Las multinacionales LG, Sony y Bosch han empezado a cerrar sus últimas tiendas en Rusia y están ultimando su presencia en el mercado del país euroasiático intentando vender los últimos artículos en inventario, confirmaron a Kommersant representantes de las tres empresas.
El periódico informó del cierre de tiendas de LG y Sony en uno de los centros comerciales de Moscú a principios de febrero y descubrió que se debe a la ausencia de nuevos suministros, que cesaron hace dos años bajo la presión de las sanciones occidentales contra Rusia.
Los negocios empezaron a cerrar recién ahora porque muchos tenían contratos de arrendamiento a largo plazo que, de ser terminados unilateralmente, les habría salido caro por posibles multas. Las pocas tiendas abiertas permanecerán funcionando hasta el verano para vender sus últimos artículos.
“El arrendatario debe notificar la rescisión del contrato con seis meses de antelación, por lo que a los socios minoristas de los vendedores que se han ido del mercado les ha resultado más fácil aguardar hasta el final del contrato, aunque las entregas oficiales hayan cesado”, comentó a Kommersant una fuente del mercado.
En los espacios que ocupaban las empresas que abandonaron el mercado ruso han empezado a abrir otras, pertenecientes a compañías de Turquía y China. Así, en Moscú ya está prevista la apertura en marzo de la tienda de electrodomésticos y electrónica Grundig, de la firma turca Arcelik.
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Las multinacionales LG, Sony y Bosch han empezado a cerrar sus últimas tiendas en Rusia y están ultimando su presencia en el mercado del país euroasiático intentando vender los últimos artículos en inventario, confirmaron a Kommersant representantes de las tres empresas.
El periódico informó del cierre de tiendas de LG y Sony en uno de los centros comerciales de Moscú a principios de febrero y descubrió que se debe a la ausencia de nuevos suministros, que cesaron hace dos años bajo la presión de las sanciones occidentales contra Rusia.
Los negocios empezaron a cerrar recién ahora porque muchos tenían contratos de arrendamiento a largo plazo que, de ser terminados unilateralmente, les habría salido caro por posibles multas. Las pocas tiendas abiertas permanecerán funcionando hasta el verano para vender sus últimos artículos.
“El arrendatario debe notificar la rescisión del contrato con seis meses de antelación, por lo que a los socios minoristas de los vendedores que se han ido del mercado les ha resultado más fácil aguardar hasta el final del contrato, aunque las entregas oficiales hayan cesado”, comentó a Kommersant una fuente del mercado.
En los espacios que ocupaban las empresas que abandonaron el mercado ruso han empezado a abrir otras, pertenecientes a compañías de Turquía y China. Así, en Moscú ya está prevista la apertura en marzo de la tienda de electrodomésticos y electrónica Grundig, de la firma turca Arcelik.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 1, 2024
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