Como imputado en una causa por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, a lo largo de los años he sufrido a la vista de todos, todas, y “todes” una serie de acontecimientos a los que bien puedo calificar de ilegalmente demenciales. Por supuesto, también presencié como lo mismo ocurría con otros adultos mayores con imputaciones similares. Así sobrevivimos al mandato de CRISTINA KIRCHNER, al del falaz MAURICIO MACRI, nuevamente el de CRISTINA KIRCHNER como vicepresidente y ahora el de JAVIER MILEI y VICTORIA VILLARRUEL quienes según dicen representan el gran cambio y una última oportunidad para una Argentina a punto de colapsar como país.
Ahora bien, en las últimas horas, el ejecutivo termina de enviar al Parlamento para su urgente aprobación, un proyecto de “ley ómnibus”. En él, entre otras consideraciones, refiriéndose al poder judicial, se puede leer en su artículo 52 que: “El juez o jueza vestirá toga negra y usará un martillo para abrir y cerrar las sesiones o cuando resuelva una incidencia”. De llegarse a aprobar, por lógica, en nuestros juicios tanto el defensor oficial, como los fiscales y las “querellantas” deberían usar igual vestidura, sin martillo por supuesto. Sinceramente, me froto los ojos y vuelvo a releer esta propuesta, preguntándome: si lo de la toga es un “cambio” o una simple excentricidad. ¿El señor presidente creerá que jueces como ¿ALEJO RAMOS PADILLA, DANIEL RAFECAS, ALEJANDRO SLOKAR y muchos otros, ¿vistiendo una toga desistirán de ser militantes y en consecuencia arbitrarios? ¿Qué los incapaces o en no pocos casos corruptos dejarán de serlo? No me referiré a aquellos relacionados directamente con el terrorismo, ya que este gobierno tiene eficientes funcionarios de su absoluta confianza con pasados similares. ¿Se entiende no? ¿Acaso fiscales militantes como: ¿ABÉL CORDOBA, JOSÉ NEBBIA o el iracundo MIGUEL PALAZZANI van a cambiar? ¿Las “querellantas” como la Dra. MÓNICA FERNÁNDEZ AVELLO, dejará de colgar pancartas abusivas en los muros del Tribunal Oral Federal de Bahía Banca, como si el marmolado edificio tribunalicio fuera de su propiedad? ¿Por arte de magia, al ponerse ese trozo largo de tela negra, los leguleyos del poder judicial federal dejarán de aplicarnos “la política de estado” impuesta desde hace más de 2 décadas, la cual equivale “al enemigo ni justicia”? Entiendo que esta administración recién comienza, y necesita tiempo ante tanto descalabro en todos los frentes. Pero, por ser yo un adulto mayor carezco del mismo, entonces tengo que expresar en este momento que lo de la toga y el martillo simplemente es…UN CAMBIO PARA QUE NADA CAMBIE.
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Por Claudio Kussman.
Como imputado en una causa por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, a lo largo de los años he sufrido a la vista de todos, todas, y “todes” una serie de acontecimientos a los que bien puedo calificar de ilegalmente demenciales. Por supuesto, también presencié como lo mismo ocurría con otros adultos mayores con imputaciones similares. Así sobrevivimos al mandato de CRISTINA KIRCHNER, al del falaz MAURICIO MACRI, nuevamente el de CRISTINA KIRCHNER como vicepresidente y ahora el de JAVIER MILEI y VICTORIA VILLARRUEL quienes según dicen representan el gran cambio y una última oportunidad para una Argentina a punto de colapsar como país.
Ahora bien, en las últimas horas, el ejecutivo termina de enviar al Parlamento para su urgente aprobación, un proyecto de “ley ómnibus”. En él, entre otras consideraciones, refiriéndose al poder judicial, se puede leer en su artículo 52 que: “El juez o jueza vestirá toga negra y usará un martillo para abrir y cerrar las sesiones o cuando resuelva una incidencia”. De llegarse a aprobar, por lógica, en nuestros juicios tanto el defensor oficial, como los fiscales y las “querellantas” deberían usar igual vestidura, sin martillo por supuesto. Sinceramente, me froto los ojos y vuelvo a releer esta propuesta, preguntándome: si lo de la toga es un “cambio” o una simple excentricidad. ¿El señor presidente creerá que jueces como ¿ALEJO RAMOS PADILLA, DANIEL RAFECAS, ALEJANDRO SLOKAR y muchos otros, ¿vistiendo una toga desistirán de ser militantes y en consecuencia arbitrarios? ¿Qué los incapaces o en no pocos casos corruptos dejarán de serlo? No me referiré a aquellos relacionados directamente con el terrorismo, ya que este gobierno tiene eficientes funcionarios de su absoluta confianza con pasados similares. ¿Se entiende no? ¿Acaso fiscales militantes como: ¿ABÉL CORDOBA, JOSÉ NEBBIA o el iracundo MIGUEL PALAZZANI van a cambiar? ¿Las “querellantas” como la Dra. MÓNICA FERNÁNDEZ AVELLO, dejará de colgar pancartas abusivas en los muros del Tribunal Oral Federal de Bahía Banca, como si el marmolado edificio tribunalicio fuera de su propiedad? ¿Por arte de magia, al ponerse ese trozo largo de tela negra, los leguleyos del poder judicial federal dejarán de aplicarnos “la política de estado” impuesta desde hace más de 2 décadas, la cual equivale “al enemigo ni justicia”? Entiendo que esta administración recién comienza, y necesita tiempo ante tanto descalabro en todos los frentes. Pero, por ser yo un adulto mayor carezco del mismo, entonces tengo que expresar en este momento que lo de la toga y el martillo simplemente es…UN CAMBIO PARA QUE NADA CAMBIE.
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Prov. Buenos Aires
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
“Pues todos los jueces, soberanos y subordinados, si rehúsan escuchar pruebas, están rehusando hacer justicia”
Thomas Hobbes (1588-1679)
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 30, 2023
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