Dado el protagonismo que el Partido Justicialista ha tenido históricamente, y dada la posibilidad de que eventualmente pueda volver a dirigir los destinos del país, creo que sería lógico e indispensable que se piense en la necesidad de su renovación, lo cual resulta no sólo de interés para los que pertenecen o apoyan a esta corriente política, sino para la gran mayoría de los argentinos.
En consecuencia, ¿no es hora que sus afiliados, y o sus auténticos simpatizantes también exijan una completa RENOVACIÓN de su dirigencia, considerando que buena parte de ella estuvo complicada en diferentes casos de corrupción u otros delitos, todo de público conocimiento, aunque buena parte, o casi la totalidad de la mencionada dirigencia. no lo quiera reconocer?.
Por otro lado, ¿No es lícito que nos preguntemos sobre el país que nos dejaron tras los 20 años que gobernaron de manera casi ininterrumpida, (con excepción de los 4 años del gobierno de Cambiemos, al que la dirigencia kirchnerista suele culpabilizar de todos los males)?
Y no sólo respecto a las cuestiones económicas, que siendo muy importantes hay otras que hacen a la vida misma tal el grave tema de la inseguridad provocada por un nivel de delincuencia por momentos insoportable, o un problema social grave como es la proliferación de “villas miserias o asentamientos”, con todas las consecuencias que ello implica, promiscuidad, indigencia, y todas caras de una decadencia que no empezó hoy, sino que resulta de un proceso que fue creciendo de menor a mayor en las últimas décadas.
¿Entonces, no sería sumamente necesario que el justicialismo haga un mea culpa, una honesta autocrítica, y defina si es justo que sean los kirchneristas quienes sigan manejando al movimiento, con los resultados a la vista?
Mienten o no tienen conciencia del disparate que dicen y del daño que hacen, los que afirman que en la década del ’70, en la Argentina, hubo un genocidio. Y como no lo hubo, tampoco hay víctimas ni victimarios de un crimen semejante.
Lo que hubo en esa década fue una guerra. Una guerra publicitada, declarada e iniciada por bandas terroristas de izquierda con el propósito confeso de hacerse del poder del Estado.
Bandas que, con apoyo internacional, que se tradujo en hombres y logística, principalmente de Cuba, pusieron en jaque al gobierno constitucional y a la sociedad toda a través de atentados homicidas, secuestros extorsivos y toma de cuarteles.
La respuesta del presidente Juan Perón fue contundente: el exterminio uno a uno de los que él llamó sicópatas. Con ese fin creó la Triple A y dejó la directiva, a su sucesora en el cargo, de enviar a las Fuerzas Armadas a aniquilar la insurrección.
El gobierno militar surgido del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 ni inventó, ni inició nada; más bien, con idéntica manera de hacer la guerra al que propuso Perón alcanzó el objetivo expreso propuesto por éste: el exterminio de las bandas terroristas.
Los represores también peleaban por su vida; es decir, aniquilaban para no ser aniquilados. Los Montoneros y el ERP mataban policías y militares por el mero hecho de desempeñarse como tales. ¿Será que alguien estima que lo sensato debió ser que los militares se echaran al suelo a esperar que los subversivos los capen? Pues sí, muchos. Entre ellos, gente de la iglesia, de la prensa, legisladores y, peor aún, los que tienen la sagrada tarea de impartir justicia o, mejor dicho, esos señores a los que, en la Argentina, se les llama jueces.
Sí, porque los jueces de la Corte Suprema, a instancias del presidente Néstor Kirchner y de su jefe de gabinete, el ministro Alberto Fernández, luego de un golpe de Estado a la Corte Suprema cuya conformación había heredado del presidente Fernando de la Rúa (depuesto también en un golpe de Estado civil), apretó a los nuevos integrantes de ese alto tribunal para que, violando la Constitución Nacional, habilitaran la figura penal de Plan Sistemático de Exterminio de la Población Civil para poder imputar de ese delito a los militares, policías y civiles que, cumpliendo órdenes del gobierno constitucional y el de facto, hicieron la guerra a los subversivos.
Un disparate histórico que tergiversa los hechos burdamente y un disparate jurídico que conforma la comisión del delito de lesa humanidad contra los perseguido.
Quieren sentar jurisprudencia para que, reprimir a terroristas de izquierda (porque no es la forma de reprimir sino la represión en sí a los terroristas lo que castiga), sea un delito de lesa humanidad que, en el caso argentino, se encuadraría dentro de un genocidio. FECHA DE INICIO
El marxismo, mediante el terror y la propaganda, le puso fecha al inicio del “genocidio” y eligió el 24 de marzo de 1976.
Los motivos son obvios. Esconder los propios crímenes que cometieron durante la democracia y posar de inocentes víctimas camuflándose de demócratas.
Más justo hubiera sido elegir el comienzo del “genocidio” y terrorismo de Estado el 20 de junio de 1973 (fecha de la masacre de Ezeiza). Pero no era conveniente a los ex terroristas ni convenía tampoco a los políticos (peronistas, fundamentalmente) que quedarían pegados a la represión.
Lo más fácil, traidor, infame, injusto, ilegal y cobarde era elegir como chivo expiatorio a las Fuerzas Armadas y de Seguridad cargándoles toda la responsabilidad de las muertes y destrucción ocurrida.
El cuento de que el golpe de Estado y la represión que conllevó se hizo para implementar un plan económico de entrega del país es un sonsonete falso que se repite sistemáticamente sin el menor respaldo empírico.
Lo cierto es que la represión, por izquierda y por derecha, la inició Perón y que la situación económica a comienzos de 1976 era desesperante.
También, cierto es que la Iglesia y casi todos los partidos políticos apoyaron el golpe y que prestaron militantes para ocupar cargos públicos. Es más fácil encontrar una aguja en un pajar que una sola crítica del cura Bergoglio al gobierno militar.
El objetivo bélico y político de las derrotadas bandas terroristas de izquierda de los años ’70 (destruir a las Fuerzas Armadas y de Seguridad para imponer la dictadura del proletariado), en parte, se hace realidad desde el gobierno de Kirchner hasta hoy mismo.
Los ejecutores son los jueces y fiscales. Los políticos, los curas, los periodistas, los estudiantes, los sindicalistas…en fin, la sociedad, en su mayoría, asiste impasible a semejante espectáculo decadente. ¿Usted también, Sr. presidente Milei?
Más que evidente que, el escándalo político que desató la desafortunada visita de 6 legisladores oficialistas a un reducido grupo de condenados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, alojados en la Unidad Penitenciaria Federal 31, dejó a la vista la realidad nuestra, que brutalmente nos ubica fuera del sistema democrático argentino. JAVIER MILEI con su frasecita “esa no es mi agenda”, el equivalente silencio de la vice VICTORIA VILLARRUEL, más los “que se pudran en la cárcel” de una caterva de “honorables” legisladores y políticos, sellaron definitivamente nuestro destino. Por supuesto, para regodeo de los fiscales y “querellantas” que nos están exterminando al barrer, en los juicios amañados a los que estamos sometidos. En estas horas a modo de bálsamo a tanta hipocresía e hijoputismo generalizado, me dediqué a leer y releer el radiograma G&/// 13274, que un uniformado me hiciera llegar recientemente. Está firmado por el controvertido 3 veces presidente de la Nación JUAN DOMINGO PERÓN, tiene fecha del 21 de enero de 1974, y se refiere al cruento ataque ocurrido 2 días antes, a la Guarnición Militar de Azul, por parte del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). Dirigido a todos los Organismos y Unidades de las Fuerzas Armadas, su contenido franco y valiente, llamando a las cosas por su nombre, hacen imposible ni tan siquiera pensar en comparar a MILEI y “su” agenda, con este Presidente del pasado que día a día demostraba estar bien parado para enfrentar los graves desafíos de su tiempo. Sí, debo reconocer que, a pesar de todo, en algo concuerdo plenamente con MILEI y en consecuencia hago mías sus palabras. Fue cuando expresó: “ENTRE LA MAFIA Y EL ESTADO PREFIERO A LA MAFIA. LA MAFIA TIENE CÓDIGOS, LA MAFIA CUMPLE, LA MAFIA NO MIENTE, LA MAFIA COMPITE”. Muy cierto ¿no?
“Ofende el silencio de aquellos que se dicen republicanos”
Javier Milei (1970- )
TRANSCRIPCIÓN DEL RADIOGRAMA G6777 132/74
A TODOS LOS COMANDOS, ORGANISMOS Y UNIDADES DE LAS FUERZAS ARMADAS DE LA NACION ARGENTINA. – PRIORIDAD “F”TXT:
“Como comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y soldado experimentado luego de más de sesenta años de vida en la Institución, quiero llegar directamente a ustedes para expresarles mis felicitaciones por el heroico y leal comportamiento con que han afrontado el traicionero ataque de la noche del sábado 19 de enero de 1974.”Los ejemplos dados por los jefes y oficiales que han llegado hasta ofrendar sus vidas, tuvo la misma repercusión en los suboficiales y soldados que- con su valentía y espíritu de lucha- repelieron la agresión, con la colaboración de la Armada y la Fuerza Aérea. ”Quiero asimismo hacerles presente que esta lucha en la que estamos empeñados, es larga y requiere en consecuencia una estrategia sin tiempo. ”El objetivo perseguido por estos grupos minoritarios es el pueblo argentino, y para ello llevan a cabo una agresión integral. ”Por ello, sepan ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el pueblo que está empeñado en exterminar este mal, y será el accionar de todos el que impedirá que ocurran más agresiones y secuestros. ”La estrategia integral que conducimos desde el gobierno, nos lleva a actuar profundamente sobre las causas de la violencia y la subversión, quedando la lucha contra los efectos a cargo de toda la población, fuerzas policiales y de seguridad, y si es necesario de las Fuerzas Armadas. ”Teniendo en nuestras manos las grandes banderas o causas que hasta el 25 de mayo de 1973 pudieron esgrimir, la decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución en paz y el repudio unánime de la ciudadanía, harán que el reducido número de psicópatas que va quedando sea exterminado uno a uno para el bien de la República.
“Vaya mi palabra de consuelo para los familiares que perdieron a sus seres queridos, de aliento para los heridos y de esperanza para las familias del Coronel GAY y Teniente Coronel IBARZÁBAL. Tengan la certeza de que todo el poder del Estado está siendo empleado para lograr su liberación. ”Quiera Dios que el heroico desempeño de todos ustedes nos sirva siempre de ejemplo”.
“La intolerancia, la estupidez y el fanatismo pueden combatirse por separado, pero cuando se juntan no hay esperanza”.
Albert Camus
Los argentinos somos, tristemente en muchos aspectos y, en otros, de manera positiva, algo excepcional en el mundo, sobre todo en lo que a la política se refiere. Hablemos sólo de las últimas dos décadas, cuando nos dimos el lujo de convalidar, con nuestro voto, esquemas de gobierno por completo irracionales. ¿No tuvimos una fórmula presidencial en la cual la jefatura del Estado estaba, en realidad, en manos de una Vicepresidente que, por tuit, designó a un títere para encabezarla?
En 2023 elegimos a un curioso personaje porque supo interpretar como nadie la sensación de hartazgo que impregnaba a la sociedad. Sabíamos que llegaría absolutamente solo, sin partido, sin gobernadores ni legisladores propios, pero no que diseñaría este singular dispositivo, en el que todas las decisiones no económicas pasan por la extraña dupla que lo acompaña en el “triángulo de hierro”.
La todopoderosa hermana Karina, la “Jefa” del Presidente, carece formación cultural y de experiencia política, y el joven asesor multipropósito Santiago Caputo no es funcionario público sino que, aparentemente, se desempeña en una empresa privada. Sin embargo, las órdenes que emite el dúo, siempre respaldadas sin fisuras por Milei, deben ser obedecidas a rajatabla, so pena de eyección inmediata. Esto sería irrelevante si no fuera porque la política tiene una enorme repercusión sobre la economía, sobre todo en la percepción que de ésta tienen los inversores propios y externos y, por ello, en sus expectativas para el futuro.
Resulta imposible no comparar las actitudes del Presidente y su tropa de cibernautas agresivos con la infame persecución que desataron los Kirchner contra la prensa, la Justicia y, en general, contra todos aquéllos que se atrevieron a formular críticas o denuncias de la rampante corrupción que habían convertido en la razón de ser de su proyecto político. Y el decreto de Milei que, disfrazado de mera reglamentación, pretende limitar los alcances de la ley de acceso a la información pública, va en ese sentido, marcando una fuerte, e inaceptable, deriva autoritaria. Espero que reflexione y deje de ser la imagen invertida de ese kirchnerismo que tanto daño le hizo a la república liberal que dice admirar.
Muy a mi pesar, y después de tantos años de escribir estas columnas semanales, debo reconocer que me hubiera gustado ser un “esbirro” y un “ensobrado”, pero nunca conseguí que alguien se mostrara dispuesto a pagarme por encubrir, con mi firma, sus propias opiniones. Así, nada me compensará cuando las populosas tribus de trolls oficialistas comiencen a destrozarme, algo que sin duda ya hubiera sucedido si tuvieran tiempo para dedicar su atención a tan insignificante ciudadano de a pie.
De todas maneras, la popularidad que concita Milei continuará firme mientras se sigan develando las atrocidades que cometieron, ebrios de poder, sus antecesores en el Gobierno. Más allá de la nueva temporada que estrenó la novela turca prostibularia que cuenta con la participación estelar de Alberto Caracol Fernández, que seguirá atrayendo multitudes mientras surjan nuevos nombres de féminas comparsas, el sincericidio de Martín Guzmán al confirmar cuánto se extendió la letal “cuareterna” buscando beneficios políticos, ya derivó en una imputación penal al ex Presidente formulada por el implacable Fiscal Carlos Stornelli y se convirtió en otra lápida superpuesta sobre la tumba del kirchnerismo.
Desde el basural a cielo abierto de nuestra historia resurgió el jueves uno de sus más siniestros actores, Mario Firmenich, un cobarde asesino serial y entregador de sus propios seguidores, que bañó en sangre inocente la década de los 70’s. Lo hizo desde Managua, donde funge de asesor de Daniel Ortega, el tirano que logró instaurar en su país el mismo proyecto demencial que aquí proponían Montoneros y otras organizaciones terroristas. Sin pudor alguno, el resucitado anunció una conferencia (frustrada) para sugerir que ahora estamos en circunstancias políticas y económicas que revalidan y justifican sus viejas consignas, las mismas que Mao Zedong inmortalizó diciendo “El poder surge de la boca de un fusil”. Basta recordar que Mario Roberto Santucho, líder del ERP, confesó que, de tomar el poder, fusilarían a un millón de argentinos.
Esta sociedad hipócrita hoy finge no recordar cómo, aterrada, golpeó las puertas de los cuarteles para que los militares terminaran con el horrendo festival de bombas, secuestros y atentados de todo tipo que celebraban en nuestras calles estos “jóvenes idealistas” durante el gobierno democrático de Juan e Isabel Perón, porque querían convertir a nuestro país en otra Cuba, como son ya Nicaragua y Venezuela. Con ciego cinismo, y porque los ha elegido como chivos expiatorios de una culpa social, mira para otro lado mientras quienes obedecieron las órdenes del Ejecutivo de entonces mueren, como conejos, en cárceles de todo el país.
En cuanto a Aerolíneas Argentinas, sugiero que se pregunte a la sociedad, en un referéndum, su opinión sobre el tema. Con los paros salvajes que disparan casi a diario (otro, ayer mismo) los múltiples sindicatos de “Su (de ellos) Compañía” que a tantos ciudadanos perjudican, no tengo duda alguna de que Milei recibiría carta blanca para cerrarla de una buena vez o venderla y terminar con las extorsiones de estos energúmenos y carísimos gremialistas.
Soy consciente de haberme vuelto reiterativo al seguir escribiendo sobre la nominación de Ariel Lijo para integrar la Corte, pero lo justifico diciendo que se trata del tema institucional más grave desde que Javier Milei asumió la Presidencia de la República.
Si lo que busca con este aún injustificado dislate es hacerse de un alto Tribunal tan adicto y permisivo como lo fueron, en algún momento, los que lograron armar Juan Perón y Carlos Menem, el daño que se habría infligido a la Justicia será inmenso, pero, aún peor, lo sería el que sufriría el proyecto de cambio radical en el modelo de país que el Presidente proyecta.
Porque esa mayoría que hoy lo acompaña, con sufrimiento y con esperanza, percibiera que ha dejado de lado sus postulados de moralización del modo de ejercer el poder, lo abandonará sin remedio y, una vez más, retomaremos el camino de la decadencia que llevamos hace ochenta años y que, hasta el 10 de diciembre último, creímos no tendría fin.
La pregunta de oro, en la medida en que los 33 senadores que responden a Cristina Fernández resultan indispensables para la aprobación de Lijo (la Constitución exige una mayoría especial de dos tercios de los presentes), sea porque voten a favor u opten por ausentarse, resulta obvio que para obtenerlos algo tendrá que ofrecer a la emperatriz hotelera, y ésta no exigirá menos que su impunidad, y eso resultará de todo punto inaceptable para una sociedad que está sangrando por el ajuste más fuerte de la historia.
Y es razonable que así sea, toda vez que se ha hecho carne en un enorme porcentaje de los ciudadanos adjudican al kirchnerismo brutalmente saqueador todos los males actuales, en especial la pobreza y la indigencia, productos de la inflación que sus sucesivos gobiernos impulsaron al infinito.
Los primeros indicios de las verdaderas razones de esta tan cuestionada postulación los podremos ver con la velocidad que adquiera en el H° Aguantadero el trámite de la designación de Lijo, y la conducta individual de cada uno de los actores (presidente, ministros y legisladores), iluminada por fuerte luz deslumbrante, estará bajo la lupa de todo el mundo.
Continúo teniendo esperanzas en que Milei dará marcha atrás con este disparate tan costoso y, hasta entonces, lo seguiré apoyando calurosamente, convencido de que nos encontramos ante la última oportunidad de reconquistar un futuro del que muchos años de populismo irracional nos han despojado.
“Cuando la Patria está en peligro, se recurre a Dios y al soldado;
cuando el peligro pasa, Dios es olvidado y el soldado, despreciado”
Hoy, tal como sucediera a partir de 1969, la Patria está en peligro frente al desalmado ataque del terrorismo, ahora derivado del narcotráfico, cuya enorme expansión se debe a la sociedad comercial que mantuvo con el kirchnerismo y se sostiene aún con la protección y colaboración de políticos, jueces, fiscales, policías, corrompidos por la enorme masa de dinero que manejan los cárteles. Y nuevamente, como en 1975, todas las miradas de la sociedad se concentran en las fuerzas armadas (FFAA) para disponerlas a “exterminar” (Juan Perón, 19 Ene 74, tras el ataque al Regimiento de Tanques 10, de Azul) y “aniquilar” (Decreto del 5 Feb 75, que ordenó el Operativo Independencia) a los nuevos agresores. Como han pasado casi 50 años de esos hechos, resulta imprescindible recordar que la mayoría de los ataques a guarniciones y comisarías, atentados con bombas (4380), de secuestros (758), de muertos (1094) y heridos (2368) que cometieron Montoneros y el ERP se dieron, precisamente, durante el gobierno constitucional del presidente con mayor apoyo electoral de la historia.
Raúl Alfonsín comenzó a desfinanciar a las FFAA y durante su gobierno, después de juzgar y condenar a los integrantes de las tres juntas militares y a los jefes de las organizaciones terroristas, proceso en el cual el Tribunal reconoció que habíamos vivido una guerra, el Congreso dictó las leyes de “obediencia debida” (responsabilidad penal limitada sólo a los mandos superiores) y “punto final” (límite temporal a la posibilidad de denunciar presuntos delitos de lesa humanidad).
Carlos Menem, amén de continuar la política de restricción de recursos presupuestarios, decretó el indulto para todos, militares y terroristas, que habían sido condenados en esos juicios. Después de las breves presidencias de Fernando de la Rúa y de Eduardo Duhalde, en 2003 llegó al poder Néstor Kirchner y la tragedia se consumó (y nada cambió durante las presidencias de Mauricio Macri y Alberto Fernández). Para obtener la impunidad que le concedía la izquierda, inició una feroz cacería de militares con la anuencia del Congreso y del Poder Judicial y extendió las indemnizaciones menemistas a todo un insólito universo de falsos reclamantes. A la vez, reglamentó la Ley de Defensa (1988) para limitar el accionar de las FFAA exclusivamente repeler a ejércitos extranjeros, formales y uniformados, que invadan nuestro territorio.
Por sus instrucciones, el H° Aguantadero resolvió la nulidad (sólo para los jefes de las FFAA) de los indultos de Menem, derogó el Código de Justicia Militar (las acciones militares fueron juzgadas con el Código Civil) y las leyes de “obediencia debida” y “punto final” y miles de soldados de baja graduación, civiles y sacerdotes fueron imputados y procesados en juicios absolutamente nulos; es más, para que no resultara aplicable a ellos la ley del “2×1” (cada día de prisión preventiva se computa doble para la pena), la “reinterpretó”. Y el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, dijo que se trataba de una política “consensuada” con los otros poderes del Estado.
Para llevar adelante esos procesos kafkianos, se destruyeron todos los pilares del Derecho: los imputados no fueron juzgados por sus jueces naturales y, bajo una ley posterior a los hechos, dejaron de funcionar la presunción constitucional de inocencia y la ley más beneficiosa para el condenado, las limitaciones a las prisiones preventivas -transformándolas en penas anticipadas-, se manipularon testigos y se desvirtuaron las pruebas, y se resolvió la imprescriptibilidad de los llamados delitos de lesa humanidad.
Para tener una idea de la magnitud de la represalia, en Nuremberg los aliados vencedores juzgaron a sólo 24 jerarcas nazis, imputados por la matanza de 6 millones de personas; en la Argentina, los datos, al 28 de febrero de 2024, son diametralmente distintas: de los 2725 presos políticos (PP), uniformados y civiles, han muerto en cautiverio 830, de los cuales sólo 125 tenían sentencia firme; y pese a que la ley dice que la prisión preventiva sólo puede extenderse por 2 años, prorrogable por uno más por causas justificadas (peligro de fuga o de alteración de pruebas), 19 PP llevan 16 años en esa condición, 145 PP entre 11 y 15 años, 212 PP entre 6 y 10 años, y 142 entre 3 y 6 años. Y se trata de detenidos cuyas edades oscilan entre los 64 y los 100 años, con un promedio de 79. El absurdo llegó al paroxismo con el copamiento del regimiento de La Tablada, en enero de 1989, recuperado a sangre y fuego (10 militares muertos) por el Gral. Alfredo Arrillaga; éste (91 años) está preso y los guerrilleros asesinos están libres e indemnizados.
Esa canallesca persecución, cuyo único objetivo fue la venganza de los terroristas y, a la vez, habilitar el cobro de miles de indemnizaciones de US$ 300.000 a cada falso reclamante, fue consentida por una ciudadanía cobarde, hipócrita y suicida, y tolerada por los nuevos mandos de las FFAA que, salvo honrosísimas excepciones, callaron sus debidos reclamos de verdadera justicia. Así, los PP fueron transformados en chivos expiatorios del casi unánime pecado social de haberles exigido tomar el control de una situación desmadrada por la violencia terrorista.
En ese luctuoso espejo hoy se miran los jóvenes oficiales y suboficiales mientras se preguntan con qué cara se los convocará ahora a combatir al narco-terrorismo, y se ven obligados a contemplar ese reflejo porque no saben qué sucedería si, amén de carecer de aptitudes específicas, después de la sanción de una ley que habilite la participación de las FFAA en esta nueva guerra interna, aquélla fuera otra vez derogada por el H° Aguantadero y quienes hubieran participado en esa inevitablemente terrible guerra, juzgados dentro de muchas décadas como criminales comunes.
Como si la Argentina no tuviera problemas de que ocuparse, los políticos y los medios de comunicación están entretenidos en la pelea entre el Presidente de la Nación y una joven cantante pop.
Más allá de que nos pareció desatinadas las declaraciones del león anarco liberal sobre la pop star, en el entendimiento que un Presidente de la Nación debe estar por sobre encima de estas cuestiones domésticas; más desatinado nos pareció que la misma utilice un escenario para desgarrar un claro discurso militante contra la actual gestión presidencial.
Partamos de la base de que no tiene nada de malo que los artistas, sean actores o cantantes expresen sus ideas políticas o adhieran a un proyecto político, pues son tan ciudadanos como cualquier hombre o mujer común; lo que es desacertado es que utilicen un escenario para expresar su militancia sea, como dijimos, a una idea o un partido político. Quienes pagamos una entrada a un teatro o a un recital, vamos a ver actuar o cantar al artista, no a escuchar su discurso político. A su vez, ellos actúan o cantan para todo el público, no para un sector en particular.
La cultura no debería ser militante ni utilizarse como propaganda de un sector o una idea política.
De anverso, no es el eje de discusión cuánto cobra el artista por una presentación, es su trabajo y es lógico que cobre por ello, sino que la discusión debe ser los exorbitantes pagos que realizan los gobernadores o los intendentes por esas actuaciones, cuando después andan “llorando” que no tiene un peso para la policía o para aumentarle el sueldo a los docentes.
