Es una idea casi asumida que lo que llamamos Occidente se encuentra en declive relativo. De un Occidente invencible y de una Europa controlando la mayor parte de Asia o África en 1914, queda hoy una configuración “deseuropeizada”, en un tablero global profundamente cambiado. China y otras potencias han contribuido a diseñar un escenario multipolar, con nuevas correlaciones de fuerza en todo el espectro del poder. Elcentro de gravedad geopolítica se trasladó hacia la zona asiática -al igual que antes del surgimiento de Europa- en los albores del siglo XVI, mientras la demografía occidental -que ocupaba un tercio de la población total a principios del siglo XX- hoy representa apenas un 12% de la población mundial.
La percepción (1) de este declive –decadencia (2)- relativa, sigue siendo “contradictoria y borrosa”, particularmente al interior de la esfera occidental. El predominio de los Herederos de Europa ocurrió -sin precedentes- durante el último siglo y tendió a opacar cualquier degradación de su potencia, en las percepciones. Esto viene reforzado por el hecho de que -históricamente- Occidente fue regularmente atravesado por cismas o líneas divisorias en su interior. Una de las consecuencias tangibles de esto es que, en el “viejo” mundo, las élites viven hoy muchas veces en un estado de mayor desacople con su sociedad y en una suerte de nostalgia por un antiguo esplendor.
El reciente triunfo electoral de Donald Trump en los EE.UU. da una muestra de eso. Por un lado revela el afán de la Nación estadounidense de volver a ocupar un rol activo en el marco de una globalización más competitiva y compleja. Por otro, expresa el despertar político de una sociedad norteamericana tambaleada por la nueva realidad geopolítica y por años de desindustrialización y autoflagelo institucional.
En los hechos, esta evolución general no es separable de una verdadera guerra híbrida librada por los rivales internos y geoestratégicos del Occidente, en pos de debilitar el orden global sellado después de 1945 e instalar la idea de su declive definitivo. El conflicto ruso-ucraniano es uno de los puntos focales donde este orden está confrontado, sobre todo militarmente, pero también geoeconómica e informacionalmente. Pero hay algo de igual o incluso mayor importancia que la dimensión militar: varias dinámicas de guerra por el ámbito social, o political warfare en el léxico anglosajón -han participado en la fractura de este orden- en el marco de una conflictividad extendida -particularmente en el campo inmaterial- del mismo modo que la alianza occidental lo ha venido practicando contra sus adversarios y contra sus propios aliados. Dicho de otra manera, se ha venido reconfigurando la confrontación entre un Occidente heterogéneo y sus rivales en materia de political warfare, con implicaciones muy concretas en la evolución geopolítica que observamos en el tiempo.
La matriz de combate comunista y sus mutaciones.
La matriz comunista ha ocupado y sigue ocupando un lugar singular en este marco. Nacida con Carlos Marx a finales del siglo XIX, el comunismo se inspiró de una escuela de pensamiento fundada en el gnosticismo, el hermetismo y la dialéctica sociológica, con la influencia de Rousseau, Hegel, Kant y otros elementos anteriores -que no podremos abordar en detalles aquí-. Marx fue su mejor sintetizador y plasmó una primera versión del marxismo, en la perspectiva combativa del materialismo histórico que todos conocemos.
El gnosticismo -muy esquemáticamente- es una alteración del modo de pensar que puede conducir -según el fin perseguido- a atacar tres pilares de cualquier sociedad: su fe, su razón y su orden legal. Plantea un modo de comprensión superadora de la manera en que se mira el mundo e induce otro camino para insertarse en él como ser humano y como sociedad. Mientras la concepción del progreso moderno plantea adecuar mejor la vida humana a la realidad existente, el gnosticismo revierte la ecuación dirigiendo la mirada hacia un mundo utópico, que no existe y que además tiene todas las probabilidades de no poder existir. Por eso Marx ha sido visto como el inventor de un nuevo “opio” de los pueblos, es decir como uno de los fabricantes de una nueva fe y razón susceptibles de enrolar las masas por fuera de sus raíces religiosas y culturales tradicionales.
El historiador Arnold Toynbee lo comenta en estos términos en su obra Manking and Mother Earth: “El marxismo, como el budismo, es teóricamente ateo. Pero -al igual que el darwinismo- el marxismo proporciona un sustituto de Yahvé, el dios del judaísmo, del cristianismo y del islam. El sustituto de Darwin es la Naturaleza, cuya acción selectiva es entendida como modo de favorecer a ciertas razas. El sustituto de Yahvé para Marx es la “necesidad histórica” y su “pueblo elegido” es el proletariado industrial”.
La primera versión del comunismo apuntó a la destrucción del capitalismo mediante la toma del poder y de los medios de producción. En China, la experiencia combinada del confucionismo, del leninismo y del maoísmo, permitió incorporar la metodología de vanguardia y de la dialéctica, sumándole una modalidad de guerra revolucionaria que logró revertir exitosamente una situación semicolonial iniciada desde 1840 con las Guerras del Opio. En la misma óptica, Mao Zedong alcanzó a subvertir la cultura tradicional designando a los “Cuatro Viejos” de China (las costumbres, la cultura, los hábitos y las ideas) como elementos para ser borrados. Con el Gran Salto hacia Adelante en 1961, fracasa en lo cultural, lo económico y la paz interna, de modo semejante al proceso seguido por la Unión soviética hasta 1990.
Ya en los años 1920 y 1930, el neo-marxismo había formulado su desplazamiento de la economía al campo de la cultura. Max Horkheimer, Georg Lukács y AntonioGramsci formalizaron una segunda matriz comunista a raíz precisamente de su choque contra la solidez cultural de la esfera occidental (instituciones, religión, valores). La mirada estratégica trataba entonces de subvertir y fisurar esta base, en particular la Iglesia, la cultura y la educación.
En los años 1960 y 1970 Hélder Câmara y Paulo Freire dieron forma a un tercer marxismo enAmérica del Sur con una radicalización plasmada en la teología de la liberación, la cual dará forma más adelante a la teoría crítica de la educación, que se propagará en todo el sistema educativo occidental. Esta corriente entró en resonancia con el postmodernismo deMarcuse, Lyotard, Baudrillard, Deleuze o Foucault, postulando que el conocimiento se construye más en función del poder, que a partir de los modos de aproximarse de la realidad existente.
Durante estas mismas décadas -60/70-, el marxismo castrista optaba por la lucha armada pseudo-revolucionaria en Sudamérica, mientras los neomarxistas de otros lugares venían perdiendo apoyo y empezaban a infiltrar a las universidades y las instituciones al margen de la acción violenta. Más tarde -en 1990- con el fracaso efectivo de la lucha armada y la caída de la URSS, el castrismo se renovó en una coordinación político-cultural adoptando la nueva partición de combate de la izquierda internacional.
En los años 1970, la rivalidad entre Rusia y los EE. UU. empujó estos últimos a acompañar la transformación de China de la mano de Deng Xiaoping. Aunque pueda sorprender, el trío Henry Kissinger, Richard Nixon y David Rockefeller selló un modelo de capitalismo combinando teoría política comunista y corporativismo fascistoide, con una proyección global -socialismo diversificado-. Del lado Occidental, echaron las bases de un marco de gobernanza global a raíz de (3): los Objetivos de Desarrollo (SDGs), la Agenda 2030, el clima y el Net Zero, las pautas ESG, etc., con el objetivo de hacer decrecer al Occidente, concebido entonces como un enemigo a someter a este nuevo orden bipolar.
La estrategia Cloward-Piven, concebida para socavar a los Estados Unidos desde adentro, sobrecargando sus recursos y generando conflictos internos, incluso mediante la inmigración ilegal masiva, formó parte y sigue formando parte de esta dinámica. En China, Deng Xiaopingfusionó varias culturas de combate (marxismo, maoísmo, capitalismo, fascismo), haciendo su ingreso en el capitalismo desde un modelo corporativo cartelizado, controlado por el Partido Comunista chino y exento de las restricciones impuestas el Occidente.
El propósito de este proyecto “comunista-fascista”, llevado adelante en colusión paradojal con China, es hacer de Washington y Pekín las dos superpotencias mundiales y usar latrampa de Tucídides como amenaza estratégica para cancelar cualquier pretensión de potencia. Plantea nada más que empobrecer a los países occidentales, controlar su energía, su agua, su demografía y su alimentación, erosionar las soberanías nacionales, así como también sentar las bases de un gobierno global. Esta nueva fase de la matriz de combate comunista, todavía mal percibida, es hoy la más peligrosa y la que tiene más impacto geoestratégico, sin bien no tiene por ahora frentes militares abiertos.
En las mismas décadas de los 1980 y 1990, la nueva izquierda empezó a interiorizar el postmodernismo.Georges Soros formalizó su método de la “reflexividad” -como medio de generación de conflicto en el terreno de las percepciones- recurriendo también al método dialéctico hegeliano. Este método se exportó luego a China y consolidó la nueva fase que mencionamos. En 1989 nace la interseccionalidad y el multiculturalismo como fusión entre el maoísmo cultural, el enfoque identitario y la epistemología constructivista crítica.El “wokismo” se cristaliza en este semillero.
Con la elección de Ronald Reagan y Margaret Thatcher en los 1980, las izquierdas pusieron el rumbo en la “reconstrucción de la cultura”, rechazando toda postura de verdad objetiva, mientras los socialistas fabianos -en los EE.UU.- lograban penetrar y debilitar la administración de Reagan.
De 2010 hasta la fecha estas ideas continuaron mutando y se amplificaron mediante la emergencia de la “sociedad de la información”. Se formaron la teoría crítica racial, la teoría poscolonial y el wokismo, todas aprovechando las principales debilidades de Occidente, mucho menos económicas e institucionales que cognitivas, sociales, raciales e identitarias. Esta matriz ocupa hoy la mayor parte del Partido Demócrata en los EE.UU. y las formaciones socialistas, de centroderecha o derecha en Europa. En la arena política no se guía hoy por el eje clásico izquierda-derecha, sino en un nuevo eje tiranía-libertad, que entrelaza formaciones de izquierda o derecha, según las secuencias.
Para no concluir
Bienvenidos a una era recargada por el “political warfare” (5). Existen otras matrices de combate que apuntan también al bloque occidental, entre ellas el islam combativo, el eurasianismo y la cuarta teoría política (Rusia), o la comunidad global de destino de China. Son elementos de un nuevo panorama conflictivo que veremos en próximos capítulos. Abonan a un “estado de guerra sistémica” ejercida preferentemente en el terreno inmaterial de las percepciones, de las creencias y del conocimiento, entramando -según los casos- frentes militares, geoeconómicos y políticos. Constituyen un “ciclo de guerra de quinta generación” como lo señalan varios analistas militares para quienes pocos aparatos estratégicos están preparados.
Heredero de Atenas, Roma y Jerusalén, Occidente es una matriz cultural cuyos pilares son la razón, la fe y la ley, plasmados en el reconocimiento del sujeto, la democracia y el Estado de derecho. La trama operativa -pivote de esta matriz de combate- logró formar un modus operandi para atacar a estos pilares según una “lógica subversiva”. Otras culturas de combate se inspiraron en ella.
Siempre sorprende que Occidente no haya aprendido a sortear los enemigos salidos de sus propias entrañas.
ACLARACIONES:
(1). Percepción: es el proceso mediante el cual interpretamos y damos sentido a la información que recibimos a través de nuestros sentidos, como la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Involucra no solo la detección de estímulos físicos, sino también la interpretación que hace nuestro cerebro de estos estímulos, para que podamos comprender nuestro entorno. Este proceso es complejo y está influido por factores internos, como nuestras experiencias previas, expectativas y emociones, y factores externos, como el contexto en el que nos encontramos. A través de la percepción, construimos una representación mental del mundo, que es subjetiva y puede diferir de una persona a otra. Por ejemplo: al ver un objeto, no solo detectamos sus características físicas (como el color, la forma o el tamaño), sino que también lo relacionamos con conocimientos previos y le asignamos un significado.
(2). Decadencia: es un proceso o estado en el cual algo o alguien experimenta un deterioro o declive progresivo. Este concepto se usa para describir la pérdida de cualidades positivas, vigor, o valor, y se puede aplicar tanto a personas como a culturas, civilizaciones, o instituciones. La decadencia suele implicar la pérdida de cualidades esenciales, ya sea morales, materiales, estéticas o de otro tipo.
Ejemplos de decadencia:
Decadencia Moral: Cuando una sociedad experimenta una pérdida de valores éticos, aumentando comportamientos considerados negativos o degradantes.
Decadencia Cultural: Ocurre cuando una civilización o grupo cultural pierde interés por sus tradiciones, arte, o educación, entrando en un periodo de desinterés o banalidad.
Decadencia Física o Salud: En el caso de individuos, se refiere al deterioro físico, ya sea por la edad, la falta de cuidado, o enfermedades.
Decadencia Económica o Material: En economías o instituciones, hace referencia a una pérdida de recursos, capacidad productiva, o influencia.
Ejemplo histórico: En la historia, se habla de la decadencia del Imperio Romano, que en sus últimos siglos experimentó un declive en términos militares, políticos, y sociales, lo cual llevó a su eventual caída. En general, la decadencia es vista como un proceso gradual que suele llevar a la pérdida de grandeza, integridad o influencia.
(3). Objetivos de Desarrollo (SDGs), la Agenda 2030, el clima y el Net Zero, las pautas ESG: significan lo siguiente:
Sustainable Development Goals, (SDGs) son una serie de 17 objetivos establecidos en 2015 por la ONU que buscan abordar desafíos globales como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático, la paz y la justicia. Estos objetivos están diseñados para promover el desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida en todo el mundo y se espera alcanzarlos para el año 2030.
Agenda 2030: Para el Desarrollo Sostenible,es un plan de acción global adoptado en 2015 por los países miembros de la ONU, que incluye los SDGs como su núcleo. Se trata de una agenda universal que establece metas específicas para transformar el mundo hacia un desarrollo sostenible, de manera inclusiva y respetuosa con el medio ambiente. La Agenda 2030 establece plazos, políticas y directrices para ayudar a los países a implementar y monitorear los SDGs.
El Clima y el Net Zero: En el contexto del cambio climático, Net Zero(o emisiones netas cero) significa reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a un nivel donde las emisiones restantes puedan ser “compensadas” o absorbidas, por ejemplo, mediante prácticas de reforestación o tecnologías de captura de carbono. La meta de “Net Zero” se enfoca en lograr un balance para que no se aumente la concentración de gases contaminantes en la atmósfera, con el objetivo de frenar el calentamiento global. Muchos países y empresas se han comprometido a alcanzar este objetivo para 2050, aunque algunos buscan lograrlo antes.
Pautas ESG: -Environmental, Social, and Governance– Ambiental, Social y de Gobernanza. Son un conjunto de criterios que miden el impacto ambiental, social y de gobernanza de una empresa o entidad. Las pautas ESGayudan a los inversores a evaluar el compromiso de una empresa con la sostenibilidad y la responsabilidad social. Los criterios ambientales incluyen temas como la huella de carbono y el uso de recursos; los criterios sociales abarcan el trato a los empleados y la participación en la comunidad; y los de gobernanza se refieren a la transparencia y las prácticas éticas en la gestión de la empresa. Estos conceptos son clave en las iniciativas globales actuales de sostenibilidad, ya que establecen marcos, metas y compromisos que tanto gobiernos como organizaciones y empresas pueden adoptar para avanzar hacia un futuro más sostenible y ético.
(4). TRAMPA DE TUCÍDIDES: es un concepto que describe la tensión y el riesgo de conflicto que surge cuando una potencia emergente amenaza con desplazar a una potencia establecida. Este término fue acuñado por el politólogo Graham Allison, inspirado en la historia del conflicto entre Atenas y Esparta en la antigua Grecia, que fue descrito por el historiador griego Tucídides -en Las Guerras del Peloponeso-. En términos modernos, la trampa de Tucídides plantea que cuando una nación emergente (como fue China en el siglo XXI frente a EE.UU. empieza a crecer rápidamente y desafiar la posición dominante de una potencia establecida (como EE.UU.), es más probable que ocurra un conflicto. Esto no significa que el conflicto sea inevitable, pero sí señala que las tensiones aumentan significativamente en esas circunstancias, ya que la potencia establecida podría temer perder su influencia y status. Trump llega al poder para anular TODOS los puntos abarcados en (3).
(5).“Political Warfare”. Se puede traducir conceptualmente como “guerra política” o “guerra de influencia política”. Este término se refiere a una estrategia en la cual un país utiliza medios no bélicos (como propaganda, desinformación, presión económica, diplomacia encubierta y operaciones psicológicas) para influir, manipular o desestabilizar la política interna de otro país o para ganar poder en el escenario internacional. La “guerra política” se enfoca en moldear opiniones, narrativas y percepciones en la población o la élite de una nación objetivo, creando divisiones internas, debilitando la confianza en las instituciones, o promoviendo movimientos que sirvan a los intereses del país que despliega estas tácticas. No se trata de un conflicto militar directo, sino de una competencia ideológica, informativa y psicológica que afecta la cohesión social y política de los países involucrados. En Argentina el diario Perfil es un ejemplo explicito.
