Para una persona, el sentirse estresada resulta terrible; y esto es porque, en el cuerpo de las mismas, los efectos de esta terrible enfermedad son mucho más que desagradables. El estrés en el cuerpo humano se manifiesta de varias maneras y que van desde la hipertensión, la depresión, la pérdida del cabello, el aumento del apetito y la ingesta de alimentos. Y es que, por estos efectos fisiológicos, los médicos y psicólogos se lo toman muy en serio. Y esto último es la razón por la cual más de una vez hemos escuchado, y se nos ha dicho, que comamos comidas más ligeras por la noche y más sustanciosas por la mañana.
Como vemos, al referirnos a nuestro reloj biológico, tratamos con un sistema que controla mucho más que nuestro sueño, contribuye a nuestro sistema metabólico.
La inflamación está asociada a las comidas tardías que, generalmente, desaparece cuando las personas se adhieren a la ingesta de cenas más ligeras, como también atenerse a un estricto horario de comidas.
Estudio realizados han establecido una relación entre la hora de la comida y el valor calórico de la comida con el riesgo cardiovascular que las mismas conllevan.
El estudio en cuestión estableció un mayor nivel en los indicadores inflamatorios, asociados a la diabetes y a las enfermedades cardíacas, en aquellos participantes que optaron por ingestas copiosas durante la cena.
El aumento de peso y la inflamación no son las peores cosas que pueden pasar si comemos más por las noches; las cenas abundantes aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas y, según la investigación reciente, en las mujeres.
Sobre esto último es que resulta menester averiguar si el horario de las comidas afecta la salud cardiovascular de las mujeres.
La hipótesis era que una ingesta alta de calorías por la noche puede aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca.
En el estudio participaron mujeres con una edad promedio de 33 años y los investigadores midieron los niveles de actividad, la presión arterial, los niveles de azúcar en sangre, la dieta y el peso de los pacientes, y el tabaquismo. Todo esto para poder evaluar los riesgos de enfermedad cardiovascular de las involucradas. Durante 12 meses, los pacientes registraron sus comidas en un diario y, transcurrido un año completo, se volvieron a tomar las mismas medidas.
Los resultados han mostrado sistemático aumento de los riesgos cardiovasculares en las mujeres que toman cenas con un alto contenido calórico y además se observó que, después de las 6:00 p.m. y las 8:00 p.m., cada aumento del 1% en la ingesta calórica afecta la salud cardiovascular.
En conclusión: pequeños cambios en el estilo de vida, como en la hora de comer, pueden afectar nuestro bienestar general y hacerlo a pasos agigantados.
Fuente consultada: Revista “Salud y bienestar”
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y te permita prosperar en todo, y derrame sobre ti Salud, Vida, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
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Por Claudio Valerio.
Para una persona, el sentirse estresada resulta terrible; y esto es porque, en el cuerpo de las mismas, los efectos de esta terrible enfermedad son mucho más que desagradables. El estrés en el cuerpo humano se manifiesta de varias maneras y que van desde la hipertensión, la depresión, la pérdida del cabello, el aumento del apetito y la ingesta de alimentos. Y es que, por estos efectos fisiológicos, los médicos y psicólogos se lo toman muy en serio. Y esto último es la razón por la cual más de una vez hemos escuchado, y se nos ha dicho, que comamos comidas más ligeras por la noche y más sustanciosas por la mañana.
Como vemos, al referirnos a nuestro reloj biológico, tratamos con un sistema que controla mucho más que nuestro sueño, contribuye a nuestro sistema metabólico.
La inflamación está asociada a las comidas tardías que, generalmente, desaparece cuando las personas se adhieren a la ingesta de cenas más ligeras, como también atenerse a un estricto horario de comidas.
Estudio realizados han establecido una relación entre la hora de la comida y el valor calórico de la comida con el riesgo cardiovascular que las mismas conllevan.
El estudio en cuestión estableció un mayor nivel en los indicadores inflamatorios, asociados a la diabetes y a las enfermedades cardíacas, en aquellos participantes que optaron por ingestas copiosas durante la cena.
El aumento de peso y la inflamación no son las peores cosas que pueden pasar si comemos más por las noches; las cenas abundantes aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas y, según la investigación reciente, en las mujeres.
Sobre esto último es que resulta menester averiguar si el horario de las comidas afecta la salud cardiovascular de las mujeres.
La hipótesis era que una ingesta alta de calorías por la noche puede aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca.
En el estudio participaron mujeres con una edad promedio de 33 años y los investigadores midieron los niveles de actividad, la presión arterial, los niveles de azúcar en sangre, la dieta y el peso de los pacientes, y el tabaquismo. Todo esto para poder evaluar los riesgos de enfermedad cardiovascular de las involucradas. Durante 12 meses, los pacientes registraron sus comidas en un diario y, transcurrido un año completo, se volvieron a tomar las mismas medidas.
Los resultados han mostrado sistemático aumento de los riesgos cardiovasculares en las mujeres que toman cenas con un alto contenido calórico y además se observó que, después de las 6:00 p.m. y las 8:00 p.m., cada aumento del 1% en la ingesta calórica afecta la salud cardiovascular.
En conclusión: pequeños cambios en el estilo de vida, como en la hora de comer, pueden afectar nuestro bienestar general y hacerlo a pasos agigantados.
Fuente consultada: Revista “Salud y bienestar”
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 25, 2024
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