Claro, es un tema, de la cual los políticos no quieren ni hablar, pues saldrían a la luz los obscenos caches que cobran los artistas militantes en la época del cristianismo. Los mismos que se rasgan las vestiduras hablando de los pobres con furibundas críticas al capitalismo pero cobraban exorbitantes retribuciones por sus actuaciones.
Como decía el general Perón: “ensillan por la izquierda pero desensillan por la derecha”.
Muchos de estos artistas son muy talentosos y no necesitan del Estado para llenar un estadio o un teatro. No deberían aceptar las propuestas de municipios o gobernaciones, cuando nadie duda que somos un país totalmente en bancarrota.
Justamente, independientemente que se trate de un reproche moral o ético lo que cobran -o no deberían hacerlo- los artistas, cuando son convocados a espectáculos públicos por el poder político; la verdadera discusión debe centrarse en el dispendio de los escasos dineros públicos que hace el poder político en este tipo de actividades, cuando estamos en una país cuya 60 % de su población es pobre y con la tasa de inflación más alta del mundo, lo que implica que hay necesidades más urgentes que atender.
Así por ejemplo, Córdoba hace el famoso festival Cosquín Rock, que si bien es privado, los artistas que van reciben subsidios de la gobernación por más de mil millones de pesos. O La Rioja que pagó casi 350.000 dólares por un recital. Mismos gobernadores que mandaron “al bombo” el gigantesco DNU que envió el gobierno, porque reclaman el envió de más fondos de la copartipación.
Es un cachetazo a la sociedad que se gaste fondos públicos en estos shows mientras uno de cada dos argentinos es pobre.
Como bien dijo un reconocido diputado nacional macrista: “Mientras los municipios gastan millones en recitales ‘gratuitos’ y hacen populismo berreta, la gente en el Conurbano no tiene cloacas ni agua potable”.
A su vez, irónicamente, los mismos que critican con furia al Presidente de la Nación por sus comentarios contra la joven cantante, tildándolo de nazi y censurador; son exactamente los mismos que guardaron silencio cuando algún artista criticaba a los gobiernos nacionales y populares y desde el poder le mandan la AFIP a investigarlos y le hacían operaciones de prensa, difundiendo videos íntimos o fogoneando falsas acusaciones penales. Ni hablar de cuando festejaban la colocación de gigantografías de periodísticas o políticos tildados de opositores, para que la gente y en especial los niños la escupan.
Nuestro país está viviendo el final de un verdadero delirio.
Quienes hasta hace diez minutos utilizaban la grieta como batalla “narrativa” hoy son verdaderos embajadores de la paz y del amor, mientras que quienes enarbolaban las banderas de Alberdi y de la libertad y la esperanza reciclan la política del enfrentamiento intentando imponer su propio épico relato.
Como ya hemos dicho desde esta columna, ya es hora que el Presidente la Nación deje el modo campaña. Ya no está para estas controversias. En todo caso, que de ellas se ocupen sus funcionarios de segunda línea o el vocero presidencial en su caso.
La situación económica y social sigue siendo muy grave, nada debe distraer al Primer Mandatario de ello. Hay mucho en que trabajar. Exclusivamente en eso debería estar ocupado.
Como soldado aún, mal que le pese al enemigo, tengo el deber y la obligación de resistir ante la tozuda realidad que me ataca con armas ilegales e ilegítimas.
Realidad inventada por el otrora enemigo terrorista armado y violento que atacó a la sociedad durante el gobierno constitucional de Juan Domingo Perón. Realidad que, el actual gobierno, nacido bajo la consigna o máscara, de liberal o libertario y llegó al poder con el objetivo de derribar los muros de la injusticia.
Hoy, a más de sesenta días de gestión, sobresale el fortalecimiento de las políticas de falsos derechos humanos.
¿Es que, el actual gobierno “anarcocapitalista”, esgrimiendo la espada de Alejandro Magno y batiendo el parche de cortar toda atadura con aquel pasado “anarcomarxista”, rindió sus armas al pie del enemigo, ni bien llegó al poder?
Su primera medida que marca el rasgo de la estrategia en materia de derechos fue designar a un “panelista televisivo” al frente del ministerio de justicia.
Como segunda señal, nombro un subsecretario de derechos humanos en una estructura que debió haber sido borrada del organigrama estatal, tal lo publicitara en vivo y delante de una cámara de tv, (“fuera”) todo lo que significara gasto inútil para el estado.
Es dable destacar, que tal secretaría, creada bajo gobiernos marxi-kirshnerista, alberga a cientos de fiscales y querellantes de “justicia legítima”, nacidos del riñón de las organizaciones de ddhh radicalizadas.
EL DERECHO.
Treinta y tres años bajo la misma ley y encuadrado bajo el mismo código de justicia militar. Las leyes y el código fueron borrados de un plumazo por un gobierno que pacto con un “doble/triple” agente de inteligencia, llamado Horacio Verbitsky, al servicio del enemigo, para violar la CN y, lograr así encarcelar a viejos combatientes del terrorismo.
Por si fuese poco, dicho enemigo, procesa, enjuicia, condena y luego controla el encierro con tecnología y personal perteneciente a una empresa del viejo dirigente de la cúpula de la organización terrorista Montoneros, Mario Montoto. Mientras, el gobierno, aún parece no advertir tal situación. No sólo ello, si no que durante este corto período ha redoblado la apuesta. A través, de la ahora “su” estructura de DDHH, ha iniciado una impresionante cantidad de nuevos juicios, sobresaliendo el de la causa Tucumán. En este, el ministerio fiscal, apoyado por el estado como querellante, “sale a pescar” en una pecera, ya que el mismo estado que ordenó la lucha, hoy entrega los legajos de los ahora , viejos combatientes.
Estos hombres, serán juzgados por tribunales especiales, integrados por jueces “no naturales”, en su gran mayoría bajo la figura de “subrogantes”, y que cobran jugosos viáticos pagados con “la nuestra”.
No conforme aún, se continúa dilapidando dinero del erario público, no sólo, en juicios locales, si no que, ahora, también, fuera de las fronteras, con la participación de testigos, organizaciones querellantes extranjeras de ddhh, gravosos abogados italianos y el Partido Democrático Italiano, lo cual muestra que estos pseudos juicios responden a un patrón político/ideológico.
Lo apoteótico, es que también se empeña como querellante al embajador en Italia en representación del estado argentino, por llevarse a cabo el juicio en Roma. En poco tiempo más, el gobierno habrá gastado o, mal gastado, sus primeros cien días de gestión. Existe un axioma que expresa: “lo que no se hace en los primeros cien días, después no se hace”. De confirmarse lo dicho, dejará sellada la suerte y el destino de casi tres mil combatientes a quienes se le ha violado el Art. 18 de la CN entre otras aberraciones jurídicas. Es digno de destacar que, de ellos, casi novecientos han muerto en cárceles o en condición de cautivos en sus domicilios, sin condenas o con condenas no firmes.
CONCLUSIÓN.
El terrorismo que sometió a la Argentina a una traicionera guerra, mató y torturó sin códigos, y cuando fueron capturados pidieron “justicia y derechos”, con el tiempo se encargaron de manipular la historia e instauraron el lema de “terrorismo de estado”.
Políticos y organismos internacionales, infiltrados por “gramscianos”, se encargaron de venderle está falacia a una sociedad cautiva de un entramado administrativo corrupto que no reparó en la trampa.
Pasado el peligro, se apoltronaron en bancas del Congreso y, sin recordar que bajo ese mismo techo se había alentado al poder ejecutivo de entonces, ordenar a las FFAA “aniquilar al enemigo” decidieron “crear” leyes que permitieran condenar a veteranos combatientes.
En un sentido amplio, la élite local tradicionalmente ha ejercido presión para mantener a Argentina como un productor agrícola en lugar de un país industrializado. Este modelo económico fue apoyado por los militares, quienes al mismo tiempo -salvo excepciones- se convirtieron en un obstáculo para el desarrollo de Argentina. Más recientemente, los severos niveles de inflación, el déficit fiscal y el populismo han estancado el crecimiento del país.
Desde principios del siglo XX, Argentina disfrutó del auge de las exportaciones de productos agrícolas. Con el tiempo, el país recibió el apodo de “el granero del mundo” debido a la cantidad casi ilimitada de trigo, maíz y otros productos agrícolas que solía exportar a Europa en la primera mitad del siglo XX.
Argentina era a finales del siglo XIX un país enorme con una población pequeña. La inmigración comenzó a cambiar esto con millones de extranjeros llegando a Buenos Aires por barco. La mayor parte de la inmigración procedía de España e Italia.
El país estaba gobernado por una élite que veía la agricultura como la única forma de crear riqueza. Las pampas eran la zona donde se generaban todos los cultivos y el ganado. Las familias adineradas poseían la mayor parte de la tierra y se formó una nueva sociedad burguesa.
Argentina dependía de países más desarrollados para adquirir manufacturas industriales. Estos fueron importados principalmente de Europa, especialmente de Inglaterra.
La estafa de los hermanos Baring
Desde sus inicios, Argentina recurrió a préstamos para comprar manufacturas y desarrollar el país. Tal fue el caso del préstamo de Baring Brothers por más de 1 millón de libras esterlinas.
El contrato firmado en 1824 establecía que el dinero se utilizaría para construir un nuevo puerto e instalar aguas residuales en Buenos Aires. El dinero llegaría finalmente al país en forma de letras de cambio para ser utilizadas en las tiendas comerciales británicas.
Como no había suficiente dinero en el tesoro para garantizar el pago de los intereses anuales, la tierra tuvo que ser hipotecada por una ley federal (“Ley de Enfiteusis”). Este sería el primero de varios defaults que Argentina viviría para sufrir.
La estafa tenía como objetivo mantener la presión sobre Argentina y someterla a los intereses estratégicos británicos. Un ejemplo de tal intención es que poco después de comenzar a incumplir el préstamo, en 1828 Argentina recurrió a vender su flota naval para realizar los pagos. Además, dos barcos que se estaban construyendo en astilleros británicos fueron liquidados para compensar los intereses del préstamo. En 1833, sólo después de 9 años de la firma del acuerdo, los británicos expulsaron a la guarnición y población argentina de las Islas Malvinas y no había barcos disponibles para contrarrestar al HMS Clio que tenía el control de las islas.
De los millones de libras esterlinas del acuerdo sólo 20.000 llegaron en monedas de oro. El préstamo resultó una estafa y acabó siendo devuelto en 1904 con enormes intereses que equivalían a 14 veces la cantidad prestada originalmente.
Desarrollo económico durante la Primera Guerra Mundial
En 1914 había estallado la Primera Guerra Mundial y el país había estabilizado su economía, aun así los mercados mundiales se paralizaron debido a la guerra y el dinero no fluía con la facilidad anterior. La apertura del Canal de Panamá en 1914 contribuyó al declive económico de Argentina y otros países del Sur.
En 1920, Argentina disfrutaba de cierta estabilidad económica y era una de las principales economías del mundo. La crisis de 1929 no fue una dura crisis para el país, cuyas importaciones aún se redujeron de 1.537 millones de dólares a 561 millones de dólares en 1932.
En 1930 los militares derrocaron al gobierno radical encabezado por Irigoyen. Irigoyen fue un estatista que impulsó el desarrollo de Argentina.
Un general del Ejército llamado José Félix Uriburu fue apadrinado por la élite que veía con horror las políticas de Yrigoyen. Estas élites estaban en contra de la intervención estatal en la explotación petrolera que tradicionalmente estaba en manos de los británicos.
Influencia británica. El pacto Roca-Runciman
En 1933, un presidente recién elegido, Agustín P. Justo, alentó la firma de un segundo acuerdo comercial entre Argentina y Gran Bretaña. El tratado era más favorable para Gran Bretaña que para Argentina: la carne se vendería a un tercio de su precio original y se exportaría a través de empacadores de carne británicos. Por otro lado, Argentina pagaría aranceles reducidos sobre cualquier importación británica.
Juan Domingo Perón
En 1939, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Argentina había ralentizado su desarrollo económico. Un nuevo líder político haría su aparición. Juan Domingo Perón y sus seguidores moldearían la historia del país durante los siguientes 75 años.
Desde 1945 en adelante, Perón emprendió una serie de reformas que se centraron en brindar atención social a la clase trabajadora. La industrialización y la clase media fueron las estrellas de esta época.
A medida que las importaciones se volvieron cada vez más caras, Perón comenzó a sustituirlas por manufacturas locales. El intervencionismo también fue un factor clave. Perón se apoderó de la mayoría de las industrias privadas y las nacionalizó, incluidos los ferrocarriles y las instalaciones de envasado de carne.
La inflación se convirtió en un nuevo socio de la economía del país debido al déficit fiscal. Todavía en 1952 Argentina pagó la mayor parte de su deuda externa.
Aunque el proteccionismo estaba ayudando a desarrollar una industria y un mercado nacionales, no era rentable y Argentina no podía competir en los mercados internacionales como principal exportador.
Para entonces, Estados Unidos había duplicado su PIB per cápita en comparación con Argentina.
Imagínese cuánto capital podría atraer un país como Argentina, si en lugar de incumplir una serie de impagos y adoptar una pose de ira hacia los acreedores, se endeudara responsablemente y cumpliera con sus obligaciones. Paul Singer
Paul Elliott Singer es un administrador de fondos de cobertura estadounidense, inversionista activista y fundador, presidente y codirector ejecutivo de Elliott Management. En junio de 2023, su patrimonio neto se estima en 5.500 millones de dólares.
Democracia inestable 1950-1983
En 1955 Perón fue derrocado por los militares y en 1958 un nuevo presidente llamado Arturo Frondisi inició un plan económico desarrollista. Su atención se centró en la autosuficiencia en la producción de petróleo mediante una serie de tratados de explotación con empresas extranjeras. Aunque hubo un leve progreso en los salarios y la calidad de vida, la inflación volvió a dispararse y Frondisi finalmente fue derrocado por otro golpe militar.
Desde 1960 hasta 1976 se eligieron una serie de gobiernos democráticos de corta duración. Todos mostraron un pobre desempeño económico. Hubo excepciones como la corta presidencia de Arturo Illia, pero ninguno de estos períodos permitió un crecimiento sin una inflación severa. La democracia fue constantemente derribada por dictaduras que obstaculizaron el desarrollo relevante.
En 1976 la Junta Militar encabezada por el general Jorge Rafael Videla, nombró a un siniestro ministro llamado Martínez de Hoz. Su objetivo principal era desarrollar a Argentina como un exportador agrícola de la misma manera que solía serlo a principios de siglo. Se liberalizó el mercado financiero y Argentina inició un proceso masivo de endeudamiento externo.
En 1982 el país entró en guerra con el Reino Unido por las Islas Malvinas. La guerra se perdió y uno de los resultados fue una inflación severa y una economía paralizada.
Alfonsín, el regreso a la democracia y el ingreso a la hiperinflación
En 1983 llegó la democracia con el presidente Raúl Ricardo Alfonsín que heredó una deuda de 45 mil millones de dólares. Esta era del país estuvo marcada por una tremenda hiperinflación que en 1989 alcanzó el 100% mensual y una reducción del PIB.
La inestabilidad política y la falta de confianza en los planes económicos del gobierno, la excesiva expansión monetaria, el bajo nivel de reservas de dólares estadounidenses y la imposibilidad de pedir prestado a bancos extranjeros obligaron a una devaluación masiva de la moneda argentina.
Modelo de Convertibilidad
En 1989 Alfonsín renunció a su cargo y un nuevo presidente llamado Carlos Saúl Menem nombró a un ministro de Economía llamado Domingo Cavallo.
Cavallo tenía la tarea de reducir la inflación. Recurrió a una caja de conversión de tipo fijo con el dólar americano. La mayoría de las empresas estatales fueron vendidas a corporaciones privadas. El país siguió endeudándose con el FMI para obtener los dólares necesarios. Argentina se mantuvo estable durante algunos años, entre 1990 y 1998. Aún así, el programa de “convertibilidad” no duraría mucho, y en 2001-2002 Argentina entraría en recesión y dejaría de pagar una deuda de más de 82 mil millones de dólares.
Conclusiones
Es muy difícil sacar una conclusión de por qué Argentina pasó de ser un país rico y desarrollado a una economía del tercer mundo en dificultades. Hay patrones que siguen apareciendo en todas las etapas del desarrollo del país, que realmente impidieron que Argentina creciera. En mi opinión estos son:
Interferencia extranjera en el control de aspectos clave de la economía, como los acuerdos comerciales británicos de 1822 a 1933. Fragilidad de los gobiernos e instituciones democráticas que condujeron a períodos cortos de democracia como resultado de intervenciones militares y golpes de estado. Incapacidad para proporcionar una industria competitiva con demanda nacional e internacional. Excesiva dependencia de las exportaciones de productos agrícolas y ganaderos en un mercado altamente volátil. Incapacidad para crecer como economía sin mantener controlada la inflación. Dependencia de recursos energéticos extranjeros como el petróleo. Déficit fiscal y gasto excesivo para mantenerse al día con políticas populistas como las de las tres administraciones de Perón. Incapacidad para equilibrar las importaciones y exportaciones para proporcionar una reserva estable en dólares. Tomar prestado deuda externa sin un plan claro para manejar los intereses y los reembolsos. Falta de políticas económicas de largo plazo que puedan ser seguidas por otras administraciones.
Son muchos los debates que los argentinos nos debemos para poder encontrar la salida de este laberinto de decadencia económica que ya nadie discute.
¿Por qué laberinto? Por que no es fácil encontrar la salida buscada durantes más de cuatro décadas.
Esta decadencia económica y social, y tal vez muchas otras decadencias, que la brutal dimensión de la económica y social ocultan, es un escenario artificioso cruzado por encrucijadas que confunden y tornan imposible encontrar una salida: siempre una pared infranqueable obliga a retroceder sin encontrar una salida.
Lo laberíntico genera angustia. Y le quita autoridad a los que han corrido sin poder encontrar la salida. ¿En qué, en quién confiar?
Cuando llegó José Alfredo Martínez de Hoz (1976) ya estábamos metidos en el laberinto. Pero él, con la fuerza bruta de la Dictadura Genocida, nos empujó hacia adentro. En un panorama sombrío dijo “veo la luz al final del túnel”.
Lo increíble es que 45 años después, cuando esta negrura presente ya estaba cubriendo todo, Gabriela Michetti (2018) – vicepresidente de la Nación – dijo “veo la luz al final del túnel”.
El laberinto es volver a empezar. El día de la marmota.
Quienes nos condujeron y hoy conducen, están como nosotrosen el laberinto. Pero el poder ciega y entonces están a obscuras. Por eso no saben dónde están. Imaginan un túnel y dicen que “ven luz” …que nadie ve.
La imaginación de los gobernantes ha sido rica: desde la inversión de sentido de afirmar que con “la democracia se come, se cura y se educa”, cuando la democracia es plena sólo cuando todos comen, se curan y educan y no al revés, hasta el patético ingreso al primer mundo con Carlos Menem o la “revolución imaginaria” de los Kirchner. Y ahora en el hartazgo de esta secuencia escrita de frustraciones: “el segundo semestre”, “los brotes verdes” y el retorno, despejando hilachas, a un escenario de cuasi default como con el que terminamos en 2001. ¿Cuándo entramos en esta trampa?
Si nos basamos en las estadísticas del PBI por habitante, la respuesta es contundente: entramos en el laberinto de la decadencia hace 45 años.
Decadencia implica que previamente hubo progreso. No hay decadencia sin progreso previo.
Revisemos el pasado, ese lugar en el que los argentinos nada podemos acordar. Abordémoslo con estadísticas. Probadas y aprobadas por colegas de distinta visión.
La de aquellos que insisten en recorrer el laberinto buscando la luz al final del túnel, que han sido parte de las gestiones de los últimos 45 años, y la de aquellos que se resistieron a ingresar en él: los menos. Los que han sido parte en general son ideológicamente neoliberales pro mercado y apertura.
Aclaremos, el neoliberalismo vacía de sentido cualquier referencia al interés general, al bien común, y considera que “el único determinante del comportamientos individuales es el cálculo racional, que en ningún caso está regido por reglas morales”E.Mulot.Veamos.
Hasta 1975 la Argentina fue un país de progreso económico y social. Por cierto, no exento de problemas.
Si hacemos análisis comparativo y nos basamos en lo escrito por un economista ortodoxo y dos veces funcionario en los últimos 45 años, como lo es Federico Sturzenegger, el PBI por habitante de la Argentina se mantuvo en el 75% del de Australia desde 1900 hasta 1975, año a partir del cual nos separamos drásticamente de la trayectoria australiana. Después de 1975 nuestro PBI por habitante cada año fue un porcentaje menor del de Australia.
Australia progresó (y mucho) hasta 1975 (después también), nosotros corrimos a la misma velocidad (no más ni menos) desde 1900 hasta 1975. Entonces nosotros, hasta 1975 y a la misma velocidad que Australia, tuvimos una excelente performance comparativa hasta hace 45 años.
¿Por qué Mauricio Macri, los “articulistas” pro oficialistas, hablan de 70 años de decadencia si, haciendo la cuenta hasta 1975 hay 45 años que tienen en común la misma visión de lo que debe ser la política pública?
Es fácil constatar que el PBI por habitante de la Argentina entre 1944 y 1975 creció a la misma velocidad que el de los Estados Unidos. Ni más ligero ni más despacio.
En los “gloriosos 30 años” (1944/1975) de la economía occidental, los del Estado de Bienestar, la industrialización, el pleno empleo, el avance de la redistribución progresiva del ingreso, la economía argentina y la economía americana crecimos a la misma velocidad.
La visión dominante era la de las políticas públicas precedidas por el concepto del “bien común”.
Hay más. Dicen J. Llach y M. Lago, dos economistas ortodoxos (el primero funcionario nacional destacado dos veces en el período 1990/2002), en uno de sus libros recientes, sostiene que entre 1963 y 1974 el PBI por habitante de la Argentina creció a mayor velocidad que el PBI por habitante de los países occidentales.
Tres relaciones comparadas – avaladas por protagonistas y policy makers de los últimos 45 años – nos demuestran de manera palmaria que si Australia, Estados Unidos y las economías desarrolladas de Europa Occidental eran economía en progreso, desde antes y hasta 1975 (ellas lo fueron también después) también lo fue, en aquél entonces, la economía argentina porque creció a la misma velocidad. Una opinión unánime: hasta 1975 progresamos, entonces, la decadencia – el ingreso en el laberinto – tiene fecha de inicio.
La enorme diferencia, el brutal abismo, es que todas aquellas economías occidentales siguieron siendo economías de progreso (aunque a distintas velocidades) y la economía argentina, desde 1975 hasta la fecha, ha dejado de serlo.
Hubo progreso comparado (y absoluto) hasta 1975 y particularmente desde 1945.
Miremos las estadísticas del PBI por habitante. Desde 1900 hasta 1945 el PBI ph creció 1,03% anual acumulativo y desde 1945 hasta 1974, 1,98%. De entonces a hoy 0,58% ¿Cuál es entonces el período de mayor crecimiento?¿Cuesta tanto que la unanimidad de los colegas reconozcan los hechos?
Desde 1975 estamos en decadencia económica medida por el PBI por habitante y en ese laberinto la pobreza se multiplicó a las tasas chinas de 7% anual.
Es necesario aclarar que dado que la población crece sistemáticamente hablar de porcentaje de personas bajo de la lìnea de pobreza es insuficiente. Es imprescindible hablar de número de personas sufriendo la pobreza. Y en ese caso 7% anual acumulativo de crecimiento es lo que ha producido que, de las 800 mil personas estimadas en esa condición en la primera Encuesta de Hogares del Indec (1974) hayamos pasado a 14 millones en los días que corren.
La decadencia no es obra de Mauricio Macri, no lo es el estancamiento de 45 años (eso es el 0,58% de crecimiento anual) ni los 14 millones de pobres. No. La causa es la continuidad de un proceso de extravío en la conducción que gira en el laberinto desde hace muchas gestiones.
Estas desgracias vienen de una catarata que viene tomando fuerza desde la altura de los tiempos de 1975: una bola de nieve de estancamiento.
Mientras en 1974 y antes, el desempleo rondaba el 2/4% y en momento de recesión (que los había) llegaba al 7%. Desde entonces la tasa de desempleo de crisis fue a un ritmo creciente; y cuando esa tasa declinaba, aumentaban varios “compensadores” sistémicos: el retiro del mercado de trabajo por hastío de no encontrarlo, el empleo público sustituto funcional del seguro de desempleo, los distintos tipos de planes e imprescindibles ayudas sociales que no son más que acciones de supervivencia colectiva.
En aquellos años de progreso económico y social irrefutable con los datos, el gasto del Estado nunca representó más del 22 % del PBI, el endeudamiento externo no fue ni remotamente una variable central de la política económica; y la tasa de inflación dificilmente superaba tres veces la tasa media de inflación anual de los países desarrollados.