Hubo un momento en el que los argentinos creyeron que la guerra que los atormentaba, una guerra sucia y desgraciada, colateral de la guerra fría- donde el eje de la acción bélica era la bomba, la huelga revolucionaria o el asesinato por la espalda en cualquier esquina del país, pero también el asalto a cuarteles y el bosque tucumano como remedo de un Vietnam autóctono- había terminado. Era tanto el deseo que así fuera que no se les ocurrió pensar que generalmente las expresiones de deseo casi nunca se cumplen.
Que fue la flaqueza moral de los políticos argentinos lo que llevó, ese 24 de marzo, a unos desconcertados militares a tomar el gobierno es algo que no necesita demostración, pero no exculpa a los mandos militares de este dislate ya que creían, a pie juntillas, que esa guerra era una continuación de la política y que, ganándola militarmente, ahí acababa todo.
Hoy, en Argentina 2021, la realidad se ríe del axioma de Clausewitz porque hace casi cuarenta años que estamos viviendo una política que es la continuación de esa guerra que no se supo manejar, ni menos aún, ganar. Ese día, el 24 de marzo de 1976, la República estaba ganando la guerra y ese mismo día, perdió la oportunidad de terminarla. ¿Por qué sucedió este desatino?
Hay variadas razones que explicarían el desastre, pero solo una es, a mi modo de ver, aceptable y, aunque para muchos sea indecoroso mencionarla, lo que se vive hoy en la Argentina lo confirma. Ese día de marzo de hace cuarenta y cinco años un grupo de generales, almirantes y brigadieres impidieron, con su acción, que la guerra que se libraba en el territorio nacional, y que estaba circunscripta a las “orgas” terroristas y a las Fuerzas Armadas, se extendiera a toda la población, que esa guerra de facciones se convirtiera en una guerra civil hecha y derecha.
Más allá del hecho que permitir a los civiles hacer la guerra a las “orgas”- fuera del servicio militar obligatorio- era la imagen plena de la Patria en armas, esta hubiera tenido también una consecuencia práctica que hoy sería inapreciable, si esa multitud que antes de marzo del ’76 pedía cadalsos y fusilamientos públicos hubieran tenido en sus manos la sangre de los terroristas muertos o desaparecidos otra sería la Argentina de hoy. A nadie, o a muy pocos, les preocuparía si el enemigo había dejado 10 o 30.000 cadáveres, ni si estaban enterrados o fondeados en el mar, porque fuera cual fuese el número, cada uno de ellos nos pertenecería a todos, y de esta manera, la guerra, sí hubiera terminado.
Pero esos jefes se dejaron seducir también por interesados cantos de sirenas que le soplaban al oído que no solo estaban para ganar una guerra, sino que esta era también una oportunidad para hacer algo más que lo que su profesión les dictaba. Tenían una tarea superadora de la guerra- les decían las “sirenas cantoras”- tenían que reorganizar el país, tenían que devolver la ética a la República. Un sueño que solo podían soñar, pero que no estaban capacitados para hacerlo realidad. No permitieron a la sociedad civil meterse en la guerra, pero tampoco le permitieron hacer que la paz fuera algo más que una ilusión.
Siete años después, toda esa ilusión se había perdido. Todo había terminado peor que mal. Con mucha pena y la única gloria que la Argentina tuvo en los últimos años- esa que diez mil tipos con su valor y denuedo le dieron a la Patria en esas islas tan lejanas, pero tan queridas-, el proceso se fue. Los argentinos, vaya novedad, se habían cansado. Con la furia y la cobardía del converso querían abrevar en una biblia nueva, les había fallado la espada, tantas veces pedida, y la “solución” estaba en ese librito liminar de la República al cual, tantas veces, civiles y militares habían usado de papel higiénico. Ni lerdo ni perezoso un “santón” laico- devenido hoy en “padre de la democracia”, porque para la mentalidad “argenta” la muerte mejora a cualquiera- lo ensilló para llevar adelante su proyecto. Nada de su prontuario les importó a los argentinos, ni que hubiera sido abogado defensor de terroristas ni que la ineptitud fuera el común denominador de él y de sus colaboradores, un ilustre conjunto de vanos charlatanes que creían que la única manera de solucionar los problemas de la República era inventando impuestos o revisando el pasado. Pasado del cual ellos, al igual que todos los políticos, habían sido responsables.
Por estupidez o por ideología eligió, el “santón de la democracia”, limpiarse el trasero con la Constitución Nacional y dio el puntapié inicial que inauguró los circos judiciales destinados a vengarse de todo aquel que hubiera combatido a la subversión, primer acto de esta ópera trágica que aún no ha concluido y que tiene como objetivo la destrucción de las Fuerzas Armadas y, por extensión, de la República.
Ese 10 de diciembre de 1983, con el proceso en fuga, comenzó la segunda parte de esa guerra que a la Argentina le había costado tanta sangre y dolor y que se hubiera podido ganar. La subversión, incapacitada militarmente supo que las condiciones estaban dadas para seguirla de otra manera, sembrando en silencio su semilla. Se enfocaron en Gramsci y dejaron para el “Che” las camisetas, porque el tiempo había dejado de importar. Disfrazados de “progres”, sabían que ahora podían contar con la confusión y la hipócrita contrición de la mayoría de los argentinos que, de haber pedido mil horcas en Plaza de Mayo, ahora se horrorizaban por los desaparecidos como si desapariciones y muertes hubieran ocurrido en Mongolia. Y a caballo de nuestra desidia lo fueron haciendo bien. Empezaron a copar las escuelas donde en poco tiempo consiguieron que la disciplina fuera una expresión cuartelera insoportable en la nueva “escuela democrática”, pues era menester que el orden y la autoridad desaparecieran de ella.
Lo que vino después, es conocido, una democracia enclenque manejada por iletrados pedantes que la han reducido a la decisión del voto sin haber enseñado al pueblo que le diferencia de ésta con una dictadura son las obligaciones civiles que su ejercicio conlleva. Si los primeros doce años de la Argentina “democrática” fueron malos, los últimos, hasta el día de hoy, no podrían haber sido peores. Año a año hemos visto que la preocupación de la dirigencia política no ha sido combatir la pobreza que ha crecido hasta el numero vil que nos dice que de cada diez chicos menores de diecisiete años siete son pobres, que pese a las vanas promesas de mejorarla, la educación pública solo sirve para adoctrinar futuros piqueteros y tira bombas en el resentimiento revolucionario. Que, aunque se han llenado la boca con la defensa de la salud pública, esta no ha dejado de ser una ficción, ficción que puesta a prueba en esta pandemia que asola al mundo y nos ha entregado 80.000 cadáveres, de los cuales un tercio podrían seguir vivos si la gestión vacunadora no hubiera sido una infame sucesión de negociados, componendas y hurtos.
Hoy, con este gobierno están dadas las condiciones para que los argentinos perdamos paz y libertad, su objetivo es la pauperización de la sociedad argentina, objetivo que con el “manejo” de la economía y de la pandemia- cuarentenas eternas, cierre de escuelas, fábricas y negocios y pésima gestión en salud- se está logrando. El modelo político que el kirchnerismo promueve es el mismo de los años setenta, un modelo autoritario que de republicano ni siquiera tiene un barniz.
Estos son los hitos de esa guerra que continúa, y que es probable que perdamos definitivamente. Guerra que nunca dejó de estar presente entre nosotros aunque no queríamos verla y los políticos ocultaban.
“Con motivos virtuosos, dejándose llevar por la inercia y la timidez, no se puede combatir la maldad armada y decidida”
Winston Churchill
Ignoro que pasa hoy por la cabeza de nuestra sociedad, pero debo confesar que me asombra su cobarde pasividad frente a la velocidad con que la caballería del kirchnerismo se está moviendo en el campo de batalla de la política argentina, protegido en sus flancos por los buenos modales de Alberto Fernández, que no duda en volver al redil cada vez que su Vicepresidente lo llama al orden, sea aquí o desde Cuba y se trate de deuda externa, de tarifas de los servicios públicos o de la inventada lawfare.
Conociendo, como todos, el doble discurso que caracteriza al Presidente, nunca sabremos si, cuando respalda los exabruptos de su jefa espiritual, lo hace por convicción o por conveniencia, pero ese aspecto carece de importancia ya que él nos dijo que son “lo mismo”.
Un mero listado de las acciones bélicas que este curioso matrimonio político ha realizado en los 74 días que lleva en la Casa Rosada –sin sumar siquiera las propias barrabasadas de Axel Kiciloff desde su trono en La Plata- permite ver con claridad meridiana el rumbo que está imponiendo esta banda de delincuentes al destino de la República, un rumbo que es ratificado y expuesto pública y diariamente por sus principales voceros.
A eso me refiero cuando digo que estoy asombrado por la pasividad ciudadana: no ocultan, ni pretenden hacerlo, su designio de imponer en la Argentina el chavismo, tanto para lograr la impunidad por el saqueo gigantesco que realizaron cuanto por venganza ante un mundo que, todos los días, se ríe de nosotros por haber permitido que volviera al poder la asociación ilícita que organizó y encabeza Cristina Fernández.
Porque con ella, educada a estos fines en Cuba, regresó a la administración pública lo peor de la infame cohorte de cafres y malvivientes que la acompañó durante su período presidencial, y a ellos se los puso al frente de los organismos de control, de las cajas susceptibles de ser robadas, de los puestos claves para garantizar la consecución de sus siniestros propósitos de indemnidad y represalia.
Sus primeros movimientos al respecto fueron desarmar y desarticular a las fuerzas de seguridad, lo cual ha traído aparejado un sideral aumento del delito; ésta, la inseguridad cotidiana que padecemos, se transformará en la piedra más molesta en los zapatos de los Fernández, porque ya se encuentra al tope de las preocupaciones de la sociedad. Al haber sido disueltos los organismos especializados de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico nacional, los mercaderes de drogas consideran a nuestro país zona liberada y cuentan con la complicidad paga de los gangsters y de su comandante.
En las manos de los cómplices del despojo kirchnerista ya están los ministerios de Seguridad, de Agricultura y de Defensa, la AFIP con la DGI y la Aduana, la AFI, la OA, la OIA, la Procuración del Tesoro, la ANSES y el INADI, así como numerosas embajadas claves ocupadas por sus más notorios esbirros, muchos con frondosos prontuarios. Ahora se prepara para lograr la Procuración General para Daniel Rafecas y, con el movimiento de pinzas que significa el cambio de régimen jubilatorio para jueces y fiscales, que provocará la renuncia de numerosos magistrados, por un lado, y el retiro de los pliegos enviados al Senado por la administración macrista, por el otro, cubrirá cientos de vacantes en los fueros claves para moldear a su antojo el Poder Judicial, en especial el que sienta sus reales en Comodoro Py. La sonrisa triunfal de Máximo Kirchner en todas sus apariciones no debería dejar de preocuparnos, más allá de la irritación que provoca.
El ataque comenzará por el crucial Juzgado Federal Nº 1 de La Plata, con funciones electorales en toda la Provincia, a cuyo frente pretende colocar al actual Juez Federal de Dolores, el cuestionado Alejo Ramos Padilla. Y luego cargará contra los jueces y camaristas que tanto han atormentado a la Vicepresidente, sus hijos y sus cómplices y testaferros al ventilar, en audiencias públicas, las pruebas de sus infames delitos.
Avanzará, en pos de la misma impunidad que busca para su numen, contra las detenciones que afectan a los ya condenados por la Justicia, cuyo principal exponente parece ser Milagro Salas, con intenciones tales como la intervención federal al Poder Judicial jujeño o el insólito proyecto de ley que procura impedir el juzgamiento de aquellos funcionarios públicos que hubieran sido investigados previamente por el periodismo.
Los regimientos de militantes K operan todos los días pero encubiertamente, como arteras guerrillas, sobre la educación y la cultura, buscando destruir desde el idioma hasta la familia, como sugería Antonio Gramsci, ya que ambos son los pilares de la identidad de toda sociedad, capaces de resistir el embate político de sus enemigos. Mientras, los medios masivos de prensa esconden tras el altar del rating los graves problemas que nos aquejan e impiden que la ciudadanía tome conciencia del rumbo que nos lleva, sin escalas, a los tan exitosos paraísos venezolanos y cubanos. Si no reaccionamos ya mismo, cuando queramos acordarnos será tarde.
Soy una persona medianamente culta, del montón nomás, no soy una mente brillante ni un politólogo de renombre, tengo algo de cultura general aprendida e inculcada en los colegios a los que me mandaron mis padres los cuales reforzaban la educación, el respeto al prójimo y a la autoridad, las buenas costumbres y el orden que uno mamaba en casa. Los profesores eran excelentes y conocían perfectamente el arte de enseñar y como personas cumplían con creces lo que el cargo les demandaba. Hoy día, dichos colegios han sido reemplazados por fuentes de trabajo y adoctrinamiento masivo con la especialidad en libertinaje y anarquía, los profesores y maestros en su gran mayoría, salvo honrosas excepciones, han sido reemplazados por androides quienes son programados con planes de estudios impartidos por los distintos ministerios, y todo esto se fue al carajo. Los grandes responsables de la debacle de la educación son personajes de la calaña de Filmus, Baradel y cuanto ministro, sindicalista y populista anda dando vuelta sobre este noble territorio al mejor estilo Gramsci y digo noble territorio y no noble Patria, pues Patria abarca también todo lo que está “arriba” y sobre eso que está “arriba”, es precisamente el motivo de esta catarsis.
Nuestro querido país, está viviendo desde hace muchos años una degradación política, social, económica, moral, cultural y educacional que el mismo Nicolás Maquiavelo sentiría que “se quedó corto” en eso de que el “fin justifica los medios” y quienes nos gobernaron, nos gobiernan y al paso que vamos nos gobernarán, se encargan de cumplir a rajatabla.
En política parecería que todo es válido, ya no importa la decencia, los valores, la trayectoria, la excelencia, nada de esto es imprescindible para ocupar un cargo público o una banca en la legislatura. Hoy un prontuario pareciera tener más peso que un curriculum vitae, teniendo en cuenta que delincuentes comunes y no tan comunes se autodenominan presos políticos y se postulan a distintas candidaturas desde sus lugares de detención. La realidad supera a la ficción.
Quienes destruyeron sistemáticamente la economía, instituciones y organismos del estado, resurgen de las cenizas como el Ave Phenix, autoproclamándose salvadores de la patria. Que alguien me explique cómo puede ser que quienes gobernaron a La Argentina tantos años, sumiéndola en una crisis económica, social y financiera sin precedentes hoy tengan las herramientas para solucionar todos los problemas. Si saben y tienen los medios para hacerlo, ¿por qué carajo no lo hicieron antes? Se ve que la Patria poco les importa, para estos crápulas lo único que les interesa es el poder, para seguir incubando generaciones de pobres, incultos y analfabestias quienes son los que les generan pingües ganancias.
El oficialismo también aporta lo suyo. Para ganar popularidad se ha vuelto populista, valga la redundancia, pero con el populismo se nace, es algo que se lleva en la sangre y cuando alguien se quiere transformar en populista sin serlo, las cosas le salen como el culo (cualquier parecido con la realidad NO es mera coincidencia) El ser hijo de uno de los empresarios más ricos de la Argentina, el haber estudiado en los mejores colegios y universidades no lo capacita para ser populista. El Che Guevara, pese a haber pertenecido a una familia de muy buena posición social, nació populista. Eso marca la diferencia entre ser y parecer, al populista le creen, al que se hace pasar por populista, NO. Populistas son los peronchos, esos si que saben de populismo y manejan las masas como les enseñó el General. El resto es pura cháchara. Aclaro que no comulgo con las ideas del General y menos del asesino serial. Todo lo contrario.
Una de las perversidades a la que mas nos someten los gobiernos, es el estado súper dimensionados que tenemos que mantener entre todos los que estamos dentro del sistema. La cofradía política no quiere ajustarse en nada ni dimensionar el estado de acuerdo a las necesidades del país, solo piensan en “salvarse” ellos y varias generaciones que los sucederán. El gasto de la política está desmadrado y en la campaña electoral para las próximas elecciones, ningún partido habla de achicar el gasto público. Los planes sociales como son usados políticamente, nadie tiene la intención de reducirlos y generar trabajo, todo lo contrario, cada vez abundan más. Resumiendo: la cultura del trabajo se esfumó gracias a la política.
