Cuando apenas faltaban diez minutos para la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, el Presidente de los argentinos pegó un decretazo y nombró a sus dos candidatos a la Suprema Corte. La verdad, no se entiende la premura en estos nombramientos, cuando los mismos pudieron ser tratados democrática y republicanamente en una de las sesiones ordinaras del Senado de la Nación, que reiteramos están a punto de comenzar.
El inexplicable apuro del libertario en designar a “sus candidatos” al Máximo Tribunal del país, mueve a suspicacias. ¿Será que el escándalo del “criptogate” crece descontroladamente y a la velocidad de la luz y necesita el León asegurarse su tranquilidad judicial? ¿Será que apuró la designación para negociar con el kirchnerismo un aumento de los miembros de la Corte y darle algunos nombramientos a cambio de convalidar su decretazo?
Sea cual fuere el real motivo del movimiento del libertario, el mismo es un digno movimiento de lo peor de la casta, justamente de la que proclamó a los cuatro vientos que venía a combatir, aunque sigue utilizando sus más desdeñables prácticas.
Ahora, más allá de estas cuestiones, el Senado de la Nación tiene un plazo máximo de un año para convalidar o rechazar estas designaciones, las cuales por ahora son en comisión, es decir transitorias. ELLO MOTIVA A PENSAR: ¿“CON QUE INDEPENDENCIA SE MOVERAN ESTOS NUEVOS JUECES CUYAS DESIGNACIONES ESTAN SUPEDITADAS A LOS VAIVENES Y LOS CAPRICHOS DE LA POLITICA”?
Por ejemplo, ¿en los denominados juicios “de lesa”, se animarán estos nuevos jueces a fallar a derecho, cuando la clase política blande hipócritamente lo políticamente correcto en vez de la defensa del debido proceso?, Basta recodar como arrugaron los políticos cuando la Corte sentenció a favor del 2×1 y una simple movilización de las “orgas” de los derechos humanos y los partidos de izquierda hizo retroceder a la Corte en chancletas.
Dicho de otra forma, ¿se expondrán a dictar una sentencia que respete estrictamente la ley, “bancándose” luego los alaridos de los políticos que los acusaran de “haber sido designados para asegurar la impunidad de los genocidas”, poniendo en peligro su transitoria permanencia en el cómodo sillón del Máximo Tribunal y por ende el serio riesgo de ser eyectados del mismo?
El “hábil” movimiento del líder de la casta judicial nos va dando una primera respuesta. Ni lerdo ni perezoso, solicitó a la Cámara Federal que lo habilite a pedir una licencia extraordinaria en su Juzgado Federal para asumir en el Máximo Tribunal, por las dudas que no se convalide esa designación y así pueda volver a su anterior trabajo. Como se suele decir “no quiere quedarse sin en el pan y sin la torta”. Sorprendentemente, la Cámara Federal se la otorgó en tiempo récord, contrariando la pacifica jurisprudencia que impide este tipo de jugada y que dispone que una licencia “extraordinaria” lo debe resolver la propia Suprema Corte. En segundos hicieron añicos la ética premisa de que, para asumir como juez de la Corte, se debe renunciar si o si a su actual designación.
A la par, el otro candidato aceptó velozmente su nombramiento en estas precarias condiciones, cuando en la entrevista ante los Senadores Nacionales había expresado: “YO NO HUBIERA ACEPTADO UNA NOMINACIÓN EN COMISIÓN PORQUE, MÁS ALLÁ DE QUE LA CONSTITUCIÓN LO PREVÉ, EVIDENTEMENTE HAY UN GRAN SECTOR DE LA POBLACIÓN QUE CON BUENAS RAZONES RESISTE ESTE TIPO DE DECISIONES”.
COMO VEMOS LOS SUPREMOS VALORES DE JUSTICIA Y CORRECTA ADMINSITRACION DE JUSTICIA SE HAN VUELTO MERCANCIA NEGOCIABLE EN ESTE PAIS.
