Joseph Kony es el “mesías” autoproclamado del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) y supervisa al grupo rebelde responsable del conflicto armado más prolongado de África. Ha secuestrado a más de 30.000 niños para fortalecer su ejército, obligando a los niños a convertirse en soldados y a las niñas a convertirse en esclavas sexuales. Kony instruye a los miembros de su LRA a secuestrar, amenazar, destruir y asesinar en nombre de sus poderes espirituales.
Joseph Kony se hizo cargo del movimiento del Espíritu Santo, un movimiento rebelde militarista y espiritual que busca liberar al norte de Uganda de la opresión del gobierno, en 1986. Kony cambió el nombre del grupo a Ejército de Resistencia del Señor, o LRA.
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Joseph Kony no pudo mantener el número del grupo o el apoyo regional, por lo que comenzó a secuestrar niños para llenar las filas de su ejército. Lo que había comenzado como un movimiento rebelde para poner fin a la opresión del norte se convirtió en una opresión del norte en sí mismo.
Las tácticas de Joseph Kony fueron, y siguen siendo, brutales. A menudo obligaba a los niños a matar a sus padres o hermanos con machetes o herramientas contundentes. Mutiló a los que se interponían en su camino, o simplemente a los que estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado, cortando narices, labios y manos a civiles inocentes. Secuestró a niñas para que fueran esclavas sexuales de sus oficiales.
Es muy probable que Kony, con un pequeño grupo del LRA, se esconda actualmente en Kafia Kingi, un “enclave” controlado por los sudaneses que limita con Sudán del Sur y la República Centroafricana. Es un lugar al que Kony ha podido regresar una y otra vez para refugiarse, y desde donde ha podido dirigir continuamente a sus combatientes para que ataquen a civiles en los países vecinos; es un área donde las fuerzas lideradas por la Unión Africana (asistidas por asesores estadounidenses) no pueden ir.
El gobierno de los Estados Unidos ha mantenido una recompensa de hasta USD 5 millones por información que conduzca al arresto, traslado o condena de Joseph Kony, el líder del Ejército de Resistencia del Señor.
La recompensa fue anunciada por primera vez por la administración Obama en 2013, en virtud de una disposición del Programa de recompensas por crímenes de guerra escrito por el entonces secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry. La disposición amplía el alcance del programa que anteriormente había permitido que se ofrecieran recompensas a los sospechosos de crímenes de guerra buscados únicamente por los tribunales penales internacionales para Rwanda y la ex Yugoslavia.
En ese momento, la recompensa era por información sobre Kony, sus asistentes Okot Odhiambo y Dominic Ongwen, quienes habían sido acusados por la Corte Penal Internacional-CPI. Si bien se informa que Okot Odhiambo murió, Ongwen fue arrestado más tarde y el jueves fue declarado culpable de 61 de los 70 cargos por los que fue juzgado en un tribunal con sede en La Haya.
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Luis Moreno Ocampo, Angelina Jolie
y el plan para capturar a Kony
El exfiscal jefe de la Corte Penal Internacional tenía algo con las celebridades: una vez le pidió a la actriz activista Angelina Jolie que interpretara el papel de una “trampa de miel ” en un intento real de arrestar a un notorio caudillo africano. El abogado Luis Moreno Ocampo también trató de reclutar a las estrellas de cine George Clooney y Sean Penn en sus cruzadas internacionales. Moreno Ocampo se acercó a Jolie hace unos cinco años, e incluso intentó contratar a su esposo, Brad Pitt, como coprotagonista, en un complot más extraño que la ficción para detener al ugandés Joseph Kony en la República Centroafricana, donde se encontraba.
JolieMoreno Ocampo
“Olvídate de otras celebridades, ella es la indicada”, escribió Moreno Ocampo en un correo electrónico. “Le encanta la idea de arrestar a Kony. Está lista. Probablemente Brad también irá”.
Moreno Ocampo quería integrar a Jolie, y con suerte a Pitt, con las Fuerzas Especiales de Estados Unidos cerca del bastión de Kony. Jolie le escribió a Moreno Ocampo en un momento. “Brad me apoya. Analicemos la logística. Mucho amor Xxx “.
Moreno Ocampo afirmó que Jolie había sugerido que podía atraer a Kony a cenar como una treta para arrestarlo. Las tropas estadounidenses, le dijo, “están ansiosas por atrapar a Kony. . . y después de conocerte, lo harán”.