Nada es gratis para los ciudadanos de a pié, esta fiesta política la tenemos que pagar entre todos los que estamos dentro del sistema. Para conseguir estos fondos el estado puso a la AFIP a “cazar en el zoológico”. El argentino medio tributa el 52% de sus ingresos, es decir que desde el 1 de enero el hasta el 5 de julio se trabaja para el estado, para mantener ese elefante blanco lleno de políticos inútiles e inescrupulosos, piqueteros que cobran planes por no hacer un carajo y además hacen piquetes con cortes de calles y rutas haciéndonos la vida imposible. Este 52% no sería un porcentaje descabellado si el estado proveyera de una buena educación pública, una buena asistencia de salud, rutas y autopistas acorde a lo que se tributa, seguridad, etc., etc., etc., pero nada esto ocurre, todo lo que proviene del estado funciona como el culo por lo que tenemos que mandar a nuestros hijos a colegios privados para no estar a merced de Baradel y sus secuaces, tenemos una prepaga que nos exprime como un limón en un gin tonic porque ya sabemos lo que es caer en un hospital de estado (hay excepciones), tenemos que ir por autopistas caras y malas (Illia: hora pico $ 35 por hacer poco mas de 5 km. ¡Carísima!, es decir como dijo alguien, pagamos impuestos como un país nórdico y recibimos servicios como un país africano (Exceptuamos a Sudáfrica)
A propósito de la AFIP, los boludos que la gestionan y crean los sistemas informáticos se contradicen y fomentan la economía en “negro”. Estos días me tocó vivir en carne propia un situación generada por una mala gestión de una profesional, no importa el motivo, pero el asunto es que tenía que pagar un VEP (volante de pago electrónico) generado en mi cuenta corriente del Banco de la Pcia de Bs. As., pero la AFIP me impedía recibir plata en mi cuenta ya que había un pedido de embargo sobre los fondos. En la Delegación Necochea no sabían de que manera podía pagar el VEP sin poder recibir fondos en mi cuenta corriente. Solución: me hice generar el VEP en una cuenta de otra persona y el dinero para pagarlo lo generé SIN FACTURA OFICIAL. Que cada uno saque sus propias conclusiones. Yo ya las saqué.
Estamos viviendo situaciones difíciles como sociedad, la pérdida de valores se hace cada vez más notoria y acentuada, la vida de un delincuente vale mas que la de un ciudadano decente condenado a muerte potencialmente por el hampa, de cuya protección se encarga el Poder Judicial, nada más evidente que esto gracias a la teoría zaffaroniana de abolir definitivamente el derecho penal.
Hablando de condena a muerte, es evidente que ya está implementada aunque a una gran parte de la boluda sociedad que tenemos se le pongan los pelos de punta con solo mencionarla. Argumento esto con el calvario que están viviendo los integrantes de las FF.AA, de Seguridad, ex funcionarios de los gobiernos de factos y demás personas involucradas en la guerra antisubversiva la que nos salvó de ser una Cuba ó Venezuela hoy tan criticadas por el mismo oficialismo. Quienes pelearon por nuestra libertad hoy han perdido la suya y hasta la vida, sufriendo el oprobio más injusto e indignante que cualquier demócrata se avergonzaría que estuviese pasando en su gobierno. Por supuesto que hablo de demócratas en serio, los nuestros se dicen demócratas solo porque los votan, eso no es suficiente, como dijo Julio María Sanguinetti, “Argentina y Uruguay confunden democracia con electoralismo”, nada mas acertado que eso. Estos son los verdaderos presos políticos, no los delincuentes kirchneristas que saquearon, no solamente las arcas del estado sino también saquearon el futuro de muchos argentinos de bien que creyeron y apostaron en el país. Esos delincuentes hoy viven en celdas VIP y con la atención médica y social que les otorga el Poder Judicial y obliga a cumplir a los encargados de su custodia. En cambio, los otros presos, los “represores, torturadores y violadores de los derechos humanos” quienes fueron obligados a defender la Patria de un ataque por parte de la URSS y su satélite Cuba, hoy se mueren en las mazmorras del estado sin la atención médica debida, en condiciones deplorables de detención y lo peor de todo es que han sido juzgados en muchos casos por terroristas a quienes combatieron y fueron sus enemigos en la guerra y hoy avenidos en jueces “demócratas” y que está a la vista de todos su sed de venganza. De otra manera no se entiende. Cuando escucho hablar de derechos humanos, pienso que se están comiendo al caníbal. Es por todo esto que me enerva ver a Macri acompañar a delegaciones oficiales extranjeras a rendir homenaje a quienes pretendían quedarse con nuestra libertad en el Parque de la Memoria Tuerta, entre quienes está Roberto Santucho, el mismo que pretendía asesinar a mas de un millón de argentinos para instaurar la “patria socialista”. No me cabe duda que en ese millón de personas estaría incluido el señor Franco Macri y probablemente su hijo, quien hoy nos gobierna. ¿Qué necesidad había de llevar a los All Blacks a la ex ESMA? ¿Por qué los llevaron a visitar las cárceles del pueblo donde la guerrilla detenía, torturaba y asesinaba a militares y empresarios? Me refiero puntualmente al Tte Gral Aramburu, al Tte. Cnl. Larrabure, a Oberdan Sallustro, et., etc.
Siguiendo con el tema de la sentencia a muerte, veo con honda preocupación como se condena a muerte a inocentes sin derecho a un juicio justo y por algo que ellos no tienen la culpa. Me refiero precisamente a la despenalización del aborto. Ahora la irresponsabilidad de una noche de placer se soluciona matando a una criatura inocente. Pasa lo mismo con una violación, que culpa tiene esa personita engendrada si el padre es un violador y que probablemente esté en libertad por esa teoría de Zaffaroni. En lugar de castigar al delincuente el cual debería estar castrado o por menos en cana, se asesina un individuo inocente sin derecho a una legítima defensa. Todo esto sin entrar en un plano religioso, soy católico y por supuesto estoy en contra del aborto, solamente me apoyo en el primer derecho natural: EL DERECHO A LA VIDA.
Para terminar me tomo el atrevimiento de corregir nada menos que a Jorge Luis Borges: Los incorregibles no son solo los peronistas, incorregibles son todos los argentinos
“La historia es testigo de nuestra incertidumbre en la toma de decisiones y en la propensión a la inmediatez y el dejar para “mañana”, por lo que el hoy estamos en crisis, crispación, violencia y desesperanza. En todo falla el correcto sentido de soberanía e identidad como Nación – Estado y Patria, hemos perdido dos siglos en juegos ninfomaníacos, siempre en contacto con la perversión y la corrupción, sin haber llegado a definir, el contexto político en el que vivir, apuntando al Bien Común. Seguimos fracasando, por exclusiva culpa del Pueblo Argentino olvidándonos que somos sus integrantes o sea los mandantes irresponsables”
CUAL HA SIDO Y ES EL SINO DE NUESTRA CULTURA.
“los tiempos pasan y nos estamos haciendo viejos…” así reza un canción popular y realista. Y así con esta alegría futbolera, las ideas, se han transformado en ideologías cataclísticas, los pensamientos, se cosifican en razonamientos abstrusos, donde el ayer no existe el mañana…”veremos” y el hoy, el presente en el que en cada día escatimamos, potencia para mantener y/o forjar, bases sólidas para nuestros descendientes y por ende la Patria.
Hemos caído en una anomia dispersiva del objeto urgente de la cuestión. Cuál es la armonía social y el progreso sólidamente convocado en cimientos sólidos, llamados Valores.
Precisamente de Valores y de Virtud Política, es como se hacen las vidas de los pueblos, que ansiosamente, se ven reflejados en cuanto Poderoso lo mantiene en la ignorancia y el desequilibrio emocional, ahuecándolo en sus canastas de imbéciles, seguidores de falsos líderes trasgredidos en Mafioso o Caudillos.
Nuestra Cultura, que abarca tanto las nomas de convivencia, como el derecho a la información y a ser oído y a proyectar lícitamente un futuro para los que nos siguen o nos acompañan desvalidos de esos Valores Trascendentes, que nos harían, SER. Con Soberanía claudicantes sobre el soporte de la Virtud Política y el irrestricto apego a la Ley. Debe conformar un sólido apego a la lucha cultural.
EL DAÑOS DE LOS CAUDILLOS Y SALVADORES DE LA PATRIA
A poco que repasemos la historia, vemos desnuda la realidad de las controversias y las luchas por el poder, y el desprecio del Estado, fuerte pero no tiránico. Si estos salvajes, no solo se enriquecieron a causa de sangre gaucha, sino que conformaron verdaderos grupos de poder, que atentaron contra la conformación nacional.
Posteriormente (1930 y 1955), el país desoyó el clamor popular desbrozando entelequias etílicas y la desnaturalización de la Cultura, la Sana Moral y las Buenas Costumbres asidas al camino del Estado de Derecho Justo y por ende al remanido Bien Común. Fuimos sordos y ciegos y embicamos en mala caleta.
Desde que se dice que intentamos ser Libres, a ojos vistas, esta demostrado, la ineptitud chabacana de los detentadores del poder y las ilusorias directrices, de que tipo de Gobierno queríamos.
Así, entre caudillos y paniaguados, nunca supimos si éramos Monarquía, o República y dentro de este estilo, cual.
Esta visto que los argentinos no necesitamos de ningún imperialismo para NO SER, simplemente el poco apego al riesgo y el trabajo, conformaron una Psico-socio Política, que se sumo ignominiosamente a pensamientos populistas, marxistas y últimamente a las ideas del tortuoso Antonio Gramsci.
Resumiendo, no somos lo que en tantos discursos y asonadas se dijo. Por exclusiva responsabilidad NUESTRA. Y no supimos interpretar a los estudiosos del Derecho y la Ciencia Política y el Derecho Constitucional Comparado.
Elegimos ser dóciles al “Mandón de turno” y ahora con más razón, ya que es evidente que no habrá cambios en la demagogia y la pauperización del país. La Izquierda y los Trotkistas y sumando los vagos y mal entretenidos, van conformando un “ejército“ de Poderosos – sin “enemigo”, pues al muy estilo del Venezolano Maduro, el que opine diferente o sucumbirá al miedo o será muerto. Las armas políticas y de fuego ya están, como es el caso de los seguidores de Milagros Sala.
EL TRABAJO DE DESCULTURIZACION GRAMSCIANO
Bien sabemos que los terrorista y asesinos, son parte eficiente del PODER, y por ende de sus acciones en la ruptura psisocioespititual de las sucesivas generaciones desde hace 70 años. Donde los NIÑOS, luego los DOLESCENTES, más los JOVENES – y ya los adultos, creados en una argentina que contradice la Cultura de las buenas formas Sociales y Laborales.
Las han destrozado y para mayor gravedad, lo han metido en el “corpus iuris” y desde las mas altas jerarquías se aplauden los avances( retrocesos) de los derechos civiles, dándoles personería jurídica a todas las deformaciones de la Familia y la Educación e instrucción de los estudiantes.
La desacralización del matrimonio, colocando figuras que otrora fueran de degenerados, imprimen a la vida de quienes observan – los niños- visiones fantasmagóricas en la Paternidad o Maternidad, todo en el lucrativo negocio de las acciones de agresiones , llamadas” de género”.
Para ello marchan pintarrajeadas mujeres desnudas por el espacio público en defensa “del uso del cuerpo” (sic).
Y Ya en las fuerzas armadas (ex FFAA) al no existir el Código de Justicia Militar y los Tribunales de Honor y el Fuero Militar, se destruyó un las instituciones quitándoles sus fueros e inyectándoles – desviaciones de la conducta sexual- en un Cuerpo Sanmartiniano.
El Honor ha desaparecido y lo que más grave agrede es que las autoridades, por más que los degenerados estén incluidos en el Código Civil, se vean obligados a aceptarlas. Yo creo que todos los Generales deben quebrar sus sables e irse a la casa y que el comando lo asuma (dicho con respeto) el cabo más moderno.
Pensemos en el trabajo de los Maestros, Profesores Universitarios o del Secundario, cuando deben someterse a la “voluntad popular de sus alumnos”- Ya que la Jerarquía y la sana disciplina del Respeto. Desapareció.
LA FUNDACION DE LA SEGUNDA REPÚBLICA
Permítaseme, hacer mención al mensaje del 31 de diciembre de 1999, dirigido a todas las Rusias por su Premier Vladimir Putin, en lo que claramente y brevemente da su Directiva Estratégica…” la humanidad asiste a dos acontecimientos mayores: el nuevo milenio y el dos mil aniversario de la cristiandad. Creo que el interés y la atención generalizados que concitan esos dos acontecimientos son más profundos que la simple celebración de un día excepcional…”(1) y en el contexto del volumen plantea su visión de la historia, la fortaleza del hombre ruso , su incalificable amor por la Religión y la Familia y finalmente Las Fuerzas Armadas…y se abre a un mundo sobre la base de una historia dolorosa que llevo durante 70 años de comunismo, Rusia como sus exportaciones .De las que la Argentina desde 1964 y los setenta. Fuimos acribillados en la búsqueda de una bandera roja a cambio de todo el Poder y la desacralización humana. Especialmente los pobres, los niños y los viejos, a los que no se dio alternativa. Esa guerra NO HA TERMINADO.
Quizás la Argentina deba reformular sus esquemas de poder, dentro de un sistema Republicano Semi Presidencialista, con un Presidente y un Primer Ministro y con el recupero de la VIRTUD PATRIA, apoyados en un nuevo texto Constitucional y Parlamentario, decidiéndonos de una buena vez, por elegir a los mejores en lugar de los más Poderosos del Dinero – el SEXO – LA DROGA y la mala FE.
CONCLUSION
Es necesario, por las vías del derecho, restituir las esencias de la VIRTUD humana en el ejercicio con legitimidad, del PODER.
Quizás haya que fundar un Segunda República, y trabajar duro en la Regionalización por factores económicos y aumentar la balanza exportadora, de todo lo que somos capaces de hacer, que es mucho, ya que las riquezas debajo del suelo así lo esperan.
La regionalización con más ferrocarriles troncales, llevarían especialmente a la Patagonia, un incentivo colonizador y de explotación, bajo el amparo de un estado fuerte pero no tiránico ni licencioso en el reparto. Una nueva Organización Nacional.
Es necesario elevar en términos próximos el PBI y todo fundado en el concepto …”de una nueva y Gloriosa Nación”. Con tiempos acotados y un férreo planeamiento Estratégico y Geopolítico Demográfico. Bajo el inalterable proceso de un correcta y aplicable Salud Jurídica en “casa” y frente al mundo, que ya como hemos expresado en otros escritos, damos lástima, un sentimiento que debería limar nuestro orgullo Patriota.
QUE TIPO DE CULTURA ASESINA A QUIENES LA DEFENDIERON
Vladimir Putin, en el texto citado, demuestra que no es posible evitar el pasado-históricamente, pero que una fase vital termina para dar lugar a otra. Sin menoscabo de lo dicho resiente el comunismo como un período doloroso para el Pueblo Ruso, pero deja de admitir lo que desde esa calamidad se forjó positivo.
Uno de los aspectos que le resultan execrables , fueron las “purgas”, de las que nuestro pueblo, se desinteresa, en el contexto, de aquellos que corrieron sus suertes y vidas para evitar el flagelo del usurpado británico en las Islas Malvinas y la Guerra Civil, que demando casi cuatro décadas y ahora resurge victoriosa, ya con culpas no solo del Pueblo Argentino – “INGRATO” PARA CON LOS UNIFORMADOS.
En ambos casos, la desmalvinización y la postergación de las FFAA a la supuesta “democracia” que es la capa que oculta los poderes mafiosos y angurrientos. Son claros ejemplos de una contracultura o desculturización, aceptada por los propio damnificado, que al no madurar se desinteresan por los ancianos prisioneros del estado argentino, y que importan tremendas sumas de dineros y créditos a los mal llamados DDHH. Y el pueblo, los camaradas, amigos, familiares miran para otro lado…”es cool” y los prisioneros políticos, por los que no se toma razón y si un “que me importa “ de acto o potencia, siguen siendo torturados hasta ASESINARLOS, sin que nadie diga MU..!! Resulta vergonzoso. Pero a los argentinos y a los Generales no les importa.
En síntesis – tener una HISTORIA Y CONOCERLA ES ACERCARSE A LA CULTURA CIVICA, DEL TRABAJO Y LA CAPACITACION PACIFICA DE LAS GENERACIONES A RECUPERAR O A FORMAR PARA EL BIEN COMUN DE TODOS LOS QUE “HABITEN ESTE SUELO”
(1) Vladimir Putin – Frédéric Pons- Ed. El Ateneo
*El autor tiene 72 años de edad, es Mayor (RO) del Ejército Argentino. Sirvió en la Infantería, fue Comando, Paracaidista, y Oficial de Inteligencia Estratégica. Es veterano de la Guerra de Malvinas, donde fue herido en combate, por lo que lo pasaron a retiro obligatorio, por Inútil de todo Servicio. Es Doctor en ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, criminólogo, Catedrático Universitario y fue Subsecretario de Culto de la Cancillería Argentina . Ha sido condecorado con la Medalla al Valor en Combate, Medalla La Nación Argentina al Herido en Combate, Distinción de Campaña Malvinas y Distinción Universitaria.
No hace mucho tiempo se definía en Brasil que la final de la Copa Libertadores se jugaba en Buenos Aires entre River y Boca, los dos clubes de fútbol que convocan el mayor número de socios y adherentes en nuestro país. La alegría y el orgullo envolvían al mundo futbolero y los comentaristas deportivos expresaban este estado de ánimo en todos los medios. La Argentina estaba de fiesta y olvidaba -por un momento- los efectos de la crisis cambiaria y sus consecuencias.
¿Acaso no era el fútbol la principal y única motivación social que sacaba a las calles a la bandera nacional, que ya no aparece en los grandes aniversarios de la Patria en las últimas décadas? Hasta que llegó el momento de definir quién era el campeón. Había que disputar dos partidos y a través ellos, progresivamente, el Dr. Jekyll argentino se transformó en Mr. Hyde -que es el monstruo que los progresistas nos ha creado- (1) como franja transversal transculturizada que nos mantiene socialmente “agrietados” y “contractivos”.