Esta situación no tiene antecedente en la historia judicial argentina. Tan solo es equiparable a lo sucedido en el gobierno de Macri, donde si bien Rosenkrantz y Rosatti también fueron nombrados en comisión, el líder del PRO tuvo la suficiente rapidez de reflejos para conseguir raudamente el correspondiente acuerdo del Senado de la Nación, de modo que esos nombramientos tuvieran “los papeles en regla” al momento de la jura. Ahora, sería la primera vez en la historia argentina que dos jueces del Máximo Tribunal del país asumen como tales en forma provisional.
No hace falta ser un avezado constitucionalista para preguntarse qué validez tendrá una sentencia dictada por jueces provisorios, exponiendo así el libertario, a través de este capricho, a la locura de que una lluvia de nulidades se acumulen en la Justicia ante esta coyuntura.
Al poder no le importa nada. La Corte ya le tomó juramento a uno de los jueces temporales y todo el gabinete se fue a cenar alegremente después del narcisista y desconectado discurso de la realidad que dio el libertario en el Congreso Nacional, previo a convertirlo en una cancha de futbol. Encima los que destrozaron y despedazaron el país durante veinte años hablan como si fueran observadores neutrales de las Naciones Unidas y hasta dan consejos de cómo se debería gobernar. “The show must gone on”, dicen en el mundo del espectáculo.
Por ahora más de lo mismo y sin ningún cambio en estas tierras del sur. Seguimos con gobiernos que vociferan un pensamiento con vehemencia y al día siguiente expresan lo contrario como si nada, con planes económicos que no dan los frutos esperados y esperan la salvación del FMI junto a continuos tarifazos y salarios pauperizados, salpicados con graves hechos de corrupción, pero sobre todo con el mismo irritante desprecio al debido Estado de Derecho y a lo justo; en otras palabras, que solo privilegian sus espurios intereses por sobre los de la Nación; mientras LA ARBITRARIEDAD SIGUE REINANDO LIBREMENTE EN EL MUNDO LESA SIN QUE A NADIE SE LE MUEVA UN PELO.
¿Qué futuro se tiene como República cuando se sigue atropellando el imperio de la Ley?, Quien va a invertir en un país donde las reglas de juego son las que se le canta al Presidente según su estado de ánimo en el día? DONDE M Y K PARECEN LAS DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA.
Aquella últimas palabras de Belgrano “Ay Patria mía…” hoy resuenan desgarradoras y más que actual.
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Cuando apenas faltaban diez minutos para la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, el Presidente de los argentinos pegó un decretazo y nombró a sus dos candidatos a la Suprema Corte. La verdad, no se entiende la premura en estos nombramientos, cuando los mismos pudieron ser tratados democrática y republicanamente en una de las sesiones ordinaras del Senado de la Nación, que reiteramos están a punto de comenzar.
Sea cual fuere el real motivo del movimiento del libertario, el mismo es un digno movimiento de lo peor de la casta, justamente de la que proclamó a los cuatro vientos que venía a combatir, aunque sigue utilizando sus más desdeñables prácticas.
Ahora, más allá de estas cuestiones, el Senado de la Nación tiene un plazo máximo de un año para convalidar o rechazar estas designaciones, las cuales por ahora son en comisión, es decir transitorias. ELLO MOTIVA A PENSAR: ¿“CON QUE INDEPENDENCIA SE MOVERAN ESTOS NUEVOS JUECES CUYAS DESIGNACIONES ESTAN SUPEDITADAS A LOS VAIVENES Y LOS CAPRICHOS DE LA POLITICA”?
Por ejemplo, ¿en los denominados juicios “de lesa”, se animarán estos nuevos jueces a fallar a derecho, cuando la clase política blande hipócritamente lo políticamente correcto en vez de la defensa del debido proceso?, Basta recodar como arrugaron los
políticos cuando la Corte sentenció a favor del 2×1 y una simple movilización de las “orgas” de los derechos humanos y los partidos de izquierda hizo retroceder a la Corte en chancletas.
Dicho de otra forma, ¿se expondrán a dictar una sentencia que respete estrictamente la ley, “bancándose” luego los alaridos de los políticos que los acusaran de “haber sido designados para asegurar la impunidad de los genocidas”, poniendo en peligro su transitoria permanencia en el cómodo sillón del Máximo Tribunal y por ende el serio riesgo de ser eyectados del mismo?
