ETCHECOLATZ, PROHIBIDO – PARTE II

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ESCRIBEN SONIA STEWART MARTÍNEZ Y CLAUDIO KUSSMAN

 

LAS SERPIENTES COMO TORTURA

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Sr. Kussman, quiero entenderlo y créame que hago un esfuerzo, pero me es muy difícil, porque interpreto alguno de sus comentarios errados y contrarios a recta razón. Aunque si creo comprenderle. (que no es lo mismo) Intentaré explicarme.

En primer lugar, comprendo su indignación por los jueces y personal judicial. Imagino que esa ira y enojo debe ser muy similar a aquellos familiares a quienes negaban una y otra vez los habeas corpus durante 1976-83. Tiene que ser muy doloroso.                         

Dice que deja libertad a sus firmantes. A mí me parece la mar de correcto. Pero teniendo en su web a actores directos de esa “guerra sin honor” que libraron en esos años, gente que muy probablemente dispone aún de informaciones que puedan ayudar a cicatrizar la horrible herida de la sociedad argentina, esta situación me recuerda a una entrevista que le hizo un periodista, vamos a decir progresista, al Sr. Ceferino Reato (no conozco bien a los periodistas argentinos, así quien entrevisto al Sr. Reato lo etiqueto como progre). El entrevistador reprochaba a Reato que le diera la mano a R. Videla al final de las entrevistas con las que confecciono su libro. Reato replicaba ¿qué quería que hiciera, en lugar de acogerle la mano propinarle una patada?

Si en lugar de Reato hubiera sido yo la entrevistadora, solo estoy segura de dos cosas; que no le hubiera largado una patada a una persona mayor y delicada de salud, y que si le hubiera demandado mas precisión por la suerte de los 7000 u 8000 personas que admitió fueron tragadas en los gulags. Aunque ni siquiera conocía el número aproximado de vaporizados. 7.000, 8.000 …. Y eso que fue el presidente del gobierno de la nación. Que descontrol, que anarquía, la misma que decían querer “disciplinar”.

Sí que le hubiera preguntado si conocía en detalle las “ordenes que obedecieron mis subordinados” tal como dijo. Le hubiera preguntado con más vehemencia si Videla conocía todo el catálogo de horrores que cometieron los subordinados que “obedecieron sus órdenes”. Si las conocía en detalle y no solamente como “disposición final” para los secuestrados (o sea, acabar en el fondo del océano o enterrado como NN o reventado con explosivos o quemado entre neumáticos). Y si todo ello era compatible en un hombre de misa diaria.

Sé que vd entiende lo que quiero decirle.

También comprendo su irritación con la sociedad argentina y su comportamiento que dice hipócrita. Aunque le comprenda, no le puedo entender, ¿quiere que la sociedad argentina recompense a los que acabaron con la canalla terrorista a base de terrorismo y clandestinidad?

Por lo que he estudiado, conozco que la sociedad abrazó el golpe militar de 1976. Así lo hizo gente importante como Borges o Sábato al principio, que esperaban un comportamiento firme pero noble de los uniformados. Pero cuando se empezaron a conocer las aberraciones que como una caldera de vapor ya no resistían la presión por estar confinadas, tanto notables como sociedad en general manifestaron primero su inquietud, luego su protesta. Es que disentir en los primeros días era casi un pasaporte seguro al camastro metálico de los miles de voltios, sobre todo si se era una persona de la calle.

Es que, si se espera gratitud por haber combatido un horror con otro horror más grande e inmenso, aquí hay algo que no va.

Ud pregunte a la sociedad, a las personas, que aprueben una lucha contra la delincuencia con secuestros, aplicación de torturas extremas, violaciones, negación de la verdad … ud. cree que alguien con un mínimo de dignidad podría aprobar estas atrocidades?

Sr, Kussman, si ahora la sociedad argentina se hunde en la delincuencia y el narcotráfico, que repugno igual que vd. quizá se deba en parte, poca o grande, al estigma creado por las propias fuerzas armadas durante esa década horrible de los 70s.

Y créame que soy persona pacifica, pero no pacifista. No soy buenista en cuanto a la inseguridad ciudadana, y ¡exijo mano dura contra la delincuencia, pero siempre por la mano de la ley!

¡Ah! se me olvidaba, si vd no quiere consultar el memorándum del Sr. A. Bravo, entiendo que consideré como un “relato” (es decir como un cuento chino) las horribles atrocidades de las que hablé en el post de Ms. Bolt, pero esconder la cabeza no obvia la realidad. El memorándum de Bravo archivado en la embajada norteamericana no es ninguna apología del socialismo ni de otras nefastas ideologías. Es una crónica del paso por el infierno montado por el Sr. Etchecolatz. Y hay que tener el mismo estomago que Dante cuando escribió sobre los círculos infernales.

Si no quiere dar crédito a lo declarado por A. Bravo, no ha comentado nada de las confesiones del ex sargento Ibáñez, fue de ellas donde extraje el capítulo horripilante de las serpientes como tortura. No, no es un “relato” (es decir un cuento chino).

