asociando desaparecidos con guerra exitosa. Ganar una guerra no supone que se haga desaparecer a todos los enemigos. De ser así podríamos decir que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, han desaparecido todos los alemanes, los italianos y los japoneses. O si quedaron vivos, que la guerra no ha terminado. De ahí que se dice que “aniquilar” significa “quitar la voluntad de lucha”. Por otra parte, es común que en todas las guerras hayan desaparecidos, y es una impresión mía, relativamente pocos prisioneros de guerra. Otra característica es el concepto profesional de “enemigo”. El enemigo es circunstancial, mientras dura la guerra. Luego de ello, llegada la paz (logro político) los enemigos se convierten por lo menos en personas que deben tener buen trato. Las guerras civiles han originado que los enfrentamientos se produzcan entre FFAA y terroristas (salvo que se dividan las primeras), y hace más notable que el aparato militar enfrenta otro aparato militar que no es profesional. Estos últimos, no se sienten identificados con la conducta militar ni con la formación institucional de éstos. Y bueno en Argentina tenemos un buen ejemplo: FFAA que han retornado a la paz y grupos que fueron terroristas que lo tienen como enemigo hasta que logren matarlos o humillarlos.

Volviendo a los desaparecidos, no hay hasta la fecha, una estadística mínimamente aceptable sobre la cantidad de desaparecidos. Por lo menos que yo conozca.

En cuanto al resultado de la guerra, se podría decir que en el campo militar las fuerzas gubernamentales triunfaron. Pero en la definición de la guerra, que es política el triunfo fue del otro bando.

En mi discutible opinión la derrota política tiene la peculiaridad de la incapacidad de quienes gobernaron toda esa trágica época, y de la ferocidad de los triunfadores que aun hoy buscan la manera de mantener vigente el odio que alimenta la venganza y el quiebre del frente interno del país.

 

 

Patricio Google User

Cifra oficial del gobierno de Néstor “Eternauta” Kirchner: 6348, al que no se puede acusar de Derecha. Respecto al resto, recomiendo el libro de Carlos Manuel Acuña “Los Traidores”, y otro, que realmente son dos “Por amor al odio” del mismo autor. Hay otros, pero estos pueden aclarar las dudas, en especial Los Traidores. Y con respecto a ganar, si hubiese sido así, hoy no tendríamos ningún uniformado preso. Se puede haber ganado la batalla de las armas, por así decirlo, porque un bando dejó de tirar y comenzó otra clase de guerra para lo cual los militares no estaban preparados y es la Cultural. Se apoderaron de los medios, los cuales de por sí tienen tendencia hacia la izquierda y aplaudir sus “hazañas”, imponiendo el relato de los “muchachos idealistas que buscaban un mundo mejor y sacar del gobierno a los Milicos” pero desde el año 1969 hasta 1979 y contamos 1989 La Tablada, el 51 % de los atentados fueron en…..DEMOCRACIA con un gobierno elegido por el 62 % de los votos y otro con el 51 %. Pero también en esta penúltima escaramuza (no se sabe cuando será la última), lograron que la misma no aparezca como contra un gobierno constitucional en los libros de historia reciente, esta es la forma de “ganar” una guerra o mejor expresado una Batalla…..por ahora.

 

Con respeto al comentario de Patricio, mi respetuoso silencio ante la opinión de una persona que intuyo ha vivido y sufrido las alternativas de la guerra y de la post guerra. Hay cosas que podría compartir o cosas en que podría disentir, pero que no justifica el tiempo que nos llevaría a ambos. Además, es un luchador.

 

Google User a Patricio

 

mmmm creo que la pregunta sigue sin responder. Independientemente de lo volátil e impreciso que es el concepto de “guerra cultural”, la pregunta sigue ¿Por qué los militares dicen haber ganado la “guerra” de las armas contra los subversivos, haciendo desaparecer únicamente a 8 mil de los supuestos 15 mil combatientes? Es más, el señor Ramón Genaro Díaz Bessone en su libro “Guerra Revolucionaria en la Argentina: 1959-1978” dice que la subversión tuvo 30.000 guerrilleros. Pero incluso si hubiesen tenido 15.000 como el Documento Final ¿Qué pasaron con los restantes combatientes??? Algo que no tiene sentido en el relato de los militares

 

Sr. Google User: Ignoro el motivo por el cual menciona “Guerra cultural”. Es cierto que todo lo que sacude a una sociedad en la mayoría de los casos, se transforma en “usos y costumbres” y estas pueden insertarse en la cultura de la misma. Pero a pesar de existir defensores de la guerra a la que consideran un imprescindible progreso, sinceramente prefiero que la Humanidad progrese mediante una civilizada educación que ayude a conformar la base cultural de los seres humanos viviendo pacíficamente. Pero esto es una opinión.

Con respecto a las cantidades de desaparecidos creo haber explicado mi interpretación. Yo prefiero una guerra sin desaparecidos. Igual se puede ganar.

 

 

Google User a Patricio

 

el libro no aparece en internet, y no quiero comprármelo para resolver una sola pregunta ¿No me puede sintetizar más o menos qué sucedió con el resto de los combatientes??? Me parece una incoherencia por parte del relato de los militares que de 15 mil combatientes, hayan ganado la guerra desapareciendo solamente a 8 mil, y que el resto no hiciera nada. No tiene sentido… no me van a decir que todos se pasaron al otro bando, que los restantes 7 mil se pasaron al bando militar.…

Sr. google User: Su avidez por identificar desaparecidos con ganar la guerra, me hace pensar en que Ud. sería un feroz conductor de una guerra que convertiría en un exterminio absoluto, para con ello considerarla exitosa. Por suerte mis 87 años me hacen pensar en que mi muerte me hará “safar” de este riesgo. Yo tengo muy presente que en una guerra civil se enfrentan connacionales. Un enemigo muerto, es también un argentino muerto.

Con respecto al comentario de mi amigo Claudio, me alegra la coincidencia. Si no fuera porque el gobierno nos tiene pagando delitos que no cometimos, en nuestros domicilios convertidos en jaulas de castigo, podríamos creer que nos ponemos de acuerdo para decir lo que sentimos.

Pero pongamos una disidencia: Los héroes existen. Pero no andan publicando sus heroicidades. Los héroes no se consideran héroes a sí mismos.  En el caso de las guerras son las naciones los que lo reconocen y esto no es inmediato. Además, muchos héroes mueren ignorados. No fueron héroes para que los elogiaran. Fueron héroes porque sus bandos así lo necesitaron y ellos voluntariamente aceptaron.

My. (RE) Carlos Españadero

 

Prisionero En Arghace un día

En lo personal a más de rechazar, siento y pienso que no tendría que haber existido el robo de un solo bebé. No es un acto digno y eso dio lugar “al relato”. En esos tiempos de horror “los otros” (terroristas) mataban a los niños/ñas, no dándole la oportunidad de crecer, jugar, estudiar, tener amigos, enamorarse, casarse, trabajar y a su vez tener hijos, en una palabra, vivir. “El hombre es lobo del hombre”. Atentamente CLAUDIO KUSSMAN

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Fely Silveira Prisionero En Arg22 horas atrás

ABSOLUTAMENTE CIERTO TU COMENTARIO……XRO ESOS SIGUEN SIENDO HEROES Y NO SE LOS JUZGA X SUS ABERRACIONES Y O ASESINATOS

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Prisionero En Arg Fely Silveira22 horas atrás

Fely Silveira, los héroes no existen. Gracias por participar. CLAUDIO KUSSMAN

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 24, 2019


 

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