En los años de la decadencia iniciada en 1975 y continuada hasta hoy el Estado, con privatizaciones incluidas, creció hasta 42%. El endeudamiento externo, la financiarización de la economía, creció sin pausa y con prisa; y todas las gestiones debieron acudir al auxilio del FMI; y además vivieron en estado de default. Y la inflación – hiper inflaciones aparte – con excepciones que llevaron al estallido de los 2000, siempre estuvo rondando 10 veces la inflación promedio de las economías occidentales.
Hasta 1975 la oferta de bienes públicos – todos lo recuerdan – era razonable, apropiada para un país de desarrollo medio, el hospital público, la escuela pública, la seguridad en las calles, etc.
Seguramente traducido a las palabras del presente “un clima de favorable a la inversión”.
Si Usted quiere aclaro que la fuga del dinero – que la había – iba a los bienes y no a los dólares. No era una fuga verde “casi popular” como la de nuestros días.
Nadie puede negar la existencia de conflictos sociales. Pero tampoco se puede desconocer que la representación social y el diálogo con el poder, excluían la acción directa: la calle no era el territorio cotidiano del conflicto social.
Sin duda, en esos años del Estado de Bienestar, también la minoría regresiva – que finalmente se impuso en 1975 y hasta hoy – se hacía del “Poder” por la fuerza militar (no por las urnas) para “contener y frenar la distribución progresiva del ingreso”. Y también sin duda las ultra minorías armadas de las guerrillas generaban en las calles un clima de temor, tanto durante los gobiernos militares como en el período democrático inaugurado en 1973.
Por eso el General Perón los expulsó de la Plaza llamándolos “imberbes” y agregando “estos infiltrados que trabajan adentro, y que traidoramente son más peligrosos que los que trabajan desde afuera, sin contar con que la mayoría de ellos son mercenarios al servicio del dinero extranjero”.
Hasta 1975 no hubo ningún período de “déme dos”, ni tampoco la explosión de fortunas súbitas e hiper concentradas que adornan nuestros espacios que imitan al primer mundo, pero con la tosquedad extrema del Hotel de lujo y casino que – en la ciudad de Rosario – está en la vecindad de la villa miseria.
Estas fortunas nuevas, bastante toscas, no se emparentan con las de la “oligarquía ganadera” que crecían cuando crecía el país. Ni con la de la “burguesía industrial” que cuando crecía el país crecía.
En aquél entonces, hasta 1975, fortunas individuales y progreso colectivo, podrían no ir parejas, pero iban para el mismo lado.
Pero hoy, con 45 años de país estancado, mareas de pobreza alrededor de las ciudades, el mayor escándalo es la explosión de fortunas nuevas. Inmensas, bien notables, y como en todo lugar de riquezas súbitas, la de los nuevos ricos, es además de poco mérito todas derivadas de concesiones o contrataciones propias del desguase del Estado. El final de “Zorba el griego”.
Un Estado que ahora representa el 42 % del PBI (el doble de aquella época de los 30 gloriosos) que sobrevive por estar endeudado, que no presta la proporción de los servicios públicos de entonces y que asiste a una privatización continuada de la educación, la salud y del ejército de seguridad privada que hasta atiende en “espacios públicos”. Todo eso es decadencia.
Tenemos un Estado sin moneda. Lo que es de una gravedad extrema. Porque es “menos Estado” que el necesario. Y porque se torna un Estado dependiente, ya no del mercado financiero interno, sino – y vaya si lo sufrimos – de las llaves de paso que se abren o se cierran en el exterior y que nos hacen dependientes.
Simplemente hasta 1975 los bancos privados financiaban hipotecas para vivienda a 10,12 o15 años, en pesos y a tasas de interés fijas. Sí, había ilusión monetaria,pero era posible hacer política monetaria.
¿Cómo se dispara la decadencia?¿Cuándo entramos en el laberinto? En 1975 ocurre el “rodrigazo”. Pero no fue solamente una decisión espantosa, errónea, de política económica. Fue, como está de moda ahora señalar, un “intento de cambio cultural”.
Ricardo M. Zinn, el operador e inspirador del golpe económico que tumbó a la Argentina, era un militante de la lucha contra las ideas de desarrollo y justicia. Sostenía que sólo el vigor de los mercados, librados a toda su potencia, era capaz de producir beneficios colectivos e individuales. Nada, decía, justificaba “las políticas”, los “objetivos”, los “programas”. No podían provocar nada positivo.
Todo se dividía en “cuestiones que el mercado ha resuelto y cuestiones que el mercado resolverá”. Para eso había que liberar las fuerzas del mercado y hacerlas liderar por el mercado financiero cuyo regulador de “pasa no pasa” es la tasa de interés de mercado, pura, limpia, sin concesiones. Cuando lo vemos actuar al actual Presidente del BCRA no cabe duda que a todos los mueve el mismo espíritu.
Zinn era un extremista del neoliberalismo que acuñó, durante la Dictadura Genocida, dos frases emblemáticas “los argentinos somos derechos y humanos”, “achicar el Estado es agrandar la Nación”. Por un lado justificaba la represión salvaje y por el otro justificaba la destrucción del Estado. En ese camino “la Nación” se encogía dos veces. La primera porque no podía amparar la vida de todos los ciudadanos y la segunda porque se sembraba el espiritu de no ser todos partes de la misma Patria.
Zinn junto a Pedro Pou dió origen al CEMA y desde ese centro de pensamiento – Chicago Boys – se construyó una Universidad y se difundió una doctrina, una ideología, poderosa que repite, en lengua nativa, “el Estado no es parte de la solución sino parte del problema” (R.Regan) y “no hay tal cosa como “la sociedad” solo individuos” (M.Tatcher).
Lo más insólito que todos ellos eran miembros de la secta “Los Caballeros del Fuego” que lideraba José López Rega. ¿Podrán imaginarse que su instalación en el poder surgió de las maniobras siniestras del “brujo”?
La deriva de ese pensamiento es el auge financiero, primera etapa, al que contribuyó la demolición del desarrollo industrial nacional.
Zinn acordó con J.A. Martinez de Hoz las medidas del ”rodrigazo”, la resistencia a las mismas conducidas por el sindicalismo – en el marco de la guerrilla que le hacía el juego al golpe con aquello de “cuanto peor mejor” – fue el fundamento de la Dictadura Militar que puso en marcha la segunda etapa del “rodrigazo”.
El argumento de la apertura irracional de importaciones financiadas con deuda externa, era que se había acabado y fracasado la “industrialización por sustitución de importaciones”.
Que el innegable avance de integración industrial – de la que un ejemplo era la industria automotriz resultado de una integración vertical que producía el 90% de un vehículo y que además exportaba – era “falso” y que había que abandonar ese rumbo de modernización económica y social cuyos resultados ya hemos mencionado.
En 1974 las terminales automotrices y todas las empresas del sector, acordaron el protagonismo exportador automotriz que se frustró con la llegada del neoliberalismo al gobierno.
A partir de esa mirada equivocada (ingenua o perversa) la economía argentina hizo de la industria manufacturera de transformación la madre de la nueva y monumental restricción externa: déficit de 30 mil millones de dólares anuales (2004/2018). Si se crece 1%, las importaciones industriales crecen 3,69%.
El crecimiento, en estas condiciones, genera crisis del balance de pagos.
En “restricción externa estructural” no existe la posibilidad de consolidar una moneda porque dependemos de una moneda que no emitimos; y con el discurso de la desindustrialización forzada, en lugar de producir los bienes que proveean esa moneda, vivimos en déficit permanente de ella.
La desindustrialización forzada, que arrastramos hace 45 años, es el motor de la restricción externa y además ha destruído la capacidad de generar empleo productivo urbano. Llevamos 19 caídas del PBI ph entre 1975 y 2018.
Esta mecánica lleva a que la restricción externa, provocada por la desindustralizaciòn, obligue al Estado a paliar las condiciones que genera la falta de trabajo productivo urbano. La primera respuesta que agrava la debilidad fiscal es un empleado público cada 12 habitantes.
La proporción de consumidores de bienes o insumos importados, por la conformación “ensambladora” de la industria, es infinitamente superior a la proproción de productores de bienes o insumos de exportación.
Se genera así la economía de tres déficits: externo, de empleo y fiscal.
Toda política de impulso, en este sistema que rechaza la concertación, es inflacionaria porque no mueve la rueda de la producción sino la de la deuda.
En este contexto, la deuda externa grita y la deuda social angustia.
Entre gritos y angustia, es imprescindible repensar el por qué de la decadencia y romper con el discurso de la justificación que da vueltas en el laberinto sin encontrar la salida. Con las mismas ideas, aunque las personas cambien, nada va a cambiar. Por eso hay que entender por qué la decadencia: ese porque es la única manera de salir del laberinto.
Carlos Leyba es economista egresado de la Universidad de Buenos Aires. Realizó estudios de posgrado en la Universidad Libre de Bruselas. Fue profesor regular titular en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Durante la presidencia de Perón fue subsecretario general del Ministerio de Economía y vicepresidente ejecutivo del Instituto Nacional de Planificación Económica (INPE), en tal carácter tuvo a su cargo las tareas operativas de la Política de Concertación y del Plan Trienal de Reconstrucción y Liberación Nacional. Fue presidente del Fondo Nacional de las Artes y coordinador de los Informes de Desrrollo Humano (1995-1999) del Senado de la Nación. Consultor del PNUD, del Banco Mundial, del BID y de empresas. Es presidente del Centro de Estrategias de Estado y Mercado (EEM), profesor en la Maestria de Integración de la UBA, columnista económico de la revista Debate y edita la página web nosquedamosenel73. Es autor del libro Economia y Politica en el Tercer Gobierno de Peron.
ELLOS MAS VIEJOS, MAS GORDOS Y OPULENTOS MILLONARIOS
Desde esa famosa frase-propuesta: HAY QUE DEJAR DE ROBAR POR DOS AÑOS pronunciada por el entonces joven político LUIS BARRIONUEVO en los años noventa, pasaron casi tres décadas y si bien mucho se habló de sus imprudentes dichos, “nuestros líderes” no dejaron de robar. Ni por dos años, ni por dos meses y tampoco por dos días, así hoy los resultados están a la vista de todos y todas. Endeudados, sin fuerzas armadas, con poderes del estado como el judicial en permanente crisis, con la inseguridad y las drogas ganando las calles se improvisa el futuro día a día, al tiempo que fugan los capitales. Lo único que ocurrió es que envejecimos, encanecimos y engordamos algunos kilos.
Eso sí, BARRIONUEVO y otros muchos, quizás demasiados, responsables o irresponsables como él, sin prejuicios ni remordimientos, también “engordaron” exponencialmente sus patrimonios. Al mismo tiempo que en sentido negativo lo hacia la pobreza de la población, en la que los más afectados son los niños. Esos que como eslogan de una lejana época “iban a ser los únicos privilegiados”. Hoy unos se trasladan en lujosos aviones privados y hacen planes para recuperar el poder pleno. Los otros, poco menos que en carro o a pie callan y se preparan para en 2019 a través de las urnas, volver a votar nuevamente por esta misma gente que los engañó y empobreció a niveles de miseria, como nunca se vio en un país tan rico como Argentina.
Cuando el escritor escoses James Matthew Barrie escribió la novela “El País de Nunca Jamás” en 1904; fábula que combina la acción y la fantasía, la describía en una isla lejana y exótica donde los niños no crecían y vivían sin ninguna regla o responsabilidad ; pasando así la mayor parte del tiempo, divirtiéndose y viviendo aventuras.
Llamados los niños perdidos cuyo líder era Peter Pan y su hada Campanilla.
La población de dicha isla estaba también compuesta por piratas, indios, sirenas, hadas y demás criaturas de la naturaleza que habitaban en la selva y aguas profundas.
Hoy después de ver todo lo que esta sucediendo en nuestro País, recordé cuando hace 63 años me regalaron el día de mi cumpleaños (hoy tengo 72) el libro “Peter Pan y la Isla de la fantasía” y parecía que nuevamente lo estaba leyendo, recreándolo y comparándolo paradójicamente con lo que a diario nos acosa y angustia.
Enumerar los acontecimientos que a diario se suceden en nuestra ¡ISLA! Es interminable además porque día a día son superados por otros nuevos que logran imponerse sobre los anteriores.
Vivimos recordando el pasado; mencionando la famosa generación del 80, de todos sus logros. Proclamando que somos el granero del mundo con capacidad de alimentar a 400 millones de personas; pero no lo podemos hacer con los 43 millones que somos nosotros.
Recordamos los “golpes militares” pero nos olvidamos que siempre fueron reclamados y apoyados por los políticos y la mayoría de la sociedad.
Que el Tte Grl Perón fue un estadista y mas que ello fue un oportunista, inteligente que aprovechó la debilidad de los políticos y la sociedad para crear un populismo ignorante, fácil de manejar y conducir para conseguir sus propios intereses y cuando se dio cuenta de lo que había conformado ya era tarde y fue sobrepasado perdiendo el control de sus ¡seguidores!
Vivimos escuchando especialistas en cada uno de los temas que a diario surgen, todos son idóneos en todo, no importa a lo que se refiere pero opinan y generan largos y tediosos programas en todos los medios de comunicación.
Los estudiantes tomando colegios y reclamando por la legalidad del aborto sin tener en cuenta que gracias a que sus madres no los abortaron hoy pueden estar presentes realizando esas absurdas peticiones; pregunto ¿Los padres dónde están?
Las organizaciones sociales, gremiales, partidos de izquierda y demás oportunistas cortando calles impidiendo que el resto de las personas pueda desarrollar sus actividades con normalidad; pregunto ¿Cómo y quiénes sostienen los que manifiestan? ¿Dónde está el Estado de derecho y la Justicia para impedirlo?
La década del 70, Organizaciones terroristas, Las Abuelas, Las Madres, La Guerra de Malvinas, Balza,Tráfico de armas, Voladura de Río Tercero, Julio López, La tragedia de Once, Inundaciones en La Plata, Lázaro Báez, La 125, Jaime, Milani, la RAM, Jones Huala, Sergio Maldonado, los bolsos del convento de López, la valija de Antonini Wilson, De Vido, El submarino San Juan, Fuerzas armadas, Juicios a los militares, Corrupción en la política, en la Justicia, en la Policía, Narcotráfico, Seguridad, Educación, Salud, Mundial de futbol, Campaña política, Los empresarios, La grieta, El Papa Francisco, Los motochorros, Los asesinatos de policías y gente común, Etc, Etc, Etc, …….
Pregunto ¿Vamos a continuar sumergidos en la inacción? ¿Quién ejerce el poder? ¿Esta el gobierno capacitado para afrontar y enfrentar las amenazas institucionales contra el Estado y la Sociedad? Hasta el momento no se han apreciado grandes logros y pienso que todo radica en la falta de conocimiento de lo que es convivir con la gente, con el común de la gente, de ver como se vive en zonas olvidadas por los políticos que solo las ven y conocen cuando hacen campaña prometiendo como todos, lo que jamás les darán.
Primero hay que aprender a caminar en el barro para luego saber cuál es el camino correcto; pero aquí parece que nunca nadie se ensució los zapatos ni usó “Las Pampero”.
Comparando los personajes del “País de Nunca jamás”, creo podemos recrearlos a todos en cada una de sus actuales posiciones, funciones y actitudes; El Líder, Campanilla, Capitán Garfio, Los Piratas, Las Hadas, Las Sirenas y los animales de la selva y las profundidades.
Hoy continuamos viviendo en el País de Nunca Jamás, país imaginario de la Isla de Peter Pan; donde todos somos como niños que no queremos crecer y continuar de forma caprichosa haciendo lo que se nos antoja sin tener nada ni nadie que nos lo impida.
Vivimos mirando para atrás, echando culpas al pasado (que sin dudas las tiene) pero no le damos la solución al presente, vivimos edificando sobre las ruinas de los anteriores y nos olvidamos de construir cimientos sólidos para un futuro venturoso y así evitar el derrumbe.
El escritor Javier de Isusi en un párrafo de su novela “Juan sin tierra” en la parte que habla del Vasco y el Corto Maltes, expresa: Parece como si quisiéramos arrastrarnos a este estadio vital que hemos dejado atrás con los años, a fin de abandonar, aunque sólo sea por el breve instante, todo ese conjunto de valores que vamos adquiriendo a medida que nos hacemos mayores. Digamos que lo que tenemos que hacer es algo así como ¡Quitémonos todas las máscaras que nos ponemos de adultos e intentemos volver a ver con la mirada de un niño! Y ser realista.
A continuación transcribo literalmente lo publicado en el periódico El Mediterráneo del 01/06/18 por Vicent García Nebot. (Abogado-Urbanista).
“Hermanos: Hasta esta semana pasada yo creía que vivía en el País de Nunca Jamás. Un mundo mágico donde los niños no alcanzan la edad adulta, y si uno viaja allí le es difícil volver a su antigua vida y recordar su pasado. Un país en el que los jueces son juzgados (antes que los presuntos malhechores) y expulsados de la carrera judicial, Y en los que las sentencias tardan años y años en salir haciendo que las cosas pasen a ser «cosas del pasado» y los amigos del alma pasen a ser «ese señor de quien usted me habla».
Pues no, porque, aunque es pronto para decirlo, existen unos cuantos valientes que se han atrevido a romper las reglas. En Castellón un juez de Instrucción de Nules marcó el camino a seguir. En Madrid y Valencia son otros los que no han sucumbido a las presiones profesionales y personales, y demás triquiñuelas del sistema.
El País de Nunca Jamás se transforma, de repente, en el País de a Veces parece que va y sí. Y es que las cosas parece que están cambiando. Hace unos meses un amigo mío, promotor de éxito en los tiempos de la burbuja, decía ante la televisión lo que me contaba de forma reservada respecto a cómo funcionaba el sistema de comisiones dentro del partido gobernante en la Comunitat por aquellas fechas. La verdad es que desde mi País de Nunca Jamás no entendía porque lo estaba haciendo. Qué buscaba con esta declaración que (creo) que nadie le había pedido.
Pues bien, la suerte es que aún hay héroes que son libres para hacer y decir lo que su conciencia le dicta. Eso si después de haberlo meditado mucho. Hasta la prescripción. Amén.”
¿Podremos acá lograr y alcanzar lo mismo?
Nuestro país fue hecho por inmigrantes de todo el mundo, la mayoría de origen español e italiano y de otros países, fundamentalmente después de las dos grandes guerras y otras de menor significado, pero lamentablemente no hubo una política de estado y no se logró conformar una sociedad HOMOGENEA con verdadero sentido de PATRIA. (A excepción de un campeonato de futbol).
Cada uno después de lograr su bienestar solo se dedico a disfrutar del mismo y lo peor de todo es que en esa ambición sin límite se aprovechó de los más necesitados y desamparados llegando a la explotación de los mismos.
¿Cuántas banderas celeste y blanca han visto en los balcones para las fiestas patrias? Hemos perdido y olvidado las tradiciones, el significado de nuestra historia, de nuestros próceres, ¡Ah! Eso sí, lo enaltecemos al “Che” como símbolo de la libertad. A Rodolfo Walsh lo ponderamos colocando su nombre a una estación de subte olvidándonos de la bomba que hizo detonar en el comedor de coordinación federal matando 22 personas e hiriendo a cientos más. No solo estamos en “El País de Nunca Jamás” sino que también lo estamos en el “Reino del Revés”.
Hablamos de “LA GRIETA”, como la separación que existe en nuestra sociedad y considero que el termino esta mal empleado ya que desde el punto de vista físico-geográfico, la grieta se puede sortear ya sea rellenándola, saltándola, construyendo un puente o por sobrevuelo: pero lamentablemente acá y ahora es imposible poder realizar una acción que permita salvarla porque la sociedad esta enferma, enferma de odio, de resentimiento, de revancha, de venganza, de desesperanza, de no tener objetivos que los conduzcan a un fin común.
Comparto en parte el artículo del periodista Pablo Sirven en el diario La Nación del 29/07/18, titulado “La Obsesión Eterna con los Militares”; para que apreciemos una vez más que estamos, ¡valga el paralelismo! viviendo en el “País de Nunca Jamás”.
Me hubiese gustado que el Sr. Pablo Sirven, se refiriera también a aquellos terroristas que atentaron contra la democracia, que mataron inocentes y que hoy están ocupando cargos en la política y/u otros espacios, caminando por las calles sin el más mínimo sentimiento de culpa y en LIBERTAD. ¿No es que somos todos iguales ante la ley?
Tenemos una parte de la justicia autodenominada “JUSTICIA LEGÍTIMA” , de tal manera, que debemos considerar que hay otra parte que es “ILEGÍTIMA”, dentro de cuál de ellas nos encontramos?
¿EXISTE REALMENTE LA JUSTICIA?
Me pregunto: ¿Caerán nuevamente “los militares” en la trampa? O habrá una nueva camada de futuros prisioneros sin que existan los verdaderos responsables de su condena?
¿PODREMOS DEJAR DE VIVIR EN EL PAIS DE NUNCA JAMÁS?
¡QUE PARADOJA!
Alejandro Santana, el 29/04/12 escribió en El Birán NY de Rep. Dominicana lo siguiente:
“Parece que somos muy buenos para vivir añorando el pasado y colocándonos de espalda al presente sin tener en cuenta que los pueblos que viven aferrados al pasado, se quedan estancados y no pueden salir del sub-desarrollo, pero tampoco están en capacidad de luchar, de sintonizarse con la realidad del presente”.
Hoy la letra del tango “Cambalache” de Discépolo, tienen más vigencia que nunca.
¡DEJÉMONOS DE VIVIR EN “EL PAÍS DE NUNCA JAMÁS” Y VIVAMOS EN LA REALIDAD PENSANDO EN LAS FUTURAS GENERACIONES!.
Deseo transcribir esta estrofa del Martin Fierro de JOSÉ HERNÁNDEZ, para que, el que lea estos escritos, conozca la intencionalidad de los mismos.
“MAS NAIDES SE CREA OFENDIDO,
PUES Á NINGUNO INCOMODO;
Y SI CANTO DE ESTE MODO
POR ENCONTRARLO OPORTUNO,
NO ES PARA MAL DE NINGUNO
SINÓ PARA BIEN DE TODOS”.
ESTOS ESCRITOS Y LOS VENIDEROS TIENEN POR FINALIDAD SACAR LA VENDA DE LOS OJOS DE LOS QUE NO CONOCEN LA VERDAD, PARA LOS QUE LA CONOCEN Y SE HACEN, DENTRO DE SU CABARDÍA, LOS OLVIDADOS, PARA LOS QUE NO QUIERAN VER O PARA LOS QUE MIRAN SIN QUERER VER.
Había mencionado que el “Padre de la Democracia” RAÚL ALFONSÍN había sido abogado defensor de MARIO ROBERTO SANTUCHO, Jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo, una organización ilegal de guerrilleros que asolaron el país en la década de 1970.
Así mismo podemos, decir que, para entender mejor esta época, es necesario que el pueblo víctima de la mentira marxista, conozca algunos de los miles de dichos, los que entiendo pueden ser los más significativos de personas notables de la época ya sean políticos o guerrilleros a saber
“General, ¿van a dar el golpe? Si van a hacer lo que yo pienso, háganlo lo antes posible.” – Ricardo Balbín, Unión Cívica Radical al General Videla (diciembre, 1975).
“Si las Fuerzas Armadas vienen a poner orden y estabilidad, bienvenidas sean!” – Jorge Antonio, dirigente justicialista (20 de marzo, 1976).
“Es determinación del Gobierno no dejar de hacer absolutamente nada de lo que esté dentro de nuestras facultades y nuestro poder de decisión, hasta alcanzar su más completo exterminio.” – Tomás Vottero, Ministro de Defensa (diciembre, 1975, con referencia a la guerrilla)
“El 17 de junio volví a entrar a la casa. A las 18:40 horas pedí permiso para ir al baño donde puse en marcha el mecanismo de tiempo de la bomba. Después entré al dormitorio de los padres de María Graciela y la coloqué debajo de la cama, del lado que ocuparía el Jefe de Policía. Pero al salir volví sobre mis pasos y la corrí un poco hasta ubicarla justo donde apoyaría la cabeza; a ver si todavía fallaba!” – Ana María González, 18 años, terrorista montonera, al relatar a una revista española el asesinato del General Cesáreo Cardozo.
“Creo que para lograr la patria socialista vamos a tener que matar a no menos de un millón de personas.” – Roberto “Roby” Santucho, Comandante en Jefe del ERP, a su hermano Asdrúbal, oficial del ERP.
“Es imprescindible por encima de todo mantener vivo nuestro odio y aumentarlo hasta el paroxismo. Odio como factor de lucha, odio intransigente al enemigo, odio capaz de llevar al hombre más allá de sus límites naturales y transformarlo en una fría, selectiva, violenta y eficaz máquina de matar.” – Ernesto “Che” Guevara, guerrillero internacional, asesino y genocida.
“Nosotros vamos a proceder de acuerdo con la necesidad, cualesquiera sean los medios. Si no hay ley, fuera de la ley también lo vamos a hacer violentamente. Porque a la violencia no se le puede oponer otra cosa que la propia violencia.” – Juan Domingo Perón – Presidente de la Nación (octubre 1973), con relación a la guerrilla.
