La política lamentablemente cada vez más se reduce – salvo algunas excepciones -, a pequeños tejemanejes y artimañas, ignorando su importancia en el destino de todos. En el lenguaje común, actualmente, no es una palabra unívoca. No tiene un solo significado. Se la entiende muchas veces de distintas formas. Es como la palabra “negocio” que se comprende de manera muy distinta según sea la operación de que se trate. Sin pretensiones de agotar la lista de las distintas clases de “política”, que se ha practicado de manera sistemática y simultánea durante mucho tiempo en nuestro país, se la considerado casi sistemáticamente de distintas maneras: El arte de lo posible;Profesión lucrativao práctica de engañar y saber mentir con habilidad. A esa relación entre el ingenio del estafador y la estupidez del estafado, se le ha llamado muchas veces “política”. También se ha dicho que la Política es el arte de ganar elecciones por cualquier medio fraudulento, sin que los defraudados se den cuenta. Muchas veces frente a “iluminados” – consultores de imágenes o asesores políticos -, la sociedad es presa fácil de estos titiriteros o saltimbanquis y se abandona casi a ciegas a las habilidades de estos nuevos árlateles, equilibristas que solamente saben dividen y extravían. Una vez convertida en juguete de las pasiones o los intereses de sus agitadores la comunidad no sabe ya asentarse firmemente sobre la roca. Ante esta realidad, sería insensato que el cristiano rece todos los días al Padre que está en los cielos, lo celebre y le rinda homenaje de adoración, y luego se degrade para dejarse llevar por la corriente del libertinaje y del vale todo. Hemos caído en la aberración de confundir la sabiduría práctica, que es la política, con una habilidad intrigante de una aberración satánica a la que llaman populismo. Ante este manipuleo incesante la nueva sociedad adopta criterios permisivos, rechaza la censura, favorece el hedonismo, abandona los altos ideales como programas de vida, se ríe de la pureza, se farsa de lo sublime, desconfía de los heroísmos, desecha los esfuerzos, se inclina hacia el jolgorio, elige lo fácil.
Se toma esas posturas porque se nos da la gana, porque estamos en nuestro derecho de hacerlo, porque cada cual tiene su criterio para elegir el camino hacia su felicidad; pero no debe resultar sorprendente que en la medida en que la humanidad desprecie las virtudes, proliferen de igual modo los vicios, los delitos y los crímenes. Nada es causal. En otros tiempos después de sus victorias en Tucumán y Salta el gobierno -entusiasta y optimista por el triunfo- se decide un justo premio de 40.000 pesos para el general Belgrano. Belgrano los dona para crear cuatro escuelas. Él no quiere, como creen algunos, que con esa plata se construyan edificios, sino que prolijamente establece que con los intereses normales de la suma -500 pesos anuales para cada escuela- se pague al maestro y se atiendan los demás gastos de funcionamiento. Una actitud parecida tuvo San Martín. A un mes de Chacabuco, y después de haber entrado triunfal en Santiago, debió volver a Buenos Aires. Y el 17 de marzo de 1817, en momentos en que para montar metía el pie en el estribo, recibe la nota de O’Higgins avisándole que el cabildo le ha otorgado 10.000 pesos, como premio y para gastos de viaje. San Martín en vez de recibirlos le contesta que lo hace depositario a él; dispondrá qué hacer cuando tenga tiempo; ahora está de viaje. Y desde Mendoza manda una carta muy explicativa de lo que ha emocionado a su sensible corazón el gesto generoso y sincero de los cabildantes santiaguinos. Y con la delicadeza correspondiente – para no ofender con su rechazo a esa honorable y benemérita corporación – , pide que el dinero se destine a un establecimiento que haga honor al reino, la creación de una biblioteca nacional que perpetuará para siempre la memoria de esas autoridades municipales. San Martín se niega a recibir ese premio del mismo modo que rechaza un sueldo del gobierno chileno, porque ya está pagado por la Argentina y él tiene necesidades ínfimas, como que con sobriedad monacal se instala a vivir en el palacio episcopal junto con O’Brien, Álvarez Condarco, Tomás Guido y el padre Juan Antonio Bauzá. Pero además tiene un especial interés en las bibliotecas, porque dice que “la ilustración y el fomento de las letras es la llave maestra que abre las puertas de la abundancia y hace felices a los pueblos”. Son muchos los que piensan como San Martín. En momentos de desconcierto como los que vivimos es fundamental desarrollar la cultura; la economía ya se desarrollará después, como subproducto que surge naturalmente entre gente que sabe pensar. Se debe planear las formas más eficaces de difundir la cultura aprovechando las técnicas modernas al alcance de los que se dedican a la educación, a la difusión del conocimiento y el pulido de los sentidos y los gustos. En tiempos de San Martín y de Belgrano la llave eran las letras, que aún seguirían sirviendo si la sociedad no desdeñara la lectura.Recordemos siempre a Sarmiento: “desgraciados los pueblos a los que se les agote ese instinto por mantener la salud colectiva. Los ciudadanos de tales pueblos serán tratados como presidiarios.”
Como bien saben los presentes, El dos de abril de 1982 es una fecha cara al sentimiento de los argentinos. Ese día, producto de una decisión apresurada o no (no viene al caso dilucidarlo ahora) las Fuerzas Armadas de la Nación recuperaron el territorio patrio de las Islas Malvinas; ello sin derramar una gota de sangre del usurpador inglés y ofrendando la vida del capitán Pedro Edgardo Giachino. El hecho, por su osadía, desencadenó acontecimientos que tuvieron en vilo al mundo. El Reino Unido de Gran Bretaña respondió enviando a la Royal Navy, la tercera flota más poderosa del mundo, al Atlántico Sur. La guerra comenzó, de hecho, con el hundimiento del Crucero Belgrano el 2 de mayo de 1982 por parte del submarino nuclear HMS Conqueror submarino británico. 323 soldados argentinos quedaron para siempre en las gélidas y profundas aguas de nuestro mar austral. La aviación de la marina argentina devolvió el golpe echando a pique al buque destructor HMS Sheffield. La guerra era una realidad. Pronto llegaron los nombres de las bajas argentinas. Nacido en Cerrillos, el cabo 1º Patricio Guanca fue el primer salteño en caer por el fuego enemigo. Aquí le rendimos un modesto pero sentido homenaje. También y sin discriminar si soldados, suboficiales u oficiales, quisiera dejar en claro lo siguiente: la inmensa mayoría de los que pelearon estuvieron a la altura de los aguerridos granaderos José de San Martín y los bravos lanceros de Martín Güemes. Es pertinente la aclaración porque no faltan algunos que, al mismo tiempo que evocan el 2 de Abril de 1982 como gesta heroica, llaman “genocidas” a los que los que lo hicieron poniendo el cuerpo.
