“Este funcionario (El Fiscal) debe ejercer sus funciones de manera objetiva y dentro de lo enmarcado por la legislación, con autonomía e independencia”.
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EL FISCAL MILITANTE
Los fiscales militantes obedecen a sectarias ideologías que ellos mismos mancillan. En la famosa búsqueda de la Memoria, Verdad y Justicia, no recuerdan, mienten y burlan la ley sistemáticamente. José Nebbia reclama revocar la prisión domiciliaria de Claudio Kussman ratificada en dos oportunidades por la Cámara de Apelaciones de Bahía Blanca y anulada una vez por la de Casación II, los jueces K, Alejandro Slokar y Pedro David, hoy jubilado. Por supuesto- el primer sermón que llega a su poco imaginativo proceder es el argumento del peligro de fuga del imputado. Lo que el fiscal medieval no quiere admitir es que la justicia y el mismo se fugan de un inocente que quiere ser interpelado, que se presentó ante la justicia por propia voluntad ante un falaz artículo del periodista Diego Martínez, puso a un lado sus planes y aguardó que la Policía Aeroportuaria, tres años después, lo arriara por la ciudad para su detención. Luego de este injusto encarcelamiento, Claudio Kussman exigió a todos los fiscales y a todos los jueces que peregrinaron por la causa, ser interrogado, ser careado con testigos, recorrer rutas cuestionadas y verificar las “evidencias” en su contra y nunca exhibidas. Claro, usted sospecha lo que es un acierto: El fiscal Nebbia nunca estuvo allí. Es difícil salir a estas pistas sin argumentos valederos, que incluso -gracias a las turbias maniobras judiciales- la revertida carga de la prueba, por Kussman varias veces destrozada, es un elemento que, a Nebbia, no le conviene discutir.
El fiscal alega que el riesgo de que se frustre la aplicación de la ley penal respecto de Claudio Alejandro KUSSMAN, sujeto al que se le imputa la comisión de graves delitos contra la humanidad, constitutivos de genocidio, tal como más abajo se detalla. Tal como arriba se detalló, si el huye a la confrontación por la verdad -ya que cualquier delito debe ser probado- ¿Cómo no se va a frustrar la aplicación de la Ley?
El detalle del fiscal enumera a supuestas víctimas/testigos, tal el caso de Néstor Bertinat. Citando al juez Ulpiano Martínez en su Cedula de Prisión Preventiva: “El testigo no identifica ni describe a las personas que lo detuvieron, pero se infiere que es Kussman…” o el caso Miramonte, quien en un Tribunal Oral Federal declara tres veces que un oficial del Comando Radioeléctrico de apellido Bluma, lo arrestó. Con respecto a Bombara, aún hoy no es clara la participación que la “justicia” pretende endilgarle a Kussman, ya que quienes cobraron su vida fueron condenados. Finalmente, una serie de nombres que ingresan y egresan de la causa ya que ninguno menciona el nombre del procesado. Esto no es un error honesto de un profesional y -curiosamente- no se trata de un acto de mala intención por su ideología. Es la actuación pobre de alguien que no solo no se toma la molestia de leer la causa, sino que realiza sus documentos con la modalidad de copiar y pegar, gracias al ordenador de la computadora, en desmedro de aquella vieja Olivetti que, al teclear, le obligaría a conocer aspectos de un caso que no disputaría. Sin pena ni gloria, a ese nivel de indolencia funciona el enemigo. Seguramente el ojo de halcón de algún juez comprometido con su trabajo le hará notar el desliz.
En su intento final, Nebbia trata de imponer el nombre de terceros que se fugaron durante el período de sus causas. Esto es la “justicia” argentina, que quiere castigar a una persona por las infracciones de otras. Curiosamente, casi seis años después de esta verdadera aberración judicial, Kussman nunca se ha fugado. Para la “memoria” tan exprimida, es bueno recordar que su Prisión Preventiva ya ha vencido. Claro “la verdad y la justicia”, van de la mano de la fabricación de esta causa.
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ELLOS SABEN QUE YO SÉ
No dejo de leer y releer en la nota, la definición clásica sobre las funciones del fiscal quien debe actuar: “de manera objetiva y dentro de lo enmarcado por la legislación, con autonomía e independencia”.
Yo sé fehacientemente que primeramente ABEL CÓRDOBA, luego MIGUEL ANGEL PALAZZANI Y JOSÉ NEBBIA, nunca fueron ni objetivos ni independientes y nunca lo serán.
Así, no aparecen en los actos judiciales a los que concurro (indagatoria, inspección ocular) y en su lugar lo hace un fiscal ajeno a la causa. No importa, pase lo que pase, nadie me callará ni jamás me pondrá de rodillas, ante sus iniquidades.
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“Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo”.
“Este funcionario (El Fiscal) debe ejercer sus funciones de manera objetiva y dentro de lo enmarcado por la legislación, con autonomía e independencia”.
