El Gobierno de México pone en marcha este viernes la Megafarmacia para el Bienestar, un enorme centro de almacenamiento, distribución e información creado para abastecer al sistema público de salud y con el objetivo de atender las necesidades de los pacientes de manera eficiente y gratuita. El gran núcleo farmacéutico está en el municipio de Huehuetoca del Estado de México, en el centro del país, y se encuentra a menos de 30 minutos del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Su estratégica ubicación le permite cubrir —en menos de 48 horas— el abastecimiento de 70 % de la población mexicana, y en un lapso más amplio al restante 30 %.

“La gran farmacia, la Megafarmacia para el Bienestar, es posiblemente la farmacia más grande del mundo”, expresó López Obrador este viernes en su rueda de prensa matutina, donde resaltó que todos los medicamentos serán gratuitos y que los pacientes podrán acceder a ellos con sus recetas médicas tras ser verificadas por el sistema. “Esto nos hace diferentes a nuestros adversarios. La salud no es un privilegio, es un derecho. En otras partes, la apuesta es a privatizar la salud, si te enfermas tienes que tener dinero para pagar al médico, para hospitalizarte o para comprar las medicinas, nosotros aspiramos a que se garantice, a todos los mexicanos, el derecho a la salud”, dijo.

La obra, que fue planteada en agosto pasado por López Obrador y abre sus puertas este viernes, tiene un espacio superior a 40 hectáreas, nueve de ellas techadas. La farmacia como tal tiene 5.500 metros cuadrados de construcción y cinco niveles para almacenar el 100 % de las medicinas que se distribuyen en México. En el área de almacenamiento, más de 3.000 metros, se pueden guardar 286 millones de piezas y tiene 195 andenes, 98 para recibir insumos y 97 para embarcar y distribuir. Además, cuenta con un centro de resguardo de medicamentos controlados de alto valor y una red fría con ultracongeladores.

López Obrador resaltó que la ‘megafarmacia’, que contó con una inversión estatal de 219.000 millones de pesos, casi 13.000 millones de dólares, también actuará como un gran centro general de información a través de un sistema de llamadas, donde pacientes, médicos e instituciones podrán indagar sobre la disponibilidad de medicamentos, dónde se encuentran, solicitar alguno si no está a la mano y denunciar irregularidades. Por ejemplo, cuando el centro de atención recibe una llamada solicitando una medicina, se hace un rastreo del lugar más cercano u hospital donde el paciente la puede retirar. En caso de que no se consiga, el sistema debe resolver dónde está y activar su distribución, vía terrestre o aérea con apoyo de las Fuerzas Armadas, hasta verificar que la persona reciba el medicamento requerido.

“Esto nos obliga a actuar cada vez con más eficiencia como servidores públicos, porque estamos dispuestos al cuestionamiento, al escrutinio, a la crítica, que es importante, si no funciona la farmacia o si la gente empieza a ver que no hay los medicamentos, pues aquí van a haber críticas”, dijo el presidente sobre las funciones de la ‘megafarmacia’ que administrará la estatal Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México, S.A. de C.V. (Birmex).

López Obrador explicó que este sistema de llamadas contará con un grupo de especialistas del sector salud que se encargarán de chequear que los medicamentos estén correctamente pedidos, que los pacientes cuenten con la receta médica y para atender demandas sobre alguna medicina que no esté disponible en algún momento de urgencia.

El objetivo es que las medicinas estén siempre disponibles en el país y en cualquier momento, para así cortar con situaciones irregulares que persisten en el sistema público, como cuando los pacientes tienen que comprar en redes privadas insumos que no tienen los hospitales. De igual forma, también se busca que los centros de salud públicos no alquilen servicios privados para almacenar sus medicinas.