El “hábil” movimiento del líder de la casta judicial nos va dando una primera respuesta. Ni lerdo ni perezoso, solicitó a la Cámara Federal que lo habilite a pedir una licencia extraordinaria en su Juzgado Federal para asumir en el Máximo Tribunal, por las dudas que no se convalide esa designación y así pueda volver a su anterior trabajo. Como se suele decir “no quiere quedarse sin en el pan y sin la torta”. Sorprendentemente, la Cámara Federal se la otorgó en tiempo récord, contrariando la pacifica jurisprudencia que impide este tipo de jugada y que dispone que una licencia “extraordinaria” lo debe resolver la propia Suprema Corte. En segundos hicieron añicos la ética premisa de que, para asumir como juez de la Corte, se debe renunciar si o si a su actual designación.
A la par, el otro candidato aceptó velozmente su nombramiento en estas precarias condiciones, cuando en la entrevista ante los Senadores Nacionales había expresado: “YO NO HUBIERA ACEPTADO UNA NOMINACIÓN EN COMISIÓN PORQUE, MÁS ALLÁ DE QUE LA CONSTITUCIÓN LO PREVÉ, EVIDENTEMENTE HAY UN GRAN SECTOR DE LA POBLACIÓN QUE CON BUENAS RAZONES RESISTE ESTE TIPO DE DECISIONES”.
COMO VEMOS LOS SUPREMOS VALORES DE JUSTICIA Y CORRECTA ADMINSITRACION DE JUSTICIA SE HAN VUELTO MERCANCIA NEGOCIABLE EN ESTE PAIS.
Esta situación no tiene antecedente en la historia judicial argentina. Tan solo es equiparable a lo sucedido en el gobierno de Macri, donde si bien Rosenkrantz y Rosatti también fueron nombrados en comisión, el líder del PRO tuvo la suficiente rapidez de reflejos para conseguir raudamente el correspondiente acuerdo del Senado de la Nación, de modo que esos nombramientos tuvieran “los papeles en regla” al momento de la jura. Ahora, sería la primera vez en la historia argentina que dos jueces del Máximo Tribunal del país asumen como tales en forma provisional.
No hace falta ser un avezado constitucionalista para preguntarse qué validez tendrá una sentencia dictada por jueces provisorios, exponiendo así el libertario, a través de este capricho, a la locura de que una lluvia de nulidades se acumulen en la Justicia ante esta coyuntura.
Al poder no le importa nada. La Corte ya le tomó juramento a uno de los jueces temporales y todo el gabinete se fue a cenar alegremente después del narcisista y desconectado discurso de la realidad que dio el libertario en el Congreso Nacional, previo a convertirlo en una cancha de futbol. Encima los que destrozaron y despedazaron el país durante veinte años hablan como si fueran observadores neutrales de las Naciones Unidas y hasta dan consejos de cómo se debería gobernar. “The show must gone on”, dicen en el mundo del espectáculo.
Por ahora más de lo mismo y sin ningún cambio en estas tierras del sur. Seguimos con gobiernos que vociferan un pensamiento con vehemencia y al día siguiente expresan lo contrario como si nada, con planes económicos que no dan los frutos esperados y esperan la salvación del FMI junto a continuos tarifazos y salarios pauperizados, salpicados con graves hechos de corrupción, pero sobre todo con el mismo irritante desprecio al debido Estado de Derecho y a lo justo; en otras palabras, que solo privilegian sus espurios intereses por sobre los de la Nación; mientras LA ARBITRARIEDAD SIGUE REINANDO LIBREMENTE EN EL MUNDO LESA SIN QUE A NADIE SE LE MUEVA UN PELO.
¿Qué futuro se tiene como República cuando se sigue atropellando el imperio de la Ley?, Quien va a invertir en un país donde las reglas de juego son las que se le canta al Presidente según su estado de ánimo en el día? DONDE M Y K PARECEN LAS DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA.
Aquella últimas palabras de Belgrano “Ay Patria mía…” hoy resuenan desgarradoras y más que actual.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 2, 2025
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