“Obviamente Montoneros tenía un objetivo, la construcción del socialismo, y este objetivo no tenía nada que ver con el objetivo que tenía Juan Perón.” – Miguel Bonasso, alias “Cogote”, oficial montonero y hoy diputado nacional.
“Nuestra estrategia consiste en la toma del poder por el pueblo a través de la lucha armada. Este objetivo presupone previamente la eliminación de las organizaciones políticas, económicas y administrativas del régimen y el aniquilamiento físico de sus fuerzas de represión.” Montoneros, “Manual de Táctica Urbana”.
“Es imprescindible por encima de todo mantener vivo nuestro odio y aumentarlo hasta el paroxismo. Odio como factor de lucha, odio intransigente al enemigo, odio capaz de llevar al hombre más allá de sus límites naturales y transformarlo en una fría, y selectiva máquina de matar”– Che Guevara asesino de Raul Castro. http://www.alfinal.com/politica/97frases.php
Ni bien Raúl Alfonsín asumió el poder que le entregó el Presidente Reynaldo Bignone en diciembre de 1983, a efectos de comenzar a construir la mentira oficial y preparar un sainete vengativo con juicios a los militares que gobernaron el país (junto a los radicales), el 15 de diciembre de 1983 -a tan solo días de asumir- Alfonsín emitió el Decreto 187/83 con el que se creó la CO.NA.DE.P (Comisión Nacional para la Desaparición de Personas), cuya finalidad sería investigar los hechos sucedidos durante la reciente guerra revolucionaria, acontecida en la década anterior.
Es así como este nefasto “Padre de la patria ALFONSIN, por decreto, lo nombró presidente de la comisión junto a otras seis personas designadas por el Congreso Nacional, suponiendo que sería integrado por personas honorables, imparciales, sin ideología políticas, y verdaderamente humanistas, etc. Sin embargo la CO.NA.DE.P fue liderada por este hipócrita ERNESTO SÁBATO.
Para ello es sumamente imprescindible conocer también quien fue este personaje quien siempre actuó como un verdadero traidor a la Patria. Esto no llama para nada la atención, ya que fue afiliado al partido comunista, partido que asesinó a más de cien millones de personas en solo siete décadas, y así ALFONSIN organizó esta comisión para “investigar” violaciones a los DDHH ocurridos en una guerra en la que de un lado estaban las FFAA. de la Nación y del otro Montoneros y ERP, organizaciones, maristas-leninistas.
Este nefasto personaje nunca tuvo escrúpulos como militante comunistas, quien no dudó nunca en traicionarlos, aspectos que paso a detallar con los siguientes hechos que lo identifican y pintan tal cual es esta miseria de persona:
1) No dudar en elogiar y adular a los “golpes de estado” ya en los años de la “Revolución Libertadora” de 1955, dijo: “En toda revolución hay vencidos. En esta los vencidos son la tiranía, la corrupción, la degradación del hombre, el servilismo. Son vencidos los delincuentes, los demagogos, los torturadores. Personalmente creo que los torturadores deberían ser sometidos a la pena de muerte”. Lo mismo hizo con el golpe por el Gral. JUAN CARLOS ONGANÍA contra el Presidente radical ARTURO ILLIA en 1966, al mejor presidente que tuvimos los argentinos. Entonces manifestó nuevamente su desprecio por la democracia: “Llegó el momento de barrer con prejuicios y valores apócrifos, que no responden a la realidad. Debemos tener el coraje para comprender (y decir) que han acabado, que se habían acabado instituciones en las que nadie creía seriamente. ¿Vos crees en la Cámara de Diputados? ¿Conoces a mucha gente que crea en esa clase de farsas? Por eso la gente común de la calle ha sentido un profundo sentimiento de liberación. Se trata de que estamos hartos de mistificaciones, hartos de politiquería de comité, combinaciones astutas para ganar tal o cual elección. Ojalá la serenidad, la discreción, la fuerza sin alardes, la firmeza sin prepotencia que ha manifestado ONGANÍA en sus primeros actos sea lo que prevalezca y que podamos al fin levantar una gran nación, sin hipócrita acatamiento a viejos mitos políticos. Como se comprende, es mucho más lindo y viste más hablar de democracia vulnerada y otras falacias del mismo calibre. Yo prefiero equivocarme haciendo o intentando hacer algo más grande, que ser una persona correcta y honorable, contribuyendo a que nos hundamos todos en la podredumbre”.
2) En el gobierno de facto del General JORGE RAFAEL VIDELA, en mayo de 1976, concurrió a un banquete y a su salida expresó: “El Gral. Videla me dio una excelente impresión. Se trata de un hombre culto, modesto e inteligente. Me impresionó la amplitud de criterio y la cultura del Presidente. Hablamos de la cultura en general, de temas espirituales, culturales, históricos… hubo un altísimo grado de comprensión y respeto mutuo, y en ningún momento incurrimos en el pecado de caer en banalidades; cada uno de nosotros vertió sin vacilaciones su concepción personal de los temas abordados”. Pero milagrosamente se olvidó de mencionar lo que le dijera al general Videla en el almuerzo: “el país necesitaba un baño de sangre para purificarse”. Quien a pesar de estar en plena guerra contra la subersión, aclaró que: “Los militares no estaban para hacer la guerra sino para evitarla y no para derramar sangre sino para intentar contenerla”.Lo que mencionara en directa alusión a lo que manifestara el líder guerrillero – “Creo que para lograr la patria socialista vamos a tener que matar a no menos de un millón de personas.” – Roberto “Roby” (nombre de guerra) de MARIO ROERTO SANTUCHO, Comandante en Jefe del ERP, a su hermano Asdrúbal, oficial del ERP, muerto en una embocada en el monte Tucumano.
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Posteriormente Sábato ratificó su opinión “pro-proceso” diciendo a la revista alemana GEO: “La inmensa mayoría de los argentinos rogaba casi por favor que las Fuerzas Armadas tomaran el poder. Todos nosotros deseábamos que se terminara ese vergonzoso gobierno de mafiosos. Desgraciadamente ocurrió que el desorden general, el crimen y el desastre eran tan grandes que los nuevos mandatarios no alcanzaban ya a superarlos con los medios de un estado de derecho…los extremistas de izquierda habían llevado a cabo los más infames secuestros y los crímenes monstruosos más repugnantes” y luego concluyó manifestando: “Sin duda alguna, en los últimos meses, muchas cosas han mejorado en nuestro país; las bandas terroristas han sido puestas en gran parte bajo control. La democracia tiene que aprender su lección de la historia y debe saber que con los viejos métodos liberales heredados de tiempos menos problemáticos, no se pueden dominar los delirios del presente” http://fdra-historia.blogspot.com/search/label/comunismo?updated-max=2014-07-16T20:00:00-07:00&max-results=20&start=64&by-date=false
Me he limitado en este caso a nombrar alguno de los antecedentes del señor ALFONSÍN, es decir del “Padre de la Democracia” para que se conozca lo que realmente fue esta persona. También me he limitado a nombrar en forma escueta todo lo relacionado a este nefasto ERNESTO SABATO, para que se entiende perfectamente el porqué de los juicios a los Comandantes de cada una de las Fuerzas Armadas, violando los derechos y garantías de nuestra Carta Magna, con gravísimas aberraciones jurídicas que ofenden a toda la comunidad jurídica internacional.
PP – VGMT (PRESO POLITICO Y VETERANO DE GUERRA EN EL MONTE TUCUMANO.
“La incomprensión del presente nace de la ignorancia del pasado”.
Rafael Bielsa
El domingo pasado, al leer la imprescindible columna de Jorge Fernández Díaz en “La Nación” (https://tinyurl.com/z4qcmmf), tomé conciencia del primero de los impresionantes cambios que se han producido en lo que va del año.
Hasta ahora, los ideólogos de izquierda del mundo subdesarrollado se hartaron de despotricar contra la globalización, a la que consideran terriblemente perjudicial para los países pobres. Sin embargo, hoy quien enarbola la bandera más importante de resistencia a ese movimiento –que, debo decir, me parece imparable- es nada menos que Donald Trump, que brega por cerrar la economía estadounidense con los mismos argumentos que utilizan quienes se encuentran en sus antípodas políticas.
Es interesante, entonces, pensar cómo puede darse un fenómeno socio-económico, relativamente nuevo, que resulte perjudicial para todos, sean privilegiados o sumergidos. Como, naturalmente, eso contiene una contradicción que lo convierte en imposible, resulta fundamental discernir a quién le asiste la razón.
Estados Unidos es, sin duda, el mayor país del mundo todavía, aunque China pretenda acercársele. Y es el mayor exportador de tecnología, dada su monumental inversión en investigación y desarrollo. Pero, para poder mantener al mundo entero como un mercado para sus productos, debe también aceptar que el resto de los países exporten a su mercado interno porque, en general, las economías son reacias a comprar a quien no les compra.
Por eso, creo que los próximos meses –hace pocas décadas, hubiéramos dicho años- traerán algunas respuestas a estos interrogantes, generados por algunos datos ciertos: un obrero estadounidense gana, en promedio, cuatro veces más que su homólogo mexicano, y ni hablar de los trabajadores del sudeste asiático, pese a que éstos también han mejorado. Si Trump insiste en concentrar toda la producción de las empresas norteamericanas en su propio territorio y en incentivar el “compre nacional”, resulta obvio que los salarios locales subirán aún más, y ese mayor costo se trasladará, necesariamente, a los precios; de la reacción de la sociedad ante ese incremento dependerá, en mucho, el futuro político del nuevo Presidente. Casi tanto como de sus feroces batallas contra la prensa (tan tradicionalmente libre allí que llegó a costarle su cargo al Presidente Richard Nixon) y contra la Justicia, que ha actuado siempre como garante de la división de poderes y como última defensa de los ciudadanos frente a los abusos del Poder Ejecutivo.
El segundo vuelco se refiere a la ola anticorrupción que, desatada por las investigaciones en las empresas Petrobras y Odebrecht, ya alcanza a varios países de Latinoamérica. El pedido de captura del ex Presidente peruano, Alejandro Toledo, las imputaciones al Gobernador del Estado de Rio de Janeiro y al Alcalde (Prefeito) de su capital, el bloqueo judicial a la designación de uno de los principales ministros de Michel Temer (Presidente de Brasil), las acusaciones contra Juan Manuel Santos (Presidente de Colombia), las repercusiones en Panamá y en República Dominicana, donde hay varios políticos y funcionarios de primer nivel involucrados, están transformando al Lava Jato en un verdadero tsunami internacional que nadie sabe dónde terminará, ni cuál será su costo.
Otro vuelco, el primero propio, se refiere al reducido índice de inflación de enero, un mes tradicionalmente malo para esta medición, que sorprendió a todos los economistas. Anualizando los logros de los últimos siete meses en la materia, resulta claro que el Gobierno y el Banco Central han conseguido domeñar este flagelo, que tantos pobres produce; además, resultará un dato clave al momento de negociar las paritarias, salvo aquéllas que se celebrarán con los gremios de marcada dirigencia kirchnerista, en especial los maestros. Pero creo que, si los diferentes gobiernos provinciales se mantienen firmes, surgirá una importante disidencia dentro de los distintas agrupaciones que permitirán el comienzo de las clases en tiempo y forma, y lo mismo sucederá con el subterráneo capitalino y sus salvajes “metrodelegados”. Cada vez serán más quienes estén dispuestos a desobedecer directivas claramente desestabilizadoras.
El dato de la inflación, sumado al éxito del blanqueo y a la proximidad del ingreso de ingentes divisas provenientes de las exportaciones de granos, acompañado por la favorable opinión de los grandes operadores de los mercados de crédito internacionales (Morgan Stanley dijo, el viernes, que Argentina enderezará su economía y atraerá US$ 230 mil millones), permiten afirmar que el Gobierno está haciendo muy bien las cosas en ese terreno. Estoy seguro que el país volverá a crecer este año, aunque será muy difícil que ese crecimiento sea parejo para todas las áreas de actividad, en la medida en que muchas de ellas dependen de la marcha de nuestro principal socio comercial, Brasil, inmerso en una crisis económica y política de incierto futuro.
Y, finalmente, el marcado revuelco que significa la permanente presencia en los medios de difusión masiva, que hoy hasta editorializan sobre la cuestión de los presos políticos pese a haberla ignorado durante los últimos catorce años. Obviamente, ese cambio de actitud responde a un nuevo interés social, reflejado en el rating y en los cientos de cartas de lectores que publican los diarios de mayor circulación, que piden una solución inmediata de este grave condicionamiento de nuestra joven democracia.
Todo ello resulta innegablemente positivo porque, a la entrevista que realizó Eduardo Feinmann a Victoria Villarruel esta semana, siguió un interesantísimo y constructivo debate -en Intratables- entre Silvia Ibarzábal (hija del Coronel secuestrado en el ataque a la guarnición de Azul, torturado y asesinado en 1974, durante la presidencia de Juan Domingo Perón), Luis Labraña (el ex montonero que inventó la mágica cifra de los 30.000 desaparecidos) y Eduardo Anguita (ex combatiente del ERP), que permitió iluminar este tema, tan manipulado.
Resulta inexplicable que, mientras rivales seculares como Alemania, Francia, Gran Bretaña, Polonia y Rusia, que combatieron en guerras terribles y sanguinarias, pudieron sólo siete años después de la Segunda Guerra Mundial (en la que murió el equivalente a toda nuestra población) sentar las bases para la actual Comunidad Europea, y Estados Unidos y Japón se convirtieron en fuertes aliados después de los bombardeos atómicos, nosotros sigamos inmersos en una contienda que ya debiéramos haber debido dejar atrás, cerrando las heridas que, sin duda, causaron esas décadas violentas.
Pero no podremos hacerlo hasta que cese la venganza, y todos podamos estudiar nuestra historia analizando crudamente los hechos tal como sucedieron, sin enmascararlos detrás de posturas ideológicas, y sin tergiversar lo que pasó en nombre de un sesgado relato que, a esta altura, huele irremediablemente a moho.
Dean Dexter, un hombre profesional y afectivamente ligado al fallecido ex Embajador en Argentina Robert Charles Hill, conoce la trágica historia de nuestro país y de Latinoamérica en los años setenta. En sus funciones de periodista y servidor público domina dos lados importantes de estos sucesos. El señor Dexter, ahora en su cargo en la Secretaría de Estado de New Hampshire tuvo la amabilidad de dialogar con PrisioneroEnArgentina.com y compartir sus observaciones y sapiencias.
PrisioneroEnArgentina.com: Señor Dexter, por un tiempo prolongado he tenido la aspiración de conversar con usted ya que sé que ha tenido experiencias con la Argentina de los años setentas.
Dean Dexter: Bueno, sí. Primero de todo… Fabian Kussman, tu nombre me suena muy familiar…
PrisioneroEnArgentina.com: En realidad he escrito algunos artículos. Claro, no tan buenos como los que usted ha redactado. Digo ha, ya que ahora usted se ha dedicado a la política.
Dean Dexter: Soy un periodista, y he trabajado para Robert C. Hill, y le he visitado en Argentina cuando él era embajador allí. Yo era muy cercano a su hijo, Graham Hill, quien falleció hace dos años, en septiembre. Actualmente en mi puesto de Asistente de la Secretaría de Estado en New Hampshire.
PrisioneroEnArgentina.com: Usted escribió una serie de artículos sobre Argentina en esos tumultuosos años. ¿Por qué Argentina? Entonces era un territorio muy peligroso.
Dean Dexter: Si, lo era. Pero cuando estuve allí, no lo hice en mi capacidad de periodista. Más lo hice como visitante. Como amigo y como asistente del Embajador Hill. No estaba destacado allí.
PrisioneroEnArgentina.com: El embajador Hill mencionó, en un reportaje de 1978, lo peligroso que era ser funcionario o empresario americano en Argentina.
Dean Dexter: Si. El embajador Hill era muy cercano al presidente Nixon. El conoció a Richard Nixon cuando Nixon era el vicepresidente de Eisenhower. Bajo la administración de este último fue (Hill) embajador en Costa Rica, El Salvador y México. Pero cuando estaba prestando servicios en Argentina, tuvo que tener mucho personal de seguridad. Más que en cualquier otro destino. Cuando viajé a visitarle en diciembre de 1975, le aguardé en su residencia ya que el Embajador estaba en una reunión. Cuando él retornó, me relató que apenas pudo escapar con su auto de un atentado con una bomba en las calles de Buenos Aires. Salvó su vida gracias a su auto acorazado y a que poseía un muy bien entrenado cuerpo de seguridad. Entre estos últimos, guardaespaldas, marines y más guardaespaldas que el gobierno argentino le proporcionaba. En otra oportunidad, nos encontrábamos en la residencia del Embajador a finales de 1975 y hubo un intento de golpe de estado, fallido. Sin embargo, no apreciamos ninguna manifestación de la gente contra este evento.
PrisioneroEnArgentina.com: Luego vino el golpe de estado efectivo. Usted escribió sobre esto. ¿Cuándo se enteraron que se produciría?
Dean Dexter: Nos encontrábamos allí. Nos enteramos en el mismo momento que se produjo. Diferentes agencias nos avisaban.
PrisioneroEnArgentina.com: ¿Usted tiene conocimiento de cierta disputa entre el Embajador Hill y el Secretario de Estado Henry Kissinger?
Dean Dexter: Yo sé de alguna disputa. El Embajador Hill estaba muy preocupado con lo que sucedía en la guerra entre militares y terroristas. Él había estado aconsejando al gobierno que deberían moderarse. El problema fue que el Canciller Guzzetti, cuando este se entrevistaba con Kissinger, Kissinger le informaba lo contrario a lo que Hill pensaba. Había un elemento allí… de discrepancia. El Embajador Hill estaba preocupado por ciertas violaciones a los derechos humanos y por el terrorismo reinante.
PrisioneroEnArgentina.com: ¿Cuáles eran estas preocupaciones?
Dean Dexter: El Embajador Hill estaba muy preocupado. Algo emocionante es que firmó un documento en el cual decía que, en caso de ser secuestrado por organizaciones terroristas, no se pagara ningún rescate por su persona.
PrisioneroEnArgentina.com: Esto hubiera sentado un precedente.
Dean Dexter: Claro. No sé si estas al tanto de esto, pero algo muy interesante del Embajador Robert C. Hill es que él era un conservador. Él era anti comunista, y lo fue durante la Guerra Fría. Pero esta ideología no lo trababa para corregir errores. El Embajador sostenía un legado al comienzo y al final de su vida. En el comienzo, él fue uno de los primeros -en su desempeño como representante en México- que vio a Castro como comunista y como un tirano. Un visionario que detectó esto antes del golpe a Batista. Hill era amigo íntimo de Spruille Braden -fugaz embajador en Argentina en los ‘40-. Braden fue Embajador en Cuba y fue muy controversial en Argentina. Perón solicitó que Braden sea removido de su posición en Argentina. Le donó mucha información a Hill. Este último era Embajador en España cuando Perón estaba exiliado allí. Es por ello que tenía mucho conocimiento de la situación en Argentina. Y de Sudamérica, donde había mucha actividad terrorista.
PrisioneroEnArgentina.com: ¿El Embajador Hill informaba al presidente y además al Congreso de toda actividad terrorista?
Dean Dexter: Hill no solo servía como Embajador, sino que además era de asistencia en relaciones con el Congreso. Tenía muchas relaciones con senadores americanos. Era muy conocido (Hill) en Washington y no temía hablar de temas que podrían estar en conflicto con la opinión de pesos pesados, alguien como Kissinger. Por ejemplo, en 1959 cuando la revolución en Cuba, Hill enviaba cables a sus superiores en Washington. Principalmente a Milton Eisenhower -quien era hermano del presidente Ike Eisenhower-. Esa información decía que Castro era ya un comunista, mientras el New York Times le celebraba como el salvador de la nación (cubana). No hay que escapar a la realidad de que Batista era un dictador y que estaba muy ligado en negocios turbios con la mafia americana. No son situaciones placenteras, pero en los tiempos de la Guerra Fría, cuando la Unión Soviética se desplegaba a través de toda Latinoamérica, Hill era uno de los pocos embajadores, jóvenes embajadores, que advertían sobre esta amenaza.
El 16 de agosto de 2016 presentamos, ante la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, una solicitud de información pública requiriendo los siguientes datos:
1) Según los datos obrantes en dicha dependencia, la cantidad de personas que se encuentren en situación de desaparición forzada o que habiéndose encontrado en dicha situación, hayan sido luego halladas sin vida, siempre y cuando la desaparición forzada se haya producido durante el período 24 de marzo de 1976 al 9 de diciembre de 1983;
2) Respecto del terrorismo de estado ejercido durante las presidencias de Juan Domingo Perón y María Estela Martínez de Perón -según los registros obrantes en dicha dependencia- la cantidad de personas que se encuentren en situación de desaparición forzada o que habiéndose encontrado en dicha situación, hayan sido luego halladas sin vida, siempre y cuando la desaparición forzada se haya producido durante el período 12 de octubre de 1973 al 23 de marzo de 1976.
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Dilación, denuncia y respuesta contradictoria
Luego de una dilación importante (si tenemos en cuenta que el informe debió ser brindado a los 10 días hábiles) y previa intervención de la Ofician Anticorrupción (ente ante el cual se denunció la demora) la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural presentó un informe que se contradice, al intentar defender -sin sustento técnico alguno- la cifra de 30.000 desaparecidos.
En efecto, la respuesta se compone de dos informes. Uno, de carácter meramente político, emitido por el Archivo Nacional de la Memoria, a cargo de Gustavo Peters Castro, y que refiere al otro informe, diciendo que: “El listado de víctimas que se adjunta comprende la totalidad de denuncias debidamente formalizadas por ante la SECRETARÍA DE DERECHOS HUMANOS y PLURALISMO CULTURAL a la fecha y por lo tanto no debe entenderse como la totalidad de las víctimas ya que existen numerosos casos denunciados ante la Justicia y otras instituciones y organismos, no refrendados ante la Secretaría”. Sin embargo, el informe aludido, emitido por el Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (Ruvte) sostiene que dicho registro “está constituido por aquellos casos considerados válidos denunciados ante la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep), por aquellos que cuentan con denuncia debidamente formalizada ante la hoy Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación (SDHN) y, a partir de relevamientos recientes, por aquellos casos sobre los que se ha considerado probado que fueron víctimas de delitos de lesa humanidad en causas judiciales con sentencia a la fecha.”
Está claro: un sector de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural pretende hacernos creer que los números que comentaremos más adelante tienen poca relevancia porque sólo surgen de las denuncias efectuadas en dicha dependencia (sustentando de ese modo la tesis de los 30.000 desaparecidos), mientras que otro sector dice que, esos mismos números, corresponden, no sólo a las denuncias radicadas en la Secretaría, sino que también corresponden a los datos de la Conadep y a los casos resueltos por Poder Judicial.
Increíblemente, ante esta contradicción, el Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, nos envía una nota acompañando ambos informes,en la que sostiene que “ambos instrumentos … son compartidos por el suscripto”. ¿?
Los números
Según el informe del Registro Únificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (Ruvte) durante ámbos períodos solicitados (peronista y militar) se produjeron 7010 desapariciones forzadas y 1561 asesinatos sin mediar desaparición forzada, lo que hace un total, para ambos períodos, de 8571 víctimas de terrorismo de estado.
De las víctimas totales, el 14,83% (1271 casos) corresponden al tercer mandato de Juan Domingo Perón, que fuera continuado, tras su deceso, por su viuda, la Sra. María Estela Martínez de Perón (alias Isabel o Isabelita). El 85,17% restante de las víctimas (7300 casos), corresponde a la etapa del autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”.
Asimismo, de las 7010 desapariciones forzadas, el 9,44% (662 casos) corresponde al período peronista, mientras que el 90,46% (6348 casos) corresponden a la etapa militar.
Finalmente, en relación a los asesinatos efectuados sin mediar desaparición forzada previa, el 39% (609 casos) corresponde al período peronista y el 61% (952 casos) corresponde al “Proceso”.
Urgente renovación del partido Justicialista
◘
Por Raúl Ermoli.
Dado el protagonismo que el Partido Justicialista ha tenido históricamente, y dada la posibilidad de que eventualmente pueda volver a dirigir los destinos del país, creo que sería lógico e indispensable que se piense en la necesidad de su renovación, lo cual resulta no sólo de interés para los que pertenecen o apoyan a esta corriente política, sino para la gran mayoría de los argentinos.
En consecuencia, ¿no es hora que sus afiliados, y o sus auténticos simpatizantes también exijan una completa RENOVACIÓN de su dirigencia, considerando que buena parte de ella estuvo complicada en diferentes casos de corrupción u otros delitos, todo de público conocimiento, aunque buena parte, o casi la totalidad de la mencionada dirigencia. no lo quiera reconocer?.
Por otro lado, ¿No es lícito que nos preguntemos sobre el país que nos dejaron tras los 20 años que gobernaron de manera casi ininterrumpida, (con excepción de los 4 años del gobierno de Cambiemos, al que la dirigencia kirchnerista suele culpabilizar de todos los males)?
