Canadá está colocando a mujeres generales en algunos de sus puestos militares más importantes, incluido uno para administrar la logística para el lanzamiento de la vacuna COVID-19, después de que se impusieran una serie de acusaciones de mala conducta contra altos oficiales masculinos.
BrodieVance
Los críticos se han quejado de que las fuerzas armadas no estaban haciendo lo suficiente para abordar los problemas sistémicos con el acoso sexual, identificados en un informe histórico de 2015.
El almirante Art McDonald duró apenas seis semanas en el puesto de jefe del estado mayor de la defensa, el principal soldado de Canadá, antes de dimitir en febrero por lo que luego se reveló como acusaciones de conducta sexual inapropiada.
Su predecesor, el general Jonathan Vance, está siendo investigado por quejas sobre comportamiento inapropiado con dos subordinadas. Vance ha reconocido una relación pero ha negado la irregularidad.
A última hora del viernes, el Ministerio de Defensa anunció que el general de división Dany Fortin, que estaba a cargo del lanzamiento de la vacuna, se había hecho a un lado en espera de una investigación. El abogado del general Fortin dijo ue su cliente negó las acusaciones, que no han sido reveladas.
“Esta no es una situación ideal para estar, particularmente en este momento de crisis”, dijo a la prensa el primer ministro Justin Trudeau. El furor podría dañar a Trudeau, una feminista declarada, antes de una elección que los asistentes electorales dicen que probablemente llamará este año. El opositor Partido Conservador acusa a Ottawa de actuar con demasiada lentitud y encubrir las acusaciones.
El lunes, Fortin fue reemplazado por la general de brigada Krista Brodie, quien según los funcionarios de salud ya había desempeñado un papel fundamental en el lanzamiento de la vacuna.
CarignanTaylorAllen
En marzo, el general Mike Rouleau, vicejefe del estado mayor de la defensa, fue reemplazado por la teniente general Frances Allen, la primera mujer en ocupar el cargo. El viernes, las fuerzas armadas anunciaron ascensos para tres generales femeninas.
“Parte de esto es tratar de demostrar que las fuerzas armadas canadienses son un lugar donde las mujeres pueden servir plenamente”, dijo David Perry, analista de defensa del grupo de expertos del Instituto Canadiense de Asuntos Globales, “que no importa cuál sea su origen, tiene una oportunidad de triunfar “.
Los datos del Ministerio de Defensa muestran que, al 7 de mayo, las mujeres constituían solo el 10% de los rangos militares y navales superiores.
El mes pasado, Ottawa puso a la teniente general recién ascendida Jennie Carignan a cargo de un equipo que aborda la mala conducta sistémica dentro de las fuerzas armadas. También le pidió a la ex juez de la Corte Suprema Louise Arbour que dirigiera una investigación sobre el acoso militar y la conducta sexual inapropiada.
Esto llegó demasiado tarde para una oficial de alto rango que renunció en marzo, enferma por las acusaciones.
WestTrudeau
“No me alienta que estemos ‘investigando a nuestros oficiales superiores’. Estoy disgustada de que nos haya tomado tanto tiempo hacerlo”, escribió la teniente coronel Eleanor Taylor en su carta de renuncia indeclibable ante las inconductas de sus ”camaradas”.
La ex oficial Leah West dio la bienvenida a la investigación de Arbour, pero dijo que el informe de 2015 ya había revelado la magnitud del problema. West dijo que fue agredida en 208 por un oficial superior, pero no encontró apoyo de su superior inmediato y terminó guardándose silencio.
“A pesar de años de evidencia clara de que la conducta sexual inapropiada es desenfrenada en la cultura de nuestro ejército, nada ha cambiado”, dijo West.
Perry dijo que el sistema claramente había fallado, y señaló que algunas acusaciones se remontan a décadas.
“Lo que hemos visto en estos últimos meses es que existe una … cultura de acciones inaceptables en el ejército que se han prolongado durante demasiado tiempo”, dijo Justin Trudeau el martes pasado.
