En marzo de 1941, el novelista alemán Thomas Mann hizo un llamamiento a los habitantes de la Alemania nazi:
“Vuestros dirigentes condenan la resistencia de Inglaterra y la ayuda que recibe de los Estados Unidos como una “prolongación de la guerra”.
Exigen “paz”.
Los que están empapados de sangre de su propio pueblo y de otros pueblos se atreven a pronunciar esta palabra. Con “paz” quieren decir esclavitud, legalización de sus crímenes y reconocimiento de lo humanamente intolerable.
Pero esto es imposible.
No habrá paz con Hitler, porque es profundamente incapaz de paz y esta misma palabra en su boca no es más que una sucia mentira patológica, como todas las palabras que ha pronunciado en su vida.
Podéis pensar sobre la historia y la humanidad con todo el escepticismo y la vileza que queráis, pero creer que todo el mundo reconocerá la victoria final del mal y tolerará su transformación en una célula de la Gestapo, en un campo de concentración universal, donde vosotros, los alemanes, seréis los guardianes, es algo que ni el mayor escéptico puede hacer.
Mientras Hitler y su régimen de incendiarios permanezcan en el poder, los alemanes nunca tendrán paz, bajo ninguna circunstancia”.
Thomas Mann (1875-1955) es un ganador del premio Nobel de literatura. Se le considera el mayor novelista alemán del siglo XX.
Vladimir Putin no tiene ideas propias. Ninguna. Todo lo que es capaz de hacer es una mala copia de los manuales de Hitler y otros dictadores.
Putin también, por “paz” se refiere a la esclavitud, la legalización de sus crímenes y el reconocimiento de lo humanamente intolerable.
Así como fue imposible hacer la paz con Hitler, es imposible hacer la paz con Putin. Es Putin –y ningún otro líder– quien prolonga la guerra.
Si Rusia retirara sus tropas de Ucrania, la guerra terminaría.
La actual guerra ruso-ucraniana comenzó en febrero de 2014. Tras la Revolución de la Dignidad en Ucrania, Rusia ocupó y se anexionó Crimea y apoyó a los separatistas prorrusos que luchaban contra el ejército ucraniano en la Guerra del Donbás. Estos primeros diez años de conflicto también incluyeron incidentes navales y guerra cibernética.
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Por Nelson Silverman.
En marzo de 1941, el novelista alemán Thomas Mann hizo un llamamiento a los habitantes de la Alemania nazi:
“Vuestros dirigentes condenan la resistencia de Inglaterra y la ayuda que recibe de los Estados Unidos como una “prolongación de la guerra”.
Exigen “paz”.
Los que están empapados de sangre de su propio pueblo y de otros pueblos se atreven a pronunciar esta palabra. Con “paz” quieren decir esclavitud, legalización de sus crímenes y reconocimiento de lo humanamente intolerable.
Pero esto es imposible.
No habrá paz con Hitler, porque es profundamente incapaz de paz y esta misma palabra en su boca no es más que una sucia mentira patológica, como todas las palabras que ha pronunciado en su vida.
Podéis pensar sobre la historia y la humanidad con todo el escepticismo y la vileza que queráis, pero creer que todo el mundo reconocerá la victoria final del mal y tolerará su transformación en una célula de la Gestapo, en un campo de concentración universal, donde vosotros, los alemanes, seréis los guardianes, es algo que ni el mayor escéptico puede hacer.
Mientras Hitler y su régimen de incendiarios permanezcan en el poder, los alemanes nunca tendrán paz, bajo ninguna circunstancia”.
Thomas Mann (1875-1955) es un ganador del premio Nobel de literatura. Se le considera el mayor novelista alemán del siglo XX.
Vladimir Putin no tiene ideas propias. Ninguna. Todo lo que es capaz de hacer es una mala copia de los manuales de Hitler y otros dictadores.
Putin también, por “paz” se refiere a la esclavitud, la legalización de sus crímenes y el reconocimiento de lo humanamente intolerable.
Así como fue imposible hacer la paz con Hitler, es imposible hacer la paz con Putin. Es Putin –y ningún otro líder– quien prolonga la guerra.
Si Rusia retirara sus tropas de Ucrania, la guerra terminaría.
La actual guerra ruso-ucraniana comenzó en febrero de 2014. Tras la Revolución de la Dignidad en Ucrania, Rusia ocupó y se anexionó Crimea y apoyó a los separatistas prorrusos que luchaban contra el ejército ucraniano en la Guerra del Donbás. Estos primeros diez años de conflicto también incluyeron incidentes navales y guerra cibernética.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 21, 2024
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