EL FISCAL MILITANTE
Los fiscales militantes obedecen a sectarias ideologías que ellos mismos mancillan. En la famosa búsqueda de la Memoria, Verdad y Justicia, no recuerdan, mienten y burlan la ley sistemáticamente. José Nebbia reclama revocar la prisión domiciliaria de Claudio Kussman ratificada en dos oportunidades por la Cámara de Apelaciones de Bahía Blanca y anulada una vez por la de Casación II, los jueces K, Alejandro Slokar y Pedro David, hoy jubilado. Por supuesto- el primer sermón que llega a su poco imaginativo proceder es el argumento del peligro de fuga del imputado. Lo que el fiscal medieval no quiere admitir es que la justicia y el mismo se fugan de un inocente que quiere ser interpelado, que se presentó ante la justicia por propia voluntad ante un falaz artículo del periodista Diego Martínez, puso a un lado sus planes y aguardó que la Policía Aeroportuaria, tres años después, lo arriara por la ciudad para su detención. Luego de este injusto encarcelamiento, Claudio Kussman exigió a todos los fiscales y a todos los jueces que peregrinaron por la causa, ser interrogado, ser careado con testigos, recorrer rutas cuestionadas y verificar las “evidencias” en su contra y nunca exhibidas. Claro, usted sospecha lo que es un acierto: El fiscal Nebbia nunca estuvo allí. Es difícil salir a estas pistas sin argumentos valederos, que incluso -gracias a las turbias maniobras judiciales- la revertida carga de la prueba, por Kussman varias veces destrozada, es un elemento que, a Nebbia, no le conviene discutir.
El fiscal alega que el riesgo de que se frustre la aplicación de la ley penal respecto de Claudio Alejandro KUSSMAN, sujeto al que se le imputa la comisión de graves delitos contra la humanidad, constitutivos de genocidio, tal como más abajo se detalla. Tal como arriba se detalló, si el huye a la confrontación por la verdad -ya que cualquier delito debe ser probado- ¿Cómo no se va a frustrar la aplicación de la Ley?
El detalle del fiscal enumera a supuestas víctimas/testigos, tal el caso de Néstor Bertinat. Citando al juez Ulpiano Martínez en su Cedula de Prisión Preventiva: “El testigo no identifica ni describe a las personas que lo detuvieron, pero se infiere que es Kussman…” o el caso Miramonte, quien en un Tribunal Oral Federal declara tres veces que un oficial del Comando Radioeléctrico de apellido Bluma, lo arrestó. Con respecto a Bombara, aún hoy no es clara la participación que la “justicia” pretende endilgarle a Kussman, ya que quienes cobraron su vida fueron condenados. Finalmente, una serie de nombres que ingresan y egresan de la causa ya que ninguno menciona el nombre del procesado. Esto no es un error honesto de un profesional y -curiosamente- no se trata de un acto de mala intención por su ideología. Es la actuación pobre de alguien que no solo no se toma la molestia de leer la causa, sino que realiza sus documentos con la modalidad de copiar y pegar, gracias al ordenador de la computadora, en desmedro de aquella vieja Olivetti que, al teclear, le obligaría a conocer aspectos de un caso que no disputaría. Sin pena ni gloria, a ese nivel de indolencia funciona el enemigo. Seguramente el ojo de halcón de algún juez comprometido con su trabajo le hará notar el desliz.
En su intento final, Nebbia trata de imponer el nombre de terceros que se fugaron durante el período de sus causas. Esto es la “justicia” argentina, que quiere castigar a una persona por las infracciones de otras. Curiosamente, casi seis años después de esta verdadera aberración judicial, Kussman nunca se ha fugado. Para la “memoria” tan exprimida, es bueno recordar que su Prisión Preventiva ya ha vencido. Claro “la verdad y la justicia”, van de la mano de la fabricación de esta causa.
[/ezcol_2third] [ezcol_1third_end]ELLOS SABEN QUE YO SÉ
No dejo de leer y releer en la nota, la definición clásica sobre las funciones del fiscal quien debe actuar: “de manera objetiva y dentro de lo enmarcado por la legislación, con autonomía e independencia”.
Yo sé fehacientemente que primeramente ABEL CÓRDOBA, luego MIGUEL ANGEL PALAZZANI Y JOSÉ NEBBIA, nunca fueron ni objetivos ni independientes y nunca lo serán.
Así, no aparecen en los actos judiciales a los que concurro (indagatoria, inspección ocular) y en su lugar lo hace un fiscal ajeno a la causa. No importa, pase lo que pase, nadie me callará ni jamás me pondrá de rodillas, ante sus iniquidades.
“Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo”.
Cicerón (106 AC-43 AC)
APELACIÓN DEL FISCAL NEBBIA
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Abril 12. 2017
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