El presidente electo de Argentina, Javier Milei, sorprendió a propios y a extraños cuando, al inicio del discurso que pronunciara tras su victoria en las urnas este domingo, agradeció a Santiago Caputo, un consultor político con escasa exposición pública, al que atribuyó el éxito de su candidatura.
“También quiero agradecerle a ese gigante que me ha acompañado a lo largo de todo este proceso. Este gigante, que suele mantenerse en oscuridad, se llama Santiago Caputo, y es el arquitecto de todo esto”, sostuvo Milei en su alocución, inmediatamente después de reconocer los esfuerzos de su hermana Karina en la campaña.
Caputo, de 38 años, se metió al proyecto político La Libertad Avanza (LLA) en 2021 de la mano de Ramiro Marra, excandidato a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, quien fuera señalado ante la Justicia, junto con Milei, por propiciar una corrida cambiaria y la devaluación del peso en octubre pasado. Marra y Caputo mantienen estrechos vínculos desde sus días de estudiantes de secundaria en el Colegio Belgrano de Buenos Aires, una institución privada católica de élite, con más de 90 años de actividad ininterrumpida.
“Caputo tuvo la ventaja de que cuando llegó al equipo de campaña de Milei, ya estaba Mario Russo, que trabajó el concepto de confrontar con “la casta”, una marca registrada en los discursos de Milei, creada por Ramiro Marra”.
Se reporta que tras terminar el secundario, el consultor cursó tres años de ingeniería en informática en la Universidad de la Defensa Nacional, carrera que abandonó para estudiar una licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires, que tampoco concluyó.
Pese a su falta de titulaciones, al sumarse a LLA, Caputo tenía bajo el brazo una amplia experiencia certificada como consultor político de alto nivel, al haber formado parte del equipo del ecuatoriano Jaime Durán Barba, artífice de las campañas que llevaron a Mauricio Macri a la Casa Rosada en 2015 y, antes, a la jefatura de Gobierno de la capital argentina, cargo que ejerció entre 2007 y 2015. En su natal Ecuador, Durán Barba dirigió una campaña fallida para el empresario bananero Álvaro Noboa –padre del actual presidente, Daniel Noboa– y también la que le garantizó la victoria al banquero Guillermo Lasso en 2021.
El “gurú” ecuatoriano de las consultorías políticas abandonó Argentina en 2019, poco después de la derrota de Macri en su intento de reelección y tras casi una década de denuncias continuadas del peronismo y organizaciones de izquierda, relacionadas con el uso de fondos públicos para financiar ‘bots’ y hacer campaña sucia contra sus candidatos.
Tras la salida de Macri de la primera magistratura, Santiago Caputo se abrió paso en las arenas internacionales de la consultoría y pasó a ejercer como asesor de opositores a Nayib Bukele en El Salvador. También hay registro de su trabajo en Paraguay, donde participó en la campaña del binomio presidencial Efraín Alegre-Soledad Núñez.
Además de su trabajo con un asesor político de alto nivel como Jaime Durán Barba, el posicionamiento de Santiago Caputo en los altos círculos de la política argentina también puede explicarse a partir de su pertenencia al poderoso clan político-empresarial Caputo.
Santiago es hijo del expresidente del Colegio de Escribanos de la ciudad de Buenos Aires, Claudio Caputo, y está emparentado con Nicolás Caputo, socio y amigo cercano del expresidente Macri, así como con el exministro de Finanzas macrista Luis “Toto” Caputo.
Mientras Macri ejerció como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Nicolás Caputo recibió numerosos contratos para obras públicas, algunos de ellos bajo la modalidad de “contratos de urgencia”, que aparentemente fueron ejecutados a través de una empresa no relacionada con la construcción. Del mismo modo, la investigación del intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner arrojó que Caputo Hermanos, firma del clan, realizó pagos millonarios a Jonathan Morel, uno de los cabecillas de la organización extremista Revolución Federal, a quien se le vio en compañía de Brenda Uliarte –detenida por el caso–, atizando al asesinato de la lideresa peronista en el contexto de la manifestación donde tuvo lugar el asalto.
Por su parte, Luis Caputo, militante de larga data del partido Propuesta Republicana (PRO), fue sindicado por pago de comisiones para adquirir instrumentos financieros de la Seguridad Social en condiciones lesivas para el Estado argentino, en unas transas realizadas poco antes de incorporarse al gabinete de Macri y de elevar la deuda del país a niveles extremos. El exministro también fue acusado, junto con Macri y los funcionarios Nicolás Dujovne, Federico Sturzenegger y Guido Sandleris, de haber contraído irregularmente un préstamo de 57.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional, y de haber empleado tales recursos al margen de lo que establecen los estatutos de ese organismo.
De igual forma, la Fiscalía suiza lo investiga junto con otros parientes por presunto enriquecimiento ilícito, a partir de fondos obtenidos por medio de contratos con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Su nombre apareció en los ‘Pandora Papers’ como ligado a operaciones opacas en las islas Caimán. Personas allegadas a Santiago Caputo insisten en decir que él no tiene relación alguna con esas personas y que pertenecen a ramas distintas de la familia. “Para él es un karma ser Caputo. Que se dedique también a la política es una coincidencia”, afirmó un conocido a la prensa local. Mientras tanto, Milei aseguró que tanto Caputo como su hermana Karina lo “acompañarán”, aunque no ejercerán ningún cargo en su gestión.