Y no sólo respecto a las cuestiones económicas, que siendo muy importantes hay otras que hacen a la vida misma tal el grave tema de la inseguridad provocada por un nivel de delincuencia por momentos insoportable, o un problema social grave como es la proliferación de “villas miserias o asentamientos”, con todas las consecuencias que ello implica, promiscuidad, indigencia, y todas caras de una decadencia que no empezó hoy, sino que resulta de un proceso que fue creciendo de menor a mayor en las últimas décadas.
¿Entonces, no sería sumamente necesario que el justicialismo haga un mea culpa, una honesta autocrítica, y defina si es justo que sean los kirchneristas quienes sigan manejando al movimiento, con los resultados a la vista?
Saludos
Raúl Ermoli
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 29, 2024
No fue un genocidio, Sr. Presidente
◘
Por Mauricio Ortín.
Mienten o no tienen conciencia del disparate que dicen y del daño que hacen, los que afirman que en la década del ’70, en la Argentina, hubo un genocidio. Y como no lo hubo, tampoco hay víctimas ni victimarios de un crimen semejante.
Lo que hubo en esa década fue una guerra. Una guerra publicitada, declarada e iniciada por bandas terroristas de izquierda con el propósito confeso de hacerse del poder del Estado.
Bandas que, con apoyo internacional, que se tradujo en hombres y logística, principalmente de Cuba, pusieron en jaque al gobierno constitucional y a la sociedad toda a través de atentados homicidas, secuestros extorsivos y toma de cuarteles.
La respuesta del presidente Juan Perón fue contundente: el exterminio uno a uno de los que él llamó sicópatas. Con ese fin creó la Triple A y dejó la directiva, a su sucesora en el cargo, de enviar a las Fuerzas Armadas a aniquilar la insurrección.
El gobierno militar surgido del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 ni inventó, ni inició nada; más bien, con idéntica manera de hacer la guerra al que propuso Perón alcanzó el objetivo expreso propuesto por éste: el exterminio de las bandas terroristas.
Los represores también peleaban por su vida; es decir, aniquilaban para no ser aniquilados. Los Montoneros y el ERP mataban policías y militares por el mero hecho de desempeñarse como tales. ¿Será que alguien estima que lo sensato debió ser que los militares se echaran al suelo a esperar que los subversivos los capen? Pues sí, muchos. Entre ellos, gente de la iglesia, de la prensa, legisladores y, peor aún, los que tienen la sagrada tarea de impartir justicia o, mejor dicho, esos señores a los que, en la Argentina, se les llama jueces.
Sí, porque los jueces de la Corte Suprema, a instancias del presidente Néstor Kirchner y de su jefe de gabinete, el ministro Alberto Fernández, luego de un golpe de Estado a la Corte Suprema cuya conformación había heredado del presidente Fernando de la Rúa (depuesto también en un golpe de Estado civil), apretó a los nuevos integrantes de ese alto tribunal para que, violando la Constitución Nacional, habilitaran la figura penal de Plan Sistemático de Exterminio de la Población Civil para poder imputar de ese delito a los militares, policías y civiles que, cumpliendo órdenes del gobierno constitucional y el de facto, hicieron la guerra a los subversivos.
Un disparate histórico que tergiversa los hechos burdamente y un disparate jurídico que conforma la comisión del delito de lesa humanidad contra los perseguido.
Quieren sentar jurisprudencia para que, reprimir a terroristas de izquierda (porque no es la forma de reprimir sino la represión en sí a los terroristas lo que castiga), sea un delito de lesa humanidad que, en el caso argentino, se encuadraría dentro de un genocidio. FECHA DE INICIO
El marxismo, mediante el terror y la propaganda, le puso fecha al inicio del “genocidio” y eligió el 24 de marzo de 1976.
Los motivos son obvios. Esconder los propios crímenes que cometieron durante la democracia y posar de inocentes víctimas camuflándose de demócratas.
Más justo hubiera sido elegir el comienzo del “genocidio” y terrorismo de Estado el 20 de junio de 1973 (fecha de la masacre de Ezeiza). Pero no era conveniente a los ex terroristas ni convenía tampoco a los políticos (peronistas, fundamentalmente) que quedarían pegados a la represión.
Lo más fácil, traidor, infame, injusto, ilegal y cobarde era elegir como chivo expiatorio a las Fuerzas Armadas y de Seguridad cargándoles toda la responsabilidad de las muertes y destrucción ocurrida.
El cuento de que el golpe de Estado y la represión que conllevó se hizo para implementar un plan económico de entrega del país es un sonsonete falso que se repite sistemáticamente sin el menor respaldo empírico.
Lo cierto es que la represión, por izquierda y por derecha, la inició Perón y que la situación económica a comienzos de 1976 era desesperante.
También, cierto es que la Iglesia y casi todos los partidos políticos apoyaron el golpe y que prestaron militantes para ocupar cargos públicos. Es más fácil encontrar una aguja en un pajar que una sola crítica del cura Bergoglio al gobierno militar.
El objetivo bélico y político de las derrotadas bandas terroristas de izquierda de los años ’70 (destruir a las Fuerzas Armadas y de Seguridad para imponer la dictadura del proletariado), en parte, se hace realidad desde el gobierno de Kirchner hasta hoy mismo.
Los ejecutores son los jueces y fiscales. Los políticos, los curas, los periodistas, los estudiantes, los sindicalistas…en fin, la sociedad, en su mayoría, asiste impasible a semejante espectáculo decadente. ¿Usted también, Sr. presidente Milei?
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 25, 2024
ENTRE LA AGENDA DE MILEI, Y EL RADIOGRAMA G6777 132/74 DE PERÓN
◘
Por Claudio Kussman.
Más que evidente que, el escándalo político que desató la desafortunada visita de 6 legisladores oficialistas a un reducido grupo de condenados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, alojados en la Unidad Penitenciaria Federal 31, dejó a la vista la realidad nuestra, que brutalmente nos ubica fuera del sistema democrático argentino. JAVIER MILEI con su frasecita “esa no es mi agenda”, el equivalente silencio de la vice VICTORIA VILLARRUEL, más los “que se pudran en la cárcel” de una caterva de “honorables” legisladores y políticos, sellaron definitivamente nuestro destino. Por supuesto, para regodeo de los fiscales y “querellantas” que nos están exterminando al barrer, en los juicios amañados a los que estamos sometidos. En estas horas a modo de bálsamo a tanta hipocresía e hijoputismo generalizado, me dediqué a leer y releer el radiograma G&/// 13274, que un uniformado me hiciera llegar recientemente. Está firmado por el controvertido 3 veces presidente de la Nación JUAN DOMINGO PERÓN, tiene fecha del 21 de enero de 1974, y se refiere al cruento ataque ocurrido 2 días antes, a la Guarnición Militar de Azul, por parte del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). Dirigido a todos los Organismos y Unidades de las Fuerzas Armadas, su contenido franco y valiente, llamando a las cosas por su nombre, hacen imposible ni tan siquiera pensar en comparar a MILEI y “su” agenda, con este Presidente del pasado que día a día demostraba estar bien parado para enfrentar los graves desafíos de su tiempo. Sí, debo reconocer que, a pesar de todo, en algo concuerdo plenamente con MILEI y en consecuencia hago mías sus palabras. Fue cuando expresó: “ENTRE LA MAFIA Y EL ESTADO PREFIERO A LA MAFIA. LA MAFIA TIENE CÓDIGOS, LA MAFIA CUMPLE, LA MAFIA NO MIENTE, LA MAFIA COMPITE”. Muy cierto ¿no?
CLAUDIO KUSSMAN
Comisario Mayor (R)
Policía Prov. Buenos Aires
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
“Ofende el silencio de aquellos que se dicen republicanos”
Javier Milei (1970- )
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 8, 2024
VIEJOS FANTASMAS
◘
Por Enrique Guillermo Avogadro.
Albert Camus
Los argentinos somos, tristemente en muchos aspectos y, en otros, de manera positiva, algo excepcional en el mundo, sobre todo en lo que a la política se refiere. Hablemos sólo de las últimas dos décadas, cuando nos dimos el lujo de convalidar, con nuestro voto, esquemas de gobierno por completo irracionales. ¿No tuvimos una fórmula presidencial en la cual la jefatura del Estado estaba, en realidad, en manos de una Vicepresidente que, por tuit, designó a un títere para encabezarla?
En 2023 elegimos a un curioso personaje porque supo interpretar como nadie la sensación de hartazgo que impregnaba a la sociedad. Sabíamos que llegaría absolutamente solo, sin partido, sin gobernadores ni legisladores propios, pero no que diseñaría este singular dispositivo, en el que todas las decisiones no económicas pasan por la extraña dupla que lo acompaña en el “triángulo de hierro”.
La todopoderosa hermana Karina, la “Jefa” del Presidente, carece formación cultural y de experiencia política, y el joven asesor multipropósito Santiago Caputo no es funcionario público sino que, aparentemente, se desempeña en una empresa privada. Sin embargo, las órdenes que emite el dúo, siempre respaldadas sin fisuras por Milei, deben ser obedecidas a rajatabla, so pena de eyección inmediata. Esto sería irrelevante si no fuera porque la política tiene una enorme repercusión sobre la economía, sobre todo en la percepción que de ésta tienen los inversores propios y externos y, por ello, en sus expectativas para el futuro.
Resulta imposible no comparar las actitudes del Presidente y su tropa de cibernautas agresivos con la infame persecución que desataron los Kirchner contra la prensa, la Justicia y, en general, contra todos aquéllos que se atrevieron a formular críticas o denuncias de la rampante corrupción que habían convertido en la razón de ser de su proyecto político. Y el decreto de Milei que, disfrazado de mera reglamentación, pretende limitar los alcances de la ley de acceso a la información pública, va en ese sentido, marcando una fuerte, e inaceptable, deriva autoritaria. Espero que reflexione y deje de ser la imagen invertida de ese kirchnerismo que tanto daño le hizo a la república liberal que dice admirar.
Muy a mi pesar, y después de tantos años de escribir estas columnas semanales, debo reconocer que me hubiera gustado ser un “esbirro” y un “ensobrado”, pero nunca conseguí que alguien se mostrara dispuesto a pagarme por encubrir, con mi firma, sus propias opiniones. Así, nada me compensará cuando las populosas tribus de trolls oficialistas comiencen a destrozarme, algo que sin duda ya hubiera sucedido si tuvieran tiempo para dedicar su atención a tan insignificante ciudadano de a pie.
De todas maneras, la popularidad que concita Milei continuará firme mientras se sigan develando las atrocidades que cometieron, ebrios de poder, sus antecesores en el Gobierno. Más allá de la nueva temporada que estrenó la novela turca prostibularia que cuenta con la participación estelar de Alberto Caracol Fernández, que seguirá atrayendo multitudes mientras surjan nuevos nombres de féminas comparsas, el sincericidio de Martín Guzmán al confirmar cuánto se extendió la letal “cuareterna” buscando beneficios políticos, ya derivó en una imputación penal al ex Presidente formulada por el implacable Fiscal Carlos Stornelli y se convirtió en otra lápida superpuesta sobre la tumba del kirchnerismo.
Desde el basural a cielo abierto de nuestra historia resurgió el jueves uno de sus más siniestros actores, Mario Firmenich, un cobarde asesino serial y entregador de sus propios seguidores, que bañó en sangre inocente la década de los 70’s. Lo hizo desde Managua, donde funge de asesor de Daniel Ortega, el tirano que logró instaurar en su país el mismo proyecto demencial que aquí proponían Montoneros y otras organizaciones terroristas. Sin pudor alguno, el resucitado anunció una conferencia (frustrada) para sugerir que ahora estamos en circunstancias políticas y económicas que revalidan y justifican sus viejas consignas, las mismas que Mao Zedong inmortalizó diciendo “El poder surge de la boca de un fusil”. Basta recordar que Mario Roberto Santucho, líder del ERP, confesó que, de tomar el poder, fusilarían a un millón de argentinos.
Esta sociedad hipócrita hoy finge no recordar cómo, aterrada, golpeó las puertas de los cuarteles para que los militares terminaran con el horrendo festival de bombas, secuestros y atentados de todo tipo que celebraban en nuestras calles estos “jóvenes idealistas” durante el gobierno democrático de Juan e Isabel Perón, porque querían convertir a nuestro país en otra Cuba, como son ya Nicaragua y Venezuela. Con ciego cinismo, y porque los ha elegido como chivos expiatorios de una culpa social, mira para otro lado mientras quienes obedecieron las órdenes del Ejecutivo de entonces mueren, como conejos, en cárceles de todo el país.
En cuanto a Aerolíneas Argentinas, sugiero que se pregunte a la sociedad, en un referéndum, su opinión sobre el tema. Con los paros salvajes que disparan casi a diario (otro, ayer mismo) los múltiples sindicatos de “Su (de ellos) Compañía” que a tantos ciudadanos perjudican, no tengo duda alguna de que Milei recibiría carta blanca para cerrarla de una buena vez o venderla y terminar con las extorsiones de estos energúmenos y carísimos gremialistas.
Enrique Guillermo Avogadro
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PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 6, 2024
POST DATA DE… ¿LIJANDO PARA LA IMPUNIDAD?
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Por Dr. Enrique Guillermo Avogadro.
Soy consciente de haberme vuelto reiterativo al seguir escribiendo sobre la nominación de Ariel Lijo para integrar la Corte, pero lo justifico diciendo que se trata del tema institucional más grave desde que Javier Milei asumió la Presidencia de la República.
Si lo que busca con este aún injustificado dislate es hacerse de un alto Tribunal tan adicto y permisivo como lo fueron, en algún momento, los que lograron armar Juan Perón y Carlos Menem, el daño que se habría infligido a la Justicia será inmenso, pero, aún peor, lo sería el que sufriría el proyecto de cambio radical en el modelo de país que el Presidente proyecta.
Porque esa mayoría que hoy lo acompaña, con sufrimiento y con esperanza, percibiera que ha dejado de lado sus postulados de moralización del modo de ejercer el poder, lo abandonará sin remedio y, una vez más, retomaremos el camino de la decadencia que llevamos hace ochenta años y que, hasta el 10 de diciembre último, creímos no tendría fin.
La pregunta de oro, en la medida en que los 33 senadores que responden a Cristina Fernández resultan indispensables para la aprobación de Lijo (la Constitución exige una mayoría especial de dos tercios de los presentes), sea porque voten a favor u opten por ausentarse, resulta obvio que para obtenerlos algo tendrá que ofrecer a la emperatriz hotelera, y ésta no exigirá menos que su impunidad, y eso resultará de todo punto inaceptable para una sociedad que está sangrando por el ajuste más fuerte de la historia.
Y es razonable que así sea, toda vez que se ha hecho carne en un enorme porcentaje de los ciudadanos adjudican al kirchnerismo brutalmente saqueador todos los males actuales, en especial la pobreza y la indigencia, productos de la inflación que sus sucesivos gobiernos impulsaron al infinito.
Los primeros indicios de las verdaderas razones de esta tan cuestionada postulación los podremos ver con la velocidad que adquiera en el H° Aguantadero el trámite de la designación de Lijo, y la conducta individual de cada uno de los actores (presidente, ministros y legisladores), iluminada por fuerte luz deslumbrante, estará bajo la lupa de todo el mundo.
Continúo teniendo esperanzas en que Milei dará marcha atrás con este disparate tan costoso y, hasta entonces, lo seguiré apoyando calurosamente, convencido de que nos encontramos ante la última oportunidad de reconquistar un futuro del que muchos años de populismo irracional nos han despojado.
Hasta la próxima nota.
Con expectativas, un gran abrazo.
Enrique Guillermo Avogadro
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PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 31, 2024
¿CON QUÉ CARA?
◘
Por Enrique Guillermo Avogadro
Hoy, tal como sucediera a partir de 1969, la Patria está en peligro frente al desalmado ataque del terrorismo, ahora derivado del narcotráfico, cuya enorme expansión se debe a la sociedad comercial que mantuvo con el kirchnerismo y se sostiene aún con la protección y colaboración de políticos, jueces, fiscales, policías, corrompidos por la enorme masa de dinero que manejan los cárteles. Y nuevamente, como en 1975, todas las miradas de la sociedad se concentran en las fuerzas armadas (FFAA) para disponerlas a “exterminar” (Juan Perón, 19 Ene 74, tras el ataque al Regimiento de Tanques 10, de Azul) y “aniquilar” (Decreto del 5 Feb 75, que ordenó el Operativo Independencia) a los nuevos agresores. Como han pasado casi 50 años de esos hechos, resulta imprescindible recordar que la mayoría de los ataques a guarniciones y comisarías, atentados con bombas (4380), de secuestros (758), de muertos (1094) y heridos (2368) que cometieron Montoneros y el ERP se dieron, precisamente, durante el gobierno constitucional del presidente con mayor apoyo electoral de la historia.
Raúl Alfonsín comenzó a desfinanciar a las FFAA y durante su gobierno, después de juzgar y condenar a los integrantes de las tres juntas militares y a los jefes de las organizaciones terroristas, proceso en el cual el Tribunal reconoció que habíamos vivido una guerra, el Congreso dictó las leyes de “obediencia debida” (responsabilidad penal limitada sólo a los mandos superiores) y “punto final” (límite temporal a la posibilidad de denunciar presuntos delitos de lesa humanidad).
Carlos Menem, amén de continuar la política de restricción de recursos presupuestarios, decretó el indulto para todos, militares y terroristas, que habían sido condenados en esos juicios. Después de las breves presidencias de Fernando de la Rúa y de Eduardo Duhalde, en 2003 llegó al poder Néstor Kirchner y la tragedia se consumó (y nada cambió durante las presidencias de Mauricio Macri y Alberto Fernández). Para obtener la impunidad que le concedía la izquierda, inició una feroz cacería de militares con la anuencia del Congreso y del Poder Judicial y extendió las indemnizaciones menemistas a todo un insólito universo de falsos reclamantes. A la vez, reglamentó la Ley de Defensa (1988) para limitar el accionar de las FFAA exclusivamente repeler a ejércitos extranjeros, formales y uniformados, que invadan nuestro territorio.
Por sus instrucciones, el H° Aguantadero resolvió la nulidad (sólo para los jefes de las FFAA) de los indultos de Menem, derogó el Código de Justicia Militar (las acciones militares fueron juzgadas con el Código Civil) y las leyes de “obediencia debida” y “punto final” y miles de soldados de baja graduación, civiles y sacerdotes fueron imputados y procesados en juicios absolutamente nulos; es más, para que no resultara aplicable a ellos la ley del “2×1” (cada día de prisión preventiva se computa doble para la pena), la “reinterpretó”. Y el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, dijo que se trataba de una política “consensuada” con los otros poderes del Estado.
Para llevar adelante esos procesos kafkianos, se destruyeron todos los pilares del Derecho: los imputados no fueron juzgados por sus jueces naturales y, bajo una ley posterior a los hechos, dejaron de funcionar la presunción constitucional de inocencia y la ley más beneficiosa para el condenado, las limitaciones a las prisiones preventivas -transformándolas en penas anticipadas-, se manipularon testigos y se desvirtuaron las pruebas, y se resolvió la imprescriptibilidad de los llamados delitos de lesa humanidad.
Para tener una idea de la magnitud de la represalia, en Nuremberg los aliados vencedores juzgaron a sólo 24 jerarcas nazis, imputados por la matanza de 6 millones de personas; en la Argentina, los datos, al 28 de febrero de 2024, son diametralmente distintas: de los 2725 presos políticos (PP), uniformados y civiles, han muerto en cautiverio 830, de los cuales sólo 125 tenían sentencia firme; y pese a que la ley dice que la prisión preventiva sólo puede extenderse por 2 años, prorrogable por uno más por causas justificadas (peligro de fuga o de alteración de pruebas), 19 PP llevan 16 años en esa condición, 145 PP entre 11 y 15 años, 212 PP entre 6 y 10 años, y 142 entre 3 y 6 años. Y se trata de detenidos cuyas edades oscilan entre los 64 y los 100 años, con un promedio de 79. El absurdo llegó al paroxismo con el copamiento del regimiento de La Tablada, en enero de 1989, recuperado a sangre y fuego (10 militares muertos) por el Gral. Alfredo Arrillaga; éste (91 años) está preso y los guerrilleros asesinos están libres e indemnizados.
Esa canallesca persecución, cuyo único objetivo fue la venganza de los terroristas y, a la vez, habilitar el cobro de miles de indemnizaciones de US$ 300.000 a cada falso reclamante, fue consentida por una ciudadanía cobarde, hipócrita y suicida, y tolerada por los nuevos mandos de las FFAA que, salvo honrosísimas excepciones, callaron sus debidos reclamos de verdadera justicia. Así, los PP fueron transformados en chivos expiatorios del casi unánime pecado social de haberles exigido tomar el control de una situación desmadrada por la violencia terrorista.
En ese luctuoso espejo hoy se miran los jóvenes oficiales y suboficiales mientras se preguntan con qué cara se los convocará ahora a combatir al narco-terrorismo, y se ven obligados a contemplar ese reflejo porque no saben qué sucedería si, amén de carecer de aptitudes específicas, después de la sanción de una ley que habilite la participación de las FFAA en esta nueva guerra interna, aquélla fuera otra vez derogada por el H° Aguantadero y quienes hubieran participado en esa inevitablemente terrible guerra, juzgados dentro de muchas décadas como criminales comunes.
Bs.As., 16 Mar 24
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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Marzo 15, 2024
LA CULTURA NO DEBERIA SER MILITANTE
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Por Dr. Gonzalo P. Miño.
Como si la Argentina no tuviera problemas de que ocuparse, los políticos y los medios de comunicación están entretenidos en la pelea entre el Presidente de la Nación y una joven cantante pop.
Más allá de que nos pareció desatinadas las declaraciones del león anarco liberal sobre la pop star, en el entendimiento que un Presidente de la Nación debe estar por sobre encima de estas cuestiones domésticas; más desatinado nos pareció que la misma utilice un escenario para desgarrar un claro discurso militante contra la actual gestión presidencial.
Partamos de la base de que no tiene nada de malo que los artistas, sean actores o cantantes expresen sus ideas políticas o adhieran a un proyecto político, pues son tan ciudadanos como cualquier hombre o mujer común; lo que es desacertado es que utilicen un escenario para expresar su militancia sea, como dijimos, a una idea o un partido político. Quienes pagamos una entrada a un teatro o a un recital, vamos a ver actuar o cantar al artista, no a escuchar su discurso político. A su vez, ellos actúan o cantan para todo el público, no para un sector en particular.
La cultura no debería ser militante ni utilizarse como propaganda de un sector o una idea política.
De anverso, no es el eje de discusión cuánto cobra el artista por una presentación, es su trabajo y es lógico que cobre por ello, sino que la discusión debe ser los exorbitantes pagos que realizan los gobernadores o los intendentes por esas actuaciones, cuando después andan “llorando” que no tiene un peso para la policía o para aumentarle el sueldo a los docentes.
Claro, es un tema, de la cual los políticos no quieren ni hablar, pues saldrían a la luz los obscenos caches que cobran los artistas militantes en la época del cristianismo. Los mismos que se rasgan las vestiduras hablando de los pobres con furibundas críticas al capitalismo pero cobraban exorbitantes retribuciones por sus actuaciones.
Como decía el general Perón: “ensillan por la izquierda pero desensillan por la derecha”.
Muchos de estos artistas son muy talentosos y no necesitan del Estado para llenar un estadio o un teatro. No deberían aceptar las propuestas de municipios o gobernaciones, cuando nadie duda que somos un país totalmente en bancarrota.
Justamente, independientemente que se trate de un reproche moral o ético lo que cobran -o no deberían hacerlo- los artistas, cuando son convocados a espectáculos públicos por el poder político; la verdadera discusión debe centrarse en el dispendio de los escasos dineros públicos que hace el poder político en este tipo de actividades, cuando estamos en una país cuya 60 % de su población es pobre y con la tasa de inflación más alta del mundo, lo que implica que hay necesidades más urgentes que atender.
Así por ejemplo, Córdoba hace el famoso festival Cosquín Rock, que si bien es privado, los artistas que van reciben subsidios de la gobernación por más de mil millones de pesos. O La Rioja que pagó casi 350.000 dólares por un recital. Mismos gobernadores que mandaron “al bombo” el gigantesco DNU que envió el gobierno, porque reclaman el envió de más fondos de la copartipación.
Es un cachetazo a la sociedad que se gaste fondos públicos en estos shows mientras uno de cada dos argentinos es pobre.
Como bien dijo un reconocido diputado nacional macrista: “Mientras los municipios gastan millones en recitales ‘gratuitos’ y hacen populismo berreta, la gente en el Conurbano no tiene cloacas ni agua potable”.
