Estamos viviendo un momento espantoso en la vida de la Nación. Seguramente nunca hemos vivido un periodo tan lastimoso como la era Cristina en cuanto a la perversión. Digo corrupción en general, refiriéndome al peculado, la coima, el soborno, el cohecho, la mentira como acostumbrada norma, las dádivas interesadas y pervertidoras. Una corrupción generalizada en toda la sociedad, pero que resalta, se hace más notable y es más dolorosa en los ámbitos de los poderes del estado. Quizás lo que haga más afligente el actual estado de infección del cuerpo social, sea la actitud complaciente con que en el Senado de la Nación y en algunos ambientes se lo considera. Se dice que corrupciones hubo siempre como si eso fuera suficiente justificativo y motivo convincente para que nos allanemos a tolerarlas. Es claro que sí: desde que Adán comenzó a pecar los hombres le hemos heredado su naturaleza pecadora; pero que seamos proclives a cometer faltas no significa que debamos ser condescendientes con quienes dan mal ejemplo, se roban los dineros que la comunidad necesita, se enriquecen administrando los favores que el estado otorga indebidamente, niegan la justicia por favorecer a privilegiados. En una década a la que por las públicas inmoralidades se la ha calificado de infame, un legislador sorprendido en un cohecho, de vergüenza se suicidó. Había infamia, pero subsistía la vergüenza. Podría pensarse que ahora, para peor, la vergüenza ha desaparecido, y que por lo tanto la sociedad – desvinculada de la moral, del bien, de la verdad – se desbarrancara hacia miasmas putrefactos. Una tendencia ligada a la modernidad, y que por lo tanto aparece como irresistible, como inevitable. Y, a pesar de todos los obstáculos, algo de luz se va haciendo. Una claridad que se replegó frente al senado y se replicó en muchos sectores del País. Un resplandor que muestra panoramas tenebrosos, pero que es imprescindible examinar para demandar sanciones a los culpables. Se van descubriendo aspectos de la delincuencia que hasta hace unos años nos hubieran parecido inaccesibles, pues hubiéramos pensado que un enorme poder oculto conseguiría mantenerlos bajo su manto de oprobio. El pueblo indignado, con el apoyo de un lúcido periodismo -o el indignado periodismo, con el apoyo de un pueblo esclarecido, lo mismo da– va consiguiendo que la investigación avance. La acción de algún sector de la justicia, nos está mostrando que a la corrupción hay que atacarla en sus madrigueras; que se puede reaccionar contra los males imperantes; que mientras queden magistrados probos no todo está perdido; que vale la pena golpear las puertas con vigor e insistencia; que hay que perseverar en la lucha por el bien, pues la maltrecha moral pública puede ser restaurada si la sociedad reacciona con la energía que las circunstancias reclaman. Siempre, a través de los siglos, hubo el imperativo moral de luchar contra las podredumbres, pero ahora no se trata sólo de un imperativo moral: es una cuestión de vida o muerte, porque la corrupción nos está tapando, nos está ahogando, nos asfixia y nos aniquilará si no somos capaces de vencerla.La corrupción tiene muchas tácticas para disimularse y para pasar inadvertidas. También para aparentar que son inocuas, que no tienen mayor importancia. Una de esas tácticas es la de sostenerque todo está podrido, que putrefacción hubo siempre y que por lo tanto es inútil luchar contra ella, y que el único camino posible sería el de tolerarla, aceptarla como inevitable. “Todo es igual, nada es mejor”. “Quevachaché”.Pero no hay que dejarse llevar por delante. No es que todo sea malo, sino que hay bien y hay mal, y obligación de ciudadanos conscientes es distinguir la virtud del vicio, la honestidad del pecado, la dignidad de la bajeza, la decencia de la villanía.
Hoy más que nunca, se está tratando permanentemente de plantearse la alternativa entre el orden y la transgresión. Lo natural, a través de los siglos, hubiera sido pronunciarse a favor del orden, que es lo correcto, lo bien concertado, la regla adecuada a la razón. Pero resulta que el orden está muy desvalorado en el mundo actual, se lo desprecia, resulta aburrido y falto de originalidad, de empuje, de vitalidad. En todo; en la música, en la vestimenta, en los modos sociales, en el lenguaje. La mayor parte de los que fijan normas y rumbos a la sociedad – políticos, deportistas, artistas consagrados, espectáculos multitudinarios, best sellers, (ejemplos del primer mundo), se inclinan decididamente por la transgresión.
¿Cómo no ha de resultar natural, entonces, que se prefiera el reemplazo del matrimonio? Pero el matrimonio está ligado a las religiones. Implica un proyecto, una tarea a realizar en el futuro, un compromiso con aceptación de deberes y de consecuencias, la responsabilidad de emprender un programa, conforme a la naturaleza, que se concreta en la constitución de una familia. Incluye, por supuesto, el concúbito, las relaciones sexuales que afirman el amor y originan la prole. Una de las características generales de la sociedad actual, del nuevo orden, es el rechazo de las responsabilidades, de los deberes, de todo lo que no sea causa de un gozo inmediato. Por eso la sociedad ha cambiado sus normas, adecuándolas a las nuevas apetencias. Ni pensar en Virginidad, pureza, castidad, que son pronósticos de fidelidad, constancia, lealtad, devoción. Para nada. La nueva sociedad quiere experiencia sexual, adiestramiento en la satisfacción de los placeres, desarrollo de la líbido, entrenamiento en lo hedonístico.¿Fidelidad? ¿Para qué la fidelidad del otro si no se está dispuesto a mantener la propia?¿Constancia? ¡No! ¡Que la pasión estalle como un fuego de artificio y dure lo que dura el apetito carnal! ¿Lealtad? ¿Y cómo se va a valorar la lealtad si se ha preferido una experiencia en tálamos ajenos? ¿Dejar en libertad al matrimonio para quiénes lo prefieran y “uniones convivenciales”para los otros? No, dice la moderna sociedad.
El ofrecimiento de matrimonio haría que se inclinen por él los deseosos de la seguridad que representa la permanencia, y mostraría como respetables a quienes asumen un compromiso de por vida. Para eliminar desigualdades, para nivelar por lo bajo, se ha prohibido el matrimonio civil. Sigue llamándosele matrimonio, pero la ley ha dispuesto que no pueda realizarse con una promesa de permanencia; que todos se igualen en que ha de durar mientras buenamente se les dé la gana -o les dure el placer- es decir, que todos han de ser uniones convivenciales con sólo el nombre de matrimonio. Por la legislación la nueva sociedad transgresora se empeña en buscar el modo de borrar toda diferencia y que la nueva vida en común sea tan legal, tan bien visto, tan respetable, como el matrimonio. Que entre matrimonio y la unión convivencial no haya diferencias, que el matrimonio con las antiguas características del matrimonio religioso no tenga posibilidad de existir. ¿Por qué nos hemos de extrañar, entonces, que los jóvenes miren con indiferencia a ese matrimonio que la sociedad ha degradado y ridiculizado? El matrimonio era sacramento, era sagrado, era bendito, era una institución querida por Dios y que se proponía cumplir los planes de la Providencia. Era un asunto religioso. Hoy no existe ese compromiso sagrado. Es lo que el nuevo orden percibe como normal y lógico pues desecha el vínculo religioso como parámetro comparativo. Habiéndose apartado la sociedad de la religión que ha quedado relegada a la vida más íntima, como si se tratara de algo vergonzoso, resulta lógico que las nuevas generaciones , que en general no tienen ni noticias de la religión, prefieran la unión convivencial que ofrece satisfacciones, al matrimonio que presenta un compromiso. En el siglo pasado, cuando nuestros presidentes masones lograron la separación de la Iglesia y del Estado, y tomaron el santo nombre del matrimonio para adjudicárselo a una relación civil, profana, ya se pensó que se llegaría a esto: a una sociedad que rechaza, que repele, que desprecia lo sagrado. Es curioso que la sociedad, de algún modo misterioso, aún conserve en el subconsciente algunos comportamientos antiguos. Por ejemplo: las parejas no fornican en la calle, a la vista del público; por lo menos en esta ciudad de Tucumán.¿Por qué?¿Hoy se llenan la boca con la palabra amor, con el matrimonio igualitario pretendiendo enlodazar a lo que, sí fue verdaderamenteexcelso? Antes se enseñaban los mandamientos que Dios les dio a los hombres. El sexto, no fornicar.
Ahora ni se lo quiere nombrar. El matrimonio es la nobilísima función propia de las madres, el ámbito en el que las madres desarrollan la más alta tarea que puede desempeñar una mujer. Por eso fue muy bien visto durante los siglos pasados. Hoy en este nuevo orden la cámara de diputadosaprobó el aborto y la muerte del indefenso, del desprotegido, negándole dignidad al niño concebido. En este nuevo orden un hijo abortado no puede ni despedirse de su madre. Niños que siguen muriendo en silencio. Niños abortados que son vidas cobradas por nuestro quebranto como entorno, sociedad y Estado. Vida a imagen y semejanza de Dios que exige reverencia y afirmación. Esto es el nuevo orden que se quiere arraigar. Que Tata Dios se apiade de nuestra Patria.
Hoy recibí una carta de una gran amiga recordándome una gran verdad. Que la voluntad y la perseverancia se construyen con fe. Si quieres volar y emprender… Sueña. La esperanza siempre estará presente. Anoche soñé y reviví en carne propia la sensación de correr. El viento suave me pegaba en la cara y todo mi cuerpo se estremecía ante el esfuerzo. Esa energía que había perdido a los nueve años fluía de mí ser como un relámpago.
Las piernas en placida armonía superaban todo obstáculos. Mi cuerpo se estremecía de placer rogando que la carrera nunca termine. Era como un canto de sirena que me embriagaba como en mi bilocación más profunda. Me desperté excitado y mire sobresaltado al costado de mi cuarto mi pierna de palo. Estaba caída…desvencijada junto a un pantalón y una camisa que la cubría. La realidad volvía a golpearme. El hombro me dolía cada vez más y mi cintura me pedía paciencia. Los años pasan pero la fe y la voluntad se mantienen intactas. Si… El que en su bilocación profunda surcó los aires y como un pájaro viajo en medio de las estrellas debía agradecer por tantas bendiciones recibidas. Apesar de mi falta de pata, con mis muletas y mi bastón y con la esperanza intacta de solucionar mi problema de traslación, seguiré soñando. Ese es el costo de vivir. Lo importante no es lo que suceda, sino cómo se reacciona. Si te pones a coleccionar heridas vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar. Uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla. Cuando acepta tu destino, y tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo.
Uno crece cuando se enfrenta al invierno aunque pierda las hojas. Recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante el polvo. Uno crece dándole a la vida más de lo que se recibe. Así como hubo momentos en que la vida cambió en un instante, nunca olvides que aún habrá momentos en que lo imposible se tornará en un sueño hecho realidad.¡Nunca dejes de soñar, porque soñar es el principio de un sueño hecho realidad! Y recuerda: todo lo que sucede, sucede por una razón. Como un maratonista he corrido y seguiré acelerando mi marcha hacia mi destino final. Como una pájaro he volado en busca de una antigua una aspiración del hombre, la de remontarse a las alturas como los pájaros. Y ese placer de seguir subiendo ¡más arriba! hacia el sereno azul del firmamento… es la vida. Siempre más arriba! ¡Más alto hacia el cielo azul! Porque siempre se puede…. He conseguido en sueño aprender que de la mano de Tata Dios todo se puede. Que una mano amiga y el beso de un hijo y el amor de tu mujer es la perla más preciosa que se puede pedir y la parte más y delicada del increíble arte de vivir como un hermano.
En nuestro país – Argentina -, la atención de un gran número de afiliados de Pami se encuentra en conflicto. No se sabe cómo se restablecerá la cadena de pagos que hace que las instituciones que atienden a los afiliados con discapacidad continúen en crisis y en grave riesgo. Pero no obstante esa absoluta postergación a nivel nacional y provincial se sigue con ponderaciones, ensalzamientos y panegíricos hacia los discapacitados. Se celebra el “día, o el año de la discapacidad”, como si fueran personas altamente beneficiadas y contenidas en todos sus aspectos. Es obvio que esa adulación responde al llamado voto social que acapara su exaltación y candonga. Un fingimiento político que es recibido con beneplácito por una sociedad incrédula que desconoce los conflictos. Es en términos simples “una hipocresía”. Para muestra vale un botón. En nuestra provincia San Miguel de Tucumán, es imposible caminar una cuadra sin tropezar ya que todas las veredas se encuentran destruidas. Ni hablar de rampas y servicios de trasportes públicos especiales. Las exenciones que existen son letras muertas por su absoluta falta de información o de aplicación. Los recursos de amparos, son usados como herramientas o remedios procesales diarios las que a su vez son apeladas por el mismo Estado para dilatar su presunta inmediatez. Años de gestión ante el (AFIP) y otros organismos estatales para la compra de un automóvil para discapacitados. En la mayoría de los casos la persona con dificultad dejan el trámite por lo engorroso y totalmente espinoso. La persona con dificultad es tratada como un delincuente que quiere beneficiarse con algo ilícito. Pareciera que no es un derecho o una obligación lo previsto en la Constitución y las leyes en su favor. Son tramitados como si fuera una dadiva o limosna. Se puede seguir enumerando los obstáculos y son incontables. Permítaseme que en mi condición de una persona con problemas, y como abogado sostener que el beneficio, acompañamiento y contención al minusválido debe ser de todos los días y con el aporte de todos los organismos del sector público y la adhesión de la sociedad. Es bueno elogiar a los discapacitados en su día o en su año. Pero no olvidemos que es un sector que, si bien necesita ser tratado con ciertas avenencias por el evidente hecho de ser diferente, sino porque muchos están dispuesto a ser socialmente útil y a dar de sí cuanto su condición humana -imagen y semejanza de Dios- le permita brindar a los demás. Pero el Estado debe saber que no se puede desproteger a quienes nos necesitan. Su indefensión son delitos que claman al cielo.
Es imperioso e imprescindible que los poderes del estado propicien el inexcusable análisis de la endémica violencia que se pone de manifiesto cada minuto como pan nuestro de cada día. En cada semáforo y esquina se siente una realidad de inseguridad. Tal vez tienen entre sus principales origen la situación socio- económica de muchos desocupados cuyas fuerzas morales están debilitadas o directamente no existen.La violencia actualpor otra parte supera el promedio de irracionalidad que caracterizaron estos hechos en épocas pasadas. Anteriormente se perpetraba en casos psicopáticos puntuales o por reacción violenta del afectado. El robo como ejemplo, consistía simplemente en apoderarse de lo ajeno sin más trámite. Hoy estas acciones están vinculadas estrechamente a la agresión violenta sin motivo aparente y la mayoría de las veces totalmente injustificadas, luego de consumado el hecho. Se mata por matar; se ataca por dañar. Feliz el que es asaltado sin agresión. Por otra parte los delincuentes son cada vez más jóvenes. En la mayoría de los casos las drogas y el alcoholsirven de incentivo para cometer el delito.A nivel popular se ha tomado conciencia de no ofrecer resistencia al ladrón; no protestar; entregar todas las pertenencias; no mirarlo fijamente; tomando las prevenciones y cuidados que forma parte de la“nueva cultura” en cuanto al trato que hay que dispensar al delincuente. Sin embargo a pesar de ello los hechos que se suceden son cada vez más cruentos, feroces y sanguinarios. En los últimos años, los medios de comunicación han colmado páginas, parlantes y monitores, de sangre, lágrimas y horror: El estrés en que vivimos y los traumas que sufren las víctimas son indescriptibles. Es claro, la inseguridad atenta contra la integración social. La indefensión y frustración en cientos de miles de víctimas, tiene proporciones gigantescas. Las razones del desastre se resumen en la falta de sistematización de la función penal estatal. No podemos seguir viendo a la policía (fuerza pública), al Ministerio Público, la administración de justicia y las cárceles, como partes aisladas y desarticuladas de tan importante actividad del Estado. El creciente aumento de la impunidad a favor de los delincuentes y la inexistencia de una política criminal consistente, ha sido en los últimos años la respuesta estatal a la victimización de cientos de miles de argentinos.Los dirigentes se han interesado sólo en una de las partes del delito: el delincuente, pero se les sigue olvidando la víctima. Por otro lado, si bien es cierto que la administración de justicia no puede ser lenta, ni irresponsable, hay algo que llama mucho la atención y es que la justicia tampoco puede ser anónima. Debemos rescatar los derechos de la víctima en el derecho penal. No es posible, que ante hechos sumamente graves, los condenados no cubran al menos los daños y perjuicios económicos causados y que disfruten de una serie de beneficios totalmente inmerecidos. Se debe actuar con enorme celeridad en estos tiempos aciagos. Debemos humanizar la función penal del Estado, si queremos disminuir el riesgo de victimización y el cansancio moral generado por la inseguridad pública y la violencia.
