El presidencialismo es una palabra que surge para designar una especial situación de poder, entre los poderes en funcionamiento, en una república moderna. Esos poderes funcionando son el ejecutivo (Presidente); el legislativo (Congreso) y el Judicial (todos los jueces).
No olvidemos que República no es una Forma de Gobierno sino la descripción del funcionamiento del poder dentro de un estado-nación moderno, es decir de los tres poderes característicos, dentro de una Forma de Gobierno, si bien no es compatible con toda Forma de Gobierno.
Esta idea de funcionamiento nos llega de Roma, luego del período de la Monarquía, por lo que ya queda claro que no existe república en una monarquía clásica, de las categorías lógicas Aristotélicas.
La Forma de Gobierno de Roma luego de la Monarquía era, al principio, Aristocracia (los Patricios) hasta que más tarde, ya bien dentro del período denominado “de la cosa pública o res publicae” pasa a Democracia por la decidida participación del pueblo (los Plebeyos). Con el imperio regresará la Monarquía, con arrastres culturales y políticos del período Aristocrático y Democrático Republicanos, pero monarquía al fin, es decir que el Emperador (el César) ejercía el poder ejecutivo, legislativo y judicial como última instancia.
Hoy hay monarquías llamadas constitucionales, como en el Reino Unido, en la que la Reina es una figura formal, como un reaseguro en casos de acefalía, conmoción, peligros, catástrofes o anarquía circunstancial por vacío de poder. Pero el poder real está en la Cámara de los Lores, cargos que no se eligen, se heredan. Por esto es mejor denominar a la monarquía británica como Aristocracia Británica, su Forma de Gobierno, que es perfectamente compatible con la existencia y el funcionamiento republicano del poder.
Volviendo al Presidencialismo, como decía un poco antes, tiene origen posterior a las nuevas repúblicas nacidas de las Revoluciones Norteamericana y Francesa, pero sus antecedentes históricos son muy anteriores.
Ocurrió así: luego del arribo de Colón y posterior conquista española de América, el Rey (en esa época reyes de la Casa de Habsburgo) siguió viviendo y estando en la zona más importante de su reino: Europa. Y Europa quedaba muy lejos de América, más que hoy, con el perfeccionamiento de los medios de comunicación.
Por lo tanto, hablando en forma genérica, para los que vivían en América, el rey era como un padre que estaba lejos y enviaba medios, fondos, concesiones de tierra y de todo tipo, regalos, mercaderías, bienes materiales e inmateriales en general. Bastaba acreditar en forma fehaciente, mediante actas notariales, hoy llamadas Actas de Notoriedad, mediante un texto escrito, firmado por alguna autoridad y por testigos, para que el rey concediera lo solicitado.
Resulta obvio que el monarca funcionaba como un padre bueno, poderoso y generoso, y esa es la imagen que va a perdurar durante los tiempos de la emancipación de España y las posteriores organizaciones nacionales como nuevos estados constitucionales, que se caracterizaron por la División Funcional del Poder, típica característica republicana. Y en esa división del poder, el que más se asemejaba a esa idiosincrasia cultural del rey bueno que está lejos, no molesta y da cosas, es el poder ejecutivo, y su titular es el Presidente, a quien las constituciones o pactos de convivencia otorgaron la mayor cuota de poder, de facultades constitucionales, en comparación con los otros dos poderes, el legislativo y el judicial. A esto se llama Presidencialismo.
Resta agregar en este resumen:
1. Que las desgracias de las monarquías absolutas en Europa no fueron sufridas en la misma intensidad en América, dadas las enormes distancias y las gigantescas extensiones. Por esto es que las Democracias Republicanas en América son Presidencialistas, a diferencia de las europeas que reaccionaron contra las Monarquías Absolutas, como en Francia, que son Parlamentarias. En otra nota trataré este tema. 2. Que la colonización en las Trece Colonias o “Thirteen Colonies” en la parte anglosajona de América del Norte, fueron fundadas no por la corona británica sino por gente que huía de ella. Sin embargo, la idea del rey lejano, que luego las dominó, pero no vivía con ellos ni estaba encima, que les cobraba impuestos, pero les dejaba cierta independencia, era similar a lo que ocurría en la América Hispánica. Por esto los E.U.A. también son Presidencialistas. No ocurre lo mismo con las colonias más recientemente independizadas o semi independizadas como las que integran la Commonwealth, que tienen Primeros Ministros y tienen Parlamentos, no Congresos. Ejemplos: Varias naciones del Caribe, Canadá, etc.
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Por MARCO ACUÑA.