A su vez, irónicamente, los mismos que critican con furia al Presidente de la Nación por sus comentarios contra la joven cantante, tildándolo de nazi y censurador; son exactamente los mismos que guardaron silencio cuando algún artista criticaba a los gobiernos nacionales y populares y desde el poder le mandan la AFIP a investigarlos y le hacían operaciones de prensa, difundiendo videos íntimos o fogoneando falsas acusaciones penales. Ni hablar de cuando festejaban la colocación de gigantografías de periodísticas o políticos tildados de opositores, para que la gente y en especial los niños la escupan.
Nuestro país está viviendo el final de un verdadero delirio.
Quienes hasta hace diez minutos utilizaban la grieta como batalla “narrativa” hoy son verdaderos embajadores de la paz y del amor, mientras que quienes enarbolaban las banderas de Alberdi y de la libertad y la esperanza reciclan la política del enfrentamiento intentando imponer su propio épico relato.
Como ya hemos dicho desde esta columna, ya es hora que el Presidente la Nación deje el modo campaña. Ya no está para estas controversias. En todo caso, que de ellas se ocupen sus funcionarios de segunda línea o el vocero presidencial en su caso.
La situación económica y social sigue siendo muy grave, nada debe distraer al Primer Mandatario de ello. Hay mucho en que trabajar. Exclusivamente en eso debería estar ocupado.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 25, 2024
DEBER Y RESISTENCIA DE UN SOLDADO EN ARGENTINA
♦
Por Juan Giovarruscio.
Como soldado aún, mal que le pese al enemigo, tengo el deber y la obligación de resistir ante la tozuda realidad que me ataca con armas ilegales e ilegítimas.
Realidad inventada por el otrora enemigo terrorista armado y violento que atacó a la sociedad durante el gobierno constitucional de Juan Domingo Perón. Realidad que, el actual gobierno, nacido bajo la consigna o máscara, de liberal o libertario y llegó al poder con el objetivo de derribar los muros de la injusticia.
Hoy, a más de sesenta días de gestión, sobresale el fortalecimiento de las políticas de falsos derechos humanos.
¿Es que, el actual gobierno “anarcocapitalista”, esgrimiendo la espada de Alejandro Magno y batiendo el parche de cortar toda atadura con aquel pasado “anarcomarxista”, rindió sus armas al pie del enemigo, ni bien llegó al poder?
Su primera medida que marca el rasgo de la estrategia en materia de derechos fue designar a un “panelista televisivo” al frente del ministerio de justicia.
Como segunda señal, nombro un subsecretario de derechos humanos en una estructura que debió haber sido borrada del organigrama estatal, tal lo publicitara en vivo y delante de una cámara de tv, (“fuera”) todo lo que significara gasto inútil para el estado.
Es dable destacar, que tal secretaría, creada bajo gobiernos marxi-kirshnerista, alberga a cientos de fiscales y querellantes de “justicia legítima”, nacidos del riñón de las organizaciones de ddhh radicalizadas.
EL DERECHO.
Treinta y tres años bajo la misma ley y encuadrado bajo el mismo código de justicia militar. Las leyes y el código fueron borrados de un plumazo por un gobierno que pacto con un “doble/triple” agente de inteligencia, llamado Horacio Verbitsky, al servicio del enemigo, para violar la CN y, lograr así encarcelar a viejos combatientes del terrorismo.
Por si fuese poco, dicho enemigo, procesa, enjuicia, condena y luego controla el encierro con tecnología y personal perteneciente a una empresa del viejo dirigente de la cúpula de la organización terrorista Montoneros, Mario Montoto. Mientras, el gobierno, aún parece no advertir tal situación. No sólo ello, si no que durante este corto período ha redoblado la apuesta. A través, de la ahora “su” estructura de DDHH, ha iniciado una impresionante cantidad de nuevos juicios, sobresaliendo el de la causa Tucumán. En este, el ministerio fiscal, apoyado por el estado como querellante, “sale a pescar” en una pecera, ya que el mismo estado que ordenó la lucha, hoy entrega los legajos de los ahora , viejos combatientes.
Estos hombres, serán juzgados por tribunales especiales, integrados por jueces “no naturales”, en su gran mayoría bajo la figura de “subrogantes”, y que cobran jugosos viáticos pagados con “la nuestra”.
No conforme aún, se continúa dilapidando dinero del erario público, no sólo, en juicios locales, si no que, ahora, también, fuera de las fronteras, con la participación de testigos, organizaciones querellantes extranjeras de ddhh, gravosos abogados italianos y el Partido Democrático Italiano, lo cual muestra que estos pseudos juicios responden a un patrón político/ideológico.
Lo apoteótico, es que también se empeña como querellante al embajador en Italia en representación del estado argentino, por llevarse a cabo el juicio en Roma. En poco tiempo más, el gobierno habrá gastado o, mal gastado, sus primeros cien días de gestión. Existe un axioma que expresa: “lo que no se hace en los primeros cien días, después no se hace”. De confirmarse lo dicho, dejará sellada la suerte y el destino de casi tres mil combatientes a quienes se le ha violado el Art. 18 de la CN entre otras aberraciones jurídicas. Es digno de destacar que, de ellos, casi novecientos han muerto en cárceles o en condición de cautivos en sus domicilios, sin condenas o con condenas no firmes.
CONCLUSIÓN.
El terrorismo que sometió a la Argentina a una traicionera guerra, mató y torturó sin códigos, y cuando fueron capturados pidieron “justicia y derechos”, con el tiempo se encargaron de manipular la historia e instauraron el lema de “terrorismo de estado”.
Políticos y organismos internacionales, infiltrados por “gramscianos”, se encargaron de venderle está falacia a una sociedad cautiva de un entramado administrativo corrupto que no reparó en la trampa.
Pasado el peligro, se apoltronaron en bancas del Congreso y, sin recordar que bajo ese mismo techo se había alentado al poder ejecutivo de entonces, ordenar a las FFAA “aniquilar al enemigo” decidieron “crear” leyes que permitieran condenar a veteranos combatientes.
Por lo aquí expresado, cabe la pregunta:
¿A QUIEN LE IMPORTA EL DEBER Y EL DERECHO?
Juan Armando Giovarruscio
Suboficial Mayor (R) del Ejército Argentino
Preso político
¿Por qué colapsó la economía argentina?
♦
Por Mick Olsen.
En un sentido amplio, la élite local tradicionalmente ha ejercido presión para mantener a Argentina como un productor agrícola en lugar de un país industrializado. Este modelo económico fue apoyado por los militares, quienes al mismo tiempo -salvo excepciones- se convirtieron en un obstáculo para el desarrollo de Argentina. Más recientemente, los severos niveles de inflación, el déficit fiscal y el populismo han estancado el crecimiento del país.
Desde principios del siglo XX, Argentina disfrutó del auge de las exportaciones de productos agrícolas. Con el tiempo, el país recibió el apodo de “el granero del mundo” debido a la cantidad casi ilimitada de trigo, maíz y otros productos agrícolas que solía exportar a Europa en la primera mitad del siglo XX.
Argentina era a finales del siglo XIX un país enorme con una población pequeña. La inmigración comenzó a cambiar esto con millones de extranjeros llegando a Buenos Aires por barco. La mayor parte de la inmigración procedía de España e Italia.
El país estaba gobernado por una élite que veía la agricultura como la única forma de crear riqueza. Las pampas eran la zona donde se generaban todos los cultivos y el ganado. Las familias adineradas poseían la mayor parte de la tierra y se formó una nueva sociedad burguesa.
Argentina dependía de países más desarrollados para adquirir manufacturas industriales. Estos fueron importados principalmente de Europa, especialmente de Inglaterra.
La estafa de los hermanos Baring
Desde sus inicios, Argentina recurrió a préstamos para comprar manufacturas y desarrollar el país. Tal fue el caso del préstamo de Baring Brothers por más de 1 millón de libras esterlinas.
El contrato firmado en 1824 establecía que el dinero se utilizaría para construir un nuevo puerto e instalar aguas residuales en Buenos Aires. El dinero llegaría finalmente al país en forma de letras de cambio para ser utilizadas en las tiendas comerciales británicas.
Como no había suficiente dinero en el tesoro para garantizar el pago de los intereses anuales, la tierra tuvo que ser hipotecada por una ley federal (“Ley de Enfiteusis”). Este sería el primero de varios defaults que Argentina viviría para sufrir.
La estafa tenía como objetivo mantener la presión sobre Argentina y someterla a los intereses estratégicos británicos. Un ejemplo de tal intención es que poco después de comenzar a incumplir el préstamo, en 1828 Argentina recurrió a vender su flota naval para realizar los pagos. Además, dos barcos que se estaban construyendo en astilleros británicos fueron liquidados para compensar los intereses del préstamo. En 1833, sólo después de 9 años de la firma del acuerdo, los británicos expulsaron a la guarnición y población argentina de las Islas Malvinas y no había barcos disponibles para contrarrestar al HMS Clio que tenía el control de las islas.
De los millones de libras esterlinas del acuerdo sólo 20.000 llegaron en monedas de oro. El préstamo resultó una estafa y acabó siendo devuelto en 1904 con enormes intereses que equivalían a 14 veces la cantidad prestada originalmente.
Desarrollo económico durante la Primera Guerra Mundial
En 1914 había estallado la Primera Guerra Mundial y el país había estabilizado su economía, aun así los mercados mundiales se paralizaron debido a la guerra y el dinero no fluía con la facilidad anterior. La apertura del Canal de Panamá en 1914 contribuyó al declive económico de Argentina y otros países del Sur.
En 1920, Argentina disfrutaba de cierta estabilidad económica y era una de las principales economías del mundo. La crisis de 1929 no fue una dura crisis para el país, cuyas importaciones aún se redujeron de 1.537 millones de dólares a 561 millones de dólares en 1932.
En 1930 los militares derrocaron al gobierno radical encabezado por Irigoyen. Irigoyen fue un estatista que impulsó el desarrollo de Argentina.
Un general del Ejército llamado José Félix Uriburu fue apadrinado por la élite que veía con horror las políticas de Yrigoyen. Estas élites estaban en contra de la intervención estatal en la explotación petrolera que tradicionalmente estaba en manos de los británicos.
Influencia británica. El pacto Roca-Runciman
En 1933, un presidente recién elegido, Agustín P. Justo, alentó la firma de un segundo acuerdo comercial entre Argentina y Gran Bretaña. El tratado era más favorable para Gran Bretaña que para Argentina: la carne se vendería a un tercio de su precio original y se exportaría a través de empacadores de carne británicos. Por otro lado, Argentina pagaría aranceles reducidos sobre cualquier importación británica.
Juan Domingo Perón
En 1939, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Argentina había ralentizado su desarrollo económico. Un nuevo líder político haría su aparición. Juan Domingo Perón y sus seguidores moldearían la historia del país durante los siguientes 75 años.
Desde 1945 en adelante, Perón emprendió una serie de reformas que se centraron en brindar atención social a la clase trabajadora. La industrialización y la clase media fueron las estrellas de esta época.
A medida que las importaciones se volvieron cada vez más caras, Perón comenzó a sustituirlas por manufacturas locales. El intervencionismo también fue un factor clave. Perón se apoderó de la mayoría de las industrias privadas y las nacionalizó, incluidos los ferrocarriles y las instalaciones de envasado de carne.
La inflación se convirtió en un nuevo socio de la economía del país debido al déficit fiscal. Todavía en 1952 Argentina pagó la mayor parte de su deuda externa.
Aunque el proteccionismo estaba ayudando a desarrollar una industria y un mercado nacionales, no era rentable y Argentina no podía competir en los mercados internacionales como principal exportador.
Para entonces, Estados Unidos había duplicado su PIB per cápita en comparación con Argentina.
Imagínese cuánto capital podría atraer un país como Argentina, si en lugar de incumplir una serie de impagos y adoptar una pose de ira hacia los acreedores, se endeudara responsablemente y cumpliera con sus obligaciones.
Paul Singer
Paul Elliott Singer es un administrador de fondos de cobertura estadounidense, inversionista activista y fundador, presidente y codirector ejecutivo de Elliott Management. En junio de 2023, su patrimonio neto se estima en 5.500 millones de dólares.
Democracia inestable 1950-1983
En 1955 Perón fue derrocado por los militares y en 1958 un nuevo presidente llamado Arturo Frondisi inició un plan económico desarrollista. Su atención se centró en la autosuficiencia en la producción de petróleo mediante una serie de tratados de explotación con empresas extranjeras. Aunque hubo un leve progreso en los salarios y la calidad de vida, la inflación volvió a dispararse y Frondisi finalmente fue derrocado por otro golpe militar.
Desde 1960 hasta 1976 se eligieron una serie de gobiernos democráticos de corta duración. Todos mostraron un pobre desempeño económico. Hubo excepciones como la corta presidencia de Arturo Illia, pero ninguno de estos períodos permitió un crecimiento sin una inflación severa. La democracia fue constantemente derribada por dictaduras que obstaculizaron el desarrollo relevante.
En 1976 la Junta Militar encabezada por el general Jorge Rafael Videla, nombró a un siniestro ministro llamado Martínez de Hoz. Su objetivo principal era desarrollar a Argentina como un exportador agrícola de la misma manera que solía serlo a principios de siglo. Se liberalizó el mercado financiero y Argentina inició un proceso masivo de endeudamiento externo.
En 1982 el país entró en guerra con el Reino Unido por las Islas Malvinas. La guerra se perdió y uno de los resultados fue una inflación severa y una economía paralizada.
Alfonsín, el regreso a la democracia y el ingreso a la hiperinflación
En 1983 llegó la democracia con el presidente Raúl Ricardo Alfonsín que heredó una deuda de 45 mil millones de dólares. Esta era del país estuvo marcada por una tremenda hiperinflación que en 1989 alcanzó el 100% mensual y una reducción del PIB.
La inestabilidad política y la falta de confianza en los planes económicos del gobierno, la excesiva expansión monetaria, el bajo nivel de reservas de dólares estadounidenses y la imposibilidad de pedir prestado a bancos extranjeros obligaron a una devaluación masiva de la moneda argentina.
Modelo de Convertibilidad
En 1989 Alfonsín renunció a su cargo y un nuevo presidente llamado Carlos Saúl Menem nombró a un ministro de Economía llamado Domingo Cavallo.
Cavallo tenía la tarea de reducir la inflación. Recurrió a una caja de conversión de tipo fijo con el dólar americano. La mayoría de las empresas estatales fueron vendidas a corporaciones privadas. El país siguió endeudándose con el FMI para obtener los dólares necesarios. Argentina se mantuvo estable durante algunos años, entre 1990 y 1998. Aún así, el programa de “convertibilidad” no duraría mucho, y en 2001-2002 Argentina entraría en recesión y dejaría de pagar una deuda de más de 82 mil millones de dólares.
Conclusiones
Es muy difícil sacar una conclusión de por qué Argentina pasó de ser un país rico y desarrollado a una economía del tercer mundo en dificultades. Hay patrones que siguen apareciendo en todas las etapas del desarrollo del país, que realmente impidieron que Argentina creciera. En mi opinión estos son:
Interferencia extranjera en el control de aspectos clave de la economía, como los acuerdos comerciales británicos de 1822 a 1933.
Fragilidad de los gobiernos e instituciones democráticas que condujeron a períodos cortos de democracia como resultado de intervenciones militares y golpes de estado.
Incapacidad para proporcionar una industria competitiva con demanda nacional e internacional.
Excesiva dependencia de las exportaciones de productos agrícolas y ganaderos en un mercado altamente volátil.
Incapacidad para crecer como economía sin mantener controlada la inflación.
Dependencia de recursos energéticos extranjeros como el petróleo.
Déficit fiscal y gasto excesivo para mantenerse al día con políticas populistas como las de las tres administraciones de Perón.
Incapacidad para equilibrar las importaciones y exportaciones para proporcionar una reserva estable en dólares.
Tomar prestado deuda externa sin un plan claro para manejar los intereses y los reembolsos.
Falta de políticas económicas de largo plazo que puedan ser seguidas por otras administraciones.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 27, 2024
ENTENDER PORQUE LA DECADENCIA
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Por CARLOS LEYBA
Son muchos los debates que los argentinos nos debemos para poder encontrar la salida de este laberinto de decadencia económica que ya nadie discute.
¿Por qué laberinto? Por que no es fácil encontrar la salida buscada durantes más de cuatro décadas.
Esta decadencia económica y social, y tal vez muchas otras decadencias, que la brutal dimensión de la económica y social ocultan, es un escenario artificioso cruzado por encrucijadas que confunden y tornan imposible encontrar una salida: siempre una pared infranqueable obliga a retroceder sin encontrar una salida.
Lo laberíntico genera angustia. Y le quita autoridad a los que han corrido sin poder encontrar la salida. ¿En qué, en quién confiar?
Cuando llegó José Alfredo Martínez de Hoz (1976) ya estábamos metidos en el laberinto. Pero él, con la fuerza bruta de la Dictadura Genocida, nos empujó hacia adentro. En un panorama sombrío dijo “veo la luz al final del túnel”.
Lo increíble es que 45 años después, cuando esta negrura presente ya estaba cubriendo todo, Gabriela Michetti (2018) – vicepresidente de la Nación – dijo “veo la luz al final del túnel”.
El laberinto es volver a empezar. El día de la marmota.
Quienes nos condujeron y hoy conducen, están como nosotrosen el laberinto. Pero el poder ciega y entonces están a obscuras. Por eso no saben dónde están. Imaginan un túnel y dicen que “ven luz” …que nadie ve.
La imaginación de los gobernantes ha sido rica: desde la inversión de sentido de afirmar que con “la democracia se come, se cura y se educa”, cuando la democracia es plena sólo cuando todos comen, se curan y educan y no al revés, hasta el patético ingreso al primer mundo con Carlos Menem o la “revolución imaginaria” de los Kirchner. Y ahora en el hartazgo de esta secuencia escrita de frustraciones: “el segundo semestre”, “los brotes verdes” y el retorno, despejando hilachas, a un escenario de cuasi default como con el que terminamos en 2001. ¿Cuándo entramos en esta trampa?
Si nos basamos en las estadísticas del PBI por habitante, la respuesta es contundente: entramos en el laberinto de la decadencia hace 45 años.
Decadencia implica que previamente hubo progreso. No hay decadencia sin progreso previo.
Revisemos el pasado, ese lugar en el que los argentinos nada podemos acordar. Abordémoslo con estadísticas. Probadas y aprobadas por colegas de distinta visión.
La de aquellos que insisten en recorrer el laberinto buscando la luz al final del túnel, que han sido parte de las gestiones de los últimos 45 años, y la de aquellos que se resistieron a ingresar en él: los menos. Los que han sido parte en general son ideológicamente neoliberales pro mercado y apertura.
Aclaremos, el neoliberalismo vacía de sentido cualquier referencia al interés general, al bien común, y considera que “el único determinante del comportamientos individuales es el cálculo racional, que en ningún caso está regido por reglas morales”E.Mulot.Veamos.
Hasta 1975 la Argentina fue un país de progreso económico y social. Por cierto, no exento de problemas.
Si hacemos análisis comparativo y nos basamos en lo escrito por un economista ortodoxo y dos veces funcionario en los últimos 45 años, como lo es Federico Sturzenegger, el PBI por habitante de la Argentina se mantuvo en el 75% del de Australia desde 1900 hasta 1975, año a partir del cual nos separamos drásticamente de la trayectoria australiana. Después de 1975 nuestro PBI por habitante cada año fue un porcentaje menor del de Australia.
Australia progresó (y mucho) hasta 1975 (después también), nosotros corrimos a la misma velocidad (no más ni menos) desde 1900 hasta 1975. Entonces nosotros, hasta 1975 y a la misma velocidad que Australia, tuvimos una excelente performance comparativa hasta hace 45 años.
¿Por qué Mauricio Macri, los “articulistas” pro oficialistas, hablan de 70 años de decadencia si, haciendo la cuenta hasta 1975 hay 45 años que tienen en común la misma visión de lo que debe ser la política pública?
Es fácil constatar que el PBI por habitante de la Argentina entre 1944 y 1975 creció a la misma velocidad que el de los Estados Unidos. Ni más ligero ni más despacio.
En los “gloriosos 30 años” (1944/1975) de la economía occidental, los del Estado de Bienestar, la industrialización, el pleno empleo, el avance de la redistribución progresiva del ingreso, la economía argentina y la economía americana crecimos a la misma velocidad.
La visión dominante era la de las políticas públicas precedidas por el concepto del “bien común”.
Hay más. Dicen J. Llach y M. Lago, dos economistas ortodoxos (el primero funcionario nacional destacado dos veces en el período 1990/2002), en uno de sus libros recientes, sostiene que entre 1963 y 1974 el PBI por habitante de la Argentina creció a mayor velocidad que el PBI por habitante de los países occidentales.
Tres relaciones comparadas – avaladas por protagonistas y policy makers de los últimos 45 años – nos demuestran de manera palmaria que si Australia, Estados Unidos y las economías desarrolladas de Europa Occidental eran economía en progreso, desde antes y hasta 1975 (ellas lo fueron también después) también lo fue, en aquél entonces, la economía argentina porque creció a la misma velocidad. Una opinión unánime: hasta 1975 progresamos, entonces, la decadencia – el ingreso en el laberinto – tiene fecha de inicio.
La enorme diferencia, el brutal abismo, es que todas aquellas economías occidentales siguieron siendo economías de progreso (aunque a distintas velocidades) y la economía argentina, desde 1975 hasta la fecha, ha dejado de serlo.
Hubo progreso comparado (y absoluto) hasta 1975 y particularmente desde 1945.
Miremos las estadísticas del PBI por habitante. Desde 1900 hasta 1945 el PBI ph creció 1,03% anual acumulativo y desde 1945 hasta 1974, 1,98%. De entonces a hoy 0,58% ¿Cuál es entonces el período de mayor crecimiento?¿Cuesta tanto que la unanimidad de los colegas reconozcan los hechos?
Desde 1975 estamos en decadencia económica medida por el PBI por habitante y en ese laberinto la pobreza se multiplicó a las tasas chinas de 7% anual.
Es necesario aclarar que dado que la población crece sistemáticamente hablar de porcentaje de personas bajo de la lìnea de pobreza es insuficiente. Es imprescindible hablar de número de personas sufriendo la pobreza. Y en ese caso 7% anual acumulativo de crecimiento es lo que ha producido que, de las 800 mil personas estimadas en esa condición en la primera Encuesta de Hogares del Indec (1974) hayamos pasado a 14 millones en los días que corren.
La decadencia no es obra de Mauricio Macri, no lo es el estancamiento de 45 años (eso es el 0,58% de crecimiento anual) ni los 14 millones de pobres. No. La causa es la continuidad de un proceso de extravío en la conducción que gira en el laberinto desde hace muchas gestiones.
Estas desgracias vienen de una catarata que viene tomando fuerza desde la altura de los tiempos de 1975: una bola de nieve de estancamiento.
Mientras en 1974 y antes, el desempleo rondaba el 2/4% y en momento de recesión (que los había) llegaba al 7%. Desde entonces la tasa de desempleo de crisis fue a un ritmo creciente; y cuando esa tasa declinaba, aumentaban varios “compensadores” sistémicos: el retiro del mercado de trabajo por hastío de no encontrarlo, el empleo público sustituto funcional del seguro de desempleo, los distintos tipos de planes e imprescindibles ayudas sociales que no son más que acciones de supervivencia colectiva.
En aquellos años de progreso económico y social irrefutable con los datos, el gasto del Estado nunca representó más del 22 % del PBI, el endeudamiento externo no fue ni remotamente una variable central de la política económica; y la tasa de inflación dificilmente superaba tres veces la tasa media de inflación anual de los países desarrollados.
En los años de la decadencia iniciada en 1975 y continuada hasta hoy el Estado, con privatizaciones incluidas, creció hasta 42%. El endeudamiento externo, la financiarización de la economía, creció sin pausa y con prisa; y todas las gestiones debieron acudir al auxilio del FMI; y además vivieron en estado de default. Y la inflación – hiper inflaciones aparte – con excepciones que llevaron al estallido de los 2000, siempre estuvo rondando 10 veces la inflación promedio de las economías occidentales.
Hasta 1975 la oferta de bienes públicos – todos lo recuerdan – era razonable, apropiada para un país de desarrollo medio, el hospital público, la escuela pública, la seguridad en las calles, etc.
Seguramente traducido a las palabras del presente “un clima de favorable a la inversión”.
Si Usted quiere aclaro que la fuga del dinero – que la había – iba a los bienes y no a los dólares. No era una fuga verde “casi popular” como la de nuestros días.
Nadie puede negar la existencia de conflictos sociales. Pero tampoco se puede desconocer que la representación social y el diálogo con el poder, excluían la acción directa: la calle no era el territorio cotidiano del conflicto social.
Sin duda, en esos años del Estado de Bienestar, también la minoría regresiva – que finalmente se impuso en 1975 y hasta hoy – se hacía del “Poder” por la fuerza militar (no por las urnas) para “contener y frenar la distribución progresiva del ingreso”. Y también sin duda las ultra minorías armadas de las guerrillas generaban en las calles un clima de temor, tanto durante los gobiernos militares como en el período democrático inaugurado en 1973.
