Un fabricante en China puede fabricarlo por $1.00.
Un fabricante en EE. UU. puede fabricarlo por $8.00.
El minorista pide el juguete a China, pero al sumar los gastos de envío y los aranceles de importación, el juguete costará $7.00, aún más barato que el fabricante local.
Entonces comienza la guerra comercial…
El gobierno estadounidense, lógicamente, quiere apoyar a sus fabricantes locales. Imponen aranceles más altos (impuestos de importación más altos) a los juguetes de China para que los fabricantes estadounidenses locales sean más competitivos.
El juguete seguirá costando $1.00 si se compra directamente al fabricante chino, pero al importarlo a Estados Unidos (con los nuevos aranceles de importación vigentes), costará $9.00.
El minorista pierde $2.00 por cada juguete, que sigue vendiéndolo a $20.
Para mantener sus márgenes, el minorista debe aumentar el precio en $2.00.
Para mantenerse competitivo, el minorista compra al fabricante local a $8.00 (ahorrando $1.00) y vende a $21.00 (aumentando $1.00).
Ahora comienza la guerra de divisas…
Ahora el gobierno chino quiere apoyar a sus fabricantes locales.
En respuesta a los aranceles comerciales impuestos, deprecian su moneda frente al dólar en, digamos, un 20%.
Ahora el minorista estadounidense puede comprar un 20% más de juguetes con sus mismos dólares. Al importarlo, el juguete volverá a tener un precio muy competitivo frente al fabricante local.
¿Quién gana?
El fabricante local lucha por mantenerse competitivo. El fabricante chino también lucha por mantenerse competitivo. Los consumidores estadounidenses pagan más por sus juguetes. Cuanto más altos son los aranceles, más altos son los precios que pagan. Los consumidores chinos también terminan pagando más por la devaluación de su moneda local, ya que muchos otros productos básicos se negocian en dólares. Cuanto más intensa es la guerra comercial/divisa, más sufren los consumidores.
¿Cómo se gana dinero con la devaluación de una moneda? Intercambiando productos o servicios de una moneda local a otra, pero esto es solo un beneficio temporal.
Las economías siempre se adaptan, y a veces puede ser muy doloroso.
Vivimos en una economía globalizada. Todas las guerras son dolorosas, y una guerra comercial no es la excepción. Al final, nadie gana. El verdadero sufrimiento repercute en la población.
◘
Un juguete se vende en EE. UU. por $20.00.
Un fabricante en China puede fabricarlo por $1.00.
Un fabricante en EE. UU. puede fabricarlo por $8.00.
El minorista pide el juguete a China, pero al sumar los gastos de envío y los aranceles de importación, el juguete costará $7.00, aún más barato que el fabricante local.
Entonces comienza la guerra comercial…
El gobierno estadounidense, lógicamente, quiere apoyar a sus fabricantes locales. Imponen aranceles más altos (impuestos de importación más altos) a los juguetes de China para que los fabricantes estadounidenses locales sean más competitivos.
El juguete seguirá costando $1.00 si se compra directamente al fabricante chino, pero al importarlo a Estados Unidos (con los nuevos aranceles de importación vigentes), costará $9.00.
El minorista pierde $2.00 por cada juguete, que sigue vendiéndolo a $20.
Para mantener sus márgenes, el minorista debe aumentar el precio en $2.00.
Para mantenerse competitivo, el minorista compra al fabricante local a $8.00 (ahorrando $1.00) y vende a $21.00 (aumentando $1.00).
Ahora comienza la guerra de divisas…
Ahora el gobierno chino quiere apoyar a sus fabricantes locales.
En respuesta a los aranceles comerciales impuestos, deprecian su moneda frente al dólar en, digamos, un 20%.
Ahora el minorista estadounidense puede comprar un 20% más de juguetes con sus mismos dólares. Al importarlo, el juguete volverá a tener un precio muy competitivo frente al fabricante local.
¿Quién gana?
El fabricante local lucha por mantenerse competitivo. El fabricante chino también lucha por mantenerse competitivo. Los consumidores estadounidenses pagan más por sus juguetes. Cuanto más altos son los aranceles, más altos son los precios que pagan. Los consumidores chinos también terminan pagando más por la devaluación de su moneda local, ya que muchos otros productos básicos se negocian en dólares. Cuanto más intensa es la guerra comercial/divisa, más sufren los consumidores.
¿Cómo se gana dinero con la devaluación de una moneda? Intercambiando productos o servicios de una moneda local a otra, pero esto es solo un beneficio temporal.
Las economías siempre se adaptan, y a veces puede ser muy doloroso.
Vivimos en una economía globalizada. Todas las guerras son dolorosas, y una guerra comercial no es la excepción. Al final, nadie gana. El verdadero sufrimiento repercute en la población.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 8, 2025
Tags: Aranceles, Economía y FinanzasRelated Posts
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