El presidencialismo es una palabra que surge para designar una especial situación de poder, entre los poderes en funcionamiento, en una república moderna. Esos poderes funcionando son el ejecutivo (Presidente); el legislativo (Congreso) y el Judicial (todos los jueces).
No olvidemos que República no es una Forma de Gobierno sino la descripción del funcionamiento del poder dentro de un estado-nación moderno, es decir de los tres poderes característicos, dentro de una Forma de Gobierno, si bien no es compatible con toda Forma de Gobierno.
Esta idea de funcionamiento nos llega de Roma, luego del período de la Monarquía, por lo que ya queda claro que no existe república en una monarquía clásica, de las categorías lógicas Aristotélicas.
La Forma de Gobierno de Roma luego de la Monarquía era, al principio, Aristocracia (los Patricios) hasta que más tarde, ya bien dentro del período denominado “de la cosa pública o res publicae” pasa a Democracia por la decidida participación del pueblo (los Plebeyos). Con el imperio regresará la Monarquía, con arrastres culturales y políticos del período Aristocrático y Democrático Republicanos, pero monarquía al fin, es decir que el Emperador (el César) ejercía el poder ejecutivo, legislativo y judicial como última instancia.
Hoy hay monarquías llamadas constitucionales, como en el Reino Unido, en la que la Reina es una figura formal, como un reaseguro en casos de acefalía, conmoción, peligros, catástrofes o anarquía circunstancial por vacío de poder. Pero el poder real está en la Cámara de los Lores, cargos que no se eligen, se heredan. Por esto es mejor denominar a la monarquía británica como Aristocracia Británica, su Forma de Gobierno, que es perfectamente compatible con la existencia y el funcionamiento republicano del poder.
Volviendo al Presidencialismo, como decía un poco antes, tiene origen posterior a las nuevas repúblicas nacidas de las Revoluciones Norteamericana y Francesa, pero sus antecedentes históricos son muy anteriores.
Ocurrió así: luego del arribo de Colón y posterior conquista española de América, el Rey (en esa época reyes de la Casa de Habsburgo) siguió viviendo y estando en la zona más importante de su reino: Europa. Y Europa quedaba muy lejos de América, más que hoy, con el perfeccionamiento de los medios de comunicación.
Por lo tanto, hablando en forma genérica, para los que vivían en América, el rey era como un padre que estaba lejos y enviaba medios, fondos, concesiones de tierra y de todo tipo, regalos, mercaderías, bienes materiales e inmateriales en general. Bastaba acreditar en forma fehaciente, mediante actas notariales, hoy llamadas Actas de Notoriedad, mediante un texto escrito, firmado por alguna autoridad y por testigos, para que el rey concediera lo solicitado.
Resulta obvio que el monarca funcionaba como un padre bueno, poderoso y generoso, y esa es la imagen que va a perdurar durante los tiempos de la emancipación de España y las posteriores organizaciones nacionales como nuevos estados constitucionales, que se caracterizaron por la División Funcional del Poder, típica característica republicana. Y en esa división del poder, el que más se asemejaba a esa idiosincrasia cultural del rey bueno que está lejos, no molesta y da cosas, es el poder ejecutivo, y su titular es el Presidente, a quien las constituciones o pactos de convivencia otorgaron la mayor cuota de poder, de facultades constitucionales, en comparación con los otros dos poderes, el legislativo y el judicial. A esto se llama Presidencialismo.
Resta agregar en este resumen:
1. Que las desgracias de las monarquías absolutas en Europa no fueron sufridas en la misma intensidad en América, dadas las enormes distancias y las gigantescas extensiones. Por esto es que las Democracias Republicanas en América son Presidencialistas, a diferencia de las europeas que reaccionaron contra las Monarquías Absolutas, como en Francia, que son Parlamentarias. En otra nota trataré este tema.
Tags: Cristóbal Colón, Julio César2. Que la colonización en las Trece Colonias o “Thirteen Colonies” en la parte anglosajona de América del Norte, fueron fundadas no por la corona británica sino por gente que huía de ella. Sin embargo, la idea del rey lejano, que luego las dominó, pero no vivía con ellos ni estaba encima, que les cobraba impuestos, pero les dejaba cierta independencia, era similar a lo que ocurría en la América Hispánica. Por esto los E.U.A. también son Presidencialistas. No ocurre lo mismo con las colonias más recientemente independizadas o semi independizadas como las que integran la Commonwealth, que tienen Primeros Ministros y tienen Parlamentos, no Congresos. Ejemplos: Varias naciones del Caribe, Canadá, etc.
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