Vale también en este día especial desmentir el relato infame construido por propios y extraños que exhibe a los soldados como “los chicos de la guerra”; pusilánimes y aterrados argentinos que rehuían el combate. Enfatizo que de ninguna manera fue así sino todo lo contrario. Es más, el entonces enemigo inglés (fuerza militar que se vanagloria de nunca haber perdido una guerra) reconoció la bravura y el profesionalismo del soldado argentino. El almirante “Sandy” Woodward, jefe de la flota británica, admitió que estuvieron a un tris de perder la guerra de Malvinas. Por su parte, la BBC de Londres, el prestigioso servicio público de radio, televisión del Reino Unido editó un documental en el que políticos y militares ingleses ponderan la sobresaliente actuación de los argentinos. Es que le hundimos la mitad de la flota.
De los aviadores argentinos y con esto termino, vayan estas palabras de Pierre Clostermann, piloto de la aviación militar francesa y más grande as de la Segunda Guerra Mundial, quien en una carta a nuestros pilotos, así dice:
“Nunca en la historia de las guerras desde 1914, tuvieron aviadores que afrontar una conjunción tan terrorífica de obstáculos mortales, ni aun los de la RAF sobre Londres en 1940 o los de la Luftwaffe en 1945.
Vuestro valor ha deslumbrado no sólo al pueblo argentino sino que somos muchos los que en el mundo estamos orgullosos que seáis nuestros hermanos pilotos.
A los padres y a las madres, a los hermanos y a las hermanas, a las esposas y a los hijos de los pilotos argentinos que fueron a la muerte con el coraje más fantástico y más asombroso, les digo que ellos honran a la Argentina y al mundo latino.”
Señores padres, profesores y alumnos ¡VIVA LA PATRIA!
Realmente me llamó la atención las palabras pronunciadas por el diputado ALFREDO OLMEDO, tan reales y precisas que ojalá no fuera la excepción, soy apolítico, lo que no significa que viva en la ignorancia, y lo soy por educación de mis padres, siempre mis viejos solían decirme que el ser apolítico permitía ver las cosas con total objetividad, sin militancia de ningún tipo, ni fanatismo que me envenene el alma. me decían que todos lo políticos son corruptos.por mentirosos y/o ladrones. Por Dios esto en cierta forma ya lo decía el GENERAL SAN MARTÍN, allá en el 1832, yo lo escuchaba hace 65 años aproximadamente y ¿En que hemos cambiado?, creo que en nada, y cada vez es peor, estamos matando a niños de hambre, mantenemos en la indigencia a los aborígenes para poder robarle las tierras, los hospitales carecen de los medios necesarios,sin energía eléctrica,sin agua, sin gas etc. pero dentro de ese etc, debo dejar afuera específicamente a las FUERZAS ARMADAS, destruidas como lo está el todo el país, con una capacidad operacional lamentable, sin posibilidades de defensa alguna ante un ataque exterior o interno, pero sobre todas las cosas, el pais con una sarta de vagos que supera lo imaginable, mantenidos por el estado, y esto es lo que este valiente diputado ataca, con una sencillez asombrosa y precisas, y también me hizo acordar a mis padres, que me decía para correr al vago no hay nada mejor que darle una pala, y
este Diputado ALFREDO OLMEDO menciona, para romper un piquete denle trabajo,y verán como salen corriendo, pide sin tapujos, que este gobierno abandone la fabrica de vagos y comience a fabricar hombres de bien, de no ser así me pregunto ¿Esperaremos 200 años más para que la Argentina siga igual que ahora?, no me preocupo por mi, mal que bien, tengo mi vida hecha, pero con orgullo, el haber combatido en el monte a la subversión y los jueces,, cobardes, prevaricadores y traidores a la Patria, siguiendo una Política de Estado, y por que no decirlo también, de intereses propios y espurios, me condenaron a prisión perpetua, y ese es mi orgullo, el haber colaborado a salvar a la Argentina de un nuevo Castro, pero retomando el tema mi preocupación esta en mis hijos y nietos, !POR DIOS QUE PAIS LE ESTAMOS DEJANDO!,parecería que no les importa, claro esta que, con lo que roban salvan hasta la ultima generación que tengan, mientras, colaboran en desmembrar, y desgajar a la Argentina, no luchamos para ver una Patria humillada por los mismos argentinos, por eso hoy en día adquiere mayor relevancia “LOS PUEBLOS TIENEN EL GOBIERNO QUE SE MERECEN”
Por último me siento honrado al felicitar al DIPUTADO ALFREDO OLMEDO, que DIOS lo guarde como persona y como político y le rogare para que los vericuetos de la política no terminen prostituyendo las ideas que hoy con tanto valor manifiesta en el recinto del congreso, que alguien llamó refugio de corruptos.
Ariel Valdiviezo en un Teniente Coronel del Ejército Argentino, hoy Preso Político en las cárceles argentinas.
Contestación a María Lilia Genta y la arrogancia del desconocimiento sobre maltrato animal.
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De galgos, caballos y otros bichos.