En el mes de Julio de éste año 2018, invitado por las autoridades del Club del Progreso, pronunciamos una conferencia cuyo título fue “Las Claves de la Inseguridad Nacional” (2). En su inicio, dijimos: “¿Pueden los padres ignorar qué “defensas” deben darle a su bebé -a través de vacunas, alimentos y vitaminas- para que rechace la agresión del medio ambiente en el que vive? Pues, valga el caso, eso es lo que estamos haciendo con nuestra sociedad, toda vez que una política comunicacional de la Seguridad Nacional, no existe. Esta es la principal causa de la inseguridad/indefensión que padecemos, pues en las guerras en acto -de 7ma G-, la orientación de la opinión pública es esencial”.
Agregábamos: “En la presente etapa de la civilización, la del “conocimiento”, la Seguridad Pública se unificó con la Seguridad Estratégica, pero en nuestro extremo occidente-sur ello no ha sido difundido. La Argentina -ideológicamente encapsulada en los últimos años, hasta el 2015- (3) se evadió de su circunstancia internacional y envuelta en falacias -el relato- se dirigió inconscientemente al “Estado fallido” (4) a través de la auto-destrucción de su núcleo duro: las FFAA y el sistema Judicial Penal Federal, que fue y es empleado para la destrucción de las primeras”.
(3). H. J. Auel. “La Argentina Encapsulada”. Julio de 2010. www.ieeba.org
(4). H. J. Auel. “El Estado Nación regional frente a las amenazas estratégicas globalizadas”. Junio de 1988. www.ieeba.org
Más adelante afirmábamos:
“El resultado de las elecciones presidenciales en Colombia el 17 Jun 18, contrario a los intereses de las FARC, dioinicio a una nueva etapa revolucionaria subcontinental. Seguramente se va a manifestar con una nueva ola de violencia en ese país. Además, los resultados de las próximas elecciones en Méjico y Brasil serán definitorios para articular los próximos pasos a dar por los Foros de San Pablo y de Porto Alegre y condicionaránel ritmo/oportunidad para la contraofensiva revolucionaria en el Cono Sur, prometida en el Encuentro de Managua. Los ejercicios preliminares de esta maniobra en acto están en superficie en El Comahue, Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Rosario y Mendoza”.
Estas afirmaciones que realizáramos en aquella conferencia han quedado totalmente corroboradas en los últimos meses y -desde nuestro punto de vista- en la crisis del fútbol que tuvo su punto álgido en Libertador y Lidoro Quinteros y dentro de las instalaciones de River el pasado sábado 24 de Noviembre. Hubo centenares de comentarios sobre estos hechos y aun continúan, en todos los medios. Se han expresado sobre la inseguridad del caso -que nos abochorna- periodistas, politólogos, políticos, psicólogos, psiquiatras, hinchas de fútbol, funcionarios, etc. Pero, como es de costumbre, no hemos escuchado a un solo polemólogo o estratega especializado en amenazas y riesgos contemporáneos a la Seguridad Nacional, que expliquen las causales de estos fenómenos socio-políticos con idoneidad, desde una perspectiva especializada, en un momento tan oportuno para hacerlo.
¿No nos han dicho -en los últimos tiempos- que existe una probada interconexión entre las barras bravas, los sectores políticos violentos y las mafias internacionales?
Lo ocurrido al ómnibus de Boca no fue casual y no fue un imponderable, sino que fue un grave imprevisto o un hecho adecuadamente previsto por el enemigo. El primer caso indicaría que no hubo plan de seguridad y, si lo hubo, careció de una mínima eficiencia. Todo plan determina una organización -ajustada a su objetivo-. Lo que se observó, “desde afuera”, es que ella no existió. El segundo caso nos lleva a pensar ¿se “liberó” éste tramo del viaje del colectivo?
Escuchamos repetidamente -en esos días- de parte de funcionarios, la palabra “coordinación”. Ésta no sirvió para la complejidad operativa e institucional del hecho. Era imprescindible la conjunción. Se quebró el principio de unidad de comando y con ello el ejercicio de las responsabilidades. Un plan, cuando se carece de contacto, necesariamente debe ser proactivo y esto es lo que no vimos. Podría ser reactivo -en el contacto- si existieran destrezas tácticas y procedimientos adquiridos, acompañadas con una enérgica disciplina y agilidad de los elementos intervinientes, que no aparecieron.
La evidente entrega de la iniciativa al agresor -principio de la libertad de acción- indica fuertes carencias de inteligencia oportuna -en el tramo de marras- o bien, el designio de que el atentado ocurriera. La constitución de reservas móviles pre-localizadas, tampoco se observó. Ellas eran indispensables para intervenir, en el caso de una sorpresa.
Si el allanamiento al domicilio del jefe de la “barra brava” el día viernes 23 -previo a los hechos- indicaba que habría un núcleo de 300 hombres -sin entradas- que operarían fuera del estadio como agresores, su localización, cerco y control era fundamental para evitar lo que ocurrió. Allí se reitera una clara tendencia reactiva del planificador, probablemente inercial, originada en sus previas experiencias profesionales o bien, la intención de no controlar al “cuello de botella”, ideal para una emboscada.
Algunas causas de la Inseguridad Nacional.
Decíamos en la conferencia citada renglones más arriba:
“Han pasado treinta y cinco años desde el cese de los combates y aun la sociedad no ha asumido a sus guerras. No las asimilamos. Nuestros TTOOFF legos aceptan lo que las querellas -representantes del agresor de ayer- dictan ante los estrados: “no hubo una guerra”. Si la Justicia y las querellas reconocieran que la hubo, nuestros soldados deberían estar frente a los tribunales del Fuero Militar. Los jurisconsultos del más alto nivel estatal borraron el Art. 18 de la CN y la psico-política hizo el resto. “Una política de estado”, de hecho, ha podido reformar la Constitución Nacional, el Tratado de Roma, la Justicia Militar y los Tribunales de Honor de las FFAA (7)”.
(7). H. J. Auel. “El narco-terrorismo, el Estado Nacional, la democracia y las FFAA”. 26 de Abril de 2014. www.ieeba.org
Si “no hubo una guerra contrarrevolucionaria” y el agresor no existió, como nos dice el “relato”, ¿podemos entender y explicar porqué la inseguridad/indefensión sigue avanzando? Sabemos que hay una constante búsqueda por parte de la izquierda radical -todos los días- de una mayor ingobernabilidad, consecuentemente podríamos plantear la hipótesis de que el partido de la final River-Boca fue una gran oportunidad para crear un hecho bochornoso para el país, a solo días del G 20, en Buenos Aires. Y, si este supuesto fuera válido, ¿no sabíamos que las barras bravas son organizaciones mafiosas, con relaciones políticas interrelacionadas con el narcoterrorismo -sostén financiero de la pseudo revolución neo-marxista-?
¿O es casual que la política de DDHH ha reemplazado a la política de Seguridad Nacional, en los últimos treinta y cinco años?
¿Por qué los licuados partidos políticos se oponen a aceptar la existencia de las nuevas amenazas estratégicas presentes, fronteras adentro, categorizándolas como simples problemas de seguridad pública?
¿Por qué son inamovibles las perversas leyes que garantizan la inseguridad y la indefensión?
¿Por qué se limita el empleo de armas de fuego por parte de las policías, a contramano de la legislación internacional?
¿Por qué se continúa con la “venganza” focalizada en los TTOOFF que “juzgan” a los inexistentes delitos de lesa humanidad?
¿Por qué las “abuelas”,“madres” o “hijos” y demás simpatizantes de antiguos terroristas, entre ellos connotados “idiotas útiles”, quieren mantener a las policías “condicionadas” y a las FFAA “extrañadas”.
Estos actores -políticamente correctos- siempre han justificado a los “jóvenes idealistas” y siguen demonizando a las fuerzas legales que constitucionalmente deberían ostentar el monopolio de la fuerza dentro de nuestros límites, pero que permanecen limitadas o desarmadas, a pesar del grito de la calle por la Seguridad y la Justicia. ¿Será casual que estos mismos actores políticos sostienen el “abolicionismo del derecho penal” y el “garantismo” en la interpretación de las normas existentes? (3).
Podríamos continuar -indefinidamente- haciéndonos preguntas de éste tipo, que no tienen respuestas lógicas y al final arribamos a la conclusión de que la gravedad de la situación que permitiría sincerar la situación, no llegará. Lo comprobamos cuando la Corte se desdice de sus recientes fallos, aceptando aberraciones jurídicas para acomodarse -momentáneamente- con lo políticamente correcto o cuando nos apercibimos del tremendo vaciamiento institucional que padecemos, al compararnos con países vecinos.
Existe otro aspecto de éste fenómeno socio-político en acto, al parecer ignorado por la dirigencia argentina a pesar de su centralidad, para un país en doble posguerra. Es el siguiente:
en toda posguerra se produce una transculturación en el vencido, impulsado normalmente por el vencedor.
Es lo que nos viene ocurriendo desde 1983, en continua profundización. Nuestra identidad se ha “relativizado” y el Estado Nacional argentino continúa debilitando a sus Instituciones.
La Nación Argentina triunfó en todos los combates que nos impuso el agresor terrorista revolucionario en los ´70. Es en los combates -en el nivel táctico- donde se obtiene la VICTORIA. El cuasi-Estado Nacional careció de Estrategia, no dio batalla, que es la imprescindible dirección de los combates. Si ésta hubiese existido la victoria militar-táctica habría trascendido al nivel político, consolidando una nueva PAX. Pero NO fue así.
La derrota táctica en el Atlántico Sur -1982- trajo el colapso del “Gobierno del Proceso” y en razón de dicho colapso, el nuevo gobierno -1983- no reconoció la victoria argentina sobre el agresor revolucionario sino que, contrariamente, le concedió espacios de poder y demonizó a sus FFAA, de Seguridad y Policiales a través de los medios de comunicación del propio Estado.
Cuarenta y ocho horas después de acceder al poder dictó -el 12 Dic 83- el Decreto 158/83, que judicializó al hecho socio-político guerra, con lo que entregó la VICTORIA al agresor revolucionario comunista.
Se produjo así el TRASTOCAMIENTO del triunfo argentino, en el terreno, en la derrotaestratégica que aun padecemos, trastocamiento probable -previsto por Clausewitz en su monumental obra “De La Guerra” (4)- cuando no hay Estrategia.
El efecto inmediato del “trastocamiento” fue el pasaje de los Derechos Humanos -contenidos en nuestra Constitución Nacional- que fueron defendidos por las Fuerzas del Estado Argentino, a manos de los comunistas representados por un sinnúmero de OONNGG de fachada -ello continúa hoy- como fenómeno totalmente naturalizado por una sociedad confundida y ansiosa, ante la multiplicidad de crímenes morbosos, totalmente evitables.
Ésta maniobra, que otorgó a la “revolución vencida” la totalidad de nuestro territorio -como “zona liberada”- ha sido acompañada por el sibilino proceso de transculturación de la ciudadanía desde el Estado, comenzando por la escuela primaria, con una nueva programación ideologizada y acompañada por una comunicación social programada, constante y eficiente.
Bajo el encubrimiento de la “democratización” de las instituciones, de la existencia de un “fascismo” generalizado y de partidarios de las dictaduras, llegamos al anarquía caótica provocada por la “ideología del género”, el “indigenismo”, el “feminismo” y demás “ismos” que responden al “progresismo gramsciano”, en reemplazo o complemento del antiguo “estalinismo”. Éste parsimonioso “entrismo” está presente en todos los niveles sociales y en todos los partidos. Lo hemos visto en la votación por el aborto legal. Es el “transversalismo” cultural.
Acontecimientos como los ocurridos con el ómnibus de Boca o con el caso Maldonado, conmueven a la sociedad durante unos días, pero otros escándalos los dejan rápidamente en el olvido. Continúan los comentarios y las opiniones, pero nadie se anima a poner en superficie la esencia del fenómeno. El “curro de los DDHH” sigue su curso. Hay una cobardía absoluta frente a los anatemas de la izquierda radical, cuyo paradigma es la intocable Hebe Pastor. El control de la opinión pública por parte de la “revolución”, está llegando a su sibilino zenit.
La “excepcionalidad” argentina.
Hay algunos argentinos a quienes les place conducir a contramano. Les place ser la “excepción” frente a la norma. Las razones de ésta sinrazón son numerosas, pero la que queremos señalar en -éste caso- es netamente ideológica. Se agregaron a esta especie de “excepcionalistas” -a lo largo de los últimos treinta y cinco años- un sinnúmero de zánganos e hipócritas, dispuestos a libar en el “curro de la política de los DDHH” y actualmente constituyen un tercio de la población nacional.
Nuestro país es el único de la región que acumuló la desgraciada experiencia de pelear las dos guerras típicas de la era nuclear: una “muy limitada” -no convencional- y otra “limitada” -convencional-. Nuestros vecinos -y algunos que no lo son- observaron, estudiaron y aprendieron de ambas experiencias, ajustando su planeamiento estratégico, su doctrina y sus organizaciones. Nosotros, que las habíamos vivido dramáticamente, no lo hicimos. Y a treinta y cinco años del colapso del Proceso, en estos días, hubo quienes se ufanaron de ser la “excepción”,al costo de padecer un nivel de inseguridad e indefensión inédito en nuestra corta historia. ¿Por qué miramos y no vemos? (5).
El efecto de la derrota en el Atlántico Sur, verdadero mazazo psicológico para los argentinos permitió, a los partícipes ysimpatizantes del terrorismo revolucionario vencido, alcanzar el poder y desde él, buscar “venganza” y “chivos expiatorios”: los Militares, las Fuerzas de Seguridad y Policiales, responsables de “delitos de lesa humanidad”,“partidarios de la dictadura”, “represores”, “fascistas”, etc. Con el relato justificaron el “trastocamiento” y encubrieron su “rumbo hacia un socialismo pseudo revolucionario” y a “un latrocinio incalificable”.
El proceso de transculturación -ya citado- aun continúa,transitando hoy una etapa progresivamente más orgánica y tenebrosa. Tras su derrota en combate, algunos terroristas-revolucionarios tomaron el camino de Antonio Gramsci: se hicieron “progresistas”. Confluyen hoy en ese espacio estalinistas, trotskistas, anarquistas y social-demócratas -que llegaron allí por vía marxista- y, para sorpresa de muchos, también liberales y “tilingos” -los idiotas útiles- kantianos/wilsonianos, reunidos todos por la política de DDHH, organizados en OONNGG y/o en burocracias estatales, voluntariosos constructores de “la grieta cultural” que divide actualmente a los argentinos. Cuentan con muy buena prensa, pues sus operaciones se desarrollan desde el escándalo y el escándalo vende (6).
Éste “progresismo”, vulgarmente abstracto e indefinido, es un comodín político agresivo por su caracterización cultural y es natural y socialmente “transversal”, como quedó demostrado cuando se trató en el Congreso la ley por el aborto legal. La coalición que gobierna -Cambiemos- no escapa a esta “transversalidad”, que se manifiesta por los desencuentros -cada vez más graves- existentes en su seno.
Quienes decían “Macri es mi límite”, antes de las elecciones del 2015, por conveniencias electorales lo acompañaron en la 1ra vuelta y sorpresivamente ganaron en la 2da vuelta, quedando “atrapados” con quien era “el límite”. Ha llegado el momento de sincerar posiciones y homogeneizar a la coalición, arrojando por la borda al “progresismo tansculturizado”,cualquiera fuere su origen. Está en juego la gobernabilidad y nuestro futuro.
Y esa es una responsabilidad insoslayable del presidente Macri, si deseara cumplir con los objetivos políticos enunciados en la pasada campaña electoral.
Si se aspira a “pobreza 0”, deben llegar inversiones y estas están demoradas pues entre quienes le acompañan en el gobierno hay quienes no quieren la “unión de los argentinos”, pues rechazan la pacificación nacional y retienen la política de DDHH, con lo que continúan con la demolición de las FFAA y del Poder Judicial. Esos mismos “progres” -enquistados en el gobierno- impiden “terminar con el narcoterrorismo”, por dos razones: 1. deberían reconocer que ésta es una amenaza estratégica y no un mero asunto policial y
porque perderían el apoyo financiero de la logística revolucionaria. -No olvidemos que el progresismo es la expresión posguerra fría del neo marxismo europeo e iberoamericano-.
Alguien debiera decirle al Sr. Presidente, oportunamente, que quienes le señalan no cumplir con ninguno de los objetivos que prometió, no son solo los KK y la izquierda radicalizada, sino algunos de sus socios de la coalición electoral que hoy gobierna, que lo califican de “corrupto y fascista”. Presumimos que no es por “ser astillas del mismo palo”.
Si no llegamos a las elecciones del 2019 con coaliciones homogéneas y con partidos saneados, continuaremos con gobiernos débiles, inhibidospara actuar, pues sus quintas columnas y el control de las calles operan de consuno, bajo mando unificado. Los cambios estructurales que nos debemos, imprescindibles para progresar, exigeneliminar a los progres y a los hipócritas y zánganos. Es muy probable que “las inversiones” nos estén esperando, pero estamos inmovilizados, el tiempo corre y el riesgo país crece.