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Canadá está colocando a mujeres generales en algunos de sus puestos militares más importantes, incluido uno para administrar la logística para el lanzamiento de la vacuna COVID-19, después de que se impusieran una serie de acusaciones de mala conducta contra altos oficiales masculinos.
Los críticos se han quejado de que las fuerzas armadas no estaban haciendo lo suficiente para abordar los problemas sistémicos con el acoso sexual, identificados en un informe histórico de 2015.
El almirante Art McDonald duró apenas seis semanas en el puesto de jefe del estado mayor de la defensa, el principal soldado de Canadá, antes de dimitir en febrero por lo que luego se reveló como acusaciones de conducta sexual inapropiada.
Su predecesor, el general Jonathan Vance, está siendo investigado por quejas sobre comportamiento inapropiado con dos subordinadas. Vance ha reconocido una relación pero ha negado la irregularidad.
A última hora del viernes, el Ministerio de Defensa anunció que el general de división Dany Fortin, que estaba a cargo del lanzamiento de la vacuna, se había hecho a un lado en espera de una investigación. El abogado del general Fortin dijo ue su cliente negó las acusaciones, que no han sido reveladas.
“Esta no es una situación ideal para estar, particularmente en este momento de crisis”, dijo a la prensa el primer ministro Justin Trudeau. El furor podría dañar a Trudeau, una feminista declarada, antes de una elección que los asistentes electorales dicen que probablemente llamará este año. El opositor Partido Conservador acusa a Ottawa de actuar con demasiada lentitud y encubrir las acusaciones.
El lunes, Fortin fue reemplazado por la general de brigada Krista Brodie, quien según los funcionarios de salud ya había desempeñado un papel fundamental en el lanzamiento de la vacuna.
En marzo, el general Mike Rouleau, vicejefe del estado mayor de la defensa, fue reemplazado por la teniente general Frances Allen, la primera mujer en ocupar el cargo. El viernes, las fuerzas armadas anunciaron ascensos para tres generales femeninas.
“Parte de esto es tratar de demostrar que las fuerzas armadas canadienses son un lugar donde las mujeres pueden servir plenamente”, dijo David Perry, analista de defensa del grupo de expertos del Instituto Canadiense de Asuntos Globales, “que no importa cuál sea su origen, tiene una oportunidad de triunfar “.
Los datos del Ministerio de Defensa muestran que, al 7 de mayo, las mujeres constituían solo el 10% de los rangos militares y navales superiores.
El mes pasado, Ottawa puso a la teniente general recién ascendida Jennie Carignan a cargo de un equipo que aborda la mala conducta sistémica dentro de las fuerzas armadas. También le pidió a la ex juez de la Corte Suprema Louise Arbour que dirigiera una investigación sobre el acoso militar y la conducta sexual inapropiada.
Esto llegó demasiado tarde para una oficial de alto rango que renunció en marzo, enferma por las acusaciones.
“No me alienta que estemos ‘investigando a nuestros oficiales superiores’. Estoy disgustada de que nos haya tomado tanto tiempo hacerlo”, escribió la teniente coronel Eleanor Taylor en su carta de renuncia indeclibable ante las inconductas de sus ”camaradas”.
La ex oficial Leah West dio la bienvenida a la investigación de Arbour, pero dijo que el informe de 2015 ya había revelado la magnitud del problema. West dijo que fue agredida en 208 por un oficial superior, pero no encontró apoyo de su superior inmediato y terminó guardándose silencio.
“A pesar de años de evidencia clara de que la conducta sexual inapropiada es desenfrenada en la cultura de nuestro ejército, nada ha cambiado”, dijo West.
Perry dijo que el sistema claramente había fallado, y señaló que algunas acusaciones se remontan a décadas.
“Lo que hemos visto en estos últimos meses es que existe una … cultura de acciones inaceptables en el ejército que se han prolongado durante demasiado tiempo”, dijo Justin Trudeau el martes pasado.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 20, 2021
Tags: Canadá, Justin TrudeauRelated Posts
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