Estimado EMILIO NANI o viendo la rúbrica de su mail:
EMILIO GUILLERMO NANI
Teniente Coronel (R)
Ayer, Veterano de Guerra
Hoy, Preso Político
Respondiendo al mismo, le diré que sabiéndolo un hombre de combate emplee términos soeces, imaginando que usted también los habrá empleado de allí que le aclarara: “lo haré con el vocabulario soez y real que se emplea en un frente de guerra, para usted como militar o en un tiroteo para mí como policía”. Evidentemente me debo haber equivocado y lo que estamos viviendo hoy, no es un hecho intenso que requiere urgentes y dramáticas definiciones que permitan este tipo de vocabulario. Le cuento que cuando me ha tocado patear una puerta y la cosa venia mal “in mente” no me encomendaba a nadie, solo pensaba “Plata o mier..” sé que suena mal pero solo era una cábala. Con respecto a lo que yo haya hecho, no creo que tenga importancia alguna ya fue, solo traté de ser lo mejor posible como policía de calle a partir del año 1967 en que dejé el trabajo judicial, por el que era mi vocación. Cuando llegaron ustedes, era “un veterano” con 8 años en ese medio. Nunca retrocedí, como hoy siempre me mantuve de pie, jamás de rodillas y procuré no cometer hechos que luego me hicieran avergonzar. Las experiencias militares y policiales desde ya que son muy distintas, ustedes se preparan para periodos de contienda como los que tuvo la Argentina. El policía confronta TODOS LOS DÍAS durante sus 30 o más años de servicio, sus muertos y heridos tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz, así lo atestiguan. Otra desventaja policial es que en la vorágine diaria siempre se debe rendir examen. Ante victimas de hechos calamitosos, uno no puede mostrar los premios recibidos por esclarecimientos o actos heroicos anteriores, ya que el nuevo requerimiento borra todo lo realizado y hay que comenzar de nuevo.
Con respecto a “Pelotudear” lo invitaría a releer mi carta y verá que es solo una cruda autocrítica veraz y una invitación a gritar todos juntos ¡BASTA!, porque considero que estamos “PELOTUDEANDO TODOS” desde el momento que desde hace más de 15 años hay presos a como dé lugar y por supuesto demasiados muertos. A mi forma de ver algo salió mal y artera e inteligentemente, nos pusieron en un campo de batalla en el que siempre se pierde. Completamente hostil e inadecuado para todos nosotros, en el que se pelea o no, de a uno. Pese a los reiterados fracasos se insiste y lo prueba su mail al manifestar: “le pido que Ud. haga lo que crea conveniente, que yo seguiré haciendo lo que crea conveniente”. Cuando le expreso: “Usted es uno de los prisioneros con más honor y valor, HOY JUNTEMOS EL DE TODOS y solamente demostremos ser DIGNOS HOMBRES”, con ello no intento darle lección alguna de falsa moralina como usted despectivamente califica mi accionar. Tengo suficiente experiencia de vida para saber que el humano luego de su niñez solo acepta -y a veces- lecciones de la misma vida, ni hablar siendo todos septuagenarios. Si, estando sometido COMO TODOS a la prisión y al exterminio, aun siendo nada más que un policía intento casi lo imposible, decir según mi derecho y parecer, que hacer a un militar. No interprete esto como un desafío para ver quien está sexualmente mejor dotado, para mi esos fueron tiempos muy lejanos de juventud con poca veteranía. Mi prisión domiciliaria la obtuve a través de 31 días de huelga de hambre a muerte. Hoy pese al inmenso amor que de toda la vida me une a mi esposa, estoy dispuesto a solicitar mi regreso a la prisión para reiniciar la misma, si esta es una acción DE CONJUNTO con la que quizás así nos escuchen GRITANDO ¡BASTA! Muy fácil y bueno sería que esto ocurriera a través de simples escritos como los cursados por centenares hasta ahora, pero ni acompañados aún con videos de las aberraciones que se cometen con nosotros se ha logrado horadar el muro de silencio e iniquidad que indignamente nos está exterminando. Por su respuesta lamento que se siga con este hasta hoy inútil accionar ya que de a uno, no puedo hacer otra cosa que seguir escribiendo lo cual considero que es “Pelotudear”.
Hace mucho tiempo el General JOSÉ DE SAN MARTÍN con vehemencia expresó: “SÓLO QUIERO LEONES EN MI REGIMIENTO“, yo solo estoy buscando a sus descendientes. Desde el momento que un uniformado jefe pidió perdón, otro subió a un banquito y bajó cuadros, muchos escucharon en silencio a un corrupto como NESTOR KIRCHNER gritarles “no les tengo miedo” y uno más juró por el “proyecto nacional y popular” mientras se abrazaba a la señora BONAFINI y nosotros moríamos tras las rejas, esos sucesores son los que sí o sí hacen falta hoy. ¿DONDE ESTÁN QUE NO LOS PUEDO ENCONTRAR?
