Desde el año pasado se viene escuchando que determinados sectores le quieren tirar un muerto o un desaparecido a este gobierno. Parece que lo han logrado. Pero, además, en la concentración del viernes pasado en la Plaza de Mayo, los “caratapadas” no sólo lograron producir escandalosos actos de vandalismo y provocación, sino que estuvieron a punto de asesinar a Fernando Esteche, quien, gracias a Dios, salvó su vida y confesó que lo apuñalaron los propios militantes de Quebracho, agrupación conducida por él hasta hace poco tiempo, que le dieron de beber su propio remedio. De haber muerto, qué duda cabe sobre a quién se le hubiera atribuido la responsabilidad. Parece que el trueno de las borrascas políticas enmudece cobardemente a todos, incluyendo a los funcionarios de turno, fiscales y jueces.
Francisco García Santillán
DNI 10.661.522
Derrota política
Está claro que los episodios sociales previos a las elecciones han traído nuevamente como tema de debate la violencia de los 70. Esto es definitivamente positivo y muestra que lo vivido hace varias décadas no ha sido resuelto aún por la sociedad. La violencia política setentista fue derrotada militarmente, porque en aquel momento la sociedad -y el gobierno constitucional de aquel entonces- así lo decidió. Es de esperar que la sociedad decida ahora la derrota política de la violencia que anida en pequeños grupos que no se resignan a perder el poder.
Buscando un muerto
Desde el año pasado se viene escuchando que determinados sectores le quieren tirar un muerto o un desaparecido a este gobierno. Parece que lo han logrado. Pero, además, en la concentración del viernes pasado en la Plaza de Mayo, los “caratapadas” no sólo lograron producir escandalosos actos de vandalismo y provocación, sino que estuvieron a punto de asesinar a Fernando Esteche, quien, gracias a Dios, salvó su vida y confesó que lo apuñalaron los propios militantes de Quebracho, agrupación conducida por él hasta hace poco tiempo, que le dieron de beber su propio remedio. De haber muerto, qué duda cabe sobre a quién se le hubiera atribuido la responsabilidad. Parece que el trueno de las borrascas políticas enmudece cobardemente a todos, incluyendo a los funcionarios de turno, fiscales y jueces.
Francisco García Santillán
DNI 10.661.522
Derrota política
Está claro que los episodios sociales previos a las elecciones han traído nuevamente como tema de debate la violencia de los 70. Esto es definitivamente positivo y muestra que lo vivido hace varias décadas no ha sido resuelto aún por la sociedad. La violencia política setentista fue derrotada militarmente, porque en aquel momento la sociedad -y el gobierno constitucional de aquel entonces- así lo decidió. Es de esperar que la sociedad decida ahora la derrota política de la violencia que anida en pequeños grupos que no se resignan a perder el poder.
Cristián Bengolea
cbengolea@gmail.com
Colaboración: Andrea Palomas Alarcón
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