En numerosos escritos a través de medios radiales y televisivos, con el apoyo incondicional de un sinnúmeros de amigos y periódicos que editan mis publicaciones, he manifestado hace unos días que “sospechaba de maniobras para sacarme de la cancha” en un juicio oral a practicarse los días 25, 26 y 27 del corriente mes y año en contra de integrantes del Clan Ale en Tucumán.Adolfo Ángel Ale “El Mono” y su hijo Eduardo Said Ale “el Monito” deben ser juzgados a nivel provincial por una Sala Penal por lo que siempre fue su común denominador. El abuso de arma, las amenazas sin límites y la violencia en general.Es así. En un juicio que lo he llevado de manera personal por más de cuatro años para que la causa pudiera elevarse a juicio oral y público, con un simple escrito de tres carillas mi otrora representado me revoco el poder sin decir porque.Parece incomprensible que ha días del Debate público mi poderdante a quien durante cuatro años lo acompañe defendiendo también a su socio a pesar del peligro que implica enfrentarse a una mafia me haya borrado de un plumazo como si no existiera . De abogado famoso y valiente a través de todos sus dichos a ser un extraño separado del juicio por un escrito de dos líneas.Pero no me lastima ni duele ya lo intuía y lo manifesté.A la Mafia solamente le importaba sacarme del medio y lo lograron.Mi discreción como abogado me impide hablar pero sospecho cuales fueron los medios y las formas.La sociedad tucumana conoce como esta “asociación” se maneja con absoluta impunidad. Es un pulpo corrupto cuyos tentáculos llegan a lugares que antes eran inconmovibles. En su momento cuando Juez le dicte la prisión preventiva en una causa en donde fue víctima un oficial de policía. Hoy sin el escudo y protección de la Justicia, desde el ejercicio de la profesión estoy totalmente indefenso ante cualquier acuerdo que hubiera y el peligro que implica su libertad otorgada hace unos días.Agradezco nuevamente al Club Gente de prensa y a todos mis amigos y colegas que en sus publicaciones diarias dieron cuenta sobre esta Mafia que ha azolado y sigue azotado nuestra provincia durante varias décadas con la ayuda incondicional del juego clandestino. La actualidad judicialy los medios en general revelan a los “Ale” como cabeza de una mafia en Tucumán. Como en la época del lejano oeste y tal vez ahora con mayor impunidad.Pero a pesar de no poder enfrentarlo por ahora en un debate público, pese a que nunca renuncie a la causa, seguiré aseverandoy sosteniendo enfáticamente que “Mafia ha habido siempre, pero es escandalosa la ostentación de fuerza realizada por este Clan, con un enorme poder de movilización en todas las esferas. Esta Mafia y sus adláteres también llegaron al Futbol, como gerenciadores del club más importante de la Provincia. Una corrupción que “se está haciendo carne también en la Argentina” como si fuera el pan de cada día. Los argentinos y puntualmente los tucumanos, debemos rechazar que sea inevitable que las mafias manejen la sociedad.No debemos bajar los brazos en este empeño que, para todo hombre, debe ser primordial.Recordemos a Sarmiento: “desgraciados los pueblos a los que se les agote ese instinto por mantener la salud colectiva. Los ciudadanos de tales pueblos serán tratados como presidiarios”.Es que es a veces alarmante los niveles de impunidad que el Clan tiene en la actualidad, y lo que es peor, el grado de resignación, de tolerancia y hasta de paciente aceptación de una gran parte de la ciudadanía con el silencio de muchos.Tenemos la obligación y el derecho, de pedir que el Estado, la Justicia, La Legislatura, procuren los medios adecuados para que las mafias, sean combatido de la mejor forma posible.Debemos formar parte de una sociedad que no se resigne a la impunidad como si se tratase de una fuerza de la naturaleza. Ante el mal que todos vemos y lamentamos, es necesario reaccionar buscando la forma de purificar la sociedad. A la justicia ordinaria no se la teme, se la supone inocua (todo el mundo “confía en la justicia”; muchos, en realidad, confían en su torpeza), pero se sospecha que las mafias tienen poder, tienen fuerza y que son duchas en su aplicación. Pero no hay que desesperar. Italia, patria de ricas experiencias políticas y de inteligencias lúcidas y dúctiles, ha comenzado a combatirla y a desplazarla de la dirección de la sociedad que en gran parte ejercía por haber conquistado valiosas posiciones con el apoyo de políticos adictos.No se logrará de un día para otro, pero sus triunfos pueden ser ejemplos para nosotros.Y ojalá que sus fracasos también sean ejemplos, para que nosotros no los repitamos. Que la libertad otorgada a estos personales haya inquietado a la opinión pública poniéndola a la prensa en estado de constante vigilancia, es bueno y saludable. Si la opinión pública no reacciona en contra de ellas sería muy difícil que se pudiera hacer algo por eliminarlas, que es lo que la sociedad necesita para su tranquilidad. Y si efectivamente reacciona tendrá por delante una larga lucha, ya que las mafias no renuncian fácilmente a las conquistas que ella ha realizado, pero lucha que vale la pena librarse pues en ella se juega el destino de la patria de nuestros hijos. Nunca renunciare a la lucha a pesar de las intimidaciones y amedrentamientos.
Venus divinidad romana. Diosa de la hermosura, madre del amor. Tutela de la naturaleza, del año, y la primavera. Protectora de los elementos florecientes. Del renacer primaveral. Junto a Marte prometías al combate y al trabajo los frutos de la victoria y de la tierra. Romanos y sabinos te eran devotos. Después de batallar entre sí, se purificaron y levantaron tu imagen. Gran dispensadora de la felicidad dichosa. Venus romana. Afrodita de los griegos. Distinción del amor puro e intelectual. Del amor a lo bello representado por la Venus Urania y la Venus celeste. A Venus. Venus feliz. Venus victoriosa. Venus madre .Los paganos te dedicaron monumentos y santuarios y fuiste inspiradora de artistas renacentistas. Pero ninguna de tus imágenes se asemeja a la estatua mutilada del Milo y las islas Ciclada. Como el campesino desarraigando, que de un árbol cayó y dentro un túnel te hallaron por apreció a tu belleza te compró. Francia te adquirió y lucho por cuenta de su nación. Armados tus trozos, sin tus brazos, con tus imperfecciones eres la Venus de Milo. Eres el prototipo de belleza escultural por la nobleza de tu actitud, por tu rostro sereno e impasible, por tu grave apostura de diosa, por el mármol lleno de vida, por el matiz de ternura que se advierte en tu mirada tranquila. Ya Rodin te dijo “a lo que hay en ti de divino, es el amor infinito de tu autor por la naturaleza”. Extraño ser, divina diosa emergida del mar, regálame el alma que permite amar. Tócame con tu mano fría de mármol y tierra. Llévame a tu reino sin aire y sin cielo. Explícame lo que es el amor. Enséñame a amar…
Que la patria se ha hecho a caballo, suele decirse. Grandes empresas realizaron los caballeros, hombres nobles, valerosos y esforzados a los que se les dio caballeros por ser gente a caballo. América se conquistó. “Los caballos eran fuertes, / los caballos eran agiles” recuerda el peruano Santos Chocano. “El caballo milagroso de San Jorge / que tritura con sus cascos los dragones infernales; / el de César en las Galias, / el de Aníbal en los Alpes, / todos tienen menos sangre, menos nervios, menos chispa / que los épicos caballos andaluces en las tierras de la Atlántida salvaje / que a los gritos de ¡Santiago! / arrollaban con sus pechos a los indios / y seguían adelante. / Los caballos eran fuertes, / los caballos eran ágiles. / Sus pescuezos eran finos / y sus ancas relucientes / y sus cascos musicales”.El caballo ha sido una formidable arma de guerra, reemplazada luego por el tanque. Fue fundamental en los eficaces ejércitos asirios. Griegos y romanos lo usaron más bien como transporte rápido que como fuerza de choque hasta que descubrieron de los númidas el formidable invento de los estribos. Más tarde sería Atila quien al frente de las caballerías hunas y Avaras convenciera a los europeos de la necesidad de aprender bien el arte de pelear de a caballo. Al recluta se le enseñan rápido las técnicas de lucha de la plebeya infantería, pero la ciencia de combatir a caballo es más difícil y necesita ejercicio constante. Por eso en el caballero se reconoce la abnegada dedicación al noble ejercicio de defender a la comunidad y a esa dedicación la sociedad le rinde reverente respeto. Cuando hay que ir al Asia a librar de los musulmanes a la Tierra Santa, son principalmente los de a caballo los que emprenden las Cruzadas.Caballeros de distintos países se hermanan en las hazañas que juntos realizan, y unidos conforman el ideal, el “el código” de protectores de desvalidos. De desfacedores de entuertos, de desprendidos benefactores y de amantes de sublimes arquetipos que habrían de proponerse para merecer el nombre de “caballeros”.¡No!Para ser caballero había que tener virtudes caballerescas y no bastaba con orinar adonde hubiera ese letrero.Así es que ahora el caballo ya no se usa como arma de guerra, tampoco como medio de locomoción y muy poco en los trabajos de hacienda, pero el caballero, que cuando anda no tiene que bajar la vista para ir fijándose en el rastrero suelo que pisa sino que con un punto de vista por encima al de los hombres comunes puede extender su mirada hacia lejanos horizontes y diáfanas estrellas, simboliza aún la pureza de propósitos, la generosidad desprendida, la noble actitud de proteger al afligido y al huérfano.Hermoso símbolo para un político. Por ese es que el en el bicentenarioque celebramos en nuestra provincia, Jardín de la Republica y cuna de la independencia pudimos vanagloriarnos y alardear de nuestros gauchos a caballo y soldados que , en símismo, es una invitación a recordar el pasado, un pasado común, un pasado conjunto, un pasado de nosotros y de nuestros abuelos, que es el pasado de la patria, un pasado con hechos luminosos como fueron las gestas militares y cívicas de nuestros próceres, y también un pasado de dolores, con enfrentamientos entre hermanos, con luchas acerbas, con incomprensiones, con derrotas. Por eso los dolores, los errores, los desaciertos, los desencuentros, las derrotas, no deben olvidarse nunca, para que nos sirvan de lección que nos enseñe a acertar con el buen camino uniéndonos en la acción común. Y al evaluar el pasado, es entender que la el caballo y los caballeros reúne en sí las mejores tradiciones. Los jinetes, los caballeros que participaban del acto, ponían su caballeresca rúbrica al ideal proclamado: “Patria…
Tengo en mis pagos, paisano, / de fletes una tropilla: / una yegua que es tordilla / y un petizo rabicano; / bien plantao un tobiano / y un pangaré regalón…” cantaba un campesino describiendo sus animales entre los que se incluían un obscuro aguatero, un zaino de linda estampa y un parejero overo rosado…-
Reflexión
Diríamos que el paisano describía una típica tropilla de pobre, porque los ricos se daban el lujo de tener todos de un mismo color. Para eso no se precisaba ser un potentado. “Martín Fierro”recuerda que en tiempos mejores hasta“el gaucho más infeliz / tenía tropilla de un pelo”.Los ejércitos se hacían de caballos por donaciones, confiscaciones o pillando baguales que los soldados domaban sobre la marcha.¡Pobres matungos que si no morían en combate como el de Pueyrredón en Perdriel, el de San Martín en San Lorenzo, el de Paz en Ayohuma, morirían de sed en los desiertos o de agotamiento en esforzadas marchas interminables!Pero el soldado tiene el deber de cuidar su caballo, que es su crédito en el peligro. En mi enigmático Don de estar en varias partes que me convierte en un noctambulo imperdible después de leer a Rubén Darío: enseñandoque“No se puede concebir a Alejandro Magno sin Bucéfalo;al Cid sin Babieca; ni puede haber Santiago a pie”. Le di la razón: la historia está repleta de caballos “heroicos”. Uno de ellos, Incitatus, hasta fue nombrado senador.Si se hiciera justicia, muchos personajes compartirían gloria con sus monturas. Y Bueno. Después de trasnochar leyendo historias de admirables caballos, mi energía luminosa, capazde alejarme de mi cuerpo carnal, me transporta nuevamente –ya me estoy fastidiando – como un cordel luminoso en un viaje de revoloteo volátil. En mi bilocación nocturna, de inmediato visualice a un viejo general. Con la compostura marcial de un militar de la época, me contó que se llamaba Conrado Villegas. Estuvimos largamente charlando de episodios que integran la vasta y heroica tradición de la conquista del Desierto. Que después de pelear en el Paraguay contra López Jordán fue a dirigir la división del norte contra Pincén y Catriel. Entonces pude distinguir que sus ojos apagados empezaron a tomar mayor vivacidad. Me explicó que era coronel en ese entonces y fue con mucha esperanza, con el único ánimo de fomentar el cuidado de la caballada. No podía ni siquiera pensar que sus soldados tuvieran mancarrones rejuntados sino tropilla de un pelo. Son mis blancos. Son los blancos de Villegas. Sus célebres caballos tan victoriosos como el guapo coronel que me daba charla que se tornaba cada vez más intensa y exaltada. Eran tiempos de Avellaneda, ministerio de Alsina. Me llamó la atención que en su recuerdo únicamente puso énfasis en un golpe que de alguna manera exaltaba al indio.Al cacique. La audacia, el arrojo y sacrificio que narraba me conmovió hasta las lágrimas. El solo episodio era digno de una película, tan vivaz y dinámica como la del mejor “western” norteamericano. Y yo era el espectador único de lo que estaba describiendo en mi singular bilocación.El viejo general había comprendido, que no habría victoria posible y duradera sobre los indios si no se contaban con buenos caballos. Juntó para su regimiento seis mil animales de sillaLuego, de ese lote apartó 600 pingos blancos, tordillos y bayos claros, destinados exclusivamente a servir como reserva para el combate o para una retirada imprevista.El general hablaba de sus caballos blancos como una obsesión que finalmente se convirtió en mito. Su Caballería adquirió fama legendaria, y aún entre los indios se revistió de contornos fantasmales y de leyenda.Los blancos de Villegas eran un azote para el indio y un orgullo para los soldados de la frontera. Ya como extasiado por la añoranza me narra con absoluta precisión que la nochedel 21 de octubre de 1877, un grupo de indios plasmó dar un golpe de audacia al campamento que él dirigía. Era el 3º de Caballería, en Trenque Lauquen. El objetivo robarle sus caballos blancos. Después le contaron, que esa noche, como otras, los blancos habían sido encerrados en un corral, a pocas cuadras del campamento. El corral estaba delimitado únicamente por una zanja bastante profunda y ancha, que las caballadas no podían cruzar. La noche era tranquila.Nada indicaba la proximidad de los indios.La modorra fue aconándose en los párpados de los rudos hombres que protegían su orgullo y con el primer frescor de la noche quedaron dormidos sobre sus carabinas. Esta fue la oportunidad aguardada por los indios. Cuando con la diana, la guardia despertó, se halló con la novedad: ¡Los blancos habían sido robados!. La orden de mi amigo fue categórica“… No se animen a volver sin los blancos. El general los vio partir, con la mirada sombría. Después de días de búsqueda cerca de unos toldos, en el bajo de una laguna divisaron a los blancos robados!…. Con ellos, una gran caballada pastoreaba sin vigilancia a la vista.Y en el silencio más absoluto se acercaron, al paso.Los caballos blancos, no bien sintieron el ruido familiar de los sables y los gritos de sus antiguos dueños, hicieron punta hacia el camino y el resto de la caballada los siguió.Nunca arreo tan grande fue reunido en menos tiempo.¡Los blancos habían sido recuperados!Pero el capitanejo más valiente del cacique Pincén no se iba a quedar de brazos cruzado y salió al encuentro a recuperar su trofeo. El ataque fue rechazado. Los soldados llegaron montados en los blancos.Y así, con altivo aire de conquista, como una conmovedora oleada fantasmal, entraron a Trenque Lauquen.Sin duda el general presagiaba que, a pesar de haber sido vengada la audacia de los indios, el episodio del robo de sus blancos correría por toda la pampa como una sátira aclamada, como el alarido del salvaje golpeándose la boca.Un arrojo e intrepidez desusada. Tal vez una de las últimas que se permitía la indiada y como tal, todavía más grata. Pincén ya era viejo como de setenta años, pero siempre diablo y lúcido. Tunante y travieso. El bravo Villegas -“mucho toro” era el hombre. Sí; el triunfo final tenía que inclinarse por los que además de ser valientes, sufridos, abnegados, capaces de generoso sacrificio, también tenían disciplina, organización, armas superiores. Sí, sin duda. Pero aquel 18 de octubre habrá gozado la indiada de uno de sus últimos golpes de intrepidez y locura. Seguramente el viejo general sabía que la indiada era experta para apreciar buenos caballos y se sintió honrado. Como el cacique cuando vio de a pie a la gente de Villegas mientras ellos escapaban montados en una prestigiosa tropilla de un pelo. Extasiado por la anécdota que nos marca la historia, el viejo general se despedía recitando con voz ronca y melancólica una de las tantas poesía que recitaba mi madre. “… ¡Caballito criollo del galope corto, del aliento largo y el instinto fiel,caballito criollo que fue como un astapara la bandera que anduvo sobre él!¡Caballito criollo que de puro heroicose alejó una tarde de bajo su ombú,y en alas de extraños afanes de gloriase trepó a los Andes y se fue al Perú!¡Se alzará algún día, caballito criollo,sobre una eminencia un overo en pie;y estará tallada su figura en bronce,caballito criollo que pasó y se fue!
“Huachana una Aparición Criolla”La Virgen del Monte (La motita).No hay hoteles ni habitaciones, sólo un campamento gigantesco a cielo abierto.