Por María Lilia Genta
Cuando el mundo era teocéntrico -qué antigüedad- el hombre adoraba a Dios y gozaba de los frutos de la tierra. Dios puso todo lo creado al servicio del hombre que con su trabajo debía dominarlo para alimentarse, abrigarse o, simplemente, contemplarlo para su gozo.
Un día, unos filósofos decidieron prescindir de Dios y pusieron al hombre en su lugar. El hombre moderno fue poco a poco destruyendo el orden natural: aborto, eutanasia, experimentos con embriones, teoría de género, feminismo, matrimonio gay, trans, etc.
En las estribaciones de la modernidad -la que alcanzamos nosotros- comenzó a gestarse la abolición del sentido común. Llegamos a la posmodernidad. El hombre posmoderno suele ser ambientalista, animalista, abstemio -¡qué horror!-, vegano… en la enumeración llegaríamos casi al infinito. Todo esto ha echado al hombre de su puesto de suprema deidad entronizando en su lugar al animal y, si nos descuidamos, dentro de poco a las plantitas.
Dios, hombre, animal. Con una adorante imbecilidad, las hordas de “militantes proteccionistas” se lanzan por las calles aullando sus premisas histéricas contrarias al maltrato de animales, con enormes carteles, unos más estúpidos que otros; y para peor, los más sesudos y solemnes periodistas, los de mayor rating, invitan a sus programas a los representantes de estos desvaríos y, después de oír sus aullidos, concluyen dándoles la razón con tono grave y serio.
Toda esta prédica “proteccionista” es una manera más de terminar con las tradiciones. Así, por ejemplo, se abolió la caza del zorro en Inglaterra (es de esperar que la buena gente del Brexit logre restablecer esa tan británica tradición). Intentan, también, ir por los toros en España (una Plaza de Toros, una gran Catedral, un Castillo y un Alcázar presiden casi todas las ciudades españolas).
Y volviendo al pago, después de la reciente exitosa embestida contra las carreras de galgos (¿tendremos que prohibir también el dicho échame un galgo?) ahora van por los caballos. A pesar de ser un bicho de ciudad tuve ocasión de vivir unos años en un Regimiento de Caballería y disfrutar de espectáculos de polo y de salto… y también de tomarles el pelo a nuestros amigos oficiales diciéndoles que amaban primero a su caballo y después a los hijos y a la esposa. Este cuidado de los caballos lo he observado también en multitud de películas y series. No hay animal más cuidado y mejor tratado que el caballo de raza, corra o salte.
Estamos en el reino subversivo de la estupidez humana. ¡Oh, Babieca y Rocinante y el Malacara del Cura Brochero! Démosle un tiempito e irán contra San Martín: ¡que se borre de la historia el cruce de los Andes por el maltrato infligido a las pobres mulas y caballos obligándolos a cruzar la Cordillera cargando hombres y pertrechos! ¿Sacarán al Libertador de los monumentos y dejarán sólo al sufrido equino?
El hombre posmoderno expresa la perversidad en una mueca estúpida. Esto me trae a la memoria los versos de Chesterton “traducidos a la Castellani”:
Si yo fuera un pagano, querido,
mi copero mayor y mi grey
llenarían mi vaso de plata
de Falerno, de Chipre y Jerez…
Pero Hirt es pagano, pagano,
y sus siervos le dan de beber
¡tres tazones de leche por día
y espinacas cocidas con té!
………………………………..
Te regalo el problema, querido.
Si eres brujo podrás resolver
cómo hay seres que a Dios han perdido
y lo pierden al diablo también.
Yo me he roto la testa pensando
y ya he dado mi brazo a torcer
cómo hay tipos que viven sin Cristo
y no tienen tampoco el placer.
¡Qué no escribirían hoy, ante tanta estulticia, Chesterton y Castellani!
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De Hombres, mujeres y el argumento de la ignorancia
Por Fabian Kussman
Bill O’Reilly es un periodista, escritor y conductor de un popular programa de comentarios políticos en la cadena Fox. O’Reilly es entretenido, es elocuente, tiene un ritmo que hace de su hora un fragmento de mucho interés. O’Reilly debate con sus entrevistados, es provocador y no es temeroso. Es decir, arriesga a perder la contienda en pos del éxito de su segmento. Se observan nítidamente su cultura e inteligencia. De todas maneras, en pocas oportunidades he encontrado un punto de acuerdo con sus expresiones. Pero entiendo que es su personaje. Tiene un contrato para incendiar a la audiencia y envolverlos en controversias. Gana dinero por ello.
Hoy, no me sorprendió avistar las declaraciones de otra persona -que es remunerada por los propios argentinos- sobre las carreras de galgos. Diana Conti y su necedad la lleva a esgrimir malas ideas en pos de la desmedida y desesperada puja por el poder.
Si me sorprendió la señora Genta. Sus artículos interesantes han logrado que lea, analice e incluso disfrute de su prosa, sus conocimientos y sus significaciones.
Hasta hoy.
“Cuando el mundo era teocéntrico…”, comienza la señora Genta tal vez olvidándose que de lo que habla es una porción de tierra donde se desarrollan las aventuras narradas en la biblia y erradicando millones de años de civilizaciones que creían en más de un dios. El dios judeo-cristiano puso en la tierra a los animales para servir al hombre. Otras divinidades no. No en la India, por ejemplo. Pero siempre nuestro dios es el que vale.
La culpa es de los filósofos que decidieron prescindir de Dios y lo sustituyeron por el hombre moderno que destruyó el orden natural: Aborto, eutanasia, experimentos con embriones, teoría de género, feminismo y -según Genta- más bestialidades como el matrimonio gay y los transexuales. “El hombre camina, pero Dios guía sus pasos”, dice Timoteo 1.
María Lilia Genta critica al hombre posmoderno por preocuparse por el deterioro del Medio Ambiente cuando el 98% de la comunidad científica afirma que el cambio climático es un sensible problema, pero el amor es más fuerte… ¿el amor por Trump es más fuerte? Claro, ¿Qué saben los académicos? Cuando tenemos dolencias o enfermedades recurrimos al instructor de karate de nuestro sobrino. Entre estas reprochas, caen los veganos y los animalistas, estos últimos preocupados por hacer respetar los derechos del animal. En pocas palabras, la ley.