La oportunidad para avanzar en el 2019, está abierta. Si no lo lográramos -decisivamente- seguiremos jugando las finales del fútbol en el exterior, pero las manifestaciones de violencia interna ya no se expresarán con “molotov”, piedras o botellazos. Habrá escalada hacia una violencia organizada por una pseudo-revolución humillada en las urnas.
La invitación de los genuinos “progres” -como lo son Alfonsín Jr., Lifschitz o Stolbizer- es una gran oportunidad para higienizar la Política, pues están proponiendo un “Frente Progresista” que necesariamente debería incluir a zánganos e hipócritas. Sin embargo, no somos muy optimistas. El “entrismo”, hasta ahora, ha sido exitoso y lucrativo. ¿Por qué desearían abandonarlo? La Argentina, a diferencia de nuestros vecinos, carece de Institucionessanas. Son ellas las que están actuando para la recuperación cultural y política en Chile y Brasil, por diferentes caminos. ¿Podremos sanear a las nuestras, en tiempo?…No hay indicio alguno.
El macro-terrorismo moderno es el catalizador del diseño arquitectónico de la Seguridad Internacional, totalmente incardinada a la Seguridad Nacional. Se trata de la naturaleza de las guerras de Séptima Generación en acto. Roguemos al Niño de Belén, en éste Adviento, que por vía del milagro la Seguridad Nacional llegue a nuestras playas, desde la Seguridad Internacional.
ES el único punto de partida de un CAMBIO que no llega. La crisis cultural y política no se resuelve desde la economía, sino desde la Seguridad Nacional.
CITAS:
(1). R. L. Stevenson. “El Extraño caso del Dr. Jekyll y Mr Hide”. Librería SF. Bs As. (Según se cuenta en esta novela, en nosotros siempre están el bien y el mal juntos, por eso Hyde, símbolo de todo lo perverso, resulta repugnante a todo aquel que lo ve).
(2). H. J. Auel. “Las Claves de la Inseguridad Nacional”. 18 Jul 18, www.ieeba.org
(3). H. J. Auel. “Política de Derechos Humanos Vs. Política de Seguridad Nacional”. 01 Ago 17. www.ieeba.org
(4). H. J. Auel. “La Política de Derechos Humanos”. 22 Jun 16. www.ieeba.org
(5). N. Márquez. “Raúl Alfonsín: un canalla al servicio del euro-comunismo”. 20 Dic 18. www.prensarepublicana.com
(6). H. J. Auel. “La Cultura y la Civilización”. Dc 01. www.ieeba.org
El Asedio Híbrido a Occidente
◘
Por Francois Soulard.
Es una idea casi asumida que lo que llamamos Occidente se encuentra en declive relativo. De un Occidente invencible y de una Europa controlando la mayor parte de Asia o África en 1914, queda hoy una configuración “deseuropeizada”, en un tablero global profundamente cambiado. China y otras potencias han contribuido a diseñar un escenario multipolar, con nuevas correlaciones de fuerza en todo el espectro del poder. El centro de gravedad geopolítica se trasladó hacia la zona asiática -al igual que antes del surgimiento de Europa- en los albores del siglo XVI, mientras la demografía occidental -que ocupaba un tercio de la población total a principios del siglo XX- hoy representa apenas un 12% de la población mundial.
La percepción (1) de este declive –decadencia (2)- relativa, sigue siendo “contradictoria y borrosa”, particularmente al interior de la esfera occidental. El predominio de los Herederos de Europa ocurrió -sin precedentes- durante el último siglo y tendió a opacar cualquier degradación de su potencia, en las percepciones. Esto viene reforzado por el hecho de que -históricamente- Occidente fue regularmente atravesado por cismas o líneas divisorias en su interior. Una de las consecuencias tangibles de esto es que, en el “viejo” mundo, las élites viven hoy muchas veces en un estado de mayor desacople con su sociedad y en una suerte de nostalgia por un antiguo esplendor.
El reciente triunfo electoral de Donald Trump en los EE.UU. da una muestra de eso. Por un lado revela el afán de la Nación estadounidense de volver a ocupar un rol activo en el marco de una globalización más competitiva y compleja. Por otro, expresa el despertar político de una sociedad norteamericana tambaleada por la nueva realidad geopolítica y por años de desindustrialización y autoflagelo institucional.
En los hechos, esta evolución general no es separable de una verdadera guerra híbrida librada por los rivales internos y geoestratégicos del Occidente, en pos de debilitar el orden global sellado después de 1945 e instalar la idea de su declive definitivo. El conflicto ruso-ucraniano es uno de los puntos focales donde este orden está confrontado, sobre todo militarmente, pero también geoeconómica e informacionalmente. Pero hay algo de igual o incluso mayor importancia que la dimensión militar: varias dinámicas de guerra por el ámbito social, o political warfare en el léxico anglosajón -han participado en la fractura de este orden- en el marco de una conflictividad extendida -particularmente en el campo inmaterial- del mismo modo que la alianza occidental lo ha venido practicando contra sus adversarios y contra sus propios aliados. Dicho de otra manera, se ha venido reconfigurando la confrontación entre un Occidente heterogéneo y sus rivales en materia de political warfare, con implicaciones muy concretas en la evolución geopolítica que observamos en el tiempo.
La matriz de combate comunista y sus mutaciones.
La matriz comunista ha ocupado y sigue ocupando un lugar singular en este marco. Nacida con Carlos Marx a finales del siglo XIX, el comunismo se inspiró de una escuela de pensamiento fundada en el gnosticismo, el hermetismo y la dialéctica sociológica, con la influencia de Rousseau, Hegel, Kant y otros elementos anteriores -que no podremos abordar en detalles aquí-. Marx fue su mejor sintetizador y plasmó una primera versión del marxismo, en la perspectiva combativa del materialismo histórico que todos conocemos.
El gnosticismo -muy esquemáticamente- es una alteración del modo de pensar que puede conducir -según el fin perseguido- a atacar tres pilares de cualquier sociedad: su fe, su razón y su orden legal. Plantea un modo de comprensión superadora de la manera en que se mira el mundo e induce otro camino para insertarse en él como ser humano y como sociedad. Mientras la concepción del progreso moderno plantea adecuar mejor la vida humana a la realidad existente, el gnosticismo revierte la ecuación dirigiendo la mirada hacia un mundo utópico, que no existe y que además tiene todas las probabilidades de no poder existir. Por eso Marx ha sido visto como el inventor de un nuevo “opio” de los pueblos, es decir como uno de los fabricantes de una nueva fe y razón susceptibles de enrolar las masas por fuera de sus raíces religiosas y culturales tradicionales.
El historiador Arnold Toynbee lo comenta en estos términos en su obra Manking and Mother Earth: “El marxismo, como el budismo, es teóricamente ateo. Pero -al igual que el darwinismo- el marxismo proporciona un sustituto de Yahvé, el dios del judaísmo, del cristianismo y del islam. El sustituto de Darwin es la Naturaleza, cuya acción selectiva es entendida como modo de favorecer a ciertas razas. El sustituto de Yahvé para Marx es la “necesidad histórica” y su “pueblo elegido” es el proletariado industrial”.
La primera versión del comunismo apuntó a la destrucción del capitalismo mediante la toma del poder y de los medios de producción. En China, la experiencia combinada del confucionismo, del leninismo y del maoísmo, permitió incorporar la metodología de vanguardia y de la dialéctica, sumándole una modalidad de guerra revolucionaria que logró revertir exitosamente una situación semicolonial iniciada desde 1840 con las Guerras del Opio. En la misma óptica, Mao Zedong alcanzó a subvertir la cultura tradicional designando a los “Cuatro Viejos” de China (las costumbres, la cultura, los hábitos y las ideas) como elementos para ser borrados. Con el Gran Salto hacia Adelante en 1961, fracasa en lo cultural, lo económico y la paz interna, de modo semejante al proceso seguido por la Unión soviética hasta 1990.
Ya en los años 1920 y 1930, el neo-marxismo había formulado su desplazamiento de la economía al campo de la cultura. Max Horkheimer, Georg Lukács y Antonio Gramsci formalizaron una segunda matriz comunista a raíz precisamente de su choque contra la solidez cultural de la esfera occidental (instituciones, religión, valores). La mirada estratégica trataba entonces de subvertir y fisurar esta base, en particular la Iglesia, la cultura y la educación.
En los años 1960 y 1970 Hélder Câmara y Paulo Freire dieron forma a un tercer marxismo en América del Sur con una radicalización plasmada en la teología de la liberación, la cual dará forma más adelante a la teoría crítica de la educación, que se propagará en todo el sistema educativo occidental. Esta corriente entró en resonancia con el postmodernismo de Marcuse, Lyotard, Baudrillard, Deleuze o Foucault, postulando que el conocimiento se construye más en función del poder, que a partir de los modos de aproximarse de la realidad existente.
Durante estas mismas décadas -60/70-, el marxismo castrista optaba por la lucha armada pseudo-revolucionaria en Sudamérica, mientras los neomarxistas de otros lugares venían perdiendo apoyo y empezaban a infiltrar a las universidades y las instituciones al margen de la acción violenta. Más tarde -en 1990- con el fracaso efectivo de la lucha armada y la caída de la URSS, el castrismo se renovó en una coordinación político-cultural adoptando la nueva partición de combate de la izquierda internacional.
En los años 1970, la rivalidad entre Rusia y los EE. UU. empujó estos últimos a acompañar la transformación de China de la mano de Deng Xiaoping. Aunque pueda sorprender, el trío Henry Kissinger, Richard Nixon y David Rockefeller selló un modelo de capitalismo combinando teoría política comunista y corporativismo fascistoide, con una proyección global -socialismo diversificado-. Del lado Occidental, echaron las bases de un marco de gobernanza global a raíz de (3): los Objetivos de Desarrollo (SDGs), la Agenda 2030, el clima y el Net Zero, las pautas ESG, etc., con el objetivo de hacer decrecer al Occidente, concebido entonces como un enemigo a someter a este nuevo orden bipolar.
La estrategia Cloward-Piven, concebida para socavar a los Estados Unidos desde adentro, sobrecargando sus recursos y generando conflictos internos, incluso mediante la inmigración ilegal masiva, formó parte y sigue formando parte de esta dinámica. En China, Deng Xiaoping fusionó varias culturas de combate (marxismo, maoísmo, capitalismo, fascismo), haciendo su ingreso en el capitalismo desde un modelo corporativo cartelizado, controlado por el Partido Comunista chino y exento de las restricciones impuestas el Occidente.
El propósito de este proyecto “comunista-fascista”, llevado adelante en colusión paradojal con China, es hacer de Washington y Pekín las dos superpotencias mundiales y usar la trampa de Tucídides como amenaza estratégica para cancelar cualquier pretensión de potencia. Plantea nada más que empobrecer a los países occidentales, controlar su energía, su agua, su demografía y su alimentación, erosionar las soberanías nacionales, así como también sentar las bases de un gobierno global. Esta nueva fase de la matriz de combate comunista, todavía mal percibida, es hoy la más peligrosa y la que tiene más impacto geoestratégico, sin bien no tiene por ahora frentes militares abiertos.
En las mismas décadas de los 1980 y 1990, la nueva izquierda empezó a interiorizar el postmodernismo. Georges Soros formalizó su método de la “reflexividad” -como medio de generación de conflicto en el terreno de las percepciones- recurriendo también al método dialéctico hegeliano. Este método se exportó luego a China y consolidó la nueva fase que mencionamos. En 1989 nace la interseccionalidad y el multiculturalismo como fusión entre el maoísmo cultural, el enfoque identitario y la epistemología constructivista crítica. El “wokismo” se cristaliza en este semillero.
Con la elección de Ronald Reagan y Margaret Thatcher en los 1980, las izquierdas pusieron el rumbo en la “reconstrucción de la cultura”, rechazando toda postura de verdad objetiva, mientras los socialistas fabianos -en los EE.UU.- lograban penetrar y debilitar la administración de Reagan.
De 2010 hasta la fecha estas ideas continuaron mutando y se amplificaron mediante la emergencia de la “sociedad de la información”. Se formaron la teoría crítica racial, la teoría poscolonial y el wokismo, todas aprovechando las principales debilidades de Occidente, mucho menos económicas e institucionales que cognitivas, sociales, raciales e identitarias. Esta matriz ocupa hoy la mayor parte del Partido Demócrata en los EE.UU. y las formaciones socialistas, de centroderecha o derecha en Europa. En la arena política no se guía hoy por el eje clásico izquierda-derecha, sino en un nuevo eje tiranía-libertad, que entrelaza formaciones de izquierda o derecha, según las secuencias.
Para no concluir
Bienvenidos a una era recargada por el “political warfare” (5). Existen otras matrices de combate que apuntan también al bloque occidental, entre ellas el islam combativo, el eurasianismo y la cuarta teoría política (Rusia), o la comunidad global de destino de China. Son elementos de un nuevo panorama conflictivo que veremos en próximos capítulos. Abonan a un “estado de guerra sistémica” ejercida preferentemente en el terreno inmaterial de las percepciones, de las creencias y del conocimiento, entramando -según los casos- frentes militares, geoeconómicos y políticos. Constituyen un “ciclo de guerra de quinta generación” como lo señalan varios analistas militares para quienes pocos aparatos estratégicos están preparados.
Heredero de Atenas, Roma y Jerusalén, Occidente es una matriz cultural cuyos pilares son la razón, la fe y la ley, plasmados en el reconocimiento del sujeto, la democracia y el Estado de derecho. La trama operativa -pivote de esta matriz de combate- logró formar un modus operandi para atacar a estos pilares según una “lógica subversiva”. Otras culturas de combate se inspiraron en ella.
Siempre sorprende que Occidente no haya aprendido a sortear los enemigos salidos de sus propias entrañas.
LA GUERRA QUE CONTINUA
☼
Por JOSÉ LUIS MILIA.
Hubo un momento en el que los argentinos creyeron que la guerra que los atormentaba, una guerra sucia y desgraciada, colateral de la guerra fría- donde el eje de la acción bélica era la bomba, la huelga revolucionaria o el asesinato por la espalda en cualquier esquina del país, pero también el asalto a cuarteles y el bosque tucumano como remedo de un Vietnam autóctono- había terminado. Era tanto el deseo que así fuera que no se les ocurrió pensar que generalmente las expresiones de deseo casi nunca se cumplen.
Que fue la flaqueza moral de los políticos argentinos lo que llevó, ese 24 de marzo, a unos desconcertados militares a tomar el gobierno es algo que no necesita demostración, pero no exculpa a los mandos militares de este dislate ya que creían, a pie juntillas, que esa guerra era una continuación de la política y que, ganándola militarmente, ahí acababa todo.
Hoy, en Argentina 2021, la realidad se ríe del axioma de Clausewitz porque hace casi cuarenta años que estamos viviendo una política que es la continuación de esa guerra que no se supo manejar, ni menos aún, ganar. Ese día, el 24 de marzo de 1976, la República estaba ganando la guerra y ese mismo día, perdió la oportunidad de terminarla. ¿Por qué sucedió este desatino?
Hay variadas razones que explicarían el desastre, pero solo una es, a mi modo de ver, aceptable y, aunque para muchos sea indecoroso mencionarla, lo que se vive hoy en la Argentina lo confirma. Ese día de marzo de hace cuarenta y cinco años un grupo de generales, almirantes y brigadieres impidieron, con su acción, que la guerra que se libraba en el territorio nacional, y que estaba circunscripta a las “orgas” terroristas y a las Fuerzas Armadas, se extendiera a toda la población, que esa guerra de facciones se convirtiera en una guerra civil hecha y derecha.
Más allá del hecho que permitir a los civiles hacer la guerra a las “orgas”- fuera del servicio militar obligatorio- era la imagen plena de la Patria en armas, esta hubiera tenido también una consecuencia práctica que hoy sería inapreciable, si esa multitud que antes de marzo del ’76 pedía cadalsos y fusilamientos públicos hubieran tenido en sus manos la sangre de los terroristas muertos o desaparecidos otra sería la Argentina de hoy. A nadie, o a muy pocos, les preocuparía si el enemigo había dejado 10 o 30.000 cadáveres, ni si estaban enterrados o fondeados en el mar, porque fuera cual fuese el número, cada uno de ellos nos pertenecería a todos, y de esta manera, la guerra, sí hubiera terminado.
Pero esos jefes se dejaron seducir también por interesados cantos de sirenas que le soplaban al oído que no solo estaban para ganar una guerra, sino que esta era también una oportunidad para hacer algo más que lo que su profesión les dictaba. Tenían una tarea superadora de la guerra- les decían las “sirenas cantoras”- tenían que reorganizar el país, tenían que devolver la ética a la República. Un sueño que solo podían soñar, pero que no estaban capacitados para hacerlo realidad. No permitieron a la sociedad civil meterse en la guerra, pero tampoco le permitieron hacer que la paz fuera algo más que una ilusión.