Huachana, la tierra humilde donde la Virgen obra milagros. En Huachana-Santiago del Estero- Argentina,rincón impenetrable y polvoriento de la provincia, a 80 km al oeste de Campo Gallo, y a 330 km de la ciudad capital. (La de Alberdi; hay otras Huachanas en los departamentos Loreto y Silípica), se le apareció la Virgen a la Telesita Verón, que era una jovencita o adolescente, como se dice ahora.En aquellos tiempos se decía una chinita, término que por ser simplemente descriptivo no era ninguna ofensa. La noche se presentaba perfecta para asistir al encuentro de siempre. El brillo sin igual de millones de estrellas y el imperturbable cielo azulado eran sus mejores aliados. Una vez más, salió en silencio de su humilde hogar y se perdió en la espesura del monte, que a esa altura ya se había convertido en su mejor amigo.Llegó al lugar sagrado y esperó el celestial encuentro de siempre.Pasaron unos instantes, y el milagro volvió a iluminar la oscuridad del bosque impenetrable, y trajo sosiego a su alma.Alucinada, observó la imagen divina por eternos segundos y regresó con urgencia a su pequeña casa.Los enérgicos latidos de su corazón le habían quitado la voz, pero no el poder de asombro.La familia reunida en la mesa la miró (otra vez) con desaire y con ganas de no escucharla, justo en el momento en el que recuperó su palabra. “La he visto de nuevo… juro que la he visto de nuevo”, anunció enfáticamente, pero ninguno de los comensales quitó su mirada de lo que ofrecían los platos servidos.Un silencio aterrador y la indiferencia colectiva fue su única respuesta. Por enésima vez en su vida, clavó su mirada al piso de tierra y girando 180 grados, encaró por la precaria puerta de lienzo para no regresar nunca más.Si, la niña cansada de que la tomaran por loca por lo que decía y afirmaba, se introdujo en la espesura del monte santiagueño para no volver jamás a su hogar.Pero esta decisión de la joven Telésfora no pasó inadvertida para todos los miembros de la familia Verón, mucho menos para su hermano Juan Cruz, quien logró convencer a los vecinos y a sus propios parientes de que valía la pena llegar hasta el lugar de las apariciones para comprobar, o desechar finalmente, lo que la niña les venía anunciando.Una noche, donde Félix Taboada a cargo del destacamento policial de huachana, reunió a los lugareños y caminaron hasta el preciso lugar donde Telésfora afirmaba que aparecía una imagen divina.Instalados en la zona marcada, junto a un árbol, hicieron vigilia toda la noche. Pasaron algunas horas y el frío comenzó a adormecer las ansiedades. Para mitigar la helada soledad del monte, prendieron una enorme fogata, a la que se abrazaron con fuerza para soportar hasta el amanecer. Y, precisamente, cuando el sol anunciaba su arribo al cielo santiagueño, el milagro se produjo.En medio de enormes llamas que ardían en todo su esplendor, una imagen celestial enmudeció al monte y a todos sus habitantes. Era la Virgen María, la que tantas veces se le apareció a la niña, a quien nunca le habían dado crédito y habían dejado partir para siempre.Todavía asombrados y sorprendidos por lo que sus ojos captaban, los testigos de aquella divina aparición apagaron las llamas y comenzaron, sin saberlo, a forjar la historia de la Virgen de huachana.Con el humo anunciando el final de la fogata, Juan Cruz Verón, hermano de la niña que vio por primera vez a María, trasladó la pequeña imagen hasta su humilde hogar, donde por muchos años miles de devotos llegaron a venerar a la Virgen.Así, cada 31 de julio, comenzaron a llegar a la casa de los Verón peregrinos que conocieron la buena nueva. Con el paso de los años, la cantidad de fieles que llegaban a este lugar se fue incrementando fuertemente.La paisanita que veía sobre un quebracho la imagen de la Virgen y unos papeles escritos, que nadie más podía verla. La Fe de su hermano y el comisario que no creía en apariciones, le prendió fuego al churqui Y ahí fue que se produjo el milagro: se quemaron las ramas del churqui, pero la imagen de la Inmaculada Concepción que sólo la Telésfora veía se materializó en madera que pudieron ver todos, hasta los más incrédulos. El churqui al arder le quemó a la Virgen un dedo; por eso le dicen la motita.La Virgen se apareció un primero de agosto de no sé qué año sería, fines del siglo pasado o comienzos de este.Por lo que el primero de agosto se la festeja todos los años. Huachana queda lejos. Conviene ir el 30. El 31 se celebran los preparativos, se dan vivas a la Virgen (si usted va a caballo, mejor) y ahí, en un campito, muchos de los que llegan instalan como una feria de comidas, ropas, música, juegos, pues es bueno festejar con alegría y esta es una oportunidad de conocer gente venida de todas partes. Un Mailín, digamos.El primero hay misa, procesión, bautismos, casamientos, súplicas y agradecimientos.El 2 se saca la imagen para que la saluden los peregrinos que se despiden, unos a Salta, otros al Chaco y nosotros para Tucumán, agradecidos por las ayudas recibidas;dispuestos a portarnos mejor ahora.Y con muchas ganas de volver para el año, a celebrar a la Virgen milagrosa.Miles de almas se concentran en el inhóspito paraje para vivir una fiesta que puso de manifiesto la enorme devoción mariana y la fe sencilla del Norte Argentino.A pie y agotados, pero emocionados, llegan desde diversos lugares, especialmente de los departamentos salteños limítrofes con la provincia, para agradecer y tomar gracia ante la Virgen de Huachana.Arribaban sobre todo caminando, pero también a bordo de bicicletas, motos, a caballo, camiones y todo tipo de vehículos. Entre los que llegan no hay una edad límite. ¿Qué vienen a buscar? “Sólo vengo a agradecerle a la Virgencita”. A la imagen de Nuestra Señora de Huachana le colocaron la banda con los colores de la Bandera Argentina como un gesto con el que se pidió que la Virgen proteja al país en el Año del Bicentenario de la Independencia.Huachana es una fiesta que se hace gracias a la generosidad de los que conocen a la Virgen y se enamoran de ella. “Nuestras flores son un regalo que en estos montes santiagueños son difíciles de encontrar”.Después dicen que nuestro norte no es Mariano y que tampoco es Mariano nuestro País. Tantas imbecilidades dice la gente con el perdón de mi señora.
Cuando éramos chicos y corríamos carreras. Al más chico lo poníamos varios pasos adelante. Le dábamos cancha. Tantos más pasos cuando más chico era el corredor.Así es la vida del minusválido, necesita, tienen derecho a varios o muchos pasos adelante de los otros para correr en igualdad de condiciones.No le concedemos nada, reconocemos en ellos un derecho elemental de los más elementales de los derechos humanos.Para poder ganarse la vida, el ciego, el amputado, el débil mental por cualquier causa, el sordo, el mudo, requieren muchos pasos de ventaja.Puede un sordo, un mudo, un ciego manejar una computadora? Pues enseñémosle y que lo hagan como el mejor, con orgullo, pero enseñémosle.No quieren limosna, no quieren favores, quieren ejercer el derecho elemental a trabajar. Quieren ser capaces de sostenerse a si mismos y sostener una familia.Digo computadora como podría decir mil cosas distintas. Desde traducir Braile a estudiar una carrera independiente.Desde música a artesanías pasando por distintos profesorados. Cuando tenemos el problema en casa recién reaccionamos. Cuánto cuesta una operación de ojos o de oído o de cerebro, cuanto cuesta una pierna ortopédica o una silla de rueda especial?Conocemos a genios que se levantaron sobre sus disminuciones físicas o mentales por que tuvieron los medios para hacerlo.A cuanto de ellos perdemos, desperdiciamos?De cuantos cerebros nos privamos?Nos es caridad, es obligación la de velar por ellos, como por los niños y las madres necesitadas y los ancianos. No creo que Dios justifique a un pueblo que olvida a los débiles.
Reflexionando acerca del nacimiento de un hijo, imaginaba un poderoso barco a vela lanzado al mar de la vida. El hijo podría capitanear esta nave bella y contundente, hecha de sus propias esperanzas y sueños; sordamente navegando las inmensas velas blancas que cogen los vientos de oportunidades. Viajaríamos juntos por un rato, mientras le mostraría lugares donde el podría ir y ayudarlo cuando la necesidad surja. Un día, dejaría el barco y lo dejaría navegar solo. Dos años después de su nacimiento notamos que no estaba haciendo cosas que la mayoría de niños de su edad realizaban.Los médicos comenzaron a hacer pruebas y comenzó con terapias física, ocupacional y de lenguaje. Al principio pensaba que todos se equivocaban, ya que todavía podía ver mi hijo sobre su nave poderosa. Después me di cuenta que los médicos tenían razón, y que algo no estaba bien. Una tormenta de emociones corrió enmi interior, envolviendo la nave de mi hijo.Lluvia de gotas de tristeza golpeaban. Truenos sacudían en ira por tener un niño anormal. Vientos furiosos de duelo dirigían la nave poderosa de mi hijo, rompiéndolo contra las rocas. Peor de todo, sentía que “perdía el hijo que quería y esperaba”.Con el tiempo la tormenta despejó, y las nubes se abrieron.Yo vi que la nave sobrevivió. Se había transformado de una maquina contundente de competición que fácilmente corta el agua, en un lanchón navegando laboriosamente por corrientes difíciles. Las velas gigantes habían sido reemplazadas por unas pequeñas, andrajosas, con agujeros en su frente.Me maraville que la nave pudiera aun flotar. Me imaginé que mi hijo todavía estaba al frente del timón, sin darme cuenta que algo esta mal.Me pregunto si algún día el va a comprender que su nave no es como las otras. Mirando a la nave ahora, veo mucha otra gente trabajando. Algunos están remendando los agujeros masivos que todo el mundo sabe que nunca se podrán reparar completamente. Otra gente solamente están pintando pequeños lugares u ofreciendo apoyo donde pueden. Todavía otros piensan que todo este trabajo es excesivo; las esperanzas vienen y van, como lo hacen los sentimientos de culpa por no hacer más. Me doy cuenta que mi trabajo como guía y maestro va a ser difícil. Una y otra vez continuamente, le enseño como hacer cosas que otros chicos adquieren naturalmente. Siento tanta angustia cuando veo niños de la mitad de su edad que hacen cosas que solo espero que el va a poder hacer algún día. Pero, las esperanzas están latentes. Siempre existen mejoras, a veces lentas.Todavía tengo el mismo orgullo que todo padre siente cuando su hijo finalmente completa una tarea que no ha podido completar antes. Recién he comenzado a preguntarme lo que el futuro devendrá para mi hijo. Las preguntas son muchas.Vivirá independientemente?Tendrá un trabajo?Tendrá amigos?Se hace claro. Nunca podría nunca dejar a mi hijo navegar su nave solo. Con pánico, me doy cuenta que hasta podría morir antes de que el complete su viaje. Los testamentos especiales obsesionan mi mente. Me sacude la pregunta insistente de quien cuidara de mi hijo cuando no pueda más. Se me hace difícil solo el imaginarme pedir a alguien que tome esta tarea, y aun mas imaginarme que alguien lo aceptara. Entonces miro a mi hijo, y veo a un niño feliz y contento. No entiende que es diferente y por eso estoy seguro que él tiene una sensibilidad superior, indescriptible, sobrenatural. Creo que la mano de Dios me enseña algunas lecciones importantes. Creo que todos los niños nacen con un tipo de inocencia que se despedaza rápidamente mientras crecen y aprenden de la vida. La vida con la que mi hijo se enfrenta se vuelve una bendición, porque el va a esparcir su inocencia por un tiempo mas largo.De muchas maneras es ejemplo de cómo el mundo debería conducirse.Cuando el está feliz, sonríe o se ríe; cuando esta triste, llora.No entiende las reglas de la sociedad que enmascaran con caretas ficticias tantos pensamientos y sentimientos. No exhibe ningún rasgo de avaricia, deshonestidad, racismo o amargura, que son tan prevalentes en el mundo de hoy. También mi hijo da al mundo sin esperar nada a cambio. Caminando con él, lo he observado mirar a la gente, intercambiar miradas y alegremente decir hola.Invariablemente la persona sonríe. Ha sido brindado, un enorme regalo de amabilidad inocente.Me ha ayudado también a comprender lo que es importante en la vida. Tener un hijo con necesidades especiales es un regalo milagroso.Las tormentas de ira y emoción todavía soplan, pero ahora puedo esperar, mirar y detenerme.Estoy convencido que la nave de mi hijo, sobrevivirá, y que viajaremos Dios mediante a puertos imprevistos pero fascinantes.
En la década del 50 en todas las ciudades había círculos de intelectuales que consideraban la organización de la sociedad y planeaban corregir sus errores y subsanar sus fallas. En Tucumán también, aunque todavía yo no había nacido.Así me lo recuerdan mis amigos apreciados. La biblioteca, los diarios y los libros. Debo decir que no muerden. Mis camaradas inseparables que analizaron ese ambiente en el que campeaba el marxismo, la ideología de moda que pretendía ser una política “científica” que con generosidad buscaba soluciones a los más necesitados. Y en el grupo me decían, siempre existían los que se decían dispuestos a llegar a la violencia, es decir, a la entrega de sus vidas en aras de esos ideales. Les llamó la atención un jovencito, estudiante de la facultad.Le decían Juan Puebloy parecía por las versiones de mis amistades que ése era el único que iba a morir en las trincheras. Y fueron adivinos. El muchachito se llamaba como dije Juan y le decían pueblo. La Iglesia ha condenado el irenismo. “Irene” en griego significa paz. Por lo que se llama irenismo al movimiento que aspira a la paz a todo trance.La paz es buena, sí, pero la paz que surge de la justicia. La paz que imponen los dominadores al margen de lo justo, es sólo un camino para usufructuar su poder. La justicia tiene un valor superior, está primero que la paz. Nuestro Señor empleó la violencia contra los mercaderes que hacían del templo un mercado. Con eso nos enseñó que la violencia, bien aplicada, es buena; hasta puede ser santa. ¿En qué circunstancias se justifica?¡Ah!, eso precisa de un prudente criterio, como los de San Martín y de Belgrano y la de mis amigos. Sabemos el mal que causó el terrorismo y el proceso que asoló al país, y adherimos al dolor sufrido por sus víctimas. Pero al mismo tiempo respetamos a quienes con altruismo, convencidos de que construirían una patria mejor, lucharon con fervor.El primero, Juan, por su coraje, por su notoriedad, por su inteligencia, por su estrategia, por la devoción de sus adeptos. Vete que se viene la matanza, le dijeron. Pero él sintió que luchaba por la justicia, valor superior a la paz, y se las aguantó hasta el final. Pudo huir (hoy, derrotadas las fuerzas armadas, en vez de acomodarse como otros terroristas él seguiría su lucha). Tuvo una muerte con tiros y sin velorio.La hora le llegó. La fotografía de su cadáver, con una hermosa serenidad en el rostro, indica que murió con la conciencia en paz.El agujero que una bala le hizo en la frente, sobre el arco superciliar, muestra el acierto de mis amigos en su vaticinio.Que Dios lo tenga en su gloria. A sus víctimas también. Me gustaría que este escrito sea compartido en honor a las víctimas que con sus ideales- de ambos lados – cayeron con honor y seguramente están en paz contemplando beatíficamente al Señor.
Escriben: Andrea Palomas Alarcón . Enrique Guillermo Avogadro . Marcelo Carlos Romero . Jorge Lobo Aragón .
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HAMBRE DE PODER (Carta abierta a Mauricio Macri)
Por Andrea Palomas Alarcón.
Julio 2015
Estimado Mauricio:
Existe una película china llamada “Esposas y Concubinas” que creo que todo político debería ver.
Trata sobre las cuatro esposas de un señor rico de China, durante lo que se dio en llamar la “Era de los Señores de la Guerra”.
Sobre este relato, que surge de una novela de Su Tong, se han hecho muchas interpretaciones. Creo que las más acertadas giran en torno a las relaciones de poder entre individuos.
Las cuatro esposas (concubinas) pugnan por obtener poder dentro de un mundo de reglas impuestas por otros. La primera esposa es una anciana venerable que le ha dado el primogénito y heredero al Señor de la casa Zhen. La tercera, artista, cantante de Opera, era la favorita hasta que llegó la cuarta, más joven y universitaria. Dejé la segunda para el final a propósito. La segunda esposa es un extraño ser que no tiene ninguna cualidad: no es de las más jóvenes, ya no es bonita, no es tan inteligente como la cuarta esposa ni ha ido a la universidad, no es divertida como la tercera esposa ni tiene talento alguno. No canta, no le ha dado un heredero al Señor Zhen, ni siquiera tiene suerte, porque su pequeña niña nació poco después del varón de la tercera esposa, a pesar de que tomó medicinas para acelerar el parto.
Pero la segunda esposa tiene una cualidad (o defecto) que no tiene ninguna de las otras, tiene “hambre de poder”.
Las cuatro esposas se ven obligadas a competir entre ellas y a utilizar todas sus armas para atraer la atención del señor Zhen y de esa forma manejar la casa.
Pese a ser la más desfavorecida por la naturaleza, la segunda esposa termina prevaleciendo y destruyendo a todas las demás.
Sé que es maquiavélico, que es injusto, que es políticamente incorrecto pero es la verdad: sólo los políticos que tienen “hambre de poder” tienen éxito, para bien o para desgracia de sus gobernados.
Esta hambre es la que ha conducido a grandes victorias y a genocidios atroces. Esta hambre es el hilo conductor de Atila el Huno, Alejandro Magno, Cleopatra, Julio César, Napoleón, Catalina la Grande, Hitler, Stalin, Fidel Castro, Mao Tse Tung. En nuestro país, Perón, Menem, Kirchner, Cristina Fernández, entre otros.
Personas irreprochables como Arturo Frondizi, o menos irreprochables como el Che Guevara, no lo tuvieron. No es una cuestión de moral o de seres angelicales contra demonios, es un defecto, un faltante, una carencia que sólo se llena con poder. Lo que después se hace con el poder es otro asunto.
Algunos lo emparientan con la psicopatía o el narcisismo. En mi opinión, esto no es una enfermedad sino una reacción a algún trauma de la niñez: falta de atención de los padres, pobreza extrema, defectos físicos, etc. Cualquier cosa que un niño sufra y que le haga desear una revancha de la vida. Pero sólo es una opinión, no me interesa analizar de dónde viene sino cómo sirve.