Por eso el General Perón los expulsó de la Plaza llamándolos “imberbes” y agregando “estos infiltrados que trabajan adentro, y que traidoramente son más peligrosos que los que trabajan desde afuera, sin contar con que la mayoría de ellos son mercenarios al servicio del dinero extranjero”.
Hasta 1975 no hubo ningún período de “déme dos”, ni tampoco la explosión de fortunas súbitas e hiper concentradas que adornan nuestros espacios que imitan al primer mundo, pero con la tosquedad extrema del Hotel de lujo y casino que – en la ciudad de Rosario – está en la vecindad de la villa miseria.
Estas fortunas nuevas, bastante toscas, no se emparentan con las de la “oligarquía ganadera” que crecían cuando crecía el país. Ni con la de la “burguesía industrial” que cuando crecía el país crecía.
En aquél entonces, hasta 1975, fortunas individuales y progreso colectivo, podrían no ir parejas, pero iban para el mismo lado.
Pero hoy, con 45 años de país estancado, mareas de pobreza alrededor de las ciudades, el mayor escándalo es la explosión de fortunas nuevas. Inmensas, bien notables, y como en todo lugar de riquezas súbitas, la de los nuevos ricos, es además de poco mérito todas derivadas de concesiones o contrataciones propias del desguase del Estado. El final de “Zorba el griego”.
Un Estado que ahora representa el 42 % del PBI (el doble de aquella época de los 30 gloriosos) que sobrevive por estar endeudado, que no presta la proporción de los servicios públicos de entonces y que asiste a una privatización continuada de la educación, la salud y del ejército de seguridad privada que hasta atiende en “espacios públicos”. Todo eso es decadencia.
Tenemos un Estado sin moneda. Lo que es de una gravedad extrema. Porque es “menos Estado” que el necesario. Y porque se torna un Estado dependiente, ya no del mercado financiero interno, sino – y vaya si lo sufrimos – de las llaves de paso que se abren o se cierran en el exterior y que nos hacen dependientes.
Simplemente hasta 1975 los bancos privados financiaban hipotecas para vivienda a 10,12 o15 años, en pesos y a tasas de interés fijas. Sí, había ilusión monetaria,pero era posible hacer política monetaria.
¿Cómo se dispara la decadencia?¿Cuándo entramos en el laberinto? En 1975 ocurre el “rodrigazo”. Pero no fue solamente una decisión espantosa, errónea, de política económica. Fue, como está de moda ahora señalar, un “intento de cambio cultural”.
Ricardo M. Zinn, el operador e inspirador del golpe económico que tumbó a la Argentina, era un militante de la lucha contra las ideas de desarrollo y justicia. Sostenía que sólo el vigor de los mercados, librados a toda su potencia, era capaz de producir beneficios colectivos e individuales. Nada, decía, justificaba “las políticas”, los “objetivos”, los “programas”. No podían provocar nada positivo.
Todo se dividía en “cuestiones que el mercado ha resuelto y cuestiones que el mercado resolverá”. Para eso había que liberar las fuerzas del mercado y hacerlas liderar por el mercado financiero cuyo regulador de “pasa no pasa” es la tasa de interés de mercado, pura, limpia, sin concesiones. Cuando lo vemos actuar al actual Presidente del BCRA no cabe duda que a todos los mueve el mismo espíritu.
Zinn era un extremista del neoliberalismo que acuñó, durante la Dictadura Genocida, dos frases emblemáticas “los argentinos somos derechos y humanos”, “achicar el Estado es agrandar la Nación”. Por un lado justificaba la represión salvaje y por el otro justificaba la destrucción del Estado. En ese camino “la Nación” se encogía dos veces. La primera porque no podía amparar la vida de todos los ciudadanos y la segunda porque se sembraba el espiritu de no ser todos partes de la misma Patria.
Zinn junto a Pedro Pou dió origen al CEMA y desde ese centro de pensamiento – Chicago Boys – se construyó una Universidad y se difundió una doctrina, una ideología, poderosa que repite, en lengua nativa, “el Estado no es parte de la solución sino parte del problema” (R.Regan) y “no hay tal cosa como “la sociedad” solo individuos” (M.Tatcher).
Lo más insólito que todos ellos eran miembros de la secta “Los Caballeros del Fuego” que lideraba José López Rega. ¿Podrán imaginarse que su instalación en el poder surgió de las maniobras siniestras del “brujo”?
La deriva de ese pensamiento es el auge financiero, primera etapa, al que contribuyó la demolición del desarrollo industrial nacional.
Zinn acordó con J.A. Martinez de Hoz las medidas del ”rodrigazo”, la resistencia a las mismas conducidas por el sindicalismo – en el marco de la guerrilla que le hacía el juego al golpe con aquello de “cuanto peor mejor” – fue el fundamento de la Dictadura Militar que puso en marcha la segunda etapa del “rodrigazo”.
El argumento de la apertura irracional de importaciones financiadas con deuda externa, era que se había acabado y fracasado la “industrialización por sustitución de importaciones”.
Que el innegable avance de integración industrial – de la que un ejemplo era la industria automotriz resultado de una integración vertical que producía el 90% de un vehículo y que además exportaba – era “falso” y que había que abandonar ese rumbo de modernización económica y social cuyos resultados ya hemos mencionado.
En 1974 las terminales automotrices y todas las empresas del sector, acordaron el protagonismo exportador automotriz que se frustró con la llegada del neoliberalismo al gobierno.
A partir de esa mirada equivocada (ingenua o perversa) la economía argentina hizo de la industria manufacturera de transformación la madre de la nueva y monumental restricción externa: déficit de 30 mil millones de dólares anuales (2004/2018). Si se crece 1%, las importaciones industriales crecen 3,69%.
El crecimiento, en estas condiciones, genera crisis del balance de pagos.
En “restricción externa estructural” no existe la posibilidad de consolidar una moneda porque dependemos de una moneda que no emitimos; y con el discurso de la desindustrialización forzada, en lugar de producir los bienes que proveean esa moneda, vivimos en déficit permanente de ella.
La desindustrialización forzada, que arrastramos hace 45 años, es el motor de la restricción externa y además ha destruído la capacidad de generar empleo productivo urbano. Llevamos 19 caídas del PBI ph entre 1975 y 2018.
Esta mecánica lleva a que la restricción externa, provocada por la desindustralizaciòn, obligue al Estado a paliar las condiciones que genera la falta de trabajo productivo urbano. La primera respuesta que agrava la debilidad fiscal es un empleado público cada 12 habitantes.
La proporción de consumidores de bienes o insumos importados, por la conformación “ensambladora” de la industria, es infinitamente superior a la proproción de productores de bienes o insumos de exportación.
Se genera así la economía de tres déficits: externo, de empleo y fiscal.
Toda política de impulso, en este sistema que rechaza la concertación, es inflacionaria porque no mueve la rueda de la producción sino la de la deuda.
En este contexto, la deuda externa grita y la deuda social angustia.
Entre gritos y angustia, es imprescindible repensar el por qué de la decadencia y romper con el discurso de la justificación que da vueltas en el laberinto sin encontrar la salida. Con las mismas ideas, aunque las personas cambien, nada va a cambiar. Por eso hay que entender por qué la decadencia: ese porque es la única manera de salir del laberinto.
Carlos Leyba es economista egresado de la Universidad de Buenos Aires. Realizó estudios de posgrado en la Universidad Libre de Bruselas. Fue profesor regular titular en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Durante la presidencia de Perón fue subsecretario general del Ministerio de Economía y vicepresidente ejecutivo del Instituto Nacional de Planificación Económica (INPE), en tal carácter tuvo a su cargo las tareas operativas de la Política de Concertación y del Plan Trienal de Reconstrucción y Liberación Nacional. Fue presidente del Fondo Nacional de las Artes y coordinador de los Informes de Desrrollo Humano (1995-1999) del Senado de la Nación. Consultor del PNUD, del Banco Mundial, del BID y de empresas. Es presidente del Centro de Estrategias de Estado y Mercado (EEM), profesor en la Maestria de Integración de la UBA, columnista económico de la revista Debate y edita la página web nosquedamosenel73. Es autor del libro Economia y Politica en el Tercer Gobierno de Peron.
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 25, 2019
HAY QUE DEJAR DE ROBAR POR DOS AÑOS… Y NO SE HIZO
ELLOS MAS VIEJOS, MAS GORDOS Y OPULENTOS MILLONARIOS
Desde esa famosa frase-propuesta: HAY QUE DEJAR DE ROBAR POR DOS AÑOS pronunciada por el entonces joven político LUIS BARRIONUEVO en los años noventa, pasaron casi tres décadas y si bien mucho se habló de sus imprudentes dichos, “nuestros líderes” no dejaron de robar. Ni por dos años, ni por dos meses y tampoco por dos días, así hoy los resultados están a la vista de todos y todas. Endeudados, sin fuerzas armadas, con poderes del estado como el judicial en permanente crisis, con la inseguridad y las drogas ganando las calles se improvisa el futuro día a día, al tiempo que fugan los capitales. Lo único que ocurrió es que envejecimos, encanecimos y engordamos algunos kilos.
Eso sí, BARRIONUEVO y otros muchos, quizás demasiados, responsables o irresponsables como él, sin prejuicios ni remordimientos, también “engordaron” exponencialmente sus patrimonios. Al mismo tiempo que en sentido negativo lo hacia la pobreza de la población, en la que los más afectados son los niños. Esos que como eslogan de una lejana época “iban a ser los únicos privilegiados”. Hoy unos se trasladan en lujosos aviones privados y hacen planes para recuperar el poder pleno. Los otros, poco menos que en carro o a pie callan y se preparan para en 2019 a través de las urnas, volver a votar nuevamente por esta misma gente que los engañó y empobreció a niveles de miseria, como nunca se vio en un país tan rico como Argentina.
Claudio Kussman
Interno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Octubre 19, 2018
[/ezcol_3fifth] [ezcol_1fifth_end].[/ezcol_1fifth_end]“Si la miseria de la gente pobre no es causada por las leyes de la naturaleza,
sino por nuestras instituciones, grande es nuestro pecado”
Charles Darwin (1809-1882)
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 19, 2018
PARODIA DEL “PAIS DE NUNCA JAMAS” (Paralelismo entre la novela y la actualidad)
Por el Coronel PEDRO ADOLFO LÓPEZ
Cuando el escritor escoses James Matthew Barrie escribió la novela “El País de Nunca Jamás” en 1904; fábula que combina la acción y la fantasía, la describía en una isla lejana y exótica donde los niños no crecían y vivían sin ninguna regla o responsabilidad ; pasando así la mayor parte del tiempo, divirtiéndose y viviendo aventuras.
Llamados los niños perdidos cuyo líder era Peter Pan y su hada Campanilla.
La población de dicha isla estaba también compuesta por piratas, indios, sirenas, hadas y demás criaturas de la naturaleza que habitaban en la selva y aguas profundas.
Hoy después de ver todo lo que esta sucediendo en nuestro País, recordé cuando hace 63 años me regalaron el día de mi cumpleaños (hoy tengo 72) el libro “Peter Pan y la Isla de la fantasía” y parecía que nuevamente lo estaba leyendo, recreándolo y comparándolo paradójicamente con lo que a diario nos acosa y angustia.
Enumerar los acontecimientos que a diario se suceden en nuestra ¡ISLA! Es interminable además porque día a día son superados por otros nuevos que logran imponerse sobre los anteriores.
Vivimos recordando el pasado; mencionando la famosa generación del 80, de todos sus logros. Proclamando que somos el granero del mundo con capacidad de alimentar a 400 millones de personas; pero no lo podemos hacer con los 43 millones que somos nosotros.
Recordamos los “golpes militares” pero nos olvidamos que siempre fueron reclamados y apoyados por los políticos y la mayoría de la sociedad.
Que el Tte Grl Perón fue un estadista y mas que ello fue un oportunista, inteligente que aprovechó la debilidad de los políticos y la sociedad para crear un populismo ignorante, fácil de manejar y conducir para conseguir sus propios intereses y cuando se dio cuenta de lo que había conformado ya era tarde y fue sobrepasado perdiendo el control de sus ¡seguidores!
Vivimos escuchando especialistas en cada uno de los temas que a diario surgen, todos son idóneos en todo, no importa a lo que se refiere pero opinan y generan largos y tediosos programas en todos los medios de comunicación.
Los estudiantes tomando colegios y reclamando por la legalidad del aborto sin tener en cuenta que gracias a que sus madres no los abortaron hoy pueden estar presentes realizando esas absurdas peticiones; pregunto ¿Los padres dónde están?
Las organizaciones sociales, gremiales, partidos de izquierda y demás oportunistas cortando calles impidiendo que el resto de las personas pueda desarrollar sus actividades con normalidad; pregunto ¿Cómo y quiénes sostienen los que manifiestan? ¿Dónde está el Estado de derecho y la Justicia para impedirlo?
La década del 70, Organizaciones terroristas, Las Abuelas, Las Madres, La Guerra de Malvinas, Balza,Tráfico de armas, Voladura de Río Tercero, Julio López, La tragedia de Once, Inundaciones en La Plata, Lázaro Báez, La 125, Jaime, Milani, la RAM, Jones Huala, Sergio Maldonado, los bolsos del convento de López, la valija de Antonini Wilson, De Vido, El submarino San Juan, Fuerzas armadas, Juicios a los militares, Corrupción en la política, en la Justicia, en la Policía, Narcotráfico, Seguridad, Educación, Salud, Mundial de futbol, Campaña política, Los empresarios, La grieta, El Papa Francisco, Los motochorros, Los asesinatos de policías y gente común, Etc, Etc, Etc, …….
Pregunto ¿Vamos a continuar sumergidos en la inacción? ¿Quién ejerce el poder? ¿Esta el gobierno capacitado para afrontar y enfrentar las amenazas institucionales contra el Estado y la Sociedad? Hasta el momento no se han apreciado grandes logros y pienso que todo radica en la falta de conocimiento de lo que es convivir con la gente, con el común de la gente, de ver como se vive en zonas olvidadas por los políticos que solo las ven y conocen cuando hacen campaña prometiendo como todos, lo que jamás les darán.
Primero hay que aprender a caminar en el barro para luego saber cuál es el camino correcto; pero aquí parece que nunca nadie se ensució los zapatos ni usó “Las Pampero”.
Comparando los personajes del “País de Nunca jamás”, creo podemos recrearlos a todos en cada una de sus actuales posiciones, funciones y actitudes; El Líder, Campanilla, Capitán Garfio, Los Piratas, Las Hadas, Las Sirenas y los animales de la selva y las profundidades.
Hoy continuamos viviendo en el País de Nunca Jamás, país imaginario de la Isla de Peter Pan; donde todos somos como niños que no queremos crecer y continuar de forma caprichosa haciendo lo que se nos antoja sin tener nada ni nadie que nos lo impida.
Vivimos mirando para atrás, echando culpas al pasado (que sin dudas las tiene) pero no le damos la solución al presente, vivimos edificando sobre las ruinas de los anteriores y nos olvidamos de construir cimientos sólidos para un futuro venturoso y así evitar el derrumbe.
El escritor Javier de Isusi en un párrafo de su novela “Juan sin tierra” en la parte que habla del Vasco y el Corto Maltes, expresa: Parece como si quisiéramos arrastrarnos a este estadio vital que hemos dejado atrás con los años, a fin de abandonar, aunque sólo sea por el breve instante, todo ese conjunto de valores que vamos adquiriendo a medida que nos hacemos mayores. Digamos que lo que tenemos que hacer es algo así como ¡Quitémonos todas las máscaras que nos ponemos de adultos e intentemos volver a ver con la mirada de un niño! Y ser realista.
A continuación transcribo literalmente lo publicado en el periódico El Mediterráneo del 01/06/18 por Vicent García Nebot. (Abogado-Urbanista).
“Hermanos: Hasta esta semana pasada yo creía que vivía en el País de Nunca Jamás. Un mundo mágico donde los niños no alcanzan la edad adulta, y si uno viaja allí le es difícil volver a su antigua vida y recordar su pasado. Un país en el que los jueces son juzgados (antes que los presuntos malhechores) y expulsados de la carrera judicial, Y en los que las sentencias tardan años y años en salir haciendo que las cosas pasen a ser «cosas del pasado» y los amigos del alma pasen a ser «ese señor de quien usted me habla».
Pues no, porque, aunque es pronto para decirlo, existen unos cuantos valientes que se han atrevido a romper las reglas. En Castellón un juez de Instrucción de Nules marcó el camino a seguir. En Madrid y Valencia son otros los que no han sucumbido a las presiones profesionales y personales, y demás triquiñuelas del sistema.
El País de Nunca Jamás se transforma, de repente, en el País de a Veces parece que va y sí. Y es que las cosas parece que están cambiando. Hace unos meses un amigo mío, promotor de éxito en los tiempos de la burbuja, decía ante la televisión lo que me contaba de forma reservada respecto a cómo funcionaba el sistema de comisiones dentro del partido gobernante en la Comunitat por aquellas fechas. La verdad es que desde mi País de Nunca Jamás no entendía porque lo estaba haciendo. Qué buscaba con esta declaración que (creo) que nadie le había pedido.
Pues bien, la suerte es que aún hay héroes que son libres para hacer y decir lo que su conciencia le dicta. Eso si después de haberlo meditado mucho. Hasta la prescripción. Amén.”
¿Podremos acá lograr y alcanzar lo mismo?
Nuestro país fue hecho por inmigrantes de todo el mundo, la mayoría de origen español e italiano y de otros países, fundamentalmente después de las dos grandes guerras y otras de menor significado, pero lamentablemente no hubo una política de estado y no se logró conformar una sociedad HOMOGENEA con verdadero sentido de PATRIA. (A excepción de un campeonato de futbol).
Cada uno después de lograr su bienestar solo se dedico a disfrutar del mismo y lo peor de todo es que en esa ambición sin límite se aprovechó de los más necesitados y desamparados llegando a la explotación de los mismos.
¿Cuántas banderas celeste y blanca han visto en los balcones para las fiestas patrias? Hemos perdido y olvidado las tradiciones, el significado de nuestra historia, de nuestros próceres, ¡Ah! Eso sí, lo enaltecemos al “Che” como símbolo de la libertad. A Rodolfo Walsh lo ponderamos colocando su nombre a una estación de subte olvidándonos de la bomba que hizo detonar en el comedor de coordinación federal matando 22 personas e hiriendo a cientos más. No solo estamos en “El País de Nunca Jamás” sino que también lo estamos en el “Reino del Revés”.
Hablamos de “LA GRIETA”, como la separación que existe en nuestra sociedad y considero que el termino esta mal empleado ya que desde el punto de vista físico-geográfico, la grieta se puede sortear ya sea rellenándola, saltándola, construyendo un puente o por sobrevuelo: pero lamentablemente acá y ahora es imposible poder realizar una acción que permita salvarla porque la sociedad esta enferma, enferma de odio, de resentimiento, de revancha, de venganza, de desesperanza, de no tener objetivos que los conduzcan a un fin común.
Comparto en parte el artículo del periodista Pablo Sirven en el diario La Nación del 29/07/18, titulado “La Obsesión Eterna con los Militares”; para que apreciemos una vez más que estamos, ¡valga el paralelismo! viviendo en el “País de Nunca Jamás”.
Me hubiese gustado que el Sr. Pablo Sirven, se refiriera también a aquellos terroristas que atentaron contra la democracia, que mataron inocentes y que hoy están ocupando cargos en la política y/u otros espacios, caminando por las calles sin el más mínimo sentimiento de culpa y en LIBERTAD. ¿No es que somos todos iguales ante la ley?
Tenemos una parte de la justicia autodenominada “JUSTICIA LEGÍTIMA” , de tal manera, que debemos considerar que hay otra parte que es “ILEGÍTIMA”, dentro de cuál de ellas nos encontramos?
¿EXISTE REALMENTE LA JUSTICIA?
Me pregunto: ¿Caerán nuevamente “los militares” en la trampa? O habrá una nueva camada de futuros prisioneros sin que existan los verdaderos responsables de su condena?
¿PODREMOS DEJAR DE VIVIR EN EL PAIS DE NUNCA JAMÁS?
¡QUE PARADOJA!
Alejandro Santana, el 29/04/12 escribió en El Birán NY de Rep. Dominicana lo siguiente:
“Parece que somos muy buenos para vivir añorando el pasado y colocándonos de espalda al presente sin tener en cuenta que los pueblos que viven aferrados al pasado, se quedan estancados y no pueden salir del sub-desarrollo, pero tampoco están en capacidad de luchar, de sintonizarse con la realidad del presente”.
Hoy la letra del tango “Cambalache” de Discépolo, tienen más vigencia que nunca.
¡DEJÉMONOS DE VIVIR EN “EL PAÍS DE NUNCA JAMÁS” Y VIVAMOS EN LA REALIDAD PENSANDO EN LAS FUTURAS GENERACIONES!.
Pedro Adolfo López
Cnl ( R ) VGM
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 31, 2018
RAÚL ALFONSÍN: 2da Parte. LOS JUICIO QUE HAN NACIDO MAL PARIDOS Y MAL PARIDOS VAN A MORIR. PARTE IX.
Por ARIEL VALDIVIEZO
INTRODUCCIÓN.
Deseo transcribir esta estrofa del Martin Fierro de JOSÉ HERNÁNDEZ, para que, el que lea estos escritos, conozca la intencionalidad de los mismos.
“MAS NAIDES SE CREA OFENDIDO,
PUES Á NINGUNO INCOMODO;
Y SI CANTO DE ESTE MODO
POR ENCONTRARLO OPORTUNO,
NO ES PARA MAL DE NINGUNO
SINÓ PARA BIEN DE TODOS”.
ESTOS ESCRITOS Y LOS VENIDEROS TIENEN POR FINALIDAD SACAR LA VENDA DE LOS OJOS DE LOS QUE NO CONOCEN LA VERDAD, PARA LOS QUE LA CONOCEN Y SE HACEN, DENTRO DE SU CABARDÍA, LOS OLVIDADOS, PARA LOS QUE NO QUIERAN VER O PARA LOS QUE MIRAN SIN QUERER VER.
Había mencionado que el “Padre de la Democracia” RAÚL ALFONSÍN había sido abogado defensor de MARIO ROBERTO SANTUCHO, Jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo, una organización ilegal de guerrilleros que asolaron el país en la década de 1970.
Así mismo podemos, decir que, para entender mejor esta época, es necesario que el pueblo víctima de la mentira marxista, conozca algunos de los miles de dichos, los que entiendo pueden ser los más significativos de personas notables de la época ya sean políticos o guerrilleros a saber
“General, ¿van a dar el golpe? Si van a hacer lo que yo pienso, háganlo lo antes posible.” – Ricardo Balbín, Unión Cívica Radical al General Videla (diciembre, 1975).
“Si las Fuerzas Armadas vienen a poner orden y estabilidad, bienvenidas sean!” – Jorge Antonio, dirigente justicialista (20 de marzo, 1976).
“Es determinación del Gobierno no dejar de hacer absolutamente nada de lo que esté dentro de nuestras facultades y nuestro poder de decisión, hasta alcanzar su más completo exterminio.” – Tomás Vottero, Ministro de Defensa (diciembre, 1975, con referencia a la guerrilla)
“El 17 de junio volví a entrar a la casa. A las 18:40 horas pedí permiso para ir al baño donde puse en marcha el mecanismo de tiempo de la bomba. Después entré al dormitorio de los padres de María Graciela y la coloqué debajo de la cama, del lado que ocuparía el Jefe de Policía. Pero al salir volví sobre mis pasos y la corrí un poco hasta ubicarla justo donde apoyaría la cabeza; a ver si todavía fallaba!” – Ana María González, 18 años, terrorista montonera, al relatar a una revista española el asesinato del General Cesáreo Cardozo.
“Creo que para lograr la patria socialista vamos a tener que matar a no menos de un millón de personas.” – Roberto “Roby” Santucho, Comandante en Jefe del ERP, a su hermano Asdrúbal, oficial del ERP.
“Es imprescindible por encima de todo mantener vivo nuestro odio y aumentarlo hasta el paroxismo. Odio como factor de lucha, odio intransigente al enemigo, odio capaz de llevar al hombre más allá de sus límites naturales y transformarlo en una fría, selectiva, violenta y eficaz máquina de matar.” – Ernesto “Che” Guevara, guerrillero internacional, asesino y genocida.
“Nosotros vamos a proceder de acuerdo con la necesidad, cualesquiera sean los medios. Si no hay ley, fuera de la ley también lo vamos a hacer violentamente. Porque a la violencia no se le puede oponer otra cosa que la propia violencia.” – Juan Domingo Perón – Presidente de la Nación (octubre 1973), con relación a la guerrilla.
“Obviamente Montoneros tenía un objetivo, la construcción del socialismo, y este objetivo no tenía nada que ver con el objetivo que tenía Juan Perón.” – Miguel Bonasso, alias “Cogote”, oficial montonero y hoy diputado nacional.
“Nuestra estrategia consiste en la toma del poder por el pueblo a través de la lucha armada. Este objetivo presupone previamente la eliminación de las organizaciones políticas, económicas y administrativas del régimen y el aniquilamiento físico de sus fuerzas de represión.” Montoneros, “Manual de Táctica Urbana”.