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El presidente electo de Argentina, Javier Milei, sorprendió a propios y a extraños cuando, al inicio del discurso que pronunciara tras su victoria en las urnas este domingo, agradeció a Santiago Caputo, un consultor político con escasa exposición pública, al que atribuyó el éxito de su candidatura.
“También quiero agradecerle a ese gigante que me ha acompañado a lo largo de todo este proceso. Este gigante, que suele mantenerse en oscuridad, se llama Santiago Caputo, y es el arquitecto de todo esto”, sostuvo Milei en su alocución, inmediatamente después de reconocer los esfuerzos de su hermana Karina en la campaña.
Caputo, de 38 años, se metió al proyecto político La Libertad Avanza (LLA) en 2021 de la mano de Ramiro Marra, excandidato a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, quien fuera señalado ante la Justicia, junto con Milei, por propiciar una corrida cambiaria y la devaluación del peso en octubre pasado. Marra y Caputo mantienen estrechos vínculos desde sus días de estudiantes de secundaria en el Colegio Belgrano de Buenos Aires, una institución privada católica de élite, con más de 90 años de actividad ininterrumpida.
“Caputo tuvo la ventaja de que cuando llegó al equipo de campaña de Milei, ya estaba Mario Russo, que trabajó el concepto de confrontar con “la casta”, una marca registrada en los discursos de Milei, creada por Ramiro Marra”.
Se reporta que tras terminar el secundario, el consultor cursó tres años de ingeniería en informática en la Universidad de la Defensa Nacional, carrera que abandonó para estudiar una licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires, que tampoco concluyó.
Pese a su falta de titulaciones, al sumarse a LLA, Caputo tenía bajo el brazo una amplia experiencia certificada como consultor político de alto nivel, al haber formado parte del equipo del ecuatoriano Jaime Durán Barba, artífice de las campañas que llevaron a Mauricio Macri a la Casa Rosada en 2015 y, antes, a la jefatura de Gobierno de la capital argentina, cargo que ejerció entre 2007 y 2015. En su natal Ecuador, Durán Barba dirigió una campaña fallida para el empresario bananero Álvaro Noboa –padre del actual presidente, Daniel Noboa– y también la que le garantizó la victoria al banquero Guillermo Lasso en 2021.
El “gurú” ecuatoriano de las consultorías políticas abandonó Argentina en 2019, poco después de la derrota de Macri en su intento de reelección y tras casi una década de denuncias continuadas del peronismo y organizaciones de izquierda, relacionadas con el uso de fondos públicos para financiar ‘bots’ y hacer campaña sucia contra sus candidatos.
Tras la salida de Macri de la primera magistratura, Santiago Caputo se abrió paso en las arenas internacionales de la consultoría y pasó a ejercer como asesor de opositores a Nayib Bukele en El Salvador. También hay registro de su trabajo en Paraguay, donde participó en la campaña del binomio presidencial Efraín Alegre-Soledad Núñez.
Además de su trabajo con un asesor político de alto nivel como Jaime Durán Barba, el posicionamiento de Santiago Caputo en los altos círculos de la política argentina también puede explicarse a partir de su pertenencia al poderoso clan político-empresarial Caputo.
Santiago es hijo del expresidente del Colegio de Escribanos de la ciudad de Buenos Aires, Claudio Caputo, y está emparentado con Nicolás Caputo, socio y amigo cercano del expresidente Macri, así como con el exministro de Finanzas macrista Luis “Toto” Caputo.
Mientras Macri ejerció como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Nicolás Caputo recibió numerosos contratos para obras públicas, algunos de ellos bajo la modalidad de “contratos de urgencia”, que aparentemente fueron ejecutados a través de una empresa no relacionada con la construcción. Del mismo modo, la investigación del intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner arrojó que Caputo Hermanos, firma del clan, realizó pagos millonarios a Jonathan Morel, uno de los cabecillas de la organización extremista Revolución Federal, a quien se le vio en compañía de Brenda Uliarte –detenida por el caso–, atizando al asesinato de la lideresa peronista en el contexto de la manifestación donde tuvo lugar el asalto.
Por su parte, Luis Caputo, militante de larga data del partido Propuesta Republicana (PRO), fue sindicado por pago de comisiones para adquirir instrumentos financieros de la Seguridad Social en condiciones lesivas para el Estado argentino, en unas transas realizadas poco antes de incorporarse al gabinete de Macri y de elevar la deuda del país a niveles extremos. El exministro también fue acusado, junto con Macri y los funcionarios Nicolás Dujovne, Federico Sturzenegger y Guido Sandleris, de haber contraído irregularmente un préstamo de 57.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional, y de haber empleado tales recursos al margen de lo que establecen los estatutos de ese organismo.
De igual forma, la Fiscalía suiza lo investiga junto con otros parientes por presunto enriquecimiento ilícito, a partir de fondos obtenidos por medio de contratos con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Su nombre apareció en los ‘Pandora Papers’ como ligado a operaciones opacas en las islas Caimán. Personas allegadas a Santiago Caputo insisten en decir que él no tiene relación alguna con esas personas y que pertenecen a ramas distintas de la familia. “Para él es un karma ser Caputo. Que se dedique también a la política es una coincidencia”, afirmó un conocido a la prensa local. Mientras tanto, Milei aseguró que tanto Caputo como su hermana Karina lo “acompañarán”, aunque no ejercerán ningún cargo en su gestión.
PrisioneroEnArgentina.com
Noiembre 24, 2023
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