Estimado EMILIO NANI o viendo la rúbrica de su mail:
EMILIO GUILLERMO NANI
Teniente Coronel (R)
Ayer, Veterano de Guerra
Hoy, Preso Político
Respondiendo al mismo, le diré que sabiéndolo un hombre de combate emplee términos soeces, imaginando que usted también los habrá empleado de allí que le aclarara: “lo haré con el vocabulario soez y real que se emplea en un frente de guerra, para usted como militar o en un tiroteo para mí como policía”. Evidentemente me debo haber equivocado y lo que estamos viviendo hoy, no es un hecho intenso que requiere urgentes y dramáticas definiciones que permitan este tipo de vocabulario. Le cuento que cuando me ha tocado patear una puerta y la cosa venia mal “in mente” no me encomendaba a nadie, solo pensaba “Plata o mier..” sé que suena mal pero solo era una cábala. Con respecto a lo que yo haya hecho, no creo que tenga importancia alguna ya fue, solo traté de ser lo mejor posible como policía de calle a partir del año 1967 en que dejé el trabajo judicial, por el que era mi vocación. Cuando llegaron ustedes, era “un veterano” con 8 años en ese medio. Nunca retrocedí, como hoy siempre me mantuve de pie, jamás de rodillas y procuré no cometer hechos que luego me hicieran avergonzar. Las experiencias militares y policiales desde ya que son muy distintas, ustedes se preparan para periodos de contienda como los que tuvo la Argentina. El policía confronta TODOS LOS DÍAS durante sus 30 o más años de servicio, sus muertos y heridos tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz, así lo atestiguan. Otra desventaja policial es que en la vorágine diaria siempre se debe rendir examen. Ante victimas de hechos calamitosos, uno no puede mostrar los premios recibidos por esclarecimientos o actos heroicos anteriores, ya que el nuevo requerimiento borra todo lo realizado y hay que comenzar de nuevo.
Con respecto a “Pelotudear” lo invitaría a releer mi carta y verá que es solo una cruda autocrítica veraz y una invitación a gritar todos juntos ¡BASTA!, porque considero que estamos “PELOTUDEANDO TODOS” desde el momento que desde hace más de 15 años hay presos a como dé lugar y por supuesto demasiados muertos. A mi forma de ver algo salió mal y artera e inteligentemente, nos pusieron en un campo de batalla en el que siempre se pierde. Completamente hostil e inadecuado para todos nosotros, en el que se pelea o no, de a uno. Pese a los reiterados fracasos se insiste y lo prueba su mail al manifestar: “le pido que Ud. haga lo que crea conveniente, que yo seguiré haciendo lo que crea conveniente”. Cuando le expreso: “Usted es uno de los prisioneros con más honor y valor, HOY JUNTEMOS EL DE TODOS y solamente demostremos ser DIGNOS HOMBRES”, con ello no intento darle lección alguna de falsa moralina como usted despectivamente califica mi accionar. Tengo suficiente experiencia de vida para saber que el humano luego de su niñez solo acepta -y a veces- lecciones de la misma vida, ni hablar siendo todos septuagenarios. Si, estando sometido COMO TODOS a la prisión y al exterminio, aun siendo nada más que un policía intento casi lo imposible, decir según mi derecho y parecer, que hacer a un militar. No interprete esto como un desafío para ver quien está sexualmente mejor dotado, para mi esos fueron tiempos muy lejanos de juventud con poca veteranía. Mi prisión domiciliaria la obtuve a través de 31 días de huelga de hambre a muerte. Hoy pese al inmenso amor que de toda la vida me une a mi esposa, estoy dispuesto a solicitar mi regreso a la prisión para reiniciar la misma, si esta es una acción DE CONJUNTO con la que quizás así nos escuchen GRITANDO ¡BASTA! Muy fácil y bueno sería que esto ocurriera a través de simples escritos como los cursados por centenares hasta ahora, pero ni acompañados aún con videos de las aberraciones que se cometen con nosotros se ha logrado horadar el muro de silencio e iniquidad que indignamente nos está exterminando. Por su respuesta lamento que se siga con este hasta hoy inútil accionar ya que de a uno, no puedo hacer otra cosa que seguir escribiendo lo cual considero que es “Pelotudear”.
Hace mucho tiempo el General JOSÉ DE SAN MARTÍN con vehemencia expresó: “SÓLO QUIERO LEONES EN MI REGIMIENTO“, yo solo estoy buscando a sus descendientes. Desde el momento que un uniformado jefe pidió perdón, otro subió a un banquito y bajó cuadros, muchos escucharon en silencio a un corrupto como NESTOR KIRCHNER gritarles “no les tengo miedo” y uno más juró por el “proyecto nacional y popular” mientras se abrazaba a la señora BONAFINI y nosotros moríamos tras las rejas, esos sucesores son los que sí o sí hacen falta hoy. ¿DONDE ESTÁN QUE NO LOS PUEDO ENCONTRAR?
Claudio Kussman
Interno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 29, 2018
Tags: Emilio Guillermo Nani, General José de San MartínRelated Posts
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