Siete años después, toda esa ilusión se había perdido. Todo había terminado peor que mal. Con mucha pena y la única gloria que la Argentina tuvo en los últimos años- esa que diez mil tipos con su valor y denuedo le dieron a la Patria en esas islas tan lejanas, pero tan queridas-, el proceso se fue. Los argentinos, vaya novedad, se habían cansado. Con la furia y la cobardía del converso querían abrevar en una biblia nueva, les había fallado la espada, tantas veces pedida, y la “solución” estaba en ese librito liminar de la República al cual, tantas veces, civiles y militares habían usado de papel higiénico. Ni lerdo ni perezoso un “santón” laico- devenido hoy en “padre de la democracia”, porque para la mentalidad “argenta” la muerte mejora a cualquiera- lo ensilló para llevar adelante su proyecto. Nada de su prontuario les importó a los argentinos, ni que hubiera sido abogado defensor de terroristas ni que la ineptitud fuera el común denominador de él y de sus colaboradores, un ilustre conjunto de vanos charlatanes que creían que la única manera de solucionar los problemas de la República era inventando impuestos o revisando el pasado. Pasado del cual ellos, al igual que todos los políticos, habían sido responsables.
Por estupidez o por ideología eligió, el “santón de la democracia”, limpiarse el trasero con la Constitución Nacional y dio el puntapié inicial que inauguró los circos judiciales destinados a vengarse de todo aquel que hubiera combatido a la subversión, primer acto de esta ópera trágica que aún no ha concluido y que tiene como objetivo la destrucción de las Fuerzas Armadas y, por extensión, de la República.
Ese 10 de diciembre de 1983, con el proceso en fuga, comenzó la segunda parte de esa guerra que a la Argentina le había costado tanta sangre y dolor y que se hubiera podido ganar. La subversión, incapacitada militarmente supo que las condiciones estaban dadas para seguirla de otra manera, sembrando en silencio su semilla. Se enfocaron en Gramsci y dejaron para el “Che” las camisetas, porque el tiempo había dejado de importar. Disfrazados de “progres”, sabían que ahora podían contar con la confusión y la hipócrita contrición de la mayoría de los argentinos que, de haber pedido mil horcas en Plaza de Mayo, ahora se horrorizaban por los desaparecidos como si desapariciones y muertes hubieran ocurrido en Mongolia. Y a caballo de nuestra desidia lo fueron haciendo bien. Empezaron a copar las escuelas donde en poco tiempo consiguieron que la disciplina fuera una expresión cuartelera insoportable en la nueva “escuela democrática”, pues era menester que el orden y la autoridad desaparecieran de ella.
Lo que vino después, es conocido, una democracia enclenque manejada por iletrados pedantes que la han reducido a la decisión del voto sin haber enseñado al pueblo que le diferencia de ésta con una dictadura son las obligaciones civiles que su ejercicio conlleva. Si los primeros doce años de la Argentina “democrática” fueron malos, los últimos, hasta el día de hoy, no podrían haber sido peores. Año a año hemos visto que la preocupación de la dirigencia política no ha sido combatir la pobreza que ha crecido hasta el numero vil que nos dice que de cada diez chicos menores de diecisiete años siete son pobres, que pese a las vanas promesas de mejorarla, la educación pública solo sirve para adoctrinar futuros piqueteros y tira bombas en el resentimiento revolucionario. Que, aunque se han llenado la boca con la defensa de la salud pública, esta no ha dejado de ser una ficción, ficción que puesta a prueba en esta pandemia que asola al mundo y nos ha entregado 80.000 cadáveres, de los cuales un tercio podrían seguir vivos si la gestión vacunadora no hubiera sido una infame sucesión de negociados, componendas y hurtos.
Hoy, con este gobierno están dadas las condiciones para que los argentinos perdamos paz y libertad, su objetivo es la pauperización de la sociedad argentina, objetivo que con el “manejo” de la economía y de la pandemia- cuarentenas eternas, cierre de escuelas, fábricas y negocios y pésima gestión en salud- se está logrando. El modelo político que el kirchnerismo promueve es el mismo de los años setenta, un modelo autoritario que de republicano ni siquiera tiene un barniz.
Estos son los hitos de esa guerra que continúa, y que es probable que perdamos definitivamente. Guerra que nunca dejó de estar presente entre nosotros aunque no queríamos verla y los políticos ocultaban.
JOSE LUIS MILIA
Josemilia_686@hotmail.com
Non nobis, Domine, non nobis. Sed Nomini tuo da gloriam.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 6, 2021
LA CARGA DE LA BRIGADA K EN ARGENTINA
Por ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO
LOS DOBLES DISCURSOS
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Winston Churchill
Ignoro que pasa hoy por la cabeza de nuestra sociedad, pero debo confesar que me asombra su cobarde pasividad frente a la velocidad con que la caballería del kirchnerismo se está moviendo en el campo de batalla de la política argentina, protegido en sus flancos por los buenos modales de Alberto Fernández, que no duda en volver al redil cada vez que su Vicepresidente lo llama al orden, sea aquí o desde Cuba y se trate de deuda externa, de tarifas de los servicios públicos o de la inventada lawfare.
Conociendo, como todos, el doble discurso que caracteriza al Presidente, nunca sabremos si, cuando respalda los exabruptos de su jefa espiritual, lo hace por convicción o por conveniencia, pero ese aspecto carece de importancia ya que él nos dijo que son “lo mismo”.
Un mero listado de las acciones bélicas que este curioso matrimonio político ha realizado en los 74 días que lleva en la Casa Rosada –sin sumar siquiera las propias barrabasadas de Axel Kiciloff desde su trono en La Plata- permite ver con claridad meridiana el rumbo que está imponiendo esta banda de delincuentes al destino de la República, un rumbo que es ratificado y expuesto pública y diariamente por sus principales voceros.
A eso me refiero cuando digo que estoy asombrado por la pasividad ciudadana: no ocultan, ni pretenden hacerlo, su designio de imponer en la Argentina el chavismo, tanto para lograr la impunidad por el saqueo gigantesco que realizaron cuanto por venganza ante un mundo que, todos los días, se ríe de nosotros por haber permitido que volviera al poder la asociación ilícita que organizó y encabeza Cristina Fernández.
Porque con ella, educada a estos fines en Cuba, regresó a la administración pública lo peor de la infame cohorte de cafres y malvivientes que la acompañó durante su período presidencial, y a ellos se los puso al frente de los organismos de control, de las cajas susceptibles de ser robadas, de los puestos claves para garantizar la consecución de sus siniestros propósitos de indemnidad y represalia.
Sus primeros movimientos al respecto fueron desarmar y desarticular a las fuerzas de seguridad, lo cual ha traído aparejado un sideral aumento del delito; ésta, la inseguridad cotidiana que padecemos, se transformará en la piedra más molesta en los zapatos de los Fernández, porque ya se encuentra al tope de las preocupaciones de la sociedad. Al haber sido disueltos los organismos especializados de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico nacional, los mercaderes de drogas consideran a nuestro país zona liberada y cuentan con la complicidad paga de los gangsters y de su comandante.
En las manos de los cómplices del despojo kirchnerista ya están los ministerios de Seguridad, de Agricultura y de Defensa, la AFIP con la DGI y la Aduana, la AFI, la OA, la OIA, la Procuración del Tesoro, la ANSES y el INADI, así como numerosas embajadas claves ocupadas por sus más notorios esbirros, muchos con frondosos prontuarios. Ahora se prepara para lograr la Procuración General para Daniel Rafecas y, con el movimiento de pinzas que significa el cambio de régimen jubilatorio para jueces y fiscales, que provocará la renuncia de numerosos magistrados, por un lado, y el retiro de los pliegos enviados al Senado por la administración macrista, por el otro, cubrirá cientos de vacantes en los fueros claves para moldear a su antojo el Poder Judicial, en especial el que sienta sus reales en Comodoro Py. La sonrisa triunfal de Máximo Kirchner en todas sus apariciones no debería dejar de preocuparnos, más allá de la irritación que provoca.
El ataque comenzará por el crucial Juzgado Federal Nº 1 de La Plata, con funciones electorales en toda la Provincia, a cuyo frente pretende colocar al actual Juez Federal de Dolores, el cuestionado Alejo Ramos Padilla. Y luego cargará contra los jueces y camaristas que tanto han atormentado a la Vicepresidente, sus hijos y sus cómplices y testaferros al ventilar, en audiencias públicas, las pruebas de sus infames delitos.
Avanzará, en pos de la misma impunidad que busca para su numen, contra las detenciones que afectan a los ya condenados por la Justicia, cuyo principal exponente parece ser Milagro Salas, con intenciones tales como la intervención federal al Poder Judicial jujeño o el insólito proyecto de ley que procura impedir el juzgamiento de aquellos funcionarios públicos que hubieran sido investigados previamente por el periodismo.
Los regimientos de militantes K operan todos los días pero encubiertamente, como arteras guerrillas, sobre la educación y la cultura, buscando destruir desde el idioma hasta la familia, como sugería Antonio Gramsci, ya que ambos son los pilares de la identidad de toda sociedad, capaces de resistir el embate político de sus enemigos. Mientras, los medios masivos de prensa esconden tras el altar del rating los graves problemas que nos aquejan e impiden que la ciudadanía tome conciencia del rumbo que nos lleva, sin escalas, a los tan exitosos paraísos venezolanos y cubanos. Si no reaccionamos ya mismo, cuando queramos acordarnos será tarde.
Enrique Guillermo Avogadro
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Febrero 22, 2020
ARGENTINA PERVERSA E INCOHERENTE
LOS INCORREGIBLES
Por JUAN BAUTISTA GARONA
Soy una persona medianamente culta, del montón nomás, no soy una mente brillante ni un politólogo de renombre, tengo algo de cultura general aprendida e inculcada en los colegios a los que me mandaron mis padres los cuales reforzaban la educación, el respeto al prójimo y a la autoridad, las buenas costumbres y el orden que uno mamaba en casa. Los profesores eran excelentes y conocían perfectamente el arte de enseñar y como personas cumplían con creces lo que el cargo les demandaba. Hoy día, dichos colegios han sido reemplazados por fuentes de trabajo y adoctrinamiento masivo con la especialidad en libertinaje y anarquía, los profesores y maestros en su gran mayoría, salvo honrosas excepciones, han sido reemplazados por androides quienes son programados con planes de estudios impartidos por los distintos ministerios, y todo esto se fue al carajo. Los grandes responsables de la debacle de la educación son personajes de la calaña de Filmus, Baradel y cuanto ministro, sindicalista y populista anda dando vuelta sobre este noble territorio al mejor estilo Gramsci y digo noble territorio y no noble Patria, pues Patria abarca también todo lo que está “arriba” y sobre eso que está “arriba”, es precisamente el motivo de esta catarsis.
Nuestro querido país, está viviendo desde hace muchos años una degradación política, social, económica, moral, cultural y educacional que el mismo Nicolás Maquiavelo sentiría que “se quedó corto” en eso de que el “fin justifica los medios” y quienes nos gobernaron, nos gobiernan y al paso que vamos nos gobernarán, se encargan de cumplir a rajatabla.
En política parecería que todo es válido, ya no importa la decencia, los valores, la trayectoria, la excelencia, nada de esto es imprescindible para ocupar un cargo público o una banca en la legislatura. Hoy un prontuario pareciera tener más peso que un curriculum vitae, teniendo en cuenta que delincuentes comunes y no tan comunes se autodenominan presos políticos y se postulan a distintas candidaturas desde sus lugares de detención. La realidad supera a la ficción.
Quienes destruyeron sistemáticamente la economía, instituciones y organismos del estado, resurgen de las cenizas como el Ave Phenix, autoproclamándose salvadores de la patria. Que alguien me explique cómo puede ser que quienes gobernaron a La Argentina tantos años, sumiéndola en una crisis económica, social y financiera sin precedentes hoy tengan las herramientas para solucionar todos los problemas. Si saben y tienen los medios para hacerlo, ¿por qué carajo no lo hicieron antes? Se ve que la Patria poco les importa, para estos crápulas lo único que les interesa es el poder, para seguir incubando generaciones de pobres, incultos y analfabestias quienes son los que les generan pingües ganancias.
El oficialismo también aporta lo suyo. Para ganar popularidad se ha vuelto populista, valga la redundancia, pero con el populismo se nace, es algo que se lleva en la sangre y cuando alguien se quiere transformar en populista sin serlo, las cosas le salen como el culo (cualquier parecido con la realidad NO es mera coincidencia) El ser hijo de uno de los empresarios más ricos de la Argentina, el haber estudiado en los mejores colegios y universidades no lo capacita para ser populista. El Che Guevara, pese a haber pertenecido a una familia de muy buena posición social, nació populista. Eso marca la diferencia entre ser y parecer, al populista le creen, al que se hace pasar por populista, NO. Populistas son los peronchos, esos si que saben de populismo y manejan las masas como les enseñó el General. El resto es pura cháchara. Aclaro que no comulgo con las ideas del General y menos del asesino serial. Todo lo contrario.
Una de las perversidades a la que mas nos someten los gobiernos, es el estado súper dimensionados que tenemos que mantener entre todos los que estamos dentro del sistema. La cofradía política no quiere ajustarse en nada ni dimensionar el estado de acuerdo a las necesidades del país, solo piensan en “salvarse” ellos y varias generaciones que los sucederán. El gasto de la política está desmadrado y en la campaña electoral para las próximas elecciones, ningún partido habla de achicar el gasto público. Los planes sociales como son usados políticamente, nadie tiene la intención de reducirlos y generar trabajo, todo lo contrario, cada vez abundan más. Resumiendo: la cultura del trabajo se esfumó gracias a la política.
Nada es gratis para los ciudadanos de a pié, esta fiesta política la tenemos que pagar entre todos los que estamos dentro del sistema. Para conseguir estos fondos el estado puso a la AFIP a “cazar en el zoológico”. El argentino medio tributa el 52% de sus ingresos, es decir que desde el 1 de enero el hasta el 5 de julio se trabaja para el estado, para mantener ese elefante blanco lleno de políticos inútiles e inescrupulosos, piqueteros que cobran planes por no hacer un carajo y además hacen piquetes con cortes de calles y rutas haciéndonos la vida imposible. Este 52% no sería un porcentaje descabellado si el estado proveyera de una buena educación pública, una buena asistencia de salud, rutas y autopistas acorde a lo que se tributa, seguridad, etc., etc., etc., pero nada esto ocurre, todo lo que proviene del estado funciona como el culo por lo que tenemos que mandar a nuestros hijos a colegios privados para no estar a merced de Baradel y sus secuaces, tenemos una prepaga que nos exprime como un limón en un gin tonic porque ya sabemos lo que es caer en un hospital de estado (hay excepciones), tenemos que ir por autopistas caras y malas (Illia: hora pico $ 35 por hacer poco mas de 5 km. ¡Carísima!, es decir como dijo alguien, pagamos impuestos como un país nórdico y recibimos servicios como un país africano (Exceptuamos a Sudáfrica)
A propósito de la AFIP, los boludos que la gestionan y crean los sistemas informáticos se contradicen y fomentan la economía en “negro”. Estos días me tocó vivir en carne propia un situación generada por una mala gestión de una profesional, no importa el motivo, pero el asunto es que tenía que pagar un VEP (volante de pago electrónico) generado en mi cuenta corriente del Banco de la Pcia de Bs. As., pero la AFIP me impedía recibir plata en mi cuenta ya que había un pedido de embargo sobre los fondos. En la Delegación Necochea no sabían de que manera podía pagar el VEP sin poder recibir fondos en mi cuenta corriente. Solución: me hice generar el VEP en una cuenta de otra persona y el dinero para pagarlo lo generé SIN FACTURA OFICIAL. Que cada uno saque sus propias conclusiones. Yo ya las saqué.
Estamos viviendo situaciones difíciles como sociedad, la pérdida de valores se hace cada vez más notoria y acentuada, la vida de un delincuente vale mas que la de un ciudadano decente condenado a muerte potencialmente por el hampa, de cuya protección se encarga el Poder Judicial, nada más evidente que esto gracias a la teoría zaffaroniana de abolir definitivamente el derecho penal.
Hablando de condena a muerte, es evidente que ya está implementada aunque a una gran parte de la boluda sociedad que tenemos se le pongan los pelos de punta con solo mencionarla. Argumento esto con el calvario que están viviendo los integrantes de las FF.AA, de Seguridad, ex funcionarios de los gobiernos de factos y demás personas involucradas en la guerra antisubversiva la que nos salvó de ser una Cuba ó Venezuela hoy tan criticadas por el mismo oficialismo. Quienes pelearon por nuestra libertad hoy han perdido la suya y hasta la vida, sufriendo el oprobio más injusto e indignante que cualquier demócrata se avergonzaría que estuviese pasando en su gobierno. Por supuesto que hablo de demócratas en serio, los nuestros se dicen demócratas solo porque los votan, eso no es suficiente, como dijo Julio María Sanguinetti, “Argentina y Uruguay confunden democracia con electoralismo”, nada mas acertado que eso. Estos son los verdaderos presos políticos, no los delincuentes kirchneristas que saquearon, no solamente las arcas del estado sino también saquearon el futuro de muchos argentinos de bien que creyeron y apostaron en el país. Esos delincuentes hoy viven en celdas VIP y con la atención médica y social que les otorga el Poder Judicial y obliga a cumplir a los encargados de su custodia. En cambio, los otros presos, los “represores, torturadores y violadores de los derechos humanos” quienes fueron obligados a defender la Patria de un ataque por parte de la URSS y su satélite Cuba, hoy se mueren en las mazmorras del estado sin la atención médica debida, en condiciones deplorables de detención y lo peor de todo es que han sido juzgados en muchos casos por terroristas a quienes combatieron y fueron sus enemigos en la guerra y hoy avenidos en jueces “demócratas” y que está a la vista de todos su sed de venganza. De otra manera no se entiende. Cuando escucho hablar de derechos humanos, pienso que se están comiendo al caníbal. Es por todo esto que me enerva ver a Macri acompañar a delegaciones oficiales extranjeras a rendir homenaje a quienes pretendían quedarse con nuestra libertad en el Parque de la Memoria Tuerta, entre quienes está Roberto Santucho, el mismo que pretendía asesinar a mas de un millón de argentinos para instaurar la “patria socialista”. No me cabe duda que en ese millón de personas estaría incluido el señor Franco Macri y probablemente su hijo, quien hoy nos gobierna. ¿Qué necesidad había de llevar a los All Blacks a la ex ESMA? ¿Por qué los llevaron a visitar las cárceles del pueblo donde la guerrilla detenía, torturaba y asesinaba a militares y empresarios? Me refiero puntualmente al Tte Gral Aramburu, al Tte. Cnl. Larrabure, a Oberdan Sallustro, et., etc.
