Cuando somos víctimas de la delincuencia de guante blanco (principalmente estatal) se guarda silencio y se dice muy poco. Gracias a ello Cristina y otros hasta hoy siguen en libertad, con posibilidades de volver a ocupar un cargo público. La exitosa abogada y su esposo fueron presidente en tres periodos, pese a no dar razón fehaciente del destino de cientos de millones de dólares de regalías petroleras. A veces se reacciona fragmentadamente cuando golpea muy seguido la delincuencia violenta, entonces se va a gritar equivocadamente a una Comisaría. Los políticos sacan a su titular, quien funcionalmente es lapidado y engañan a los quejosos mandando varios móviles a la jurisdicción. Luego, con el transcurso del tiempo los vehículos y su personal, van desapareciendo como por arte de magia y todo se vuelve a repetir. Asimismo a pesar de ser grandes ignorantes, con florida verborrea sobre la inseguridad, “versean” a más y mejor, tomando medidas ya implementadas y fracasadas en el pasado. Mientras la gente agrega kilos y kilos de rejas a su hogar, cámaras de visión diurna y nocturna, alarmas, etc. para alegría de quienes comercializan todos estos productos.
COTO DE CAZA Y NOCTURNIDAD
Los moradores así sienten algo de seguridad, mientras los jóvenes de la casa salen a divertirse en la nocturnidad, con las trágicas consecuencias que demuestran las estadísticas. Padres blindados durmiendo, hijos e hijas, divirtiéndose en el peligroso coto de caza que son hoy las calles, para alegría de los depredadores que pululan en las sombras por doquier. Desde hace bastantes años la seguridad es manejada en forma total y absoluta por el poder político y judicial. La policía no tiene voz ni voto, solo cumple con los protocolos que les imponen. Nadie podrá quejarse como otrora de la mítica policía de “gatillo fácil” y mucho menos, quienes ahora detentan este calificativo, o sea los delincuentes.
SIN CHALECOS ANTIBALAS
Para ello los “illuminatis” gobernantes, mandan a la calle móviles con nóveles policías a los que les retiraron las tonfas y las armas largas. Solo portan escopetas con postas de goma. A cualquier precio hay que preservar al delincuente, así sea con la vida del policía. No vaya a ser que digan que hay “represión de estado” y esto salpique y manche el buen nombre y honor de los impolutos políticos. Debemos agregar que el tan mentado: “Chalecos para todos’”, con el fin de garantizarle a cada efectivo de la Policía Bonaerense, y de las policías locales, un chaleco antibalas, expresado por la gobernadora EUGENIA VIDAL, como “El fin del curro de los DDHH”, solo fue un mentiroso eslogan más. El “chaleco caliente” (jerga policial) sigue vigente.
ZAFFARONIANO PODER JUDICIAL
¿Por todo esto, no sería más justo y mejor que se fuera a reclamar y gritar al poder político y al zaffaroniano poder judicial? Si vamos al caso los policías también son sus víctimas, lo cual a nadie pareciera interesar. Usted como damnificado se debe quejar a los jueces, verdaderos responsables junto con los políticos que votó, del peligroso tipo de vida que debe llevar, so pena de ser asesinado por los delincuentes. Yo como ilegal imputado de los mal llamados delitos de lesa humanidad, también me quejo de ellos, pero en mi caso estoy encaminado a ser asesinado por estos mismos funcionarios. Mientras tanto a usted como a mí, nadie nos escucha.
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“El amor o el odio hacen que el juez no conozca la verdad”.
Por Claudio Kussman.
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EL ENGAÑO
Cuando somos víctimas de la delincuencia de guante blanco (principalmente estatal) se guarda silencio y se dice muy poco. Gracias a ello Cristina y otros hasta hoy siguen en libertad, con posibilidades de volver a ocupar un cargo público. La exitosa abogada y su esposo fueron presidente en tres periodos, pese a no dar razón fehaciente del destino de cientos de millones de dólares de regalías petroleras. A veces se reacciona fragmentadamente cuando golpea muy seguido la delincuencia violenta, entonces se va a gritar equivocadamente a una Comisaría. Los políticos sacan a su titular, quien funcionalmente es lapidado y engañan a los quejosos mandando varios móviles a la jurisdicción. Luego, con el transcurso del tiempo los vehículos y su personal, van desapareciendo como por arte de magia y todo se vuelve a repetir. Asimismo a pesar de ser grandes ignorantes, con florida verborrea sobre la inseguridad, “versean” a más y mejor, tomando medidas ya implementadas y fracasadas en el pasado. Mientras la gente agrega kilos y kilos de rejas a su hogar, cámaras de visión diurna y nocturna, alarmas, etc. para alegría de quienes comercializan todos estos productos.
COTO DE CAZA Y NOCTURNIDAD
Los moradores así sienten algo de seguridad, mientras los jóvenes de la casa salen a divertirse en la nocturnidad, con las trágicas consecuencias que demuestran las estadísticas. Padres blindados durmiendo, hijos e hijas, divirtiéndose en el peligroso coto de caza que son hoy las calles, para alegría de los depredadores que pululan en las sombras por doquier. Desde hace bastantes años la seguridad es manejada en forma total y absoluta por el poder político y judicial. La policía no tiene voz ni voto, solo cumple con los protocolos que les imponen. Nadie podrá quejarse como otrora de la mítica policía de “gatillo fácil” y mucho menos, quienes ahora detentan este calificativo, o sea los delincuentes.
SIN CHALECOS ANTIBALAS
Para ello los “illuminatis” gobernantes, mandan a la calle móviles con nóveles policías a los que les retiraron las tonfas y las armas largas. Solo portan escopetas con postas de goma. A cualquier precio hay que preservar al delincuente, así sea con la vida del policía. No vaya a ser que digan que hay “represión de estado” y esto salpique y manche el buen nombre y honor de los impolutos políticos. Debemos agregar que el tan mentado: “Chalecos para todos’”, con el fin de garantizarle a cada efectivo de la Policía Bonaerense, y de las policías locales, un chaleco antibalas, expresado por la gobernadora EUGENIA VIDAL, como “El fin del curro de los DDHH”, solo fue un mentiroso eslogan más. El “chaleco caliente” (jerga policial) sigue vigente.
ZAFFARONIANO PODER JUDICIAL
¿Por todo esto, no sería más justo y mejor que se fuera a reclamar y gritar al poder político y al zaffaroniano poder judicial? Si vamos al caso los policías también son sus víctimas, lo cual a nadie pareciera interesar. Usted como damnificado se debe quejar a los jueces, verdaderos responsables junto con los políticos que votó, del peligroso tipo de vida que debe llevar, so pena de ser asesinado por los delincuentes. Yo como ilegal imputado de los mal llamados delitos de lesa humanidad, también me quejo de ellos, pero en mi caso estoy encaminado a ser asesinado por estos mismos funcionarios. Mientras tanto a usted como a mí, nadie nos escucha.
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PrisioneroEnArgentina.com
Junio 13, 2017
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