La calma antes de la tempestad no se divisa y la pluma sigue distribuyendo incoherencias a las que ahora se suman algunos insultos. Los imbéciles que aullamos premisas histéricas somos alcanzados por su látigo. No tengo una respuesta inteligente ya que debería considerarlo un elogio. Marlon Brando fue llamado idiota por defender los derechos del indio americano. Martin Luther King fue llamado imbécil por reclamar las libertades civiles de los afroamericanos.1
Lo curioso es que hay sesudos periodistas -que al parecer tienen mucho rating- que dejan que los proteccionistas de animales inunden las emisoras de televisión con enormes carteles (Unos más estúpidos que otros -afirma Genta-) y asienten luego de oír los aullidos de los estúpidos amantes de los animales. Gracias al modernismo por YouTube, ya que en mi vida no he visto más de dos exitosos programas recibiendo Animales Humanos preocupados por el maltrato hacia Animales no Humanos.
María Lilia Genta acusa con razón a la prédica proteccionista (Entre comillas, ya que confusamente no protegen nada, ¿o si, señora Genta? Es medianoche en Florida Central y el cansancio me produce cierta confusión) de abolir la caza del zorro en Inglaterra. Esta tradición que comenzó con Carlos II era solo permitida entre los miembros de la familia real. Esta tradición cambió con los años autorizando a amigos de los monarcas a participar. Esta tradición se amplió para que la “disfrutaran” los integrantes de la Alta Sociedad británica, para finalmente ser ejecutada por los súbditos también. Esta tradición ha tenido tantos cambios que al parecer dejó de serlo hasta -en nuestros días- desaparecer. Para la tranquilidad de la autora de De Galgos, Caballos y otros Bichos, la cacería de zorros con trampas tristemente no está prohibida, aunque tiene menos glamour.
Genta señala que los imbéciles intentamos ir por los toros en España. Personalmente no iría por los toros a ningún lado. Si para protestar por las corridas de toros en España. Y en Francia, Portugal, México, Colombia, Perú, Venezuela o Ecuador.
La escritora se pregunta si se debería prohibir el dicho échame un galgo, al mejor estilo telenovela caribeña. Si mal no recuerdo esta popular exclamación -más famosa como en su opción echame los galgos, para conservar las tradiciones- siempre fue utilizada por personas que son difíciles de atrapar o deslindan responsabilidades. Un apostador clandestino de carreras de galgos (penado por la ley), un cuidador que utiliza fármacos para envigorizar al perro corredor acortándole la vida (penado por la ley) o un político que apoya estos abusos a animales obteniendo un sueldo extra bajo el escritorio (penado por la ley) ¿Tendremos que prohibir también el dicho échame un galgo?, se pregunta Genta. Nunca lo debimos haber utilizado.
La señora Genta ha tenido la suerte de disfrutar de espectáculos de Polo. No he tenido la misma sensación cuando me retiré al ver demasiados backhanders donde la bola terminó impactando el rostro de los equinos. Pero hablo utilizando el argumento de la ignorancia: Debí haber presenciado los seis chuckers y entrevistar al caballo para preguntarle qué tan cuidado se sentía con su morro sangrando y saliva colgando de su boca.
De acuerdo con la lógica de Genta, prontamente iremos contra San Martín. Ya fuimos contra San Martín, ¿recuerdan? Terminó exiliado en Francia. El análisis de la necesidad de San Martín hace doscientos años ya de utilizar mulas y caballos, es un insulto a la inteligencia del Libertador. ¿Usaría el correntino mulas y caballos en nuestros días? Además, por más que los imbéciles protestemos, nunca se podrá borrar la historia. Ni los cuadros descolgados por Kirchner pudieron.
Para culminar, Gento opta por traducir -o utiliza una traducción de Leonardo Castelini- unos versos de Chesterton, ese prolífico y talentoso escritor que fue un baluarte en su apego a los valores de las tradiciones y al mundo antiguo pero su transformación de agnóstico a anglicano, de anglicano a cristiano, del cristianismo otra vez al anglicanismo y de allí al catolicismo pareciera haberlo incorporado a lo que Genta llama el Hombre Moderno, tan afecto a los cambios como considerar inocente y luego culpable al capitán Dreyfus o pintar a todos los judíos como shylocks, malolientes y mezquinos al mejor estilo Hitler. Como Bill O’Reilly, otro talentoso con el cual no siempre se está de acuerdo.
Las malas ideas deben ser combatidas. Las tradiciones que producen daños o incluso la muerte son usanzas salvajes. En ciertas universidades americanas se tienen -entre las hermandades- tradiciones y reglas para que un candidato pueda pertenecer a ellas, y muchas veces terminan en tragedia. Las fiestas de San Fermín son una aventura riesgosa. Entiendo que los toros no importan, pero tal vez las vidas humanas que esta tradición se cobra, sí. En algunas tribus africanas se practica la mutilación genital femenina. Se trata de una tradicional práctica cultural.
Es la hora de las brujas en Orlando y comienzo a creer debido a mi pobre poder de discernimiento y escasa intelectualidad que la narrativa de la señora Gento era solo el mal uso del sarcasmo y no producto de unas hojas con quinientas palabras mal fundamentadas.
1 Cuando Martin Luther King fue en busca de apoyo en otras comunidades cristianas, sacerdotes y pastores le dijeron que, según las epístolas de Pablo, los creyentes debían regocijarse en el sufrimiento en pos de sus creencias. Algo similar a lo que el Vaticano viene sugiriendo a los presos políticos y a las víctimas del terrorismo en Argentina.