¿A un ex carcelero tampoco le cree?

un saludo, Sr. Kussman

SONIA STEWART MARTÍNEZ

ETCHECOLATZ, PROHIBIDO

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SONIA, Yo quise ser policía a los 14 años para ser detective (fantasía de un preadolescente), a los 16 fui a la escuela, a los 18 egresé como oficial, hasta que logré encasillarme institucionalmente en lo que quería con 21 años de edad. Así pude dedicarme durante muchos años a descubrir mentiras, y por consiguiente, yo solo afirmo lo que compruebo personalmente. Nunca me interesó de una víctima ni su ideología, ni sus preferencias sexuales, religión, nacionalidad, etc., la misión solo era esclarecer el hecho. Por supuesto, se investigaba en caso que algunos de esos factores tuvieran algo que ver con el delito cometido. Sobre el comportamiento de jueces y otros, creo que viendo alguno de los videos con cámara espía que hemos puesto en el portal se dará cuenta como proceden. Sobre su frase “Y si todo ello era compatible en un hombre de misa diaria” debo decirle que hay muchísimas conductas del diario vivir, que no son compatibles con esas misas, pero eso no quita que las mismas no muevan grandes sumas de dinero, por sobre todo poder y que miles de millones de personas se movilicen por la “fe”, según su religión. Con respecto a la hipocresía de la sociedad, lo que usted debe interpretar en mi enojo es que este se debe a que hoy ante el accionar de la delincuencia común (motorizada por las drogas) está pidiendo lo que pidió en los 70. QUE SE LOS MATE. Esto es algo que se repite una y otra vez, porque así reacciona el ser humano cuando tiene medio. Cada vez que un policía hiere a un delincuente o detiene al autor de un hecho calamitoso, es común que pidan a ese uniformado lo mate. Siempre fue así, luego se da vuelta y lo manda preso en caso de que el funcionario lo haga.

Las conductas humanas no son lógicas como usted cree, o lee. Con respecto a la gratitud de la gente, esta no existe. Yo estaba en la calle antes que los militares salieran a la misma, y seguí estando allí después que ellos volvieron a sus cuarteles. ¿Cree que no hay bastantes familias a las que asistí en sus momentos dramáticos? De siempre supe que no podía esperar nada de ellos y esto lo pude confirmar luego de ser detenido. Veo que usted todo lo relaciona con los años 70. Rechazo su frase sobre esconder la cabeza, ¿le parece que lo hago dando la cara como lo hago? Con respecto a BRAVO, IBAÑEZ y Cia., no los conocí y sinceramente no me interesan. Ocurre que Argentina dejó de ser mi país, solo es mi cárcel, (hace 7 años que tendría que estar con mi esposa viviendo en EEUU con nuestra familia), su bandera no es mi bandera, ni el himno es el mío. El día que muera mi deseo es que mis cenizas sean arrojadas fuera de sus fronteras. Quizás eso le explique lo que yo no supe explicarle hasta ahora.

Durante 3 décadas me esforcé en ser un funcionario correcto, sin egos ni vanidades, ya que esa era mi obligación. Sé quién soy, lo que hice y lo que no hice. Quienes siguen guerreando por una ideología, bien podrían ir a “engarronar” a algún miembro de su familia. Mientras yo aún hoy sigo cumpliendo, como acto reflejo para terminar en forma digna, publicando sobre los abusos que se cometen con terceros, adultos mayores. Verá que ni estos (salvo alguna excepción) ni sus familias se expresan o participan en nada, en ellos solo impera el silencio, producto del miedo a las represalias. Quienes lo hacen son excepciones que se cuentan con los dedos de la mano, y la mayoría no son prisioneros, ni familiares. Por supuesto destaco a la señora MARIA ELENA CISNEROS RUEDA, digno ejemplo de fidelidad sin límite a su fallecido esposo y a quien le facilitamos espacio en nuestro sitio para que se exprese libremente. Cuando usted dice: “Las atrocidades son un “RELATO”, ya, ya … que bien quedamos negándolo todo.” Si se refiere a mi, creo que interpreta en forma sesgada mis palabras, ya que solo un necio podría negar todo diciendo que todas las conductas fueron totalmente legales. Relato es poner en el “Parque de la Memoria, 22.000 víctimas que no existieron y entre las “víctimas” a gente que cayó empuñando un fusil en un atentado, le detonó la bomba que iba a colocar o fue ejecutado por su propia gente. Me parece muy perverso, más cuando los mandatarios de otras naciones les rinden homenajes, luego de hacerlo con el General San Martín (entre ellos, Barack Obama junto al falaz Mauricio Macri). Bueno, en otro momento seguimos. Atentamente CLAUDIO KUSSMAN

Claudio Kussman

Comisario Mayor (R)

Policía Pcia. Buenos Aires

claudio@PrisioneroEnArgentina.com

www.PrisioneroEnArgentina.com

SEÑOR GUIDO DIONE, ¡ENTIENDA! ARGENTINA NO ES MI PAÍS SOLO MI PRISIÓN

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“Los errores históricos seducen a naciones enteras”

Voltaire (1694-1778)

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PrisioneroEnArgentina.com

Noviembre 12, 2021


 

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