SONIA STEWART, Vs EL “TIGRE” ACOSTA… Y YO

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  Por Claudio Kussman.

Pocas horas atrás en la nota de Mario Sandoval “LA ARBITRARIA QUERELLA DE LA SECRETARIA DE DERECHOS HUMANOS DE LA NACIÓN”, participó activamente, como lo hace de varios años a la fecha SONIA S. Dentro de nuestros respetuosos desacuerdos surgió la figura de JORGE EDUARDO ACOSTA, más conocido como “TIGRE” ACOSTA, emblemático prisionero de 82 años de edad, que desde hace 26 se encuentra preso por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad.  Al respecto, luego de transcribir lo expresado por SONIA,  debo aclarar:                                          

Sonia S

 Reply to  CLAUDIO KUSSMAN

Sr. Kussman, ante todo gracias por sus deseos que son correspondidos, de todo corazón.

Pero me duele que me diga que no observe cura y consideración por la gente fuera de toda culpa y procesada de manera arbitraria, como es su caso, en la que creo su inocencia.

Incluso por los culpables reales, cuya firma aparece en su site de tanto en tanto, y como persona respetuosa con la ley y el orden, siempre he defendido que deben ser excarcelados si así lo establece la norma. Pero principalmente por mor de la más elemental dignidad.

Pero que sean excarcelados no les inhibe de su culpabilidad de gravísimos delitos y aberraciones que ponen en duda la misma condición humana.

Creo, y estoy firmemente convencida que se está haciendo entrever en los juicios que vdes. denominan de “lesa”, la inocencia total de lo actuado,tal fuera sinécdoque horrenda y que averguenza a cualquier persona civilizada.

Me compadezco especialmente por todos aquellos inocentes que la máquina represora aniquiló (de manera literal y no literaria) gente fuera de toda culpa, que si se hubiera observado la más elemental prudencia, gobernada por la dignidad, nunca hubieran acabado en el fondo del mar tras el destrozo de sus cuerpos.

JAMÁS he defendido a ningún terrorista. Todo lo más, señalar lo innoble de lo actuado en la represión, ilegal a todas luces. Y por personajes como Firmenich solo puedo sentir un asco y repugnancia tremenda.

Deseo que comprenda que por el “Tigre” Acosta, cuyo cinismo vil y atroz al afirmar que en la ESMA “se privilegiaba la vida” (como afirmo hace unos meses en su mismo site) profese idéntico desagrado y náusea.

Semejantes compañías no creo que le beneficien en absoluto.

Saludo,

Respetable SONIA STEWART, ahora sí interpreto perfectamente todo lo que expresa y sabe que concuerde o no, Ud. tiene todo el derecho del mundo a decir libremente lo que piense y sienta y mi obligación es respetarla y no censurarla en nuestro site.  Dicho esto, me referiré a el “Tigre” Acosta, un prisionero por demás emblemático, diciendo que él como todos también tiene libre derecho a decir en el portal lo que mejor le parezca. Si ello no me beneficia, destaco que sé  quien soy, que hice y que no hice en mi vida. Además, entiendo que dada mi situación “judicial” estoy mucho más allá del bien y del mal.  El daño que inmerecidamente delincuentes del poder judicial federal han infligido a mi familia y en forma directa a mí, es irreparable.   Pero también hay algo más.