Política – Ejemplos a imitar…
Por JORGE BERNABE LOBO ARAGON
Opinión
La política lamentablemente cada vez más se reduce – salvo algunas excepciones -, a pequeños tejemanejes y artimañas, ignorando su importancia en el destino de todos. En el lenguaje común, actualmente, no es una palabra unívoca. No tiene un solo significado. Se la entiende muchas veces de distintas formas. Es como la palabra “negocio” que se comprende de manera muy distinta según sea la operación de que se trate. Sin pretensiones de agotar la lista de las distintas clases de “política”, que se ha practicado de manera sistemática y simultánea durante mucho tiempo en nuestro país, se la considerado casi sistemáticamente de distintas maneras: El arte de lo posible; Profesión lucrativa o práctica de engañar y saber mentir con habilidad. A esa relación entre el ingenio del estafador y la estupidez del estafado, se le ha llamado muchas veces “política”. También se ha dicho que la Política es el arte de ganar elecciones por cualquier medio fraudulento, sin que los defraudados se den cuenta. Muchas veces frente a “iluminados” – consultores de imágenes o asesores políticos -, la sociedad es presa fácil de estos titiriteros o saltimbanquis y se abandona casi a ciegas a las habilidades de estos nuevos árlateles, equilibristas que solamente saben dividen y extravían. Una vez convertida en juguete de las pasiones o los intereses de sus agitadores la comunidad no sabe ya asentarse firmemente sobre la roca. Ante esta realidad, sería insensato que el cristiano rece todos los días al Padre que está en los cielos, lo celebre y le rinda homenaje de adoración, y luego se degrade para dejarse llevar por la corriente del libertinaje y del vale todo. Hemos caído en la aberración de confundir la sabiduría práctica, que es la política, con una habilidad intrigante de una aberración satánica a la que llaman populismo. Ante este manipuleo incesante la nueva sociedad adopta criterios permisivos, rechaza la censura, favorece el hedonismo, abandona los altos ideales como programas de vida, se ríe de la pureza, se farsa de lo sublime, desconfía de los heroísmos, desecha los esfuerzos, se inclina hacia el jolgorio, elige lo fácil.
Se toma esas posturas porque se nos da la gana, porque estamos en nuestro derecho de hacerlo, porque cada cual tiene su criterio para elegir el camino hacia su felicidad; pero no debe resultar sorprendente que en la medida en que la humanidad desprecie las virtudes, proliferen de igual modo los vicios, los delitos y los crímenes. Nada es causal. En otros tiempos después de sus victorias en Tucumán y Salta el gobierno -entusiasta y optimista por el triunfo- se decide un justo premio de 40.000 pesos para el general Belgrano. Belgrano los dona para crear cuatro escuelas. Él no quiere, como creen algunos, que con esa plata se construyan edificios, sino que prolijamente establece que con los intereses normales de la suma -500 pesos anuales para cada escuela- se pague al maestro y se atiendan los demás gastos de funcionamiento. Una actitud parecida tuvo San Martín. A un mes de Chacabuco, y después de haber entrado triunfal en Santiago, debió volver a Buenos Aires. Y el 17 de marzo de 1817, en momentos en que para montar metía el pie en el estribo, recibe la nota de O’Higgins avisándole que el cabildo le ha otorgado 10.000 pesos, como premio y para gastos de viaje. San Martín en vez de recibirlos le contesta que lo hace depositario a él; dispondrá qué hacer cuando tenga tiempo; ahora está de viaje. Y desde Mendoza manda una carta muy explicativa de lo que ha emocionado a su sensible corazón el gesto generoso y sincero de los cabildantes santiaguinos. Y con la delicadeza correspondiente – para no ofender con su rechazo a esa honorable y benemérita corporación – , pide que el dinero se destine a un establecimiento que haga honor al reino, la creación de una biblioteca nacional que perpetuará para siempre la memoria de esas autoridades municipales. San Martín se niega a recibir ese premio del mismo modo que rechaza un sueldo del gobierno chileno, porque ya está pagado por la Argentina y él tiene necesidades ínfimas, como que con sobriedad monacal se instala a vivir en el palacio episcopal junto con O’Brien, Álvarez Condarco, Tomás Guido y el padre Juan Antonio Bauzá. Pero además tiene un especial interés en las bibliotecas, porque dice que “la ilustración y el fomento de las letras es la llave maestra que abre las puertas de la abundancia y hace felices a los pueblos”. Son muchos los que piensan como San Martín. En momentos de desconcierto como los que vivimos es fundamental desarrollar la cultura; la economía ya se desarrollará después, como subproducto que surge naturalmente entre gente que sabe pensar. Se debe planear las formas más eficaces de difundir la cultura aprovechando las técnicas modernas al alcance de los que se dedican a la educación, a la difusión del conocimiento y el pulido de los sentidos y los gustos. En tiempos de San Martín y de Belgrano la llave eran las letras, que aún seguirían sirviendo si la sociedad no desdeñara la lectura. Recordemos siempre a Sarmiento: “desgraciados los pueblos a los que se les agote ese instinto por mantener la salud colectiva. Los ciudadanos de tales pueblos serán tratados como presidiarios.”
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 10, 2017
Discurso de una maestra salteña en el acto en que se conmemoró el 2 DE ABRIL de 1982
Como bien saben los presentes, El dos de abril de 1982 es una fecha cara al sentimiento de los argentinos. Ese día, producto de una decisión apresurada o no (no viene al caso dilucidarlo ahora) las Fuerzas Armadas de la Nación recuperaron el territorio patrio de las Islas Malvinas; ello sin derramar una gota de sangre del usurpador inglés y ofrendando la vida del capitán Pedro Edgardo Giachino. El hecho, por su osadía, desencadenó acontecimientos que tuvieron en vilo al mundo. El Reino Unido de Gran Bretaña respondió enviando a la Royal Navy, la tercera flota más poderosa del mundo, al Atlántico Sur. La guerra comenzó, de hecho, con el hundimiento del Crucero Belgrano el 2 de mayo de 1982 por parte del submarino nuclear HMS Conqueror submarino británico. 323 soldados argentinos quedaron para siempre en las gélidas y profundas aguas de nuestro mar austral. La aviación de la marina argentina devolvió el golpe echando a pique al buque destructor HMS Sheffield. La guerra era una realidad. Pronto llegaron los nombres de las bajas argentinas. Nacido en Cerrillos, el cabo 1º Patricio Guanca fue el primer salteño en caer por el fuego enemigo. Aquí le rendimos un modesto pero sentido homenaje. También y sin discriminar si soldados, suboficiales u oficiales, quisiera dejar en claro lo siguiente: la inmensa mayoría de los que pelearon estuvieron a la altura de los aguerridos granaderos José de San Martín y los bravos lanceros de Martín Güemes. Es pertinente la aclaración porque no faltan algunos que, al mismo tiempo que evocan el 2 de Abril de 1982 como gesta heroica, llaman “genocidas” a los que los que lo hicieron poniendo el cuerpo.