La segunda esposa no tenía nada a su favor pero tenía esas ansias por las que puso al poder por encima de cualquier otra cosa. Puso en peligro la vida de su hijo tomando medicinas para que naciera primero; aguardaba pacientemente en su casa la vuelta del señor Zhen mientras las otras esposas mataban el aburrimiento jugando a las cartas; reprimía sus sentimientos mostrando un “rostro de Buda” pero escondiendo “un corazón de escorpión” que le permitió dar varios golpes exitosos. Todo esto conlleva un esfuerzo inmenso, sacrificar la felicidad, el amor, la alegría, TODO por conseguir poder. Finalmente ganó.
No estoy haciendo una apología de estas personas ni de sus métodos, sólo te digo que estas personas son las que ganan.
No te veo con “hambre de poder”, Mauricio. Tal vez eso te convierta en un buen tipo, en una mejor persona, pero eso no te sirve para ganar y necesitamos que ganes: sos el que más cerca está de poder vencer al kirchnerismo.
Sé lo que es venir de un hogar en donde tuviste todo, haber sido criado con afecto, con seguridad, tener amigos, ser querido por tu familia. Eso te hace crecer pensando que el mundo es bonito y te vuelve algo ingenuo.
La ingenuidad en política es un crimen. Es criminal porque muchos tienen esperanzas en que vos cambies el país. Yo no las tengo, ni siquiera tengo esperanzas en que ganes pero sí en que hagas un buen papel en las elecciones y sirvas de contrapoder. Defraudar a los que cifran sus esperanzas en vos es como matarlos.
Te doy un solo ejemplo de tu ingenuidad. El voto electrónico. ¿Cómo se te ocurre que en este país de corruptos el voto electrónico es una buena idea? No hacen falta grandes hackers al estilo de las nuevas novelas de misterio, no hace falta una Penélope García. A riesgo de avivar giles, te explico: sólo con que un puntero político, con menos cerebro que un potus, le diga a un pobre tipo “cuchá coso… andá y me sacás una foto con el celular a la boleta una vez que la imprimiste… ¿cuchaste? Y me traés la foto o tu mujer no cobra más el plan”. Ya está, se hizo fraude y todas tus obras, tus metrobuses, tus bicisendas no sirven para nada.
No es muy inteligente cambiar de caballo en mitad del río, ni al principio, ni al final. Si siempre ganaste con boleta papel, ¿para qué cambiaste? A menos que vos nos des una sorpresa a todos y seas el que hace fraude, lo que dudo, me parece que pecás de ingenuo.
No hay mucho tiempo para convertirte en un maestro de la política. Algunos tips que nunca fallan: de los kirchneristas pensá siempre mal, súmale el 20% y acertarás. Para estas cosas es irremplazable un tano incomprendido y vilipendiado pero leído con minuciosidad por los que tienen ese déficit moral que los empuja a pisar cabezas y cortarlas, las de los enemigos y las de los amigos: Maquiavelo decía en El Príncipe: “Puede decirse, hablando generalmente, que los hombres son ingratos, volubles, disimulados, que huyen de los peligros y son ansiosos de ganancias. Mientras les hacés bien y no necesitás de ellos, como lo he dicho, te son adictos, te ofrecen su caudal, vida e hijos, pero se rebelan cuando llega esta necesidad. El príncipe que se ha fundado enteramente sobre la palabra de ellos se halla destituido, entonces, de los demás apoyos preparatorios, y decae; porque las amistades que se adquieren, no con la nobleza y grandeza de alma, sino con el dinero, no pueden servir de provecho ninguno en los tiempos peligrosos, por más bien merecidas que ellas estén; los hombres temen menos el ofender al que se hace amar que al que se hace temer, porque el amor no se retiene por el solo vínculo de la gratitud, que en atención a la perversidad humana, toda ocasión de interés personal llega a romper; en vez que el temor del príncipe se mantiene siempre con el del castigo, que no abandona nunca a los hombres”.
Chau Mauricio, termino esta carta recomendándote que te cuides (y nos cuides) de las medidas de fuerza de último momento o los choques de subte o que no te vuelvan a tirar abajo un edificio como pasó en la calle Bartolomé Mitre, del que sólo zafaste por una arquitecta con la cabeza bien puesta. Esas “travesuras”, dos días antes de las elecciones, pueden ser una catástrofe.
BASTA DE VIOLENCIA
Por Jorge B. Lobo Aragón.
Setiembre 2015
VIOLENCIA
Se mata por matar; se ataca por dañar. Feliz es el que es asaltado sin agresión.
Es necesario que los poderes que conforman el Estado propicien en conjunto el necesario análisis de la permanente violencia que se pone de manifiesto en hechos cotidianos, que tienen entre sus principales origen la situación socio- económica de muchos desocupados cuyas fuerzas morales están debilitadas o directamente no existen. La violencia actual por otra parte supera el promedio de irracionalidad que caracterizaron estos hechos en épocas pasadas. Anteriormente se perpetraba en casos psicopáticos puntuales o por reacción violenta del afectado. El robo como ejemplo, consistía simplemente en apoderarse de lo ajeno sin más trámite. Hoy estas acciones están vinculadas estrechamente a la agresión violenta sin motivo aparente y la mayoría de las veces totalmente injustificadas, luego de consumado el hecho. Se mata por matar; se ataca por dañar. Feliz es el que es asaltado sin agresión. Por otra parte los delincuentes son cada vez más jóvenes. En la mayoría de los casos las drogas y el alcohol sirven de incentivo para cometer el delito. A nivel popular se ha tomado conciencia de no ofrecer resistencia al ladrón; no protestar; entregar todas las pertenencias; no mirarlo fijamente; tomando las prevenciones y cuidados que forma parte de la “nueva cultura” en cuanto al trato que hay que dispensar al delincuente. Sin embargo a pesar de ello los hechos que se suceden son cada vez más cruentos, feroces y sanguinarios.
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LA GRIETA DE
LA JUSTICIA
Por el Fiscal Marcelo Carlos Romero.
Octubre-Noviembre 2015
Lo han logrado. Ellos lo hicieron.El Gobierno que se va consiguió algo inédito: agrietar -también-al Poder Judicial. Uno de los tres Poderes del Estado quedó -literalmente- partido al medio. Por un lado, una “agencia militante”, temblorosa, obediente y pusilánime. Temerosa hasta los límites del ridículo del poder político, de la prensa y de algunos integrantes de organismos de Derechos Humanos. Eso si, se autotitula como “legítima”. En el Fuero Penal, esta facción se caracteriza por la obediencia ciega y absoluta a los postulados del abolicionismo penal, a la adoración enfermiza hacia sus gurúes y a la satanización de toda persona que lleve uniforme… aunque ésta haya nacido en 1990.
Por el otro lado, quedamos los restantes. Los “ilegítimos”… Estupefactos algunos frente a este abismo creado. Combativos otros ante el accionar de la espada divisoria.
De todas maneras, tardamos demasiado tiempo en reaccionar. Tuvimos que esperar que un Fiscal de la Nación haya muerto violentamente -en circunstancias aún no esclarecidas- para manifestarnos orgánica, masiva y públicamente en su honor y en defensa de su trabajo. Toleramos hasta límites insoportables que cualquier abogado se transforme en “juez subrogante”, sin cumplir con las mandas constitucionales y sin respetar las mayorías establecidas en el Consejo de la Magistratura para su designación.
Poco o nada dijimos respecto de la inaudita inversión del paradigma del Derecho Penal, donde la víctima resulta ser el victimario y el victimario la víctima de un sistema capitalista (o “neo-liberal”) que le quitó oportunidades y lo “empujó” hacia el delito… O mejor dicho, hacia el “conflicto”… Ya que esa es la terminología adecuada en estos tiempos agrietados.
“El delito es una creación político-capitalista que le quitó a los particulares la posibilidad de dirimir pacíficamente el conflicto, para que el Estado pueda mantener el negocio de la inseguridad, llenando las cárceles -o jaulas de exterminio- de pobres y oprimidos…”
Frente a éste y otros disparates, los integrantes de la “Justicia ilegítima”, nos quedamos callados durante muchos años. Vimos como se colonizaban las cátedras de Derecho Penal y de Derecho Procesal Penal de nuestras Universidades, sin decir una palabra. Vimos como esos estudiantes de Abogacía se convertían en graduados y accedían a la magistratura, con su catecismo laico-abolicionista bajo el brazo, y miramos para el costado. Toleramos que jueces superiores, jueces de instancia, fiscales, defensores y asesores se confiesen “magistrados militantes” del nuevo relato, del proyecto…
Fuimos excesivamente tolerantes con el sable que nos agrietó. Reaccionamos demasiado tarde.
Les resultó fácil a los arquitectos de la grieta llevar a cabo su cometido. Tan solo unos breves y antiguos artilugios: Amenazar con el juicio político a los magistrados “ilegítimos”; algunos de estos aprietes fueron cumplidos, como el caso del Fiscal José María Campagnoli. Etiquetar de “facho” a quien osara desafiar al discurso oficial. Congelar definitivamente la carrera judicial del “díscolo”, como el caso del Dr. Ignacio Rodriguez Varela, etc.
Ante estos y otros atropellos, también nos quedamos callados.
Hubo honrosas excepciones, si. Pero no fueron suficientes.
La grieta judicial no se cerrará con la llegada de un nuevo gobierno. Será un trabajo mucho más largo que un simple recambio institucional. Es nuestra obligación cerrarla. Así lo reclama la ciudadanía… Única destinataria de nuestros aciertos y desatinos.
ASESINOS TOGADOS
Por Enrique Guillermo Avogadro.
Noviembre 2015
Tal como ha sucedido otras veces, la vertiginosa realidad se llevó el tema al cual, hasta ayer, pensaba dedicar esta columna: la conexión entre las detenciones de los familiares de Maduro, con pasaportes diplomáticos venezolanos, y las extrañas vinculaciones de la familia Kirchner con Hugo Chávez y su sucesor; deberá que esperar otra oportunidad.
En el cierto crepúsculo de la década más infame que recuerde nuestra historia moderna, encabezada por un matrimonio que hace caso omiso de los derechos humanos actuales y finge abrazar los de los viejos terroristas para lograr la impunidad para los enormes delitos de corrupción que han cometido, algunos jueces siguen recitando su canallesca e inmunda venganza, olvidando la esencial función que la sociedad les ha encomendado.
En este caso, me refiero a quienes integran el Tribunal Oral Federal de La Plata, presidido por el asesino Carlos Rozanski, acompañado por Pablo Vega y Pablo Jantus, el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, compuesto por Néstor Parra, Mario Portela y Roberto Falcone, y el Juzgado Federal de Tucumán, a cargo de Daniel Béjas. Pero todo se andará y estos son nombres para recordar.
El jueves, los magistrados de Mar del Plata revocaron la prisión domiciliaria otorgada a varios militares y ordenaron su traslado al penal de Marcos Paz. El caso paradigmático fue el del Cnel. Carlos Saini, a quien la comisión policial encargada de cumplir esa orden lo encontró mientras celebraba, en familia, su 88° cumpleaños. Coordinadamente y entre otros, fueron también encarcelados el Cnel. Oscar Bardelli, de 74 años, y el Cap. Navío Carlos Robbio, héroe de Malvinas. El viernes por la noche, Rozanski ordenó idéntico proceder contra el Almte. Antonio Vañek, de 92 años, que la gozaba hace 17 años, y que está afectado por una innumerable serie de inconvenientes de salud, al cual ya le fue implantado un marcapasos permanente. Descompensaciones sufridas por algunos de los condenados impusieron su internación en hospitales públicos, ya que también se les ha prohibido la atención en los nosocomios de las respectivas fuerzas armadas.
No voy aquí a referirme a las parodias de juicios en los cuales estos señores fueron sometidos, ni a las violaciones a todos los principios legales, jurídicos y procesales cometidas para llevarlos a cabo. Pero sí a la notoria y aberrante discriminación que sufren, en prisión, aquellos a quienes el Estado legal y democrático encomendó la represión del terrorismo en 1975 y, sobre todo, impedir que éste lograra la independencia de Tucumán, como pretendían los guerrilleros del ERP para recibir reconocimiento internacional.
Lo más notable es que estas nuevas canalladas de los asesinos togados (ya han muerto en la cárcel 328 de estos presos por falta de atención médica adecuada) es que se produjeron en la misma semana en la que un Tribunal Federal del Chaco concedió la prisión domiciliaria, alegando problemas de salud, al mayor traficante de cocaína detenido hasta la fecha.
En cambio, a los militares y civiles presos, muchísimos de ellos sin condena firme, se les niega ese beneficio, que la ley otorga a los mayores de 70 años, siempre y cuando éste no pueda interferir en la investigación de los hechos ni encarne un riesgo de fuga; ¿qué podrían hacer ahora respecto a sucesos ocurridos hace cuarenta años o cómo podrían escaparse ancianos que ya están, prácticamente, inválidos? Tampoco se les aplica el cómputo de 2 x 1 (cada día de detención antes de la sentencia vale por dos de la pena) ni se les permite, por ejemplo, estudiar en las delegaciones universitarias que funcionan en las unidades penales.
Aún quienes se encuentran en las antípodas de mi pensamiento y creen que se trata de genocidas, deberían hacer suya la máxima que establece que no se combate a los caníbales comiéndoselos.
Pero como dice la frase del epígrafe, a la que se atribuye una antigüedad de más de mil años, la gloria del mundo es transitoria, y la espada de la verdadera Justicia caerá, más temprano que tarde, sobre estos homicidas togados y prevaricadores, que actúan con alevosía y premeditación para cometer sus crímenes de lesa humanidad, tal como describe el Pacto de Roma, del cual nuestro país es suscriptor desde 2004. El mismo Rozanski ya se encuentra penalmente imputado por el asesinato del detenido Dr. Aldo Chiacchietta, a quien le impidió asistirse adecuadamente del cáncer que padecía.
El Poder Judicial, cuya cabeza -con excepción del Dr. Carlos Fayt- fue cómplice de tantas bárbaras aberraciones durante estos años, debe aplicar la Ley correcta e inmediatamente a todos los ciudadanos por igual; así podrá desempeñar el verdadero rol que la Constitución le impone al respecto, revisando uno por uno los juicios y dejar de actuar como un instrumento de venganza, no sólo de aquéllos que fueron vencidos en la guerra, sino de toda una sociedad hipócrita y cínica, que prefiere mirar para otro lado y no asumir la responsabilidad de haber llamado a la puerta de los cuarteles para evitar que la locura marxista, traducida por los “jóvenes idealistas” en atentados, bombazos y asesinatos indiscriminados, se impusiera.
¿Nadie es capaz en la Argentina de preguntarse qué hubiera sucedido si Firmenich y Santucho hubieran logrado su demencial objetivo y, como aseguró el primero que harían, hubieran matado a un millón de personas? Europa entera, después de los atentados del viernes en Paris, se mira en el mismo espejo.
Hoy asistiremos al debate de los candidatos presidenciales que, el domingo próximo, se enfrentarán en el segundo turno electoral. No creo que este tema esté en la agenda que ambos han acordado, pero el comportamiento de la Justicia, observado con preocupación desde hace varios años por la Asociación Internacional de Jueces -remitió una carta expresándolo así a la Presidente-, será la verdadera y excluyente base sobre la cual se podrán apoyar los cimientos de la reconstrucción nacional.
Con una Justicia independiente, rápida, eficiente y capaz, todo será posible; sin ella, nada lo será.
En estos tiempos modernos, invadidos por la luz eléctrica que esfuma los suaves atardeceres y oculta la dulce entrada de la noche, suele ignorársela a la Luna. La olvidamos. Sabemos que anda por ahí, dando vueltas, pero no tenemos presente ni de qué tamaño se nos presentará esta noche. A pesar de que por siglos el hombre ha estado muy atento a sus movimientos, ya que fijándose en ella aprendió a conocer el tiempo y su medida. Los pueblos antiguos la imaginaron una diosa -diosa de la noche, de la obscuridad, del frío, de los sueños que turban al hombre- muy ligada a la poesía con su eterna lección de alegre y optimista renacimiento con cada luna nueva. Los griegos -¡cuándo no!, los inventores de la lógica- la estudiaron objetivamente; Anaxágoras imaginó que sus valles y montañas se parecían mucho a los de la Tierra; Aristóteles demostró que era esférica; Aristarco calculó su diámetro y distancia. Y otros muchos, como Pitágoras, la imaginaron habitada por inteligentes marcianitos. A partir del invento del telescopio a sus detalles se lo pudo apreciar con más prolijidad. Sus mares, llanuras, cráteres, montañas, quedaron conocidos y registrados.
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Pero nunca falta alguien que pinche el globo. Y este esté tucumano, soñador, que vuela como un pájaro, no quiere que su Luna se quede tan sola, con su redonda cara pánfila con que la que a veces me la quieren identificar. Necesita que esa esfera mágica y luminosa que contempla a la Tierra mirando con envidia esta vida que bulle en su superficie, siga mirándolo con su mágico esplendor. Y como dice el poeta… Oh, mi luna querida, mi luna radiante, cómplice de mis confidencias, mi musa, tú que iluminabas mi noche, ¿Dónde estás, mi querida luna? No te vayas. Quédate siempre en mis pupilas y en mi corazón.
El Grito de la Sociedad.