Siguiendo con el tema de la sentencia a muerte, veo con honda preocupación como se condena a muerte a inocentes sin derecho a un juicio justo y por algo que ellos no tienen la culpa. Me refiero precisamente a la despenalización del aborto. Ahora la irresponsabilidad de una noche de placer se soluciona matando a una criatura inocente. Pasa lo mismo con una violación, que culpa tiene esa personita engendrada si el padre es un violador y que probablemente esté en libertad por esa teoría de Zaffaroni. En lugar de castigar al delincuente el cual debería estar castrado o por menos en cana, se asesina un individuo inocente sin derecho a una legítima defensa. Todo esto sin entrar en un plano religioso, soy católico y por supuesto estoy en contra del aborto, solamente me apoyo en el primer derecho natural: EL DERECHO A LA VIDA.
Para terminar me tomo el atrevimiento de corregir nada menos que a Jorge Luis Borges: Los incorregibles no son solo los peronistas, incorregibles son todos los argentinos
Juan Bautista Garona
garonajuan@speedy.com.ar
26/07/2019
LA ENDEBLE ESTRUCTURA CULTURAL ARGENTINA
Carlos del Señor Hidalgo Garzón *
“La historia es testigo de nuestra incertidumbre en la toma de decisiones y en la propensión a la inmediatez y el dejar para “mañana”, por lo que el hoy estamos en crisis, crispación, violencia y desesperanza. En todo falla el correcto sentido de soberanía e identidad como Nación – Estado y Patria, hemos perdido dos siglos en juegos ninfomaníacos, siempre en contacto con la perversión y la corrupción, sin haber llegado a definir, el contexto político en el que vivir, apuntando al Bien Común. Seguimos fracasando, por exclusiva culpa del Pueblo Argentino olvidándonos que somos sus integrantes o sea los mandantes irresponsables”
CUAL HA SIDO Y ES EL SINO DE NUESTRA CULTURA.
“los tiempos pasan y nos estamos haciendo viejos…” así reza un canción popular y realista. Y así con esta alegría futbolera, las ideas, se han transformado en ideologías cataclísticas, los pensamientos, se cosifican en razonamientos abstrusos, donde el ayer no existe el mañana…”veremos” y el hoy, el presente en el que en cada día escatimamos, potencia para mantener y/o forjar, bases sólidas para nuestros descendientes y por ende la Patria.
Hemos caído en una anomia dispersiva del objeto urgente de la cuestión. Cuál es la armonía social y el progreso sólidamente convocado en cimientos sólidos, llamados Valores.
Precisamente de Valores y de Virtud Política, es como se hacen las vidas de los pueblos, que ansiosamente, se ven reflejados en cuanto Poderoso lo mantiene en la ignorancia y el desequilibrio emocional, ahuecándolo en sus canastas de imbéciles, seguidores de falsos líderes trasgredidos en Mafioso o Caudillos.
Nuestra Cultura, que abarca tanto las nomas de convivencia, como el derecho a la información y a ser oído y a proyectar lícitamente un futuro para los que nos siguen o nos acompañan desvalidos de esos Valores Trascendentes, que nos harían, SER. Con Soberanía claudicantes sobre el soporte de la Virtud Política y el irrestricto apego a la Ley. Debe conformar un sólido apego a la lucha cultural.
EL DAÑOS DE LOS CAUDILLOS Y SALVADORES DE LA PATRIA
A poco que repasemos la historia, vemos desnuda la realidad de las controversias y las luchas por el poder, y el desprecio del Estado, fuerte pero no tiránico. Si estos salvajes, no solo se enriquecieron a causa de sangre gaucha, sino que conformaron verdaderos grupos de poder, que atentaron contra la conformación nacional.
Posteriormente (1930 y 1955), el país desoyó el clamor popular desbrozando entelequias etílicas y la desnaturalización de la Cultura, la Sana Moral y las Buenas Costumbres asidas al camino del Estado de Derecho Justo y por ende al remanido Bien Común. Fuimos sordos y ciegos y embicamos en mala caleta.
Desde que se dice que intentamos ser Libres, a ojos vistas, esta demostrado, la ineptitud chabacana de los detentadores del poder y las ilusorias directrices, de que tipo de Gobierno queríamos.
Así, entre caudillos y paniaguados, nunca supimos si éramos Monarquía, o República y dentro de este estilo, cual.
Esta visto que los argentinos no necesitamos de ningún imperialismo para NO SER, simplemente el poco apego al riesgo y el trabajo, conformaron una Psico-socio Política, que se sumo ignominiosamente a pensamientos populistas, marxistas y últimamente a las ideas del tortuoso Antonio Gramsci.
Resumiendo, no somos lo que en tantos discursos y asonadas se dijo. Por exclusiva responsabilidad NUESTRA. Y no supimos interpretar a los estudiosos del Derecho y la Ciencia Política y el Derecho Constitucional Comparado.
Elegimos ser dóciles al “Mandón de turno” y ahora con más razón, ya que es evidente que no habrá cambios en la demagogia y la pauperización del país. La Izquierda y los Trotkistas y sumando los vagos y mal entretenidos, van conformando un “ejército“ de Poderosos – sin “enemigo”, pues al muy estilo del Venezolano Maduro, el que opine diferente o sucumbirá al miedo o será muerto. Las armas políticas y de fuego ya están, como es el caso de los seguidores de Milagros Sala.
EL TRABAJO DE DESCULTURIZACION GRAMSCIANO
Bien sabemos que los terrorista y asesinos, son parte eficiente del PODER, y por ende de sus acciones en la ruptura psisocioespititual de las sucesivas generaciones desde hace 70 años. Donde los NIÑOS, luego los DOLESCENTES, más los JOVENES – y ya los adultos, creados en una argentina que contradice la Cultura de las buenas formas Sociales y Laborales.
Las han destrozado y para mayor gravedad, lo han metido en el “corpus iuris” y desde las mas altas jerarquías se aplauden los avances( retrocesos) de los derechos civiles, dándoles personería jurídica a todas las deformaciones de la Familia y la Educación e instrucción de los estudiantes.
La desacralización del matrimonio, colocando figuras que otrora fueran de degenerados, imprimen a la vida de quienes observan – los niños- visiones fantasmagóricas en la Paternidad o Maternidad, todo en el lucrativo negocio de las acciones de agresiones , llamadas” de género”.
Para ello marchan pintarrajeadas mujeres desnudas por el espacio público en defensa “del uso del cuerpo” (sic).
Y Ya en las fuerzas armadas (ex FFAA) al no existir el Código de Justicia Militar y los Tribunales de Honor y el Fuero Militar, se destruyó un las instituciones quitándoles sus fueros e inyectándoles – desviaciones de la conducta sexual- en un Cuerpo Sanmartiniano.
El Honor ha desaparecido y lo que más grave agrede es que las autoridades, por más que los degenerados estén incluidos en el Código Civil, se vean obligados a aceptarlas. Yo creo que todos los Generales deben quebrar sus sables e irse a la casa y que el comando lo asuma (dicho con respeto) el cabo más moderno.
Pensemos en el trabajo de los Maestros, Profesores Universitarios o del Secundario, cuando deben someterse a la “voluntad popular de sus alumnos”- Ya que la Jerarquía y la sana disciplina del Respeto. Desapareció.
LA FUNDACION DE LA SEGUNDA REPÚBLICA
Permítaseme, hacer mención al mensaje del 31 de diciembre de 1999, dirigido a todas las Rusias por su Premier Vladimir Putin, en lo que claramente y brevemente da su Directiva Estratégica…” la humanidad asiste a dos acontecimientos mayores: el nuevo milenio y el dos mil aniversario de la cristiandad. Creo que el interés y la atención generalizados que concitan esos dos acontecimientos son más profundos que la simple celebración de un día excepcional…”(1) y en el contexto del volumen plantea su visión de la historia, la fortaleza del hombre ruso , su incalificable amor por la Religión y la Familia y finalmente Las Fuerzas Armadas…y se abre a un mundo sobre la base de una historia dolorosa que llevo durante 70 años de comunismo, Rusia como sus exportaciones .De las que la Argentina desde 1964 y los setenta. Fuimos acribillados en la búsqueda de una bandera roja a cambio de todo el Poder y la desacralización humana. Especialmente los pobres, los niños y los viejos, a los que no se dio alternativa. Esa guerra NO HA TERMINADO.
Quizás la Argentina deba reformular sus esquemas de poder, dentro de un sistema Republicano Semi Presidencialista, con un Presidente y un Primer Ministro y con el recupero de la VIRTUD PATRIA, apoyados en un nuevo texto Constitucional y Parlamentario, decidiéndonos de una buena vez, por elegir a los mejores en lugar de los más Poderosos del Dinero – el SEXO – LA DROGA y la mala FE.
CONCLUSION
Es necesario, por las vías del derecho, restituir las esencias de la VIRTUD humana en el ejercicio con legitimidad, del PODER.
Quizás haya que fundar un Segunda República, y trabajar duro en la Regionalización por factores económicos y aumentar la balanza exportadora, de todo lo que somos capaces de hacer, que es mucho, ya que las riquezas debajo del suelo así lo esperan.
La regionalización con más ferrocarriles troncales, llevarían especialmente a la Patagonia, un incentivo colonizador y de explotación, bajo el amparo de un estado fuerte pero no tiránico ni licencioso en el reparto. Una nueva Organización Nacional.
Es necesario elevar en términos próximos el PBI y todo fundado en el concepto …”de una nueva y Gloriosa Nación”. Con tiempos acotados y un férreo planeamiento Estratégico y Geopolítico Demográfico. Bajo el inalterable proceso de un correcta y aplicable Salud Jurídica en “casa” y frente al mundo, que ya como hemos expresado en otros escritos, damos lástima, un sentimiento que debería limar nuestro orgullo Patriota.
QUE TIPO DE CULTURA ASESINA A QUIENES LA DEFENDIERON
Vladimir Putin, en el texto citado, demuestra que no es posible evitar el pasado-históricamente, pero que una fase vital termina para dar lugar a otra. Sin menoscabo de lo dicho resiente el comunismo como un período doloroso para el Pueblo Ruso, pero deja de admitir lo que desde esa calamidad se forjó positivo.
Uno de los aspectos que le resultan execrables , fueron las “purgas”, de las que nuestro pueblo, se desinteresa, en el contexto, de aquellos que corrieron sus suertes y vidas para evitar el flagelo del usurpado británico en las Islas Malvinas y la Guerra Civil, que demando casi cuatro décadas y ahora resurge victoriosa, ya con culpas no solo del Pueblo Argentino – “INGRATO” PARA CON LOS UNIFORMADOS.
En ambos casos, la desmalvinización y la postergación de las FFAA a la supuesta “democracia” que es la capa que oculta los poderes mafiosos y angurrientos. Son claros ejemplos de una contracultura o desculturización, aceptada por los propio damnificado, que al no madurar se desinteresan por los ancianos prisioneros del estado argentino, y que importan tremendas sumas de dineros y créditos a los mal llamados DDHH. Y el pueblo, los camaradas, amigos, familiares miran para otro lado…”es cool” y los prisioneros políticos, por los que no se toma razón y si un “que me importa “ de acto o potencia, siguen siendo torturados hasta ASESINARLOS, sin que nadie diga MU..!! Resulta vergonzoso. Pero a los argentinos y a los Generales no les importa.
En síntesis – tener una HISTORIA Y CONOCERLA ES ACERCARSE A LA CULTURA CIVICA, DEL TRABAJO Y LA CAPACITACION PACIFICA DE LAS GENERACIONES A RECUPERAR O A FORMAR PARA EL BIEN COMUN DE TODOS LOS QUE “HABITEN ESTE SUELO”
(1) Vladimir Putin – Frédéric Pons- Ed. El Ateneo
*El autor tiene 72 años de edad, es Mayor (RO) del Ejército Argentino. Sirvió en la Infantería, fue Comando, Paracaidista, y Oficial de Inteligencia Estratégica. Es veterano de la Guerra de Malvinas, donde fue herido en combate, por lo que lo pasaron a retiro obligatorio, por Inútil de todo Servicio. Es Doctor en ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, criminólogo, Catedrático Universitario y fue Subsecretario de Culto de la Cancillería Argentina . Ha sido condecorado con la Medalla al Valor en Combate, Medalla La Nación Argentina al Herido en Combate, Distinción de Campaña Malvinas y Distinción Universitaria.
WEB: www.PrisioneroEnArgentina.com
Email: cshg.krieg.357m@gmail.com
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 14, 2019
ALGUNAS CONSECUENCIAS DE DOS GUERRAS NO DIGERIDAS Y DE SUS POSGUERRAS MALVERSADAS
Por el Grl Heriberto J. Auel
Los hechos ocurridos recientemente.
Algunas causas de la Inseguridad Nacional.
La “excepcionalidad”
Los hechos ocurridos recientemente.
No hace mucho tiempo se definía en Brasil que la final de la Copa Libertadores se jugaba en Buenos Aires entre River y Boca, los dos clubes de fútbol que convocan el mayor número de socios y adherentes en nuestro país. La alegría y el orgullo envolvían al mundo futbolero y los comentaristas deportivos expresaban este estado de ánimo en todos los medios. La Argentina estaba de fiesta y olvidaba -por un momento- los efectos de la crisis cambiaria y sus consecuencias.
¿Acaso no era el fútbol la principal y única motivación social que sacaba a las calles a la bandera nacional, que ya no aparece en los grandes aniversarios de la Patria en las últimas décadas? Hasta que llegó el momento de definir quién era el campeón. Había que disputar dos partidos y a través ellos, progresivamente, el Dr. Jekyll argentino se transformó en Mr. Hyde -que es el monstruo que los progresistas nos ha creado- (1) como franja transversal transculturizada que nos mantiene socialmente “agrietados” y “contractivos”.
En el mes de Julio de éste año 2018, invitado por las autoridades del Club del Progreso, pronunciamos una conferencia cuyo título fue “Las Claves de la Inseguridad Nacional” (2). En su inicio, dijimos: “¿Pueden los padres ignorar qué “defensas” deben darle a su bebé -a través de vacunas, alimentos y vitaminas- para que rechace la agresión del medio ambiente en el que vive? Pues, valga el caso, eso es lo que estamos haciendo con nuestra sociedad, toda vez que una política comunicacional de la Seguridad Nacional, no existe. Esta es la principal causa de la inseguridad/indefensión que padecemos, pues en las guerras en acto -de 7ma G-, la orientación de la opinión pública es esencial”.
Agregábamos: “En la presente etapa de la civilización, la del “conocimiento”, la Seguridad Pública se unificó con la Seguridad Estratégica, pero en nuestro extremo occidente-sur ello no ha sido difundido. La Argentina -ideológicamente encapsulada en los últimos años, hasta el 2015- (3) se evadió de su circunstancia internacional y envuelta en falacias -el relato- se dirigió inconscientemente al “Estado fallido” (4) a través de la auto-destrucción de su núcleo duro: las FFAA y el sistema Judicial Penal Federal, que fue y es empleado para la destrucción de las primeras”.
(3). H. J. Auel. “La Argentina Encapsulada”. Julio de 2010. www.ieeba.org
(4). H. J. Auel. “El Estado Nación regional frente a las amenazas estratégicas globalizadas”. Junio de 1988. www.ieeba.org
Más adelante afirmábamos:
“El resultado de las elecciones presidenciales en Colombia el 17 Jun 18, contrario a los intereses de las FARC, dio inicio a una nueva etapa revolucionaria subcontinental. Seguramente se va a manifestar con una nueva ola de violencia en ese país. Además, los resultados de las próximas elecciones en Méjico y Brasil serán definitorios para articular los próximos pasos a dar por los Foros de San Pablo y de Porto Alegre y condicionarán el ritmo/oportunidad para la contraofensiva revolucionaria en el Cono Sur, prometida en el Encuentro de Managua. Los ejercicios preliminares de esta maniobra en acto están en superficie en El Comahue, Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Rosario y Mendoza”.