Vale también en este día especial desmentir el relato infame construido por propios y extraños que exhibe a los soldados como “los chicos de la guerra”; pusilánimes y aterrados argentinos que rehuían el combate. Enfatizo que de ninguna manera fue así sino todo lo contrario. Es más, el entonces enemigo inglés (fuerza militar que se vanagloria de nunca haber perdido una guerra) reconoció la bravura y el profesionalismo del soldado argentino. El almirante “Sandy” Woodward, jefe de la flota británica, admitió que estuvieron a un tris de perder la guerra de Malvinas. Por su parte, la BBC de Londres, el prestigioso servicio público de radio, televisión del Reino Unido editó un documental en el que políticos y militares ingleses ponderan la sobresaliente actuación de los argentinos. Es que le hundimos la mitad de la flota.
De los aviadores argentinos y con esto termino, vayan estas palabras de Pierre Clostermann, piloto de la aviación militar francesa y más grande as de la Segunda Guerra Mundial, quien en una carta a nuestros pilotos, así dice:
“Nunca en la historia de las guerras desde 1914, tuvieron aviadores que afrontar una conjunción tan terrorífica de obstáculos mortales, ni aun los de la RAF sobre Londres en 1940 o los de la Luftwaffe en 1945.
Vuestro valor ha deslumbrado no sólo al pueblo argentino sino que somos muchos los que en el mundo estamos orgullosos que seáis nuestros hermanos pilotos.
A los padres y a las madres, a los hermanos y a las hermanas, a las esposas y a los hijos de los pilotos argentinos que fueron a la muerte con el coraje más fantástico y más asombroso, les digo que ellos honran a la Argentina y al mundo latino.”
Señores padres, profesores y alumnos ¡VIVA LA PATRIA!
Fuente y colaboración: Mauricio Ortín
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 2, 2017
Alfredo Olmedo, los piquetes y la realidad
Escribe: Ariel Valdiviezo.
Realmente me llamó la atención las palabras pronunciadas por el diputado ALFREDO OLMEDO, tan reales y precisas que ojalá no fuera la excepción, soy apolítico, lo que no significa que viva en la ignorancia, y lo soy por educación de mis padres, siempre mis viejos solían decirme que el ser apolítico permitía ver las cosas con total objetividad, sin militancia de ningún tipo, ni fanatismo que me envenene el alma. me decían que todos lo políticos son corruptos.por mentirosos y/o ladrones. Por Dios esto en cierta forma ya lo decía el GENERAL SAN MARTÍN, allá en el 1832, yo lo escuchaba hace 65 años aproximadamente y ¿En que hemos cambiado?, creo que en nada, y cada vez es peor, estamos matando a niños de hambre, mantenemos en la indigencia a los aborígenes para poder robarle las tierras, los hospitales carecen de los medios necesarios,sin energía eléctrica,sin agua, sin gas etc. pero dentro de ese etc, debo dejar afuera específicamente a las FUERZAS ARMADAS, destruidas como lo está el todo el país, con una capacidad operacional lamentable, sin posibilidades de defensa alguna ante un ataque exterior o interno, pero sobre todas las cosas, el pais con una sarta de vagos que supera lo imaginable, mantenidos por el estado, y esto es lo que este valiente diputado ataca, con una sencillez asombrosa y precisas, y también me hizo acordar a mis padres, que me decía para correr al vago no hay nada mejor que darle una pala, y
este Diputado ALFREDO OLMEDO menciona, para romper un piquete denle trabajo,y verán como salen corriendo, pide sin tapujos, que este gobierno abandone la fabrica de vagos y comience a fabricar hombres de bien, de no ser así me pregunto ¿Esperaremos 200 años más para que la Argentina siga igual que ahora?, no me preocupo por mi, mal que bien, tengo mi vida hecha, pero con orgullo, el haber combatido en el monte a la subversión y los jueces,, cobardes, prevaricadores y traidores a la Patria, siguiendo una Política de Estado, y por que no decirlo también, de intereses propios y espurios, me condenaron a prisión perpetua, y ese es mi orgullo, el haber colaborado a salvar a la Argentina de un nuevo Castro, pero retomando el tema mi preocupación esta en mis hijos y nietos, !POR DIOS QUE PAIS LE ESTAMOS DEJANDO!,parecería que no les importa, claro esta que, con lo que roban salvan hasta la ultima generación que tengan, mientras, colaboran en desmembrar, y desgajar a la Argentina, no luchamos para ver una Patria humillada por los mismos argentinos, por eso hoy en día adquiere mayor relevancia “LOS PUEBLOS TIENEN EL GOBIERNO QUE SE MERECEN”
Por último me siento honrado al felicitar al DIPUTADO ALFREDO OLMEDO, que DIOS lo guarde como persona y como político y le rogare para que los vericuetos de la política no terminen prostituyendo las ideas que hoy con tanto valor manifiesta en el recinto del congreso, que alguien llamó refugio de corruptos.
Ariel Valdiviezo en un Teniente Coronel del Ejército Argentino, hoy Preso Político en las cárceles argentinas.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 11, 2016
De Hombres, Mujeres y el Argumento de la Ignorancia
Contestación a María Lilia Genta y la arrogancia del desconocimiento sobre maltrato animal.