Por JORGE BERNABE LOBO ARAGÓN
Estamos viviendo un momento espantoso en la vida de la Nación. Seguramente nunca hemos vivido un periodo tan lastimoso como la era Cristina en cuanto a la perversión. Digo corrupción en general, refiriéndome al peculado, la coima, el soborno, el cohecho, la mentira como acostumbrada norma, las dádivas interesadas y pervertidoras. Una corrupción generalizada en toda la sociedad, pero que resalta, se hace más notable y es más dolorosa en los ámbitos de los poderes del estado. Quizás lo que haga más afligente el actual estado de infección del cuerpo social, sea la actitud complaciente con que en el Senado de la Nación y en algunos ambientes se lo considera. Se dice que corrupciones hubo siempre como si eso fuera suficiente justificativo y motivo convincente para que nos allanemos a tolerarlas. Es claro que sí: desde que Adán comenzó a pecar los hombres le hemos heredado su naturaleza pecadora; pero que seamos proclives a cometer faltas no significa que debamos ser condescendientes con quienes dan mal ejemplo, se roban los dineros que la comunidad necesita, se enriquecen administrando los favores que el estado otorga indebidamente, niegan la justicia por favorecer a privilegiados. En una década a la que por las públicas inmoralidades se la ha calificado de infame, un legislador sorprendido en un cohecho, de vergüenza se suicidó. Había infamia, pero subsistía la vergüenza. Podría pensarse que ahora, para peor, la vergüenza ha desaparecido, y que por lo tanto la sociedad – desvinculada de la moral, del bien, de la verdad – se desbarrancara hacia miasmas putrefactos. Una tendencia ligada a la modernidad, y que por lo tanto aparece como irresistible, como inevitable. Y, a pesar de todos los obstáculos, algo de luz se va haciendo. Una claridad que se replegó frente al senado y se replicó en muchos sectores del País. Un resplandor que muestra panoramas tenebrosos, pero que es imprescindible examinar para demandar sanciones a los culpables. Se van descubriendo aspectos de la delincuencia que hasta hace unos años nos hubieran parecido inaccesibles, pues hubiéramos pensado que un enorme poder oculto conseguiría mantenerlos bajo su manto de oprobio. El pueblo indignado, con el apoyo de un lúcido periodismo -o el indignado periodismo, con el apoyo de un pueblo esclarecido, lo mismo da– va consiguiendo que la investigación avance. La acción de algún sector de la justicia, nos está mostrando que a la corrupción hay que atacarla en sus madrigueras; que se puede reaccionar contra los males imperantes; que mientras queden magistrados probos no todo está perdido; que vale la pena golpear las puertas con vigor e insistencia; que hay que perseverar en la lucha por el bien, pues la maltrecha moral pública puede ser restaurada si la sociedad reacciona con la energía que las circunstancias reclaman. Siempre, a través de los siglos, hubo el imperativo moral de luchar contra las podredumbres, pero ahora no se trata sólo de un imperativo moral: es una cuestión de vida o muerte, porque la corrupción nos está tapando, nos está ahogando, nos asfixia y nos aniquilará si no somos capaces de vencerla. La corrupción tiene muchas tácticas para disimularse y para pasar inadvertidas. También para aparentar que son inocuas, que no tienen mayor importancia. Una de esas tácticas es la de sostenerque todo está podrido, que putrefacción hubo siempre y que por lo tanto es inútil luchar contra ella, y que el único camino posible sería el de tolerarla, aceptarla como inevitable. “Todo es igual, nada es mejor”. “Quevachaché”. Pero no hay que dejarse llevar por delante. No es que todo sea malo, sino que hay bien y hay mal, y obligación de ciudadanos conscientes es distinguir la virtud del vicio, la honestidad del pecado, la dignidad de la bajeza, la decencia de la villanía.
Dr. Jorge B. Lobo Aragón
jorgeloboaragon@gmail.com
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 21, 2018
“…El Nuevo Orden…
Por JORGE BERNABE LOBO ARAGON·
Hoy más que nunca, se está tratando permanentemente de plantearse la alternativa entre el orden y la transgresión. Lo natural, a través de los siglos, hubiera sido pronunciarse a favor del orden, que es lo correcto, lo bien concertado, la regla adecuada a la razón. Pero resulta que el orden está muy desvalorado en el mundo actual, se lo desprecia, resulta aburrido y falto de originalidad, de empuje, de vitalidad. En todo; en la música, en la vestimenta, en los modos sociales, en el lenguaje. La mayor parte de los que fijan normas y rumbos a la sociedad – políticos, deportistas, artistas consagrados, espectáculos multitudinarios, best sellers, (ejemplos del primer mundo), se inclinan decididamente por la transgresión.
¿Cómo no ha de resultar natural, entonces, que se prefiera el reemplazo del matrimonio? Pero el matrimonio está ligado a las religiones. Implica un proyecto, una tarea a realizar en el futuro, un compromiso con aceptación de deberes y de consecuencias, la responsabilidad de emprender un programa, conforme a la naturaleza, que se concreta en la constitución de una familia. Incluye, por supuesto, el concúbito, las relaciones sexuales que afirman el amor y originan la prole. Una de las características generales de la sociedad actual, del nuevo orden, es el rechazo de las responsabilidades, de los deberes, de todo lo que no sea causa de un gozo inmediato. Por eso la sociedad ha cambiado sus normas, adecuándolas a las nuevas apetencias. Ni pensar en Virginidad, pureza, castidad, que son pronósticos de fidelidad, constancia, lealtad, devoción. Para nada. La nueva sociedad quiere experiencia sexual, adiestramiento en la satisfacción de los placeres, desarrollo de la líbido, entrenamiento en lo hedonístico. ¿Fidelidad? ¿Para qué la fidelidad del otro si no se está dispuesto a mantener la propia? ¿Constancia? ¡No! ¡Que la pasión estalle como un fuego de artificio y dure lo que dura el apetito carnal! ¿Lealtad? ¿Y cómo se va a valorar la lealtad si se ha preferido una experiencia en tálamos ajenos? ¿Dejar en libertad al matrimonio para quiénes lo prefieran y “uniones convivenciales”para los otros? No, dice la moderna sociedad.
El ofrecimiento de matrimonio haría que se inclinen por él los deseosos de la seguridad que representa la permanencia, y mostraría como respetables a quienes asumen un compromiso de por vida. Para eliminar desigualdades, para nivelar por lo bajo, se ha prohibido el matrimonio civil. Sigue llamándosele matrimonio, pero la ley ha dispuesto que no pueda realizarse con una promesa de permanencia; que todos se igualen en que ha de durar mientras buenamente se les dé la gana -o les dure el placer- es decir, que todos han de ser uniones convivenciales con sólo el nombre de matrimonio. Por la legislación la nueva sociedad transgresora se empeña en buscar el modo de borrar toda diferencia y que la nueva vida en común sea tan legal, tan bien visto, tan respetable, como el matrimonio. Que entre matrimonio y la unión convivencial no haya diferencias, que el matrimonio con las antiguas características del matrimonio religioso no tenga posibilidad de existir. ¿Por qué nos hemos de extrañar, entonces, que los jóvenes miren con indiferencia a ese matrimonio que la sociedad ha degradado y ridiculizado? El matrimonio era sacramento, era sagrado, era bendito, era una institución querida por Dios y que se proponía cumplir los planes de la Providencia. Era un asunto religioso. Hoy no existe ese compromiso sagrado. Es lo que el nuevo orden percibe como normal y lógico pues desecha el vínculo religioso como parámetro comparativo. Habiéndose apartado la sociedad de la religión que ha quedado relegada a la vida más íntima, como si se tratara de algo vergonzoso, resulta lógico que las nuevas generaciones , que en general no tienen ni noticias de la religión, prefieran la unión convivencial que ofrece satisfacciones, al matrimonio que presenta un compromiso. En el siglo pasado, cuando nuestros presidentes masones lograron la separación de la Iglesia y del Estado, y tomaron el santo nombre del matrimonio para adjudicárselo a una relación civil, profana, ya se pensó que se llegaría a esto: a una sociedad que rechaza, que repele, que desprecia lo sagrado. Es curioso que la sociedad, de algún modo misterioso, aún conserve en el subconsciente algunos comportamientos antiguos. Por ejemplo: las parejas no fornican en la calle, a la vista del público; por lo menos en esta ciudad de Tucumán. ¿Por qué? ¿Hoy se llenan la boca con la palabra amor, con el matrimonio igualitario pretendiendo enlodazar a lo que, sí fue verdaderamente excelso? Antes se enseñaban los mandamientos que Dios les dio a los hombres. El sexto, no fornicar.
Ahora ni se lo quiere nombrar. El matrimonio es la nobilísima función propia de las madres, el ámbito en el que las madres desarrollan la más alta tarea que puede desempeñar una mujer. Por eso fue muy bien visto durante los siglos pasados. Hoy en este nuevo orden la cámara de diputados aprobó el aborto y la muerte del indefenso, del desprotegido, negándole dignidad al niño concebido. En este nuevo orden un hijo abortado no puede ni despedirse de su madre. Niños que siguen muriendo en silencio. Niños abortados que son vidas cobradas por nuestro quebranto como entorno, sociedad y Estado. Vida a imagen y semejanza de Dios que exige reverencia y afirmación. Esto es el nuevo orden que se quiere arraigar. Que Tata Dios se apiade de nuestra Patria.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 26, 2018
Soñar…
Por JORGE LOBO ARAGÓN.
Hoy recibí una carta de una gran amiga recordándome una gran verdad. Que la voluntad y la perseverancia se construyen con fe. Si quieres volar y emprender… Sueña. La esperanza siempre estará presente. Anoche soñé y reviví en carne propia la sensación de correr. El viento suave me pegaba en la cara y todo mi cuerpo se estremecía ante el esfuerzo. Esa energía que había perdido a los nueve años fluía de mí ser como un relámpago.
Las piernas en placida armonía superaban todo obstáculos. Mi cuerpo se estremecía de placer rogando que la carrera nunca termine. Era como un canto de sirena que me embriagaba como en mi bilocación más profunda. Me desperté excitado y mire sobresaltado al costado de mi cuarto mi pierna de palo. Estaba caída…desvencijada junto a un pantalón y una camisa que la cubría. La realidad volvía a golpearme. El hombro me dolía cada vez más y mi cintura me pedía paciencia. Los años pasan pero la fe y la voluntad se mantienen intactas. Si… El que en su bilocación profunda surcó los aires y como un pájaro viajo en medio de las estrellas debía agradecer por tantas bendiciones recibidas. Apesar de mi falta de pata, con mis muletas y mi bastón y con la esperanza intacta de solucionar mi problema de traslación, seguiré soñando. Ese es el costo de vivir. Lo importante no es lo que suceda, sino cómo se reacciona. Si te pones a coleccionar heridas vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar. Uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla. Cuando acepta tu destino, y tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo.
Uno crece cuando se enfrenta al invierno aunque pierda las hojas. Recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante el polvo. Uno crece dándole a la vida más de lo que se recibe. Así como hubo momentos en que la vida cambió en un instante, nunca olvides que aún habrá momentos en que lo imposible se tornará en un sueño hecho realidad.¡Nunca dejes de soñar, porque soñar es el principio de un sueño hecho realidad! Y recuerda: todo lo que sucede, sucede por una razón. Como un maratonista he corrido y seguiré acelerando mi marcha hacia mi destino final. Como una pájaro he volado en busca de una antigua una aspiración del hombre, la de remontarse a las alturas como los pájaros. Y ese placer de seguir subiendo ¡más arriba! hacia el sereno azul del firmamento… es la vida. Siempre más arriba! ¡Más alto hacia el cielo azul! Porque siempre se puede…. He conseguido en sueño aprender que de la mano de Tata Dios todo se puede. Que una mano amiga y el beso de un hijo y el amor de tu mujer es la perla más preciosa que se puede pedir y la parte más y delicada del increíble arte de vivir como un hermano.
Dr. Jorge B. Lobo Aragón
jorgeloboaragon@gmail.com
PrisioneroEnArgentina.com
La Hipocresía
Escribe JORGE LOBO ARAGÓN.
En nuestro país – Argentina -, la atención de un gran número de afiliados de Pami se encuentra en conflicto. No se sabe cómo se restablecerá la cadena de pagos que hace que las instituciones que atienden a los afiliados con discapacidad continúen en crisis y en grave riesgo. Pero no obstante esa absoluta postergación a nivel nacional y provincial se sigue con ponderaciones, ensalzamientos y panegíricos hacia los discapacitados. Se celebra el “día, o el año de la discapacidad”, como si fueran personas altamente beneficiadas y contenidas en todos sus aspectos. Es obvio que esa adulación responde al llamado voto social que acapara su exaltación y candonga. Un fingimiento político que es recibido con beneplácito por una sociedad incrédula que desconoce los conflictos. Es en términos simples “una hipocresía”. Para muestra vale un botón. En nuestra provincia San Miguel de Tucumán, es imposible caminar una cuadra sin tropezar ya que todas las veredas se encuentran destruidas. Ni hablar de rampas y servicios de trasportes públicos especiales. Las exenciones que existen son letras muertas por su absoluta falta de información o de aplicación. Los recursos de amparos, son usados como herramientas o remedios procesales diarios las que a su vez son apeladas por el mismo Estado para dilatar su presunta inmediatez. Años de gestión ante el (AFIP) y otros organismos estatales para la compra de un automóvil para discapacitados. En la mayoría de los casos la persona con dificultad dejan el trámite por lo engorroso y totalmente espinoso. La persona con dificultad es tratada como un delincuente que quiere beneficiarse con algo ilícito. Pareciera que no es un derecho o una obligación lo previsto en la Constitución y las leyes en su favor. Son tramitados como si fuera una dadiva o limosna. Se puede seguir enumerando los obstáculos y son incontables. Permítaseme que en mi condición de una persona con problemas, y como abogado sostener que el beneficio, acompañamiento y contención al minusválido debe ser de todos los días y con el aporte de todos los organismos del sector público y la adhesión de la sociedad. Es bueno elogiar a los discapacitados en su día o en su año. Pero no olvidemos que es un sector que, si bien necesita ser tratado con ciertas avenencias por el evidente hecho de ser diferente, sino porque muchos están dispuesto a ser socialmente útil y a dar de sí cuanto su condición humana -imagen y semejanza de Dios- le permita brindar a los demás. Pero el Estado debe saber que no se puede desproteger a quienes nos necesitan. Su indefensión son delitos que claman al cielo.
Dr. Jorge B. Lobo Aragón
PRISIONEROenARGENTINA.com
Mayo 21, 2018
Justicia y Violencia . La nueva cultura
Por JORGE LOBO ARAGÓN.
Opinión:
Es imperioso e imprescindible que los poderes del estado propicien el inexcusable análisis de la endémica violencia que se pone de manifiesto cada minuto como pan nuestro de cada día. En cada semáforo y esquina se siente una realidad de inseguridad. Tal vez tienen entre sus principales origen la situación socio- económica de muchos desocupados cuyas fuerzas morales están debilitadas o directamente no existen. La violencia actual por otra parte supera el promedio de irracionalidad que caracterizaron estos hechos en épocas pasadas. Anteriormente se perpetraba en casos psicopáticos puntuales o por reacción violenta del afectado. El robo como ejemplo, consistía simplemente en apoderarse de lo ajeno sin más trámite. Hoy estas acciones están vinculadas estrechamente a la agresión violenta sin motivo aparente y la mayoría de las veces totalmente injustificadas, luego de consumado el hecho. Se mata por matar; se ataca por dañar. Feliz el que es asaltado sin agresión. Por otra parte los delincuentes son cada vez más jóvenes. En la mayoría de los casos las drogas y el alcohol sirven de incentivo para cometer el delito. A nivel popular se ha tomado conciencia de no ofrecer resistencia al ladrón; no protestar; entregar todas las pertenencias; no mirarlo fijamente; tomando las prevenciones y cuidados que forma parte de la “nueva cultura” en cuanto al trato que hay que dispensar al delincuente. Sin embargo a pesar de ello los hechos que se suceden son cada vez más cruentos, feroces y sanguinarios. En los últimos años, los medios de comunicación han colmado páginas, parlantes y monitores, de sangre, lágrimas y horror: El estrés en que vivimos y los traumas que sufren las víctimas son indescriptibles. Es claro, la inseguridad atenta contra la integración social. La indefensión y frustración en cientos de miles de víctimas, tiene proporciones gigantescas. Las razones del desastre se resumen en la falta de sistematización de la función penal estatal. No podemos seguir viendo a la policía (fuerza pública), al Ministerio Público, la administración de justicia y las cárceles, como partes aisladas y desarticuladas de tan importante actividad del Estado. El creciente aumento de la impunidad a favor de los delincuentes y la inexistencia de una política criminal consistente, ha sido en los últimos años la respuesta estatal a la victimización de cientos de miles de argentinos. Los dirigentes se han interesado sólo en una de las partes del delito: el delincuente, pero se les sigue olvidando la víctima. Por otro lado, si bien es cierto que la administración de justicia no puede ser lenta, ni irresponsable, hay algo que llama mucho la atención y es que la justicia tampoco puede ser anónima. Debemos rescatar los derechos de la víctima en el derecho penal. No es posible, que ante hechos sumamente graves, los condenados no cubran al menos los daños y perjuicios económicos causados y que disfruten de una serie de beneficios totalmente inmerecidos. Se debe actuar con enorme celeridad en estos tiempos aciagos. Debemos humanizar la función penal del Estado, si queremos disminuir el riesgo de victimización y el cansancio moral generado por la inseguridad pública y la violencia.