Moreno Ocampo tenía su propia fijación con Jolie. El fiscal, que ganó solo un caso en sus nueve años en la corte, finalmente tuvo menos éxito con Jolie. En un momento le envió un correo electrónico: “Querida Angie, espero que estés bien. Te echo de menos.” Quedó sin respuesta.
ClooneyPitt
Cuando se enteró de que estaba enferma, envió un correo electrónico a su asistente confesándole: “Me doy cuenta de lo mucho que la amo”. La asistente respondió que Jolie había cambiado su dirección de correo electrónico.
Moreno Ocampo tuvo cierto contacto con Clooney y Penn. Pidió a Clooney ayuda para volar satélites espías sobre Libia “para presionar a los generales de Khadafy”. Moreno Ocampo también invitó a Penn a un hotel de Nueva York e intentó involucrar a la estrella en una posible investigación sobre el conflicto palestino. El siempre cambiante Penn respondió: “Mientras usted toma la decisión sobre Palestina, yo estoy envuelto en una decisión sobre el clima o ir al spa del hotel”.
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Según la sentencia, Ongwen fue declarado culpable de liderar personalmente redadas en las que la brigada Sinia que él comandaba, saqueaba propiedades y animales, incendiaba casas, quemaba vivas a personas, mataba bebés y explotaba a niñas como esclavas sexuales.
“Dio instrucciones para saquear alimentos, secuestrar personas, quemar el campamento y el cuartel”, dijo el juez presidente Bertram Schmitt. “Una anciana que no podía llevar su carga fue estrangulada y le cortaron el cuello”, agregó. “Sus hombres dispararon, golpearon y secuestraron a civiles en la cabeza y la cara para asegurarse de que estuvieran muertos”.
OngwenSchmittKonyPriceKerry
El Departamento de Estado de los Estados Unidos dijo en un comunicado esta mañana que la condena es un paso significativo para la justicia y la rendición de cuentas por las atrocidades cometidas contra la población civil en el norte de Uganda. Estados Unidos facilitó la entrega voluntaria y la transferencia de Ongwen a la CPI en 2015.
“Si bien seguimos creyendo que la CPI necesita una reforma significativa, nos complace que Ongwen comparezca ante la justicia. Hubo un amplio acercamiento a los grupos de víctimas en el norte de Uganda durante el juicio de Ongwen, incluida la transmisión del juicio a las comunidades afectadas ”, dijo Ned Price, portavoz del Departamento de Estado.
Price dijo después de la condena que se mantiene una recompensa por la cabeza de Kony, por lo que también enfrenta un juicio por ordenar atrocidades generalizadas cometidas en el norte de Uganda durante casi dos décadas. Kony está acusado de ordenar asesinatos en masa, reclutar niños para luchar y mantener a las niñas como esclavas sexuales.
Se estima que el LRA ha secuestrado al menos a 30.000 niños solo en Uganda, mientras que los combates entre los rebeldes y las tropas gubernamentales desplazaron a casi dos millones de personas de sus hogares en el país entre 1987 y 2006.
A principios de marzo del corriente año, algunas secciones de medios de comunicación ugandeses informan que el señor de la guerra ugandés Joseph Roa Kony, buscado en la Corte Penal Internacional de La Haya por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, murió tras una infección por la mortal enfermedad del coronavirus, aunque esto no ha podido ser confirmado.
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Joseph Kony es el “mesías” autoproclamado del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) y supervisa al grupo rebelde responsable del conflicto armado más prolongado de África. Ha secuestrado a más de 30.000 niños para fortalecer su ejército, obligando a los niños a convertirse en soldados y a las niñas a convertirse en esclavas sexuales. Kony instruye a los miembros de su LRA a secuestrar, amenazar, destruir y asesinar en nombre de sus poderes espirituales.
Joseph Kony se hizo cargo del movimiento del Espíritu Santo, un movimiento rebelde militarista y espiritual que busca liberar al norte de Uganda de la opresión del gobierno, en 1986. Kony cambió el nombre del grupo a Ejército de Resistencia del Señor, o LRA.
[ezcol_2fifth]Joseph Kony no pudo mantener el número del grupo o el apoyo regional, por lo que comenzó a secuestrar niños para llenar las filas de su ejército. Lo que había comenzado como un movimiento rebelde para poner fin a la opresión del norte se convirtió en una opresión del norte en sí mismo.