De galgos, caballos y otros bichos.
Por María Lilia Genta
Cuando el mundo era teocéntrico -qué antigüedad- el hombre adoraba a Dios y gozaba de los frutos de la tierra. Dios puso todo lo creado al servicio del hombre que con su trabajo debía dominarlo para alimentarse, abrigarse o, simplemente, contemplarlo para su gozo.
Un día, unos filósofos decidieron prescindir de Dios y pusieron al hombre en su lugar. El hombre moderno fue poco a poco destruyendo el orden natural: aborto, eutanasia, experimentos con embriones, teoría de género, feminismo, matrimonio gay, trans, etc.
En las estribaciones de la modernidad -la que alcanzamos nosotros- comenzó a gestarse la abolición del sentido común. Llegamos a la posmodernidad. El hombre posmoderno suele ser ambientalista, animalista, abstemio -¡qué horror!-, vegano… en la enumeración llegaríamos casi al infinito. Todo esto ha echado al hombre de su puesto de suprema deidad entronizando en su lugar al animal y, si nos descuidamos, dentro de poco a las plantitas.
Dios, hombre, animal. Con una adorante imbecilidad, las hordas de “militantes proteccionistas” se lanzan por las calles aullando sus premisas histéricas contrarias al maltrato de animales, con enormes carteles, unos más estúpidos que otros; y para peor, los más sesudos y solemnes periodistas, los de mayor rating, invitan a sus programas a los representantes de estos desvaríos y, después de oír sus aullidos, concluyen dándoles la razón con tono grave y serio.
Toda esta prédica “proteccionista” es una manera más de terminar con las tradiciones. Así, por ejemplo, se abolió la caza del zorro en Inglaterra (es de esperar que la buena gente del Brexit logre restablecer esa tan británica tradición). Intentan, también, ir por los toros en España (una Plaza de Toros, una gran Catedral, un Castillo y un Alcázar presiden casi todas las ciudades españolas).
Y volviendo al pago, después de la reciente exitosa embestida contra las carreras de galgos (¿tendremos que prohibir también el dicho échame un galgo?) ahora van por los caballos. A pesar de ser un bicho de ciudad tuve ocasión de vivir unos años en un Regimiento de Caballería y disfrutar de espectáculos de polo y de salto… y también de tomarles el pelo a nuestros amigos oficiales diciéndoles que amaban primero a su caballo y después a los hijos y a la esposa. Este cuidado de los caballos lo he observado también en multitud de películas y series. No hay animal más cuidado y mejor tratado que el caballo de raza, corra o salte.
Estamos en el reino subversivo de la estupidez humana. ¡Oh, Babieca y Rocinante y el Malacara del Cura Brochero! Démosle un tiempito e irán contra San Martín: ¡que se borre de la historia el cruce de los Andes por el maltrato infligido a las pobres mulas y caballos obligándolos a cruzar la Cordillera cargando hombres y pertrechos! ¿Sacarán al Libertador de los monumentos y dejarán sólo al sufrido equino?
El hombre posmoderno expresa la perversidad en una mueca estúpida. Esto me trae a la memoria los versos de Chesterton “traducidos a la Castellani”:
Si yo fuera un pagano, querido,
mi copero mayor y mi grey
llenarían mi vaso de plata
de Falerno, de Chipre y Jerez…
Pero Hirt es pagano, pagano,
y sus siervos le dan de beber
¡tres tazones de leche por día
y espinacas cocidas con té!
………………………………..
Te regalo el problema, querido.
Si eres brujo podrás resolver
cómo hay seres que a Dios han perdido
y lo pierden al diablo también.
Yo me he roto la testa pensando
y ya he dado mi brazo a torcer
cómo hay tipos que viven sin Cristo
y no tienen tampoco el placer.
¡Qué no escribirían hoy, ante tanta estulticia, Chesterton y Castellani!
De Hombres, mujeres y el argumento de la ignorancia
Por Fabian Kussman
Bill O’Reilly es un periodista, escritor y conductor de un popular programa de comentarios políticos en la cadena Fox. O’Reilly es entretenido, es elocuente, tiene un ritmo que hace de su hora un fragmento de mucho interés. O’Reilly debate con sus entrevistados, es provocador y no es temeroso. Es decir, arriesga a perder la contienda en pos del éxito de su segmento. Se observan nítidamente su cultura e inteligencia. De todas maneras, en pocas oportunidades he encontrado un punto de acuerdo con sus expresiones. Pero entiendo que es su personaje. Tiene un contrato para incendiar a la audiencia y envolverlos en controversias. Gana dinero por ello.
Hoy, no me sorprendió avistar las declaraciones de otra persona -que es remunerada por los propios argentinos- sobre las carreras de galgos. Diana Conti y su necedad la lleva a esgrimir malas ideas en pos de la desmedida y desesperada puja por el poder.
Si me sorprendió la señora Genta. Sus artículos interesantes han logrado que lea, analice e incluso disfrute de su prosa, sus conocimientos y sus significaciones.
Hasta hoy.
“Cuando el mundo era teocéntrico…”, comienza la señora Genta tal vez olvidándose que de lo que habla es una porción de tierra donde se desarrollan las aventuras narradas en la biblia y erradicando millones de años de civilizaciones que creían en más de un dios. El dios judeo-cristiano puso en la tierra a los animales para servir al hombre. Otras divinidades no. No en la India, por ejemplo. Pero siempre nuestro dios es el que vale.
La culpa es de los filósofos que decidieron prescindir de Dios y lo sustituyeron por el hombre moderno que destruyó el orden natural: Aborto, eutanasia, experimentos con embriones, teoría de género, feminismo y -según Genta- más bestialidades como el matrimonio gay y los transexuales. “El hombre camina, pero Dios guía sus pasos”, dice Timoteo 1.