“Es imprescindible por encima de todo mantener vivo nuestro odio y aumentarlo hasta el paroxismo. Odio como factor de lucha, odio intransigente al enemigo, odio capaz de llevar al hombre más allá de sus límites naturales y transformarlo en una fría, y selectiva máquina de matar”– Che Guevara asesino de Raul Castro. http://www.alfinal.com/politica/97frases.php
Ni bien Raúl Alfonsín asumió el poder que le entregó el Presidente Reynaldo Bignone en diciembre de 1983, a efectos de comenzar a construir la mentira oficial y preparar un sainete vengativo con juicios a los militares que gobernaron el país (junto a los radicales), el 15 de diciembre de 1983 -a tan solo días de asumir- Alfonsín emitió el Decreto 187/83 con el que se creó la CO.NA.DE.P (Comisión Nacional para la Desaparición de Personas), cuya finalidad sería investigar los hechos sucedidos durante la reciente guerra revolucionaria, acontecida en la década anterior.
Es así como este nefasto “Padre de la patria ALFONSIN, por decreto, lo nombró presidente de la comisión junto a otras seis personas designadas por el Congreso Nacional, suponiendo que sería integrado por personas honorables, imparciales, sin ideología políticas, y verdaderamente humanistas, etc. Sin embargo la CO.NA.DE.P fue liderada por este hipócrita ERNESTO SÁBATO.
Para ello es sumamente imprescindible conocer también quien fue este personaje quien siempre actuó como un verdadero traidor a la Patria. Esto no llama para nada la atención, ya que fue afiliado al partido comunista, partido que asesinó a más de cien millones de personas en solo siete décadas, y así ALFONSIN organizó esta comisión para “investigar” violaciones a los DDHH ocurridos en una guerra en la que de un lado estaban las FFAA. de la Nación y del otro Montoneros y ERP, organizaciones, maristas-leninistas.
Este nefasto personaje nunca tuvo escrúpulos como militante comunistas, quien no dudó nunca en traicionarlos, aspectos que paso a detallar con los siguientes hechos que lo identifican y pintan tal cual es esta miseria de persona:
1) No dudar en elogiar y adular a los “golpes de estado” ya en los años de la “Revolución Libertadora” de 1955, dijo: “En toda revolución hay vencidos. En esta los vencidos son la tiranía, la corrupción, la degradación del hombre, el servilismo. Son vencidos los delincuentes, los demagogos, los torturadores. Personalmente creo que los torturadores deberían ser sometidos a la pena de muerte”. Lo mismo hizo con el golpe por el Gral. JUAN CARLOS ONGANÍA contra el Presidente radical ARTURO ILLIA en 1966, al mejor presidente que tuvimos los argentinos. Entonces manifestó nuevamente su desprecio por la democracia: “Llegó el momento de barrer con prejuicios y valores apócrifos, que no responden a la realidad. Debemos tener el coraje para comprender (y decir) que han acabado, que se habían acabado instituciones en las que nadie creía seriamente. ¿Vos crees en la Cámara de Diputados? ¿Conoces a mucha gente que crea en esa clase de farsas? Por eso la gente común de la calle ha sentido un profundo sentimiento de liberación. Se trata de que estamos hartos de mistificaciones, hartos de politiquería de comité, combinaciones astutas para ganar tal o cual elección. Ojalá la serenidad, la discreción, la fuerza sin alardes, la firmeza sin prepotencia que ha manifestado ONGANÍA en sus primeros actos sea lo que prevalezca y que podamos al fin levantar una gran nación, sin hipócrita acatamiento a viejos mitos políticos. Como se comprende, es mucho más lindo y viste más hablar de democracia vulnerada y otras falacias del mismo calibre. Yo prefiero equivocarme haciendo o intentando hacer algo más grande, que ser una persona correcta y honorable, contribuyendo a que nos hundamos todos en la podredumbre”.
2) En el gobierno de facto del General JORGE RAFAEL VIDELA, en mayo de 1976, concurrió a un banquete y a su salida expresó: “El Gral. Videla me dio una excelente impresión. Se trata de un hombre culto, modesto e inteligente. Me impresionó la amplitud de criterio y la cultura del Presidente. Hablamos de la cultura en general, de temas espirituales, culturales, históricos… hubo un altísimo grado de comprensión y respeto mutuo, y en ningún momento incurrimos en el pecado de caer en banalidades; cada uno de nosotros vertió sin vacilaciones su concepción personal de los temas abordados”. Pero milagrosamente se olvidó de mencionar lo que le dijera al general Videla en el almuerzo: “el país necesitaba un baño de sangre para purificarse”. Quien a pesar de estar en plena guerra contra la subersión, aclaró que: “Los militares no estaban para hacer la guerra sino para evitarla y no para derramar sangre sino para intentar contenerla”. Lo que mencionara en directa alusión a lo que manifestara el líder guerrillero – “Creo que para lograr la patria socialista vamos a tener que matar a no menos de un millón de personas.” – Roberto “Roby” (nombre de guerra) de MARIO ROERTO SANTUCHO, Comandante en Jefe del ERP, a su hermano Asdrúbal, oficial del ERP, muerto en una embocada en el monte Tucumano.
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Posteriormente Sábato ratificó su opinión “pro-proceso” diciendo a la revista alemana GEO: “La inmensa mayoría de los argentinos rogaba casi por favor que las Fuerzas Armadas tomaran el poder. Todos nosotros deseábamos que se terminara ese vergonzoso gobierno de mafiosos. Desgraciadamente ocurrió que el desorden general, el crimen y el desastre eran tan grandes que los nuevos mandatarios no alcanzaban ya a superarlos con los medios de un estado de derecho…los extremistas de izquierda habían llevado a cabo los más infames secuestros y los crímenes monstruosos más repugnantes” y luego concluyó manifestando: “Sin duda alguna, en los últimos meses, muchas cosas han mejorado en nuestro país; las bandas terroristas han sido puestas en gran parte bajo control. La democracia tiene que aprender su lección de la historia y debe saber que con los viejos métodos liberales heredados de tiempos menos problemáticos, no se pueden dominar los delirios del presente” http://fdra-historia.blogspot.com/search/label/comunismo?updated-max=2014-07-16T20:00:00-07:00&max-results=20&start=64&by-date=false
Me he limitado en este caso a nombrar alguno de los antecedentes del señor ALFONSÍN, es decir del “Padre de la Democracia” para que se conozca lo que realmente fue esta persona. También me he limitado a nombrar en forma escueta todo lo relacionado a este nefasto ERNESTO SABATO, para que se entiende perfectamente el porqué de los juicios a los Comandantes de cada una de las Fuerzas Armadas, violando los derechos y garantías de nuestra Carta Magna, con gravísimas aberraciones jurídicas que ofenden a toda la comunidad jurídica internacional.
PP – VGMT (PRESO POLITICO Y VETERANO DE GUERRA EN EL MONTE TUCUMANO.
ARIEL VALDIVIEZO
D.N.I. 8.196.717
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 6, 2018
REVUELCOS INTERESANTES
Escribe Enrique Guillermo Avogadro.
Revuelcos Interesantes
El domingo pasado, al leer la imprescindible columna de Jorge Fernández Díaz en “La Nación” (https://tinyurl.com/z4qcmmf), tomé conciencia del primero de los impresionantes cambios que se han producido en lo que va del año.
Hasta ahora, los ideólogos de izquierda del mundo subdesarrollado se hartaron de despotricar contra la globalización, a la que consideran terriblemente perjudicial para los países pobres. Sin embargo, hoy quien enarbola la bandera más importante de resistencia a ese movimiento –que, debo decir, me parece imparable- es nada menos que Donald Trump, que brega por cerrar la economía estadounidense con los mismos argumentos que utilizan quienes se encuentran en sus antípodas políticas.
Es interesante, entonces, pensar cómo puede darse un fenómeno socio-económico, relativamente nuevo, que resulte perjudicial para todos, sean privilegiados o sumergidos. Como, naturalmente, eso contiene una contradicción que lo convierte en imposible, resulta fundamental discernir a quién le asiste la razón.
Estados Unidos es, sin duda, el mayor país del mundo todavía, aunque China pretenda acercársele. Y es el mayor exportador de tecnología, dada su monumental inversión en investigación y desarrollo. Pero, para poder mantener al mundo entero como un mercado para sus productos, debe también aceptar que el resto de los países exporten a su mercado interno porque, en general, las economías son reacias a comprar a quien no les compra.
Por eso, creo que los próximos meses –hace pocas décadas, hubiéramos dicho años- traerán algunas respuestas a estos interrogantes, generados por algunos datos ciertos: un obrero estadounidense gana, en promedio, cuatro veces más que su homólogo mexicano, y ni hablar de los trabajadores del sudeste asiático, pese a que éstos también han mejorado. Si Trump insiste en concentrar toda la producción de las empresas norteamericanas en su propio territorio y en incentivar el “compre nacional”, resulta obvio que los salarios locales subirán aún más, y ese mayor costo se trasladará, necesariamente, a los precios; de la reacción de la sociedad ante ese incremento dependerá, en mucho, el futuro político del nuevo Presidente. Casi tanto como de sus feroces batallas contra la prensa (tan tradicionalmente libre allí que llegó a costarle su cargo al Presidente Richard Nixon) y contra la Justicia, que ha actuado siempre como garante de la división de poderes y como última defensa de los ciudadanos frente a los abusos del Poder Ejecutivo.
El segundo vuelco se refiere a la ola anticorrupción que, desatada por las investigaciones en las empresas Petrobras y Odebrecht, ya alcanza a varios países de Latinoamérica. El pedido de captura del ex Presidente peruano, Alejandro Toledo, las imputaciones al Gobernador del Estado de Rio de Janeiro y al Alcalde (Prefeito) de su capital, el bloqueo judicial a la designación de uno de los principales ministros de Michel Temer (Presidente de Brasil), las acusaciones contra Juan Manuel Santos (Presidente de Colombia), las repercusiones en Panamá y en República Dominicana, donde hay varios políticos y funcionarios de primer nivel involucrados, están transformando al Lava Jato en un verdadero tsunami internacional que nadie sabe dónde terminará, ni cuál será su costo.
Otro vuelco, el primero propio, se refiere al reducido índice de inflación de enero, un mes tradicionalmente malo para esta medición, que sorprendió a todos los economistas. Anualizando los logros de los últimos siete meses en la materia, resulta claro que el Gobierno y el Banco Central han conseguido domeñar este flagelo, que tantos pobres produce; además, resultará un dato clave al momento de negociar las paritarias, salvo aquéllas que se celebrarán con los gremios de marcada dirigencia kirchnerista, en especial los maestros. Pero creo que, si los diferentes gobiernos provinciales se mantienen firmes, surgirá una importante disidencia dentro de los distintas agrupaciones que permitirán el comienzo de las clases en tiempo y forma, y lo mismo sucederá con el subterráneo capitalino y sus salvajes “metrodelegados”. Cada vez serán más quienes estén dispuestos a desobedecer directivas claramente desestabilizadoras.
El dato de la inflación, sumado al éxito del blanqueo y a la proximidad del ingreso de ingentes divisas provenientes de las exportaciones de granos, acompañado por la favorable opinión de los grandes operadores de los mercados de crédito internacionales (Morgan Stanley dijo, el viernes, que Argentina enderezará su economía y atraerá US$ 230 mil millones), permiten afirmar que el Gobierno está haciendo muy bien las cosas en ese terreno. Estoy seguro que el país volverá a crecer este año, aunque será muy difícil que ese crecimiento sea parejo para todas las áreas de actividad, en la medida en que muchas de ellas dependen de la marcha de nuestro principal socio comercial, Brasil, inmerso en una crisis económica y política de incierto futuro.
Y, finalmente, el marcado revuelco que significa la permanente presencia en los medios de difusión masiva, que hoy hasta editorializan sobre la cuestión de los presos políticos pese a haberla ignorado durante los últimos catorce años. Obviamente, ese cambio de actitud responde a un nuevo interés social, reflejado en el rating y en los cientos de cartas de lectores que publican los diarios de mayor circulación, que piden una solución inmediata de este grave condicionamiento de nuestra joven democracia.
Todo ello resulta innegablemente positivo porque, a la entrevista que realizó Eduardo Feinmann a Victoria Villarruel esta semana, siguió un interesantísimo y constructivo debate -en Intratables- entre Silvia Ibarzábal (hija del Coronel secuestrado en el ataque a la guarnición de Azul, torturado y asesinado en 1974, durante la presidencia de Juan Domingo Perón), Luis Labraña (el ex montonero que inventó la mágica cifra de los 30.000 desaparecidos) y Eduardo Anguita (ex combatiente del ERP), que permitió iluminar este tema, tan manipulado.
Resulta inexplicable que, mientras rivales seculares como Alemania, Francia, Gran Bretaña, Polonia y Rusia, que combatieron en guerras terribles y sanguinarias, pudieron sólo siete años después de la Segunda Guerra Mundial (en la que murió el equivalente a toda nuestra población) sentar las bases para la actual Comunidad Europea, y Estados Unidos y Japón se convirtieron en fuertes aliados después de los bombardeos atómicos, nosotros sigamos inmersos en una contienda que ya debiéramos haber debido dejar atrás, cerrando las heridas que, sin duda, causaron esas décadas violentas.
Pero no podremos hacerlo hasta que cese la venganza, y todos podamos estudiar nuestra historia analizando crudamente los hechos tal como sucedieron, sin enmascararlos detrás de posturas ideológicas, y sin tergiversar lo que pasó en nombre de un sesgado relato que, a esta altura, huele irremediablemente a moho.
Bs.As., 11 Feb 17
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 11, 2017
Prisionero En Argentina dialogando con Dean Dexter, Periodista y Secretario de Estado de New Hampshire, sobre la Argentina de los años setenta
Dean Dexter, un hombre profesional y afectivamente ligado al fallecido ex Embajador en Argentina Robert Charles Hill, conoce la trágica historia de nuestro país y de Latinoamérica en los años setenta. En sus funciones de periodista y servidor público domina dos lados importantes de estos sucesos. El señor Dexter, ahora en su cargo en la Secretaría de Estado de New Hampshire tuvo la amabilidad de dialogar con PrisioneroEnArgentina.com y compartir sus observaciones y sapiencias.
PrisioneroEnArgentina.com: Señor Dexter, por un tiempo prolongado he tenido la aspiración de conversar con usted ya que sé que ha tenido experiencias con la Argentina de los años setentas.
Dean Dexter: Bueno, sí. Primero de todo… Fabian Kussman, tu nombre me suena muy familiar…
PrisioneroEnArgentina.com: En realidad he escrito algunos artículos. Claro, no tan buenos como los que usted ha redactado. Digo ha, ya que ahora usted se ha dedicado a la política.
Dean Dexter: Soy un periodista, y he trabajado para Robert C. Hill, y le he visitado en Argentina cuando él era embajador allí. Yo era muy cercano a su hijo, Graham Hill, quien falleció hace dos años, en septiembre. Actualmente en mi puesto de Asistente de la Secretaría de Estado en New Hampshire.
PrisioneroEnArgentina.com: Usted escribió una serie de artículos sobre Argentina en esos tumultuosos años. ¿Por qué Argentina? Entonces era un territorio muy peligroso.
Dean Dexter: Si, lo era. Pero cuando estuve allí, no lo hice en mi capacidad de periodista. Más lo hice como visitante. Como amigo y como asistente del Embajador Hill. No estaba destacado allí.
PrisioneroEnArgentina.com: El embajador Hill mencionó, en un reportaje de 1978, lo peligroso que era ser funcionario o empresario americano en Argentina.
Dean Dexter: Si. El embajador Hill era muy cercano al presidente Nixon. El conoció a Richard Nixon cuando Nixon era el vicepresidente de Eisenhower. Bajo la administración de este último fue (Hill) embajador en Costa Rica, El Salvador y México. Pero cuando estaba prestando servicios en Argentina, tuvo que tener mucho personal de seguridad. Más que en cualquier otro destino. Cuando viajé a visitarle en diciembre de 1975, le aguardé en su residencia ya que el Embajador estaba en una reunión. Cuando él retornó, me relató que apenas pudo escapar con su auto de un atentado con una bomba en las calles de Buenos Aires. Salvó su vida gracias a su auto acorazado y a que poseía un muy bien entrenado cuerpo de seguridad. Entre estos últimos, guardaespaldas, marines y más guardaespaldas que el gobierno argentino le proporcionaba. En otra oportunidad, nos encontrábamos en la residencia del Embajador a finales de 1975 y hubo un intento de golpe de estado, fallido. Sin embargo, no apreciamos ninguna manifestación de la gente contra este evento.
PrisioneroEnArgentina.com: Luego vino el golpe de estado efectivo. Usted escribió sobre esto. ¿Cuándo se enteraron que se produciría?
Dean Dexter: Nos encontrábamos allí. Nos enteramos en el mismo momento que se produjo. Diferentes agencias nos avisaban.
PrisioneroEnArgentina.com: ¿Usted tiene conocimiento de cierta disputa entre el Embajador Hill y el Secretario de Estado Henry Kissinger?
Dean Dexter: Yo sé de alguna disputa. El Embajador Hill estaba muy preocupado con lo que sucedía en la guerra entre militares y terroristas. Él había estado aconsejando al gobierno que deberían moderarse. El problema fue que el Canciller Guzzetti, cuando este se entrevistaba con Kissinger, Kissinger le informaba lo contrario a lo que Hill pensaba. Había un elemento allí… de discrepancia. El Embajador Hill estaba preocupado por ciertas violaciones a los derechos humanos y por el terrorismo reinante.
PrisioneroEnArgentina.com: ¿Cuáles eran estas preocupaciones?
Dean Dexter: El Embajador Hill estaba muy preocupado. Algo emocionante es que firmó un documento en el cual decía que, en caso de ser secuestrado por organizaciones terroristas, no se pagara ningún rescate por su persona.
PrisioneroEnArgentina.com: Esto hubiera sentado un precedente.
Dean Dexter: Claro. No sé si estas al tanto de esto, pero algo muy interesante del Embajador Robert C. Hill es que él era un conservador. Él era anti comunista, y lo fue durante la Guerra Fría. Pero esta ideología no lo trababa para corregir errores. El Embajador sostenía un legado al comienzo y al final de su vida. En el comienzo, él fue uno de los primeros -en su desempeño como representante en México- que vio a Castro como comunista y como un tirano. Un visionario que detectó esto antes del golpe a Batista. Hill era amigo íntimo de Spruille Braden -fugaz embajador en Argentina en los ‘40-. Braden fue Embajador en Cuba y fue muy controversial en Argentina. Perón solicitó que Braden sea removido de su posición en Argentina. Le donó mucha información a Hill. Este último era Embajador en España cuando Perón estaba exiliado allí. Es por ello que tenía mucho conocimiento de la situación en Argentina. Y de Sudamérica, donde había mucha actividad terrorista.
PrisioneroEnArgentina.com: ¿El Embajador Hill informaba al presidente y además al Congreso de toda actividad terrorista?
Dean Dexter: Hill no solo servía como Embajador, sino que además era de asistencia en relaciones con el Congreso. Tenía muchas relaciones con senadores americanos. Era muy conocido (Hill) en Washington y no temía hablar de temas que podrían estar en conflicto con la opinión de pesos pesados, alguien como Kissinger. Por ejemplo, en 1959 cuando la revolución en Cuba, Hill enviaba cables a sus superiores en Washington. Principalmente a Milton Eisenhower -quien era hermano del presidente Ike Eisenhower-. Esa información decía que Castro era ya un comunista, mientras el New York Times le celebraba como el salvador de la nación (cubana). No hay que escapar a la realidad de que Batista era un dictador y que estaba muy ligado en negocios turbios con la mafia americana. No son situaciones placenteras, pero en los tiempos de la Guerra Fría, cuando la Unión Soviética se desplegaba a través de toda Latinoamérica, Hill era uno de los pocos embajadores, jóvenes embajadores, que advertían sobre esta amenaza.
Continuará.
Fotos: Archivo personal de Dean Dexter.
Fabian Kussman
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 8, 2017
Los Peronistas
Escribe: Luis Bardín.
LOS PERONISTAS
Ellos siempre han apostado
a quien tiene la patente
de seguro ganador
y al orgasmo pasajero
de ganar una elección.
Así creen ser leales
a Evita y a Juan Perón.
No hacen “uso” de su voto,
lo eyaculan en la urna,
pues lo usan como un semen
garantizando progenie
que al populismo asegura.
Nadie puede interrumpir
esta fiesta populista
que comienza en una urna,
sigue con paros y huelgas
y el fanatismo eterniza.
Tener banca bien atada
con mayorías seguras
y el poder en viejos feudos
es lo que más les preocupa.
Nunca importó al peronista
votar ladrones o narcos
o a personajes nefastos
que se cuelan en sus listas.
No se quieren convencer
que es un cuento la lealtad
que la comedia e finita…
Luis Bardín
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 16, 2016
DESAPARECIDOS DEL PERONISMO Y DEL PROCESO: INFORME DEL GOBIERNO SOLICITADO POR CIUDADANOS LIBRES
Por José Lucas Magioncalda.
El pedido
El 16 de agosto de 2016 presentamos, ante la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, una solicitud de información pública requiriendo los siguientes datos:
1) Según los datos obrantes en dicha dependencia, la cantidad de personas que se encuentren en situación de desaparición forzada o que habiéndose encontrado en dicha situación, hayan sido luego halladas sin vida, siempre y cuando la desaparición forzada se haya producido durante el período 24 de marzo de 1976 al 9 de diciembre de 1983;
2) Respecto del terrorismo de estado ejercido durante las presidencias de Juan Domingo Perón y María Estela Martínez de Perón -según los registros obrantes en dicha dependencia- la cantidad de personas que se encuentren en situación de desaparición forzada o que habiéndose encontrado en dicha situación, hayan sido luego halladas sin vida, siempre y cuando la desaparición forzada se haya producido durante el período 12 de octubre de 1973 al 23 de marzo de 1976.
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Dilación, denuncia y respuesta contradictoria
Luego de una dilación importante (si tenemos en cuenta que el informe debió ser brindado a los 10 días hábiles) y previa intervención de la Ofician Anticorrupción (ente ante el cual se denunció la demora) la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural presentó un informe que se contradice, al intentar defender -sin sustento técnico alguno- la cifra de 30.000 desaparecidos.
En efecto, la respuesta se compone de dos informes. Uno, de carácter meramente político, emitido por el Archivo Nacional de la Memoria, a cargo de Gustavo Peters Castro, y que refiere al otro informe, diciendo que: “El listado de víctimas que se adjunta comprende la totalidad de denuncias debidamente formalizadas por ante la SECRETARÍA DE DERECHOS HUMANOS y PLURALISMO CULTURAL a la fecha y por lo tanto no debe entenderse como la totalidad de las víctimas ya que existen numerosos casos denunciados ante la Justicia y otras instituciones y organismos, no refrendados ante la Secretaría”. Sin embargo, el informe aludido, emitido por el Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (Ruvte) sostiene que dicho registro “está constituido por aquellos casos considerados válidos denunciados ante la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep), por aquellos que cuentan con denuncia debidamente formalizada ante la hoy Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación (SDHN) y, a partir de relevamientos recientes, por aquellos casos sobre los que se ha considerado probado que fueron víctimas de delitos de lesa humanidad en causas judiciales con sentencia a la fecha.”
Está claro: un sector de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural pretende hacernos creer que los números que comentaremos más adelante tienen poca relevancia porque sólo surgen de las denuncias efectuadas en dicha dependencia (sustentando de ese modo la tesis de los 30.000 desaparecidos), mientras que otro sector dice que, esos mismos números, corresponden, no sólo a las denuncias radicadas en la Secretaría, sino que también corresponden a los datos de la Conadep y a los casos resueltos por Poder Judicial.
Increíblemente, ante esta contradicción, el Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, nos envía una nota acompañando ambos informes,en la que sostiene que “ambos instrumentos … son compartidos por el suscripto”. ¿?
Los números
Según el informe del Registro Únificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (Ruvte) durante ámbos períodos solicitados (peronista y militar) se produjeron 7010 desapariciones forzadas y 1561 asesinatos sin mediar desaparición forzada, lo que hace un total, para ambos períodos, de 8571 víctimas de terrorismo de estado.
De las víctimas totales, el 14,83% (1271 casos) corresponden al tercer mandato de Juan Domingo Perón, que fuera continuado, tras su deceso, por su viuda, la Sra. María Estela Martínez de Perón (alias Isabel o Isabelita). El 85,17% restante de las víctimas (7300 casos), corresponde a la etapa del autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”.
Asimismo, de las 7010 desapariciones forzadas, el 9,44% (662 casos) corresponde al período peronista, mientras que el 90,46% (6348 casos) corresponden a la etapa militar.
Finalmente, en relación a los asesinatos efectuados sin mediar desaparición forzada previa, el 39% (609 casos) corresponde al período peronista y el 61% (952 casos) corresponde al “Proceso”.
La respuesta del Gobierno – Documentos:
Dr. JOSE LUCAS MAGIONCALDA