DR. JORGE B. LOBO ARAGÓN
jorgeloboaragon@hotmail.com
jorgeloboaragon@gmail.com
“…La mafia en tucuman.. – “Nunca renuncie” – “…Lograron sacarme de la cancha…
Por JORGE BERNABE LOBO ARAGON·
En numerosos escritos a través de medios radiales y televisivos, con el apoyo incondicional de un sinnúmeros de amigos y periódicos que editan mis publicaciones, he manifestado hace unos días que “sospechaba de maniobras para sacarme de la cancha” en un juicio oral a practicarse los días 25, 26 y 27 del corriente mes y año en contra de integrantes del Clan Ale en Tucumán. Adolfo Ángel Ale “El Mono” y su hijo Eduardo Said Ale “el Monito” deben ser juzgados a nivel provincial por una Sala Penal por lo que siempre fue su común denominador. El abuso de arma, las amenazas sin límites y la violencia en general. Es así. En un juicio que lo he llevado de manera personal por más de cuatro años para que la causa pudiera elevarse a juicio oral y público, con un simple escrito de tres carillas mi otrora representado me revoco el poder sin decir porque. Parece incomprensible que ha días del Debate público mi poderdante a quien durante cuatro años lo acompañe defendiendo también a su socio a pesar del peligro que implica enfrentarse a una mafia me haya borrado de un plumazo como si no existiera . De abogado famoso y valiente a través de todos sus dichos a ser un extraño separado del juicio por un escrito de dos líneas. Pero no me lastima ni duele ya lo intuía y lo manifesté. A la Mafia solamente le importaba sacarme del medio y lo lograron. Mi discreción como abogado me impide hablar pero sospecho cuales fueron los medios y las formas. La sociedad tucumana conoce como esta “asociación” se maneja con absoluta impunidad. Es un pulpo corrupto cuyos tentáculos llegan a lugares que antes eran inconmovibles. En su momento cuando Juez le dicte la prisión preventiva en una causa en donde fue víctima un oficial de policía. Hoy sin el escudo y protección de la Justicia, desde el ejercicio de la profesión estoy totalmente indefenso ante cualquier acuerdo que hubiera y el peligro que implica su libertad otorgada hace unos días. Agradezco nuevamente al Club Gente de prensa y a todos mis amigos y colegas que en sus publicaciones diarias dieron cuenta sobre esta Mafia que ha azolado y sigue azotado nuestra provincia durante varias décadas con la ayuda incondicional del juego clandestino. La actualidad judicial y los medios en general revelan a los “Ale” como cabeza de una mafia en Tucumán. Como en la época del lejano oeste y tal vez ahora con mayor impunidad. Pero a pesar de no poder enfrentarlo por ahora en un debate público, pese a que nunca renuncie a la causa, seguiré aseverando y sosteniendo enfáticamente que “Mafia ha habido siempre, pero es escandalosa la ostentación de fuerza realizada por este Clan, con un enorme poder de movilización en todas las esferas. Esta Mafia y sus adláteres también llegaron al Futbol, como gerenciadores del club más importante de la Provincia. Una corrupción que “se está haciendo carne también en la Argentina” como si fuera el pan de cada día. Los argentinos y puntualmente los tucumanos, debemos rechazar que sea inevitable que las mafias manejen la sociedad. No debemos bajar los brazos en este empeño que, para todo hombre, debe ser primordial. Recordemos a Sarmiento: “desgraciados los pueblos a los que se les agote ese instinto por mantener la salud colectiva. Los ciudadanos de tales pueblos serán tratados como presidiarios”. Es que es a veces alarmante los niveles de impunidad que el Clan tiene en la actualidad, y lo que es peor, el grado de resignación, de tolerancia y hasta de paciente aceptación de una gran parte de la ciudadanía con el silencio de muchos. Tenemos la obligación y el derecho, de pedir que el Estado, la Justicia, La Legislatura, procuren los medios adecuados para que las mafias, sean combatido de la mejor forma posible. Debemos formar parte de una sociedad que no se resigne a la impunidad como si se tratase de una fuerza de la naturaleza. Ante el mal que todos vemos y lamentamos, es necesario reaccionar buscando la forma de purificar la sociedad. A la justicia ordinaria no se la teme, se la supone inocua (todo el mundo “confía en la justicia”; muchos, en realidad, confían en su torpeza), pero se sospecha que las mafias tienen poder, tienen fuerza y que son duchas en su aplicación. Pero no hay que desesperar. Italia, patria de ricas experiencias políticas y de inteligencias lúcidas y dúctiles, ha comenzado a combatirla y a desplazarla de la dirección de la sociedad que en gran parte ejercía por haber conquistado valiosas posiciones con el apoyo de políticos adictos. No se logrará de un día para otro, pero sus triunfos pueden ser ejemplos para nosotros. Y ojalá que sus fracasos también sean ejemplos, para que nosotros no los repitamos. Que la libertad otorgada a estos personales haya inquietado a la opinión pública poniéndola a la prensa en estado de constante vigilancia, es bueno y saludable. Si la opinión pública no reacciona en contra de ellas sería muy difícil que se pudiera hacer algo por eliminarlas, que es lo que la sociedad necesita para su tranquilidad. Y si efectivamente reacciona tendrá por delante una larga lucha, ya que las mafias no renuncian fácilmente a las conquistas que ella ha realizado, pero lucha que vale la pena librarse pues en ella se juega el destino de la patria de nuestros hijos. Nunca renunciare a la lucha a pesar de las intimidaciones y amedrentamientos.
Dr Jorge B. Lobo Aragón.
Ex Juez y Fiscal en lo penal
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 21, 2017
VENUS
Por Jorge Lobo Aragón.
Venus divinidad romana. Diosa de la hermosura, madre del amor. Tutela de la naturaleza, del año, y la primavera. Protectora de los elementos florecientes. Del renacer primaveral. Junto a Marte prometías al combate y al trabajo los frutos de la victoria y de la tierra. Romanos y sabinos te eran devotos. Después de batallar entre sí, se purificaron y levantaron tu imagen. Gran dispensadora de la felicidad dichosa. Venus romana. Afrodita de los griegos. Distinción del amor puro e intelectual. Del amor a lo bello representado por la Venus Urania y la Venus celeste. A Venus. Venus feliz. Venus victoriosa. Venus madre .Los paganos te dedicaron monumentos y santuarios y fuiste inspiradora de artistas renacentistas. Pero ninguna de tus imágenes se asemeja a la estatua mutilada del Milo y las islas Ciclada. Como el campesino desarraigando, que de un árbol cayó y dentro un túnel te hallaron por apreció a tu belleza te compró. Francia te adquirió y lucho por cuenta de su nación. Armados tus trozos, sin tus brazos, con tus imperfecciones eres la Venus de Milo. Eres el prototipo de belleza escultural por la nobleza de tu actitud, por tu rostro sereno e impasible, por tu grave apostura de diosa, por el mármol lleno de vida, por el matiz de ternura que se advierte en tu mirada tranquila. Ya Rodin te dijo “a lo que hay en ti de divino, es el amor infinito de tu autor por la naturaleza”. Extraño ser, divina diosa emergida del mar, regálame el alma que permite amar. Tócame con tu mano fría de mármol y tierra. Llévame a tu reino sin aire y sin cielo. Explícame lo que es el amor. Enséñame a amar…
Jorge Lobo Aragón
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 6, 2016
A…CABALLO…
Por Jorge Lobo Aragón.
Reflexión:
Que la patria se ha hecho a caballo, suele decirse. Grandes empresas realizaron los caballeros, hombres nobles, valerosos y esforzados a los que se les dio caballeros por ser gente a caballo. América se conquistó. “Los caballos eran fuertes, / los caballos eran agiles” recuerda el peruano Santos Chocano. “El caballo milagroso de San Jorge / que tritura con sus cascos los dragones infernales; / el de César en las Galias, / el de Aníbal en los Alpes, / todos tienen menos sangre, menos nervios, menos chispa / que los épicos caballos andaluces en las tierras de la Atlántida salvaje / que a los gritos de ¡Santiago! / arrollaban con sus pechos a los indios / y seguían adelante. / Los caballos eran fuertes, / los caballos eran ágiles. / Sus pescuezos eran finos / y sus ancas relucientes / y sus cascos musicales”. El caballo ha sido una formidable arma de guerra, reemplazada luego por el tanque. Fue fundamental en los eficaces ejércitos asirios. Griegos y romanos lo usaron más bien como transporte rápido que como fuerza de choque hasta que descubrieron de los númidas el formidable invento de los estribos. Más tarde sería Atila quien al frente de las caballerías hunas y Avaras convenciera a los europeos de la necesidad de aprender bien el arte de pelear de a caballo. Al recluta se le enseñan rápido las técnicas de lucha de la plebeya infantería, pero la ciencia de combatir a caballo es más difícil y necesita ejercicio constante. Por eso en el caballero se reconoce la abnegada dedicación al noble ejercicio de defender a la comunidad y a esa dedicación la sociedad le rinde reverente respeto. Cuando hay que ir al Asia a librar de los musulmanes a la Tierra Santa, son principalmente los de a caballo los que emprenden las Cruzadas. Caballeros de distintos países se hermanan en las hazañas que juntos realizan, y unidos conforman el ideal, el “el código” de protectores de desvalidos. De desfacedores de entuertos, de desprendidos benefactores y de amantes de sublimes arquetipos que habrían de proponerse para merecer el nombre de “caballeros”. ¡No! Para ser caballero había que tener virtudes caballerescas y no bastaba con orinar adonde hubiera ese letrero. Así es que ahora el caballo ya no se usa como arma de guerra, tampoco como medio de locomoción y muy poco en los trabajos de hacienda, pero el caballero, que cuando anda no tiene que bajar la vista para ir fijándose en el rastrero suelo que pisa sino que con un punto de vista por encima al de los hombres comunes puede extender su mirada hacia lejanos horizontes y diáfanas estrellas, simboliza aún la pureza de propósitos, la generosidad desprendida, la noble actitud de proteger al afligido y al huérfano. Hermoso símbolo para un político. Por ese es que el en el bicentenario que celebramos en nuestra provincia, Jardín de la Republica y cuna de la independencia pudimos vanagloriarnos y alardear de nuestros gauchos a caballo y soldados que , en sí mismo, es una invitación a recordar el pasado, un pasado común, un pasado conjunto, un pasado de nosotros y de nuestros abuelos, que es el pasado de la patria, un pasado con hechos luminosos como fueron las gestas militares y cívicas de nuestros próceres, y también un pasado de dolores, con enfrentamientos entre hermanos, con luchas acerbas, con incomprensiones, con derrotas. Por eso los dolores, los errores, los desaciertos, los desencuentros, las derrotas, no deben olvidarse nunca, para que nos sirvan de lección que nos enseñe a acertar con el buen camino uniéndonos en la acción común. Y al evaluar el pasado, es entender que la el caballo y los caballeros reúne en sí las mejores tradiciones. Los jinetes, los caballeros que participaban del acto, ponían su caballeresca rúbrica al ideal proclamado: “Patria…
Los Caballos Blancos del General
Por Jorge Lobo Aragón.
Tengo en mis pagos, paisano, / de fletes una tropilla: / una yegua que es tordilla / y un petizo rabicano; / bien plantao un tobiano / y un pangaré regalón…” cantaba un campesino describiendo sus animales entre los que se incluían un obscuro aguatero, un zaino de linda estampa y un parejero overo rosado…-
Reflexión
Diríamos que el paisano describía una típica tropilla de pobre, porque los ricos se daban el lujo de tener todos de un mismo color. Para eso no se precisaba ser un potentado. “Martín Fierro” recuerda que en tiempos mejores hasta “el gaucho más infeliz / tenía tropilla de un pelo”. Los ejércitos se hacían de caballos por donaciones, confiscaciones o pillando baguales que los soldados domaban sobre la marcha.¡Pobres matungos que si no morían en combate como el de Pueyrredón en Perdriel, el de San Martín en San Lorenzo, el de Paz en Ayohuma, morirían de sed en los desiertos o de agotamiento en esforzadas marchas interminables! Pero el soldado tiene el deber de cuidar su caballo, que es su crédito en el peligro. En mi enigmático Don de estar en varias partes que me convierte en un noctambulo imperdible después de leer a Rubén Darío: enseñando que “No se puede concebir a Alejandro Magno sin Bucéfalo; al Cid sin Babieca; ni puede haber Santiago a pie”. Le di la razón: la historia está repleta de caballos “heroicos”. Uno de ellos, Incitatus, hasta fue nombrado senador. Si se hiciera justicia, muchos personajes compartirían gloria con sus monturas. Y Bueno. Después de trasnochar leyendo historias de admirables caballos, mi energía luminosa, capaz de alejarme de mi cuerpo carnal, me transporta nuevamente –ya me estoy fastidiando – como un cordel luminoso en un viaje de revoloteo volátil. En mi bilocación nocturna, de inmediato visualice a un viejo general. Con la compostura marcial de un militar de la época, me contó que se llamaba Conrado Villegas. Estuvimos largamente charlando de episodios que integran la vasta y heroica tradición de la conquista del Desierto. Que después de pelear en el Paraguay contra López Jordán fue a dirigir la división del norte contra Pincén y Catriel. Entonces pude distinguir que sus ojos apagados empezaron a tomar mayor vivacidad. Me explicó que era coronel en ese entonces y fue con mucha esperanza, con el único ánimo de fomentar el cuidado de la caballada. No podía ni siquiera pensar que sus soldados tuvieran mancarrones rejuntados sino tropilla de un pelo. Son mis blancos. Son los blancos de Villegas. Sus célebres caballos tan victoriosos como el guapo coronel que me daba charla que se tornaba cada vez más intensa y exaltada. Eran tiempos de Avellaneda, ministerio de Alsina. Me llamó la atención que en su recuerdo únicamente puso énfasis en un golpe que de alguna manera exaltaba al indio. Al cacique. La audacia, el arrojo y sacrificio que narraba me conmovió hasta las lágrimas. El solo episodio era digno de una película, tan vivaz y dinámica como la del mejor “western” norteamericano. Y yo era el espectador único de lo que estaba describiendo en mi singular bilocación.El viejo general había comprendido, que no habría victoria posible y duradera sobre los indios si no se contaban con buenos caballos. Juntó para su regimiento seis mil animales de silla Luego, de ese lote apartó 600 pingos blancos, tordillos y bayos claros, destinados exclusivamente a servir como reserva para el combate o para una retirada imprevista. El general hablaba de sus caballos blancos como una obsesión que finalmente se convirtió en mito. Su Caballería adquirió fama legendaria, y aún entre los indios se revistió de contornos fantasmales y de leyenda. Los blancos de Villegas eran un azote para el indio y un orgullo para los soldados de la frontera. Ya como extasiado por la añoranza me narra con absoluta precisión que la noche del 21 de octubre de 1877, un grupo de indios plasmó dar un golpe de audacia al campamento que él dirigía. Era el 3º de Caballería, en Trenque Lauquen. El objetivo robarle sus caballos blancos. Después le contaron, que esa noche, como otras, los blancos habían sido encerrados en un corral, a pocas cuadras del campamento. El corral estaba delimitado únicamente por una zanja bastante profunda y ancha, que las caballadas no podían cruzar. La noche era tranquila. Nada indicaba la proximidad de los indios. La modorra fue aconándose en los párpados de los rudos hombres que protegían su orgullo y con el primer frescor de la noche quedaron dormidos sobre sus carabinas. Esta fue la oportunidad aguardada por los indios. Cuando con la diana, la guardia despertó, se halló con la novedad: ¡Los blancos habían sido robados!. La orden de mi amigo fue categórica “… No se animen a volver sin los blancos. El general los vio partir, con la mirada sombría. Después de días de búsqueda cerca de unos toldos, en el bajo de una laguna divisaron a los blancos robados!…. Con ellos, una gran caballada pastoreaba sin vigilancia a la vista. Y en el silencio más absoluto se acercaron, al paso. Los caballos blancos, no bien sintieron el ruido familiar de los sables y los gritos de sus antiguos dueños, hicieron punta hacia el camino y el resto de la caballada los siguió. Nunca arreo tan grande fue reunido en menos tiempo. ¡Los blancos habían sido recuperados! Pero el capitanejo más valiente del cacique Pincén no se iba a quedar de brazos cruzado y salió al encuentro a recuperar su trofeo. El ataque fue rechazado. Los soldados llegaron montados en los blancos. Y así, con altivo aire de conquista, como una conmovedora oleada fantasmal, entraron a Trenque Lauquen. Sin duda el general presagiaba que, a pesar de haber sido vengada la audacia de los indios, el episodio del robo de sus blancos correría por toda la pampa como una sátira aclamada, como el alarido del salvaje golpeándose la boca. Un arrojo e intrepidez desusada. Tal vez una de las últimas que se permitía la indiada y como tal, todavía más grata. Pincén ya era viejo como de setenta años, pero siempre diablo y lúcido. Tunante y travieso. El bravo Villegas -“mucho toro” era el hombre. Sí; el triunfo final tenía que inclinarse por los que además de ser valientes, sufridos, abnegados, capaces de generoso sacrificio, también tenían disciplina, organización, armas superiores. Sí, sin duda. Pero aquel 18 de octubre habrá gozado la indiada de uno de sus últimos golpes de intrepidez y locura. Seguramente el viejo general sabía que la indiada era experta para apreciar buenos caballos y se sintió honrado. Como el cacique cuando vio de a pie a la gente de Villegas mientras ellos escapaban montados en una prestigiosa tropilla de un pelo. Extasiado por la anécdota que nos marca la historia, el viejo general se despedía recitando con voz ronca y melancólica una de las tantas poesía que recitaba mi madre. “… ¡Caballito criollo del galope corto, del aliento largo y el instinto fiel, caballito criollo que fue como un asta para la bandera que anduvo sobre él! ¡Caballito criollo que de puro heroico se alejó una tarde de bajo su ombú, y en alas de extraños afanes de gloria se trepó a los Andes y se fue al Perú! ¡Se alzará algún día, caballito criollo, sobre una eminencia un overo en pie; y estará tallada su figura en bronce, caballito criollo que pasó y se fue!