María Lilia Genta critica al hombre posmoderno por preocuparse por el deterioro del Medio Ambiente cuando el 98% de la comunidad científica afirma que el cambio climático es un sensible problema, pero el amor es más fuerte… ¿el amor por Trump es más fuerte? Claro, ¿Qué saben los académicos? Cuando tenemos dolencias o enfermedades recurrimos al instructor de karate de nuestro sobrino. Entre estas reprochas, caen los veganos y los animalistas, estos últimos preocupados por hacer respetar los derechos del animal. En pocas palabras, la ley.
La calma antes de la tempestad no se divisa y la pluma sigue distribuyendo incoherencias a las que ahora se suman algunos insultos. Los imbéciles que aullamos premisas histéricas somos alcanzados por su látigo. No tengo una respuesta inteligente ya que debería considerarlo un elogio. Marlon Brando fue llamado idiota por defender los derechos del indio americano. Martin Luther King fue llamado imbécil por reclamar las libertades civiles de los afroamericanos.1
Lo curioso es que hay sesudos periodistas -que al parecer tienen mucho rating- que dejan que los proteccionistas de animales inunden las emisoras de televisión con enormes carteles (Unos más estúpidos que otros -afirma Genta-) y asienten luego de oír los aullidos de los estúpidos amantes de los animales. Gracias al modernismo por YouTube, ya que en mi vida no he visto más de dos exitosos programas recibiendo Animales Humanos preocupados por el maltrato hacia Animales no Humanos.
María Lilia Genta acusa con razón a la prédica proteccionista (Entre comillas, ya que confusamente no protegen nada, ¿o si, señora Genta? Es medianoche en Florida Central y el cansancio me produce cierta confusión) de abolir la caza del zorro en Inglaterra. Esta tradición que comenzó con Carlos II era solo permitida entre los miembros de la familia real. Esta tradición cambió con los años autorizando a amigos de los monarcas a participar. Esta tradición se amplió para que la “disfrutaran” los integrantes de la Alta Sociedad británica, para finalmente ser ejecutada por los súbditos también. Esta tradición ha tenido tantos cambios que al parecer dejó de serlo hasta -en nuestros días- desaparecer. Para la tranquilidad de la autora de De Galgos, Caballos y otros Bichos, la cacería de zorros con trampas tristemente no está prohibida, aunque tiene menos glamour.
Genta señala que los imbéciles intentamos ir por los toros en España. Personalmente no iría por los toros a ningún lado. Si para protestar por las corridas de toros en España. Y en Francia, Portugal, México, Colombia, Perú, Venezuela o Ecuador.
La escritora se pregunta si se debería prohibir el dicho échame un galgo, al mejor estilo telenovela caribeña. Si mal no recuerdo esta popular exclamación -más famosa como en su opción echame los galgos, para conservar las tradiciones- siempre fue utilizada por personas que son difíciles de atrapar o deslindan responsabilidades. Un apostador clandestino de carreras de galgos (penado por la ley), un cuidador que utiliza fármacos para envigorizar al perro corredor acortándole la vida (penado por la ley) o un político que apoya estos abusos a animales obteniendo un sueldo extra bajo el escritorio (penado por la ley) ¿Tendremos que prohibir también el dicho échame un galgo?, se pregunta Genta. Nunca lo debimos haber utilizado.
La señora Genta ha tenido la suerte de disfrutar de espectáculos de Polo. No he tenido la misma sensación cuando me retiré al ver demasiados backhanders donde la bola terminó impactando el rostro de los equinos. Pero hablo utilizando el argumento de la ignorancia: Debí haber presenciado los seis chuckers y entrevistar al caballo para preguntarle qué tan cuidado se sentía con su morro sangrando y saliva colgando de su boca.
De acuerdo con la lógica de Genta, prontamente iremos contra San Martín. Ya fuimos contra San Martín, ¿recuerdan? Terminó exiliado en Francia. El análisis de la necesidad de San Martín hace doscientos años ya de utilizar mulas y caballos, es un insulto a la inteligencia del Libertador. ¿Usaría el correntino mulas y caballos en nuestros días? Además, por más que los imbéciles protestemos, nunca se podrá borrar la historia. Ni los cuadros descolgados por Kirchner pudieron.
Para culminar, Gento opta por traducir -o utiliza una traducción de Leonardo Castelini- unos versos de Chesterton, ese prolífico y talentoso escritor que fue un baluarte en su apego a los valores de las tradiciones y al mundo antiguo pero su transformación de agnóstico a anglicano, de anglicano a cristiano, del cristianismo otra vez al anglicanismo y de allí al catolicismo pareciera haberlo incorporado a lo que Genta llama el Hombre Moderno, tan afecto a los cambios como considerar inocente y luego culpable al capitán Dreyfus o pintar a todos los judíos como shylocks, malolientes y mezquinos al mejor estilo Hitler. Como Bill O’Reilly, otro talentoso con el cual no siempre se está de acuerdo.
Las malas ideas deben ser combatidas. Las tradiciones que producen daños o incluso la muerte son usanzas salvajes. En ciertas universidades americanas se tienen -entre las hermandades- tradiciones y reglas para que un candidato pueda pertenecer a ellas, y muchas veces terminan en tragedia. Las fiestas de San Fermín son una aventura riesgosa. Entiendo que los toros no importan, pero tal vez las vidas humanas que esta tradición se cobra, sí. En algunas tribus africanas se practica la mutilación genital femenina. Se trata de una tradicional práctica cultural.
Es la hora de las brujas en Orlando y comienzo a creer debido a mi pobre poder de discernimiento y escasa intelectualidad que la narrativa de la señora Gento era solo el mal uso del sarcasmo y no producto de unas hojas con quinientas palabras mal fundamentadas.
1 Cuando Martin Luther King fue en busca de apoyo en otras comunidades cristianas, sacerdotes y pastores le dijeron que, según las epístolas de Pablo, los creyentes debían regocijarse en el sufrimiento en pos de sus creencias. Algo similar a lo que el Vaticano viene sugiriendo a los presos políticos y a las víctimas del terrorismo en Argentina.
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