Siendo yo uno de los imputados en el juicio denominado Mega Causa Zona 5 que se lleva a cabo en la ciudad de Bahía Blanca, debo decir que la audiencia 63 del día 17 del corriente mes, para todos los que participamos en ella, resultó atípica. Más allá que el abogado, testigo-victima, MARCELO GANUZA, declaró a mi favor, recordándome que nos habíamos conocido en los años 70 y que, por recomendación mía, a través de un gran amigo en común (GUILLERMO COCO TRAVI) al correr peligro su vida, se había ido de la ciudad (en mi próximo comparendo ante el tribunal, declararé al respecto), dejó a la vista que los fiscales MIGUÉL PALAZZANI y PABLO FERMENTO son simples burócratas imberbes.
Asimismo, en su enojo, al preguntar dónde estaban los representantes de los derechos humanos, cuando él fuera torturado, hizo que la verborrágica y agresiva “querellanta” FERNANDEZ ABELLO, que lo había destratado en la audiencia del 11 de febrero de 2021, cuando declarara en la Causa FBB 15000165/2013/T01 “Aceituno, Raúl Roberto y otros”, en esta oportunidad, como nunca, guardara prudente y sepulcral silencio. GANUZA, sindicado como montonero (lo niega enfáticamente) en febrero de 1971 fue imputado de haber participado en la voladura, mediante 7 cargas de explosivos, del edificio de la Comisaria Décima de Rosario, Provincia de Santa Fe. Luego sobrevendrían otras detenciones acompañadas de malos tratos y torturas. Su comparendo en esta oportunidad, se debió a que, con mi noble defensor, el abogado GONZALO MIÑO, tiempo atrás tomamos conocimiento que había expuesto en un juicio a miembros de la triple AAA (Alianza Anticomunista Argentina), haber visto a DANIEL BOMBARA, a quien conocía de antes, en la cárcel de Villa Floresta en el año 1975. Estando yo imputado de su muerte y teniendo en cuenta que pese a las múltiples y reiterados pedidos documentados, al “poder judicial”, no pudimos nunca obtener registro alguno de su ingreso a esa prisión, se solicitó al tribunal presidido por el juez PEDRO FRANCISCO SEBASTIÁN para que lo citara a deponer.
Soy consciente que en estos juicios regidos por la “política de estado”, no hay verdad que valga si esta favorece a los imputados. En mayoría quienes se imponen son los fiscales y “querellantas”, por más sucia y mediocre que sea su actuación. Pese a ello debo decir que me siento sumamente reconfortado… y también algo decepcionado ante la presencia de este testigo-victima. Lo primero, se debe a la valiente y noble actitud de GANUZZA, quien, a pesar de sus traumáticas vivencias, ser yo policía, y no habernos tratado en casi medio siglo, demostró su inquebrantable hombría de bien. Sobre la desepción, esta se debe a que su presencia puso aún más en evidencia la cobarde ausencia de mis “camaradas” azules, con los cuales, favores al margen, sí me seguí tratando. Al punto que algunos de ellos, junto con sus esposas, han parado en mi casa y comido en mi mesa, aquí en Pinamar (ciudad turística). Fiel demostración que el lema tan común entre los miembros de las instituciones de uniformados armados: “nunca abandonar al caído”, solo son palabras sin contenido.
“Sé por experiencia que cuando los fiscales te dicen que están jugando limpio es mejor no darles la espalda”
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Por Claudio Kussman.
Siendo yo uno de los imputados en el juicio denominado Mega Causa Zona 5 que se lleva a cabo en la ciudad de Bahía Blanca, debo decir que la audiencia 63 del día 17 del corriente mes, para todos los que participamos en ella, resultó atípica. Más allá que el abogado, testigo-victima, MARCELO GANUZA, declaró a mi favor, recordándome que nos habíamos conocido en los años 70 y que, por recomendación mía, a través de un gran amigo en común (GUILLERMO COCO TRAVI) al correr peligro su vida, se había ido de la ciudad (en mi próximo comparendo ante el tribunal, declararé al respecto), dejó a la vista que los fiscales MIGUÉL PALAZZANI y PABLO FERMENTO son simples burócratas imberbes.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Asimismo, en su enojo, al preguntar dónde estaban los representantes de los derechos humanos, cuando él fuera torturado, hizo que la verborrágica y agresiva “querellanta” FERNANDEZ ABELLO, que lo había destratado en la audiencia del 11 de febrero de 2021, cuando declarara en la Causa FBB 15000165/2013/T01 “Aceituno, Raúl Roberto y otros”, en esta oportunidad, como nunca, guardara prudente y sepulcral silencio. GANUZA, sindicado como montonero (lo niega enfáticamente) en febrero de 1971 fue imputado de haber participado en la voladura, mediante 7 cargas de explosivos, del edificio de la Comisaria Décima de Rosario, Provincia de Santa Fe. Luego sobrevendrían otras detenciones acompañadas de malos tratos y torturas. Su comparendo en esta oportunidad, se debió a que, con mi noble defensor, el abogado GONZALO MIÑO, tiempo atrás tomamos conocimiento que había expuesto en un juicio a miembros de la triple AAA (Alianza Anticomunista Argentina), haber visto a DANIEL BOMBARA, a quien conocía de antes, en la cárcel de Villa Floresta en el año 1975. Estando yo imputado de su muerte y teniendo en cuenta que pese a las múltiples y reiterados pedidos documentados, al “poder judicial”, no pudimos nunca obtener registro alguno de su ingreso a esa prisión, se solicitó al tribunal presidido por el juez PEDRO FRANCISCO SEBASTIÁN para que lo citara a deponer.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Soy consciente que en estos juicios regidos por la “política de estado”, no hay verdad que valga si esta favorece a los imputados. En mayoría quienes se imponen son los fiscales y “querellantas”, por más sucia y mediocre que sea su actuación. Pese a ello debo decir que me siento sumamente reconfortado… y también algo decepcionado ante la presencia de este testigo-victima. Lo primero, se debe a la valiente y noble actitud de GANUZZA, quien, a pesar de sus traumáticas vivencias, ser yo policía, y no habernos tratado en casi medio siglo, demostró su inquebrantable hombría de bien. Sobre la desepción, esta se debe a que su presencia puso aún más en evidencia la cobarde ausencia de mis “camaradas” azules, con los cuales, favores al margen, sí me seguí tratando. Al punto que algunos de ellos, junto con sus esposas, han parado en mi casa y comido en mi mesa, aquí en Pinamar (ciudad turística). Fiel demostración que el lema tan común entre los miembros de las instituciones de uniformados armados: “nunca abandonar al caído”, solo son palabras sin contenido.
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
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Agosto 20, 2023