DR. JORGE B. LOBO ARAGÓN
VIRGEN DE HUACHANA
Por Jorge Lobo Aragón.
“Huachana una Aparición Criolla” La Virgen del Monte (La motita). No hay hoteles ni habitaciones, sólo un campamento gigantesco a cielo abierto.
Huachana, la tierra humilde donde la Virgen obra milagros. En Huachana-Santiago del Estero- Argentina, rincón impenetrable y polvoriento de la provincia, a 80 km al oeste de Campo Gallo, y a 330 km de la ciudad capital. (La de Alberdi; hay otras Huachanas en los departamentos Loreto y Silípica), se le apareció la Virgen a la Telesita Verón, que era una jovencita o adolescente, como se dice ahora. En aquellos tiempos se decía una chinita, término que por ser simplemente descriptivo no era ninguna ofensa. La noche se presentaba perfecta para asistir al encuentro de siempre. El brillo sin igual de millones de estrellas y el imperturbable cielo azulado eran sus mejores aliados. Una vez más, salió en silencio de su humilde hogar y se perdió en la espesura del monte, que a esa altura ya se había convertido en su mejor amigo. Llegó al lugar sagrado y esperó el celestial encuentro de siempre. Pasaron unos instantes, y el milagro volvió a iluminar la oscuridad del bosque impenetrable, y trajo sosiego a su alma. Alucinada, observó la imagen divina por eternos segundos y regresó con urgencia a su pequeña casa. Los enérgicos latidos de su corazón le habían quitado la voz, pero no el poder de asombro. La familia reunida en la mesa la miró (otra vez) con desaire y con ganas de no escucharla, justo en el momento en el que recuperó su palabra. “La he visto de nuevo… juro que la he visto de nuevo”, anunció enfáticamente, pero ninguno de los comensales quitó su mirada de lo que ofrecían los platos servidos. Un silencio aterrador y la indiferencia colectiva fue su única respuesta. Por enésima vez en su vida, clavó su mirada al piso de tierra y girando 180 grados, encaró por la precaria puerta de lienzo para no regresar nunca más. Si, la niña cansada de que la tomaran por loca por lo que decía y afirmaba, se introdujo en la espesura del monte santiagueño para no volver jamás a su hogar. Pero esta decisión de la joven Telésfora no pasó inadvertida para todos los miembros de la familia Verón, mucho menos para su hermano Juan Cruz, quien logró convencer a los vecinos y a sus propios parientes de que valía la pena llegar hasta el lugar de las apariciones para comprobar, o desechar finalmente, lo que la niña les venía anunciando. Una noche, donde Félix Taboada a cargo del destacamento policial de huachana, reunió a los lugareños y caminaron hasta el preciso lugar donde Telésfora afirmaba que aparecía una imagen divina. Instalados en la zona marcada, junto a un árbol, hicieron vigilia toda la noche. Pasaron algunas horas y el frío comenzó a adormecer las ansiedades. Para mitigar la helada soledad del monte, prendieron una enorme fogata, a la que se abrazaron con fuerza para soportar hasta el amanecer. Y, precisamente, cuando el sol anunciaba su arribo al cielo santiagueño, el milagro se produjo. En medio de enormes llamas que ardían en todo su esplendor, una imagen celestial enmudeció al monte y a todos sus habitantes. Era la Virgen María, la que tantas veces se le apareció a la niña, a quien nunca le habían dado crédito y habían dejado partir para siempre. Todavía asombrados y sorprendidos por lo que sus ojos captaban, los testigos de aquella divina aparición apagaron las llamas y comenzaron, sin saberlo, a forjar la historia de la Virgen de huachana. Con el humo anunciando el final de la fogata, Juan Cruz Verón, hermano de la niña que vio por primera vez a María, trasladó la pequeña imagen hasta su humilde hogar, donde por muchos años miles de devotos llegaron a venerar a la Virgen. Así, cada 31 de julio, comenzaron a llegar a la casa de los Verón peregrinos que conocieron la buena nueva. Con el paso de los años, la cantidad de fieles que llegaban a este lugar se fue incrementando fuertemente. La paisanita que veía sobre un quebracho la imagen de la Virgen y unos papeles escritos, que nadie más podía verla. La Fe de su hermano y el comisario que no creía en apariciones, le prendió fuego al churqui Y ahí fue que se produjo el milagro: se quemaron las ramas del churqui, pero la imagen de la Inmaculada Concepción que sólo la Telésfora veía se materializó en madera que pudieron ver todos, hasta los más incrédulos. El churqui al arder le quemó a la Virgen un dedo; por eso le dicen la motita. La Virgen se apareció un primero de agosto de no sé qué año sería, fines del siglo pasado o comienzos de este. Por lo que el primero de agosto se la festeja todos los años. Huachana queda lejos. Conviene ir el 30. El 31 se celebran los preparativos, se dan vivas a la Virgen (si usted va a caballo, mejor) y ahí, en un campito, muchos de los que llegan instalan como una feria de comidas, ropas, música, juegos, pues es bueno festejar con alegría y esta es una oportunidad de conocer gente venida de todas partes. Un Mailín, digamos. El primero hay misa, procesión, bautismos, casamientos, súplicas y agradecimientos. El 2 se saca la imagen para que la saluden los peregrinos que se despiden, unos a Salta, otros al Chaco y nosotros para Tucumán, agradecidos por las ayudas recibidas; dispuestos a portarnos mejor ahora. Y con muchas ganas de volver para el año, a celebrar a la Virgen milagrosa. Miles de almas se concentran en el inhóspito paraje para vivir una fiesta que puso de manifiesto la enorme devoción mariana y la fe sencilla del Norte Argentino. A pie y agotados, pero emocionados, llegan desde diversos lugares, especialmente de los departamentos salteños limítrofes con la provincia, para agradecer y tomar gracia ante la Virgen de Huachana. Arribaban sobre todo caminando, pero también a bordo de bicicletas, motos, a caballo, camiones y todo tipo de vehículos. Entre los que llegan no hay una edad límite. ¿Qué vienen a buscar? “Sólo vengo a agradecerle a la Virgencita”. A la imagen de Nuestra Señora de Huachana le colocaron la banda con los colores de la Bandera Argentina como un gesto con el que se pidió que la Virgen proteja al país en el Año del Bicentenario de la Independencia. Huachana es una fiesta que se hace gracias a la generosidad de los que conocen a la Virgen y se enamoran de ella. “Nuestras flores son un regalo que en estos montes santiagueños son difíciles de encontrar”. Después dicen que nuestro norte no es Mariano y que tampoco es Mariano nuestro País. Tantas imbecilidades dice la gente con el perdón de mi señora.
UNOS PASOS ADELANTE…
Por Jorge Lobo Aragón.
REFLEXIÓN
Cuando éramos chicos y corríamos carreras. Al más chico lo poníamos varios pasos adelante. Le dábamos cancha. Tantos más pasos cuando más chico era el corredor. Así es la vida del minusválido, necesita, tienen derecho a varios o muchos pasos adelante de los otros para correr en igualdad de condiciones. No le concedemos nada, reconocemos en ellos un derecho elemental de los más elementales de los derechos humanos. Para poder ganarse la vida, el ciego, el amputado, el débil mental por cualquier causa, el sordo, el mudo, requieren muchos pasos de ventaja. Puede un sordo, un mudo, un ciego manejar una computadora? Pues enseñémosle y que lo hagan como el mejor, con orgullo, pero enseñémosle. No quieren limosna, no quieren favores, quieren ejercer el derecho elemental a trabajar. Quieren ser capaces de sostenerse a si mismos y sostener una familia. Digo computadora como podría decir mil cosas distintas. Desde traducir Braile a estudiar una carrera independiente. Desde música a artesanías pasando por distintos profesorados. Cuando tenemos el problema en casa recién reaccionamos. Cuánto cuesta una operación de ojos o de oído o de cerebro, cuanto cuesta una pierna ortopédica o una silla de rueda especial? Conocemos a genios que se levantaron sobre sus disminuciones físicas o mentales por que tuvieron los medios para hacerlo. A cuanto de ellos perdemos, desperdiciamos? De cuantos cerebros nos privamos? Nos es caridad, es obligación la de velar por ellos, como por los niños y las madres necesitadas y los ancianos. No creo que Dios justifique a un pueblo que olvida a los débiles.
Dr. Jorge B. Lobo Aragón.
Una Nave Poderosa…No te rindas
Por Jorge Lobo Aragón.
“No te des por vencido ni aún vencido”
Discapacidad
Reflexionando acerca del nacimiento de un hijo, imaginaba un poderoso barco a vela lanzado al mar de la vida. El hijo podría capitanear esta nave bella y contundente, hecha de sus propias esperanzas y sueños; sordamente navegando las inmensas velas blancas que cogen los vientos de oportunidades. Viajaríamos juntos por un rato, mientras le mostraría lugares donde el podría ir y ayudarlo cuando la necesidad surja. Un día, dejaría el barco y lo dejaría navegar solo. Dos años después de su nacimiento notamos que no estaba haciendo cosas que la mayoría de niños de su edad realizaban. Los médicos comenzaron a hacer pruebas y comenzó con terapias física, ocupacional y de lenguaje. Al principio pensaba que todos se equivocaban, ya que todavía podía ver mi hijo sobre su nave poderosa. Después me di cuenta que los médicos tenían razón, y que algo no estaba bien. Una tormenta de emociones corrió en mi interior, envolviendo la nave de mi hijo. Lluvia de gotas de tristeza golpeaban. Truenos sacudían en ira por tener un niño anormal. Vientos furiosos de duelo dirigían la nave poderosa de mi hijo, rompiéndolo contra las rocas. Peor de todo, sentía que “perdía el hijo que quería y esperaba”. Con el tiempo la tormenta despejó, y las nubes se abrieron. Yo vi que la nave sobrevivió. Se había transformado de una maquina contundente de competición que fácilmente corta el agua, en un lanchón navegando laboriosamente por corrientes difíciles. Las velas gigantes habían sido reemplazadas por unas pequeñas, andrajosas, con agujeros en su frente. Me maraville que la nave pudiera aun flotar. Me imaginé que mi hijo todavía estaba al frente del timón, sin darme cuenta que algo esta mal. Me pregunto si algún día el va a comprender que su nave no es como las otras. Mirando a la nave ahora, veo mucha otra gente trabajando. Algunos están remendando los agujeros masivos que todo el mundo sabe que nunca se podrán reparar completamente. Otra gente solamente están pintando pequeños lugares u ofreciendo apoyo donde pueden. Todavía otros piensan que todo este trabajo es excesivo; las esperanzas vienen y van, como lo hacen los sentimientos de culpa por no hacer más. Me doy cuenta que mi trabajo como guía y maestro va a ser difícil. Una y otra vez continuamente, le enseño como hacer cosas que otros chicos adquieren naturalmente. Siento tanta angustia cuando veo niños de la mitad de su edad que hacen cosas que solo espero que el va a poder hacer algún día. Pero, las esperanzas están latentes. Siempre existen mejoras, a veces lentas. Todavía tengo el mismo orgullo que todo padre siente cuando su hijo finalmente completa una tarea que no ha podido completar antes. Recién he comenzado a preguntarme lo que el futuro devendrá para mi hijo. Las preguntas son muchas. Vivirá independientemente? Tendrá un trabajo? Tendrá amigos? Se hace claro. Nunca podría nunca dejar a mi hijo navegar su nave solo. Con pánico, me doy cuenta que hasta podría morir antes de que el complete su viaje. Los testamentos especiales obsesionan mi mente. Me sacude la pregunta insistente de quien cuidara de mi hijo cuando no pueda más. Se me hace difícil solo el imaginarme pedir a alguien que tome esta tarea, y aun mas imaginarme que alguien lo aceptara. Entonces miro a mi hijo, y veo a un niño feliz y contento. No entiende que es diferente y por eso estoy seguro que él tiene una sensibilidad superior, indescriptible, sobrenatural. Creo que la mano de Dios me enseña algunas lecciones importantes. Creo que todos los niños nacen con un tipo de inocencia que se despedaza rápidamente mientras crecen y aprenden de la vida. La vida con la que mi hijo se enfrenta se vuelve una bendición, porque el va a esparcir su inocencia por un tiempo mas largo. De muchas maneras es ejemplo de cómo el mundo debería conducirse. Cuando el está feliz, sonríe o se ríe; cuando esta triste, llora. No entiende las reglas de la sociedad que enmascaran con caretas ficticias tantos pensamientos y sentimientos. No exhibe ningún rasgo de avaricia, deshonestidad, racismo o amargura, que son tan prevalentes en el mundo de hoy. También mi hijo da al mundo sin esperar nada a cambio. Caminando con él, lo he observado mirar a la gente, intercambiar miradas y alegremente decir hola. Invariablemente la persona sonríe. Ha sido brindado, un enorme regalo de amabilidad inocente. Me ha ayudado también a comprender lo que es importante en la vida. Tener un hijo con necesidades especiales es un regalo milagroso. Las tormentas de ira y emoción todavía soplan, pero ahora puedo esperar, mirar y detenerme. Estoy convencido que la nave de mi hijo, sobrevivirá, y que viajaremos Dios mediante a puertos imprevistos pero fascinantes.
Juan Pueblo… El Honor y la Paz
Por Jorge B. Lobo Aragón.
Los recuerdos de mis amigos…
Reflexión:
En la década del 50 en todas las ciudades había círculos de intelectuales que consideraban la organización de la sociedad y planeaban corregir sus errores y subsanar sus fallas. En Tucumán también, aunque todavía yo no había nacido. Así me lo recuerdan mis amigos apreciados. La biblioteca, los diarios y los libros. Debo decir que no muerden. Mis camaradas inseparables que analizaron ese ambiente en el que campeaba el marxismo, la ideología de moda que pretendía ser una política “científica” que con generosidad buscaba soluciones a los más necesitados. Y en el grupo me decían, siempre existían los que se decían dispuestos a llegar a la violencia, es decir, a la entrega de sus vidas en aras de esos ideales. Les llamó la atención un jovencito, estudiante de la facultad. Le decían Juan Pueblo y parecía por las versiones de mis amistades que ése era el único que iba a morir en las trincheras. Y fueron adivinos. El muchachito se llamaba como dije Juan y le decían pueblo. La Iglesia ha condenado el irenismo. “Irene” en griego significa paz. Por lo que se llama irenismo al movimiento que aspira a la paz a todo trance. La paz es buena, sí, pero la paz que surge de la justicia. La paz que imponen los dominadores al margen de lo justo, es sólo un camino para usufructuar su poder. La justicia tiene un valor superior, está primero que la paz. Nuestro Señor empleó la violencia contra los mercaderes que hacían del templo un mercado. Con eso nos enseñó que la violencia, bien aplicada, es buena; hasta puede ser santa. ¿En qué circunstancias se justifica? ¡Ah!, eso precisa de un prudente criterio, como los de San Martín y de Belgrano y la de mis amigos. Sabemos el mal que causó el terrorismo y el proceso que asoló al país, y adherimos al dolor sufrido por sus víctimas. Pero al mismo tiempo respetamos a quienes con altruismo, convencidos de que construirían una patria mejor, lucharon con fervor. El primero, Juan, por su coraje, por su notoriedad, por su inteligencia, por su estrategia, por la devoción de sus adeptos. Vete que se viene la matanza, le dijeron. Pero él sintió que luchaba por la justicia, valor superior a la paz, y se las aguantó hasta el final. Pudo huir (hoy, derrotadas las fuerzas armadas, en vez de acomodarse como otros terroristas él seguiría su lucha). Tuvo una muerte con tiros y sin velorio. La hora le llegó. La fotografía de su cadáver, con una hermosa serenidad en el rostro, indica que murió con la conciencia en paz. El agujero que una bala le hizo en la frente, sobre el arco superciliar, muestra el acierto de mis amigos en su vaticinio. Que Dios lo tenga en su gloria. A sus víctimas también. Me gustaría que este escrito sea compartido en honor a las víctimas que con sus ideales- de ambos lados – cayeron con honor y seguramente están en paz contemplando beatíficamente al Señor.
Artículos que merecen ser leídos nuevamente
Escriben: Andrea Palomas Alarcón . Enrique Guillermo Avogadro . Marcelo Carlos Romero . Jorge Lobo Aragón .
[one_half padding=”0 20px 0 0″]HAMBRE DE PODER (Carta abierta a Mauricio Macri)
Por Andrea Palomas Alarcón.
Julio 2015
Estimado Mauricio:
Existe una película china llamada “Esposas y Concubinas” que creo que todo político debería ver.
Trata sobre las cuatro esposas de un señor rico de China, durante lo que se dio en llamar la “Era de los Señores de la Guerra”.
Sobre este relato, que surge de una novela de Su Tong, se han hecho muchas interpretaciones. Creo que las más acertadas giran en torno a las relaciones de poder entre individuos.
Las cuatro esposas (concubinas) pugnan por obtener poder dentro de un mundo de reglas impuestas por otros. La primera esposa es una anciana venerable que le ha dado el primogénito y heredero al Señor de la casa Zhen. La tercera, artista, cantante de Opera, era la favorita hasta que llegó la cuarta, más joven y universitaria. Dejé la segunda para el final a propósito. La segunda esposa es un extraño ser que no tiene ninguna cualidad: no es de las más jóvenes, ya no es bonita, no es tan inteligente como la cuarta esposa ni ha ido a la universidad, no es divertida como la tercera esposa ni tiene talento alguno. No canta, no le ha dado un heredero al Señor Zhen, ni siquiera tiene suerte, porque su pequeña niña nació poco después del varón de la tercera esposa, a pesar de que tomó medicinas para acelerar el parto.