Las tácticas de Joseph Kony fueron, y siguen siendo, brutales. A menudo obligaba a los niños a matar a sus padres o hermanos con machetes o herramientas contundentes. Mutiló a los que se interponían en su camino, o simplemente a los que estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado, cortando narices, labios y manos a civiles inocentes. Secuestró a niñas para que fueran esclavas sexuales de sus oficiales.
Es muy probable que Kony, con un pequeño grupo del LRA, se esconda actualmente en Kafia Kingi, un “enclave” controlado por los sudaneses que limita con Sudán del Sur y la República Centroafricana. Es un lugar al que Kony ha podido regresar una y otra vez para refugiarse, y desde donde ha podido dirigir continuamente a sus combatientes para que ataquen a civiles en los países vecinos; es un área donde las fuerzas lideradas por la Unión Africana (asistidas por asesores estadounidenses) no pueden ir.
El gobierno de los Estados Unidos ha mantenido una recompensa de hasta USD 5 millones por información que conduzca al arresto, traslado o condena de Joseph Kony, el líder del Ejército de Resistencia del Señor.
La recompensa fue anunciada por primera vez por la administración Obama en 2013, en virtud de una disposición del Programa de recompensas por crímenes de guerra escrito por el entonces secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry. La disposición amplía el alcance del programa que anteriormente había permitido que se ofrecieran recompensas a los sospechosos de crímenes de guerra buscados únicamente por los tribunales penales internacionales para Rwanda y la ex Yugoslavia.
En ese momento, la recompensa era por información sobre Kony, sus asistentes Okot Odhiambo y Dominic Ongwen, quienes habían sido acusados por la Corte Penal Internacional-CPI. Si bien se informa que Okot Odhiambo murió, Ongwen fue arrestado más tarde y el jueves fue declarado culpable de 61 de los 70 cargos por los que fue juzgado en un tribunal con sede en La Haya.
[/ezcol_2fifth] [ezcol_3fifth_end] [/ezcol_3fifth_end]Según la sentencia, Ongwen fue declarado culpable de liderar personalmente redadas en las que la brigada Sinia que él comandaba, saqueaba propiedades y animales, incendiaba casas, quemaba vivas a personas, mataba bebés y explotaba a niñas como esclavas sexuales.
“Dio instrucciones para saquear alimentos, secuestrar personas, quemar el campamento y el cuartel”, dijo el juez presidente Bertram Schmitt. “Una anciana que no podía llevar su carga fue estrangulada y le cortaron el cuello”, agregó. “Sus hombres dispararon, golpearon y secuestraron a civiles en la cabeza y la cara para asegurarse de que estuvieran muertos”.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos dijo en un comunicado esta mañana que la condena es un paso significativo para la justicia y la rendición de cuentas por las atrocidades cometidas contra la población civil en el norte de Uganda. Estados Unidos facilitó la entrega voluntaria y la transferencia de Ongwen a la CPI en 2015.
“Si bien seguimos creyendo que la CPI necesita una reforma significativa, nos complace que Ongwen comparezca ante la justicia. Hubo un amplio acercamiento a los grupos de víctimas en el norte de Uganda durante el juicio de Ongwen, incluida la transmisión del juicio a las comunidades afectadas ”, dijo Ned Price, portavoz del Departamento de Estado.
Price dijo después de la condena que se mantiene una recompensa por la cabeza de Kony, por lo que también enfrenta un juicio por ordenar atrocidades generalizadas cometidas en el norte de Uganda durante casi dos décadas. Kony está acusado de ordenar asesinatos en masa, reclutar niños para luchar y mantener a las niñas como esclavas sexuales.
Se estima que el LRA ha secuestrado al menos a 30.000 niños solo en Uganda, mientras que los combates entre los rebeldes y las tropas gubernamentales desplazaron a casi dos millones de personas de sus hogares en el país entre 1987 y 2006.
A principios de marzo del corriente año, algunas secciones de medios de comunicación ugandeses informan que el señor de la guerra ugandés Joseph Roa Kony, buscado en la Corte Penal Internacional de La Haya por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, murió tras una infección por la mortal enfermedad del coronavirus, aunque esto no ha podido ser confirmado.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 16, 2021