Pogromos en Rusia: Oleadas de Violencia Antijudía

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  Por Cyd Ollack.

A lo largo del siglo XIX y principios del XX, Rusia fue testigo de una serie de pogromos, violentos disturbios antijudíos que provocaron muertes, destrucción y desplazamientos generalizados. Estos ataques, a menudo incitados por políticas gubernamentales, malestar social y tensiones étnicas, moldearon las experiencias de las comunidades judías en el Imperio Ruso y contribuyeron a la emigración masiva.

La palabra “pogromo” proviene del término ruso que significa “causar estragos” y describe ataques organizados y violentos contra las comunidades judías. Las raíces de los pogromos rusos se encuentran en un antisemitismo profundamente arraigado, alimentado por prejuicios religiosos y ansiedades económicas. Muchos rusos consideraban a las poblaciones judías como forasteras, acusándolas de controlar el comercio o influir en la política.

El auge del nacionalismo, la decadencia del Imperio Ruso y la inestabilidad económica también contribuyeron a aumentar la hostilidad hacia las comunidades judías. El gobierno y el ejército a menudo explotaron estas tensiones, utilizando a los judíos como chivos expiatorios para desviar la atención de problemas sociales más amplios.

Los primeros pogromos a gran escala estallaron a principios de la década de 1880, tras el asesinato del zar Alejandro II en 1881. Aunque el asesino no era judío, la población judía se convirtió en blanco de violentas represalias, incentivadas por las autoridades rusas y la Iglesia Ortodoxa. Estos pogromos se extendieron por Ucrania y el sur de Rusia, causando la muerte de miles de judíos y la destrucción de hogares y negocios.

Durante la Revolución de 1905, se produjo otra ola de pogromos mientras la sociedad rusa se fracturaba bajo la agitación política. Las fuerzas gubernamentales, con el objetivo de reprimir los movimientos revolucionarios, hicieron la vista gorda ante la violencia antijudía o la alentaron activamente. Odesa y Kiev estuvieron entre las ciudades más afectadas, con cientos de ciudadanos judíos masacrados.

Los pogromos más devastadores tuvieron lugar entre 1917 y 1921, durante la Guerra Civil Rusa. Facciones rivales —los bolcheviques, el Ejército Blanco y las milicias locales— utilizaron a las comunidades judías como blanco de venganza y guerra ideológica. Miles de personas fueron asesinadas, las mujeres agredidas y pueblos enteros incendiados. Se estima que más de 100.000 judíos murieron en estos pogromos.

La implacable persecución obligó a familias judías a huir de Rusia, lo que provocó una importante migración a Europa Occidental, Estados Unidos y Palestina. Muchos buscaron refugio en Estados Unidos, lo que contribuyó al crecimiento de las comunidades judías en ciudades como Nueva York y Chicago.

Los pogromos también fortalecieron los movimientos de resistencia judía, incluido el sionismo, que abogaba por una patria judía libre de opresión. Los sobrevivientes de los pogromos desempeñaron un papel crucial en la formación de la identidad judía moderna, impulsando la protección de los derechos humanos y la autodeterminación.

Los pogromos rusos fueron catastróficos y moldearon la historia judía y los patrones migratorios durante generaciones. La violencia expuso la fragilidad de la vida judía en Europa del Este y subrayó los peligros del odio étnico desenfrenado. Hoy en día, recordar estos acontecimientos es esencial para educar contra los prejuicios y garantizar que horrores como estos no se repitan nunca.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 3, 2025


 

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