Estas afirmaciones que realizáramos en aquella conferencia han quedado totalmente corroboradas en los últimos meses y -desde nuestro punto de vista- en la crisis del fútbol que tuvo su punto álgido en Libertador y Lidoro Quinteros y dentro de las instalaciones de River el pasado sábado 24 de Noviembre. Hubo centenares de comentarios sobre estos hechos y aun continúan, en todos los medios. Se han expresado sobre la inseguridad del caso -que nos abochorna- periodistas, politólogos, políticos, psicólogos, psiquiatras, hinchas de fútbol, funcionarios, etc. Pero, como es de costumbre, no hemos escuchado a un solo polemólogo o estratega especializado en amenazas y riesgos contemporáneos a la Seguridad Nacional, que expliquen las causales de estos fenómenos socio-políticos con idoneidad, desde una perspectiva especializada, en un momento tan oportuno para hacerlo.
¿No nos han dicho -en los últimos tiempos- que existe una probada interconexión entre las barras bravas, los sectores políticos violentos y las mafias internacionales?
Lo ocurrido al ómnibus de Boca no fue casual y no fue un imponderable, sino que fue un grave imprevisto o un hecho adecuadamente previsto por el enemigo. El primer caso indicaría que no hubo plan de seguridad y, si lo hubo, careció de una mínima eficiencia. Todo plan determina una organización -ajustada a su objetivo-. Lo que se observó, “desde afuera”, es que ella no existió. El segundo caso nos lleva a pensar ¿se “liberó” éste tramo del viaje del colectivo?
Escuchamos repetidamente -en esos días- de parte de funcionarios, la palabra “coordinación”. Ésta no sirvió para la complejidad operativa e institucional del hecho. Era imprescindible la conjunción. Se quebró el principio de unidad de comando y con ello el ejercicio de las responsabilidades. Un plan, cuando se carece de contacto, necesariamente debe ser proactivo y esto es lo que no vimos. Podría ser reactivo -en el contacto- si existieran destrezas tácticas y procedimientos adquiridos, acompañadas con una enérgica disciplina y agilidad de los elementos intervinientes, que no aparecieron.
La evidente entrega de la iniciativa al agresor -principio de la libertad de acción- indica fuertes carencias de inteligencia oportuna -en el tramo de marras- o bien, el designio de que el atentado ocurriera. La constitución de reservas móviles pre-localizadas, tampoco se observó. Ellas eran indispensables para intervenir, en el caso de una sorpresa.
Si el allanamiento al domicilio del jefe de la “barra brava” el día viernes 23 -previo a los hechos- indicaba que habría un núcleo de 300 hombres -sin entradas- que operarían fuera del estadio como agresores, su localización, cerco y control era fundamental para evitar lo que ocurrió. Allí se reitera una clara tendencia reactiva del planificador, probablemente inercial, originada en sus previas experiencias profesionales o bien, la intención de no controlar al “cuello de botella”, ideal para una emboscada.
Algunas causas de la Inseguridad Nacional.
Decíamos en la conferencia citada renglones más arriba:
“Han pasado treinta y cinco años desde el cese de los combates y aun la sociedad no ha asumido a sus guerras. No las asimilamos. Nuestros TTOOFF legos aceptan lo que las querellas -representantes del agresor de ayer- dictan ante los estrados: “no hubo una guerra”. Si la Justicia y las querellas reconocieran que la hubo, nuestros soldados deberían estar frente a los tribunales del Fuero Militar. Los jurisconsultos del más alto nivel estatal borraron el Art. 18 de la CN y la psico-política hizo el resto. “Una política de estado”, de hecho, ha podido reformar la Constitución Nacional, el Tratado de Roma, la Justicia Militar y los Tribunales de Honor de las FFAA (7)”.
(7). H. J. Auel. “El narco-terrorismo, el Estado Nacional, la democracia y las FFAA”. 26 de Abril de 2014. www.ieeba.org
Si “no hubo una guerra contrarrevolucionaria” y el agresor no existió, como nos dice el “relato”, ¿podemos entender y explicar porqué la inseguridad/indefensión sigue avanzando? Sabemos que hay una constante búsqueda por parte de la izquierda radical -todos los días- de una mayor ingobernabilidad, consecuentemente podríamos plantear la hipótesis de que el partido de la final River-Boca fue una gran oportunidad para crear un hecho bochornoso para el país, a solo días del G 20, en Buenos Aires. Y, si este supuesto fuera válido, ¿no sabíamos que las barras bravas son organizaciones mafiosas, con relaciones políticas interrelacionadas con el narcoterrorismo -sostén financiero de la pseudo revolución neo-marxista-?
¿O es casual que la política de DDHH ha reemplazado a la política de Seguridad Nacional, en los últimos treinta y cinco años?
¿Por qué los licuados partidos políticos se oponen a aceptar la existencia de las nuevas amenazas estratégicas presentes, fronteras adentro, categorizándolas como simples problemas de seguridad pública?
¿Por qué son inamovibles las perversas leyes que garantizan la inseguridad y la indefensión?
¿Por qué se limita el empleo de armas de fuego por parte de las policías, a contramano de la legislación internacional?
¿Por qué se continúa con la “venganza” focalizada en los TTOOFF que “juzgan” a los inexistentes delitos de lesa humanidad?
¿Por qué las “abuelas”, “madres” o “hijos” y demás simpatizantes de antiguos terroristas, entre ellos connotados “idiotas útiles”, quieren mantener a las policías “condicionadas” y a las FFAA “extrañadas”.
Estos actores -políticamente correctos- siempre han justificado a los “jóvenes idealistas” y siguen demonizando a las fuerzas legales que constitucionalmente deberían ostentar el monopolio de la fuerza dentro de nuestros límites, pero que permanecen limitadas o desarmadas, a pesar del grito de la calle por la Seguridad y la Justicia. ¿Será casual que estos mismos actores políticos sostienen el “abolicionismo del derecho penal” y el “garantismo” en la interpretación de las normas existentes? (3).
Podríamos continuar -indefinidamente- haciéndonos preguntas de éste tipo, que no tienen respuestas lógicas y al final arribamos a la conclusión de que la gravedad de la situación que permitiría sincerar la situación, no llegará. Lo comprobamos cuando la Corte se desdice de sus recientes fallos, aceptando aberraciones jurídicas para acomodarse -momentáneamente- con lo políticamente correcto o cuando nos apercibimos del tremendo vaciamiento institucional que padecemos, al compararnos con países vecinos.
Existe otro aspecto de éste fenómeno socio-político en acto, al parecer ignorado por la dirigencia argentina a pesar de su centralidad, para un país en doble posguerra. Es el siguiente:
en toda posguerra se produce una transculturación en el vencido, impulsado normalmente por el vencedor.
Es lo que nos viene ocurriendo desde 1983, en continua profundización. Nuestra identidad se ha “relativizado” y el Estado Nacional argentino continúa debilitando a sus Instituciones.
La Nación Argentina triunfó en todos los combates que nos impuso el agresor terrorista revolucionario en los ´70. Es en los combates -en el nivel táctico- donde se obtiene la VICTORIA. El cuasi-Estado Nacional careció de Estrategia, no dio batalla, que es la imprescindible dirección de los combates. Si ésta hubiese existido la victoria militar-táctica habría trascendido al nivel político, consolidando una nueva PAX. Pero NO fue así.
La derrota táctica en el Atlántico Sur -1982- trajo el colapso del “Gobierno del Proceso” y en razón de dicho colapso, el nuevo gobierno -1983- no reconoció la victoria argentina sobre el agresor revolucionario sino que, contrariamente, le concedió espacios de poder y demonizó a sus FFAA, de Seguridad y Policiales a través de los medios de comunicación del propio Estado.
Cuarenta y ocho horas después de acceder al poder dictó -el 12 Dic 83- el Decreto 158/83, que judicializó al hecho socio-político guerra, con lo que entregó la VICTORIA al agresor revolucionario comunista.
Se produjo así el TRASTOCAMIENTO del triunfo argentino, en el terreno, en la derrota estratégica que aun padecemos, trastocamiento probable -previsto por Clausewitz en su monumental obra “De La Guerra” (4)- cuando no hay Estrategia.
El efecto inmediato del “trastocamiento” fue el pasaje de los Derechos Humanos -contenidos en nuestra Constitución Nacional- que fueron defendidos por las Fuerzas del Estado Argentino, a manos de los comunistas representados por un sinnúmero de OONNGG de fachada -ello continúa hoy- como fenómeno totalmente naturalizado por una sociedad confundida y ansiosa, ante la multiplicidad de crímenes morbosos, totalmente evitables.
Ésta maniobra, que otorgó a la “revolución vencida” la totalidad de nuestro territorio -como “zona liberada”- ha sido acompañada por el sibilino proceso de transculturación de la ciudadanía desde el Estado, comenzando por la escuela primaria, con una nueva programación ideologizada y acompañada por una comunicación social programada, constante y eficiente.
Bajo el encubrimiento de la “democratización” de las instituciones, de la existencia de un “fascismo” generalizado y de partidarios de las dictaduras, llegamos al anarquía caótica provocada por la “ideología del género”, el “indigenismo”, el “feminismo” y demás “ismos” que responden al “progresismo gramsciano”, en reemplazo o complemento del antiguo “estalinismo”. Éste parsimonioso “entrismo” está presente en todos los niveles sociales y en todos los partidos. Lo hemos visto en la votación por el aborto legal. Es el “transversalismo” cultural.
Acontecimientos como los ocurridos con el ómnibus de Boca o con el caso Maldonado, conmueven a la sociedad durante unos días, pero otros escándalos los dejan rápidamente en el olvido. Continúan los comentarios y las opiniones, pero nadie se anima a poner en superficie la esencia del fenómeno. El “curro de los DDHH” sigue su curso. Hay una cobardía absoluta frente a los anatemas de la izquierda radical, cuyo paradigma es la intocable Hebe Pastor. El control de la opinión pública por parte de la “revolución”, está llegando a su sibilino zenit.
La “excepcionalidad” argentina.
Hay algunos argentinos a quienes les place conducir a contramano. Les place ser la “excepción” frente a la norma. Las razones de ésta sinrazón son numerosas, pero la que queremos señalar en -éste caso- es netamente ideológica. Se agregaron a esta especie de “excepcionalistas” -a lo largo de los últimos treinta y cinco años- un sinnúmero de zánganos e hipócritas, dispuestos a libar en el “curro de la política de los DDHH” y actualmente constituyen un tercio de la población nacional.
Nuestro país es el único de la región que acumuló la desgraciada experiencia de pelear las dos guerras típicas de la era nuclear: una “muy limitada” -no convencional- y otra “limitada” -convencional-. Nuestros vecinos -y algunos que no lo son- observaron, estudiaron y aprendieron de ambas experiencias, ajustando su planeamiento estratégico, su doctrina y sus organizaciones. Nosotros, que las habíamos vivido dramáticamente, no lo hicimos. Y a treinta y cinco años del colapso del Proceso, en estos días, hubo quienes se ufanaron de ser la “excepción”, al costo de padecer un nivel de inseguridad e indefensión inédito en nuestra corta historia. ¿Por qué miramos y no vemos? (5).
El efecto de la derrota en el Atlántico Sur, verdadero mazazo psicológico para los argentinos permitió, a los partícipes y simpatizantes del terrorismo revolucionario vencido, alcanzar el poder y desde él, buscar “venganza” y “chivos expiatorios”: los Militares, las Fuerzas de Seguridad y Policiales, responsables de “delitos de lesa humanidad”, “partidarios de la dictadura”, “represores”, “fascistas”, etc. Con el relato justificaron el “trastocamiento” y encubrieron su “rumbo hacia un socialismo pseudo revolucionario” y a “un latrocinio incalificable”.
El proceso de transculturación -ya citado- aun continúa, transitando hoy una etapa progresivamente más orgánica y tenebrosa. Tras su derrota en combate, algunos terroristas-revolucionarios tomaron el camino de Antonio Gramsci: se hicieron “progresistas”. Confluyen hoy en ese espacio estalinistas, trotskistas, anarquistas y social-demócratas -que llegaron allí por vía marxista- y, para sorpresa de muchos, también liberales y “tilingos” -los idiotas útiles- kantianos/wilsonianos, reunidos todos por la política de DDHH, organizados en OONNGG y/o en burocracias estatales, voluntariosos constructores de “la grieta cultural” que divide actualmente a los argentinos. Cuentan con muy buena prensa, pues sus operaciones se desarrollan desde el escándalo y el escándalo vende (6).
Éste “progresismo”, vulgarmente abstracto e indefinido, es un comodín político agresivo por su caracterización cultural y es natural y socialmente “transversal”, como quedó demostrado cuando se trató en el Congreso la ley por el aborto legal. La coalición que gobierna -Cambiemos- no escapa a esta “transversalidad”, que se manifiesta por los desencuentros -cada vez más graves- existentes en su seno.
Quienes decían “Macri es mi límite”, antes de las elecciones del 2015, por conveniencias electorales lo acompañaron en la 1ra vuelta y sorpresivamente ganaron en la 2da vuelta, quedando “atrapados” con quien era “el límite”. Ha llegado el momento de sincerar posiciones y homogeneizar a la coalición, arrojando por la borda al “progresismo tansculturizado”, cualquiera fuere su origen. Está en juego la gobernabilidad y nuestro futuro.
Y esa es una responsabilidad insoslayable del presidente Macri, si deseara cumplir con los objetivos políticos enunciados en la pasada campaña electoral.
Si se aspira a “pobreza 0”, deben llegar inversiones y estas están demoradas pues entre quienes le acompañan en el gobierno hay quienes no quieren la “unión de los argentinos”, pues rechazan la pacificación nacional y retienen la política de DDHH, con lo que continúan con la demolición de las FFAA y del Poder Judicial. Esos mismos “progres” -enquistados en el gobierno- impiden “terminar con el narcoterrorismo”, por dos razones: 1. deberían reconocer que ésta es una amenaza estratégica y no un mero asunto policial y
porque perderían el apoyo financiero de la logística revolucionaria. -No olvidemos que el progresismo es la expresión posguerra fría del neo marxismo europeo e iberoamericano-.
Alguien debiera decirle al Sr. Presidente, oportunamente, que quienes le señalan no cumplir con ninguno de los objetivos que prometió, no son solo los KK y la izquierda radicalizada, sino algunos de sus socios de la coalición electoral que hoy gobierna, que lo califican de “corrupto y fascista”. Presumimos que no es por “ser astillas del mismo palo”.
Si no llegamos a las elecciones del 2019 con coaliciones homogéneas y con partidos saneados, continuaremos con gobiernos débiles, inhibidos para actuar, pues sus quintas columnas y el control de las calles operan de consuno, bajo mando unificado. Los cambios estructurales que nos debemos, imprescindibles para progresar, exigen eliminar a los progres y a los hipócritas y zánganos. Es muy probable que “las inversiones” nos estén esperando, pero estamos inmovilizados, el tiempo corre y el riesgo país crece.
La oportunidad para avanzar en el 2019, está abierta. Si no lo lográramos -decisivamente- seguiremos jugando las finales del fútbol en el exterior, pero las manifestaciones de violencia interna ya no se expresarán con “molotov”, piedras o botellazos. Habrá escalada hacia una violencia organizada por una pseudo-revolución humillada en las urnas.
La invitación de los genuinos “progres” -como lo son Alfonsín Jr., Lifschitz o Stolbizer- es una gran oportunidad para higienizar la Política, pues están proponiendo un “Frente Progresista” que necesariamente debería incluir a zánganos e hipócritas. Sin embargo, no somos muy optimistas. El “entrismo”, hasta ahora, ha sido exitoso y lucrativo. ¿Por qué desearían abandonarlo? La Argentina, a diferencia de nuestros vecinos, carece de Instituciones sanas. Son ellas las que están actuando para la recuperación cultural y política en Chile y Brasil, por diferentes caminos. ¿Podremos sanear a las nuestras, en tiempo?…No hay indicio alguno.
El macro-terrorismo moderno es el catalizador del diseño arquitectónico de la Seguridad Internacional, totalmente incardinada a la Seguridad Nacional. Se trata de la naturaleza de las guerras de Séptima Generación en acto. Roguemos al Niño de Belén, en éste Adviento, que por vía del milagro la Seguridad Nacional llegue a nuestras playas, desde la Seguridad Internacional.
ES el único punto de partida de un CAMBIO que no llega. La crisis cultural y política no se resuelve desde la economía, sino desde la Seguridad Nacional.
CITAS:
(1). R. L. Stevenson. “El Extraño caso del Dr. Jekyll y Mr Hide”. Librería SF. Bs As. (Según se cuenta en esta novela, en nosotros siempre están el bien y el mal juntos, por eso Hyde, símbolo de todo lo perverso, resulta repugnante a todo aquel que lo ve).
(2). H. J. Auel. “Las Claves de la Inseguridad Nacional”. 18 Jul 18, www.ieeba.org
(3). H. J. Auel. “Política de Derechos Humanos Vs. Política de Seguridad Nacional”. 01 Ago 17. www.ieeba.org
(4). H. J. Auel. “La Política de Derechos Humanos”. 22 Jun 16. www.ieeba.org
(5). N. Márquez. “Raúl Alfonsín: un canalla al servicio del euro-comunismo”. 20 Dic 18. www.prensarepublicana.com
(6). H. J. Auel. “La Cultura y la Civilización”. Dc 01. www.ieeba.org
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 22, 2018