Desde que interactuamos con más gente, nos encontramos en desventaja al no saber, primero, cuanta gente habla español y, finalmente, que nosotros no dominamos esa lengua. Fue por ello que Oscar, mi esposo, y yo decidimos concurrir a unas clases dictadas en el centro comunitario. La maestra de español, Virgilia Sams, estaba explicando a su clase que en español, a diferencia del inglés, los sustantivos se designan como masculinos o femeninos.
“Library”, por ejemplo, es femenino: “la biblioteca”.
“Car”, sin embargo, es masculino: “el automóvil”.
Una joven estudiante preguntó: “¿Qué género es ‘computadora’?”
En lugar de dar la respuesta, la maestra solicititó a cada uno expresar nuestras teorías, y nos pidió que decidieramos por nosotros mismos si “computadora” debería ser un sustantivo masculino o femenino.
Quien haya dicho que la definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes obviamente nunca tuvo que reiniciar una computadora. —William Petersen
A cada persona, la señorita Sams, le pidió dar cuatro razones para sostener la teoría.
Oscar decidió que “computadora” definitivamente debería ser del género femenino (“la computadora”), porque:
1. Nadie sino su creador entiende su lógica interna;
2. El idioma nativo que usan para comunicarse con otras computadoras es incomprensible para todos los demás;
3. Incluso los errores más pequeños se almacenan en la memoria a largo plazo para su imposible recuperación posterior; y
4. Tan pronto como te comprometes con una, te encuentras gastando la mitad de tu sueldo en accesorios.
Yo, sin embargo, concluí que las computadoras deberían ser masculinas (“el computador”), porque:
1. Para poder hacer cualquier cosa con ellos, tienes que encenderlos;
2. Tienen muchos datos pero todavía no pueden pensar por sí mismos;
3. Se supone que te ayudarán a resolver problemas, pero la mitad de las veces ELLOS SON el problema; y
4. Tan pronto como te comprometes con uno, te das cuenta de que si hubieras esperado un poco más, podrías haber obtenido un modelo mejor y mas nuevo.
Ahora tenemos a una nueva profesora, la señora Di Lorenzo.
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Por Vida Bolt.
Desde que interactuamos con más gente, nos encontramos en desventaja al no saber, primero, cuanta gente habla español y, finalmente, que nosotros no dominamos esa lengua. Fue por ello que Oscar, mi esposo, y yo decidimos concurrir a unas clases dictadas en el centro comunitario. La maestra de español, Virgilia Sams, estaba explicando a su clase que en español, a diferencia del inglés, los sustantivos se designan como masculinos o femeninos.
“Library”, por ejemplo, es femenino: “la biblioteca”.
“Car”, sin embargo, es masculino: “el automóvil”.
Una joven estudiante preguntó: “¿Qué género es ‘computadora’?”
En lugar de dar la respuesta, la maestra solicititó a cada uno expresar nuestras teorías, y nos pidió que decidieramos por nosotros mismos si “computadora” debería ser un sustantivo masculino o femenino.
—William Petersen
A cada persona, la señorita Sams, le pidió dar cuatro razones para sostener la teoría.
Oscar decidió que “computadora” definitivamente debería ser del género femenino (“la computadora”), porque:
1. Nadie sino su creador entiende su lógica interna;
2. El idioma nativo que usan para comunicarse con otras computadoras es incomprensible para todos los demás;
3. Incluso los errores más pequeños se almacenan en la memoria a largo plazo para su imposible recuperación posterior; y
4. Tan pronto como te comprometes con una, te encuentras gastando la mitad de tu sueldo en accesorios.
Yo, sin embargo, concluí que las computadoras deberían ser masculinas (“el computador”), porque:
1. Para poder hacer cualquier cosa con ellos, tienes que encenderlos;
2. Tienen muchos datos pero todavía no pueden pensar por sí mismos;
3. Se supone que te ayudarán a resolver problemas, pero la mitad de las veces ELLOS SON el problema; y
4. Tan pronto como te comprometes con uno, te das cuenta de que si hubieras esperado un poco más, podrías haber obtenido un modelo mejor y mas nuevo.
Ahora tenemos a una nueva profesora, la señora Di Lorenzo.
PrisioneroEnArgentina.com
febrero 14, 2023
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