A medida que la reñida carrera presidencial en Estados Unidos entra en su tramo final, algunas figuras importantes del Partido Republicano se muestran preocupadas de que el candidato de la formación política, Donald Trump, se haya “desviado del rumbo”.
Una persona del Comité Nacional Republicano sugirió que el expresidente debería “evitar las distracciones mientras se gana impulso hacia el día de las elecciones”. Mientras tanto, Trump se permite afirmaciones sin prueba en lugar de concentrarse en las ventajas de su programa, como la economía y el comercio.
Parte de las dudas de los republicanos está relacionada con la controvertida figura del experto en campañas políticas Corey Lewandowski, al que el expresidente incorporó a su equipo a mediados de agosto y que “ha hecho poco para contrarrestar los impulsos de Trump”. En cambio, este exasesor que ya trabajó en la campaña presidencial de 2016 se atribuye ahora algunas funciones que no le han asignado, según fuentes anónimas del medio.
Otra figura contradictoria de las últimas semanas en el entorno de Trump es la bloguera y activista política Laura Loomer, partidaria de lo que muchos consideran teorías conspirativas. Si bien algunos asesores del expresidente consideran que las teorías conspirativas le ayudan en su campaña, en particular, cuando pone la inmigración en primer plano, otros aseguran que las afirmaciones de los presuntos devoradores de mascotas en Springfield, Ohio, fue una oportunidad perdida para atacar a su rival, Kamala Harris.
La semana pasada el tema de los perros y gatos cazados por inmigrantes les costó tanto a Trump como a su compañero de fórmula, J.D. Vance, una voz crítica adicional dentro de su partido, puesto que el gobernador de Ohio, Mike DeWine, reprobó en un artículo de opinión la continua fijación del binomio republicano con Springfield, donde la vida se ha visto trastocada por sus afirmaciones.
Además, los críticos internos de Trump estiman que la confección de ‘pivotes’ para el debate con Harris resultó inútil debido a su reacción emocional ante los esfuerzos de la oponente para “meterse bajo su piel”. Particularmente, la afirmación de la candidata demócrata de que los partidarios del expresidente abandonan sus mítines desconcertó a Trump, quien no pudo hacer uso de gran parte de los ‘pivotes’.
El artículo de Politico admite, con referencias a “muchos republicanos importantes”, que no está claro en qué medida la conducta de Trump influirá en las elecciones. Después de casi una década en el centro de atención, muchos dicen que los votantes simplemente han tomado una decisión sobre el expresidente: les gusta o no, y no hay mucho que pueda influir en ellos.
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A medida que la reñida carrera presidencial en Estados Unidos entra en su tramo final, algunas figuras importantes del Partido Republicano se muestran preocupadas de que el candidato de la formación política, Donald Trump, se haya “desviado del rumbo”.
Una persona del Comité Nacional Republicano sugirió que el expresidente debería “evitar las distracciones mientras se gana impulso hacia el día de las elecciones”. Mientras tanto, Trump se permite afirmaciones sin prueba en lugar de concentrarse en las ventajas de su programa, como la economía y el comercio.
Parte de las dudas de los republicanos está relacionada con la controvertida figura del experto en campañas políticas Corey Lewandowski, al que el expresidente incorporó a su equipo a mediados de agosto y que “ha hecho poco para contrarrestar los impulsos de Trump”. En cambio, este exasesor que ya trabajó en la campaña presidencial de 2016 se atribuye ahora algunas funciones que no le han asignado, según fuentes anónimas del medio.
Otra figura contradictoria de las últimas semanas en el entorno de Trump es la bloguera y activista política Laura Loomer, partidaria de lo que muchos consideran teorías conspirativas. Si bien algunos asesores del expresidente consideran que las teorías conspirativas le ayudan en su campaña, en particular, cuando pone la inmigración en primer plano, otros aseguran que las afirmaciones de los presuntos devoradores de mascotas en Springfield, Ohio, fue una oportunidad perdida para atacar a su rival, Kamala Harris.
La semana pasada el tema de los perros y gatos cazados por inmigrantes les costó tanto a Trump como a su compañero de fórmula, J.D. Vance, una voz crítica adicional dentro de su partido, puesto que el gobernador de Ohio, Mike DeWine, reprobó en un artículo de opinión la continua fijación del binomio republicano con Springfield, donde la vida se ha visto trastocada por sus afirmaciones.
Además, los críticos internos de Trump estiman que la confección de ‘pivotes’ para el debate con Harris resultó inútil debido a su reacción emocional ante los esfuerzos de la oponente para “meterse bajo su piel”. Particularmente, la afirmación de la candidata demócrata de que los partidarios del expresidente abandonan sus mítines desconcertó a Trump, quien no pudo hacer uso de gran parte de los ‘pivotes’.
El artículo de Politico admite, con referencias a “muchos republicanos importantes”, que no está claro en qué medida la conducta de Trump influirá en las elecciones. Después de casi una década en el centro de atención, muchos dicen que los votantes simplemente han tomado una decisión sobre el expresidente: les gusta o no, y no hay mucho que pueda influir en ellos.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 27, 2024
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