En el 2016 habiendo pasado un año y medio en la cárcel, decidí irme de allí caminando… o en un cajón.  Entonces, comencé una huelga de hambre y medicación, lo cual molesta porque altera la rutina carcelaria. A los 10 días de iniciada me sacaron de la prisión de mediana seguridad en la que estaba, y me trasladaron al mentiroso Hospital Penitenciario Central. Previamente, por ser una zona de máxima seguridad y tratando de “quebrarme”, en un galpón sucio, requisaron mis pertenencias tirándolas al suelo  y me confiscaron gran parte de estas. Así llegué al “nosocomio” sin mis elementos, electrónicos de distracción, ni el dinero que se guarda en la administración para comprar lo que se pueda necesitar en la proveeduría, propiedad de unos narcos que estaban presos en la misma unidad penitenciaria (gobierno de Mauricio Macri. ¿No es una maravilla?).  Pero lo verdaderamente grave fue que me faltaron los elementos de higiene, que me permitían seguir siendo un ser humano. Podrá parecer una insignificancia, pero el efecto y el aroma de estos y de un buen perfume (prohibida su tenencia), tras las rejas representan unos minutos de placer y libertad. Cuando esto se supo, sin conocerme el primero que se arrimó fue justamente ACOSTA, ofreciéndome todo lo que necesitara. Como no me gusta deber nada a nadie, achicando mis necesidades  al mínimo le acepté: un peine, una máquina de afeitar, un cepillo de dientes todos descartables, dentífrico y medio pan de jabón de lavar prendas. Con este último me bañaba, me afeitaba y lavaba la ropa. Luego LUIS PATTI, también alojado en el lugar, me facilitó perfume y cuando días después pudo llegar mi esposa fui volviendo a la “normalidad”, mientras aceleradamente perdia peso.  Además, MIGUEL ETCHECOLATZ (f)) anónimamente me dejó junto a mi cama un Rosario y 2 estampitas, pese a mi reniego de la religión.  Un prisionero RENÉ LANGLOIS, recuperó y de “contrabando” me trajo parte de mis elementos de aseo, y otro de nombre JUAN, me dio lágrimas artificiales para contrarrestar en parte la deshidratación que sufría.  Allí no estuvieron los representantes de derechos humanos, ni sacerdotes ni quienes se consideran moralmente buenas personas, o juran sobre una biblia.  En esos días, ante la desesperación de lo que ocurría mi esposa publicó una solicitada en el diario “La Nación” dirigida al presidente y a su vicepresidente, llegando al lugar un abogado asesor del Ministerio de Justicia, quien resultó ser el funcionario más honesto que conocí en estos años tan oscuros.  Este luego de escucharme pacientemente por varias horas hizo un informe veraz, valiente y contundente sobre todo lo que yo denunciaba. Instancias superiores lo “cajonearon”. En una acción de injusticia en su máxima expresión,  él fue acosado por el diario “Página 12”, entre otros,  y terminó renunciando  a su cargo. ¿Le parece bien que así funcione la “memoria, verdad y justicia” en tiempos de democracia, cuando no hay disparos ni  detonan  bombas? Volviendo a ACOSTA, en el mes que permanecí en el lugar, todas las mañanas llegaba a mi celda a verificar como estaba, saludaba y se retiraba. El día antes que yo volviera a mi hogar, nos estrechamos la mano y me aclaró que el no participaría, por no ser su costumbre, en la despedida con aplausos que se hace a todo prisionero cuando se va, volviendo a territorio amigo.  Increíblemente durante todos estos años, nunca intercambiamos correspondencia alguna. ¿Le parece que yo puedo ser un desagradecido y olvidar su conducta y discreción en uno de los peores momentos de mi vida?   Jamás, como así tampoco … jamás  ocultaré ningún comportamiento noble de  nadie.

Nuevamente gracias por participar.

Atentamente

 

“La gratitud es la menor de las virtudes, pero la ingratitud es el peor de los vicios”

Thomas Fuller 81710-1790)

Claudio Kussman

Comisario Mayor (R) 

Policía Pcia. Buenos Aires

Septiembre 17, 2020

claudio@PrisioneroEnArgentina.com

www.PrisioneroEnArgentina.com

 

 

DE NARCOTRAFICANTES A PRISIONEROS Y PROVEEDORES DEL SERVICIO PENITENCIARIO FEDERAL

https://prisioneroenargentina.com/emiliano-blanco-y-german-garavano-dos-muchachos-muy-ingenuos/

 

EL ARREPENTIMIENTO DE STEWART Y KUSSMAN EN “LA GRIETA” ARGENTINA

https://prisioneroenargentina.com/el-arrepentimiento-de-stewart-y-kussman-en-la-grieta-argentina/

 

ETCHECOLATZ, PROHIBIDO Parte III

https://prisioneroenargentina.com/etchecolatz-prohibido-parte-iii/

 


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 15, 2024


 

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