Pero la segunda esposa tiene una cualidad (o defecto) que no tiene ninguna de las otras, tiene “hambre de poder”.
Las cuatro esposas se ven obligadas a competir entre ellas y a utilizar todas sus armas para atraer la atención del señor Zhen y de esa forma manejar la casa.
Pese a ser la más desfavorecida por la naturaleza, la segunda esposa termina prevaleciendo y destruyendo a todas las demás.
Sé que es maquiavélico, que es injusto, que es políticamente incorrecto pero es la verdad: sólo los políticos que tienen “hambre de poder” tienen éxito, para bien o para desgracia de sus gobernados.
Esta hambre es la que ha conducido a grandes victorias y a genocidios atroces. Esta hambre es el hilo conductor de Atila el Huno, Alejandro Magno, Cleopatra, Julio César, Napoleón, Catalina la Grande, Hitler, Stalin, Fidel Castro, Mao Tse Tung. En nuestro país, Perón, Menem, Kirchner, Cristina Fernández, entre otros.
Personas irreprochables como Arturo Frondizi, o menos irreprochables como el Che Guevara, no lo tuvieron. No es una cuestión de moral o de seres angelicales contra demonios, es un defecto, un faltante, una carencia que sólo se llena con poder. Lo que después se hace con el poder es otro asunto.
Algunos lo emparientan con la psicopatía o el narcisismo. En mi opinión, esto no es una enfermedad sino una reacción a algún trauma de la niñez: falta de atención de los padres, pobreza extrema, defectos físicos, etc. Cualquier cosa que un niño sufra y que le haga desear una revancha de la vida. Pero sólo es una opinión, no me interesa analizar de dónde viene sino cómo sirve.
La segunda esposa no tenía nada a su favor pero tenía esas ansias por las que puso al poder por encima de cualquier otra cosa. Puso en peligro la vida de su hijo tomando medicinas para que naciera primero; aguardaba pacientemente en su casa la vuelta del señor Zhen mientras las otras esposas mataban el aburrimiento jugando a las cartas; reprimía sus sentimientos mostrando un “rostro de Buda” pero escondiendo “un corazón de escorpión” que le permitió dar varios golpes exitosos. Todo esto conlleva un esfuerzo inmenso, sacrificar la felicidad, el amor, la alegría, TODO por conseguir poder. Finalmente ganó.
No estoy haciendo una apología de estas personas ni de sus métodos, sólo te digo que estas personas son las que ganan.
No te veo con “hambre de poder”, Mauricio. Tal vez eso te convierta en un buen tipo, en una mejor persona, pero eso no te sirve para ganar y necesitamos que ganes: sos el que más cerca está de poder vencer al kirchnerismo.
Sé lo que es venir de un hogar en donde tuviste todo, haber sido criado con afecto, con seguridad, tener amigos, ser querido por tu familia. Eso te hace crecer pensando que el mundo es bonito y te vuelve algo ingenuo.
La ingenuidad en política es un crimen. Es criminal porque muchos tienen esperanzas en que vos cambies el país. Yo no las tengo, ni siquiera tengo esperanzas en que ganes pero sí en que hagas un buen papel en las elecciones y sirvas de contrapoder. Defraudar a los que cifran sus esperanzas en vos es como matarlos.
Te doy un solo ejemplo de tu ingenuidad. El voto electrónico. ¿Cómo se te ocurre que en este país de corruptos el voto electrónico es una buena idea? No hacen falta grandes hackers al estilo de las nuevas novelas de misterio, no hace falta una Penélope García. A riesgo de avivar giles, te explico: sólo con que un puntero político, con menos cerebro que un potus, le diga a un pobre tipo “cuchá coso… andá y me sacás una foto con el celular a la boleta una vez que la imprimiste… ¿cuchaste? Y me traés la foto o tu mujer no cobra más el plan”. Ya está, se hizo fraude y todas tus obras, tus metrobuses, tus bicisendas no sirven para nada.
No es muy inteligente cambiar de caballo en mitad del río, ni al principio, ni al final. Si siempre ganaste con boleta papel, ¿para qué cambiaste? A menos que vos nos des una sorpresa a todos y seas el que hace fraude, lo que dudo, me parece que pecás de ingenuo.
No hay mucho tiempo para convertirte en un maestro de la política. Algunos tips que nunca fallan: de los kirchneristas pensá siempre mal, súmale el 20% y acertarás. Para estas cosas es irremplazable un tano incomprendido y vilipendiado pero leído con minuciosidad por los que tienen ese déficit moral que los empuja a pisar cabezas y cortarlas, las de los enemigos y las de los amigos: Maquiavelo decía en El Príncipe: “Puede decirse, hablando generalmente, que los hombres son ingratos, volubles, disimulados, que huyen de los peligros y son ansiosos de ganancias. Mientras les hacés bien y no necesitás de ellos, como lo he dicho, te son adictos, te ofrecen su caudal, vida e hijos, pero se rebelan cuando llega esta necesidad. El príncipe que se ha fundado enteramente sobre la palabra de ellos se halla destituido, entonces, de los demás apoyos preparatorios, y decae; porque las amistades que se adquieren, no con la nobleza y grandeza de alma, sino con el dinero, no pueden servir de provecho ninguno en los tiempos peligrosos, por más bien merecidas que ellas estén; los hombres temen menos el ofender al que se hace amar que al que se hace temer, porque el amor no se retiene por el solo vínculo de la gratitud, que en atención a la perversidad humana, toda ocasión de interés personal llega a romper; en vez que el temor del príncipe se mantiene siempre con el del castigo, que no abandona nunca a los hombres”.
Chau Mauricio, termino esta carta recomendándote que te cuides (y nos cuides) de las medidas de fuerza de último momento o los choques de subte o que no te vuelvan a tirar abajo un edificio como pasó en la calle Bartolomé Mitre, del que sólo zafaste por una arquitecta con la cabeza bien puesta. Esas “travesuras”, dos días antes de las elecciones, pueden ser una catástrofe.
BASTA DE VIOLENCIA
LA GRIETA DE
LA JUSTICIA
Lo han logrado. Ellos lo hicieron.El Gobierno que se va consiguió algo inédito: agrietar -también-al Poder Judicial. Uno de los tres Poderes del Estado quedó -literalmente- partido al medio. Por un lado, una “agencia militante”, temblorosa, obediente y pusilánime. Temerosa hasta los límites del ridículo del poder político, de la prensa y de algunos integrantes de organismos de Derechos Humanos. Eso si, se autotitula como “legítima”. En el Fuero Penal, esta facción se caracteriza por la obediencia ciega y absoluta a los postulados del abolicionismo penal, a la adoración enfermiza hacia sus gurúes y a la satanización de toda persona que lleve uniforme… aunque ésta haya nacido en 1990.
Por el otro lado, quedamos los restantes. Los “ilegítimos”… Estupefactos algunos frente a este abismo creado. Combativos otros ante el accionar de la espada divisoria.
De todas maneras, tardamos demasiado tiempo en reaccionar. Tuvimos que esperar que un Fiscal de la Nación haya muerto violentamente -en circunstancias aún no esclarecidas- para manifestarnos orgánica, masiva y públicamente en su honor y en defensa de su trabajo. Toleramos hasta límites insoportables que cualquier abogado se transforme en “juez subrogante”, sin cumplir con las mandas constitucionales y sin respetar las mayorías establecidas en el Consejo de la Magistratura para su designación.
Poco o nada dijimos respecto de la inaudita inversión del paradigma del Derecho Penal, donde la víctima resulta ser el victimario y el victimario la víctima de un sistema capitalista (o “neo-liberal”) que le quitó oportunidades y lo “empujó” hacia el delito… O mejor dicho, hacia el “conflicto”… Ya que esa es la terminología adecuada en estos tiempos agrietados.
“El delito es una creación político-capitalista que le quitó a los particulares la posibilidad de dirimir pacíficamente el conflicto, para que el Estado pueda mantener el negocio de la inseguridad, llenando las cárceles -o jaulas de exterminio- de pobres y oprimidos…”
Frente a éste y otros disparates, los integrantes de la “Justicia ilegítima”, nos quedamos callados durante muchos años. Vimos como se colonizaban las cátedras de Derecho Penal y de Derecho Procesal Penal de nuestras Universidades, sin decir una palabra. Vimos como esos estudiantes de Abogacía se convertían en graduados y accedían a la magistratura, con su catecismo laico-abolicionista bajo el brazo, y miramos para el costado. Toleramos que jueces superiores, jueces de instancia, fiscales, defensores y asesores se confiesen “magistrados militantes” del nuevo relato, del proyecto…
Fuimos excesivamente tolerantes con el sable que nos agrietó. Reaccionamos demasiado tarde.
Les resultó fácil a los arquitectos de la grieta llevar a cabo su cometido. Tan solo unos breves y antiguos artilugios: Amenazar con el juicio político a los magistrados “ilegítimos”; algunos de estos aprietes fueron cumplidos, como el caso del Fiscal José María Campagnoli. Etiquetar de “facho” a quien osara desafiar al discurso oficial. Congelar definitivamente la carrera judicial del “díscolo”, como el caso del Dr. Ignacio Rodriguez Varela, etc.
Ante estos y otros atropellos, también nos quedamos callados.
Hubo honrosas excepciones, si. Pero no fueron suficientes.
La grieta judicial no se cerrará con la llegada de un nuevo gobierno. Será un trabajo mucho más largo que un simple recambio institucional. Es nuestra obligación cerrarla. Así lo reclama la ciudadanía… Única destinataria de nuestros aciertos y desatinos.
ASESINOS TOGADOS
Por Enrique Guillermo Avogadro.
Noviembre 2015
Tal como ha sucedido otras veces, la vertiginosa realidad se llevó el tema al cual, hasta ayer, pensaba dedicar esta columna: la conexión entre las detenciones de los familiares de Maduro, con pasaportes diplomáticos venezolanos, y las extrañas vinculaciones de la familia Kirchner con Hugo Chávez y su sucesor; deberá que esperar otra oportunidad.
En el cierto crepúsculo de la década más infame que recuerde nuestra historia moderna, encabezada por un matrimonio que hace caso omiso de los derechos humanos actuales y finge abrazar los de los viejos terroristas para lograr la impunidad para los enormes delitos de corrupción que han cometido, algunos jueces siguen recitando su canallesca e inmunda venganza, olvidando la esencial función que la sociedad les ha encomendado.
En este caso, me refiero a quienes integran el Tribunal Oral Federal de La Plata, presidido por el asesino Carlos Rozanski, acompañado por Pablo Vega y Pablo Jantus, el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, compuesto por Néstor Parra, Mario Portela y Roberto Falcone, y el Juzgado Federal de Tucumán, a cargo de Daniel Béjas. Pero todo se andará y estos son nombres para recordar.
El jueves, los magistrados de Mar del Plata revocaron la prisión domiciliaria otorgada a varios militares y ordenaron su traslado al penal de Marcos Paz. El caso paradigmático fue el del Cnel. Carlos Saini, a quien la comisión policial encargada de cumplir esa orden lo encontró mientras celebraba, en familia, su 88° cumpleaños. Coordinadamente y entre otros, fueron también encarcelados el Cnel. Oscar Bardelli, de 74 años, y el Cap. Navío Carlos Robbio, héroe de Malvinas. El viernes por la noche, Rozanski ordenó idéntico proceder contra el Almte. Antonio Vañek, de 92 años, que la gozaba hace 17 años, y que está afectado por una innumerable serie de inconvenientes de salud, al cual ya le fue implantado un marcapasos permanente. Descompensaciones sufridas por algunos de los condenados impusieron su internación en hospitales públicos, ya que también se les ha prohibido la atención en los nosocomios de las respectivas fuerzas armadas.
No voy aquí a referirme a las parodias de juicios en los cuales estos señores fueron sometidos, ni a las violaciones a todos los principios legales, jurídicos y procesales cometidas para llevarlos a cabo. Pero sí a la notoria y aberrante discriminación que sufren, en prisión, aquellos a quienes el Estado legal y democrático encomendó la represión del terrorismo en 1975 y, sobre todo, impedir que éste lograra la independencia de Tucumán, como pretendían los guerrilleros del ERP para recibir reconocimiento internacional.
Lo más notable es que estas nuevas canalladas de los asesinos togados (ya han muerto en la cárcel 328 de estos presos por falta de atención médica adecuada) es que se produjeron en la misma semana en la que un Tribunal Federal del Chaco concedió la prisión domiciliaria, alegando problemas de salud, al mayor traficante de cocaína detenido hasta la fecha.
En cambio, a los militares y civiles presos, muchísimos de ellos sin condena firme, se les niega ese beneficio, que la ley otorga a los mayores de 70 años, siempre y cuando éste no pueda interferir en la investigación de los hechos ni encarne un riesgo de fuga; ¿qué podrían hacer ahora respecto a sucesos ocurridos hace cuarenta años o cómo podrían escaparse ancianos que ya están, prácticamente, inválidos? Tampoco se les aplica el cómputo de 2 x 1 (cada día de detención antes de la sentencia vale por dos de la pena) ni se les permite, por ejemplo, estudiar en las delegaciones universitarias que funcionan en las unidades penales.
Aún quienes se encuentran en las antípodas de mi pensamiento y creen que se trata de genocidas, deberían hacer suya la máxima que establece que no se combate a los caníbales comiéndoselos.
Pero como dice la frase del epígrafe, a la que se atribuye una antigüedad de más de mil años, la gloria del mundo es transitoria, y la espada de la verdadera Justicia caerá, más temprano que tarde, sobre estos homicidas togados y prevaricadores, que actúan con alevosía y premeditación para cometer sus crímenes de lesa humanidad, tal como describe el Pacto de Roma, del cual nuestro país es suscriptor desde 2004. El mismo Rozanski ya se encuentra penalmente imputado por el asesinato del detenido Dr. Aldo Chiacchietta, a quien le impidió asistirse adecuadamente del cáncer que padecía.
El Poder Judicial, cuya cabeza -con excepción del Dr. Carlos Fayt- fue cómplice de tantas bárbaras aberraciones durante estos años, debe aplicar la Ley correcta e inmediatamente a todos los ciudadanos por igual; así podrá desempeñar el verdadero rol que la Constitución le impone al respecto, revisando uno por uno los juicios y dejar de actuar como un instrumento de venganza, no sólo de aquéllos que fueron vencidos en la guerra, sino de toda una sociedad hipócrita y cínica, que prefiere mirar para otro lado y no asumir la responsabilidad de haber llamado a la puerta de los cuarteles para evitar que la locura marxista, traducida por los “jóvenes idealistas” en atentados, bombazos y asesinatos indiscriminados, se impusiera.
¿Nadie es capaz en la Argentina de preguntarse qué hubiera sucedido si Firmenich y Santucho hubieran logrado su demencial objetivo y, como aseguró el primero que harían, hubieran matado a un millón de personas? Europa entera, después de los atentados del viernes en Paris, se mira en el mismo espejo.
Hoy asistiremos al debate de los candidatos presidenciales que, el domingo próximo, se enfrentarán en el segundo turno electoral. No creo que este tema esté en la agenda que ambos han acordado, pero el comportamiento de la Justicia, observado con preocupación desde hace varios años por la Asociación Internacional de Jueces -remitió una carta expresándolo así a la Presidente-, será la verdadera y excluyente base sobre la cual se podrán apoyar los cimientos de la reconstrucción nacional.
Con una Justicia independiente, rápida, eficiente y capaz, todo será posible; sin ella, nada lo será.
[/one_half_last] [one_half padding=”0 20px 0 0″] [/one_half] [one_half_last padding=”0 0 0 20px”] [/one_half_last]EL TUCUMANAZO ENAMORADO DE LA LUNA
Por Jorge Lobo Aragón.
[one_half padding=”0 25px 0 0″]Reflexión:
En estos tiempos modernos, invadidos por la luz eléctrica que esfuma los suaves atardeceres y oculta la dulce entrada de la noche, suele ignorársela a la Luna. La olvidamos. Sabemos que anda por ahí, dando vueltas, pero no tenemos presente ni de qué tamaño se nos presentará esta noche. A pesar de que por siglos el hombre ha estado muy atento a sus movimientos, ya que fijándose en ella aprendió a conocer el tiempo y su medida. Los pueblos antiguos la imaginaron una diosa -diosa de la noche, de la obscuridad, del frío, de los sueños que turban al hombre- muy ligada a la poesía con su eterna lección de alegre y optimista renacimiento con cada luna nueva. Los griegos -¡cuándo no!, los inventores de la lógica- la estudiaron objetivamente; Anaxágoras imaginó que sus valles y montañas se parecían mucho a los de la Tierra; Aristóteles demostró que era esférica; Aristarco calculó su diámetro y distancia. Y otros muchos, como Pitágoras, la imaginaron habitada por inteligentes marcianitos. A partir del invento del telescopio a sus detalles se lo pudo apreciar con más prolijidad. Sus mares, llanuras, cráteres, montañas, quedaron conocidos y registrados.
[/one_half] [one_half_last padding=”0 0 0 25px”]Pero nunca falta alguien que pinche el globo. Y este esté tucumano, soñador, que vuela como un pájaro, no quiere que su Luna se quede tan sola, con su redonda cara pánfila con que la que a veces me la quieren identificar. Necesita que esa esfera mágica y luminosa que contempla a la Tierra mirando con envidia esta vida que bulle en su superficie, siga mirándolo con su mágico esplendor. Y como dice el poeta… Oh, mi luna querida, mi luna radiante, cómplice de mis confidencias, mi musa, tú que iluminabas mi noche, ¿Dónde estás, mi querida luna? No te vayas. Quédate siempre en mis pupilas y en mi corazón.
DR. JORGE B. LOBO ARAGÓN
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